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Comunidad y Salud

versión impresa ISSN 1690-3293

Comunidad y Salud vol.10 no.2 Maracay dic. 2012

 

REFLEXIONES SOBRE EL ESTADÍSTICO DE SALUD COMO BIBLIOTECÓLOGO.

REFLECTIONS ON THE STATISTICAL HEALTH AS A LIBRARIAN.

Eduardo Luis Ramírez Molina1

1 Estadístico de Salud-ULA. Coordinación Nacional del Sistema de Información en Salud. Ministerio del Poder Popular para la Salud. Correspondencia: elestadisticodesalud@gmail.com

Recibido: Agosto, 2011 Aprobado: Mayo, 2012

INTRODUCCIÓN

La estadística de salud es una disciplina científica que se encarga de la recolección, análisis, procesamiento, y presentación de toda la información que se genera en los establecimientos de atención médica y de salud, con el objetivo de contribuir a la adecuada toma de decisiones, permitiendo la resolución de los problemas salud-enfermedad de la población. La planificación y vigilancia de actividades, control de programas, así como su monitoreo requieren estadísticas, sin las cuales no sería posible realizarlas con eficiencia.

En Venezuela constituye una carrera de estudio que es impartida con grado de Técnico Superior Universitario (TSU) en tres casas de estudio, la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Los Andes (ULA) y la Universidad de Carabobo (UC), otorgando a los egresados títulos académicos de TSU en Información en Salud, TSU en Estadística de Salud y TSU en Registros y Estadísticas de Salud, respectivamente.

El Estadístico o Informador de Salud, es un profesional con competencias para cumplir funciones técnicas de carácter administrativo, asistenciales y de investigación en salud, mediante la implementación de procesos que conlleven a la producción de información para diferentes usos: conducción de programas, evaluación de los procesos y productividad de los recursos del sistema de salud, e investigación en general.

Las áreas de desempeño de este profesional, están enmarcadas en la salud pública, epidemiología, ambiente y socio-comunitaria; no obstante, esta amplia actuación, no incluye la bibliotecología médica. La bibliotecología según Pérez y Remigio1 es la ciencia o arte que abarca el conjunto sistemático de conocimientos referentes a la colección, almacenamiento y distribución de registros escritos o impresos. Además incluye, los problemas bibliotecarios, como rama del trabajo ideológico, cultural, educativo y de la actividad científico-informativa, así como las leyes principales, forma, desarrollo y funcionamiento del sistema de bibliotecas.

En este sentido, el Estadístico e Informador en Salud desempeña actividades como bibliotecólogo en tanto dirige y apoya centros de documentación científica, bibliotecas médicas y otras instituciones relacionadas con la información científico-técnica de la salud en general; gestiona información por solicitud de los profesionales (médicos, enfermeras, bioanalistas, odontólogos, nutricionistas, entre otros); y se especializa para formar parte de un equipo docente, realizando actividades que permiten el desarrollo de habilidades en el uso de las fuentes de información, con lo cual tiene competencias para la gestión.

La gestión de la información en ciencias de la salud, se encuentra fuertemente relacionada con la gestión del conocimiento. De allí la necesidad de que las bibliotecas actúen en red para facilitar una adecuada información, específicamente a los profesionales de la salud como principales usuarios de bibliotecas especializadas, quienes requieren de una eficiente gestión del conocimiento y de la información que les facilite la toma de decisiones adecuadas y oportunas.

Al respecto, Florance (2000)2 expresa: "la obligación profesional que tenemos como médicos de fundamentar nuestras decisiones en la mejor información disponible y como toda evidencia publicada requerida se encuentra dispersa en miles de revistas, libros de texto, monografías, guías, reportes. La clasificación electrónica de este material está muy lejos de ser la ideal al igual que las técnicas de búsqueda las cuales siguen siendo complejas y anticuadas.

Apunta que la mayoría de los médicos en ejercicio actual no adquirieron las habilidades de indagar en la literatura médica durante su formación, a esto se agrega el hecho de que encontrar y seleccionar los datos basados en la literatura médica existente para resolver un caso puede significar horas de búsqueda y los doctores no disponen ni dispondrían de ese tiempo para hallar respuestas a las situaciones por ellos tratadas". (p. 996-8)

A esto se agrega, que la superproducción de información biomédica, es decir la enorme cantidad de artículos que se publican cada año en las revistas científicas, permitiría imaginar que las necesidades informacionales estarían cubiertas. Sin embargo, el escenario es otro: la información científica, por ejemplo, ayuda a resolver sólo una parte de la problemática que surge de la práctica clínica, porque se requiere la incorporación de un profesional de Registros e Estadísticas en Salud para identificar, organizar y facilitar el acceso a la información relevante que sirva a las necesidades de los usuarios.

De allí surge el perfil del bibliotecólogo en medicina, quien cumple un rol fundamental a la hora de gestionar los procesos de aprendizaje continuo, teniendo en cuenta que el conocimiento médico y en salud avanza rápidamente, y es por tanto indispensable, saber utilizar las nuevas fuentes de información electrónicas para acceder en tiempo real a las últimas publicaciones y garantizar la actualización de los diversos temas de salud.

