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Acta Odontológica Venezolana

versión impresa ISSN 0001-6365

Acta odontol. venez v.40 n.2 Caracas jun. 2002

 

NORMAS DE BIOSEGURIDAD EN EL CONSULTORIO ODONTOLOGICO

Od. Sol Cristina Del Valle A. 

Odontólogo-Cirujano Bucal, Profesor instructor del Postgrado de Cirugía Bucal de la Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela.

Trabajo presentado en el Congreso científico odontológico UCV-COV III jornadas internacionales, Isla de Margarita , Venezuela

RESUMEN:

    El Odontólogo como miembro del grupo de profesionales de la salud está en constante riesgo de adquirir enfermedades virales y bacterianas altamente contagiosas, que en muchos casos pueden ser mortales.

    Hoy día nuestros pacientes están al tanto del peligro que pueden correr cuando son atendidos con instrumental contaminado y sin las debidas normas de protección y el avance contínuo de información nos obliga y nos exige cuidarnos y cuidarlos a ellos. Se revisarán las medidas necesarias que debemos seguir para la prevención y control de enfermedades infecto-contagiosas haciendo énfasis en la adecuada esterilización y desinfección tanto del instrumental como del ambiente de trabajo.

    Todo lo que se haga por protegernos y proteger a nuestros pacientes, redundará en una práctica odontológica cada vez más exitosa y confiable tanto para nosotros como para la comunidad.

PALABRAS CLAVES: Protección, normas, prevención, contaminación, enfermedades infecto-contagiosas, esterilización.

ABSTRACT:

    The dentist as a member of the health workers group is constantly in risk of being contaminated with virus and bacterias that are highly contagious and they, could be fatal in some cases.

    In these days, our patients are well informed about the possibilities of contaminating themselves at dental offices if they do not follow the proper infection control procedures. The porpouse of this study is to review the proper infection control procedures giving special emphasis in the prevention of transmission of infectious diseases using the correct sterilization and desinfection methods for the instruments and the whole environment.

    Everything we do to protect our patients and ourselves will give us a successful practice. Also that will permit us be more reliable for our patients.

KEY WORDS: Protection, procedures, prevention, contamination, infectious diseases, sterilization.

Recibido para arbitraje:15/10/01 Aceptado para publicación: 19/11/01

INTRODUCCION:

    Las normas de bioseguridad surgieron para controlar y prevenir el contagio de enfermedades infecto-contagiosas las cuales cobraron mayor importancia con la aparición del virus de inmunodeficiencia humana, también son todas aquellas normas, procedimientos y cuidados que se deben tener a la hora de atender pacientes y/o manipular instrumental contaminado para evitar el riesgo de infectarnos o enfermarnos. Etimológicamente Bioseguridad viene de BIO = vida y SEGURIDAD = libre o exento de riesgo.

    Los profesionales de la Odontología están expuestos a una gran variedad de microorganismos desde esporas, bacterias, hongos, virus y protozoarios que pueden estar en la sangre y saliva de los pacientes. Cualquiera de éstos microorganismos pudiera causar una enfermedad infecto-contagiosa, a saber: desde la simple gripe hasta neumonía, hepatitis B, tuberculosis, herpes y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.1

    El uso de normas efectivas de control y prevención, así como las medidas de protección universal permitirán evitar la contaminación cruzada entre pacientes, el personal auxiliar del consultorio y hasta de pacientes al profesional de la Odontología o al asistente y viceversa.1,2

    En un esfuerzo en conjunto instituciones gubernamentales (MSAS,OPS), gremio y universidades se unieron en Caracas, Venezuela en 1994 y elaboraron un folleto informativo que contenían las Normas para la Prevención y Control de Enfermedades Infecciosas en la Práctica Odontológica.3

REVISIÓN DE LA LITERATURA:

    Tanto la Asociación Dental Americana (ADA) como el Centro de Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas (CDC) y la Administración de Seguridad en Salud Ocupacional (OSHA) han establecido una serie de normas que todos los odontólogos deben cumplir.1,4

