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Comunidad y Salud
versión impresa ISSN 1690-3293
Comunidad y Salud vol.8 no.1 Maracay jun. 2010
LA MOTIVACIÓN EN LOS ESTUDIANTES DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE CARABOBO. UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA.
Rosa Cardozo Castellano1 Lisbeth Loaiza Borges 2 Harold Guevara Rivas 1 Magaly Ortunio Calabres1 Katherine Sánchez Pilimur3
1Departamento de Salud Pública, Escuela de Salud Pública y Desarrollo Social. Universidad de Carabobo, Valencia.
2Departamento de Parasitología. Escuela de Medicina Universidad de Carabobo, Valencia.
3Departamento de Salud Mental. Escuela de Medicina Universidad de Carabobo, Valencia. Correspondencia: rcardozo13@yahoo.com , rcardozo@uc.edu.ve
RESUMEN
Algunos autores, han estudiado el interés de los alumnos por ingresar a la escuela de medicina y el grado de identificación que tienen con la carrera, pero son pocas las investigaciones referentes a dichos estudiantes que pudieran establecer un patrón, según la carrera elegida. Se plantea, en este contexto una revisión teórica de la motivación como primera fase de una investigación, que tiene como propósito describir algunos de dichos postulados, que pudieran explicar las razones para decidirse a estudiar medicina. Hemos encontrado que la aproximación del médico al enfermo no es una cualidad profesional sino una actitud humana que se procesa en los individuos a través de vivencias, educación y modelaje familiar, entre otras. Frente a esta situación, parece necesario lograr una explicación más integrada acerca de algunos aspectos de la motivación y variables intervinientes en la elección de la carrera, implicando más de una de las teorías descritas.
PALABRAS CLAVE: Motivación, Estudiantes de Medicina,Comportamiento, Vocación.
THE MOTIVATION AMONG MEDICINE STUDENTS OF THE UNIVERSITY OF CARABOBO. A THEORETICAL APPROACH.
ABSTRACT
Some authors have studied the interest of high school students in entering the medicine school and the identification degree that they have with the career, but are few the investigations referred to medicine students that can establish a pattern according to the chosen career. It's proposed, in this context, a theoretical review of motivation as a first phase of an investigation, which aims to describe some of these postulates, which might explain the reasons for deciding to study medicine. We have found that the approximation of the physician to the patient is not a professional quality but a human attitude which is processed in individuals through experiences, education and family, modeling between others. Faced with this situation, it seems necessary to achieve a more integrated explanation of some aspects of motivation and intervening variables in the choice of career, involving more than one of the above theories.
KEY WORDS: Motivation, Medicine Students, Behavior, Vocation.
INTRODUCCIÓN
Motivo viene del latín "motio", mover, movimiento. Es el movimiento que impulsa a un organismo, animal o humano, a obrar.1 Los docentes, como parte primordial del proceso de enseñanza aprendizaje, necesitan conocer el nivel de motivación de sus estudiantes, cualquiera que sea la carrera o la disciplina que imparten, para poder intervenir de manera efectiva en la formación intelectual y afectiva de los educandos, y en la creación de valores profesionales, morales y éticos indispensables para el desarrollo de su profesión y la formación de ciudadanos e individuos integrales. La motivación que puede cultivar el docente como facilitador, será efectiva si está asociada al interés de los alumnos, lo cual se produce cuando estos toman conciencia del motivo y la necesidad de aprender. Por estas razones, se decidió realizar la presente revisión del tema para aportar datos básicos sobre el mismo. Algunos autores, han estudiado el interés de los bachilleres en entrar a la escuela de medicina, y su insistencia al ingreso, aún cuando para ello tengan noticias desalentadoras; el optimismo respecto a las perspectivas profesionales, los valores humanísticos que llevan consigo, el grado de identificación que tienen con la carrera por el deseo de ayudar a otros y/o por disfrutar de prestigio.2
Desde la perspectiva histórica, Abarca (citado en Polanco), se refiere a la motivación como un fenómeno integrado por varios componentes, que aparecen y desaparecen de acuerdo a las diferentes circunstancias determinadas por los fenómenos sociales, culturales y económicos, con un tratamiento especial, según sea el caso, para cada uno de los sujetos.31 Para Solana "la motivación es, en síntesis, lo que hace que un individuo actúe y se comporte de una determinada manera. Es una combinación de procesos intelectuales, fisiológicos y psicológicos que decide, en una situación dada, con qué vigor se actúa y en qué dirección se encauza la energía". 4
Es un impulso y esfuerzo para satisfacer un deseo o meta, por supuesto, anterior a los resultados. Para lograr la motivación, se deben poseer las habilidades necesarias para alcanzar las metas, condicionadas por la necesidad individual. Son los factores que ocasionan, canalizan y sustentan la conducta humana en un sentido particular y comprometido.5
En investigaciones recientes se enfatiza la importancia de atender tanto a los componentes cognitivos como a los motivacionales implicados en el aprendizaje. Desde esta perspectiva, no se sabe con precisión cómo interactúan los aspectos motivacionales y cómo correspondería intervenir en beneficio de la formación del alumno.6 Refiriéndose a estos problemas, Pintrich y García7 argumentan que los modelos cognitivos tienden a partir de un estudiante motivacionalmente inerte, sin propósitos, metas o intenciones, mientras que los modelos motivacionales tienden a partir de un alumno cognitivamente vacío, sin conocimientos, estrategias o pensamiento.
