Los odontólogos tienen relevancia en el área de las ciencias de la salud, ya que salvan vidas, ennoblecen y engrandecen. Pero también es una carrera que individualiza y que muchas veces separa de la responsabilidad social y aleja de la realidad que los rodea.
La salud es una construcción en evolución que tiene un significado subjetivo. En general, el término salud se ha ampliado en su definición para ser más inclusivo y ha pasado de ser solo físico a ser un bienestar general. Este cambio permite que la salud abarque el bienestar total del cuerpo e incluya componentes físicos, mentales, emocionales, sociales y espirituales, alineándose con la naturaleza multidimensional que ha ganado la salud.
Para tratar adecuadamente a un individuo y aumentar su calidad de vida integral, se debe utilizar la atención centrada en el paciente. La salud oral está ligada a la calidad de vida a través de la función oral, la salud general, la autopercepción, la aceptación social y la interacción social. Estas relaciones demuestran la importancia de utilizar la salud bucal para aumentar la calidad de vida, unificar las profesiones de la salud en el tratamiento de los pacientes, utilizar la medicina preventiva y empoderar a los pacientes sobre su salud.
Para hacerlo, la profesión dental puede aumentar el alcance de la práctica para proporcionar exámenes de salud preventivos y educación sobre salud general, tener más comunicación abierta, colaborar con otros profesionales de la salud y tener consultas más amplias y específicas. Esto permitirá una mejor continuidad de la atención y cambiará el enfoque del tratamiento hacia todo el cuerpo de los pacientes en lugar de solo un síntoma.
Incluso se ha descrito que la cavidad oral es como un espejo de la salud en el resto del cuerpo y puede ser un indicador social. Algunos indicadores sociales incluyen altos niveles de estrés en los individuos, tanto que ha llegado a provocar en ellos enfermedades como el bruxismo. Pero, la alfabetización en salud oral ha sido una pieza clave para llegar a diferentes poblaciones evitando problemas mayores. Este espejo refleja que el examen oral puede ayudar a diagnosticar muchos problemas generales de salud, como deficiencias nutricionales, infecciones microbianas, trastornos inmunitarios, cáncer y enfermedades sistémicas. Entre las enfermedades sistémicas se encuentran VIH, enfermedades cardiovasculares, diabetes, Alzheimer, artritis reumatoide, cáncer y enfermedades respiratorias.
Esto refuerza la idea de que la salud oral está estrechamente ligada a la salud general. Consideraciones culturales, religiosas, espirituales y personales deben tenerse en cuenta al evaluar la salud oral y la calidad de vida. Por ejemplo, algunos pacientes pueden creer que la atención dental puede presentar dolor y que es una parte inevitable de una enfermedad o un castigo y puede que no crean en la medicina occidental. Estas perspectivas deben ser respetadas en la prestación de cuidados y, si es posible, deben integrarse en los planes de tratamiento. Esto construye y relaciona hacia los pacientes una buena calidad de vida según sus propios estándares y creencias.
Los profesionales de la odontología pueden aumentar el bienestar del paciente a través de un tratamiento odontológico incorporando mayor prevención, como son los exámenes de detección en visitas de rutina, incluso para la diabetes, hipertensión, dieta y pacientes con hábitos (p. ej., fumar y bruxismo). Esto permitirá un mejor seguimiento de las enfermedades crónicas y brindar más oportunidades de educación al paciente para aumentar la continuidad de la atención. Además, al educar a los pacientes más a menudo sobre sus condiciones y aumentar la conciencia de cómo los hábitos actúan como impacto en la salud, ellos estarán capacitados para tomar las mejores decisiones para manejar su salud. La educación del paciente también puede incluir la relación de las enfermedades infecciosas o zoonóticas en la salud oral y las implicaciones resultantes para la salud general. Otras medidas preventivas que los profesionales de la odontología pueden incorporar son la odontología verde en su práctica.
Mejorar la comunicación entre los profesionales odontólogos, pacientes y otras disciplinas de la salud será crucial para la eficacia del diagnóstico preventivo y como otra herramienta para aumentar el bienestar y la salud en general. Desarrollar conversaciones abiertas con pacientes y entender las necesidades, sus expectativas y las diferencias culturales ayudará a facilitar esto. Además, una mejor comunicación y más frecuente es muy importante para la colaboración interdisciplinaria e interprofesional en el tratamiento del paciente.
Los proveedores de atención médica necesitarán saber dónde y cuándo derivar a un paciente para buscar atención especializada, ya sea desde un nutriólogo, psicólogo u otros profesionales de la salud. Esto ayudará en la continuidad de la atención de los pacientes y aumentará aún más el bienestar al garantizar que las necesidades de todos los pacientes sean satisfechas y atendidas adecuadamente. Al incorporar estos aspectos, los profesionales de la odontología deben ayudar con el manejo de la salud general, la continuidad de la atención y mejorar la salud social, psicológica y mental. Estos aspectos están entrelazados y ayudarán a los profesionales dentales a tratar todo el individuo para mejorar el bienestar del paciente.
Universidad Regional Autónoma de los Andes,
Ibarra, Imbabura, Ecuador