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Revista Venezolana de Endocrinología y Metabolismo
versión impresa ISSN 1690-3110
Rev. Venez. Endocrinol. Metab. vol.14 no.3 Mérida oct. 2016
Hirsutismo: aproximación al diagnóstico y tratamiento.
Elsy M. Velázquez Maldonado.
Unidad de Endocrinología, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.
Dirigir correspondencia a: Elsy Velásquez Maldonado. Email: elsy.velazquez@gmail.com
RESUMEN
El hirsutismo en una endocrinopatía frecuente en mujeres en edad reproductiva, caracterizada por un crecimiento excesivo del vello corporal en áreas dependientes de andrógenos, con diferentes grados de severidad y percepción subjetiva. Clínicamente el hirsutismo es un reflejo de la concentración local y circulante de androgénos y de la sensibilidad de la unidad pilo-sebácea a los mismos. Esta revisión se enfocará en la fisiopatología, etiología, diagnóstico diferencial y tratamiento del hirsutismo.
Palabras clave: Hirsutismo
Hirsutism: approach to the diagnosis and treatment
ABSTRACT
Hirsutism is a common endocrinopathy among women of reproductive age characterized by the excessive growth of body hair in androgen-dependent areas with different grades of severity and subjective perception. Hirsutism is an expression of circulating and local androgen concentrations and the sensitivity of the pilosebaseous unit to androgens. This review will focus on the pathophysiology, etiology, differential diagnosis and treatment of hirsutism.
Key word: Hirsutism
Articulo recibido en: Junio 2016. Aceptado para publicación en: Julio 2016.
INTRODUCCIÓN
El hirsutismo es un problema clínico frecuente que afecta entre el 5 - 15% de las mujeres1, caracterizado por un crecimiento excesivo del vello corporal terminal con un patrón masculino, en áreas corporales con dependencia androgénica. Aunque el hirsutismo es asociado generalmente con hiperandrogenemia, la mitad de los pacientes con grados leves de esta condición tienen concentraciones normales de andrógenos; sus causas pueden variar entre factores relacionados a la etnicidad, condiciones o enfermedades básicas y enfermedades complejas. Las endocrinopatías asociadas con hiperandrogenismo incluyen principalmente el síndrome de ovarios poliquísticos (SOPQ), la hiperplasia adrenal congénita no clásica (HACNC) y las neoplasias secretantes de andrógenos. Existe generalmente discordancia entre el paciente y el clínico en relación a la percepción clínica del hirsutismo2 e independientemente de su etiología, puede causar impacto psicológico como depresión y problemas cosméticos importantes que afectan la calidad de vida de la paciente3.
FISIOPATOLOGÍA
El desarrollo de hirsutismo requiere de la presencia de una unidad pilo-sebácea con sensibilidad a los andrógenos, la cual es determinada genéticamente y varía de acuerdo a la raza y etnicidad, con una densidad más baja en la población de Asia Oriental respecto a la raza blanca o negra4. El folículo piloso es un órgano muy dinámico con una gran capacidad de regeneración; el ciclo funcional del vello incluye su crecimiento, regresión y eventos de remodelación tisular. El ciclo de crecimiento se desarrolla en tres fases: anágena, periodo de crecimiento rápido; telógena, periodo de reposo relativo y catágena, etapa de regresión mediada por apoptosis5. El hirsutismo surge como una prolongación de la fase anágena, durante la cual ocurre el crecimiento y pigmentación del vello y su transformación hacia pelo terminal. Esta alteración es consecuencia de un aumento en la producción o en la sensibilidad periférica a la acción de los andrógenos, principalmente la testosterona (T) y la dihidrotestosterona (DHT)6. La DHT es el andrógeno que actúa sobre el folículo piloso para producir el vello terminal. Esta hormona se deriva de la circulación y conversión local a partir de su precursor, la testosterona. La actividad de la 5α-reductasa puede variar de acuerdo a la etnicidad7 y aumenta por acción de los andrógenos, factor de crecimiento insulino símil 1 (IGF - 1) e insulina8; la hormona de crecimiento también estimula directamente la unidad pilo-sebácea por regular la producción de IGF - 18-9. El receptor androgénico al ser activado por la testosterona o DHT promueve la transcripción génica que conduce a un aumento tanto en la tasa de mitosis de las células de la matriz como en el diámetro y pigmentación de la columna de queratina con la subsiguiente conversión de vello fino a terminal10.