A su vez, en las ciencias de la salud, es necesario que los bibliotecólogos seleccionen, resuman, codifiquen y valoren el conocimiento explícito, de modo que pueda sustentar las decisiones clínicas y de salud. Por otra parte, que detecte y satisfaga las necesidades de los profesionales en salud, garantizando particularmente al equipo médico el acceso a la información clínica documental durante el desarrollo de sus actividades.

Según Sanchez,3 la Gestión del Conocimiento en Salud es una estrategia que convierte los valores intelectuales de los profesionales de la salud, en mayor productividad, valor agregado e incremento de la competencia de las prestaciones médicas (pág. 9), lo que significa que una adecuada gestión del conocimiento en salud, permite que las áreas problemáticas del ámbito sanitario como errores en las actividades preventivas y gastos inútiles, tratamientos inapropiados, insatisfacción de los pacientes, puedan ser mejoradas.

De allí que los objetivos de esta gestión estén orientados a mejorar las posibilidades de atención de los pacientes y optimizar sus condiciones de vida, perfeccionar la práctica clínica y la calidad de la asistencia, mejorar la gestión en salud pública y la equidad en la atención médica integral de todos los ciudadanos.

Para cumplir este cometido, el bibliotecólogo especializado en ciencias de la salud y en medicina debe tener conocimientos sólidos en terminología médica y metodología de la investigación, tipos de estudio, guías de práctica clínica, principios de bioestadística y epidemiología; así como técnicas de evaluación y planificación de los servicios que ofrecen las unidades de información. En síntesis, según Panzarelli4 "sería un profesional de la información clínica o un profesional clínico de la información, un híbrido entre las disciplinas científicas, clínicas e informacionales"; es decir que además de bibliotecólogo, domine el lenguaje de lo clínico y más aún de la epidemiologia y bioestadística.

Dentro de sus competencias afectivas el Bibliotecólogo en Salud, debe demostrar su capacidad docente, su creatividad, su disposición al análisis e interacción en diferentes ambientes, a las relaciones interpersonales, innovación, aptitud para interactuar con las tecnologías, manejo de un segundo idioma, conjuntamente con un pensamiento crítico, con capacidad de liderazgo en su equipo de trabajo y buscador de desafíos.

Igualmente el Bibliotecólogo especializado en las áreas de la medicina, tiene como ámbito de actuación los museos sean anatómicos, de embriología, colecciones anatomopatológicas, osteotecas, entomológicos, entre otros, teniendo presente que la museología es una de las ramas de las ciencias de la información, ya que este profesional recibe durante su formación conocimientos sobre Anatomía, Fisiología, Patología, Terminología Médica, lo cual le permite un desenvolvimiento extraordinario en estos espacios.

En otro orden de ideas, también debe ser considerado lo referido a la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), definida según Sackett y Rosenberg5 como "el uso consciente, explícito y juicioso (prudente) de la mejor evidencia (prueba) disponible en la literatura para la toma de decisiones durante la asistencia médica a los pacientes individuales". Ahora bien, nos formulamos la siguiente interrogante: ¿y el bibliotecólogo tiene que ver con la Medicina Basada en la Evidencia? ¿en que influye la MBE en el trabajo del bibliotecólogo?, pues este profesional juega un rol importante tal como lo expresan Rosenberg y Donald: "la MBE es un proceso que transforma los problemas clínicos en preguntas y después, de forma sistemática, localiza, recupera y utiliza los hallazgos de investigación más actuales, como base para la toma de decisiones en la clínica.

De tal manera que, si la MBE es la utilización de la mejor certeza científica, para tomar decisiones relacionadas con el cuidado de la salud de las personas, la búsqueda de información debe realizarse poniendo en práctica técnicas de investigación documental, utilizando metodologías en ciencias de la salud, con la finalidad de localizar la mejor evidencia posible.

En efecto, una de las disciplinas auxiliares de la Medicina Basada en la Evidencia es la epidemiología, donde el Estadístico e Informador en Salud debe tener un fuerte dominio. De allí que los diseños curriculares de la carrera ha sido evaluado para incorporar nuevos contenidos en sus planes de estudio. Es el caso del proyecto de Reforma Curricular del Programa Académico del Técnico Superior Universitario en Estadística de Salud,6 realizado en la ULA, Facultad de Medicina, Departamento de Medicina Preventiva y Social; donde se plantea que:

"El manejo del método epidemiológico en el Técnico Superior Universitario en Estadística de Salud, lo conduce a conformar, resumir y analizar información epidemiológica, demográfica y social, tanto del ámbito institucional, como del comunitario ambiental" Estas nuevas formas de trabajo y el empleo de sus capacidades hacen del bibliotecólogo un profesional importante en el nuevo concepto de ver la medicina, que se está incorporando en países desarrollados. En América del Norte, específicamente, las universidades de los Estados Unidos como la de Illinois se está colaborando para incrementar las habilidades del bibliotecólogo en la relación con la MBE.