Definir la motivación, no es tarea fácil. Kleinginna y Kleinginna (citado en Petri y Gobern)18 en el año 1981 reunieron 102 definiciones diferentes según el autor, las cuales tienen en común las propiedades activadoras, que se advierten en la conducta. Sin embargo, no podemos afirmar que no hay motivación si no observamos una respuesta, porque tal vez no la vemos o no puede ser medida. También, como características de la motivación aparecen la persistencia y la dirección. No se deja fácilmente lo que nos motiva y cuando estamos motivados, sabemos la dirección que vamos a tomar para conseguir lo propuesto.
Frente a esta situación, parece necesario lograr una explicación más integrada acerca del funcionamiento de algunos aspectos de la motivación en los estudiantes de medicina, con el aprendizaje académico. Cada año se evidencia cómo el ingreso a la Escuela de Medicina, específicamente en la sede Carabobo, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Carabobo (UC) ha ido aumentando, con una tendencia probable a la masificación en un futuro próximo, lo cual no resultaría beneficioso para la formación idónea del egresado de una de las carreras de mayor responsabilidad que tiene cualquier universidad en el país y fuera de él. Es así como García Guadilla 9, expresa que a nivel mundial, citando cifras de la UNESCO publicadas para el 1998, desde 1960 a 1995 el número de estudiantes matriculados se multiplicó por más de seis, pasando de 13 millones a 82 millones, no escapando las Universidades Venezolanas a esta realidad. El ingreso durante el quinquenio 2004-2008, a los estudios de medicina se percibe con un crecimiento de la matricula, tanto por la modalidad de asignación por parte del Consejo Nacional de Universidades (CNU), como ente rector nacional, como a través de la Prueba Interna que implementa la Universidad de Carabobo, salvo en el año 2006 cuando, a través del Consejo de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Consejo Universitario, se aprobaron 64 traslados de estudiantes de otras Universidades, incluyendo aquellos que presentaron y ganaron apelaciones ante dichos Consejos, con un total de 283 ingresos, lo que aparentaría un descenso en el número de admitidos con relación al año 2007, pero de manera circunstancial. De igual manera se observa un aumento de más del 60% de los admitidos (62%) en el lapso presentado. (Tabla 1)
De este crecimiento matricular surgen interrogantes acerca de las acciones a tomar, y una de las primordiales sería conocer porqué los estudiantes de medicina eligieron esa carrera, para acercarnos un poco a la realidad que enfrentan dichos participantes en el diario vivir universitario, como punto fundamental para el mejoramiento y dominio de su aprendizaje. Es por ello que en el presente artículo, se hace una revisión, de algunos aspectos teóricos sobre la Motivación y cómo ha sido el ingreso y el rendimiento académico en los estudiantes de medicina en la UC, que fundamenten la temática, con el objetivo de orientar acerca de los razones para elegir la carrera, y que sirvan de base para una segunda fase en la investigación.
TEORÍAS DE LA MOTIVACIÓN
En los seres humanos, la motivación engloba tanto los impulsos conscientes como los inconscientes. Las teorías de la motivación, en psicología, establecen un nivel de motivación primario, que se refiere a la satisfacción de las necesidades elementales, como respirar, comer o beber, y un nivel secundario referido a las necesidades sociales, como el logro o el afecto. Se podría suponer que el primer nivel debe estar satisfecho antes de plantearse los secundarios, más complejos, como el querer ser médico, ingeniero o director de una empresa. Maslow 11 afirma que las necesidades son inconscientes, no existiendo las "jerarquías" para el individuo, y que nunca pueden surgir necesidades superiores en personas que sufren privación crónica en el primer nivel (fisiológicas). Sin embargo, no se requiere satisfacer a cabalidad los niveles inferiores para que surjan necesidades de orden superior. Bastaría con que se cubra alguna parte de ellas.
