INTRODUCCIÓN
La muerte fetal es uno de los eventos más desafortunados en obstetricia, la cual no solo representa un problema global que afecta la salud pública 1, sino también un evento traumático para la mujer y su pareja 2. En su definición más actual, el óbito fetal se considera a la muerte fetal que se produce a las 20 o más semanas de gestación o con un peso del feto mayor o igual de 500 gramos 3. Aunque aún no existe un consenso claro sobre su etiología, la búsqueda de las causas es importante para su prevención 4.
Dentro de las causas de muertes fetales se encuentran las complicaciones intrapartos, diabetes, infección, hipertensión, anomalías congénitas, anomalías genéticas y embarazos prolongados 3. Asimismo, el envejecimiento de la placenta juega un rol clave como la principal etiología de las muertes fetales 5. Por otro lado, cabe destacar que existe controversia sobre un mayor riesgo de muerte fetal en gestantes con exposición a partículas finas ambientales 6.
A nivel global, en el año 2015 se estimaron, aproximadamente, 2,6 millones de muertes fetales, con mayor proporción de casos en los países en desarrollo 7. En los Estados Unidos, la muerte fetal ocurre en 6 de cada 1000 nacimientos 8; en tanto que, en Perú, de acuerdo con el Centro Nacional de Epidemiología Prevención y Control de Enfermedades, la muerte fetal acumulada fue de 3087 en 2021 y de 2755 en 2022 9.
Posterior al evento obstétrico, las consecuencias no solo afectan el aspecto físico de la mujer sino también el psicológico. Después de la muerte fetal, existe una mayor probabilidad de una recurrencia de este problema 10; además, este suceso puede generar ansiedad, depresión y estrés, y, en consecuencia, afectar sus expectativas proyectadas alrededor de un futuro hijo; 11, lo que puede llevar a evitar un nuevo embarazo 12. El duelo en este periodo, aunado a la insuficiente capacidad de afrontamiento, puede afectar además de la mujer y a su pareja, a la familia 3.
Por ello, la prevención del riesgo de muerte fetal debe ser oportuna, mediante métodos y pruebas diagnósticas confiables, buen manejo del parto, optimización de las condiciones y exposiciones médicas que la madre puede experimentar en todo el proceso de embarazo 13. Esto supone un escenario relevante para los profesionales de la atención materna y perinatal; este estudio se desarrolla con el objetivo de describir las características de los casos de óbito fetal reportados entre el año 2017 y 2021 en un hospital público de Perú.
MÉTODOS
Estudio descriptivo, transversal y retrospectivo que se realizó en los casos de óbito fetal presentados entre el año 2017 y 2021 en el departamento de Ginecoobstetricia del Hospital de Vitarte de Lima, Perú.
La población estuvo conformada por 154 casos de muerte fetal en madres con edad gestacional mayor a 22 semanas. En tanto, la muestra final de esta investigación fue de 137 casos de óbito fetal, los cuáles se seleccionaron de manera no probabilística y en cumplimiento de los siguientes criterios: muerte fetal con peso mayor o igual a 500 g, embarazo mayor o igual a 22 semanas, que el parto haya sido intrahospitalario y con historias clínicas con registros completos. Mientras que, los casos con edad gestacional desconocida y en los que la muerte fetal haya sido por interrupción voluntaria, se excluyeron del estudio.
Las variables de esta investigación fueron las características maternas, entre ellas, las sociodemográficas (edad, estado civil, ocupación, escolaridad), obstétricas (gravidez, paridad, antecedente de aborto, antecedente de cesárea, periodo intergenésico, asistencia a la atención prenatal y estado nutricional) y patológicas (diagnóstico de diabetes, preeclampsia e infección urinaria); y las características del óbito fetal (edad gestacional, sexo, peso, malformación congénita, vía de resolución del parto, método diagnóstico y causa de muerte fetal). Se elaboró una ficha de recolección de datos con 4 secciones que contienen todas las variables sobre las características previamente mencionadas. Este instrumento se utilizó para realizar una revisión de las historias clínicas posterior a las autorizaciones institucionales correspondientes.
Con el programa Microsoft Excel 2019 se diseñó una base de datos que fue codificada para su análisis. El procesamiento de datos incluyó la estimación de frecuencias y porcentajes para las variables categóricas, las cuales se presentaron en tablas univariadas. Se utilizó el programa estadístico SPSS versión 26.0.
Este estudio tuvo la aprobación del Comité de Ética en Investigación del Hospital de Vitarte. (Informe N°002-2022-CE-HV). Además, se garantizó la confidencialidad de la información mediante la anonimización de los casos seleccionados para el estudio.
