Introducción
La atención primaria de salud (APS) constituye el eje central de los sistemas de salud contemporáneos, promoviendo un enfoque integral que abarca la prevención, promoción, tratamiento y rehabilitación de la salud. Este modelo tiene como objetivo garantizar un acceso equitativo y sostenible a servicios esenciales de salud, adaptándose a las necesidades específicas de individuos, familias y comunidades (Loaiza et al., 2021). En este contexto, los profesionales de enfermería desempeñan un papel fundamental no solo como proveedores directos de atención, sino también como agentes transformadores en la planificación, gestión y evaluación de intervenciones destinadas a mejorar la calidad de vida de las poblaciones más vulnerables (Medina-Pérez et al., 2020).
El paradigma de la enfermería ha evolucionado desde un enfoque predominantemente técnico hacia un modelo más holístico y humanista. Este cambio reconoce la importancia de los determinantes sociales y culturales en la salud, lo que se traduce en prácticas que integran el conocimiento científico con saberes culturales y populares. De esta manera, se establece un puente entre los sistemas formales e informales de cuidado (Medina-Pérez et al., 2020; García-Molina et al., 2022). La APS no se limita a la atención directa; también incluye estrategias de prevención, promoción y rehabilitación que fortalecen los sistemas de salud desde una perspectiva integral.
En este marco, los profesionales de enfermería lideran intervenciones orientadas a mejorar la calidad de vida, especialmente en comunidades vulnerables. Este enfoque no solo humaniza el cuidado, sino que también fomenta la confianza y el compromiso comunitario, elementos esenciales para el éxito de las estrategias de promoción de la salud. Sin embargo, la práctica enfermera en APS enfrenta múltiples desafíos, como la sobrecarga laboral, la escasez de recursos y la necesidad de desarrollar competencias adaptativas para responder a las demandas cambiantes del sistema de salud.
La implementación de modelos innovadores, como el "Modelo del Sol Naciente" propuesto por Leininger, ha demostrado ser una herramienta valiosa para estructurar intervenciones efectivas y culturalmente competentes, contribuyendo a mejorar los resultados en salud (Loaiza et al., 2021). Este estudio se propone analizar el papel de la enfermería en la promoción de la salud y prevención de enfermedades, con especial énfasis en las barreras, desafíos y estrategias innovadoras aplicadas en comunidades vulnerables. A través de una revisión integrativa de la literatura, se busca ofrecer una visión global sobre el estado actual de la práctica enfermera en APS, destacando oportunidades para fortalecer su impacto en los sistemas de salud contemporáneos.
La APS es un enfoque inclusivo y equitativo que busca mejorar tanto la salud física como mental de las personas. La atención integral proporcionada por enfermería es esencial para abordar no solo las enfermedades agudas sino también las crónicas, promoviendo un cuidado continuo a lo largo del ciclo vital. La colaboración intersectorial es crucial para enfrentar los determinantes sociales que afectan la salud y garantizar que todos tengan acceso a servicios adecuados y culturalmente sensibles.
Materiales y métodos
Este trabajo es una revisión integrativa de la literatura, orientada a analizar el papel de la enfermería en la promoción de la salud, la implementación de estrategias innovadoras y los desafíos asociados en el contexto de comunidades vulnerables. La revisión se realizó siguiendo las guías PRISMA, garantizando un enfoque sistemático y transparente en la selección y análisis de los artículos.
Se consultaron tres bases de datos principales: Google Scholar, SciELO y PubMed. Estas plataformas fueron elegidas por su amplio acceso a investigaciones relevantes en ciencias de la salud y enfermería. En la siguiente tabla se puede observar las estrategias de búsquedas integrando operadores booleanos (Tabla 1).
Tabla 1 Estrategias de Búsqueda y Resultados por Base de Datos
Base de Datos | Palabras Clave | Resultados Iniciales | Resultados Tras Filtro | Artículos Seleccionados |
---|---|---|---|---|
Google Scholar | nursing AND health promotion AND primary care | 520 | 45 | 15 |
SciELO | enfermería AND promoción de la salud AND atención primaria | 140 | 20 | 8 |
PubMed | nursing AND innovation AND vulnerable communities | 310 | 25 | 15 |
Se recuperarón inicialmente 970 artículos. Tras eliminar duplicados y títulos no relacionados, se redujo el número a 90 estudios. Posteriormente, se evaluaron 65 artículos para determinar su elegibilidad, descartando 27 que no cumplían los criterios establecidos. Finalmente, se seleccionaron 38 estudios para el análisis cualitativo (Figura 1).
