INTRODUCCIÓN
La autopercepción corporal es fundamental para el desarrollo social de cada persona, ya sea en el aspecto estudiantil, laboral o sexual, ya que esta percepción es la forma en que un individuo se percibe a sí mismo con relación a su propio cuerpo; es decir, es la imagen mental que una persona tiene de sí mismo incluyendo su apariencia, habilidades físicas y las sensaciones que experimenta 1,2. Por lo tanto, esta autopercepción corporal puede influir en la forma en que se relaciona con los demás, en cómo se involucra en su sexualidad y en su bienestar emocional y físico 3.
En el caso de que la persona tenga una autopercepción corporal positiva es más probable que tenga una autoestima saludable y una actitud positiva hacia sí misma y hacia los demás, y esto se expresará en cómo se relaciona con otros. Si, por otra parte, su autopercepción corporal es negativa, es más probable que tenga una baja autoestima y se sienta insegura en su relación con los demás, tanto en relaciones personales, de trabajo, familia, amigos o de pareja, además es más probable que experimente estrés, ansiedad y otros problemas emocionales, siendo menos propensa a participar en actividades físicas que pueden ser beneficiosas 4,5.
La pobre imagen corporal es una problemática que afecta tanto a hombres como mujeres. Los estudios llevados a cabo por McLester y cols. 6, en 2018, Cruz y cols. 7, en 2021 y Calado y cols. 8, señalan que la pobre imagen corporal en algunos casos, puede llevar a trastornos alimentarios y otros problemas de salud mental. Las personas que tienen una imagen corporal negativa pueden ser más propensas a desarrollar trastornos como la anorexia, la bulimia y la ortorexia, así como otros problemas relacionados con la alimentación y la percepción del cuerpo, pudiendo afectar, de manera directa, la función sexual orgásmica de las mujeres 6-9.
Dentro de lo que concierne a la función sexual orgásmica, esta se refiere a la capacidad de una persona para experimentar orgasmos durante la actividad sexual. En las mujeres se presentan contracciones de los músculos de la región perineal y contracción de los órganos del aparato genital, además existe aumento de la presión arterial, la frecuencia cardiaca y secreción de diversas hormonas (prolactina, oxitocina). Más de 8000 terminaciones nerviosas están implicadas en este proceso fisiológico 9,10.
La relación entre el orgasmo y el placer sexual en las mujeres es muy estrecha. Aunque algunas mujeres pueden experimentar placer sexual sin llegar al orgasmo, para la mayoría de las mujeres, el orgasmo es un componente integral del disfrute sexual pleno 11. Además, la capacidad de una mujer para alcanzar el orgasmo puede ser un factor importante en su bienestar emocional y su satisfacción sexual general, pudiendo afectarla de varias maneras 11-13.
En primer lugar, la falta de confianza que se hace presente en su propia apariencia física puede hacer que una mujer se sienta incómoda o insegura durante la actividad sexual 14,15, lo que puede interferir en su capacidad para relajarse y disfrutar plenamente del encuentro sexual. Además, Brotto 16 señala que una imagen corporal negativa puede hacer que una mujer se sienta avergonzada o inhibida en su capacidad para experimentar y comunicar sus necesidades sexuales a su pareja. En segundo lugar, la pobre imagen corporal también puede afectar la autoestima sexual de una mujer. Si una mujer se siente insegura en su propia piel, es menos probable que tenga una actitud positiva hacia su capacidad para experimentar placer sexual, siendo más probable que se sienta ansiosa o deprimida, lo que puede afectar su deseo sexual y su capacidad para alcanzar el orgasmo 14,15,17.
Por ende, si una mujer no acepta su cuerpo y no tiene una buena percepción de su imagen corporal, en casos graves, podría privarse de vivir experiencias sexuales saludables 14,15.
El tema de la autopercepción y la satisfacción sexual orgásmica se ha hecho tan presente que, a nivel nacional e internacional, es una temática de investigación que se encuentra en constante evolución y se están realizando nuevos estudios en todo el mundo para examinar cómo la percepción de la imagen corporal puede influir en la satisfacción sexual, incluyendo la capacidad para experimentar orgasmos 18-20, pero en la ciudad de Chillán, en Chile no se encuentran aún suficientes estudios que abarquen esta problemática, por lo que esta investigación considera importante analizar la autopercepción de la imagen corporal y su impacto en la función sexual orgásmica en mujeres estudiantes de educación superior, en Chillán, en 2021.
