Introducción
América Latina y el Caribe (ALC) se identifican como la región más desigual del mundo en términos de distribución de la riqueza y acceso a oportunidades. Esta alarmante desigualdad implica que el impacto socioeconómico del embarazo adolescente es particularmente significativo, representando una carga importante tanto para los sistemas de salud públicos como para los hogares. Esta situación, a su vez, desvía recursos sociales hacia la atención de emergencias evitables, afectando otras áreas críticas como la educación, la nutrición y el desarrollo infantil temprano. En este contexto, el embarazo adolescente se configura como un problema complejo que no solo afecta directamente a las jóvenes involucradas, sino que también refleja y perpetúa las condiciones estructurales de inequidad presentes en la región.
Las variables escolares también evidencian la urgencia de un enfoque integral frente al embarazo en la adolescencia. En algunos casos, los estigmas sociales y las normas escolares restrictivas afectan con mayor severidad a los adolescentes varones, generando rechazo institucional, bajo rendimiento académico e incluso deserción escolar. Como señalan López Reyes (2023), la respuesta educativa ante esta problemática sigue siendo limitada, pues la educación sexual no ocupa un lugar central en el diseño curricular ni en la política pública. En consecuencia, resulta indispensable considerar no solo al adolescente como sujeto complejo, sino también el papel del Estado, la familia y los fenómenos socioculturales que influyen en su desarrollo.
El embarazo en la adolescencia representa un desafío urgente para la salud pública a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 11 % de los nacimientos registrados a nivel global corresponden a madres adolescentes (González-Andrade & Saeteros-Cordero, 2020). América Latina y el Caribe ocupan el segundo lugar en tasas de fecundidad adolescente, con una media de 51.4 nacimientos por cada 1,000 mujeres entre 15 y 19 años, siendo superada solo por África subsahariana (World Health Organization, 2024). Esta situación afecta con mayor intensidad a países de ingresos bajos y medianos, donde ocurre el 95 % de los casos de maternidad adolescente (Bruno et al., 2021).
Además del impacto social y económico, el embarazo en adolescentes se asocia con una alta frecuencia de complicaciones maternas y fetales. De acuerdo con la OMS, las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre adolescentes de 15 a 19 años (Oviedo-Mendoza et al., 2024). Entre las principales causas de mortalidad materna se encuentran la hemorragia, la hipertensión arterial, la eclampsia y la sepsis. Estudios recientes señalan que el 64 % de los fallecimientos maternos ocurre en mujeres de 20 a 34 años, el 10 % en adolescentes menores de 20 años y el 26 % en mujeres mayores de 35 (Viviana et al., 2020).
Por estas razones, explorar la relación entre el embarazo adolescente y las complicaciones maternas en América Latina y el Caribe resulta esencial para dimensionar su impacto en la salud pública regional. En este marco, el presente estudio tuvo como objetivo identificar y analizar las principales complicaciones maternas asociadas al embarazo adolescente, a través de una revisión sistemática centrada en la realidad de los países latinoamericanos.
Metodología
La presente investigación se desarrolló bajo un enfoque cualitativo y descriptivo, siguiendo el método PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses), lo cual permitió garantizar rigurosidad, transparencia y sistematicidad en el proceso de revisión de la literatura científica. Este enfoque fue seleccionado por su capacidad para explorar en profundidad los hallazgos disponibles y ofrecer una visión integral sobre las complicaciones maternas vinculadas al embarazo adolescente en América Latina y el Caribe.
La revisión bibliográfica se llevó a cabo mediante búsquedas exhaustivas en bases de datos académicas reconocidas como ProQuest, Scopus y Web of Science. Para la recolección inicial de artículos, se utilizó la ecuación de búsqueda ((“Maternal complications”) AND (“teenage pregnancy”) AND (“LAC”)), lo que arrojó un total preliminar de 234 documentos. A partir de este conjunto, se procedió a aplicar filtros para refinar los resultados y obtener una muestra más específica y representativa.
