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Salus

versión impresa ISSN 1316-7138

Salus vol.19  supl.Supl Valencia dic. 2015

 

Significado del deporte en la dimensión social de la salud

Lismey Britapaz Avarez1, Jorge Del Valle Díaz2

1 Departamento de Ciencias Sociales. Escuela de Salud Pública y Desarrollo Social. Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Valencia. Venezuela.

2 Departamento de Educación Física, Deporte y Recreación, Escuela de Educación, Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Carabobo. Valencia. Venezuela

Correspondencia: Lismey Britapaz E-mail: britapazlismey@yahoo.com

RESUMEN

Actualmente en la población venezolana existe un auge en el número de adeptos que se han dedicado a la práctica de un deporte, esto se debe, a la visión saludable que en el ámbito social se le ha dado a éste fenómeno, no obstante, ésta práctica puede ser realizada con dos fines; recreativos o competitivos, impactando según su naturaleza de forma diferente a la salud. El presente ensayo tiene como objetivo, estudiar las relaciones existentes entre el deporte y la dimensión social de la salud, éste considerado como un fenómeno social que impacta sobre las vidas de los individuos que conforman una sociedad debido a sus múltiples facetas en el ámbito educativo, económico, político, social, cultural y de salud pública en una sociedad. La metodología utilizada es de tipo documental, realizada a través de una exhaustiva revisión bibliográfica. Entre los hallazgos más relevantes se encuentran, que si la actividad físico – deportiva es de carácter competitiva, su alta exigencia puede afectar de forma negativa la salud de un individuo, ocurriendo alteraciones en el orden físico como lesiones deportivas, en el orden psicológico trastornos de la personalidad y desequilibrios mentales, y en el orden social afectando ciertos procesos familiares, de estudios y de trabajo. Proponemos una re significación de la representación social que existe en Venezuela y en las políticas públicas sobre la práctica deportiva, valorada como una actividad saludable por el campo de la medicina y otras ciencias afines.

Palabras clave: Deporte, salud, significado, actividad física, políticas públicas, lesiones deportivas.

Significance of sport in the social dimension of health.

ABSTRACT

Currently in the Venezuelan population there is a boom in the number of followers who have dedicated themselves to the practice of a sport, this is due to healthy vision in the social sector has been given to this phenomenon, however, this practice It can be done with two purposes; recreational or competitive, depending on their nature impacting the health of different forms. This paper aims to study the relationship between sport and the social dimension of health, it considered a social phenomenon that impacts on the lives of individuals within a society because of its many facets in education, economic, political, social, cultural and public health in a society. The methodology is documentary, made through a comprehensive literature review. Among the most important findings are that if the physical - sport activity is competitive character, high requirement may adversely affect the health of an individual, occurring changes in the physical order as sports injuries, the psychological as personality disorders and mental imbalances and social order affecting certain normal processes such as family, education and work. We propose a re significance of social representation that exists in Venezuela and in public policies on sports, valued as a healthy activity for the field of medicine and related sciences.

Key words: Sports, health, meaning, physical activity, public policy, sports injuries.

INTRODUCCIÓN

En la actualidad se ha incrementado el número de personas que se dedican a la práctica deportiva. La visión saludable del deporte en las sociedades modernas ha construido una cultura de la actividad física que motiva a la población venezolana a participar cada vez más en diversas actividades físicas promocionadas por los distintos medios de comunicación: caminatas, carreras, escaladas, bailoterapias, entre otras. Algunas personas participan con el único fin de recrearse, mientras que otras, lo hacen para medir sus capacidades físicas con el primordial deseo de superarse a sí mismo y al adversario, es decir, participan para obtener el triunfo en una competencia. En este sentido, resulta interesante hacer una revisión teórica de todos los elementos que conforman el universo deportivo, ya que cuando “ganar” representa el principal objetivo, el deporte y la salud resultan incompatibles.

Aproximación etimológica del termino deporte y su clasificación en la contemporaneidad. En las sociedades contemporáneas el deporte se originó a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX a partir de los movimientos del industrialismo inglés, su influencia en los estilos de vida de una población y la variedad de actividades deportivas practicadas por la misma, le confiere un carácter multifacético que impacta de manera significativa a una sociedad. Desde su aparición, la actividad deportiva se ha tenido que adaptar a la compleja evolución de las sociedades modernas, de allí su carácter dinámico, el cual, se ha convertido en el principal obstáculo para unificar criterios en la construcción de una definición que agrupe la diversidad de actividades físicas que caracterizan al deporte.

