INTRODUCCIÓN

En el ámbito educativo contemporáneo, la enseñanza de las ciencias sociales ha evolucionado hacia un enfoque más interactivo y colaborativo, reconociendo la importancia de estrategias pedagógicas que fomenten el desarrollo integral de los estudiantes. En este contexto, el trabajo en equipo se ha erigido como una herramienta fundamental para potenciar el aprendizaje en las ciencias sociales. Este enfoque pedagógico no solo busca transmitir conocimientos académicos, sino también cultivar habilidades interpersonales, cognitivas y prácticas que preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más complejo y globalizado (^{Aldana Zavala et al., 2021}; ^{Comas Rodriguez et al., 2021}).

El trabajo en equipo es una estrategia de aprendizaje sumamente efectiva en las ciencias sociales, ya que permite a los estudiantes desarrollar una serie de habilidades clave mientras exploran y comprenden conceptos complejos. Para ^{Huamaní y Gallegos (2021}) “el trabajo en equipo es concebido como una estrategia de aprendizaje que permite la actualización continua de los diferentes contenidos procedimentales, actitudinales y conceptuales de los docentes” (p. 1690). Por su parte, ^{Ruiz et al. (2022}) proponen el trabajo en equipo como una estrategia para mejorar el aprendizaje de los estudiantes en función de aplicar sus conocimientos a situaciones reales.

Desde estas concepciones, se asume que el trabajo en equipo supone una estrategia significativa para el alcance de nuevos conocimientos en diversas áreas de forma colaborativa. Por ejemplo, ^{Revelo et al. (2018}) alegan que “la incorporación del trabajo colaborativo en cursos de programación ha sido identificada como una estrategia potencial que podría maximizar la participación de los estudiantes y tener un impacto positivo en el aprendizaje” (p. 116). Aunado a ello, ^{Iborra y Dasí (2012}) corroboraron en una investigación realizada con 327 estudiantes que el trabajo en equipo favorece la integración en un alto nivel.

Bajo esta visión, al trabajar en equipo, los estudiantes aprenden a colaborar entre sí, compartiendo ideas, debatiendo puntos de vista y llegando a consensos. Esto refleja el proceso real de trabajo en el campo de las ciencias sociales, donde la colaboración es fundamental, ya que, de esa forma se promueve la diversidad de perspectivas, donde se valoran los diferentes antecedentes, experiencias y puntos de vista de cada estudiante por medio del feedback. Para ^{Abad et al. (2023}) “la retroalimentación formativa debe reflejarse como una estrategia cotidiana en la acción educativa” (p. 2), puesto que a través de ella se da lugar a un compartir de saberes que promueve un aprendizaje cooperativo. En este particular, ^{Barragán et al. (2010}) exponen que “el aprendizaje colaborativo posibilita el desarrollo de saberes teóricos, prácticos y formativos” (p. 2).

Esto enriquece las discusiones y permite que los estudiantes consideren una variedad de perspectivas sobre un tema determinado, lo que refleja la complejidad de los problemas sociales en el mundo real. Es por ello, que las escuelas deben mantener una conjunción con las comunidades porque a partir de allí emergen situaciones que requieren de soluciones inmediatas y qué mejor que resolverlas en equipo. A este respecto, ^{Atencio et al. (2011}) precisan que lo primordial para alcanzar el éxito lo constituye la conexión entre la colectividad y las instituciones educativas.

^{Matos et al. (2018}) manifiestan que “…los actores comunitarios (escuela-comunidad) deben valerse de herramientas y métodos de trabajos que los lleve a integrarse y participar activamente en cada una de las actividades que planifiquen en colectivo” (p. 239) Esta alternativa puede conducir a una comunicación efectiva con los demás, por cuanto los individuos tienen la oportunidad de practicar habilidades de escucha activa, expresión clara de ideas y argumentación persuasiva, habilidades consideradas fundamentales en las ciencias sociales y en la vida profesional.