Se decidió incluir únicamente publicaciones realizadas entre los años 2020 y 2024, con el fin de recoger los aportes más recientes y actualizados sobre la temática. Además, se seleccionaron solamente artículos de revistas científicas, revisados por pares y escritos en idioma español o inglés. Se priorizaron los documentos que presentaran acceso completo, ya sea en línea o mediante plataformas académicas de gestión, como Mendeley, y que contuvieran los términos clave en el título, resumen o palabras clave.
En contraposición, se excluyeron aquellos artículos que, pese a aparecer en la búsqueda, no presentaban una relación directa con el tema de estudio o se referían a contextos geográficos ajenos a América Latina y el Caribe. También fueron descartados los artículos duplicados, así como aquellos que presentaban resultados preliminares sin conclusiones claras o carecían de fundamentación teórica y metodológica suficiente.
Finalmente, tras aplicar los criterios de selección y depuración descritos, se conformó una muestra final de 15 artículos científicos, que fueron objeto de análisis bibliométrico y metaanálisis cualitativo. Este proceso permitió identificar las temáticas más recurrentes, las tendencias emergentes y las perspectivas predominantes entre los autores en relación con las complicaciones maternas asociadas al embarazo adolescente en la región.
Resultados y discusión
La Figura 2 muestra la evolución en la cantidad de artículos científicos relacionados con el embarazo adolescente y las complicaciones maternas en América Latina y el Caribe durante el período 2020-2024. Se observa que la mayoría de los estudios incluidos en la revisión sistemática se concentran en los años más recientes, particularmente en 2024. Esta tendencia ascendente refleja un creciente interés por parte de la comunidad científica en abordar esta problemática, lo cual sugiere una mayor conciencia y priorización del tema en el ámbito académico de la región.

Figura 2 Distribución anual de artículos científicos incluidos en la revisión sistemática (2020-2024)
En la figura 3, se presenta un análisis de la distribución geográfica de los estudios incluidos. Se destacan Ecuador y México como los países con mayor representación en las investigaciones, seguidos por Brasil y Perú. Esta distribución evidencia que, si bien existe una concentración en ciertos contextos nacionales, la diversidad de países representados permite una comprensión más amplia y contextualizada del embarazo adolescente en la región latinoamericana y caribeña.

Figura 3 Distribución geográfica de artículos incluidos en la revisión sistemática sobre embarazo adolescente y complicaciones maternas en América Latina y el Caribe (2020-2024)
La Tabla 1 ofrece una síntesis detallada de los estudios incluidos en la revisión sistemática sobre el embarazo adolescente y las complicaciones maternas en América Latina y el Caribe durante el periodo 2020-2024. Esta tabla presenta una recopilación de los autores, junto con sus conclusiones generales, proporcionando una visión panorámica de los hallazgos y temáticas recurrentes abordadas en los estudios seleccionados. La información contenida en la Tabla 1 destaca los diferentes enfoques y resultados obtenidos por los investigadores, contribuyendo al entendimiento profundo de las implicaciones del embarazo adolescente en la región.
