Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
-
Citado por SciELO
-
Accesos
Links relacionados
-
Similares en SciELO
Compartir
Salus
versión impresa ISSN 1316-7138
Salus vol.15 no.2 Valencia ago. 2011
Enfermedades ginecológicas de la adolescente de hoy, necesidad de un atención especializada
Según proyecciones de organismos internacionales en materia de salud (OMS; OPS) para el año 2009, se calculó una población de 1200 millones de adolescentes, lo que representó el 18 % de la población mundial; estimándose que una de cada cinco personas es adolescente. Esta proyección se refleja sobre todo en aquellas economías en vías de desarrollo como en América Latina; en donde la población fundamentalmente joven es económica y socialmente activa; pero también a la par de esta afirmación presenta una realidad matizada por aspectos que concomitan siendo estos propios de la adolescencia, como la tendencia natural de interactuar afectivamente con sus pares junto a la poca percepción al asumir riesgos; lo que las hace vulnerables, siendo por tanto catalogadas como una población de alto riesgo reproductivo.
Muchas han sido las definiciones de adolescencia; la mayoría coinciden en que se trata de una etapa de la vida donde ocurren profundos cambios orgánicos, afectivos, mentales y sociales y se adquiere la capacidad para reproducirse; sin embargo, el enfoque predominantemente organicista debe completarse con los cambios que ocurren en la esfera psicológica del adolescente, lo que a menudo impacta en su capacidad de interactuar social y culturalmente y pudiera tener finalmente una expresión somática y traducirse por tanto en una dolencia física ( enfoque sicosomático).
Existe un amplio espectro de afecciones ginecológicas que pueden expresarse durante este corto período de tiempo las cuales deben ser atendidas oportunamente y que van desde aspectos relacionados con el crecimiento y desarrollo, dolor pélvico crónico, dismenorrea, hemorragias uterinas disfuncionales, quistes funcionales de ovarios, tumores orgánicos en el tracto genital, trastornos menstruales tipo oligoamenorrea e hipermenorrea, pasando por trastornos puberales y / ò endocrino ginecológicos tales como: retardo constitucional o retardado del desarrollo puberal, patrón puberal temprano, menarquía temprana, trastornos de la alimentación como anorexia nerviosa y bulimia, síndrome premenstrual, síndrome de ovarios poliquísticos, síndrome metabólico; así como también, la tendencia a iniciar cada vez más temprano las relaciones sexuales, con el consecuente riesgo de embarazos no planificados y abortos inseguros, tendencias a baja autoestima, depresión ó suicidio, infecciones por contagio sexual, necesidad de asesoría contraceptiva, monogamia secuencial y la posibilidad de exponerse a violencia de género tanto física como sexual. Del mismo modo, muchas de estas patologías ginecológicas que tienen su máxima expresión durante la adolescencia, pueden tener un inicio durante la niñez, lo que nos obliga a extender nuestra atención médica hacia esos primeros años de la vida, para detectar problemas como: crisis genital, telarca y adrenarca prematura, vulvovaginitis, sangrado genital aislado ó pubertad precoz e incluso desórdenes que pueden tener aparición desde el nacimiento como malformaciones del tracto genital o ambigüedad genital.
Por lo antes expuesto se hace necesario que los médicos dedicados a la atención de niñas y adolescentes, como pediatras, obstetras, ginecólogos ó cirujanos pediatras; sean profesionales capacitados no solo para detectar estas patologías, sino también para canalizarlas desde un enfoque holístico integral dirigido a la educación de la adolescente y su núcleo familiar con fines preventivos y carácter interdisciplinario. De aquí se desprende la necesidad de formar y capacitar médicos en la atención de adolescentes y el surgimiento en las últimas décadas de especialidades emergentes como la medicina del adolescente y la ginecología pediátrica y del adolescente (ginecología Infarto juvenil), como una respuesta necesaria de la medicina moderna ante los nuevos retos que se plantea el abordar y tratar patologías en esta etapa de la vida; esta última especialidad (ginecología Infarto juvenil) ofrece en este rango de edad la posibilidad de un diagnóstico precoz, así como también la prevención y el oportuno tratamiento (médico-quirúrgico) de estas dolencias ginecológicas que afectan a las adolescentes de hoy.
José Eduardo Landaeta
Departamento Clínico Integral del Norte. Universidad de Carabobo, Venezuela.