No obstante, en la búsqueda del origen y comprensión del término deporte, se mencionarán algunas definiciones hechas por diversos autores. Para comenzar es necesario señalar, que a diferencia de lo que popularmente se cree, ésta palabra no proviene del vocablo inglés “sport”, su cuna fue la lengua provenzal y de ella pasa a otras lenguas romances como el francés y el castellano (1). En su acepción etimológica original la palabra deporte significa regocijo, diversión y recreo. También es definido como recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre; actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas (2).

De igual manera, se destaca como rasgo fundamental y constitutivo del deporte, el esfuerzo del hombre por conseguir resultados destacables y por perfeccionarse a sí mismo (3). Otro elemento sustancial del deporte es la capacidad para competir, el hombre como animal competidor y la necesidad del logro, que lleva a plantearse constantemente nuevas metas (4). La capacidad utilitaria del deporte de enseñar a quién lo practica a superar obstáculos en la vida, a forjar su carácter y fortalecer su personalidad (5). La caracterización del deporte por el derroche espontáneo de fuerzas, de libre esfuerzo superfluo, por el placer de su propia realidad (6), de igual modo forma parte del acervo común de significados las clásicas ideas de Huizinga en el Homo Ludens, el hombre que juega, tanto al hacer deporte como en cualquier otro comportamiento cultural (7).

Otros significados del deporte son los de entrenamiento ético, fenómeno estético, modelo de sociedad competitiva, reacción de compensación y adaptación frente a las condiciones de vida al trabajo industrial, válvula de escape de la agresividad, reacción del instinto de conservación de la especie y descarga de los apetitos, medio para aumentar la producción al servicio de la lucha de clases y para acabar con la alienación, y representación simbólica del conflicto familiar padre – hijo para obtener el reconocimiento de la madre (8). En tanto, la Carta Europea del Deporte, le incorpora al termino deporte una visión saludable, definiéndolo como todas las formas de actividades que, a través de una participación, organizada o no, tienen como objetivo la expresión o la mejora de la condición física o psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales y la obtención de resultados en competición de todos los niveles (9).

De allí que se afirma, que nadie ha podido definir con aceptación general en qué consiste el deporte, siendo cada vez más difícil definirlo debido a que el deporte cambia sin cesar y amplía su significado, tanto al referirse a una actitud y actividad humana, como al englobar una realidad social (10). En este sentido se puede evidenciar, que cada vez resulta más complicado conceptuar un término tan polisémico como lo es el deporte, su complejidad simbólica, realidad social y cultural, lo hace indefinible, sin embargo, ésta apasionante e impactante actividad social, se ha convertido en tema de interés para las diversas ciencias; la sociología, la medicina, la psicología, la educación, entre otras.

Por todo lo expuesto, si se ha de construir una definición del deporte, habrá que hacerlo de forma amplia y flexible destacando sus elementos esenciales para el hombre y su contexto social; actividad lúdica, física e intelectual humana, cuya naturaleza es competitiva y se encuentra sujeto a reglas e instituciones, práctica que puede ser con fines recreativos o competitivos.

En cuanto a la clasificación del deporte, se da el mismo fenómeno que acontece con su significado, son numerosos los autores que han presentado diferentes formas de clasificarlo, teniendo como principal dificultad, las particularidades que presentan cada una de las disciplinas deportivas que conforman el universo deportivo, entre las cuales encontramos; clasificación del deporte desde el punto de vista socio ecológico, olímpico, grupo de disciplinas, medio físico, motivos, exigencias, circunstancias, país de origen, sector de la población, experiencia, orden alfabético, relación social, ejecución, relación con el ambiente, clase de maniobra, ramas deportivas, temporada de juegos, el número de participantes y la igualdad de implementos utilizados durante la práctica, entre otras.

