INTRODUCCIÓN
La educación ciudadana es considerada una prioridad en el mundo, como son el caso de los países asiáticos Japón y Filipinas, los cuales han implementado el departamento de estudios sobre ciudadanía global, que se encarga de formar mujeres con perspectivas globales, desde una educación multicultural (Pinillos, 2018; Di Pietro, 2016). En Europa el acuerdo de París, en el año 2015, señaló la importancia de una educación que le dé prioridad a la libertad, tolerancia y a la no discriminación (European Education and Culture Executive Agency, Eurydice, 2016). Es importante formar ciudadanos desde las aulas porque si formamos ciudadanos formamos personas. En esa línea se encuentra el proyecto Noria que fue diseñado y aplicado en países como Nicaragua, Uruguay, Colombia, México, Brasil, España y otros que, desde la aplicación de la filosofía lúdica y en comunidad de indagación, se forman ciudadanos creativos, críticos y éticos desde las aulas (Lucas, 2012).
Por otro lado, tenemos el avance tecnológico que cada vez está avanzando vertiginosamente y cambiando constantemente. Esto está trayendo impacto en ciudadanos, educación, política y políticos entre otros y no son ajenos los docentes, el docente actual debe desarrollar competencias tecnológicas (Guerrero et al., 2012). El ejercicio de ciudadanía sumado a los avances científicos y tecnológicos permite el diálogo intercultural en los aprendizajes (Anaya et al., 2021).
En América Latina ante los colapsos económicos, ambientales y sociales producto de la emergencia sanitaria se está redefiniendo en la forma como participan los ciudadanos frente al espacia virtual, barrial y urbano. En Colombia, fuera de las aulas, se viene implementando una inteligencia de política colectiva que permite una nueva organización en la participación ciudadana (Ostos, 2021), así mismo en dicho país se vienen implementando proyectos educativos relacionados a la ciudadanía creativa, porque no podemos hablar de ciudadanía sin filosofía. Llevar la filosofía lúdica desde las infancias promueve a futuros ciudadanos (Garcia et al., 2022). Como podemos ver Colombia viene empoderando sobre el tema de ciudadanía desde la escuela, uso de las tecnologías, medios de comunicación y valores morales. La formación ciudadana siempre fue influenciada por la iglesia aliada con el estado (Guerrero et al., 2012).
En Chile se ha convertido la formación ciudadana en un desafió porque se tiene prioridad en el fortalecimiento de la democracia. Al respecto Ruiz y Herrera (2021) desarrolló un análisis de las iniciativas políticas y las prescripciones oficiales que se desarrollaron en 61 escuelas. Asimismo, otro estudio señaló la importancia de ejercer la formación ciudadana para la democracia en las aulas, diálogo y reflexión colectiva (Cárcamo y Gubbins, 2020).
En nuestro país la formación ciudadana y cívica se cimienta en la sociedad y es dirigida desde el sistema educativo, esto conlleva a convivir socialmente en el crecimiento y vivencia en la escuela (Solís, 2022). Un pueblo que no ejerce su ciudadanía activamente se deja llevar por opiniones infundadas, practicar la democracia desde las aulas escolares ayudaría a los ciudadanos a tomar mejores decisiones, sobre todo en las elecciones. Al respecto existen conflictos sociales por falta justicia social y desarrollo humano (Huanca y Barria, 2022). Por eso se destaca la importancia de la ciudadanía social responsable porque implica principales valores como la honestidad, tolerancia, respeto, compromiso, educación y sobre todo empoderamiento democrático (Pérez et al., 2022).
Para lo cual se plantó la siguiente pregunta ¿Cuál son los principales desafíos para la formación ciudadana en la sociedad actual?
En función de lo anterior, se tiene como objetivo comprender los principales desafíos para la formación ciudadana en la sociedad actual.