A nivel de los estudios de secundaria, se deben emplear estrategias de trabajo en equipo como una estrategia propicia para el campo de las ciencias sociales. ^{Claros et al. (2023}) expresan que “a nivel mundial se resalta el interés acerca del estudio de las habilidades sociales, principalmente en entidades educativas o demás entes, que tienen a su responsabilidad adolescentes en desarrollo de formación” (p. 1491). Por ello, se ofrezcan o no las ciencias sociales como materia a nivel de bachillerato, el foco central debe centrarse en desarrollar en los estudiantes destrezas sociales que desde jóvenes los prepare para el futuro. En este contexto, según ^{Delgado et al. (2017}) “el principal reto de los docentes radica en impulsar la capacidad para que los estudiantes tomen la iniciativa y lideren el trabajo en equipo, ya que es una competencia que posteriormente se reclamará en el contexto profesional” (p. 86).

El trabajo en equipo supone el fomento del pensamiento crítico por medio de la investigación, lo cual se evidencia al momento de discutir ideas y resolver problemas en conjunto; allí los estudiantes se ven desafiados a pensar de forma argumentativa, a cuestionar suposiciones y a evaluar situaciones de la vida real. En esta línea, ^{Sánchez et al. (2021}) alegan que “los grupos de investigación son los encargados de promover el conocimiento científico, estudiar diversos fenómenos, y, sobre todo, ser partícipes en la solución de las problemáticas de las empresas y de la sociedad” (p. 158). Esto les ayuda a desarrollar su capacidad para analizar y comprender la complejidad de los fenómenos sociales. Según el estudio de ^{Estrada (2012}) mediante la ejecución de proyectos y del trabajo en equipo, los aprendices logran el desarrollo de una labor cooperativa, de actitudes armónicas para la interacción social y de óptimas interrelaciones afectuosas.

En el trabajo en equipo, los estudiantes enfrentan obstáculos y desafíos que requieren soluciones creativas y colaborativas. De acuerdo con ^{Espinoza (2022}), “las estrategias colaborativas deben cumplir con las siguientes normas: equipos formados por pocos alumnos y con un cierto grado de heterogeneidad, éxito individual vinculado al éxito del grupo, buena organización y responsabilidad compartida” (p. 101). De este modo, los estudiantes aprenden a negociar diferencias, gestionar conflictos y encontrar soluciones efectivas, habilidades visualizadas como esenciales para abordar problemas sociales en la vida real.

Cabe, además, destacar el aporte de ^{Pirela y Sánchez (2009}) quienes declaran que “…en las instituciones educativas existe una cultura fuerte y tradicional lo cual la hace poco proclive a los cambios y adaptarse con rapidez a los cambios sociales y económicos” (p. 185). Es allí donde el trabajo en equipo cobra importancia, ya que tanto los estudiantes como los docentes y la comunidad se unen para superar todo tipo de pensamiento tradicionalista, en función de ajustarse a los procesos sociales del quehacer diario. En atención a ^{Pérez et al. (2009}) “los equipos pueden aprender y cuando lo hacen, no sólo generan resultados extraordinarios, sino que sus integrantes crecen con mayor rapidez” (p. 94).

En este marco, el trabajo en equipo involucra a los estudiantes de manera activa en el proceso de aprendizaje, permitiéndoles aplicar conceptos teóricos a situaciones prácticas y trabajar juntos para encontrar soluciones. Esta visión aumenta la retención de conocimientos y la comprensión profunda de los temas estudiados.

Concisamente, el trabajo en equipo es una estrategia pedagógica efectiva en las ciencias sociales, ya que no solo facilita el aprendizaje de conceptos académicos, sino que también desarrolla habilidades interpersonales, cognitivas y prácticas que son esenciales para el éxito, tanto en el ámbito académico, como en el profesional.

Por lo antes expuesto, el propósito de este estudio radica en evaluar el trabajo en equipo como una estrategia de aprendizaje en el ámbito de las ciencias sociales. La intención es explorar la pertinencia y los beneficios asociados al empleo del trabajo en equipo como estrategia de aprendizaje en este contexto específico. Para ello, se analizan detalladamente los fundamentos teóricos que respaldan esta práctica, así como también las evidencias prácticas que respaldan su eficacia en el desenvolvimiento escolar y personal de los estudiantes.

Asimismo, se analizan las diferentes dimensiones del trabajo en equipo, destacando su capacidad para fomentar la colaboración, promover la diversidad de perspectivas, desarrollar habilidades de comunicación, estimular el pensamiento crítico, mejorar las habilidades de resolución de problemas y fomentar el aprendizaje activo.

