INTRODUCCIÓN

En la generación de la pandemia COVID-19, se desarrolló una ruptura abrupta, generando cambios en sus formas y hábitos de vida en cuanto a la rutina escolar normal; se sustituyeron las aulas por los recintos de sus hogares, dichos cambios no han sido de mucho beneficio para ninguno de los actores educativos; sin embargo, se convirtió en oportunidad y en un reto para desaprender y aprender nuevos acontecimientos y conocimientos, es un gran desafío que los profesionales de educación física las consideramos como oportunidades, para ello se debe tomar la férrea decisión de tener la actitud de emprender, preparándonos para asumir estos cambios; tengamos siempre presente que los profesionales de la educación somos emprendedores por antonomasia, considerando siempre que debemos brindar un buen servicio (^{Audor-González et al., 2022}).

Este nuevo escenario permite cambiar la óptica de la educación tradicional y tener mejor acercamiento con los y las estudiantes para lograr aprendizajes significativos. De la misma manera anunciaban sus portavoces que ya estaban próximos a adquirir equipos como laptops y tabletas, para que los estudiantes rompan esa brecha con los estudiantes de ciudades, en las cuales si cuentan con líneas de internet; aprovechan mejor sus aprendizajes y, por ende, desarrollen sus capacidades y logren sus competencias requeridas (^{Wijesooriya et al., 2020}).

Por lo tanto, para ser un emprendedor, deben contar con la capacidad de innovar, es decir, desarrollar la capacidad de probar cosas nuevas y hacerlas de manera distinta; es valioso aclarar que no se puede confundir el espíritu emprendedor con el espíritu de empresa, pues tal como se ha venido desarrollando este tema, el espíritu de empresa se caracteriza por identificar o descubrir oportunidades de negocio y lograr generar un buen servicio, mientras que el espíritu emprendedor se refiere a una actitud que permite ver las posibilidades existentes en distintas áreas del conocimiento (^{Zhang y Wang, 2022}).

Los profesores y profesoras del área de educación física, a partir de realizar trabajos en la educación de forma remota, han disminuido su actitud de emprendimiento, aunque por característica principal son motivadores, dinámicos, preparados para solucionar un sin número de situaciones problemáticas, pero este escenario que nos trajo la pandemia ha mermado con su labor cotidiana, que ahora deben estar y dictar clases tras una pantalla, haciendo uso de las tecnologías lo que no es de mucho agrado para los profesionales de esta área (^{Mendoza-Mendieta et al., 2021}).

El trabajo pedagógico no tiene ningún punto de comparación con lo que realizaba con anterioridad al año 2020; en la que compartía con cada uno y una de sus estudiantes sesiones de aprendizaje interactivas y participativas, donde se aceptaban sugerencias para realizarlas entre todos los asistentes y,, de la misma manera presentaba los ejercicios con facilidad porque se planificaba con anterioridad y se podían realizar en las losas deportivas, gimnasios o sobre el Grass, y se coadyuven en mantenerse sanos y fortalecidos, mejorando la calidad de vida.

Sentirse ahora que deben ser mínimos los trabajos físicos frente a una cámara, hacen que los profesores y profesoras del área de educación física sientan una desconexión con sus estudiantes; aunque buscan la manera de hacer atractivas las sesiones, no lo logran, cumplen pero no disfrutan ni pueden vivenciar como en las clases presenciales (^{Díaz-Tejerina y Fernández-Río, 2022}; ^{Juanes-Giraud y Rodríguez-Hernández, 2021}; ^{Martínez-Egea, 2020}; ^{Tuñón et al., 2022}).

Por consiguiente, se tiene por objetivo analizar las actitudes emprendedoras de los profesionales de educación física en tiempos de pandemia COVID-19.

MÉTODO

Se realizó una investigación de tipo documental descriptiva con diseño bibliográfico, en una población de 23 articulos científicos, seleccionados en relación con la variable emprendimiento en profesionales de educación física como punto inicial de revisión, en segundo lugar, a factores intervinientes en cuanto al emprendimiento como elemento empresarial.

Se aplicó el método analítico sintético y técnica de análisis de contenido con la intención de escrutar las ideas resaltantes y elaborar un corpus teorético como parte de la construcción de un estado de la cuestión en relación a la línea de investigación emprendimiento educativo.

RESULTADOS

Hablar de emprendimiento es considerar uno de los temas y situaciones que por nuestro tiempo se encuentran muy abordados, porque en las circunstancias que nos encontramos, en tiempos de pandemia, son mencionados en diversos campos y dimensiones en las que se desarrolla el ser humano; el emprendimiento es la búsqueda de generar en las personas las competencias necesarias para solucionar situaciones problemáticas y absolver dudas, considerando como capacidades principales: la creatividad y la gestión, impulsando a que se consideren propuestas para aplicarlas en nuevos escenarios (^{Soledispa-Santana et al., 2022}).