Tabla 1 Síntesis de estudios sobre embarazo adolescente y complicaciones maternas en la ALC (2020-2024)
| N° | Autor | Conclusión General |
|---|---|---|
| 1 | (Harrison et al., 2024) | Este estudio ha identificado que las madres adolescentes más jóvenes (<16 años) enfrentan riesgos únicos, como partos prematuros y síntomas depresivos elevados. Sin embargo, también destaca la importancia del apoyo social, especialmente la convivencia con los padres, para un mejor cuidado prenatal y bienestar psicológico. Además de los problemas médicos, el estudio resalta desafíos psicológicos como la depresión y la morbilidad neonatal, y subraya la necesidad urgente de recursos psicológicos para estas adolescentes. |
| 2 | (González-Rodríguez et al., 2024) | Los efectos de los embarazos en adolescentes tempranas sobre la salud materna incluyen complicaciones como preeclampsia, anemia y deficiencias nutricionales debido a diagnósticos tardíos, parto prematuro y un mayor riesgo de mortalidad materna. El 58,1% de los partos son por cesárea, lo que aumenta los riesgos asociados con el embarazo temprano. La ilegalidad del aborto en cualquier circunstancia, junto con el estigma, la discriminación y la falta de conocimiento sobre sus derechos, hace que muchas niñas recurran a prácticas de aborto inseguras |
| 3 | (Sámano et al., 2024) | La muestra mexicana presentó una mayor frecuencia de sobrepeso y obesidad en las categorías de índice de masa corporal (IMC) pregestacional, aunque esto no se asoció con el parto por cesárea. Sin embargo, podría estar vinculado con un bajo número de visitas de atención prenatal, como se ha señalado en estudios previos. Esto podría explicarse por la falta de seguimiento adecuado e información insuficiente para identificar complicaciones durante el embarazo. En adolescentes menores de 15 años, el feto puede estar en una posición desfavorable y la pelvis materna puede no estar completamente desarrollada, lo que dificulta el parto vaginal. Las adolescentes mexicanas, debido a su menor edad y menor número de visitas de APN, podrían tener una pelvis más estrecha que las mujeres colombianas mayores. |
| 4 | (Armijos et al., 2024) | El embarazo en adolescentes representa un desafío significativo para la salud pública, ya que incrementa la probabilidad de desarrollar diversas complicaciones maternas. Entre las más habituales se encuentran los trastornos hipertensivos, considerados la principal afección en este grupo etario. A estas se suman otras condiciones como infecciones urinarias, anemia, abortos espontáneos, ruptura prematura de membranas y hemorragias, tanto en el periodo prenatal como posparto. Este conjunto de complicaciones eleva de manera considerable el riesgo de morbilidad y mortalidad tanto para la madre como para el recién nacido. |
| 5 | (Oviedo-Mendoza et al., 2024) | Los resultados del estudio muestran que las adolescentes embarazadas de 19 años o menos en Latinoamérica presentan un riesgo de eclampsia, aunque estos hallazgos deben ser interpretados con precaución. En cambio, no se observó un riesgo significativo de preeclampsia ni de hemorragia puerperal en este grupo de adolescentes. Es fundamental que los sistemas de salud en América Latina y el Caribe mejoren sus capacidades para detectar y manejar adecuadamente las complicaciones obstétricas en adolescentes, además de fomentar la educación sexual y reproductiva para disminuir la tasa de embarazos adolescentes no planificados. |
| 6 | (Suárez-López et al., 2022) | Las madres adolescentes y sus recién nacidos corren un mayor riesgo de sufrir consecuencias adversas graves durante el parto y en la primera semana de posparto en comparación con las parejas de madres jóvenes, especialmente las adolescentes. Centrarse en la pareja en su conjunto puede facilitar un paso hacia una atención integrada que maximice los beneficios para la salud tanto de la madre como del recién nacido. Es necesario seguir trabajando para mejorar las iniciativas de atención de la salud y prevención dirigidas a las mujeres adolescentes y sus recién nacidos en América Latina. |
| 7 | (Camargo-Reta et al., 2022) | Las complicaciones perinatales en adolescentes gestantes pueden originarse por múltiples factores interrelacionados. En el presente estudio, se identificaron mayores niveles de riesgo en aquellas adolescentes que reportaron consumo de alcohol antes o durante la gestación, así como en las que presentaban antecedentes de embarazos previos. Asimismo, la ausencia o deficiencia en el control prenatal se asoció de manera significativa con la aparición de estas complicaciones, lo que resalta la importancia de una atención médica oportuna y continua durante el embarazo. |