Es así como en psicología, se habla de las teorías homeostáticas, teorías de incentivos y teorías cognoscitivas, que a su vez incluyen: A) Las teorías Homeostáticas: teorías de la reducción del impulso, de la motivación por emociones y las teorías psicoanalíticas. B) Las teorías de los incentivos: El Hedonismo. C) Las teorías cognoscitivas: disonancia cognoscitiva, teoría de las expectativas, teoría de esperanza-valor, teorías fisiológicas y teorías humanísticas.
La homeostasis es un mecanismo orgánico y psicológico de control que mantiene el equilibrio de las condiciones fisiológicas y de la psiquis. Consiste en un proceso regulador de una serie de elementos que han de mantenerse dentro de unos límites determinados, pues de lo contrario peligraría la vida del organismo. Así conocemos que existe una serie de elementos y funciones que han de estar perfectamente regulados y cuyo desequilibrio sería de consecuencias fatales para la vida; por ejemplo, la temperatura, presión arterial, cantidad de insulina o de úrea sanguíneos. Estas y otras funciones están reguladas por los mecanismos homeostáticos, y cada vez que surge una alteración en uno de estos elementos y funciones, el organismo equilibra la situación poniendo en marcha una serie de recursos aptos para ello. Las teorías Homeostáticas explican las conductas que se originan por desequilibrios fisiológicos como el hambre o la sed, también sirven para explicar las conductas originadas en desequilibrios psicológicos o mentales producidos por emociones o enfermedades mentales que también suponen la reducción de una tensión que reequilibra el organismo. 12
Uno de los representantes de la teoría motivacional (reducción de los impulsos) fue Hull, que presenta en el contexto general de la conducta que los mecanismos de alerta situados en el tallo cerebral, inciden en la actividad motivada, dando gran importancia a los factores fisiológicos. Según este autor, los organismos buscan mantener ciertas condiciones óptimas en relación con el ambiente, y del mantenimiento de tales condiciones depende la supervivencia del individuo. Los organismos actúan para reducir los impulsos, que se basan en necesidades. La motivación energiza la conducta, como puede demostrarse experimentalmente; las necesidades dan origen a impulsos. Además de estos impulsos, basados en necesidades biológicas, existen impulsos "secundarios" o aprendidos, que se fundamentan en los impulsos primarios. 13
La teoría de la reducción del impulso plantea que al existir una carencia, falta de algo o déficit de lo que el organismo precisa para su existencia, se activa un estado de malestar interno o de desequilibrio que se manifiesta como una necesidad la cual genera un impulso con tendencia a una actividad o conducta motivada, que no cesa hasta que desaparece la carencia o incluso hasta que ha sido eliminada la perturbación llegando incluso a los excesos8. Siendo así, respondía a un modelo de comportamiento fundamentalmente negativo, en el sentido de que concebía la raíz de la conducta motivada, la necesidad, como una perturbación del equilibrio homeostático que desencadenaba las conductas capaces de restablecerlo. Para dicha teoría, el sentido de la conducta no es otro que reducir las necesidades organísmicas.14 Hull, como máximo representante de esta corriente y otros autores, la denominan la teoría motivacional del impulso, la cual también da importancia a las conexiones de estimulo-respuesta no aprendidas que el organismo posee en el momento de nacer. Esta teoría motivacional da gran importancia a factores fisiológicos, como los trazos de memoria que supuestamente serían la base de los circuitos reverberantes y del aprendizaje.13
Las dos objeciones principales contra la teoría motivacional de Hull, son su insistencia en la reducción de impulsos como mecanismos motivacional básico, y su énfasis en aspectos locales. Por ello, esta teoría localista es incapaz de explicar completamente la psicofisiología de la motivación, tanto a nivel humano como subhumano. 12
La teoría de la motivación por emociones, considera a estas como factores motivantes que preparan al individuo para su defensa a través de cambios de la fisiología del organismo y desencadena comportamientos para reestablecer el equilibrio de éste. Si los estados emocionales son desagradables el organismo intenta reducirlos por un mecanismo más o menos equivalente al de la reducción del impulso, considerando así a las emociones como factores motivantes. 12