Para el presente ensayo, se seleccionó la clasificación contenida en el marco legal venezolano; las formas como se desarrolla el deporte son las siguientes: deporte formativo, deporte social comunitario, deporte universitario, deporte asociado, deporte aficionado, deporte profesional y deporte de competencia; éste último definiéndose como la práctica deportiva de organización y nivel superior. Comprende procesos integrales orientados hacia el perfeccionamiento de las cualidades y condiciones físicotécnicas de deportistas, mediante el aprovechamiento de adelantos tecnológicos y científicos (11). Destacando la selección de ésta clasificación, porque contempla el deporte de competencia dentro de la misma, cuya participación requiere de una alta exigencia física, psicológica y social por parte del practicante, motivo por el cual se abordará en el presente estudio en su relación con la salud. Igualmente, es importante significar que dentro de otras clasificaciones, aparecen los deportes de riesgos y los deportes de alto riesgo que vinculan al deporte con los procesos saludables y la vida de un individuo.

Deporte Como Fenómeno Social y Antropológico. En el presente siglo XXI, el deporte es considerado un fenómeno socio-cultural y educativo por su impacto en los estilos y la calidad de vida de los individuos, sobre la organización social de un país y por la multiplicidad de actividades deportivas practicadas por la población. El deporte es una parte integral de la sociedad y de la cultura, que afecta de formas muy variadas y, en ocasiones, importantes a las vidas de los individuos y de los grupos sociales (12). De allí que la actividad deportiva se ha convertido en uno de los fenómenos más populares en la actualidad, a través de él se expresan algunos valores de la sociedad. Las modernas historias sobre la bondad y la maldad, el éxito y el fracaso, la suerte y la desgracia, la victoria y la derrota, lo propio y lo ajeno, la identidad colectiva… encuentran en la narración deportiva sus expresiones más populares (13).

En este sentido, el deporte no es un fenómeno abstracto sino que responde a una realidad histórica y cultural de una sociedad; forma parte de las relaciones de producción capitalistas industriales y como todo hecho social, tiene una naturaleza clasista y profunda.

Asimismo, el deporte contiene en su esencia un carácter competitivo, el cual, le confiere a cada una de las disciplinas que lo conforman su especificidad y origina las relaciones indispensables para que se pueda llevar a cabo esta práctica social, como lo son: la competencia y el éxito, resaltando además, su importancia en la construcción de una cultura y de la identidad nacional. Su práctica como actividad social, comprende una gran variedad de símbolos, valores, normas y comportamientos que lo identifican y diferencian notoriamente de otras prácticas sociales. En tal sentido, el deporte delimita un determinado ámbito cultural, que poco a poco ha ido adquiriendo una diferenciación funcional propia, a medida que se ha desarrollado el proceso de modernidad hasta alcanzar el carácter universal que tiene actualmente.

Desde el punto de vista práctico y social, el deporte tiene efectos perceptibles y significativamente favorables en el ámbito de la educación, la economía, la cultura, la política y la salud pública. En el área educativa, el deporte juega un papel importante en la transmisión de valores a niños y adolescentes; constituyendo al igual que la educación, un aparato ideológico del estado que le ayuda en su edificación y consolidación. De igual modo, el deporte en su relación con la actividad física, inculca en los practicantes valores sociales de gran significancia, tales como el respeto, la responsabilidad, la honestidad, el compromiso, la disciplina, la perseverancia, entre otros, contribuyendo favorablemente al proceso de socialización, fortalecimiento de las estructuras y mejoras en las actitudes de la mujer y del hombre en una sociedad. De igual manera, el deporte favorece a través de los diversos eventos competitivos, las condiciones necesarias para el establecimiento de relaciones sociales entre personas y culturas diferentes.

En el aspecto económico, es innegable la influencia del deporte para el desarrollo financiero de un país; esto se debe a la multitud de personas que se dedican a su práctica, así como también, por el número de personas que lo disfrutan como un evento altamente difundido por los medios de comunicación, convirtiendo al deporte en un lucrativo negocio cuyo principal objetivo es financiar a los atletas, equipos deportivos, instalaciones deportivas, formas de hacer turismo, así como también indirectamente, a diversos sectores de la economía.

Seguidamente, se encuentra el fenómeno del deporte cómo un espectáculo que representa a la sociedad, éste suceso se da en los diferentes eventos deportivos realizados, los cuales, además de mostrar las aptitudes físicas de los competidores, permiten avizorar los valores, tradiciones, desarrollo económico e idioma del país que cada atleta representa, de allí que, los resultados obtenidos en competencias internacionales sean considerados como afirmación de la cultura de un país y de su sistema político. En contraparte, el deporte es también asociado a la violencia de forma negativa y positiva, ya que durante o después de las competencias ocurren estallidos de violencia por la euforia que ocasiona en los fanáticos, el triunfo o la derrota de su equipo favorito, mientras que en el área psicológica y social el deporte es utilizado como un medio para disminuir la violencia y la delincuencia de una sociedad respectivamente.

