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Boletín de Malariología y Salud Ambiental

versión impresa ISSN 1690-4648

Bol Mal Salud Amb v.49 n.1 Maracay jul. 2009

 

Fauna Mammalia asociada a los focos de leishmaniasis neotropical. Situación en Venezuela

Adriana Reyes & Jazzmin Arrivillaga

Universidad Simón Bolívar. Departamento de Estudios Ambientales. Laboratorio de genética de poblaciones. Sección invertebrados. Ecología de Vectores. Valle de Sartenejas. Código Postal 89000, estado Miranda. Venezuela.

*Autor de correspondencia: jazzmin.arrivillaga@gmail.com

La fauna potencial de hospedadores-reservorios de Leishmania en Venezuela es poco conocida. La elaboración de listado de mamíferos señalados como infectados en el neotrópico, puede servir de base para la creación de mapas de distribución de hospedadores vertebrados potenciales en Venezuela. Se ha demostrado que los roedores son los hospedadores naturales más frecuentes de la Leishmania en la región neotropical, lo cual es una evidencia biológica para considerar a los modelos murinos como ideales en estudios in vivo de la leishmaniasis. Los inventarios faunísticos en estudios de leishmaniasis, indican que las familias Echimyidae, Cricetidae y Muridae son las más representativas. Para Venezuela, algunas especies de los géneros Oryzomys, Heteromys, Proechimys y Rattus se citan como infectadas, sin embargo, especies de Xenarthras, Didelphidae y carnívoros silvestres, aunque no han sido señalados infectados con Leishmania en el país, tienen una importancia epidemiológica potencial, basado en su capacidad de hospedador susceptible, ecología, y distribución geográfica concordante con focos de leishmaniasis. La asociación de estos mamíferos como posibles hospedadores-reservorios, con la presencia de Leishmania y con vectores infectados debería ser explicada con base en la dinámica poblacional y ecología de estos eslabones, y de la enfermedad. No obstante, los estudios parasitológicos de reservorios se fundamentan solo en búsqueda de infección natural, y no en explicar su rol en el ciclo de transmisión. Estudios de ecología de poblaciones de mamíferos, deben ser obligatorios en áreas leishmaniasis, para la comprensión de la dinámica epidemiológica y en especial para el diseño estrategias multidisciplinarias más efectivas para el manejo de la enfermedad.

Palabras clave: leishmaniasis, mamíferos, roedores, Venezuela

Mammalia fauna associated to foci of neotropical leishmaniasis. Situation in Venezuela.

SUMMARY

The potential host-reservoir fauna for Leishmania in Venezuela is not well known. The infected mammals checklist for the neotropical region, can be useful as base of design of distribution maps for potential hosts in Venezuela. Rodents are the most important hosts for Leishmania in the neotropics, which is a biological evidence for the use of murine models for in vivo studies in leishmaniasis. The animal surveys in leishmaniasis studies have shown that the families Echimyidae, Cricetidae and Muridae are the most representative hosts. In Venezuela, species belonging to Oryzomys, Heteromys, Proechimys and Rattus genera have been reported as infected by Leishmania. However, species of Xenarthra, Didelphydae and wild carnivores have not been reported infected, and these are potentially epidemiological important, based on their susceptible host capacity, their ecology and the congruent geographical distribution with leishmaniasis foci. The association of these mammals as potential hosts-reservoirs with the occurrence of Leishmania and also with the infected vectors must be explained based on the population dynamics and ecology of these links and the disease. Nevertheless, the parasitological studies on reservoirs are supported in the search of natural infection only, without finding their role in the transmission cycle. Population ecology studies in mammals must be mandatory in leishmaniasis areas, in order to understand the epidemiological dynamic and especially to design more effectives multidisciplinary strategies for the disease management.

Key words: leishmaniasis, mammals, rodents, Venezuela

Recibido el 27/01/2009 Aceptado el 08/05/2009

INTRODUCCIÓN

El género Leishmania comprende hemoparásitos pertenecientes a la Familia Trypanosomatidae y al Orden Kinetoplastida, cuya principal característica estructural es la de poseer un organelo citoplasmático, el kinetoplasto (Cuba, 2000). Este protozoario del género Leishmania es el agente causal de la leishmaniasis, una zooantroponosis, de problema medico y veterinario, con el mayor impacto en salud pública, ya que afecta a millones de personas, se estima que ocurren cada año 2 millones de casos nuevos en todo el mundo, de los cuales 1,5 millones son de leishmaniasis cutánea (OPS, 2007; WHO, 2008).

