Introducción

Como parte del proceso de admisión adelantado y regular de las escuelas militares del Ejército, de la Marina de Guerra y de la Fuerza Aérea del Perú, los candidatos se someten a exámenes que evalúan su aptitud académica, su aptitud física, el desarrollo psicológico, su aptitud médica y las competencias éticas y morales que poseen para cumplir con eficacia sus deberes y responsabilidades en el ámbito militar.

Actualmente, el examen de aptitud física involucra pruebas de rendimiento físico selectivas y continuas para garantizar la disposición y las capacidades del organismo que les permita cumplir con las exigencias del entrenamiento militar. En este estudio analizamos el proceso de administración de las pruebas de esfuerzo físico y su carácter de eliminatorios de los exámenes de aptitud física de los aspirantes a la Escuela Militar de Chorrillos “Coronel Francisco Bolognesi” del 2020 al 2023.

Se realizó un estudio retrospectivo en el que se recolectaron y analizaron datos de postulantes de 16 a 21 años, tanto hombres como mujeres, provenientes de diversas regiones del país, y se analizó los resultados de los exámenes de aptitud física, en la cual, si el postulante no alcanza la marca mínima en cualquiera de las pruebas, es eliminado. Además, se identificaron pruebas de esfuerzo físico, como las pruebas de flexión de brazos y carrera de 1500 metros planos, que conllevan a un número considerable de postulantes eliminados. Por lo que esta investigación es una propuesta para descartar el carácter eliminatorio de dichas pruebas, a fin de evitar que postulantes con competencias académicas y psicológicas idóneas para desempeñarse en la carrera militar, sean excluidos como estudiantes de una escuela militar.

Materiales y métodos

Se realizó un estudio con enfoque cuantitativo con el propósito de evaluar el proceso de admisión en el aspecto de aptitud física, que tiene como objetivo, que el postulante demuestre poseer las capacidades físicas que le permitan afrontar las demandas físicas en la vida militar.

Las fuentes utilizadas para efectos del estudio, estuvieron constituidas por los registros sobre las pruebas de rendimiento físico que se administraron a los postulantes desde el 2020 al 2023; con la finalidad de proporcionar una visión integral de la población bajo investigación y garantizar que todos los postulantes estuviesen incluidos en el estudio; la muestra utilizada tuvo carácter censal, vale decir, equivalió al total de la población de postulantes a la escuela militar; utilizándose como criterios de inclusión el análisis de los resultados obtenidos por los postulantes de ambos géneros (79% masculinos y 21% femeninos), con edades comprendidas entre los 16 y 23 años, siendo la edad promedio de 19,5 años.

Para la administración de las pruebas de esfuerzo físico se utilizó como referencia el Reglamento de las Escuelas e Institutos de Formación Profesional de las Fuerzas Armadas que regula los parámetros de rendimiento físico para los postulantes y fueron aplicadas por profesores de educación física vinculados al departamento de entrenamiento físico militar de la Escuela Militar de Chorrillos, teniendo como puntos de partida el test de resistencia fuerza (flexiones en la barra), el test modificado de Biering-Sorensen (cantidad de abdominales en un minuto) para determinar la resistencia muscular, y el test de Wells y Dillon para identificar los grados de flexibilidad.

Con el análisis de los resultados surgieron las siguientes categorías, las cuales se tuvieron en cuenta en la discusión:

Resultados

En la exposición de los resultados, se detallan las evaluaciones del rendimiento físico correspondientes a los años 2020, 2021, 2022 y 2023, y el análisis integral de estos datos proporciona información relevante sobre las pruebas de esfuerzo físico que tienen mayor impacto en el porcentaje de postulantes eliminados.

Discusión

La aptitud física engloba las características anatómicas y fisiológicas que las personas cultivan para llevar a cabo eficientemente una actividad física. La ejecución planificada de estas actividades contribuye a optimizar el sistema neuromuscular, aumentar la tensión muscular y, en última instancia, mejorar el tiempo de reacción, e incrementar la potencia individual. Estas condiciones son exigibles a los integrantes de una fuerza armada durante toda su carrera militar y mientras prestan servicio activo, como lo señala ^{Castañeda y Calaffa (2015)}:

Un militar con una condición física óptima realiza eficientemente actividades propias de su trabajo, como desplazamientos y movimientos que involucran cargas de trabajo aeróbico, de fuerza y flexibilidad, marchas con equipo, levantamiento de armamento variado durante períodos prolongados y desplazamientos por terrenos diversos (p. 137).