MÉTODO
El estudio es de tipo analítico, sintético y reflexivo porque nos permitirá analizar por partes, a partir de las diversas teorías educativas, sociales y políticas, por para llegar a un todo como nos diría Descartes. Finalmente reflexionar sobre la importancia de la formación ciudadana para la democracia, prevención de la corrupción, desafío en la formación ciudadana, cultivo de los valores éticos desde las principales teorías que han trabajado esta problemática sobre la ciudadanía. Sin formación de ciudadana, no hay valores, ética, pensamiento multidimensional, democracia, dialogo y desarrollo comunitario.
El estudio es de revisión teórica, con análisis del discurso y del contenido, para lo cual se han considerado las teorías Kohlberg sobre el desarrollo humano, del constructivismo, teoría socio cultural del desarrollo y aprendizaje de Vygotsky, la teoría de la conectividad de Siemens, Dewey de considerar la escuela como una mini comunidad. La teoría de la ética mínima de Cortina.
Asimismo, se revisó bibliografía científica de revisas publicadas en bases de datos: Redalyc, Scielo, Scopus, WOS, Latindex 2.0., como referencias de tesis tomadas de repositorios institucionales con la finalidad de contextualizar aspectos inherentes a la problemática planteada.
El método que se utilizó es el analítico-sintético y no se busca probar teorías. Se procedió a recoger datos teóricos y análisis profundo desde la intersubjetividad, la interpretación y la comprensión.
RESULTADOS
Se describen los resultados de la investigación:
Formación ciudadana
La ciudadanía es un concepto que data de la Grecia antigua, fue evolucionando desde una posición de control hasta un ejercicio del poder (Martínez, 2016; Chávez, 2019). Para Guerrero et al., 2012), el concepto de ciudadanía es ambivalente porque no ha llevado a cambios morales ni políticos en ciudadanos, un ciudadano es un actor político por que participa y actúa en comunidad y participa por responsabilidad y convicción más que por obligación y conveniencia. Por otro lado Lizcano (2012) distinguió dos acepciones de ciudadanía que están relacionadas con los grupos, colectivos o países como son lo jurídico político y lo ético político. Esta formación busca promover la participación cívica, el respeto a los derechos humanos, el compromiso con el bienestar común y el ejercicio de una ciudadanía informada y crítica.
La formación en ciudadanía abarca diversos aspectos, entre los cuales se encuentran
El conocimiento de los derechos y deberes ciudadanos que implica aprender acerca de los derechos fundamentales establecidos en la legislación nacional e internacional., así como también comprender los deberes y responsabilidades que corresponden a cada individuo como miembro de la sociedad, y
La educación Freire que propone la educación como un acto político (Castillo y Sánchez, 2003). Partiendo de esta última definición de ciudadanía es que desarrollaremos los principales desafíos que se han considerado para la fundamentación del estudio.
Al identificar los principales desafíos que tiene la formación ciudadana en la sociedad actual debemos considerar los siguientes obstáculos con los que se encuentran: la falta de formación ciudadana, docentes que no se adaptan a los cambios constantes como es la inserción al mundo tecnológico, formación ciudadana dentro y fuera de las aulas desde políticas nacionales como locales y regionales para buscar la democracia, cultivar y reeducar en los principales valores como la tolerancia, respeto e interculturalidad. Para lo cual se han considerado los siguientes desafíos.
Desafíos | Teorías que sustentan |
---|---|
Formación ciudadana en el siglo XXI | Modelo de la ciudadanía multicultural / Teoría del conectivismo |
Formación ciudadana para la democracia | Teoría de John Dewey ciudadanía y democracia y la Teoría sociocultural de Vygotsky. Constructivismo |
Desafío en la formación moral y ética | Teoría de la Moral de Kohlberg y teoría de la ética mínima Adela Cortina |
Elaboración: Los autores.
En la tabla 1, se encuentran los desafíos que se tomaron para argumentar la investigación a partir de las teorías, enfoques y modelos que se encuentran vigentes como se detalla:
Para una formación ciudadana en el siglo XXI es importante conocer acerca del modelo de ciudadanía multicultural y la interconexión en la que se encuentran las personas.
La importancia de formar ciudadanos para la democracia, como lo menciona Dewey y la teoría sociocultural.
Desafío moral y ético en estos tiempos de relativismo y nihilismo y necesario releer y reconsiderar la teoría moral de Kohlberg y la ética mínima de Adela Cortina.