La concentración periférica de andrógenos depende de su síntesis y depuración. La ACTH estimula la síntesis de todos los andrógenos en la corteza adrenal y la LH e insulina estimulan la producción ovárica de testosterona, androstenediona y dehidroepiandrosterona (DHEA). La biosíntesis de novo de los andrógenos se inicia a partir del colesterol e implica el funcionamiento de proteínas regulatorias de enzimas que incluyen la citocromo P450-20,22 desmolasa, citocromo P450 17α- hidroxilasa/17,20 liasa y 3β-hidroxiesteroide-deshidrogenasa que son responsables de las fases iniciales de la esteroidogénesis desde colesterol hasta DHEA; la 17β-hidroxiesteroide-deshidrogenasa y 5α-reductasa catalizan la conversión de androstenediona a testosterona y dihidrotestosterona respectivamente6. Debe destacarse que la glándula sebácea y el folículo piloso también contienen las enzimas necesarias para la biosíntesis y metabolismo de los andrógenos11, por tanto, la severidad del hirsutismo con frecuencia no se correlaciona con las concentraciones circulantes de los mismos.
La mayor parte de la testosterona circulante se encuentra ligada a la globulina transportadora de esteroides sexuales (SHBG), la cual es regulada positivamente por los estrógenos y hormonas tiroideas y negativamente por los andrógenos e insulina. La biodisponibilidad androgénica periférica depende solo de la concentración de la testosterona libre o la unida a la albúmina, por tanto, la concentración de SHBG puede modular esta biodisponibilidad y en consecuencia, contribuir a las manifestaciones clínicas de hiper-androgenismo10. La testosterona circulante en la mujer se origina principalmente de la conversión periférica (50%) de otros esteroides y el resto se produce en los ovarios y glándula adrenal en partes iguales (25%)12. El hirsutismo refleja la interacción entre la concentración de andrógenos circulantes, concentración local de andrógenos y sensibilidad del folículo piloso a los andrógenos.
EPIDEMIOLOGÍA
El hirsutismo afecta aproximadamente el 10% de las mujeres en Estados Unidos, con prevalencia similar en el Norte de Europa. No hay datos publicados sobre su frecuencia en Venezuela. La etnicidad afecta significativamente el crecimiento de vello terminal. Es bien conocido que mujeres procedentes del Sur de Europa - Mediterráneo tienen mayor cantidad de vello terminal. Estas variaciones étnicas pueden estar relacionadas con la actividad de la 5α-reductasa. La edad de inicio del hirsutismo depende de la etiología, las causas no neoplásicas generalmente se inician en la pubertad mientras que las causas tumorales se inician en la edad media de la vida o en personas mayores.
EVALUACIÓN CLÍNICA
La evaluación diagnóstica incluye la historia clínica, evaluación del perfil hormonal - metabólico y la confirmación de la función ovulatoria.
La historia clínica es relevante y debe registrar los antecedentes familiares y un examen físico exhaustivo a fin de determinar la causa del hirsutismo. Este debe diferenciarse de la hipertricosis, la cual implica un aumento del crecimiento del vello corporal, localizado o generalizado, no relacionado a las áreas corporales con dependencia a la acción androgénica. Es importante conocer si el crecimiento excesivo del vello comenzó antes o después de la pubertad y si este fue de inicio rápido; además debe registrarse la historia menstrual y reproductiva y cambios sugestivos de virilización como engrosamiento de la voz, aumento de la masa muscular, atrofia mamaria y cambios en la piel, así como también, la medicación previa recibida.
El examen físico debe determinar la distribución y grado de severidad del vello, lo cual se realiza con la escala de Ferriman - Galwey (FG) (Fig. 1) modificada, la cual incluye la distribución del vello corporal con puntuación creciente 1 a 4 en áreas andrógeno - dependientes como bigote, mentón, tórax, línea abdominal superior e inferior, brazo, muslos y parte superior e inferior de la espalda (región glútea)13. De acuerdo a esta escala, se considera como leve una puntuación < 15 puntos, moderado: 16 - 25 puntos y severo: > 25 puntos; sin embargo, el punto de corte para la definición de hirsutismo varía de acuerdo a los diferentes grupos étnicos, con valores más bajos en poblaciones asiáticas y más altos en la población hispana, mediterránea y del medio oriente. Poco se conoce sobre la prevalencia de hirsutismo en mujeres latinoamericanas; estudios realizados en Chile y Colombia sugieren un punto de corte ≥ 514 y ≥ 615 respectivamente. Se podrían sugerir estos puntos de corte para el diagnóstico de hirsutismo en mujeres venezolanas ya que compartimos características raciales similares. En caso de no tener valores propios, la Sociedad de Exceso de Andrógenos y Ovarios Poliquísticos sugiere un punto de corte > 8 para la mujer Blanca, Negra y del Sureste Asiático y un valor > 3 para mujeres de Asia Este16.