En la teoría psicoanalítica de la motivación, Freud fue su principal representante quien relacionó las distintas etapas de la orientación motivadora con las etapas del desarrollo. Sus opiniones se basan en motivos inconscientes que tienen su máxima aplicación en la interpretación clínica de la conducta. En ella, el sexo y la agresión son las tendencias primarias e implica como meta principal del organismo, la obtención del placer por medio de la reducción o extinción de la tensión que producen las necesidades corporales innatas. Pensaba que se tiene poco control sobre las condiciones innatas que generan un estado de tensión y de allí la necesidad de que el "yo" deba ejercer un control permanente sobre la conducta para que la tensión no se intensifique en ello.8
Ahora bien, en la Teoría del incentivo (Hedonismo), cuyos principales autores fueron Young, Thorndike, Olds, Mc Clelland entre otros, define un incentivo como un elemento importante en el comportamiento motivado; se premia y se refuerza el motivo mediante una recompensa del mismo. Los incentivos más comunes son el dinero, el reconocimiento social, la alabanza, el aplauso, entre otros, pero no pueden explicar comportamientos perjudiciales para el organismo como el alcoholismo, tabaquismo y la drogadicción (por ejemplo, conoce que fumar es perjudicial, pero no deja de hacerlo). Los organismos tienden, en líneas generales a conseguir placer y evitar el dolor. Un incentivo es un incitador a la acción, es lo que vale para el sujeto. Young es uno de los autores que más ha documentado empíricamente la función motivadora de los incentivos, independientemente del valor homeostático para reducir una necesidad biológica o un impulso. Young nunca pretendió hacer de la teoría hedonista una alternativa del modelo homeostático, cuya base biológica le era patente. De todas formas sus estudios comprobaron el hecho de que a los organismos pueden motivarles los deseos de placer, tanto como los de reponer energías perdidas o los de reducir un impulso molesto.8
Otros autores como Mc Clelland y James Olds (citado en Robbins) también realizan sus aportaciones a este campo. Para Mc Clelland: "un motivo es una asociación afectiva intensa, caracterizada por una reacción anticipatoria de una meta, en base a la asociación previa de ciertos estímulos clave con reacciones afectivas de placer o dolor". La teoría se enfoca en tres necesidades: logro (impulso de sobresalir, lucha por el éxito), poder (tener impacto, ser influyente y controlar a los demás) y afiliación (deseo de relacionarse y recibir aceptación).15
Las teorías cognoscitivas están basadas fundamentalmente en la forma en que el individuo percibe la situación que tiene ante sí, incluyendo el nivel de aspiración (fijación de una meta individual), la disonancia (encargada de los impulsos al cambio asociados con las disarmonías que persisten frecuentemente después que se ha hecho una elección), y las teorías de esperanza-valor (que tratan de la realización de una decisión cuando son tenidos en cuenta las probabilidades y el coste o los riesgos).16 En cuanto a la teoría de la disonancia
cognoscitiva, Hebb explica el temor y la ansiedad como el resultado de la incongruencia que surge cuando algo anteriormente conocido adopta un aire de ignorado.17 Festinger por su parte, describe que es disonante para el individuo aquello que le resulta incompatible con otro y que suponen que el sujeto se encuentre en tensión para evitar dicha disonancia. Autor de la teoría de la disonancia cognitiva, a la que llega desde el análisis de la comparación social, que permite saber que el individuo tiende a autoevaluarse, esto es, a conocer si sus opiniones, actitudes y cualidades son correctas o comparables con las de otros individuos de su entorno.
Si aprecia disonancia, siente malestar y se corrigen desviaciones que reduzcan los efectos de la disonancia cognoscitiva cuando el sujeto 1) se convence a sí mismo que no había realizado un trabajo suficiente, 2) buscando otra meta futura para justificar el esfuerzo realizado, 3) se convence a sí mismo que el acontecimiento esperado ocurrirá después de todo. La disonancia viene a medir la insatisfacción provocada por actitudes contradictorias (por ejemplo, la convicción de que el tabaco es dañino para la salud y el hecho de fumar). 18 Sin embargo, Beem 19 afirma que no se requiere disonancia para que se realice el efecto, asegurando que somos el observador externo de nuestra conducta personal.
La teoría psicofisiológica de la motivación más importante que se ha propuesto hasta la fecha, o al menos la que más interés ha despertado y la que más investigaciones ha generado es la de Stellar, quien propuso que la cantidad de conducta motivada es una función directa de la actividad en ciertos centros excitatorios del hipotálamo.