| 8 | (Assis et al., 2022) | Aunque el embarazo adolescente es un problema social y su recurrencia una cuestión aún más compleja, al analizar los resultados maternos y perinatales negativos, las primíparas son las más afectadas. Esto se debe a que el grupo con embarazos recurrentes es de mayor edad, ya que se sabe que, después de los 16 años, las complicaciones gestacionales se reducen considerablemente. Esto no excluye la importancia de fomentar el retraso del embarazo adolescente y evitar su recurrencia. |
| 9 | (Salazar, 2022) | El embarazo en la adolescencia tiene repercusiones profundas en el desarrollo psicosocial de las jóvenes, limitando significativamente sus posibilidades de acceder a oportunidades educativas y laborales, y favoreciendo la reproducción de ciclos de pobreza de carácter intergeneracional. Esta situación refleja la necesidad urgente de contar con marcos legislativos que garanticen una protección integral a las adolescentes, reconociendo sus derechos y necesidades específicas. Las complicaciones asociadas al embarazo no surgen únicamente por condiciones médicas, sino que son el resultado de un conjunto de factores estructurales como la falta de normativas adecuadas, la discriminación, la exclusión social, el racismo, y las barreras persistentes en el acceso a servicios de salud. A ello se suma la desigualdad en las relaciones sociales y de género, que profundiza la vulnerabilidad de este grupo poblacional. |
| 10 | (Romero et al., 2021) | Este estudio representa uno de los primeros esfuerzos en la región por aplicar una metodología estandarizada para evaluar la severidad de las complicaciones derivadas del aborto, así como la experiencia de las mujeres durante la atención sanitaria. Su propósito es ofrecer evidencia que sirva de base para el diseño de políticas públicas y programas centrados en los derechos y la salud sexual y reproductiva. Si bien la mayoría de los casos analizados correspondieron a complicaciones leves o moderadas, la persistente proporción de mujeres que enfrentan situaciones potencialmente mortales pone en evidencia las falencias del sistema y subraya la necesidad de fortalecer los servicios de salud con un enfoque de derechos humanos y equidad. |
| 11 | (Bruno et al., 2021) | Este estudio encontró un mayor riesgo de aborto espontáneo y muerte fetal en adolescentes embarazadas, posiblemente debido a la vulnerabilidad social que las lleva a recurrir a abortos inseguros. También se observó una mayor incidencia de infecciones puerperales, especialmente fiebre en el posparto, aunque este resultado es menos destacado en la literatura comparado con otras complicaciones como anemia y preeclampsia. La investigación resalta la necesidad de mejorar la atención y prevención de complicaciones en adolescentes embarazadas, especialmente en contextos de vulnerabilidad social. |
| 12 | (Paredes & Santa-Cruz-Espinoza, 2021) | Diversos estudios han evidenciado que existen variables familiares significativamente asociadas al embarazo en adolescentes. En la presente investigación, desarrollada en la localidad de Alto Trujillo, Trujillo, Perú, se evaluaron los principales factores de riesgo vinculados a esta problemática. Los hallazgos revelaron que entre los factores más relevantes se encuentran la exposición a situaciones de violencia, el nivel de funcionalidad familiar, la edad a la que la madre de la adolescente tuvo su primer embarazo y el estado sentimental de los padres. Si bien el nivel educativo de los progenitores también fue identificado como un factor de riesgo, su influencia fue menor en comparación con los otros elementos analizados. |
| 13 | (Viviana et al., 2020) | se evidenció una relación directa entre el embarazo en adolescentes y la aparición de complicaciones durante la gestación y el parto. Estas complicaciones están estrechamente vinculadas tanto a la inmadurez biológica de las gestantes como a la limitada accesibilidad a los servicios de control prenatal. La identificación temprana de los factores de riesgo resulta esencial para intervenir de manera oportuna, especialmente en el manejo de deficiencias nutricionales y en la prevención de condiciones que puedan poner en riesgo la salud materna y neonatal. |