En mujeres con puntuación ≥ 15 se recomienda evaluar la presencia de signos de virilización como clitoromegalia, acné, engrosamiento de la voz, calvicie y pérdida del contorno femenino típico. La progresión rápida con virilización es sugestiva de tumor ovárico o suprarrenal mientras que el inicio peripuberal con progresión lenta y sin virilización orientan hacia el SOPQ, hiperandrogenismo idiopático o deficiencia enzimática adrenal. La palpación abdominal y bimanual debe realizarse para identificar tumores palpables. También debe registrarse la presencia de estrías o acantosis nigricans, galactorrea u otros signos característicos de síndrome de Cushing o enfermedad tiroidea. En cualquier paciente con inicio rápido de hirsutismo, virilización y/o tumor abdomino-pélvico, debería programarse plan diagnóstico para descartar tumor secretante de andrógenos.
EVALUACIÓN DE LABORATORIO
El perfil hormonal incluye la cuantificación sérica de la testosterona total, SHBG y DHEAS. La determinación de testosterona libre es 50% más sensible que la testosterona total pero es más costosa y no se encuentra disponible en muchos laboratorios. Con el valor de la SHBG se puede calcular el índice de andrógeno libre (IAL: 100T/SHBG)17-19. Un valor basal de testosterona total > 200 ng/dL o DHEAS ≥ 600 μg/dL puede orientar hacia la búsqueda de una neoplasia ovárica o adrenal. Los adenomas adrenales pueden producir testosterona mientras que los carcinomas producen adicionalmente DHEAS. La administración de dexametasona suprime usualmente la concentración de DHEAS y cortisol en casos no neoplásicos pero nunca en los casos neoplásicos20. Estudios adicionales incluyen las pruebas de función tiroidea, prolactina y 17-OH-progesterona (17 OH-P) plasmática. Si se sospecha un síndrome de Cushing se debe realizar la cuantificación de cortisol libre urinario, pruebas de supresión con dexametasona o cuantificación del cortisol plasmático nocturno. Si la concentración basal de 17OH-P en fase folicular es mayor de 200 ng/dL debe realizarse la prueba de estimulación con ACTH (0,25 mg IV) con determinación de 17OH-P a los 0 y 60 minutos post estímulo para descartar hiperplasia adrenal congénita21. Un valor post estimulo ≥ 10 ng/dL es compatible con el diagnóstico de HAC no clásica22. Los casos de hirsutismo leve o moderado, hiperandrogenismo y anovulación crónica orientan hacia el diagnóstico de SOPQ.
La figura 2 muestra un algoritmo para facilitar el diagnóstico diferencial del hirsutismo.
EVALUACIÓN METABÓLICA
En conocimiento de las anormalidades metabólicas asociadas al SOPQ, se ha sugerido que en estas pacientes se debe incluir la medida de la circunferencia abdominal e índice masa corporal, presión arterial, perfil lipídico (colesterol total, triglicéridos, colesterol de la lipoproteína de alta densidad - cHDL) y la prueba de tolerancia a la glucosa oral con 75g (PTGO) para descartar alteraciones de la tolerancia a los carbohidratos. Esta prueba es especialmente recomendada en pacientes con obesidad o en pacientes delgadas con otros factores de riesgo: edad ≥ 40 años, historia de diabetes gestacional o historia familiar de diabetes mellitus tipo 2. No es necesaria la cuantificación de insulinemia durante la PTGO16.
EVALUACIÓN IMAGENOLÓGICA
El ultrasonido es de utilidad para el diagnóstico del SOPQ. Según los criterios de Rotterdam 2004 y Sociedad de Hiperandrogenismo y OPQ, el diagnóstico morfológico de SOPQ incluye la presencia de 12 o más folículos entre 2-9 mm de diámetro o un volumen ovárico ≥ 10 ml16. La RMN o TAC podrían ser de mayor utilidad para el diagnóstico de neoplasias adrenales.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL HIRSUTISMO
El SOPQ es la endocrinopatía más frecuente en mujeres en edad reproductiva y representa el 72 - 82% de los casos de hirsutismo23. Clínicamente se diagnostica con dos de los siguientes tres criterios: oligo - anovulacion, manifestaciones clínicas o bioquímicas de hiperandrogenemia y morfología ovárica24; puede asociarse con anormalidades metabólicas como obesidad, resistencia a la insulina, disglucemia, diabetes mellitus tipo 2 y dislipidemia25. Debe realizarse diagnóstico diferencial con varias patologías (Tabla I).