La formación ciudadana en el siglo XXI
En algunos países la formación en ciudadanía se viene redefiniendo, porque en estos últimos diez años los cambios intempestivos, la crisis del medio ambiente, la injusticia social, la pandemia entre otros han traído cambios en lo político, económico, tecnológico, cultural y otros. Esto nos da otra perspectiva de ciudadanía que ha traspasado al estado-nación que permiten distinguir entre identidades nacionales, locales, regionales como son por ejemplo (europeo o latinoamericano), utilizando el término de “glocal” (Mastache, 2022). Países como Chile, Colombia y Argentina van camino a esa nueva formación en ciudadanía (Guerrero et al., 2012; Cárcamo y Gubbins, 2020; Ruiz Herrera, 2021).
Existen tres ejes principales para iniciar estos grandes desafíos, primero desde la Educación y la enseñanza del curso de ciudadanía, cada vez se pone en riesgo el curso, no debemos desvincular a la filosofía de la ciudadanía en la educación básica regular, como lo mencionan los autores, ambos cursos son básicos en la formación de todo ciudadano porque nos vincula con la identidad, la cultura, el otro, etc. En la actualidad resuenan mucho las experiencias sobre la enseñanza de ciudadanía desde la filosofía aplicada y la filosofía para niños, por cuanto de alguna forma esto pueda atenuar y contribuir en la mejora de ciudadanos éticos, críticos y comprometidos con la naturaleza, las personas, la política y otros. Existen experiencias positivas de formación en ciudadanía creativa desde la filosofía para niños (FpN) en países como España, Uruguay, México, Colombia, Brasil (García Gutiérrez et al., 2022; García Gutiérrez y Herrero Hernández, 2022: Sátiro, 2018; Pulido Cortés, 2019).
En segundo lugar, el boom de las TIC, vivimos en un mundo de redes sociales como el TikTok, Facebook, Instagram, Twitter, entre otros. No podemos ser ajenos al ejercicio de nuestra ciudadanía, inclusive se ha conceptualizado la ciudadanía digital a partir del uso de las tecnologías (Chávez, 2019). Para lo cual es importante considerar la teoría del conectivismo, en este sentido dicha teoría enfatiza el valor de la interrelación entre pares para el desarrollo de habilidades cognitivas y el desarrollo del uso del internet es un constructo que permite comprender el aprendizaje desde la era digital y es la unión de pedagogía y currículo que implica estar en constante cambios.
Por lo tanto, hace referencia a las tecnologías de la información y comunicación (TIC) (Ortiz y Corrêa, 2020). Esto aplica tanto dentro de las instituciones educativas como fuera de ellas. Por otro lado existen estudios que demuestran como el uso de dispositivos tecnológicos están configurando la formación de la ciudadanía en los escolares tanto en su conducta como en su acción (Martínez de Padrón, 2016). En el caso de los adultos, la formación de opiniones, toma de decisiones de índole individual y colectivo.
Por último, la importancia de la formación de docentes con perfil 4.0 vinculados al uso de las tecnologías porque es una herramienta indispensable para el desarrollo de clases en el aula porque permite interactuar a través del aprendizaje colaborativo (Iglesias et al., 2013). Así como la importancia de formar docentes en ciudadanía global (Díaz et al., 2023), en cuanto a competencias digitales desde la teoría del conectivismo de Siemens (Losada y Peña, 2022).
Pese a que los docentes tienen conocimientos de la existencia de distintas plataformas virtuales, herramientas digitales, el uso durante los procesos de enseñanza aprendizaje ha sido muy reducido, debido a diversos factores, tanto de desconocimiento como de cambiar nuestras metodologías de trabajo, incluyendo el uso de herramientas digitales. En esa línea, Anaya et al. (2021) nos habló sobre la importancia de manejar herramientas digitales en los procesos educativos. La trasformación digital en educación y la gestión pública peruana llevan un ritmo muy lento; sin embargo, en estos últimos años, la transformación digital se intensificó, esto significa que el crecimiento y desarrollo tanto económico, como social genera confianza entre ciudadanos y el estado (Huamán y Medina, 2022).