Existen varias hipótesis sobre el origen de la Leishmania, en donde se plantea el probable origen neotropical, con un Endotrypanum como parasito ancestro, el cual tenia como reservorio primario los perezosos (Xenarthra), también se ha sugerido al puerco espín (Rodentia, Erethizontidae) como reservorio ancestral, grupo que se dispersó infectado a través del estrecho de Bering hacia América. Pero la hipótesis más apoyada es la que dice que las especies del género Leishmania divergieron de una Sauroleishmania, originada por su adaptación en los vectores que variaron su alimentación de reptiles a pequeños mamíferos, lo que se apoya en características ecológicas, geológicas y evolutivas, asociadas con la radiación adaptativa de los roedores múridos (Kerr, 2000).

La leishmaniasis es considerada la cuarta enfermedad más importante del trópico, en Latinoamérica esta enfermedad se ha convertido en un problema creciente ya que se reportan nuevos focos en áreas no endémicas (Hernández & Becker, 2006). En las Américas este padecimiento constituye un problema de salud pública debido a los altos costos económicos, sociales, culturales y sicológicos que representa para un territorio, el aumento en los focos epidémicos esta asociado a la pobreza, por tal razón el manejo de la leishmaniasis ha sido difícil (Ampuero, 2000; OPS, 2006). Esta zooantroponosis se distribuye en zonas rurales asociadas a zonas boscosas (bosque semideciduo) y sabanas, pero se ha reportado en áreas periurbanas y urbana donde es evidente la desforestación por urbanismo y cambio de uso de tierra (Arias et al., 1996; Gonzales & Zerpa, 2004) siendo esta ultima un nuevo nicho ecológico para el desarrollo de la leishmaniasis visceral (Aguilar et al., 1998). Las áreas leishmanicas endémicas presentan factores ecológicos (clima, humedad, temperatura y pluviosidad entre otros) y sociales (agricultura, especialmente plantaciones de café y cacao) que favorecen un incremento de la dinámica poblacional de los vectores (Cárdenas et al., 2006).

Los focos de alta endemicidad se presentan por lo general en bosques de tipo húmedo tropical y semideciduo, en regiones semiáridas y bosques altamente intervenidos por actividades agrícola y de pastoreo (Arias et al., 1996; Gonzáles et al., 2006). Esta enfermedad tiene amplia distribución en el neotrópico, la cual se extiende desde Texas hasta el Norte de Argentina (Ampuero, 2000; Guerra et al., 2006; Sánchez et al., 2004).

Las alteraciones en los ecosistemas naturales como la deforestación y el cambio de uso de tierra para el desarrollo agropecuarias ó actividades urbanas, han aumentando la incidencia (Rotureau, 2006a), todo esto sumado a cambios climáticos, al aumento de las temperaturas, el surgimiento de nuevos hospedadores susceptibles y de nuevas especies vectores, que agravan aun más el problema de salud de los países pobres (Gallego, 2004). Igualmente el crecimiento de la población humana y los cambios socioeconómicos tal como suceden en Colombia, Brasil y Venezuela pueden influir en el aumento de la incidencia de leishmaniasis, otro factor que puede incidir en el cambio de la distribución geográfica y los patrones de la dinámica de transmisión (Gallego, 2004; Vásquez, 2006).

A pesar de conocerse la dinámica epidemiológica de esta enfermedad, se desconoce la fauna hospedador-reservorio potencial, ya que son poco los inventarios parasitológicos de hospedadores vertebrados susceptibles a la infección por Leishmania spp. (De Lima et al., 2006). La identificación de animales vertebrados susceptibles a la infección en condiciones naturales son de importancia en salud publica, por lo que el conocimiento de su biología, ecología, distribución geográfica es esencial para comprender mejor la interacción de los parásitos con sus hospedadores, y entender la especificidad co-adaptativa (ajuste microevolutivo recíproco) y co-evolutiva (ajuste macroevolutivo con recíprocidad, simultaneidad y cladogénesis) de las diferentes especies de Leishmania con las diferentes especies de vectores y vertebrados asociados a los focos de leishmaniasis cutánea, mucocutánea, difusa y visceral, todo esto con el fin de poder diseñar un modelo animal más conveniente y así diseñar estrategias de manejo de la enfermedad dentro de un contexto de salud humana, animal y ambiental (Mostafá et al., 2006).