MÉTODOS
Estudio cuantitativo, analítico, de corte transversal.
La muestra estuvo constituida por 101 mujeres entre los 18-44 años, que se encontraban estudiando una carrera universitaria en la ciudad de Chillán, Región de Ñuble. El tamaño de la muestra fue seleccionado según el acceso que las participantes pudieran tener a las plataformas por las cuales se viralizó la encuesta, ya que el total de la población de mujeres universitarias matriculadas en Chillán en 2021 fue, de aproximadamente, 4025 21.
Se realizó un muestreo por conveniencia, seleccionando a las mujeres estudiantes de educación superior en Chillán que estuvieron dispuestas a participar en el estudio, respondiendo una encuesta online que fue compartida por las diferentes redes sociales (Facebook, WhatsApp, Instagram) debido a la contingencia sanitaria.
Se utilizaron como criterios de inclusión: mujeres estudiantes de la educación superior universitaria en Chillán, que estuvieran en el rango etario de 18 a 44 años; que hayan mantenido relaciones sexuales en los últimos 6 meses con una pareja sexual, y que estén dispuestas a participar en el estudio, aceptando, entendiendo y firmando el consentimiento informado.
Sobre los criterios de exclusión: enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares o trastornos neurológicos, mujeres que estuvieran recibiendo tratamientos médicos como radioterapia, quimioterapia o terapia hormonal, o que tomaran medicamentos como antidepresivos, antipsicóticos o anticonvulsivos, mujeres embarazadas o lactando, mujeres con problemas psicológicos o psiquiátricos como depresión, ansiedad, trastornos del estado de ánimo o trastornos de la personalidad, mujeres que no quisieran firmar el consentimiento informado o dejaran alguna parte de la encuesta sin responder.
Con respecto a las variables trabajadas en este estudio, estas fueron tres; la imagen corporal, que se refiere a la representación mental realizada del tamaño, figura y de la forma del cuerpo; es decir, cómo lo ve la persona y cómo cree que los demás lo ven 22, el orgasmo y la función sexual, definida como la expresión integral física y psicológica que es regulada por el sistema neuroendocrino y sistema reproductor, los cuales permiten que cada individuo pueda desarrollar actividades sexuales, las que generan diferentes respuestas o estímulos, las que pueden ser inducidas o inhibidas por distintos factores sociales, psicológicos y biológicos 23.
Los instrumentos de recolección de datos utilizados fueron 4, uno recogió las características sociodemográficas, otro midió la autopercepción corporal, otro midió el orgasmo y, finalmente, el último midió la función sexual.
El cuestionario para evaluar las características sociodemográficas fue diseñado ad hoc para la investigación.
El Body Shape Questionnaire (BSQ), creado por Cooper y cols. 24, en el año 1987, fue diseñado con el fin de medir la insatisfacción existente frente a la imagen corporal. Este cuestionario presenta 32 ítems que se relacionan de manera directa con la insatisfacción de la imagen corporal. Estos se puntúan mediante una escala de cinco puntos: 1 = Nunca, 2 = Casi nunca, 3 = A veces, 4 = Casi siempre, 5 = Siempre. Este instrumento ha sido validado en diferentes países de habla hispana 24-26 y, dependiendo de la muestra utilizada y el país, se han encontrado diferentes niveles de fiabilidad, sin embargo, en todos se encuentran con un coeficiente de Alpha de Cronbach sobre 0,70; Copper y cols. 24, encontraron una consistencia interna alta del BSQ en su versión en español, con un coeficiente Alpha de Cronbach de 0,96; Jáuregui-Lobera y cols. 25, en España, encontraron una buena fiabilidad del BSQ en su versión en español con un coeficiente Alpha de Cronbach de 0,88; y otros autores 26,27, encontraron una consistencia interna moderada del BSQ en su versión en español y catalán, con coeficientes Alpha de Cronbach de 0,71 y 0,73, respectivamente. En cuanto a la validación realizada en Chile del instrumento, se ha reportado un Alpha de Cronbach; entre 0,64 y 0,94 28-31.