De igual manera es necesario tener en cuenta que al no aprovechar el uso de las herramientas digitales que ofrece la sociedad actual no existirá interacción en la comunidad y, por ende, será difícil que las personas logren observar los asuntos públicos que existen en el país y se involucren en la solución de estas. Por lo contrario, ello puede generar desinterés y poca participación activa ciudadana en los problemas de su contexto. Sin embargo, la información que se imparte por las redes no educa, ni es veraz; sino que está masificado de opiniones, sobre polarización, dispersión y falacias (Cristina y Ribeiro, 2022).
Por eso la importancia de enseñar desde el debate (Vásquez et al. 2017). Hoy más que nunca se exhorta a que la filosofía juegue y sea protagonista de mentes que piensen y cuestionen sobre sí mismo y la sociedad (Londoño y Rojas, 2020). Es por ello que la ciudadanía multicultural se alinea, ya que estos cambios que ha sufrido la formación ciudadana dejan de lado la comprensión clásica de ciudadanía, reinterpretando un estado multicultural (Mendoza, 2020). Por lo tanto, una formación en ciudadanía multicultural puede ayudar a enfrentarnos a la complejidad e incertidumbre por la cual atraviesa la sociedad, el medio ambiente y la educación.
En esa línea, el estudio de Solís (2022) señaló la importancia de una formación ciudadana tanto en docentes como en estudiantes desde la secundaria. También coincide con el estudio de Sátiro (2018), quien viene trabajando en una investigación-acción sobre ciudadanía creativa en el mundo, ya que conecta el pensar con el sentir y el actuar de manera individual y colectiva. Por otro lado, Nussbaum señaló que la misma formación en ciudadanía puede tener una mirada social y económica para el desarrollo de la vida humana, tanto en lo político, social y económico, ya que no hay desarrollo sin ciudadanía (Martínez, 2020). En consecuencia, la educación, como base para el ejercicio de la ciudadanía en niños y adolescentes, logrará como resultados ciudadanos competentes, críticos, creativos, éticos y comprometidos. En comunidades de diálogo donde no solo se vean teorías (Mainwaring y Pérez, 2022), sino que se apliquen en las propias vivencias y experiencias los problemas que aquejan nuestra sociedad desde el pensamiento crítico, creativo y cuidadoso (Sátiro, 2018).
La formación ciudadana para la democracia
Puede garantizar que existan sociedades democráticas capaces de impulsar luchas y mejoras en la sociedad, como la buena convivencia, interculturalidad y otros. Al mismo tiempo, la ciudadanía es concebida, no sólo como reglas y derechos, sino que hace referencia al medio ambiente, la paz, la humanidad, el patrimonio (Mastache, 2022). Sin embargo, la democracia no es igual a inclusión, bienestar en la mayoría de sociedades democráticas, como es el caso latino que no se ha instaurado una democratización que lleve a reformas de estructura, que oriente a sociedad iguales e inclusivas (Cardenal, 2013).
Por lo tanto, este desafío busca llegar más que a la conciencia y reflexión, a las experiencias y buenas prácticas desde el ejercicio de la participación ciudadana, en el campo político y social, porque son como dos caras de una misma moneda. Los problemas que aquejan en la actualidad ya no son sólo de índole nacional, regional, ni local, es un problema global que nos preocupa como son el cambio climático, crisis humanitaria, injusticia social, problemas de inmigración. Sin embargo, no se pueden medir todas las realidades por igual. Latinoamérica atraviesa por distintos problemas en este siglo, sobre todo países democráticos envueltos en dictaduras como Venezuela, Ecuador y Bolivia, mientras que, en Colombia, Haití, Guatemala, Paraguay y Honduras la democracia es débil (Mainwaring y Pérez, 2022).