A lo largo de este documento, se examinan diversos enfoques metodológicos y estrategias de implementación del trabajo en equipo en el contexto de las ciencias sociales, teniendo en cuenta las características particulares de esta disciplina y las necesidades específicas de los estudiantes. Se analizan experiencias prácticas pedagógicas y sus mejoras, ilustrando la aplicación exitosa del trabajo en equipo en entornos educativos formales e informales.

Finalmente, se discuten los resultados asociados con la implementación efectiva del trabajo en equipo en la enseñanza de las ciencias sociales, así como también se ofrecen recomendaciones para optimizar su aplicación e incrementar sus beneficios.

En términos generales, este trabajo pretende ofrecer una visión integral del papel del trabajo en equipo como estrategia de aprendizaje en las ciencias sociales, destacando su importancia en la formación integral de los estudiantes y su contribución al desarrollo de habilidades clave para el éxito académico y profesional.

MÉTODO

La metodología del trabajo en equipo como estrategia de aprendizaje en las ciencias sociales, se fundamentó en el enfoque cuantitativo con un diseño de tipo descriptivo. La muestra estuvo integrada por 40 estudiantes de secundaria de diversas escuelas del país. Como técnica, se empleó la encuesta y como instrumento, el cuestionario.

Cabe acotar que la muestra fue seleccionada en base a los siguientes criterios: estudiantes cursantes del nivel de secundaria, con disposición a trabajar en equipo y con disposición a participar en la investigación como una actividad extracurricular. En cuanto a los procedimientos, se llevaron a cabo los pasos expuestos a continuación:

RESULTADOS

La figura 1 constituye una sinopsis de los resultados obtenidos en el presente estudio, donde se ilustran los principales aspectos analizados y emergidos a lo largo del desarrollo del trabajo en equipo con estudiantes del nivel de secundaria.

Tal como se visualiza en la figura 1, durante el estudio se evaluaron aspectos como: las habilidades desarrolladas a través del trabajo en equipo (comunicación, trabajo colaborativo, pensamiento crítico y resolución de problemas); la percepción de la efectividad del trabajo en equipo en el aprendizaje (mejora en el entendimiento del tema, fomento de la participación activa, incremento en la motivación y promoción del respeto mutuo); la evaluación del proceso de trabajo en equipo (organización de las tareas, comunicación interna del equipo, resolución de conflictos y distribución equitativa de tareas) y, finalmente, las preferencias sobre el trabajo individual vs. el trabajo en equipo (trabajo individual, trabajo en equipo y depende del tipo de tarea). Todos ellos son explicados detalladamente en las tablas 1, 2, 3 y 4.

Los autores

Figura 1 Sinopsis de los resultados del estudio. 

La tabla 1 muestra las calificaciones medias de diferentes habilidades desarrolladas a través del trabajo en equipo, evaluadas en una escala del 1 al 5 por los participantes. Se observa que todas las habilidades evaluadas tienen una puntuación alta, con medias superiores a 4, lo que indica una percepción positiva de los participantes sobre el impacto del trabajo en equipo en el desarrollo de estas habilidades. La desviación estándar relativamente baja sugiere que hay una coherencia en las respuestas de los participantes en cuanto a la importancia de estas habilidades en el contexto del trabajo en equipo en las ciencias sociales.

La tabla 2 presenta el porcentaje de acuerdo de los participantes en cuanto a la efectividad del trabajo en equipo en diferentes aspectos del aprendizaje en las ciencias sociales. Se observa que la mayoría de los participantes están de acuerdo en que el trabajo en equipo mejora su entendimiento del tema (82%), fomenta la participación activa (75%), promueve el respeto mutuo (87%) y, en menor medida, incrementa la motivación (68%). Estos resultados sugieren que el trabajo en equipo es percibido como una estrategia efectiva para mejorar varios aspectos del aprendizaje en las ciencias sociales, especialmente, en términos de comprensión del contenido y participación activa en el proceso educativo.