Para la versión validada en Chile, los puntos de corte fueron: 80 o más puntos indican una alta preocupación por la imagen corporal y sugiere la presencia de dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal; de 60 a 79 indica una preocupación moderada por la imagen corporal, aunque no necesariamente indica la presencia de un trastorno psicológico; y puntaje inferior a 60 en el BSQ indica una preocupación por la imagen corporal dentro de los límites normales.
Para medir el orgasmo se utilizó la Encuesta Sobre Orgasmo Femenino en Mujeres con Vida Sexual Activa, una encuesta descriptiva estructurada (tipo Likert) que consta de 8 variables con opciones de respuesta de 1 puntos a 6 puntos. Este instrumento fue creado por Águila y cols. 32, en 2020, en Chillán, Chile, y publicado en 2022 33. El instrumento cuenta con validación de contenido por 7 expertos en diversas áreas de la salud a través de un formulario creado para ello 32, quienes concluyeron que el instrumento contaba con la adecuación y pertinencia para ser validado en relación a su contenido. Además, se obtuvo un Alpha de Crombach de 0,73 32. El instrumento es meramente descriptivo y no busca correlacionar variables dentro de sí mismo.
El último instrumento utilizado fue el Índice de Función Sexual Femenina (IFSF) desarrollado por Rosen y cols. 34, el cual consta de 19 preguntas y se divide en seis dominios o dimensiones: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor; cada pregunta consta con 5 o 6 opciones con puntajes que van de 0 a 5. El puntaje de cada dominio se multiplicó por un factor y el resultado final fue la suma aritmética de los dominios que indican que, a mayor puntaje, mejor función sexual; por lo que este instrumento no cuenta con puntajes de corte como tal, ya que se entiende que mientras más alto el puntaje de cada dimensión, mejor es la vida sexual del encuestado.
En cuanto a las dimensiones, se encuentran presente la del deseo (con la pregunta uno y dos), excitación (con las preguntas 3 a la 6), lubricación (con las preguntas 7 a la 10), orgasmo (con las preguntas 11 a la 13) satisfacción (con las preguntas 14 a la 16) y dolor (con las preguntas 17 a la 19). Hay varias versiones de la validación al idioma español de este instrumento, donde su confiabilidad oscila entre 0,77 a 0,94. En chile, se ha reportado un Alpha de Crombach de 0,88 34-37.
Los datos obtenidos mediante los 4 instrumentos se tabularon utilizando el programa estadístico SPSS versión 23. Se utilizaron pruebas como chi-cuadrado para correlacionar variables cualitativas, y tablas de frecuencia y porcentaje para la expresión de los resultados. Se utilizó la correlación de Pearson para conocer las correlaciones entre las variables estudiadas.
Relacionado a la ética del estudio, se garantiza absolutamente la confidencialidad de los datos entregados, resguardando de esta forma los derechos de los participantes, por medio de una encuesta anónima, en donde no se solicitó información que permitiera identificar al individuo. Se descarta la divulgación de lo obtenido con motivo de dañar o intimidar al cooperador en cuestión. El informe recabado de las encuestas aplicadas se utilizó exclusivamente para los fines esenciales que permitieron contestar los objetivos propuestos.
RESULTADOS
La muestra de estudio estuvo conformada de 101 estudiantes mujeres de la educación superior, pertenecientes a la ciudad de Chillán, en la región del Ñuble, durante el periodo del segundo semestre del año 2021 (Tabla 1).