Los objetivos principales de este trabajo son inventariar los hospedadores vertebrados evaluados desde el punto de vista parasitológico en los distintos focos del Neotrópico, con base a la bibliografía disponible, revisar los registros de distribución para Venezuela, y evaluar cuales especies de vertebrados reportadas infectadas están bajo el criterio de IUCN (International Union for the Protection of Nature) para incorporar en las estrategias de manejo y conservación de fauna silvestres aspectos de salud animal y medidas sanitarias para el manejo de dichas poblaciones (Caraballo & Arrivillaga, 2009). Adicionalmente, evaluar si los modelos animales experimentales utilizados de forma convencional en estudios de leishmaniasis se ajustan a los modelos animales naturales, para análisis parasitológicos, inmunológicos y terapéuticos

INVENTARIO DE HOSPEDEROS MAMIFEROS INCRIMINADOS EN LA DINÁMICA DE TRANSMISIÓN DE LA LEISHMANIASIS NEOTROPICAL

Métodos de Colecta

Frecuentemente, en los focos de leishmaniasis, para la colecta de los vertebrados silvestres, y en especial para la captura de mamíferos pequeños, se emplea la técnica de captura viva con cebos de frutas o semillas, en trampas de tipo Sherman y Tomahawk (De Lima et al., 2002; Kerr., et al., 2006; Marest & Ernest, 1995; Oliveira et al., 2005). La manipulación de animales potencialmente infectados, involucra el manejo de normas de bioseguridad (Mills et al., 1998) y normativas de ética para el manejo de animales (De Jesús, 2002; Demers et al., 2006). En general los diferentes autores recomiendan seguir las normativas propuestas para el manejo de animales reseñada por la Organización Panamericana de la Salud (Mills et al., 1998). Para el muestreo de mamíferos domésticos en áreas endémicas de leishmaniasis se recomienda visitar casa por casa y examinar cada animal domestico con la ayuda del dueño, buscando señales clínicas visibles de leishmaniasis como lesiones cutáneas activas o cicatrizadas y nódulos con poco pelo, con aproximadamente ≥ 5mm (Medina et al., 2002; Reithinger et al., 2003).

Análisis parasitológicos

Los estudios de infección natural en mamíferos, involucran las técnicas convencionales y modernas en el diagnostico Leishmania spp. Entre las que se reporta el uso de métodos parasitológicos directos como: (i) frotis de ulceras, lesiones de piel, por aposición de tejidos (bazo, hígado, medula) teñidos con Giemsa, los cuales evidencian las formas amastigotas (Torres, 1999; Sánchez et al., 2004); (ii) cultivo: se hace un aislamiento directo de los parásitos en cultivos in vitro de tejido mucoso o cutáneo (biopsia), aspirado de lesión, material obtenido por punción, de medula ósea o bazo (Torres, 1999; Sánchez et al., 2004); (iii) xenodiagnóstico: se emplean flebotominos libres de infección mantenidos en el laboratorio en colonias cerradas, las especies por excelencia en el Neotrópico es Lutzomyia longipalpis (la única especie neotropical fácilmente colonizable) (Torres, 1999) y también la inoculación de animales, como por ejemplo, Mesocricetus auratus, a fin de amplificar y aislar la Leishmania en un sistema in vivo experimental (Herrer, 1982).

Los métodos parasitológicos indirectos, son el uso de técnicas moleculares, que incluyen la extracción de ADN del parasito desde muestras de tejidos o lesiones, luego el ADN extraído sirve de molde para la amplificación de regiones específicas del genoma de Leishmania vía reacción en cadena de la polimerasa (PCR) (Alexander et al., 1998; Llanos Cuentas et al., 1999; Reithinger et al., 2003). Finalmente, el uso de métodos inmunológicos se basan en la detección de la Leishmania a través de anticuerpos específicos desarrollados como consecuencia de la enfermedad (Sánchez et al., 2004). Siendo la mas tradicionales inmunofluorescencia indirecta (IFI), pruebas enzimáticas Elisa de muestras de suero del mamífero colectado (Montoya, et al., 1997; Torres, 1999) y el test serológico Dipstick, el cual se basa en la detección de anticuerpos contra un antígeno recombinante derivado de un 39 amino acido, el cual se repite en L. chagasi (rK39) (Chappuis et al., 2006).