    Como no todas las enfermedades infecto-contagiosas pueden ser identificadas al comienzo por exámenes de laboratorio(especialmente el VIH por el período de ventana donde puede dar un falso negativo), historia médica-clínica y/o examen físico-clínico; el CDC ha introducido el concepto de precauciones universales y se refiere a que todas las medidas de control y prevención para evitar infectarse con saliva, sangre o cualquier otro fluido corporal deben aplicarse a todos los pacientes por igual, queriendo decir que usarán las mismas normas de bioseguridad con todos los pacientes indistintamente se sospeche de infección o no, ya que las mismas normas son aplicables a los pacientes sanos. 1

ESTERILIZACIÓN:

    Es el procedimiento mediante el cual se destruye toda forma de vida microbiana incluyendo esporas, bacterias, hongos, protozoarios y virus. Los métodos de esterilización más usados son:

    - Autoclave (Calor húmedo): consiste en vapor saturado bajo presión a altas temperaturas. La norma universal dice que debe usarse a 121°C 1 atm por 20 minutos.

- Horno esterilizador (Calor seco): es el más usado por la mayoría de los odontólogos, a 180°C por 30 minutos o 160°C por 1 hora, pero haciendo la salvedad de que se debe calcular el tiempo que tarda el horno en alcanzar esas temperaturas y luego sumarle el tiempo requerido para la correcta esterilización.

    Para ambos métodos, los instrumentos deben ser muy bien lavados con cepillo, agua y jabón, luego secados y organizados por cajetines, o en bolsas o envueltos en papel especial para esterilizar y antes de meterlos al horno o autoclave colocarles una porción de cinta testigo que nos indicará que lo que esté ahí recibió la temperatura indicada para lograr la esterilización, si no cambia de color debidamente presumimos que existe algún problema y puede ser corregido a tiempo. Los paquetes quirúrgicos deben llevar doble envoltura para ofrecer seguridad al ser manipulados por alguien que no tenga guantes estériles al momento del procedimiento. (Figs. 1,2 y 3).

    Las gasas y el papel de aluminio para poder manipular la lámpara de luz de la unidad pueden ser esterilizados por cualquiera de éstos métodos.

    Hoy día las turbinas y pieza de mano son fabricadas para poder ser esterilizadas en el autoclave pero lo primero que se debe hacer una vez terminada la actividad, es poner a funcionar la turbina unos 30 segundos sólo con salida de agua, limpiarla muy bien con un agente desinfectante, lubricarla con su correspondiente aceite y envolverla para esterilizarla; siempre que las instrucciones del fabricante lo permita, de no ser así, se desinfectará la parte activa con solución de glutaraldehído al 2%.

    - A gas (Ampollas de oxido de etileno): es un gas que viene siendo usado desde 1949, muy utilizado en quirófanos de Hospitales y Clínicas donde existen unas cámaras especiales de succión del gas para evitar su aspiración por el personal auxiliar ya que es un poco tóxico. Los paquetes deben ser envueltos en plástico con una cinta testigo especial para el gas. Todo lo que aquí se esterilize debe airearse mínimo por 24 horas. El gas actúa entre 3 a 8 horas para lograr la adecuada esterilización.1,2,4,5

DESINFECCIÓN:

    Es la disminución o reducción de microorganismos patógenos en un área. Se realiza con agentes químicos que deben ser aprobados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el CDC y la ADA. Ellos recomiendan el uso de Glutaraldehído al 2% para desinfectar el área de trabajo. (Figs. 4 y 5). 6, 7

   

    Existe en el mercado una sustancia química a base de Amonio Cuaternario que no elimina el Mycobacterium tuberculosis, ni hepatitis B ni algunos estreptococos, por lo cual no es segura usarla como agente desinfectante en el consultorio odontológico.1,2

    El glutaraldehído al 2% debe usarse con guantes y sí se utiliza con algún instrumento, éste debe ser enjuagado con agua estéril antes de usarlo en boca, ya que es muy cáustico.