Característica | n | % | % acumulado |
---|---|---|---|
Rango etario | |||
18-20 | 27 | 26,7 | 26,7 |
21-23 | 49 | 48,5 | 75,2 |
24-26 | 15 | 14,9 | 90,1 |
27-30 | 4 | 4,0 | 94,1 |
31-33 | 3 | 3,0 | 97,0 |
34-36 | 2 | 2,0 | 99,0 |
39-44 | 1 | 1,0 | 100,0 |
Orientación sexual | |||
Heterosexual | 86 | 85,1 | 85,1 |
Bisexual | 11 | 10,9 | 96,0 |
Pansexual | 2 | 2,0 | 98,0 |
Demisexual | 1 | 1,0 | 99,0 |
Otro | 1 | 1,0 | 100,0 |
Estado civil | |||
Soltera | 86 | 85,1 | 85,1 |
Casada | 7 | 6,9 | 92,1 |
Unión libre | 8 | 7,9 | 100,0 |
Área de estudio | |||
Salud | 80 | 79,2 | 79,2 |
Ingeniería | 5 | 5,0 | 84,2 |
Pedagogía | 12 | 11,9 | 96,0 |
Economía | 1 | 1,0 | 97,0 |
Otro | 3 | 3,0 | 100,0 |
Ha recibido educación sexual | |||
Sí | 22 | 21,8 | 21,8 |
No | 33 | 32,7 | 54,5 |
A veces | 45 | 44,6 | 99,1 |
No lo sé | 1 | 1,0 | 100,0 |
Según los resultados obtenidos a nivel sociodemográfico, se pudo observar que, la mayor muestra obtenida fue de mujeres entre 21-23 años con un 48,5 %, seguido por el rango etario entre 18-20 años que fue de un 26,7 %. Continuando con la orientación sexual, un 85,1 % de las mujeres declararon ser heterosexuales, seguido con un 10,9 % indicando ser bisexual, el resto de los porcentajes correspondían a las categorías de homosexual y otros. Siguiendo con el estado civil de las participantes, un 85,1 % se encontraban solteras, seguidos por quienes vivían en unión libre (7,9 %) y finalmente las que señalaron estar casadas (6,9 %). Pasando al área de estudio de las encuestadas, se observó que el mayor porcentaje correspondía al área de la salud con un 79,2 %, y un menor porcentaje competió a estudiantes de economía con un 1,0 %. Al hablar de la educación sexual recibida, un 44,6 % de las encuestadas respondieron que a veces recibieron esta educación, por el contrario, un 32,7 % contestaron que nunca la recibieron (Tabla 1). Al preguntarles a las encuestadas por la edad de su primera relación sexual, un 72,3 % contestó que fue entre los 16-20 años. Respecto al número de parejas sexuales, un 71,3 % ha tenido entre 1 a 4 parejas sexuales durante su vida, mientras que un 28,7 % ha tenido 5 o más. En cuanto al tiempo de relación con la pareja de las encuestadas, un 60,2 % señaló tener una relación de pareja de 4 años o menos.
Con relación a la autopercepción de la imagen corporal, destaca que un 39,6 % % afirmó que siempre se han sentido con miedo a engordar y un 23,8 % refirió haberse sentido acomplejada por su cuerpo. En la Tabla 2 se observa que 80,2 % de las encuestadas señaló poseer una extrema preocupación por su imagen corporal y el peso; 53,5 % describió extrema insatisfacción por el propio cuerpo; 42,6 % señaló que no presentan autodesvalorización por la apariencia física, pero por un 39,6 % declararon una extrema autodesvalorización por la apariencia física.
Ítem evaluado | n | % | % acumulado |
---|---|---|---|
Preocupación por la imagen corporal | |||
Ninguna | 8 | 7,9 | 7,9 |
Leve | 5 | 5,0 | 12,9 |
Moderada | 7 | 6,9 | 19,8 |
Extrema | 81 | 80,2 | 100,0 |
Insatisfacción por el propio cuerpo | |||
Ninguna | 13 | 12,9 | 12,9 |
Leve | 14 | 13,9 | 26,7 |
Moderada | 20 | 19,8 | 46,5 |
Extrema | 54 | 53,5 | 100,0 |
Autodesvalorización por la apariencia física | |||
Ninguna | 43 | 42,6 | 42,6 |
Leve | 7 | 6,9 | 49,5 |
Moderada | 11 | 10,9 | 60,4 |
Extrema | 40 | 39,6 | 100,0 |
En total, 32 personas no mostraron respuestas acordes con insatisfacción corporal, 14 mostraron insatisfacción corporal leve y 55 tenían moderada insatisfacción corporal, según las respuestas al Body Shape Questionnaire (BSQ). En la Tabla 3 se observa que la insatisfacción corporal no se relacionó con la edad de las pacientes (p= 0,693).