Fuera de estos centros, el autor se basa en la evidencia acumulada sobre la psicofisiológica del hambre, la sed, el sueño y la conducta sexual, para postular la existencia de cuatro clases de factores que pueden influir en tales centros: 1) Centros inhibidores, que pueden disminuir la actividad de los centros excitadores. 2) Estímulos sensoriales, que controlan la actividad hipotalámica por medio de impulsos aferentes.
3) El ambiente interno, que puede influir en el hipotálamo por medio del flujo sanguíneo y de líquido cerebroespinal. 4) Centros corticales y talámicos, que ejercen influencias excitatorias e inhibitorias en el hipotálamo. Según Stellar, ningún tipo de estímulo sensorial es indispensable en la conducta motivada. Lo importante no es el tipo de estímulo específico sino la suma de impulsos aferentes que llegan a los centros excitadores del hipotálamo. La teoría pone su énfasis en los mecanismos afectores y descuida, en cambio, los efectores. Elliot Identificó el hipotálamo como el centro del comportamiento motivado. Una breve descripción de su teoría es que la cantidad de comportamiento motivado es una función directa de la cantidad de actividad en ciertos centros excitatorios del hipotálamo. La actividad de estos centros excitatorios, alternadamente, es determinada por una gran cantidad de factores que se puedan agrupar en esas cuatro clases generales.20
Por otra parte, el psicólogo estadounidense Maslow, (1943)11 diseñó una jerarquía motivacional en seis niveles que explicaban la determinación del comportamiento humano (Figura 1). Este modelo por jerarquías de las necesidades, indica que las personas están motivadas para satisfacer distintos tipos de necesidades clasificadas con cierto orden jerárquico y su teoría defiende que conforme se satisfacen las necesidades básicas, los humanos desarrollamos necesidades y deseos más altos. Estas serían: necesidades de autorrealización, necesidades de estima, necesidades sociales o de pertenencia, necesidades de seguridad y necesidades primarias o fisiológicas. Habla de necesidades de orden alto que se satisfacen de manera externa (autorrealización, estima y social) y de orden bajo (fisiológicas y de seguridad) que son satisfechas internamente (citado de Robbins); 15 esta seria la teoría Fisiológica.
Otra teoría, desarrollada por Frederick Herzberg a finales de los años cincuenta, plantea que tanto la satisfacción como la insatisfacción laboral derivan de dos series diferentes de factores. Por un lado tenemos los higiénicos o de insatisfacción, y por el otro a los motivantes o satisfactores.12 La teoría expuesta por Clayton Alderfer (ERC), coincidía con Maslow en cuanto a que la motivación de los trabajadores podía calificarse en una jerarquía de necesidades. Igualmente, difiere en que señala sólo tres categorías para las necesidades (Existenciales, de Relación y de Crecimiento) y afirma que cuando las necesidades superiores se ven frustradas, las inferiores volverán, a pesar de que ya estaban satisfechas.21
Si bien la psicología ha experimentado cambios profundos durante la segunda mitad del siglo XX, el pensamiento contemporáneo sobre la motivación como pudo observarse de lo referido representa en buena parte, una síntesis de teorías, hallazgos y propuestas formulados por varias generaciones de psicólogos. Los filósofos y científicos anteriores a la fundación de la psicología moderna, tendieron a buscar explicaciones únicas y a veces simples de la conducta y, en esa medida, se sirvieron de aproximaciones unidimensionales para describir los motivos, y sus representaciones mentales, como las explicaciones rígidamente homeostáticas, mecanicistas, que han sido desechadas por la constatación de que los procesos implicados obedecen a principios complejos, y no únicos. La psicología de hoy admite normalmente que son varios, y en ocasiones numerosos, los procesos psicológicos y biológicos que motivan la conducta y tiñen de emocionalidad la experiencia individual o colectiva. El inconsciente colectivo, es la más importante región de la psique en la vida del sujeto. Es el substrato más profundo de la mente, presente en todos los individuos desde su nacimiento, asiente Jung.22
El giro indudable en el plano de la teoría se ha acompañado por un desarrollo extraordinario en el terreno de las aplicaciones motivacionales que, a partir de las áreas pioneras, la clínica, la educativa y la laboral, abarcan hoy la práctica total de las actividades humanas. A la vez que se ha dado paso a la pluralidad metodológica. La renovación epistemológica e historiográfica producida en la psicología, sobre todo, desde las décadas finales de la última centuria, ha hecho posible el surgimiento de intentos integradores entre la teoría, la metodología y los niveles de la motivación. Pero el recorrido histórico por las principales rutas de la psicología motivacional apunta con claridad a que la coexistencia, probablemente no coyuntural, de distintas orientaciones conceptuales y metodológicas es debida a intensas y constantes razones de naturaleza histórica.14