La teoría de Dewey destacó la importancia de la formación ciudadana en una sociedad democrática y aboga por una educación que promueva la participación activa y la reflexión crítica (Castillo y Sánchez, 2003). Desde este autor la democracia vista como una forma de vida permite que se aprenda con los otros en las relaciones y ese espacio se encuentra en la escuela. En la misma línea, se encuentra la teoría de Freire sobre el diálogo, un elemento esencial, que impulsa hacia una comunicación igualitaria, contribuyendo así a la formación de sociedades democráticas. La práctica del diálogo y la resolución de conflictos, basados en un lenguaje cuidadoso, se posiciona como un componente esencial en los procesos educativos y cooperativos. Estas prácticas colaboran en la construcción de individuos que participan activamente en la interacción social y el desarrollo colectivo. (García y García, 2022).
La formación en ciudadanía es un proceso educativo que tiene como objetivo desarrollar en los individuos las competencias, conocimientos, actitudes y valores necesarios para ser ciudadanos activos, responsables y comprometidos en su comunidad y sociedad en general. Es un riesgo y desafío que se debe asumir para la transformación de la condición humana y esto implica ver las necesidades y buscar resolverlas como son los delitos, inseguridad y violencia (Tovar, 2022). Por lo tanto, desde la individualidad no podemos resolverlos al respecto la teoría sociocultural de Vygotsky propone el diálogo y la reflexión a partir de experiencias personales en una comunidad dialógica (Cosme et al., 2023). En consecuencia, Dewey y Vygotsky coinciden en cuanto a la formación en comunidad desde el diálogo colaborativo.
Una ciudadanía social, permite una mejor convivencia entre los seres humanos y esto permitirá la construcción de un estado en democracia (Pérez et al., 2022). Así mismo, la teoría de Lafont señaló que la ciudadanía democrática permitirá al ciudadano demandar, quejarse, para lo cual todo se hace en una democracia deliberativa (Gargarella, 2023). Es relevante alcanzar una convivencia en valores y democracia. El diálogo como un desafío para el ejercicio de una democracia, buena convivencia y desarrollo democrático para una sociedad pluralista (Solís, 2022). Sobre todo en nuestra realidad peruana una formación ciudadana democrática intercultural en zonas rurales, como señalaron Camayo et al. (2022) en su estudio, es importante contextualizar la problemática de acuerdo a los aspectos sociodemográficos en contextos rurales, calidad educativa, entornos formativos y condiciones de aprendizaje.
Sin embargo, la democracia se encuentra en amenaza; según expresa Moreira (2023), quien exploró el rechazo de la democracia desde Paltón a Ranciere, desde la teoría política clásica, hasta la teoría política moderna. Al respecto, la teoría social crítica de Habermas reconoció que, la sociedad necesita liberarse de la conceptualización y teorías filosóficas de conciencias como lo reflejaron los idealistas Kant y Hegel, para lo cual expone su teoría de la acción comunicativa, desde la intersubjetividad, donde el lenguaje adquiere un carácter constitutivo del ser humano y la sociedad (García y Longoni, 2020).
De igual manera, la teoría constructivista afirmó que todos construimos nuestra perspectiva del mundo según nuestras experiencias y estructuras mentales, ello permitirá desarrollar la formación ciudadana desde el uso del diálogo como recurso y método en una comunidad de indagación (Martínez de Padrón, 2016). Los constructivistas de la corriente de Vygotsky y de la corriente de Piaget son importantes para esta construcción (Serrano y Pons, 2011). Como es el caso de la participación en una comunidad colombiana donde se implementó un cabildo abierto de deliberación y formación ciudadana entre adolescentes (Pinzón et al., 2022).
Formación moral y ética
Los valores éticos son muy importantes en la formación ciudadana existen varios autores que han trabajado en teorías sobre la moral y los valores éticos A continuación, se presentan 1) Kohlberg es conocido por su teoría del desarrollo moral, que aborda cómo los individuos adquieren y desarrollan su sentido de la moralidad. Su enfoque se centra en el razonamiento moral y los niveles de desarrollo moral que atraviesan las personas a lo largo de su vida. Su teoría moral se fundamenta en Piaget, Sócrates, Kant y busca explicar cómo los seres humanos buscan la comprensión de lo correcto e incorrecto en el desarrollo de toda su vida (Elorrieta, 2012). Como se observa en la tabla 2.