Hirsutismo Idiopático: se define como la presencia de hirsutismo en mujeres sin trastornos menstruales, morfología ovárica normal, concentración normal de andrógenos y ausencia de otras endocrinopatías. Representa el 4 - 8% de los casos26,27. En estas pacientes se ha demostrado un aumento en la actividad de la 5α-reductasa a nivel de la unidad pilo-sebácea con aumento en la concentración local de DHT9.
Hiperandrogenemia idiopática: representa el 6- 15% de los casos de hirsutismo. Se caracteriza por normalidad menstrual, ovarios de apariencia normal a la ultrasonografía y concentraciones elevadas de andrógenos sin otra causa explicable26.
Hiperplasia adrenal congénita no clásica: es la causa adrenal más frecuente de hiperandrogenismo. Es un trastorno autosómico recesivo debido a mutaciones en el gen CPY21A2 que resulta en una disminución de la actividad de la enzima 21 hidroxilasa21, particularmente en grupos étnicos de riesgo alto como los Judíos Askenazi, población Hispánica y Eslava. De acuerdo al grupo étnico o racial, representa el 1,6-10% de los casos de hirsutismo26. El inicio es típicamente tardío con disfunción menstrual, oligo-anovulacion e infertilidad. El laboratorio reporta concentración plasmática elevada de 17OH-P basal y post estímulo con ACTH. El defecto enzimático más común es la deficiencia de la 21-hidroxilasa con síntesis subnormal de cortisol y acumulación de esteroides androgénicos, con diferentes fenotipos relacionados a la severidad del desorden enzimático. La forma clásica generalmente se diagnostica al nacimiento por ambigüedad sexual y trastornos hidroelectrolíticos con pérdida de sal22.
Los tumores secretantes de andrógenos representan el 0,2 - 0,6% de los casos de hirsutismo10.
Clínicamente se manifiestan con hirsutismo de inicio brusco, progresión rápida y virilización28; con frecuencia puede palparse una tumoración abdominal o pélvica correspondiente a un tumor ovárico o adrenal. En estos casos la concentración basal de testosterona es usualmente ≥ 200 ng/ml26.
La hipertecosis del estroma ovárico es una condición poco frecuente; se asocia con hirsutismo y virilización. Las células de la teca ovárica secretan grandes cantidades de testosterona y DHT. La concentración sérica de progesterona y 17OH-P también se encuentra elevada. A pesar de que la concentración de LH y FSH es normal, se ha reportado aumento de la bio-actividad de la LH; además, también se ha descrito hiperinsulinismo, el cual contribuye a la hiperproducción androgénica ovárica29,30.
Acromegalia: raramente se presenta como hirsutismo aislado31. Clínicamente se presenta con prognatismo, deformidad fronto - temporal, ensanchamiento de manos y pies, engrosamiento de la voz, hiperhidrosis y facies característica, en asociación con concentraciones elevadas de hormona de crecimiento y de IGF-1 y evidencia imagenológica de adenoma hipofisario.
El síndrome de Cushing, además del hirsutismo, se presenta con hipertensión arterial, obesidad central, cara de luna llena, estrías rojas, debilidad muscular, acné y alteraciones metabólicas (diabetes mellitus o disglucemia) y elevación de la concentración urinaria de cortisol. El aumento de producción androgénica puede ser dependiente de ACTH hipofisaria o ectópica o debida a un carcinoma adrenal32.
La hiperprolactinemia es uno de los trastornos endocrinos más frecuentes y se presenta raramente con hirsutismo aislado8. Clínicamente se manifiesta por amenorrea, galactorrea e infertilidad, asociado a un valor elevado de prolactina sérica. La prolactina tiene receptores en las 3 capas de la corteza adrenal y su estimulación aumenta la producción androgénica, principalmente de DHEAS, por inhibir la actividad de la 3β-hidroxiesteroide-deshidrogenasa10,33; además, se ha demostrado que la prolactina tiene un efecto directo sobre la unidad pilo-sebácea a través de su receptor específico8.
El hipotiroidismo se presenta raramente con hirsutismo. La hormona tiroidea estimula la síntesis hepática de SHBG y con ello disminuye la concentración de testosterona libre y su biodisponibilidad10. La hiperprolactinemia asociada al hipotiroidismo puede contribuir también al desarrollo de hirsutismo35.