La información extraída de los artículos seleccionados se organizó en categorías temáticas: funciones de la enfermería, barreras y desafíos, e innovaciones. Se utilizó un enfoque de análisis temático para identificar patrones y tendencias clave en las intervenciones y prácticas de enfermería.
Aunque se emplearon múltiples bases de datos y una estrategia sistemática, la revisión puede estar limitada por la falta de acceso a estudios en otras plataformas y por la inclusión de artículos publicados únicamente en inglés y español. Además, algunos estudios revisados tenían enfoques específicos que podrían no ser aplicables a otros contextos.
Esta metodología garantiza la calidad y rigor del análisis, proporcionando una visión integral del papel de la enfermería en la promoción de la salud y la innovación en la atención primaria.
Resultados
Los resultados obtenidos de la revisión bibliográfica se agrupan en tres categorías principales: funciones de la enfermería en la promoción de la salud, Impacto de las Intervenciones en Comunidades Vulnerables Barreras y Desafíos Identificados, Estrategias Innovadoras y Recomendaciones.
CATEGORÍA 1. funciones de la enfermería en la promoción de la salud (9 artículo)
La enfermería desempeña un papel fundamental en la promoción de la salud, actuando como agentes clave en la implementación de intervenciones educativas, preventivas y transformadoras en diversos entornos. La educación para la salud se erige como una herramienta crucial dentro de estas funciones, ya que no solo informa a las personas, sino que también fomenta cambios en conductas y estilos de vida, promoviendo el autocuidado y una mejora general del bienestar (Izquierdo et al., 2022). En este sentido, Melariri et al. (2022) destacan que los enfermeros combinan su conocimiento clínico con estrategias educativas, alentando estilos de vida saludables y asegurando el cumplimiento de tratamientos en distintos contextos hospitalarios.
Asimismo, Lundin Gurné et al. (2023) subrayan cómo las enfermeras distritales integran consistentemente acciones de promoción de la salud en cada encuentro con los pacientes, priorizando la construcción de relaciones y la sensibilización hacia hábitos saludables como parte integral de su práctica. La promoción de la salud también se extiende al liderazgo en campañas comunitarias; Villa-Feijoó (2022) resalta el impacto significativo que tienen las enfermeras al liderar programas educativos y de vacunación, contribuyendo no solo a la reducción de enfermedades prevenibles, sino también al empoderamiento de las comunidades para adoptar hábitos saludables.
Desde una perspectiva más amplia, La O Jiménez et al. (2022) enfatizan la responsabilidad social inherente a la enfermería, que incluye actividades como la educación, orientación y transformación de entornos para garantizar el bienestar colectivo. El alcance de las funciones de enfermería se basa en habilidades diversas. Mondragón-Sánchez et al. (2021) señalan que el trabajo en atención primaria requiere un enfoque holístico y humanista, integrando liderazgo, comunicación efectiva y educación para satisfacer las complejas necesidades de salud de las personas. Además, Choez et al. (2023) enfatizan que la enfermería comunitaria aborda la promoción de la salud y la prevención de enfermedades como pilares fundamentales de su práctica.
Por otra parte, Pincay Pin et al. (2020) destacan el rol esencial de la enfermería comunitaria en el primer contacto con los pacientes, abordando sus necesidades desde una perspectiva integral y fomentando la participación activa en su propio cuidado. Este compromiso con la atención personalizada permite a los profesionales de enfermería transformar las interacciones en oportunidades para promover cambios positivos en salud.
Finalmente, Badil (2021) subraya que los enfermeros desempeñan un papel esencial en la promoción de comportamientos saludables mediante la educación y prestación de servicios preventivos, contribuyendo así a la prevención de enfermedades crónicas y al fortalecimiento del bienestar comunitario. Estas acciones consolidan el papel de la enfermería como un pilar esencial en la mejora de la salud pública y en el empoderamiento de las comunidades para alcanzar un bienestar sostenible
CATEGORIA 2. Impacto de las Intervenciones en Comunidades Vulnerables (9 artículos)
La atención proporcionada por las enfermeras comunitarias es fundamental para mejorar las condiciones de salud de la población (Navarrete et al., 2024). Según Subiyanto et al. (2024), las intervenciones educativas llevadas a cabo por estas profesionales, tales como talleres y asesorías personalizadas, han demostrado un impacto significativo en el aumento del conocimiento y las prácticas saludables dentro de las comunidades, lo que ha contribuido a la reducción de enfermedades prevenibles.