RESULTADOS
La tasa de mortalidad fetal entre el 2017 y 2021 fue de 14,8 (154/10352) por 1000 nacidos vivos. La mayor proporción de mujeres que tuvieron óbito fetal tenían entre 20 y 24 años (27 %), además, las de edades extremas se presentaron en menor porcentaje. El 70,1 % estaba en unión libre, 92 % era ama de casa y, respecto al nivel de instrucción, 83,2 % estudió hasta secundaria y 11,7 % hasta primaria (Tabla 1).
Características demográficas | n | % |
---|---|---|
Edad (años) | ||
< 20 | 20 | 14,6 |
20 a 24 | 37 | 27,0 |
25 a 30 | 31 | 22,6 |
30 a 34 | 24 | 17,5 |
≥ 35 | 25 | 18,2 |
Estado civil | ||
Casada | 11 | 8,0 |
Unión libre | 96 | 70,1 |
Soltera | 30 | 21,9 |
Ocupación | ||
Ama de casa | 126 | 92,0 |
Empleada | 2 | 1,5 |
Comerciante | 4 | 2,9 |
Estudiante | 5 | 3,6 |
Nivel de instrucción | ||
Sin instrucción | 2 | 1,5 |
Primaria | 16 | 11,7 |
Secundaria | 114 | 83,2 |
Superior no universitaria | 5 | 3,6 |
La mayoría de las madres era multigesta (50,4 %) y nulípara (43,1 %); además, el 29,9 % había tenido al menos un aborto previo. El no haber presentado una cesárea previa fue más frecuente (83,3 %), así como la asistencia a la atención prenatal (67,2 %) y el estado de nutrición normal (44,5 %) (Tabla 2).
Características obstétricas | n | % |
---|---|---|
Gravidez | ||
Primigesta | 68 | 49,6 |
Multigesta | 69 | 50,4 |
Paridad | ||
Nulípara | 59 | 43,1 |
Primípara | 29 | 21,2 |
Multípara | 49 | 35,7 |
Antecedente de aborto | ||
Ninguno | 96 | 70,1 |
1 aborto | 26 | 19,0 |
2 abortos | 15 | 10,9 |
Antecedente de cesárea | ||
Ninguno | 114 | 83,3 |
1 cesárea | 15 | 10,9 |
2 a 3 cesáreas | 8 | 5,8 |
Atención prenatal | ||
No | 45 | 32,8 |
Sí | 92 | 67,2 |
Estado nutricional | ||
Desnutrición | 8 | 5,8 |
Normal | 61 | 44,5 |
Sobrepeso | 40 | 29,2 |
Obesidad | 28 | 20,4 |
Respecto a las patologías maternas, el 38 % presentó infección del tracto urinario, 17,5 % fue diagnosticada con preeclampsia sin signos de gravedad y 0,7 % con signos de gravedad; además, 2,9 % tuvo diabetes gestacional (Tabla 3).
Patologías | n | % |
---|---|---|
Diabetes gestacional | 4 | 2,9 |
Preeclampsia | ||
Sin signos de gravedad | 24 | 17,5 |
Con signos de gravedad | 1 | 0,7 |
Infección urinaria | 52 | 38,0 |
El 70,1 % de los casos de óbito fueron pretérmino y 28,5 % a término. La mayoría era de sexo femenino (58,4 %) y tuvo un peso entre 1000 y 1999 g (33,6 %). Las malformaciones congénitas se presentaron en el 19 % de los casos y 76,7 % fueron diagnosticados mediante ecografía obstétrica. En el 46,7 % de las muertes fetales se desconoce la causa, mientras que, el 29,9 % tuvo una causa fetal (Tabla 4).
Características evaluadas | n | % |
---|---|---|
Edad gestacional | ||
Pretérmino | 96 | 70,1 |
A término | 39 | 28,5 |
Postérmino | 2 | 1,5 |
Sexo | ||
Femenino | 80 | 58,4 |
Masculino | 57 | 41,6 |
Peso (g) | ||
500 a 999 | 30 | 21,9 |
1000 a 1999 | 46 | 33,6 |
2000 a 2999 | 28 | 20,4 |
3000 a 3999 | 28 | 20,4 |
> 4000 | 5 | 3,6 |
Malformación congénita | 26 | 19,0 |
Vía de resolución del parto | ||
Vaginal | 93 | 67,9 |
Cesárea | 44 | 32,1 |
Método diagnóstico | ||
Ecografía | 105 | 76,7 |
Cardiotocografía | 1 | 0,7 |
Sin evaluación | 31 | 22,6 |
Causa de muerte fetal | ||
Causa materna | 32 | 23,4 |
Causa fetal | 41 | 29,9 |
Causa desconocida | 64 | 46,7 |
DISCUSIÓN
A pesar de la disminución significativa de los óbitos en las últimas décadas, este sigue constituyendo un serio problema de la salud pública. La tasa de mortalidad fetal entre 2017 y 2021 estimada en la presente investigación fue de 14,8 por 1000 nacidos vivos, dato que resulta mayor al reportado por Hirst y cols. 14 y Giang y cols. 15, con tasas de 9,2 y 9,7 muertes fetales por cada 1000 nacidos vivos, respectivamente. En una investigación realizada en Italia, se encontró una menor tasa correspondiente a 3,45 muertes fetales por 1000 nacimientos, aunque esta estimación consideró el periodo de la pandemia por COVID-19 16.