La tabla 3 muestra la evaluación del proceso de trabajo en equipo en varios aspectos prácticos, como la organización de las tareas, la comunicación interna del equipo, la resolución de conflictos y la distribución equitativa de tareas. Se observa que la comunicación interna del equipo obtiene la puntuación más alta, seguida de la organización de las tareas y la distribución equitativa de tareas. La resolución de conflictos tiene la puntuación más baja, pero sigue siendo alta en general. La desviación estándar indica que hay cierta variabilidad en las respuestas de los participantes, específicamente, en la evaluación de la resolución de conflictos, lo que sugiere que este aspecto puede ser más subjetivo y variable en comparación con otros aspectos del trabajo en equipo.

En la tabla 4, se presentan las preferencias de los participantes en cuanto al trabajo individual frente al trabajo en equipo. La mayoría de los participantes (65%) prefieren el trabajo en equipo, lo que sugiere una valoración positiva de esta estrategia de aprendizaje en las ciencias sociales. Sin embargo, un cuarto de los participantes (25%) prefiere el trabajo individual, lo que indica que hay una diversidad de preferencias entre los estudiantes. El 10% restante de los participantes indica que su preferencia depende del tipo de tarea, lo que sugiere que algunos aspectos de la tarea pueden ser más adecuados para el trabajo individual mientras que otros pueden beneficiarse más del trabajo en equipo.

DISCUSIÓN

Los datos previos ofrecen una visión detallada sobre la efectividad y percepción del trabajo en equipo como estrategia de aprendizaje en el contexto de las ciencias sociales. A continuación, se presentan los hallazgos clave derivados de los resultados.

Las evidencias muestran que el trabajo en equipo fue percibido como una herramienta eficaz para el desarrollo de habilidades tanto cognitivas como sociales. La alta valoración de habilidades como la comunicación, el trabajo colaborativo y el pensamiento crítico constituye la certeza de su aporte significativo para la comprensión de los contenidos, promoviendo el desarrollo de las competencias transferibles relevantes para la vida personal y profesional.

Aunque en general el proceso de trabajo en equipo recibe una evaluación positiva, es importante destacar la variabilidad en la evaluación de aspectos como la resolución de conflictos. Esto indica la necesidad de brindar apoyo y capacitación adicional en habilidades de manejo de conflictos para garantizar un funcionamiento efectivo de los equipos.

A pesar de las preferencias hacia el trabajo en equipo, una parte de los participantes aún prefiere el trabajo individual. Esta diversidad de preferencias resalta la importancia de ofrecer una variedad de modalidades de aprendizaje que puedan adaptarse a las necesidades individuales de los estudiantes, así como también la relevancia de enseñar habilidades para trabajar tanto de forma independiente como colaborativa.

Los resultados sugieren que el trabajo en equipo puede ser una estrategia valiosa para promover el aprendizaje activo y el compromiso de los estudiantes en las ciencias sociales. Sin embargo, es fundamental que los educadores consideren cuidadosamente el diseño de las actividades en equipo, asegurándose de establecer objetivos claros, proporcionar estructuras de apoyo adecuadas y fomentar una cultura de colaboración y respeto mutuo en el aula.

En general, se subraya la importancia del trabajo en equipo como una estrategia efectiva de aprendizaje en las ciencias sociales, destacando sus beneficios en el desarrollo de habilidades (cognitivas, actitudinales y afectivas) y en la promoción de un compromiso activo de los estudiantes. Al mismo tiempo, resalta la necesidad de abordar desafíos específicos relacionados con el proceso del trabajo en equipo y de la adaptación de prácticas pedagógicas para satisfacer las diversas preferencias y necesidades de los estudiantes.

En concordancia con los resultados, es menester destacar que el trabajo en equipo fomentó la participación equitativa y la valoración de la diversidad de perspectivas, experiencias y conocimientos entre los estudiantes. Esto es especialmente relevante en las ciencias sociales, donde la comprensión de las complejidades de la sociedad requiere considerar una variedad de puntos de vista. Los equipos heterogéneos abrieron espacios para el aprendizaje intercultural y la apreciación de la diversidad, por ende, los estudiantes colaboraron de manera efectiva dentro de entornos multiculturales y globalizados.