Ferreira et al. (2021) enfatizan que los servicios de atención primaria, cuando están diseñados con un enfoque en la accesibilidad y continuidad, tienen el potencial de disminuir las inequidades en salud y mejorar notablemente la calidad de vida de las poblaciones vulnerables. Por su parte, McElroy et al. (2020) destacan que el uso de telemedicina en comunidades rurales durante la pandemia de COVID-19 facilitó el acceso a atención para pacientes con enfermedades crónicas, reduciendo hospitalizaciones y promoviendo la continuidad del cuidado en estas poblaciones.
Fernández-Gutiérrez et al. (2022) concluyen que el mapeo cruzado ha sido una herramienta útil para identificar diagnósticos prevalentes, como el estilo de vida sedentario y la autogestión ineficaz de la salud en comunidades vulnerables, subrayando la relación entre vulnerabilidad socioeconómica y necesidades de cuidado. Backes et al. (2021) añaden que las intervenciones de cuidado emprendedor en estas comunidades generan tanto pequeñas como grandes transformaciones, fortaleciendo prácticas saludables que superan los desafíos cotidianos y producen un impacto tanto personal como colectivo.
Pfaff et al. (2021) evidencian que las comunidades compasivas contribuyen al bienestar de las personas vulnerables al disminuir el aislamiento social y mejorar el acceso a recursos, lo que se traduce en menores tasas de hospitalización y una mejor calidad de vida. Egry et al. (2021) señalan que las intervenciones de enfermería en atención primaria han incrementado significativamente la adherencia a tratamientos médicos, reducido hospitalizaciones innecesarias y fortalecido la confianza de los grupos vulnerables en los servicios de salud.
La atención enfermera en la comunidad promueve un enfoque integral y personalizado, elevando la calidad de vida y fomentando estilos de vida saludables (Sánchez González, 2023). Rojas Verdugo et al. (2022) argumentan que la enfermería comunitaria refuerza el vínculo entre los pacientes y su entorno, promoviendo la prevención de riesgos a través de estrategias multidisciplinarias e integrales que abordan tanto el bienestar individual como el colectivo.
CATEGORIA 3. Barreras y Desafíos Identificados (12 artículos)
La implementación efectiva del trabajo de enfermería en atención primaria enfrenta diversas barreras que limitan su impacto y alcance. Estas dificultades se presentan en niveles organizacionales, legales y operativos, afectando tanto a los profesionales de enfermería como a los pacientes que reciben atención.
Según Busca et al. (2021), las principales barreras para implementar roles de enfermería en atención primaria incluyen limitaciones regulatorias, falta de formación adecuada y desafíos organizacionales, que restringen la autonomía y efectividad del personal de enfermería. Este panorama se agrava por problemas adicionales, como identifican Gheshlagh et al. (2024), quienes señalan que la sobrecarga laboral, las diferencias culturales y la falta de formación en habilidades de comunicación impactan directamente la calidad del cuidado ofrecido.
En cuanto a la infraestructura y documentación, Bjerkan et al. (2021) destacan que los sistemas electrónicos deficientes y los procesos fragmentados obstaculizan la seguridad del paciente, dificultando el acceso a información precisa y oportuna. Además, Endalamaw et al. (2024) identifican la falta de formación continua, equipos ineficaces y roles ambiguos como factores que desmotivan al personal de salud y afectan la retención de trabajadores en atención primaria.
Durante la pandemia de COVID-19, Lund et al. (2024) subrayan que se incrementaron las barreras en la preceptoría, incluyendo la baja interacción en telemedicina, la falta de habilidades prácticas en estudiantes y mayores cargas de trabajo para los preceptores. De manera similar, Wang et al. (2023) mencionan que la sobrecarga laboral, las limitaciones de recursos técnicos y el escaso conocimiento sobre directrices clínicas dificultan la implementación efectiva de guías basadas en evidencia.
A nivel institucional, Kleinpell et al. (2022) identifican restricciones como requisitos de supervisión médica y políticas de acreditación limitantes que afectan la productividad de las enfermeras avanzadas, reduciendo el acceso de los pacientes a servicios esenciales. Porat-Dahlerbruch et al. (2023) también destacan las restricciones legales y la falta de planificación macroestructural como obstáculos significativos para la integración efectiva de enfermeros practicantes avanzados.