| 14 | (González-Andrade & Saeteros-Cordero, 2020) | Las madres adolescentes presentan una mayor incidencia de morbilidad neonatal, incluso en partos a término (≥37 semanas de gestación) y con puntuaciones de APGAR entre 8 y 9 al quinto minuto. Se observó, además, una mayor frecuencia de complicaciones como insuficiencia respiratoria y sepsis en los recién nacidos, particularmente cuando las gestantes asistieron a menos de cinco controles prenatales. Por otro lado, los antecedentes patológicos prenatales fueron más prevalentes en mujeres adultas de entre 20 y 34 años que acudieron a más de cinco consultas prenatales. No obstante, las adolescentes embarazadas, especialmente aquellas que viven en zonas rurales, tienden a tener una menor adherencia a los controles prenatales, lo que incrementa el riesgo de complicaciones en los recién nacidos. |
| 15 | (Martinez et al., 2020) | Las complicaciones durante el embarazo y el parto son más comunes en adolescentes debido a su inmadurez física y emocional, lo que incrementa la probabilidad de mortalidad materna y perinatal. Dentro de las principales complicaciones maternas se encuentran la eclampsia, la hipertensión gestacional y la hemorragia posparto. En cuanto a los recién nacidos, los problemas más frecuentes incluyen afecciones respiratorias, infecciones como la sepsis y la presencia de malformaciones congénitas. Adicionalmente, el embarazo en adolescentes conlleva un impacto psicológico considerable, reflejado en el abandono escolar, mayor vulnerabilidad a trastornos como la depresión y el suicidio, así como una mayor probabilidad de caer en situación de pobreza y de conformar entornos familiares disfuncionales. |
Discusiones
En muchas regiones del mundo, el embarazo no deseado representa uno de los principales desafíos en la salud sexual y reproductiva de los adolescentes. Este problema suele traducirse en mayores riesgos tanto para la madre como para el recién nacido, y es una de las causas que contribuyen significativamente a las complicaciones de salud y a la mortalidad materna durante el embarazo y el parto. Entre los factores involucrados destacan las elevadas tasas de embarazos no planificados y abortos en adolescentes. Ante esta situación, diversas políticas públicas han comenzado a recomendar métodos anticonceptivos de larga duración, como inyecciones y dispositivos intrauterinos, con el propósito de reducir el riesgo de embarazos no deseados y salvaguardar la salud integral de las adolescentes.
Los resultados de esta revisión permiten evidenciar importantes avances, pero también desafíos persistentes en torno a la salud reproductiva adolescente en América Latina y el Caribe. Aunque la región ofrece una gama relativamente amplia de métodos anticonceptivos, tanto para adolescentes casadas como solteras, persiste una brecha significativa entre su disponibilidad y el acceso efectivo, particularmente entre adolescentes en situaciones de alta vulnerabilidad. Como señalan Bautista Flores y Tena Hernández (2024), las limitaciones en el acceso a estos servicios no se deben exclusivamente a la carencia de opciones, sino a múltiples barreras estructurales y sociales que restringen su uso, comprometiendo el cumplimiento de los compromisos asumidos por los países ante la Asamblea Mundial de la Salud.
Respecto al acceso a controles prenatales, existen marcadas desigualdades entre los países de la región. Investigaciones recientes señalan que naciones como Argentina, Brasil, Chile y algunos Estados del Caribe presentan mejores indicadores en cobertura prenatal, lo cual se traduce en una mayor protección materna e infantil. En contraste, países como Bolivia, Perú, Paraguay, Haití y Nicaragua registran tanto mayores tasas de embarazo adolescente como menores niveles de acceso efectivo a servicios de salud prenatal (Chavaría et al., 2023). Aun así, cabe destacar que en el caso peruano se ha observado una tendencia a la disminución sostenida del embarazo en adolescentes durante las últimas décadas, atribuida en parte a la implementación de políticas públicas más focalizadas en prevención y educación sexual integral.
En lo concerniente a la mortalidad materna, los datos muestran una tendencia general a la reducción en la mayoría de los países analizados desde 1990. Bolivia, por ejemplo, ha logrado una disminución significativa de su tasa de mortalidad materna, aunque esta aún supera los estándares internacionales. Brasil y El Salvador también han mostrado progresos notables, lo cual refleja mejoras en la cobertura y calidad de los servicios de salud materna (Tobar & Romio, 2023). No obstante, estas cifras positivas no deben invisibilizar las desigualdades persistentes entre países, ni los desafíos estructurales en contextos marcados por altos índices de pobreza, ruralidad y exclusión social.