Dimensión saludable del deporte. Desde siempre el deporte ha sido asociado con la salud, desde aquella famosa frase de la antigüedad: “Corpore sain in main sain”; los griegos no solo rendían culto al cuerpo sino que consideraban que un cuerpo hermoso representaba un cuerpo saludable, así aparece la relación del deporte con la salud pública, ya que su práctica era considerado un signo de salud, como una actividad saludable la cual hacia más fuerte al hombre para participar en la guerra y otras actividades domésticas. Los primeros esfuerzos españoles encaminados a incorporar la práctica deportiva en la población escolar, como así lo atestiguan las diferentes intervenciones en el Parlamento español durante el periodo de la Restauración Borbónica, tuvieron a la salud como reclamo y estandarte de la fuerza y la energía de un pueblo, que no podría recuperar su pulso histórico hasta que la práctica deportiva se instalase como costumbre en la mayoría de la población (14). En la actualidad, la práctica deportiva continúa siendo asociada con el bienestar y mejoras en la calidad de vida del colectivo humano, por su estrecha relación con la actividad física, y los beneficios que ésta aporta a la salud de las personas, de allí que el segundo valor que se la adjudica al deporte es la salud.

En este contexto, el campo de la medicina ha hecho grandes esfuerzos en demostrar, la importancia de la actividad física y deportiva en el mantenimiento de la salud y mejoras en la calidad de vida de una persona; los estudios realizados por diversos autores concluyen que, el deporte sumado al ejercicio físico producen beneficios en todos los componentes del ser humano; en relación con la salud juega un papel importante como un elemento rehabilitador, preventivo y de bienestar. Desde el punto de vista físico, el deporte mejora el funcionamiento motor, los sistemas osteomusculares y el inmunológico, activa positivamente el sistema hormonal y equilibra el cuerpo mediante la homeostasis corporal y la linfa de la sangre, previniendo la aparición de lesiones y enfermedades. Otro elemento afectado por la práctica deportiva es el psíquico, ya que este estimula la producción de hormonas que mejoran el bienestar personal al aumentar la capacidad psicomotora del individuo y, con ello, la sensación de autonomía personal, lo que crea un mejor estado de ánimo. Desde el punto de vista social, el deporte mejora las relaciones personales, las habilidades individuales, la asertividad y la autoestima, entre algunos grupos de riesgo, e incluso ayuda, a prevenir problemas de desviación social.

El deporte en Venezuela y su representación social. La representación social que existe del deporte en Venezuela se encuentra estrechamente relacionada al significado que le confiere la OMS en su analogía entre el ejercicio físico y la salud; ésta última es considerada como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades, todo ello en relación con múltiples ámbitos, que abarcan lo físico (Ej. el entorno, la vivienda o el medio ambiente), lo social (Ej. seguridad e higiene en el trabajo, educación y asistencia sanitaria o equidad en la distribución de los recursos disponibles), los hábitos de vida (Ej. alimentación adecuada, ejercicio físico, consumo de tabaco y alcohol), el estado de salud propiamente dicho (Ej. morbilidad, mortalidad, esperanza de vida), el sistema sanitario (Ej. recursos físicos y humanos, atención hospitalaria, seguridad social o investigación) y la salud mental, la cual se caracteriza por el equilibrado estado emocional de una persona y su autoaceptación (gracias al autoaprendizaje y al autoconocimiento) (15).

De lo antes expuesto, se puede afirmar que, la Organización Mundial de la Salud contempla el ejercicio físico como un hábito de vida que favorece la salud de un individuo, a la vez, establece un antagonismo con aquellos aspectos que van en detrimento de la salud, tales como; el consumo de bebidas alcohólicas, el cigarrillo y otros hábitos que atentan contra la calidad y estilo de vida saludable. Así pues, la sistematización y dosificación de la actividad física y deportiva es considerado un tema de interés en el campo de la medicina y forma parte de las actuales políticas públicas en materia de salud.