La colaboración interprofesional también enfrenta desafíos importantes. Según Rawlinson et al. (2021), la falta de liderazgo organizacional, roles profesionales ambiguos y deficiencias en la comunicación limitan la efectividad del trabajo en equipo en atención primaria. Además, Tamuno-opubo et al. (2024) señalan que la comunicación ineficaz y la falta de sistemas de reporte adecuados son barreras críticas para garantizar la seguridad del paciente y mejorar las prácticas clínicas.
En zonas rurales, Lateef y Mhlongo (2021) identifican la insuficiencia de apoyo organizacional, sobrecarga laboral y falta de guías prácticas como factores que dificultan la implementación de cuidados centrados en el paciente. Por último, Lekenit et al. (2020) resaltan que la alta carga de trabajo, la falta de personal y los recursos inadecuados impactan negativamente en la calidad del cuidado proporcionado.
Estas barreras, ampliamente documentadas, resaltan la necesidad urgente de abordar cambios estructurales y organizativos para fortalecer el rol de la enfermería en atención primaria, asegurando mejores resultados tanto para los profesionales como para los pacientes.
CATEGORÍA 4. Estrategias Innovadoras (8 artículos)
La implementación de estrategias innovadoras lideradas por profesionales de enfermería ha demostrado ser clave para abordar las necesidades de salud insatisfechas y mejorar tanto la calidad como la accesibilidad del cuidado. Según Moriel y Nava (2023), las intervenciones educativas y de autocuidado promovidas por enfermeros son fundamentales para fomentar estilos de vida saludables y reducir riesgos cardiovasculares, destacando su impacto positivo en la prevención de enfermedades crónicas.
En el ámbito organizacional, Duhoux et al. (2023) subrayan la importancia de innovaciones estructurales, como los modelos interprofesionales y las clínicas autogestionadas, que han mejorado la accesibilidad a los servicios de atención primaria y la calidad del cuidado. Asimismo, Lateef (2022) destaca que la adopción de modelos virtuales de cuidado fortalece la seguridad del paciente, mejora la toma de decisiones clínicas y garantiza la continuidad del cuidado, especialmente en contextos cambiantes.
El liderazgo en atención primaria es un componente esencial para el éxito de estas estrategias. De Oliveira Mattos y Balsanelli (2019) enfatizan que la integración de equipos, la comunicación efectiva y la toma de decisiones compartidas por parte de los enfermeros son cruciales para el éxito de las intervenciones. En este contexto, Oliveira et al. (2022) destacan que acciones innovadoras, como la reorganización de flujos de atención y las estrategias educativas comunitarias, fortalecen tanto el acceso a servicios de calidad como la participación activa de los usuarios en su propio cuidado.
Abou Malham et al. (2020) señalan que el modelo de Acceso Avanzado mejora la colaboración interprofesional, reduce los tiempos de espera y equilibra la demanda con la oferta de servicios, optimizando así el rol de los enfermeros en atención primaria. Desde una perspectiva pedagógica, Gao et al. (2022) destacan que los talleres de innovación, que combinan teoría y práctica, fomentan el pensamiento crítico y creativo, potenciando las habilidades innovadoras y la capacidad investigativa de los enfermeros en diversos entornos.
Finalmente, Younas (2023) resalta que la ciencia de la implementación es fundamental para cerrar la brecha entre investigación y práctica, proporcionando métodos estructurados que facilitan la adopción de innovaciones y mejoran los resultados clínicos. Estas estrategias no solo transforman las prácticas en enfermería, sino que también garantizan un cuidado más eficiente y adaptado a las necesidades cambiantes de los pacientes y las comunidades.
Esta revisión muestra que las innovaciones lideradas por enfermeros, tanto en lo organizativo como en lo educativo y clínico, son esenciales para avanzar hacia un sistema de salud más eficiente y accesible. La inversión en estos enfoques no solo optimiza el funcionamiento del sistema sanitario, sino que también empodera a las comunidades para adoptar un rol activo en su salud.
Discusión
Los hallazgos de esta revisión destacan el papel multifacético de la enfermería en la promoción de la salud, la prevención de enfermedades, la implementación de estrategias innovadoras y la superación de barreras organizativas y estructurales. Desde las intervenciones educativas hasta el liderazgo en atención primaria, los resultados evidencian un impacto significativo en las comunidades vulnerables, aunque también ponen de manifiesto desafíos persistentes que limitan su alcance y efectividad.