Blaques (como se citó en ^{Martínez, 2002}), argumenta que “el término condición física es genérico, reúne las capacidades que tiene el organismo para ser apto o no apto en una tarea determinada” (p. 26). De igual forma, Morehouse y Miller (como se citó en Martínez, 2002), plantean que “la aptitud implica una relación entre la tarea a realizar y la capacidad para ejecutarla” (p. 26).

Existen estudios que investigan la relación entre la aptitud física y rendimiento académico, tratando de descubrir el vínculo que existe entre el ejercicio físico y las funciones cognitivas expresadas como rendimiento académico. Algunos autores como los citados por Maureira (2018), señalan que no existen efectos o relación entre el ejercicio físico y el rendimiento académico; conforme se reseña en la Tabla 14.

Los resultados obtenidos en los referidos estudios sobre la relación entre el ejercicio físico y el rendimiento académico respaldan la propuesta de este estudio, que sugiere la necesidad de evitar la eliminación en las pruebas de aptitud física en los procesos de admisión de la escuela militar. Esto se realizaría convenientemente con el objetivo de disminuir el número de postulantes eliminados y que poseen habilidades académicas y psicológicas relevantes, para la formación integral propuesto en el plan de estudios, como lo constituyen los postulantes provenientes de colegios de alto rendimiento, del primer tercio de sus instituciones educativas, de bachillerato internacional y de los colegios militares.

En la Escuela Militar de Chorrillos, al inicio de la carrera militar de los cadetes, se conduce un programa de nivelación inicial en el aspecto académico. Bajo el mismo criterio se podría realizar un programa de acondicionamiento físico sobre todo para los ingresantes que no alcanzaron la marca minina en las pruebas de esfuerzo físico en su postulación y que les permitiría alcanzar las condiciones físicas necesarias para desempeñarse como militares graduados.

Al respecto, ^{Castro y Melo (2020)}, nos indican que “el entrenamiento de alto rendimiento requiere de una disciplina rigurosa en cuanto a la dedicación en tiempo y al cumplimiento de factores endógenos (constitución corporal, edad…) y exógenos (nutrición, condiciones ambientales…) que influyen definidamente en la obtención de resultados” (p. 6).

Asimismo, Ardoy et al., (2014) y Donnelly et al., (2017) (como se cita en Chacón et al., 2019), señalan que:

Junto con el efecto de la actividad física en el rendimiento escolar, también implican los parámetros indicadores del estado de salud. En este sentido, pudieron observar que independientemente de los cambios dados en el rendimiento cognitivo o académico, en la mayoría de estudios se mejoraron diversos componentes de la condición física, obteniendo mejores niveles de fitness cardiorrespiratorio, de cintura y percentiles de masa corporal a través de un programa sostenido en el tiempo de actividad física (p. 2).

Esto resalta la relación entre la actividad y la condición física, mostrando que la práctica de actividad física puede tener un impacto positivo en múltiples aspectos de la salud. Estos conceptos se alinean con la definición de rendimiento físico, que se refiere a la capacidad de una persona para desempeñar actividades físicas de manera eficiente, y está determinada por una combinación de habilidades físicas y otros factores como la nutrición, condiciones ambientales.

Además, la evaluación del rendimiento físico es importante para medir el grado de manifestación individual de las facultades motrices condicionales, todas ellas contempladas en el plan de entrenamiento físico militar -insistimos- en la estructura curricular de la escuela militar.

Por otro lado, la escuela militar ha observado una disminución en la demanda de postulantes, lo que ha llevado a la implementación de una nueva modalidad adicional de admisión llamada "postulación adelantada". Esta modalidad se lleva a cabo entre los meses de octubre y noviembre y está dirigida a estudiantes que cursan el último año de estudios y se encuentran ubicados en el tercio superior en rendimiento académico de su institución educativa, estudiantes de colegios militares, así como a estudiantes provenientes de escuelas de alto rendimiento o instituciones educativas que conducen bachillerato y que, debido a su alto rendimiento académico, están exonerados de los exámenes de aptitud académica.