    Los desinfectantes son clasificados como de: alto nivel, nivel intermedio y bajo nivel. Siempre debemos usar uno de alto nivel como lo es el glutaraldehído al 2 %. El cloro es de bajo nivel y sólo elimina completamente al virus de Inmunodeficiencia Humana, ya que éste tiene la ventaja de ser muy lábil, por lo cual no es el más recomendado por las instituciones internacionales antes mencionados. 2,4,5,9

MEDIDAS DE PROTECCIÓN:

    Lo primero es el uso de guantes, tapa boca y lentes o máscara protectora. Los guantes deben ser eliminados una vez terminado el procedimiento, así como la bata debe ser removida antes de salir del consultorio.

    Se debe recordar que nuestras manos son vía de entrada para los microorganismos, por eso debemos usar guantes por muy insignificante que sea la actividad clínica y para las cirugías debe usarse el par de guantes estériles.

    Nunca debe retaparse la aguja con las manos porque hay más riesgo de pincharse. Se debe retomar la tapa con la misma aguja, se desenrosca y se lleva directamente al envase especial de plástico para los desechos cortantes. (Figs.6 a la 12). Al igual se hace con hojas de bisturí y porta agujas, van directo al envase especial.

    Se debe usar papel de aluminio o envoplast para proteger la lámpara. (Figs. 13 y14)

    La jeringa de agua y aire de la unidad debe ser protegida entre paciente y paciente. (Fig. 15)

    La manipulación de los instrumentos cortantes debe ser bien cuidadosa.4,8,9

  

   

   

CONCLUSIONES:

    1.- Los procedimientos para controlar la infección se deben basar en la suposición de que todos los pacientes están contaminados con una enfermedad transmisible, así tendremos menos riesgo de contagiarnos o nosotros contaminarlos a ellos sin saberlo.

    2.- El objetivo fundamental de éstas normas de bioseguridad es proporcionar al profesional de la odontología las herramientas necesarias para evitar la contaminación con enfermedades infecto-contagiosas en su consultorio.

    3.- Prevenir es mejor que lamentar!1,3,5

AGRADECIMIENTO:

    Al Dr. César Guerrero B., por la literatura y consejos recibidos, quien siempre ha sido un maestro y le ha dado tanto a la Odontología Venezolana, directamente en nuestra especialidad de Cirugía Bucal.

REFERENCIAS:

1. ADA Council on Scientific Affairs and ADA Council on Dental Practice: (1996) Infection control recommendations for the dental office and the dental laboratory. JADA, vol. 127, May, 672-80.        [ Links ]

2. Accepted Dental Therapeutics: (1982) Sterilization or Desinfection of Dental Instruments. 39th ed, 100-14.        [ Links ]

3. Folleto Informativo del Grupo Técnico de Patología Bucal MSAS (1994): Normas para la Prevención y Control de Enfermedades Infecciosas en la práctica Odontológica.        [ Links ]

4. Torres y Ehrlich: (1995): Disease Transmision and Infection Control in Modern Dental Assisting, 5th edition, Philadelphia, WB Saunders.         [ Links ]

5. Del Valle, SC y Guerrero, CA: (1992) La Esterilización en Cirugía Buco-Maxilofacial. Odontol Al Día, N° 1, 14-19.        [ Links ]

6. Carvajal, A, Núñez, MJ y col: (1996) Prevención de Infección por el VIH y Hepatitis viral. Antibióticos e Infecciones, vol. 4, N° 2, 45-50.        [ Links ]

7. Hupp, JR: (1998) Principles of Asepsis in Contemporary Oral and Maxillofacial Surgery 3rd ed. St. Louis, Mosby, 69-82.        [ Links ]

8. McCarthy GM, MacDonald JK: (1998) A comparison of infection control practices of different groups of oral specialists and general dental practitioners. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod, 85:47-54.        [ Links ]

9. Miller, CH and Palenik CJ: (1998) Surface and equipment asepsis in Infection control and management of hazardous materials for the dental team, St. Louis, Mosby, 175-189.        [ Links ]

10. Cottone JA, Terezhalmy GT, Molinari JA: (1996) Practical infection control in dentistry, 2 ed, Baltimore, Williams & Wilkins.        [ Links ]

11. Centers for Disease Control and Prevention: (1993) Recommended infection control practices for dentistry, MMWR 41:1-12.         [ Links ]