Estos hallazgos son consistentes con estudios previos que subrayan el papel transformador de la enfermería en atención primaria. Por ejemplo, Younas (2023) enfatiza la necesidad de aplicar la ciencia de la implementación para llevar innovaciones al ámbito práctico, una necesidad corroborada por modelos como el de Acceso Avanzado (Malham et al., 2020). Sin embargo, la sobrecarga laboral, identificada por Lund et al. (2024) y Gheshlagh et al. (2024), sigue siendo un problema estructural que restringe la capacidad de los enfermeros para desempeñar plenamente sus funciones.
A diferencia de otros estudios que se centran únicamente en aspectos clínicos, esta revisión ofrece una perspectiva holística que incluye barreras regulatorias y soluciones tecnológicas. Por ejemplo, mientras Lateef (2022) aborda modelos virtuales de cuidado, esta revisión amplía su análisis al considerar intervenciones educativas comunitarias (Oliveira et al., 2022) y clínicas autogestionadas (Duhoux et al., 2023).
Una limitación importante de esta revisión es la heterogeneidad de los estudios analizados, lo que dificulta la estandarización de los resultados. Además, muchas investigaciones se enfocan en contextos específicos, lo que podría restringir la aplicabilidad de sus conclusiones a otros entornos. No se profundizó en los aspectos culturales que influyen en la implementación de estrategias de promoción de la salud, un factor relevante especialmente en comunidades vulnerables con diversidad étnica y cultural.
Otra limitación significativa es la escasez de datos longitudinales que evalúen el impacto sostenido de las estrategias innovadoras en la salud comunitaria. Esto dificulta determinar si los beneficios reportados, como la mejora en el acceso a servicios (Moriel y Nava, 2023) y la reducción de riesgos cardiovasculares (Melariri et al., 2022), son sostenibles a largo plazo.
A pesar de estas limitaciones, los hallazgos son consistentes con la literatura existente y resaltan el potencial transformador de la enfermería en contextos desafiantes. La integración de estrategias innovadoras, como talleres de pensamiento crítico (Gao et al., 2022) y reorganización de flujos de atención (Oliveira et al., 2022), ofrece soluciones prácticas para superar barreras estructurales y mejorar la calidad del cuidado.
Además, identificar barreras específicas, como las restricciones regulatorias (Kleinpell et al., 2022) y las deficiencias en documentación (Bjerkan et al., 2021), proporciona un marco para diseñar políticas más efectivas y adaptadas a las necesidades del personal de enfermería. Estas estrategias no solo transforman las prácticas en enfermería, sino que también garantizan un cuidado más eficiente y alineado con las necesidades cambiantes de pacientes y comunidades.
Consideraciones finales
La revisión realizada resalta la importancia del papel multifacético de la enfermería en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, así como en la implementación de estrategias innovadoras que abordan las barreras organizativas y estructurales. Los hallazgos evidencian un impacto significativo en comunidades vulnerables, aunque también subrayan desafíos persistentes que limitan el alcance y la efectividad de las intervenciones.
Es fundamental reconocer que, a pesar de los avances en la práctica de enfermería, la sobrecarga laboral y las limitaciones regulatorias siguen siendo obstáculos críticos que impiden a los profesionales desempeñar plenamente sus funciones. La necesidad de aplicar la ciencia de la implementación se hace evidente para traducir las innovaciones en prácticas efectivas, lo que es corroborado por modelos como el de Acceso Avanzado.
Esta revisión también destaca la importancia de adoptar una perspectiva holística que contemple no solo los aspectos clínicos, sino también las barreras regulatorias y las soluciones tecnológicas. La incorporación de intervenciones educativas y clínicas autogestionadas puede ser clave para mejorar el acceso a servicios de calidad y fomentar la participación activa de los usuarios en su propio cuidado.
Sin embargo, se identifican limitaciones importantes, como la heterogeneidad de los estudios analizados y la falta de datos longitudinales que evalúen el impacto sostenido de las estrategias innovadoras. Estas limitaciones sugieren la necesidad de realizar investigaciones más homogéneas y a largo plazo que puedan ofrecer conclusiones más aplicables a diversos contextos.
Finalmente, es crucial que se implementen políticas que aborden las barreras específicas identificadas, como las restricciones regulatorias y las deficiencias en documentación. Al hacerlo, se puede fortalecer el rol de la enfermería en atención primaria y garantizar un cuidado más eficiente y adaptado a las necesidades cambiantes de pacientes y comunidades. La inversión en formación continua, liderazgo efectivo y colaboración interprofesional será esencial para avanzar hacia un sistema de salud más inclusivo y accesible.