En un estudio desarrollado en Vietnam 15 se encontró que el 4 % de casos de muertes fetales corresponden a mujeres menores de 20 % y alrededor del 40 % a mujeres de 30 a 34 años. En este mismo sentido, Wilcox y cols. 17 informaron que las muertes fetales fueron más frecuentes en mujeres mayores de 30 años. Los hallazgos de estos estudios previos difieren del presente ya que existió una menor proporción de casos mayores de 30 años, así como un mayor porcentaje en los casos de mujeres menores de 20 años.
Respecto al estado civil de la mujer, la mayoría estaba en unión libre (70,1 %), a diferencia del estudio de Purdue-Smithe y cols. 18 en el que las mujeres solteras representaron el 76 % de los casos de muertes fetales. Sobre la ocupación, el 92 % se dedicaban a labores del hogar, mientras que, en otro estudio la mayoría se desempeñaba en áreas laborales como fábricas (45 %) o la agricultura (11 %) 15.
En cuanto a las características obstétricas, se observa mayor porcentaje de mujeres nulíparas (43,1 %) y menos casos en primíparas (21,2 %). Estos hallazgos se asemejan a lo descrito por otros estudios en los aproximadamente el 40 % de las mujeres no tuvieron partos previos 16,18-20 Sobre la historia previa de aborto, Giang y cols. 15 muestran que 38 % de los casos de muerte fetal tuvieron esta característica, lo que resultó semejante a los hallazgos presentes (29,9 %). Por otro lado, acerca del estado nutricional, 29,2 %, 20,4 % y 5,8 % tuvieron sobrepeso, obesidad y desnutrición, respectivamente; estos datos son diferentes a los de Horn y cols. 21, quienes detallan que el 40,2 % de los casos tuvo sobrepeso y 3,7 % obesidad; mientras que, de manera similar otro estudio mostró que aproximadamente el 20 % de las mujeres que tuvieron una muerte fetal presentaron obesidad 19.
En relación con los antecedentes patológicos de las mujeres, otras investigaciones evidencian que la diabetes gestacional se observa en, aproximadamente, el 10 % de los casos 18,21, caso contrario a los resultados obtenidos en esta serie, en los que esta enfermedad estuvo en el 2,9 % de las mujeres. La preeclampsia fue la condición obstétrica más frecuente (18,2 %), lo que fue diferente a los hallado por Purdue-Smithe y cols. 18 quienes demostraron que un 3 % de los casos tuvo preeclampsia.
Con relación a las características del óbito fetal descritas en otros estudios como el de Arach y cols. 19, se reportó un mayor porcentaje de malformaciones congénitas (26,8 %) con respecto a este estudio (19 %). Además, De Silva y cols. 22 reportaron que 59 % tuvieron un peso menor a los 2500 g, dato que se aproxima a estos resultados, en el que se demostró que 55,5 % de casos de muerte fetal tuvieron un peso inferior a los 2200 g.
Este estudio contempló algunas limitaciones. Dado el tipo de estudio descriptivo no se pretendió determinar la etiología de la muerte fetal; además, los casos fueron incluidos a partir del diagnóstico realizado en la historia clínica, lo cual puede haber generado un mayor o menor número de casos de muerte fetal, dado que no fue factible verificar este diagnóstico. Como fortaleza del estudio se considera que el 88,9 % (137/154) de los casos fueron incluidos en el estudio, aproximando esta cantidad a la población correspondiente al periodo 2017 a 2021.
Con los hallazgos se concluye que existe una alta tasa de muerte fetal; y que los casos estuvieron caracterizados principalmente por madres con cualidades de mayor vulnerabilidad social, además de presentar características de mayor riesgo obstétrico. Las causas maternas de muerte fetal fueron las más frecuentes. Esto sugiere la necesidad de fomentar las intervenciones de salud pública efectivas e implementar la vigilancia fetal en las pacientes con factores de riesgo para poder tomar decisiones oportunas.