INTRODUCCIÓN
La pandemia de Covid-19 ha colocado al sector de la salud en una situación sin precedentes y enfrenta desafíos inimaginables. Los trabajadores sanitarios son la columna vertebral de la lucha contra esta enfermedad y dedican innumerables horas y energías a cuidar a los pacientes y detener la propagación del virus.
Al atender a pacientes con COVID-19, los cuidadores se enfrentan, por primera vez, a la incertidumbre de diagnosticar si el paciente es positivo o no. Este escenario genera una manifestación de estrés emocional, sobrecarga de trabajo y agotamiento físico. Este agotamiento puede contribuir al deterioro del estado del paciente y, al mismo tiempo, implica cuidar de compañeros que están expuestos al riesgo de contraer una enfermedad grave o incluso fallecer(1).
Al inicio de la pandemia de COVID-19, identificada a finales de 2019 en Wuhan, China, estaba acompañada de falta de conocimiento, de protocolos inseguros, falta de equipo de protección personal, largas jornadas y trabajo por turnos que resultaron en un estrés continuo para la salud personal de los miembros del sector salud(2). En este orden de ideas, en el contexto del Covid-19, los síntomas del trastorno de estrés laboral agudo son comunes entre los trabajadores sanitarios. de primera línea que atienden a pacientes contagiadas con el virus(3).
Al respecto, “la palabra “burnout” es un término difícil de traducir, coloquialmente se describe como el simple agotamiento o estar exhausto a causa de la actitud laboral”(4). Los trabajadores sanitarios experimentan este agotamiento, además, suelen estar expuestos a duras condiciones laborales. En muchos casos, tienen que realizar tareas muy complejas, tomar decisiones críticas incluso bajo presión y realizar tareas rigurosas con los pacientes y/o sus familias(5). Los trastornos de estrés implican defensa o adaptación a demandas externas. El síndrome de burnout en los profesionales de la salud se caracteriza por factores (dolor y muerte constantes, miedo y sufrimiento, sobrecarga de actividad, ansiedad por falta de formación, así como deficiencias e incertidumbre en la relación médico-paciente)(6).
Sin duda alguna, en el contexto de la pandemia provocada por el Covid-19, la afluencia de pacientes infectados, la falta de suministros necesarios y la consiguiente sobrecarga de trabajo indican un aumento del nivel de burnout(7).
Por ello, este trabajo estresante ha provocado un rápido aumento del agotamiento entre los profesionales médicos. El síndrome de Burnout se caracteriza por el agotamiento físico, mental y emocional y la falta de realización personal. Es una respuesta al estrés crónico en el lugar de trabajo, que puede tener graves consecuencias para la salud de los trabajadores y la calidad de la atención que brindan. En la Figura 1, se pueden identificar algunos de los elementos que conforman los síntomas que se manifiestan cuando los trabajadores atraviesan esta situación.
Es crucial reconocer que los trabajadores de la salud no solo se dedican a atender a los pacientes, sino que también enfrentan desafíos personales. Por lo tanto, es imperativo abordar no solo los problemas específicos del entorno laboral, sino también considerar sus dimensiones sociales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que los trabajadores de la salud tienen una mayor propensión a sufrir(7).
Durante la pandemia, se implementaron rápidamente cambios significativos, como la incorporación acelerada de nuevos ventiladores asistidos, reconfiguración de la estructura hospitalaria, dedicación de un gran número de salas para la atención de pacientes con COVID-19, redistribución de funciones para profesionales y equipos de apoyo hospitalario, educación acelerada y a distancia, y un incremento notable en los esfuerzos médicos comunicativos a través de acciones mediáticas(8). Estas acciones fueron algunas de las respuestas urgentes que, debido a la emergencia, se llevaron a cabo con el contingente de los equipos de salud, quienes se encontraban enfrentando algo desconocido.