Los síndromes de resistencia a la insulina asociados con hiperandrogenismo y acantosis nigricans son poco frecuentes y se deben a mutaciones en los genes que regulan la acción de la insulina y metabolismo del tejido adiposo35. La hiperinsulinemia causa hiperandrogenismo ovárico por actuar en las células de la teca a través del receptor del IGF-1 y disminuir la síntesis de SHBG con el subsiguiente aumento en la concentración de testosterona libre.
Algunos fármacos también pueden ser causa de hirsutismo como se muestra en la Tabla II36.
TRATAMIENTO
El tratamiento del hirsutismo depende de la percepción subjetiva de la paciente, de la severidad de la condición y de la etapa reproductiva en que se presenta. Muchas mujeres que consultan por hirsutismo no muestran alteraciones hormonales ni metabólicas. En la Tabla III se muestran las modalidades terapéuticas.
Supresión ovárica: La supresión ovárica puede ser obtenida a través del uso de anticonceptivos orales (ACO) o agonistas del GnRH.
Los ACO se consideran como agentes de primera línea para el tratamiento del hirsutismo. Por su componente de progesterona disminuyen la producción androgénica al suprimir la secreción de LH; por su contenido estrogénico aumentan la producción hepática de SHBG y en consecuencia, disminuyen la concentración de testosterona libre10. Las combinaciones de baja dosis solo suprimen el pico de LH y en consecuencia, no suprimen totalmente la síntesis ovárica de andrógenos. También se ha demostrado que los ACO disminuyen la producción androgénica adrenal37. Se ha sugerido que la cuantificación de testosterona y FSH durante la terapia con ACO podría ser útil para evaluar la eficacia de la supresión ovárica38. La mejor elección para tratar el hirsutismo son las píldoras que contienen 30 μg de etinil estradiol y 1 mg de progestina, particularmente las que tienen acción débil como la Ciproterona, Drospirenona, Gestodeno, Desogestrel, Clormadinona o Norgestimate; se recomienda evitar el uso de las combinaciones que contengan progestinas mas androgénicas como el Levonorgestrel ya que podría causar empeoramiento del hirsutismo. Estos agentes tienen el beneficio adicional de regularizar el ciclo menstrual y prevenir la hiperplasia endometrial. Es importante señalar que los ACO aumentan el riesgo de trombosis venosa profunda, incluyendo los que contienen drospirenona39, por esta razón, muchas veces se prefiere utilizar combinaciones con concentrabas bajas de estrógenos.
Glucocorticoides: Los glucocorticoides se usan a largo plazo para el tratamiento específico de las formas virilizantes de hiperplasia adrenal congénita. La administración de corticoesteroides en dosis baja disminuye la producción androgénica adrenal sin afectar sustancialmente la síntesis de cortisol. El reemplazo con hidrocortisona se inicia en dosis de 12 - 15 mg/m2, aumentar cada semana hasta lograr una concentración de 17OH-P entre 300 - 500 ng/dl para evitar la supresión del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal40. También se ha sugerido el uso de prednisona (2,5 - 10 mg) o dexametasona (0,25 - 0,5 mg). En las pacientes con hiperplasia adrenal congénita no clásica, el tratamiento con glucocorticoides, a pesar de que disminuye las concentraciones periféricas de andrógenos, tiene un efecto clínico limitado sobre el hirsutismo, por lo tanto, sería recomendable solo tratamiento con antiandrógenos.
Agonistas GnRH: La administración de agonistas GnRH se asocia con reducción de la concentración plasmática de LH y andrógenos, lo cual puede causar una mejoría del hirsutismo41. Sin embargo, al suprimir la función ovárica disminuye también la síntesis de estrógenos y causa síntomas de depri vación estrogénica. Por tal razón se podría combinar con anticonceptivos de baja dosis, lo cual a su vez podría tener un efecto sinérgico sobre la puntuación de Ferriman-Galwey42. Los estudios clínicos que han comparado su uso con anticonceptivos orales o anti-andrógenos no han mostrado ventaja terapéutica; debe también considerarse que el tratamiento con agonistas GnRH es costoso y podría tener poca adherencia por ser un medicamento inyectable43. Por lo anteriormente mencionado no se considera útil en el tratamiento del hirsutismo.