La evidencia de los beneficios del ejercicio físico a través de revisiones de efectos fisiológicos, ensayos epidemiológicos y documentación clínica ha promovido numerosas iniciativas de ámbito público y privado con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la conveniencia de cambiar el estilo de vida hacia costumbres más saludables. La modificación de los hábitos dietéticos y la eliminación del tabaquismo constituyen dos de las piezas fundamentales en la mejora y promoción de la salud. El ejercicio físico constituye el tercer elemento sobre el que recae una parte importante de la responsabilidad en alcanzar ese objetivo (16).

En consecuencia, el imaginario colectivo venezolano considera al deporte como una práctica saludable, existiendo cada vez más conciencia de la importancia de la actividad física y del deporte para la salud y la calidad de vida de la población, apartando la concepción del deporte exclusivamente como un escenario de competición, en el que la mayoría asiste como espectador y sólo unos pocos participan activamente.

A nivel internacional, específicamente en España, la representación social que existe del deporte es similar, unas encuestas aplicadas entre los años 1990, 2000 y 2005 a la población cuyo indicador era el significado de deporte que mejor se aproxima a lo que la población entiende como deporte, concluyeron: los resultados obtenidos en las últimas encuestas ponen de manifiesto que continua siendo dominante entre la población española la consideración del deporte como una práctica que favorece la salud individual. Estar en forma y mantener la salud es, después de más de un siglo, un valor íntimamente asociado a la práctica deportiva. De allí que, el 63% de la población española, se identifica mayormente con la concepción del deporte-salud, esto es, como una actividad que permite adquirir, mantener o mejorar la forma o condición física (17).

Esta representación social de la actividad físico-deportiva con fines saludables tanto a nivel nacional e internacional, ha generado un incremento en el número de personas que se dedican a la práctica de un deporte, bien sea con fines recreativos o competitivos, práctica realizada por la población venezolana sin discriminar si para ambos fines el impacto en la salud es el mismo y sin considerar la diferencia que existe entre cada uno de los términos que forman parte del movimiento humano; ejercicio físico, actividad física, deporte recreativo o deporte competitivo.

Dimensión no saludable del deporte. El deporte de competencia representa una actividad problemática dentro de la promoción de la salud puesto que por su naturaleza existen dos riesgos claves: el control de su intensidad y la posibilidad de lesiones que afecten al sistema osteoarticular y muscular. Ésta práctica deportiva-competitiva, sobrepasa con frecuencia los límites de la capacidad de rendimiento y produce más perjuicios para la salud e incluso daños demostrando que en ocasiones es cierto aquello de que el deporte es la muerte (18). La práctica deportiva presenta un alto índice de incidencia lesional, debido a las exigencias competitivas en las que se desarrolla. Para algunos autores la actividad física efectuada en un ambiente competitivo es incompatible con la salud desde el momento en que el resultado se considera el principal objetivo (19).

Es así como el deportista en el ámbito competitivo, está sometido constantemente a situaciones que afectan su estado físico, psicológico y social, son numerosas las situaciones que debe enfrentar día a día, entre ellas algunas que requieren contacto corporal y el juego que implica el golpear, correr, girar, estirar, regatear, saltar, acelerar, aterrizar, caer, lanzar, cabecear, recibir entradas, colisionar, recibir patadas, frenar la masa corporal, cambiar de ritmo y dirección, entre otras acciones, situaciones que originan riesgos de manera directa o indirecta y son responsables de las muchas y diferentes lesiones. Además, la multiplicación de los partidos, los movimientos repetitivos, las características de los terrenos, una preparación y recuperación insuficiente y/o inadecuada, los hábitos y los estilos de vida del deportista, conduce a una predisposición y/o precipitación de las lesiones deportivas.

En algunos deportes los jugadores usan su cabeza como área primordial de impacto como cuando se cabecea el balón en el fútbol y esto facilita la afectación de esta zona. Generalmente se asocian los traumatismos craneofaciales con los “deportes de contacto” como el fútbol americano o el hockey, pero existen deportes donde aparentemente el riesgo es mínimo o inexistente y, sin embargo, se producen mayor número de traumas de los que cabría esperar (20)

Por otro lado, los deportistas están sometidos a constantes presiones por el propio deporte y la mayoría de las veces por su entorno; entrenador, equipo, familia, asociaciones, federaciones, ministerios, entre otros. Las circunstancias personales, de grupo y sociológicas, son de tal envergadura que en ocasiones se alcanza y se supera el umbral de alarma, lo que afecta particularmente el rendimiento deportivo y el equilibrio psicológico, estos niveles de estrés desencadenan estados de ansiedad y tensión en el deportista-atleta. De igual manera, en el orden social, el alto número de eventos competitivos, los constantes viajes y las agotadoras horas de entrenamiento afectan algunos procesos sociales.