Sin embargo, tanto en la modalidad de postulación adelantada como en la de admisión general, muchos postulantes son eliminados al no alcanzar el puntaje mínimo establecido para cada prueba de rendimiento físico. Esta situación contradice el propósito de captar postulantes con mayor rendimiento académico para formar a sus futuros oficiales. Además, es importante considerar que los postulantes no reciben la adecuada preparación física en sus hogares debido a:

Asimismo, la pandemia tuvo efectos negativos sobre la realización de actividad física, puesto que, los niveles motivacionales de aquellos que practicaban actividad física con frecuencia decayeron (^{Cartes Alarcón}, p. 128). Esta serie de factores señalados supra, afecta negativamente el desempeño de los postulantes en las pruebas de esfuerzo físico, lo que va en contra del enfoque integral promovido por el plan de estudios de la escuela para la formación de sus futuros oficiales.

Por ello, es importante destacar, a modo de una síntesis anticipada, que el nivel no suficiente de la aptitud física que pudiesen tener algunos de los ingresantes, puede ser desarrollada y mejorada a través del acondicionamiento físico militar, al que son sometidos los cadetes como parte de la malla curricular del plan de carrera militar, lo que les permitiría mejorar su aptitud física en el proceso de los cinco años de su formación.

Al respecto, Mora, 1989 (citado por ^{Delgado 2019}), define que las capacidades físicas ayudan al condicionamiento del sujeto siempre y cuando este realice por medio de entrenamientos constantes y con una buena rutina de ejercicios que faciliten su desarrollo; en este sentido, es necesario reformular el actual sistema de admisión para evitar la eliminación de postulantes con alto nivel de aptitud académica, en las pruebas sobre el esfuerzo físico. De esta manera, se admitirían aquellos postulantes que alcancen el número de vacantes en base a un cuadro de méritos que los evalúe desde una perspectiva holística, en línea con el enfoque integral promovido por el plan de estudios de la escuela para la formación de sus futuros oficiales.

Conclusiones

En el examen de aptitud física para postular a la Escuela Militar de Chorrillos “Coronel Francisco Bolognesi”, cada prueba de esfuerzo físico es de carácter eliminatorio, lo que significa que, si un postulante no alcanza la marca mínima en cualquiera de ellas, es eliminado; análogamente pruebas de esfuerzo físico como las flexiones de brazos y la carrera de 1500 metros planos constituyen motivo de un número considerable de postulantes eliminados; por lo que se propone descartar el carácter eliminatorio de estas pruebas para evitar la exclusión de postulantes con competencias académicas y psicológicas apropiadas para la carrera militar.

La implementación de la modalidad de admisión llamada "postulación anticipada" no ha sido una respuesta satisfactoria a la disminución de postulantes ya que al igual a la modalidad “regular” muchos postulantes son eliminados al no alcanzar el puntaje mínimo establecido para cada prueba de esfuerzo físico, por lo que esto contradice el propósito de captar postulantes con mayor rendimiento académico como lo constituyen los estudiantes que provienen de colegios de alto rendimiento o que se encuentren en el tercio superior entre los estudiantes de su colegio.

La falta de preparación física en los centros de estudios de la educación básica ya sea por la disminución de los cursos de educación física o por la pandemia de COVID-19, afectan negativamente el desempeño de los postulantes en las pruebas de esfuerzo físico. Es importante considerar que la aptitud física puede ser desarrollada y mejorada a través del acondicionamiento físico militar que se desarrolla en la escuela militar en los 5 años de formación, lo que les permitiría mejorar su aptitud física. Por lo tanto, es necesario reformular el actual sistema de admisión en lo concerniente a la evaluación de las pruebas de esfuerzo físico para evitar la eliminación de postulantes con competencias académicas adecuadas para la vida militar y admitir a aquellos que alcancen el número de vacantes en base a un cuadro de méritos que los evalúe desde una perspectiva holística.

Por último, en la fase de difusión de la escuela militar para la captación de postulantes, el aspecto físico no es debidamente difundido por parte de los profesionales encargados de la captación que viajan a lo largo del país para divulgar los procesos de admisión y atraer mayor cantidad de postulantes a la escuela militar. Se debe incidir en aumentar la motivación y la adherencia hacia la actividad física de los postulantes, enfatizando la necesidad de que conozcan los estándares institucionales de rendimiento físico sobre todos a los provenientes colegios de alto rendimiento, a los que se ubican en el primer tercio y a aquellos que vienen realizando bachillerato, esto con el fin de ser aceptados en la escuela militar.