Por consiguiente, el emprendimiento es considerado como una forma de lograr cambiar la percepción que se tiene el profesional y darse la verdadera importancia para desarrollar en los profesionales un espíritu emprendedor, aclarando especialmente que el desarrollo de este no es una idea de negocio o generación de empresa, que es lo que suele pensarse, pero, en nuestro tiempo se aprecia que el profesional no se siente con la decisión de mostrar aún todo su potencial, no es por lo que no lo tenga, nada de ello, es mayormente porque dentro suyo no cuenta con la motivación y decisión de manifestar y accionar como lo quisiera hacer, por temores, sensaciones antes de presentar algún rechazo, lo cual se puede apreciar en muchas partes del mundo. Datos obtenidos por revistas internacionales dan cuenta de que no son muy positivos e imparten su iniciativa para avanzar, esperando siempre que los que dirijan jefes u otras personas les indiquen siempre lo que tienen que hacer para accionar (^{Ávila-Angulo, 2021}).

El emprendimiento es un tema de gran relevancia para cualquier disciplina de estudio, logrando así que a partir de ello el estudiante cualifique aptitudes y cualidades, siendo necesario despertar en los individuos el desarrollo de competencias que les permitan desenvolverse, personal y profesionalmente, dentro de un contexto globalizado y que, a su vez, sean capaces de adaptarse a las exigencias que puedan generar en el futuro (^{Ynzunza-Cortés e Izar-Landeta, 2021}).

Por otro lado, ^{Herrera-Guerra y Montoya-Restrepo (2013)} indican que el emprendedor es un individuo con la destreza para crear, generar ideas, bienes y servicios; de asumir riesgos y enfrentar problemas que en el contexto se generan; de tal manera, debe ser una persona capaz de analizar su entorno y descubrir en él oportunidades de mejora. El emprendedor tiene iniciativas propias, establece redes de comunicación y gestiona sus ideas, así mismo, es capaz de proponer algo nuevo, dar un uso distinto a lo ya existente; frente a esto expresado por Herrera y Montoya, en las instituciones educativas de la Provincia del Santa, a las cuales hemos podido visitar por diversos motivos educativos, apreciamos a los profesores de educación física, que son profesionales que no les agrada asumir riesgos, aunque muchas veces cuentan con las destrezas para realizarlas, ello lleva consigo a que sean vistos como que no generan ideas para enfrentar los problemas, podríamos decir que no dejan fluir su iniciativa.

En América latina, se insta a las instituciones privadas y públicas a incentivar la cultura de emprendimiento como una manera eficaz de generar ideas, proyectos, situaciones en las cuales los profesionales abran espacios importantes en sus vidas y, por su puesto, tengan espíritu emprendedor; aquí observamos que desde los estados se preocupan porque los roles de los participantes en el sistema educativo sean preponderantes (^{Aguirre, 2018}).

Estudios recientes dan a conocer que el escenario en el cual nos estamos desarrollando, a nivel latinoamericano manifiestan que el hacer uso de la educación remota no es lo debido para este tiempo, porque la mayoría de profesores y profesoras no entraron preparados a esta modalidad, trayendo consigo un alto grado de desagrado de ellos y ellas, porque las áreas en las que se deben realizar acciones prácticas no se puede hacer y disminuyen la motivación para desarrollar sus áreas, limitándose solamente al uso de las herramientas de la tecnología (computadoras, laptop, tables y celulares), convirtiendo en una educación remota con falencias, partiendo que todos los estudiantes no se logran conectar por no contar con las herramientas básicas, y, frena el buen desempeño de las áreas y por consiguiente; no se aprecia ningún tipo de emprendimiento de los profesionales de la educación (^{Rodríguez-Orellana, 2022}).

Muchos de los profesores y profesoras no son capaces de dedicar tiempo extra para indagar en nuevas formas para desarrollar sus áreas a cargo, o en algunos casos incluso deben compartir con sus hijos las herramientas tecnológicas porque no cuenta cada uno con ellas; esto hace que los profesionales de la educación en cuanto a sus actitudes se vean frustrados, desanimados para seguir fortaleciendo su vocación profesional (^{Ventura-Montes, 2020}).