LISTADO DE LOS PRINCIPALES GRUPOS DE MAMÍFEROS SILVESTRES CON INFECCION NATURAL POR Leishmania spp.

En las Tablas I, II, III, IV, V y VI, se presentan los listados respectivamente de (i) roedores neotropicales, (ii) carnivoros neotropicales, (iii) Xenarthra (osos hormigueros, armadillos), iv) didelfodomorfos, (v) lagomorfos y (vi) perisodáctilos neotropicales encontrados naturalmente infectados con Leishmania spp.

Con base a los estudios parasitológicos de las especies de mamíferos señaladas infectadas por Leishmania en el neotrópico (N= 63), el mayor porcentaje de infección natural lo presentan los roedores con un 62% del total de las especies señaladas (Fig. 1), mientras, aproximadamente un 14% son marsupiales, un 13% son carnívoros y un 8% Xenarthra (Kerdel-Vegas & Essenfeld-Yahr, 1966a; Canto et al., 1999; Kerr, 2000; Lainson & Shaw, 1973).

En América Central, Colombia, Brasil, Perú, Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay y Paraguay, la leishmaniasis tegumentaria (LC) es muy frecuente. En estos países se ha incriminado como hospedadores , a los roedores de los géneros: Oryzomys, Zygodontomys y Heteromys (Colazo & Castro, 1997). Diferentes autores indican que los roedores son los hospedadores susceptibles naturales y reservorios primarios de la Leishmania spp. (De Lima, et al., 2002; Kerr et al., 2006; .Lainson & Shaw, 1973; Wallace & Pasvol, 2007; Zorcetto, 2001).

Basado en la parasitemia y en el tiempo de duración de la lesión se propone que a menor permanencia de la lesión en el hospedador, mayor es la adaptación de este a la infección, posiblemente por la no activación de una adecuada respuesta inmunitaria (Cantarino, 1998). Otros autores, fundamentados en argumentos de ecología evolutiva, atribuyen el papel de los roedores en la dinámica de la leishmaniasis, al hecho que la distribución geográfica de un hospedador puede definir el área máxima donde una enfermedad puede ser endémica, es por eso que el éxito de diseminación de las diferentes especies de parásitos como Leishmania en los roedores puede deberse a la amplia distribución geográfica, alta tasa de crecimiento poblacional, éxito ecológico y a la gran diversidad genética que tiene este grupo de mamíferos (Spotorno et al., 2000).

En Colombia y Venezuela se han señalado a Sigmodon hirsutus hospedador de L. braziliensis y L. mexicana, el hallazgo de esta especie infectada, es de gran valor pues se encuentra distribuida en áreas antrópicas, sobre todo en cultivos, donde hay reportes de la enfermedad por leishmaniasis cutánea (De Lima et al., 2002). Los informes de infección de Rattus rattus, revisten una gran importancia en esta parasitosis, debido a que esta especie de roedor se ha reportado infectado con cuatro tipos diferente de Leishmania (ver listado de roedores).

Desde el punto de vista de la salud pública, algunas especies del género Proechimys han sido implicadas como reservorios silvestres de importantes parasitosis humanas en el trópico, como Leishmania, particularmente en las zonas boscosas de tierras bajas, pues estos tienen una alta tasa reproductiva y una amplia distribución de hábitat en el neotrópico (Travi et al., 2000; Linares, 1998). Según publicaciones de otros investigadores el genero Proechimys distribuido en zonas boscosas del Caribe y del Amazonas ha sido encontrado infectado por cinco especies diferentes de Leishmania. Sin embargo también se han señalado otros grupos de hospedadores diferentes a roedores, tales como, marsupiales y carnívoros (Fig. 1).

Especies mamíferos silvestres potencialmente de riesgo para la transmisión de la leishmaniasis en Venezuela

Las especies señaladas como infectadas por Leishmania en el neotrópico, y que se encuentran distribuidas geográficamente en Venezuela han sido poco estudiadas. Sin embargo, a pesar de los pocos estudios se han implicado a algunos mamíferos silvestres.