Las numerosas hipótesis y teorías que han tratado de explicar los motivos humanos responden a menudo a posiciones epistemológicas muy diversas, cuando no enfrentadas. Por otra parte, se trata en muchos
casos de microteorías o series de hipótesis que sólo en términos laxos cabría calificar de teorías. La psicología de la motivación no está hoy unificada en cuanto a su objeto, métodos y objetivos, tampoco lo ha estado nunca. Este aserto, que puede predicarse de la psicología en su conjunto, se presenta sin duda con caracteres magnificados en un campo tan proclive a la diversidad de acercamientos como el de los motivos humanos.23,24
Se ha dicho con frecuencia que la psicología de la motivación cuenta con un largo pasado, forjado más de especulaciones de sillón que de hechos científicos, y quizá quepa augurarle un largo y prometedor desarrollo al que apuntan la vitalidad y amplitud de miras con que se ofrece en el presente. Cabe albergar, sin embargo, serias dudas para que en un futuro próximo se alcance ese ideal de unificación, programática y procedimental, que algunos cifran en una psicología de la motivación cognitiva con base experimental.14 Cuando observamos la matrícula estudiantil, desde primero a sexto año de la carrera, en los diferentes Departamentos Clínicos, y el rendimiento académico según materias reprobadas, evidenciamos un aumento progresivo en el número de los alumnos inscritos (30% en el lapso descrito) y ascenso paulatino del rendimiento académico (aprobados) en el período en relación al número de estudiantes que ingresan, con una tendencia al descenso de la cifra porcentual de los reprobados en una materia. No obstante se mantuvo el porcentaje de reprobados en todas las materias. (Tabla 2)
Es de hacer notar, según describe González, 25 que la cuantificación del rendimiento, cuando éste se define a través de notas, tasa de promoción, repitencia o deserción, es muy limitada ya que con cada uno de ellos tan sólo se toma en cuenta el éxito o el fracaso, prescindiendo del grado en que se consigue el aprendizaje y el ritmo en los estudios.
Este acercamiento a las principales teorías de la motivación en el contexto del estudiante universitario, nos permite plantear la necesidad de precisar las características del ingreso a la carrera de medicina en la Universidad de Carabobo y como ha sido el rendimiento académico que han tenido, a fin de identificar algunas variables, como por ejemplo, si las personas que acceden a esta carrera son realmente las que tienen verdadera vocación y poseen las dotes personales y sociales necesarias para la relación posterior con el usuario que demanda atención médica.
Por otro lado, Silva 26 refiere que los estudiantes con alta motivación al logro, tendrán mayor percepción de su ejecución, y por tanto, estarán orientados a obtener mayor rendimiento. Revisado el material presentado, se plantea la propuesta de investigar en una segunda fase, los motivos que tienen los estudiantes de medicina para ingresar a esta carrera en esta institución de educación superior, los cuales suponemos sean eclécticos. Es un gran reto la guía e instrucción que tiene el docente universitario hacia el estudiante de medicina en su formación desde el punto de vista académico científico de calidad óptima, así como cultivar la dimensión social y filosófica, con una visión multifactorial en concordancia con la ética de la actitud personal. En este contexto, apunta Sosa27 que "estaríamos frente a una educación universitaria que exhibe como producto, a un médico que comúnmente termina estableciendo una comunicación paradójica con los individuos y con sus familias; en tanto que su acción se dirige básicamente a tratar de controlar a la enfermedad como una situación social funcionalmente indeseable. Surgiendo así, desde un amplio vacío de necesidades no suplidas; una relación interpersonal, que en el fondo es más de confrontación que de cooperación".
Se concluye que la aproximación del médico al enfermo no es una cualidad profesional sino una actitud humana. La disposición de servicio ante una situación de necesidad de un semejante, es un proceso que parte de los principios y sentimientos que a través de vivencias, educación y modelaje familiar, entre otros, se procesan en los individuos Frente a esta situación, parece necesario lograr una explicación más integrada acerca del funcionamiento de algunos aspectos de la motivación, como tópico complejo, y de otras variables que intervienen en la elección de la carrera, como punto fundamental para el mejoramiento y dominio de su instrucción de nuestros futuros médicos.
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