En la tabla 2, se presenta los niveles y etapas del desarrollo moral según Kohlberg, como se observa en el nivel convencional, los adolescentes se encuentran en una etapa evolutiva de adolescencia tardía, sin embargo para algunos autores es de autonomía racional, conciencia, decisiones según la psicología evolutiva (Muñoz et al., 2020), para la filosofía práctica se puede formar a través del entrenamiento racional, la capacidad de reflexión y análisis sobre la vida, entre otros según Habermas que se alinea por una teoría de la democracia. Cada vez la autonomía e independencia racional y moral se acortan porque los medios tecnológicos obnubilan esos momentos y espacios.
Niveles | Etapas | Etapa |
---|---|---|
Preconvencional | Castigo y obediencia | Hasta los 9 años |
Recompensa | ||
Convencional | Relaciones interpersonales | 10 años-adolescencia tardía |
Orden social | ||
Posconvencional | Contrato social | … |
Orientación hacia principios |
Fuente: Adaptado de Elorrieta Grimalt (2012). Elaboración: Los autores.
Por otro lado, tenemos a Adela Cortina, quién trabajó la teoría de la ética mínima frente a la problemática que surgió de la moral y la ética de estos tiempos, escribió sobre un manual para la convivencia en un mundo complejo y porque existimos en un mundo donde cada vez tolerarse es un desafío, la inmigración aumenta, las creencias son cada vez más diversas y frente a ello esta ética nos hace referencia a tolerarnos frente a la diversidad, cultural, política, religiosa (Cortina, 2017). De la Paz y Daly (2023) señalaron en su estudio la importancia de la regulación ética de aplicaciones frente a uso desmedido del internet.
En consecuencia con lo dicho por los autores la importancia de obrar correctamente, sigue niveles que muchas veces el humano no alcanzará porque la miseria humana va en aumento por egoísmo, individualismo (Martuccelli, 2018) y por beneficiarse del otro malversando los fondos. Al respecto Mungiu (2015), desde la teoría de la corrupción señaló que se ha vuelto un problema público, popular y político social. Los individuos se corrompen porque existen reglas que los blindan para lo cual se fundamenta en dos enfoques uno la erradicación y otro de construcción de integridad. En esa línea el estudio de Solís (2022) evaluó la importancia de los principales valores que están vinculados a la formación ciudadana y son la equidad, respeto a la persona, al medio ambiente y fomentar un espacio en armonía. Asimismo la ciudadanía como un llamado a la paz a la misma convivencia propósitos, costumbres, formas de conocer, hacer tener experiencias que comprometen a la paz, manejo de emociones, autoconocimiento (Tovar, 2022).
CONCLUSIONES
La formación ciudadana en la sociedad peruana en el siglo XXI es un proceso para el cual el eje principal es la educación, y no solo vista como enseñanza de normas y patriotismo, sino como una praxis: un modo de vivir, socializar, pensar, conocer y aprender. Entender que se vincula con la interculturalidad, complejidad, inclusividad, toma de decisiones, actuación desde lo individual hasta lo grupal.
Es importante la formación ciudadana para fortalecer la participación activa, promover los valores democráticos y construir una sociedad más justa y equitativa. Formar en ciudadanía permite reconocerse en las diferencias y mejorar la convivencia en comunidad. Se debe brindar a los estudiantes y ciudadanos los conocimientos, habilidades y valores necesarios para comprender el funcionamiento de la democracia, los derechos y responsabilidades ciudadanas. Además, de espacios de diálogo dentro de las aulas como fuera de las aulas porque solo conociéndola y conviviendo es que podrá transformarla.
El ejercicio de los valores ético-moral puede ayudar a prevenir riesgos psicosociales, políticos, ambientales, existenciales. Es importante considerar que el mundo es complejo y que esta complejidad nos lleva a tomar conciencia de que estamos en crisis política, crisis del medio ambiente, educación, social, humanitaria, alimentaria, entre otros e ir a la praxis asumiendo que hemos pasado a otra fase: la del riesgo. La falta de ciudadanía está llevando a malas elecciones de políticos de turno que carecen de formación ciudadana.