Las diferencias entre la mortalidad materna en adolescentes y en mujeres adultas resultan significativas. En Colombia, por ejemplo, se ha documentado que el 29 % de las muertes maternas por causas directas y el 44 % por causas indirectas se presentan en mujeres adolescentes. De igual modo, un estudio en Salvador de Bahía encontró que la mortalidad materna en adolescentes de entre 10 y 19 años es un 48 % más alta en comparación con el grupo de 20 a 29 años. Sin embargo, también se reportó una disminución en la tasa de mortalidad de adolescentes parturientas, pasando de 262 a 138 muertes por cada 100.000 nacidos vivos (Guzmán et al., 2023).
A nivel mundial, las complicaciones derivadas del embarazo en adolescentes se concentran en niñas entre los 10 y 14 años, y esta situación ha sido reconocida desde hace décadas como un problema grave de salud pública. Según Gamarra y Pante (2022), la persistencia de estas complicaciones en América Latina y el Caribe está vinculada a factores estructurales que aún no han sido adecuadamente abordados, como la deficiente educación sexual, el acceso limitado a servicios de salud, la violencia sexual, la presencia de enfermedades crónicas no tratadas y otros determinantes sociales de la salud que operan a nivel comunitario, familiar e institucional.
Además, las disparidades legales respecto al acceso a un aborto seguro agravan la situación. Las diferencias entre países que han regulado esta práctica y aquellos en los que continúa prohibida no solo reflejan una desigualdad jurídica, sino también una brecha en la protección social de las adolescentes. Esta situación incide directamente en los sistemas de salud, al aumentar los casos de embarazos no deseados y la atención tardía, lo que contribuye a complicaciones evitables y a una mayor carga para los servicios públicos.
Frente a este escenario, es crucial que las diferentes disciplinas aborden el fenómeno del embarazo adolescente con una mirada contextual y proactiva. Considerar a la gestante adolescente como un sujeto atravesado no solo por condiciones biológicas, sino también por trayectorias biográficas, históricas y estructurales -que incluyen lo familiar, lo educativo y lo social- permite visibilizar la diversidad de experiencias, necesidades y vulnerabilidades que deben ser tomadas en cuenta al diseñar intervenciones y políticas públicas eficaces y equitativas.
Conclusiones
La revisión de literatura sobre el embarazo adolescente en América Latina y el Caribe evidencia que este fenómeno continúa siendo un desafío crítico y multifactorial que afecta tanto la salud física y psicológica de las adolescentes como su desarrollo social y económico. Los estudios recientes coinciden en señalar que las madres adolescentes enfrentan mayores riesgos de complicaciones médicas, tales como preeclampsia, anemia, partos prematuros e infecciones, especialmente en contextos caracterizados por un acceso limitado a servicios de salud y educación. Estos riesgos se ven agravados por factores socioculturales y económicos como la pobreza, la desigualdad, la exclusión social y la falta de educación sexual integral, los cuales favorecen la prevalencia de embarazos tempranos en la región.
Asimismo, el apoyo familiar y comunitario se identifica como un factor protector relevante, que contribuye a mitigar algunos de los efectos negativos del embarazo adolescente sobre la salud mental y el bienestar general de las jóvenes. No obstante, persisten barreras significativas para acceder a una atención prenatal y psicológica adecuada, lo cual dificulta un desarrollo saludable y aumenta la probabilidad de consecuencias adversas a largo plazo tanto para las madres adolescentes como para sus hijos.
Los hallazgos apuntan a la necesidad urgente de implementar políticas públicas que contemplen programas de educación sexual integral, accesibles y culturalmente pertinentes, así como intervenciones en salud pública que garanticen el acceso a cuidados prenatales y servicios de apoyo psicológico. Abordar el embarazo adolescente en América Latina requiere no solo mejorar la oferta de servicios de salud, sino también enfrentar las desigualdades estructurales y fomentar entornos seguros y de apoyo que permitan a las adolescentes tomar decisiones informadas sobre su futuro.