Por lo tanto, el desarrollo de la cultura emprendedora está unido a la capacidad de formular proyectos personales y llevarlos a cabo, así como al significado que le da a la vida y a la creación de la identidad personal (^{Pang et al., 2022}), en complemento se debe desarrollar la cultura emprendedora como recurso hacia el encuentro de un equilibrio entre respeto a la naturaleza, justicia social y crecimiento económico, lo que dará lugar a la mejora de la economía y a la ruptura de las desigualdades sociales (^{Guo, 2022}).

Por situaciones en el tiempo pasado, los profesionales del área de educación física, por la mayoría de los colegas trabajadores, eran considerados como las personas que carecían de actitud para proponer y que solo se limitaban a desarrollar acciones físico -- deportivas - recreativas; y que aunque no parezca incidió en los profesionales que incluso limitaban su participación en el desarrollo de las labores en las instituciones educativas; bloqueando totalmente toda actitud de emprendimiento, es allí donde se quiere buscar mejorar e impulsar que cambien totalmente su actitud para seguir superándose y avanzando dentro del sistema educativo, el cual cada vez se vuelve más exigente para los profesionales, inculcándonos a ser innovadores, perseverantes, propositivos, éticos y responsables (^{Tuñón et al., 2022}).

Por otro lado; el emprendimiento es entendido como la capacidad producto de la movilización de destrezas y cualidades que hacen posible la creación, puesta en marcha y desarrollo de proyectos o el logro de objetivos sociales y personales (^{Yang y Liu, 2022}). Para el desarrollo de la cultura emprendedora en educación y, sobre todo, en la etapa universitaria, se debe dar a conocer al estudiante la realidad del mercado de trabajo y a las exigencias laborales que se van cambiando día a día (^{Rius et al., 2023}). No obstante, bien es cierto que la universidad ha ido pasando de tener una ocupación estrictamente docente a incorporar en ella la investigación, asunto de ayuda para crear riqueza en el entorno.

La actitud emprendedora incluye el estudio de las fuentes de oportunidades, los procesos de descubrimiento, la evaluación y explotación de oportunidades, y de las personas que descubren, evalúan y explotan dichas oportunidades. La actitud emprendedora supone la propensión a incluir cambios en uno mismo, la capacidad de aceptar y apoyar la innovación provocada por factores externos, de dar la bienvenida al cambio, de asumir la responsabilidad por las propias acciones (sean positivas o negativas), de terminar lo que se empieza, de saber en qué dirección se está yendo, de establecer objetivos y cumplirlos, y de tener la motivación necesaria para el éxito (^{Climent-Rodríguez et al., 2020}).

La mayoría de los especialistas del emprendimiento consideran que las universidades deben formar emprendedores en las diferentes especialidades profesionales. Pues, el hecho de formar emprendedores, se podría considerar una tercera obligación, convirtiéndose así en un motor de desarrollo, por cuanto al asumir esta obligación hará que la enseñanza del emprendimiento genere una mayor creación y desarrollo de empresas, contribuyendo así al progreso regional y nacional (^{Riaño, 2023}).

La creatividad en sus ideas está basada en que los profesionales dentro de las sociedades no se deben sentir limitados, y ellos por iniciativa, deben incrementar sus actitudes para potenciarla, surcar y pasar por las situaciones problemáticas con ingenio, perseverancia y dedicación. La creatividad emana de la fantasía y la imaginación, liberándose de la conformidad y de lo convencional, para llenar los vacíos que la mente lógica no es capaz de llenar, de pensamiento e ideas más allá de la realidad, trayendo el futuro cada día. La relación con el grupo debe estar basada netamente en el trato directo, con normas y reglas claras que todos deben tener conocimiento, e interrelacionarse con la idea que debemos ser amables y muy respetuosos para que nos traten de la misma manera: y finalmente en lo que refiere a la autoafirmación en sus acciones, que deben ser las más pertinentes porque analizaron con anticipación y servirán para obtener los propósitos que se han trazado (^{Peñaherrera-León y Cobos-Alvarado, 2016}).

CONCLUSIONES

Los profesionales del área de educación física eran considerados, por la mayoría de los colegas trabajadores, como las personas que carecían de actitud para proponer acciones encaminadas al emprendimiento, y que solo se limitaban a desarrollar acciones físico -- deportivas - recreativas; lo que aunque no parezca incidió en los profesionales que incluso limitaban su participación en el desarrollo de las labores en las instituciones educativas; bloqueando totalmente toda actitud de emprendimiento. Para el desarrollo de la cultura emprendedora en educación, y sobre todo en la etapa universitaria, se debe dar a conocer al estudiante la realidad del mercado de trabajo y las exigencias laborales que van cambiando y se van dinamizando día a día.