Esta experiencia investigativa permitió concebir que, mediante el trabajo en equipo en las ciencias sociales, se simularon situaciones del mundo real, donde los estudiantes tuvieron la oportunidad de resolver problemas complejos y requirieron de soluciones colaborativas. De este modo, los estudiantes aplicaron las habilidades y conocimientos adquiridos en el aula, en contextos fuera de la escuela, preparándolos así para enfrentar desafíos sociales y laborales del mundo real. Esta transferencia de habilidades aumentó la relevancia y el significado del aprendizaje para los estudiantes, motivándolos a comprometerse más profundamente con el material y el proceso educativo.

A pesar de sus numerosos beneficios, el trabajo en equipo también presentó desafíos y limitaciones. Por ejemplo, en ocasiones hubo diferencias en el nivel de participación entre los miembros del equipo, lo que pudo haber afectado la equidad y la eficacia del trabajo colaborativo. Además, hubo reveses en la gestión del tiempo y la coordinación de horarios, debido a que los estudiantes debían concordar en horarios para las prácticas extracurriculares. Sin embargo, se pudo llevar a cabo el estudio en tiempo prolongado. Es importante abordar estos desafíos mediante estrategias de apoyo, como la asignación clara de horarios, previa a la ejecución del estudio, la retroalimentación regular y la capacitación en habilidades de trabajo en equipo.

Este estudio conduce a la elaboración de otras investigaciones en temas como: la influencia del tamaño del grupo en la efectividad del trabajo en equipo, la comparación de diferentes enfoques pedagógicos para la enseñanza del trabajo en equipo, o la evaluación del impacto a largo plazo del trabajo en equipo en el desarrollo académico y profesional de los estudiantes. Estas investigaciones pueden contribuir a mejorar la comprensión y la práctica del trabajo en equipo en el ámbito educativo.

CONCLUSIONES

El estudio sobre el trabajo en equipo como estrategia de aprendizaje en las ciencias sociales arroja una serie de conclusiones significativas que pueden informar tanto la práctica educativa como la investigación futura. A continuación, se presentan las conclusiones más destacadas:

Los resultados indicaron que el trabajo en equipo constituyó una estrategia efectiva para promover el aprendizaje en las ciencias sociales. Los estudiantes valoraron positivamente esta modalidad de trabajo y percibieron mejoras en sus habilidades comunicativas, de trabajo colaborativo, pensamiento crítico y resolución de problemas.

El trabajo en equipo ofreció un escenario óptimo para el desarrollo integral de las habilidades cognitivas, actitudinales y afectivas, incluyendo competencias sociales y cooperativas. Los estudiantes tuvieron la oportunidad de practicar habilidades importantes para su futuro académico y profesional, como la comunicación efectiva, la colaboración interdisciplinaria y el manejo de conflictos.

El trabajo en equipo fomentó la diversidad de perspectivas y la participación equitativa de los estudiantes. Los equipos heterogéneos permitieron la inclusión de diferentes puntos de vista y experiencias, enriqueciendo así las discusiones y promoviendo un entendimiento más completo de los temas abordados en las ciencias sociales.

Aunque el trabajo en equipo fue valorado positivamente en general, es importante reconocer que las preferencias y necesidades de los estudiantes variaron. Por lo tanto, los educadores deben ser flexibles y estar dispuestos a adaptar las actividades de trabajo en equipo según las circunstancias específicas del grupo y las preferencias individuales de los estudiantes.

A pesar de sus numerosos beneficios, el trabajo en equipo también enfrentó ciertos retos, como el manejo adecuado de conflictos y la coordinación de tareas. Es fundamental abordar estos desafíos mediante la implementación de estrategias de apoyo y capacitación en habilidades de trabajo en equipo. Además, se detectaron oportunidades de mejora, como la exploración de enfoques pedagógicos innovadores y la integración de la tecnología para facilitar la colaboración entre los estudiantes.

Desde una visión general, el estudio prepondera la importancia del trabajo en equipo como una estrategia valiosa para promover el aprendizaje en las ciencias sociales. Al proporcionar un ambiente dinamizador para el desarrollo de habilidades grupales, la promoción de la diversidad, la participación equitativa, y la preparación para el éxito en el mundo académico y profesional, el trabajo en equipo emerge como una herramienta poderosa para potenciar el aprendizaje significativo y transformador en las ciencias sociales.