Cabe destacar, que en cuanto a la participación de la mujer en el deporte se ha incrementado una acelerada tendencia en la aparición de nuevos riesgos para estas atletas. Dentro de estos merece destacarse la denominada Tríada Atlética Femenina, que es un desorden compuesto por tres factores principales: Trastornos en la alimentación: anorexia o bulimia, Trastornos de la menstruación y función reproductiva y, la Osteoporosis.

REFLEXIONES FINALES

Tal como se ha señalado en las líneas anteriores, el deporte en su proceso puede verse desarticulado de los beneficios saludables que a lo largo del tiempo se le han endosado, esto pudiera estar asociado en un primer momento con los antivalores del deporte, los cuales parten del principio Maquiavélico el fin justifica los medios; el atleta o entrenador busca el triunfo sin importar que tenga que hacer para alcanzarlo, rompiendo muchas veces el principio de “Fair Play” o juego limpio, por el simple hecho de querer ganar y en todo esto los medios de comunicación también juegan un papel protagónico. Es importante recordar que el deporte es una competencia y como tal, según Deming, solo sirve para generar ganadores y perdedores y si el atleta no maneja los niveles de frustración por la derrota y se le exige por encima de sus capacidades, estas elevadas exigencias pueden ir en detrimento de su salud mental y posteriormente de su salud física así como social.

De allí que son innumerables las lesiones físicas a las cuales están expuestos los atletas en algún momento de su vida por el simple hecho de haber incursionado en el mundo deportivo, ocasionando que la vida competitiva del atleta se vea reducida solo a unos cuantos años de rendimiento efectivo, la mayoría de los atletas se retiran antes de cumplir con su ciclo de vida competitivo producto de lesiones y luego quedan con un organismo maltrecho y casi irreparable, esto sin tomar en cuenta las consecuencias psicológicas producto de las largas horas de estrés al cual ha sido sometido su organismo (bipolaridad, violencia, otros), trastornos de personalidad generalizado que en la mayoría de los casos no les permiten ser seres realmente felices y sociables.

En este sentido, se hace necesario realizar y divulgar estudios orientados a investigar los aspectos de orden físico, psicológico y social que pueden verse alterados por la participación de un sujeto en el deporte, específicamente en el deporte de competencia, en la búsqueda de hacer una resignificación de la representación social saludable que actualmente existe de éste fenómeno en Venezuela; reorientar la perspectiva de actividad física saludable (salud), admitiendo que la expresión de la excelencia deportiva requiere alta exigencia y, por ende, la asunción del riesgo en el rendimiento deportivo (deporte).

Todo ello se pudiese lograr a través de la comunidad científica, los medios de comunicación y las políticas públicas, para que la población conozca que la práctica de un deporte con fines competitivos, puede alterar el equilibrio de las dimensiones de la salud; la presión social sobre los deportistas-atletas, la intensidad de sus esfuerzos para obtener resultados en el ámbito competitivo y las particularidades de las disciplinas deportivas, suponen riesgos que pueden dañar su salud y su calidad de vida. Estas Políticas deberían regular tanto la práctica como la evaluación física del deportista, por ejemplo en el boxeo: ¿cuándo detener una pelea a tiempo para evitar lesiones? como se podría regular esto y/o prohibir deportes que han demostrado generar muertes y lesiones discapacitantes.

Para finalizar, es ineludible resaltar la necesidad de participación de todas las ciencias afines a la actividad deportiva, conformando equipos multidisciplinarios, que mediante la investigación aborden ésta problemática, a fin de a orientar e implementar estrategias para una mejor prevención y preparación del deportista de alto rendimiento desde una perspectiva de salud-deportiva. Con ello, no se pretendería descontextualizar la práctica competitiva ni la modificación de los objetivos perseguidos en sentido de disminución de resultados, sino que se busca analizar aquellos elementos de protección para optimizar el rendimiento del atleta y su calidad de vida durante el mayor tiempo posible.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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