Terapia antiandrogénica: La espironolactona es un antagonista de la aldosterona, su efecto antiandrogénico es dosis - dependiente y se realiza a través de la inhibición del receptor de andrógenos e inhibición de la enzima 5 - alfa reductasa. Compite con la DHT por la unión al receptor. Se administra en dosis de 100 - 200 mg/día y al utilizarla en combinación con ACO potencia su efecto antiandrogénico y evita los sangramientos irregulares que se producen usualmente durante su administración. Su efecto diurético es moderado, puede causar hipotensión arterial e hiperkalemia44.
La flutamida es un inhibidor competitivo del receptor androgénico; la dosis varía entre 250-750 mg/día45. Tiene efecto hepato-tóxico, por lo cual no es permitido su uso en USA. Durante su administración debe evaluarse la concentración de transaminasas. En mi experiencia personal inicio con dosis de 250 mg/día y la disminuyo a 125 mg/día tan pronto se observa mejoría de la puntuación de Ferriman-Galwey. Bajo ese esquema no he visto ningún caso de afectación hepática. Entre sus efectos adversos también se ha reportado sequedad de la piel, diarrea, náuseas y vómitos46.
El finasteride es inhibidor de la 5- alfa reductasa tipo 2. Disminuye el diámetro del pelo y mejora la puntuación Ferriman-Galwey en un 30 - 60%47. Estos agentes deben utilizarse en combinación con contraceptivos orales ya que su efecto en la mujer embarazada puede afectar la diferenciación sexual del feto masculino.
El acetato de ciproterona es un progestágeno con actividad antiandrogénica; actúa a través de la inhibición competitiva del receptor androgénico; por su acción antigonadotrópica disminuye la producción de testosterona y acelera su inactivación metabólica a través de la inducción enzimática a nivel hepático48. Debido a que tiene una vida media prolongada su administración se realiza en un esquema secuencial reverso: etinil estradiol 20-50 ug/día por 3 semanas (días 5 - 25) y acetato de ciproterona (50 - 100 mg/día) por 10 días (5 - 15); al obtenerse la mejoría clínica máxima se puede disminuir a dosis de mantenimiento (5 mg/día)43.
Sensibilizadores de insulina: La resistencia a la insulina, a través del hiperinsulinismo compensador, puede favorecer el aumento en la producción androgénica del ovario; en consecuencia, el tratamiento con sensibilizadores de insulina ya sea metformina o tiazolidindionas (rosiglitazona, pioglitazona) disminuye las concentraciones de insulina y andrógenos, sin embargo, no tienen efecto beneficioso clínico sobre el hirsutismo. Por otra parte, el tratamiento con tiazolidindionas ha sido asociado con aumento de peso, insuficiencia cardiaca, edema macular49 y fracturas osteoporóticas, particularmente en mujeres post menopáusicas50. Estudio de metanálisis que evaluó el efecto de los sensibilizadores de insulina sobre el hirsutismo concluyó que su utilidad es muy limitada51. Por tanto, no se recomienda su uso para el tratamiento del hirsutismo en ausencia de anormalidades metabólicas.
Atenuación del crecimiento del vello: La aplicación tópica de eflornitina al 13,9% acorta la fase anágena del folículo piloso debido a la inhibición de la ornitina descarboxilasa, lo cual resulta en pelos más cortos, más delgados y menos pigmentados52. No está disponible en Venezuela.
Terapia foliculítica: esta terapia es eficaz a largo plazo ya que puede causar daño permanente del folículo; incluye tres opciones: 1) electrólisis: la corriente eléctrica induce un aumento del pH del folículo piloso, lo cual destruye la papila dérmica; 2) termólisis: consiste en aplicación de corriente alterna de alta frecuencia a través de un cable eléctrico intrafolicular; 3) energía lumínica (láser y no láser), lo cual causa un calentamiento de la melanina con el subsiguiente daño térmico del folículo53-55. Los dispositivos usados más frecuentemente son el alexandrita 755 - nm, diodo laser 800 - nm y Nd 1064 - nm: Yag laser56. Los resultados dependen del número de sesiones y de la intensidad del color del pelo. Después de cada sesión se puede reducir de 10 - 40% del vello. Se ha sugerido que la administración de antiandrógenos puede disminuir la posibilidad de recurrencia en el crecimiento del vello. Comparado con electrólisis, el tratamiento con láser es más efectivo para la remoción del vello57.
En conclusión, el hirsutismo como problema clínico importante requiere de una evaluación clínica y de laboratorio exhaustiva con el objeto de establecer un diagnóstico diferencial adecuado y orientar el tratamiento específico a cada caso.
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