Del listado de familias de roedores señaladas para Venezuela, las más importantes son Cricetidae con un 80% de especies con infección natural reportada en el territorio, Muridae con un 40%; Echimyidae con un 50%; Canidae con 33,3%; Heteromyidae con un 100% y Didelphidae con un 12,5%, (los porcentajes se determinaron en base al total de especies de cada familia presentes en Venezuela y que se han encontrado con infección natural (Tabla VII).

Dentro de los roedores, algunas de las especies reportadas con leishmaniasis para el neotrópico, tienen una amplia distribución en el territorio venezolano (Tabla VIII), tales como, Nectomys squamipes, Coendou prehensilis, Proechimys guyanensis; Oryzomys perenensis, Zygodontomys brevicauda y Heteromys anomalus (De Lima et al., 2002; Forattini et al., 1973; Lainson & Shaw, 1973).

En general, para Venezuela, existen registros de distribución geográfica de especies de roedores que aunque no han sido reportadas con infección natural, en los pocos focos estudiados podrían tener un rol importante en la dinámica de la leishmaniasis, tales como Microryzomys minutus, Melanomys caliginosus y Proechimys canicollis (Tabla VIII), ya tienen una distribución geográfica que concuerda con los focos convencionales de LC por L. braziliensis y L. mexicana (Fig. 1), como ha sido señalado para otros países en el Neotrópico (Alexander et al., 1998; De Lima et al., 2002; Lainson et al., 2002; Lainson & Shaw, 1973; Rotureau, 2006; Travi, 2000).

En el caso de los carnívoros solo se han señalado dos especies domésticas con infección natural por Leishmania, que son Canis familiaris (33,3%) y Felis domesticus (100%), con base al total de mamíferos infectados que están presentes en Venezuela (Tabla VII).

Sin embargo existen especies de carnívoros silvestres registradas pero no identificadas como hospedadoras de Leishmania en Venezuela, pero si en otras regiones del neotrópico, estas especies son Cerdocyon thous; Spheotos venaticus; Potos flavus y Bassaricyon gabbii (Tabla II) (Lainson et al., 2002; Lainson & Shaw, 1973; Luppi et al., 2008; Reithinger & Davies, 1999; Romero & Sánchez, 2007; Rotureau, 2006b; Travi, 2000; Zabala et al., 2005). Igualmente los perisodáctilos tampoco se señalan en la literatura, pero las especies domésticas como Equus asinus se han encontrado infectadas con el parásito en el país (Bonfante et al., 1981).

Adicionalmente, otros grupos de vertebrados de interés serían los Lagomorpha con la especie Sylvilagus braziliensis y los Xenarthra con las especies Choleopus didactylus, Tamandua tetradactyla, Dasypus novemcinctus y Bradypus variegatus (no reportadas infectadas en el país), las cuales tienen una amplia distribución en el territorio venezolano que coincide con los focos de leishmaniasis (Tabla VIII).

Otros mamíferos como Choleopus hoffmani y Didelphis albiventris a pesar de tener una restringida distribución en el territorio (Tabla VIII), se encuentran distribuidos en áreas señaladas como focos de Leishmania (Llanos Cuentas et al., 1999; Lainson & Shaw, 1973; Lainson, 1997; Linares, 1998; Sánchez et al., 2004), lo que puede indicar una relación en la dinámica ecológica de la enfermedad, por tal razón tienen un interés epidemiológico.

Aspectos ecológicos de la parasitosis y de los mamíferos incriminados en Venezuela

En la región Andina Venezolana la leishmaniasis es bimodal, con dos picos uno en periodos de lluvia y otro en post lluvia, para el resto del país es unimodal, se da en el periodo de sequía. Esta enfermedad es asociada a bosques semideciduos, zonas semiáridas, pie de monte, áreas de cultivo (cafetales, maíz y cacao), donde se dan las condiciones ecológicas para el mantenimiento de la parasitosis (Leonett, 2007).