En ella la bibliotecología médica se considera una profesión, desde 1939, cuando se pensó en la formación del bibliotecario médico en el ámbito universitario. El primer intento en este sentido lo realizó la Universidad de Columbia en 1948, al programar un curso de instrucción para bibliotecarios del área de la salud aprobado por la Asociación de Bibliotecas Médicas. Posteriormente se establecieron estándares con la finalidad de certificar los estudios en este campo.

En América Central, países como Cuba, el Ministerio de Salud Pública en su carrera Información, Informática y Estadísticas de Salud, se observa que dentro de los perfiles profesionales de salida se encuentra la Bibliotecología Médica, y las asignaturas que permiten forjar esta área son: Fuentes y servicios de información, consulta y referencia, descripción bibliográfica, sistemas de clasificación de documentos y morbilidad, indización biomédica, bibliografía biomédica y cubana, así como redacción de documentos.

En América del Sur, la Universidad Interamericana del Ecuador (UNIDEC) forma Ingenieros en Estadística Informática y Registros Médicos, teniendo también esta área de desempeño; para ello, encontramos en su malla curricular las siguientes asignaturas relacionadas: Archivología, Archivos Administrativos, Nuevas Tecnologías de Información y Bibliotecología Médica.

Por su parte, Europa, concretamente España; la Universidad de Valencia oferta entre sus estudios de postgrado el Máster de Especialización en Documentación Médica y los módulos dedicados al área son los siguientes: Información y Comunicación en Medicina: Documentación Clínica, Información y documentos médicos, nomenclaturas y clasificaciones en documentación asistencial; necesidades de información para asistencia, gestión, planificación; Aspectos Legales en la Documentación Clínica, Fuentes de Información Médico-Científicas, Bibliometría; entre otros, que permite al estudiante plantear problemas con la información y el papel que deberían desempeñar para ayudar a su resolución. A su vez, reciben conocimientos sobre sistemas de recuperación de la información médica, evaluación de sistemas de información y métodos de investigación para la detección de necesidades informacionales.

En Venezuela, la Universidad Politécnica Territorial del Estado Lara "Andrés Eloy Blanco" (UPTAEB) en Barquisimeto, ofrece la Licenciatura en Ciencias de la Información, y dentro del campo de trabajo se incluyen los Archivos de Historias Médicas, es decir, se empieza a dar pequeños pasos para relacionar: Ciencias de la Información- Ciencias de la Salud.

Con este panorama, queremos destacar la indiscutible importancia que tiene el bibliotecólogo médico como administrador y especialista de la información. Poseedor de una gama amplia de conocimientos sobre medicina y ciencias de la salud, que le permite desempeñarse en organismos como hospitales, clínicas, centros de atención médica, bibliotecas especializadas universitarias donde se imparten estudios en medicina y ciencias afines. Son profesionales que tienen la mejor preparación para buscar, evaluar, seleccionar y documentar la mejor información. Es por tanto ideal, que en las universidades venezolanas que están desarrollando el proyecto para la licenciatura en Registros, Estadísticas e Información en Salud; incluyan dentro de los perfiles profesionales la Bibliotecología Médica; constituyéndose un aporte significativo e importante para el fortalecimiento del sistema de salud del país.

Para concluir, citaremos el mensaje ofrecido por Marilyn Mille, catedrática de la School of Library and Information Science7:

"Si cumplimos en la práctica con los principios básicos de la biblioteconomía, con honestidad y comprensión, conseguiremos una autoeducación para toda la vida y una capacidad para adaptarnos al cambio, porque el cambio es constante".

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1) Pérez Matos, N. y Remigio Montero, M. Archivología, bibliografía, bibliotecología y ciencias de la información: ¿todas para una o una para todas?. Cuba, 2006        [ Links ]

2) Davidoff, F. y Florance, V. The informationist: a new health profession? Annals of Internal Medicine; 20 de junio de 2002; Volumen 132; número 12. Washington, 2002.

3) Sánchez Calas, J. C. El Informacionista Clínico en el Ámbito Biomédico. Chile: Universidad Tecnológica Metropolitana, 2006        [ Links ]

4) Amalia Panzarelli. El Informacionista. Dermatología Venezolana, vol. 46 Nº 3. Disponible en: http://svdcd.org.ve/old/content/images/stories/revista/2008_46_3/derven.no.3.08.editorial.pdf ; 2008        [ Links ]

5) David Sackett y William Rosenberg. On the needs for evidence-based medicine, "Journal Public Health Medicine", 1995; 17 (3): 330-334.

6) Bastidas, R. y Pérez, A. Proyecto de Actualización Curricular del Programa Académico Técnico Superior Universitario en Estadística de Salud. Facultad de Medicina, Departamento de Medicina Preventiva y Social Mérida: Universidad de Los Andes. Venezuela, 2005        [ Links ]

7) Gutiérrez-Olvera, Martín, Ayala Robles, Beatriz y Puente de Armendáriz, Margarita. Perfil del bibliotecario médico. México,2009.        [ Links ]