En cuanto a los trabajadores de la salud, han desempeñado su labor bajo una presión considerable, lo que puede tener un impacto emocional significativo. Estas personas han estado y continúan estando en la primera línea de la lucha contra el virus, lo que las hace más propensas a experimentar problemas psicológicos y emocionales, como fobias, trastorno de estrés postraumático, trastornos afectivos, agotamiento, entre otros(9). Esta respuesta se refleja en una disminución de la función cognitiva, una baja satisfacción personal en el trabajo, y una actitud negativa hacia aquellos con quienes trabajan, principalmente clientes y usuarios, así como hacia su rol profesional(10).
A partir de lo detallado, se formula como objetivo general de la investigación la descripción del Síndrome de Burnout en los trabajadores de la salud como consecuencia del COVID-19.
MÉTODO
El método empleado en esta investigación se fundamenta en la perspectiva cuantitativa recurriendo a la tipología documental-bibliográfica que permite establecer el análisis del objeto de investigación y tiene como objetivo describir el tema tratado.(11) El material al cual se accedió corresponde a tesis de grado, investigaciones científicas y trabajos arbitrados, descubriendo características y relaciones entre los elementos, que conforman el problema abordado.(12)
RESULTADOS
El sector de la salud ha sido uno de los más afectados por la pandemia, enfrentando enormes necesidades médicas y una presión constante para salvar vidas. Esto conduce a una sobrecarga de trabajo, falta de recursos adecuados y largas jornadas laborales, lo que contribuye en gran medida a la aparición del síndrome de Burnout.
En este orden de ideas, el Burnout se define como un “síndrome psicológico caracterizado por agotamiento emocional, despersonalización y reducción de la realización personal que puede ocurrir entre individuos quienes trabajan con otras personas en alguna función”(13). En varios estudios realizados se llega a la conclusión de como se ha afectado a los trabajadores de la salud, durante la pandemia, así tenemos que, en Japón, se reportaron niveles de burnout severo en el 31.4% de la muestra(14). Igualmente, en Italia, un estudio dirigido a la búsqueda de sintomatología de burnout entre trabajadores sanitarios durante la pandemia, descubrió que 1 de cada 3 trabajadores cursaba con síndrome asociada al agotamiento emocional(15).
Por consiguiente, uno de los factores protectores frente al impacto emocional del COVID-19 es mantener el bienestar familiar. Así, las enfermeras cuyos familiares y/o amigos den positivo en la prueba de COVID-19, tendrán más síntomas cardiovasculares y neurosensoriales somáticos(16).
DISCUSIÓN
La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto significativo en los trabajadores sanitarios en todo el mundo. Estos profesionales de la salud se han enfrentado a una carga de trabajo angustiosa, condiciones de trabajo estresantes y un riesgo constante de exposición a contraer el virus. Como consecuencia, muchos trabajadores sanitarios han experimentado altos niveles de estrés y agotamiento, lo que ha llevado al desarrollo del síndrome de Burnout.
El síndrome de Burnout es un trastorno psicológico que se caracteriza por el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución de la realización personal. Los profesionales de la salud, incluidos los trabajadores sanitarios, son especialmente vulnerables a este síndrome debido a las demandas físicas y emocionales asociadas con su trabajo. Durante la pandemia de Covid-19, estos factores han sido exacerbados, lo que ha llevado a un aumento en los casos de Burnout entre los trabajadores sanitarios.
En este sentido, para prevenir el síndrome, se recomiendan estrategias para modificar los déficits del síndrome y llevar una vida equilibrada, como el trabajo, la autorrelación, el descanso adecuado, la actividad física, la renovación constante y el fortalecimiento de las habilidades sociales para evitar las consecuencias del síndrome(17).
CONCLUSIONES
El síndrome de Burnout es un desafío significativo para los trabajadores sanitarios durante la pandemia de Covid-19. Es fundamental que se tomen medidas para prevenir y abordar este síndrome, garantizando así la salud y el bienestar de estos profesionales que están en la primera línea de atención médica y han contribuido a la lucha de esta pandemia.