Mayormente, el pico de transmisión comienza posterior a las lluvias, lo cual esta correlacionado con la abundancia de la población de vectores entre Octubre- Noviembre (Bonfante et al., 2007). Son pocos los estudios ecológicos sobre los hospedadores susceptibles asociados a los focos en Venezuela. Sin embargo en los Andes el aumento de la densidad poblacional de algunos Proechimys y marsupiales podría correlacionarse con la dinámica de Lutzomyia youngi. Estudios ecológicos de pequeños mamíferos del bosque tropical húmedo en la región Andina, indican a estos dos grupos como los más dominantes (Durant et al., 1996). Didelphis marsupialis tiene dos camadas por año, con picos de reproducción de Enero-Marzo y Abril-Junio (Cabello, 2006), el segundo pico reproductivo coincide con el final de la estación seca y comienzo de las primeras lluvias. Las especies de casiraguas, ratas espinosas (Proechimys) también presentan dos picos reproductivos en el año, uno de estos se da a finales de la estación seca y comienzos de las primeras lluvias y el otro a finales de la estación lluviosa (Durant & Arellano, 2000).

En los bosques de tierras bajas, ciertas especies de Proechimys comienzan su periodo reproductivo a mediados de la estación seca, aumento el número de juveniles al inicio de las lluvias (Aguilera, 1999) correlacionándose con la dinámica ecológica del vector mas abundante en la región Andina. La fase final de la estación de lluvias coincide con un aumento de la población de casiraguas juveniles en el bosque seco tropical a mediados de Septiembre (Durant & Arellano, 2000).

En otra áreas con características ecológicas diferentes a la Andina, los focos leishmanicos se reportan a finales de la estación lluviosa (Octubre – Noviembre) (Beauchamp & Torres, 2001). Una de las especies mas abundantes y con amplia distribución en el territorio es Z. brevicauda, esta especies está muy asociada a las áreas rurales con cultivos y sabana, sus densidades poblacionales aumenta con la llegada de las lluvias, los mayores picos reproductivos se observan en Marzo y Julio, a finales de las lluvias la densidad de adultos aumenta significativamente. De manera general la alta densidad poblacional de la mayoría de los roedores como Oryzomys y Sigmodon se correlaciona con el inicio de las lluvias locales y contrasta con el bajo número de individuos en la estación seca (Durant et al., 1996; Pedreros, 1992). Sin embargo, se desconoce la dinámica poblacional de los vertebrados asociados a los focos de la enfermedad en Venezuela.

El desequilibrio ecológico provocado por el hombre al alterar los ecosistemas naturales, establecer monocultivos y destruir los hábitat de los depredadores de roedores, unido a otros fenómenos naturales como inundaciones y cambio climático, han provocado el incremento de poblaciones, aumento en las áreas de dispersión, cambios en las distribuciones altitudinales de especies de roedores, siendo las mas frecuentes Oryzomys, Sigmodon y Rattus (Colazo & Castro, 1997), lo que tiene impacto en al dinámica de patógenos asociados a estos hospedadores por co-adaptación y coevolución, lo cual no ha sido evaluado.

Modelos animales experimentales en el estudio de la leishmaniasis

Las especies experimentales frecuentemente utilizadas son cepas de ratones (Mus musculus) BALB/c y C57BL/6. El fenotipo BALB/c es mucho más susceptible inmunológicamente a la infección por Leishmania, y es más fácil diagnosticar la infección en caso de leishmaniasis cutánea (Torrealba et al., 1972; Brodie et al., 2007; De Moura et al., 2005; Géigel et al., 2006; Herrer, 1982; Soares et al., 1998). Sin embargo, en el caso de la leishmaniasis visceral los modelos animales más usados son los hámster (Mesocricetus auratus y Cricetulus griseus), perros (callejeros, mestizos y Beagle) y monos (Aotus trivirgatus, Saimiri sciureus, Macaca spp, M. mulatta, M. fascicularis y M. nemestrina) (Garg & Dube, 2006; Oliveira et al., 2004; Wasserberg et al., 2002).

Algunos trabajos realizados con animales de experimentación, plantean que los ratones no son los modelos ideales para ensayos con este protozoo, ya que no reproducen las características de la leishmaniasis activa que se da en humanos, debido a que una vez que el ratón muestra un rápido aumento de la densidad parasitaria este induce a una respuesta celular específica capaz de modular la infección (Cuba, 2000; Géigel et al., 2006).

