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Comunidad y Salud

versión impresa ISSN 1690-3293

Comunidad y Salud vol.7 no.2 Maracay dic. 2009

 

El Humanismo Sanador: “Hacia el camino de lo posible”

"Healer Humanism: “The way of the always possible”

La evolución de la especie humana a partir de la era moderna, con su innegable desarrollo tecno científico y el predominio hegemónico de la razón sobre la emoción; ha llevado a la humanidad a trasladar sus valores y creencias desde la Deidad hasta la Ciencia, trastocandose la concepción ancestral de la naturaleza como expresión perfecta del Universo, fuente inagotable de sabiduría y armonía para la especie humana en su transitorio camino hacia la eternidad, por una descentrada concepción antropocéntrica. Una modernidad que nos sustrajo de toda espirutialidad consintiendo a la naturaleza en objeto de suministro y transformación de recursos para satisfacer las necesidades materiales y tecnológicas del consumismo moderno.

La desaparición diaria de especies vivas, la deforestación, la contaminación, la manipulación alimentaria y los códigos económicos del poder están logrando crear un clima de supervivencia violento, antinatural, difícil de mantener, a corto y largo plazo. El ser humano, con su egocentrismo y su afán desalmado y mezquino por alcanzar el poder, ha convertido al Planeta y la vida que anida en él, en un proceso en decadencia donde impera la enfermedad, el sufrimiento y el dolor, comprometiendo así a las constantes vitales de todas las especies hacen posible la vida en este globo azul.

Esta situación de emergencia planetaria, requiere una acción sanadora, totalizadora e integral que posibiliten el necesario desarrollo de una ecología humana, capaz de establecer una sanación conjunta en respuesta a esta crisis; de allí surge la necesidad de poner en práctica la vocación esencial del ser: potenciar su capacidad sanadora y artística, en el camino de siempre posible “ El Humanismo Sanador”.

La Tradición Sanadora, conserva y promueve la idea ancestral de que “el ser vivo es una entidad saludable que da testimonio de la Creación” testimonio que debe ponerse a prueba y frente a los dilemas y calamidades en los que se encuentra la humanidad, en los albores del Siglo XXI. Esto nos invita a reflexionar sobre la importancia de volver la mirada hacia una visión integrada e integradores dpnde recuperemos olvidada trilogía "cuerpo-menteespíritu", e iniciar desde cada ser, el colectivo trabajo de rescatar individualmente nuestra conciencia, de que somos parte de un universo creador, capaces de recuperar nuestro centro y armonizar nuestra relación con nosotros mismos, con nuestros semejantes, con la naturaleza y con la Creación.

La Sanación, como proceso de salud y calidad de vida, no es patrimonio de una clase médica. Es tarea de cada ser desde su vida, su profesión y su espiritualidad; el sanar sus acciones, pensamientos y emociones. Solo así es posible abordar la posibilidad de una comunidad humana sana. A los profesionales de la salud les toca una parte de esa tarea, pero mínima profesionalmente hablando, ya que la salud debe contar con una mirada que involucre no solamente el cuerpo físico, sino las infinitas posibilidades de sanación que cada ser humano tiene en su equipaje emocional, afectivvo y espiritual.

El Humanismo Sanador nos ofrece una posibilidad desde la idea de que aún es posible sanar, en la medida que todas y todos asumamos como humanidad, nuestro compromiso con la realidad planetaria. El compromiso es volvernos seres humanos más completos, equilibrados y saludables capaces de identificarnos con nuestra verdadera esencia y desde esta conexión más profunda, replantearse su relación con la vida, la tierra, las personas, consigo mismo y con todo universo.

El acto de sanar es una labor sublime y artística. Es un profundo acto de amor más allá de la técnica terapéutica, que se encarga de "curar"; podemos aliviar a un ser en tiempo de enfermar con una poesía, una melodía, una obra de arte, una sonrisa luminosa o con un abrazo cálido y sincero.

Desde la Escuela de Medicina “Dr. Witremundo Torrealba”, a través del Departamento de Salud Pública, extendemos una invitación a nuestros y nuestras lectores y todas aquellas personas preocupadas por el futuro del planeta, a incorporarnos en la búsqueda de nuestra sabiduría interna, para contribuir con el cultivo de una nueva humanidad más sensible, que nos lleve a vivir con las emociones y no sólo con la razón, para así desde el esfuerzo de todos y todas, iniciar la sanación el planeta.

Iris Terán L.1

1Médica. Docente-Investigadora de la Unidad de Estudios e Investigación en Salud Pública. Correspondencia: ieteran@gmail.com.