Los estudios parasitológicos en campo han demostrado que los roedores son los grupos de mamíferos pequeños frecuentemente infectados de forma natural, lo cual es una evidencia reconciliadora con los diseños experimentales, que propone a los modelos murinos como una herramienta importante para evidenciar los mecanismos patogénicos derivados de la infección por Leishmania spp. (Lehmann & Alber, 1998; De Moura et al., 2005), a pesar de no incluir, los hospedadores- reservorios naturales, pertenecientes a los géneros Oryzomys, Sigmodon y Proechimys. Existen trabajos experimentales realizados en Colombia, efectuados con ratas espinosas (Proechimys semispinosus) sanas, las cuales fueron colectados en un foco para los ensayos de infección natural. Los resultados evidenciaron que hay una susceptibilidad a la infección de L. panamensis y L. infantum (=L. chagasi), en conclusión los autores sugieren que ciertas especies silvestres pueden ser empleadas en estudios experimentales de la leishmaniasis (Travi et al., 2002). Se han realizado también infecciones experimentales con L. braziliensis en mamíferos silvestres, como D. marsupialis lo cual sugiere que esta especie puede ser un potencial reservorio primario de la Leishmania en la zona andina Venezolana (Scorza et al., 1986), y que puedes ser utilizado como modelo experimental.

Estatus de las especies de mamíferos infectadas según las categorías de la IUCN

La mayoría de las especies reportadas como hospedadoras de Leishmania en el neotrópico al parecer tienen un estatus poblacional estable (LC), pero existen dos especies en criterio de amenaza que son extremadamente raras (CR) como algunos canidos (Spheotos venaticus y Chrysocyon brachyurus) roedores (Sciurus vulgaris) (ver listado de mamíferos). Conocer el estatus de una población de mamíferos según la IUCN e infectada por Leishmania, es de gran importancia, pues advierte de la precaución sanitaria de manejar especies silvestres, de considerar causales de reducción poblacional por enfermedades infecciosas transmisibles (efecto de cuello de botella, características del factor de histocompatibilidad mayor en poblaciones endogámicas o exogámicas con riesgo de infección parasitaria). En especial dentro del contexto del presente trabajo porque en salud publica la eliminación del reservorio, es una de las estrategias para el manejo y prevención de enfermedades metaxénica en humanos, como se hace en leishmaniasis cuando se eliminan a los perros domésticos positivos en las campañas sanitarias (Romero et al., 2008).

CONCLUSIONES

Los hospedadores susceptibles frecuentemente infectados naturalmente en el neotrópico son los roedores, los géneros mas representativos de los roedores son: Oryzomys, Heteromys, Proechimys y Rattus, infectados principalmente con Leishmania mexicana, L. braziliensis y L. amazonensis. Por lo que los modelos experimentales animales de leishmaniasis que incluyen roedores son idóneos.

Adicionalmente, las poblaciones de fauna silvestre señaladas como hospedadores-reservorios en su mayoría están en criterio estable según IUCN. Sin embargo, es necesario monitorear a las poblaciones silvestres comprobadas como hospedadores-reservorios por Leishmania, porque sus poblaciones son susceptibles a cuellos de botella por la infección parasitaria per se, disminución de la diversidad genética por efecto de endogamia que genera menor resistencia a parásitos por el factor de histocompatibilidad mayor, a fin de contar con factores de riesgo extrínsecos en biología de la conservación que deben considerarse al evaluar la categoría de riesgo para la especie silvestre según la IUCN, cuando se toman medidas preventivas o de manejo para enfermedades humanas como eliminación de reservorios.

En líneas generales, muchos de los estudios parasitológicos que se ejecutan en fauna silvestre hospedadora no son lo suficientemente exitosos, debido a que los métodos empleados en la colecta de estos no son muy adecuados o no están optimizados según las características de la localidad y época de colecta, por lo que existe la necesidad obligatoria de incluir mastozoólogos y médicos veterinarios en los estudios de salud publica. En el caso particular de Venezuela, los estudios de inventarios de fauna por infección de Leishmania deben enfatizarse y dirigirse en primera instancia al estudio de roedores y marsupiales, dado a que son frecuentemente señalados reservorios primarios en países con dinámica de transmisión similar a Venezuela.

AGRADECIMIENTO

Los autores extienden sus agradecimientos a Marisol Aguilera, Pedro Aso, Henry Caballero y Juan Carlos Navarro por los comentarios al texto. Proyecto FONACIT S1-2001000688.

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