Edad (años) | No hay insatisfacción corporal | Leve insatisfacción corporal | Moderada insatisfacción corporal |
---|---|---|---|
18-20 | 6 | 6 | 15 |
21-23 | 17 | 6 | 26 |
24-26 | 5 | 1 | 9 |
27-29 | 1 | 1 | 2 |
30 y más | 3 | 0 | 3 |
Chi2 = 9,117
p = 0,693
En la Tabla 4 se presentan los resultados relacionados con el orgasmo femenino en este grupo de mujeres. El 37,6 % casi siempre lo experimenta y un 5,9 % nunca lo ha experimentado; 50,5 % se consideran multiorgásmicas, y 60,4 % logran el orgasmo mediante la penetración. Con relación al estímulo de diferentes zonas del cuerpo para alcanzar el orgasmo, el 91,1 % refirió que necesita excitar el clítoris, 25,7 % estimula regiones externas de la vagina y 14,9 % dentro de la vagina; 11,9 % estimulan los senos y solo 1 % reportó estimular la región anal. Adicionalmente, 45,5 % de las encuestadas necesita autoestimulación como recurso además de la penetración para llegar al orgasmo, 87,1 % necesita estimulación realizada por su pareja y 2,6 % dice no incluir la penetración para llegar al orgasmo. Llamó la atención que 52,4 % dijo haber fingido un orgasmo.
Ítem evaluado | n | % | % acumulado |
---|---|---|---|
Experimenta orgasmo en relaciones sexuales | |||
Siempre | 25 | 24,8 | 24,8 |
Casi siempre | 38 | 37,6 | 62,4 |
Algunas veces | 23 | 22,8 | 85,1 |
Casi nunca | 9 | 8,9 | 94,1 |
Nunca | 6 | 5,9 | 100,0 |
Experimenta multiorgasmos | |||
Sí | 51 | 50,5 | 50,5 |
No | 50 | 49,5 | 100,0 |
Logra el orgasmo mediante penetración | |||
Sí | 61 | 60,4 | 60,4 |
No | 40 | 39,6 | 100,0 |
Estimula diferentes zonas del cuerpo para alcanzar el orgasmo | |||
Clítoris | |||
Sí | 92 | 91,1 | 91,1 |
No | 9 | 8,9 | 100,0 |
Fuera de vagina | |||
Sí | 26 | 25,7 | 25,7 |
No | 75 | 74,3 | 100,0 |
Dentro de vagina | |||
Sí | 15 | 14,9 | 14,9 |
No | 86 | 81,5 | 100,0 |
Senos | |||
Sí | 12 | 11,9 | 11,9 |
No | 89 | 88,2 | 100,0 |
Región anal | |||
Sí | 1 | 1,0 | 1,0 |
No | 100 | 99,0 | 100,0 |
Otras zonas | |||
Sí | 3 | 2,9 | 2,9 |
No | 98 | 97,1 | 100,0 |
Recursos adicionales a la penetración para lograr el orgasmo | |||
Autoestimulación | 46 | 45,5 | -- |
Estimulación por la pareja | 88 | 87,1 | -- |
Alcohol | 3 | 3,0 | -- |
Drogas | 5 | 5,0 | -- |
Otros | 5 | 5,0 | -- |
No hay penetración | 1 | 2,6 | -- |
Al evaluar los resultados del IFSF se pudo determinar que las dimensiones de satisfacción (80,6%), excitación (73,8 %) y orgasmo (51,5 %) se encuentran alteradas con mayor frecuencia. Con respecto al totalidad de los resultados del IFSF un 99,0 % de las encuestadas presentaron rangos compatibles con disfunción sexual (Tabla 5).
Normal | Alterado | |||
---|---|---|---|---|
n | % | n | % | |
Excitación | 27 | 26,2 | 76 | 73,8 |
Lubricación | 84 | 81,6 | 19 | 18,4 |
Orgasmo | 50 | 48,5 | 53 | 51,5 |
Deseo | 81 | 78,6 | 22 | 21,4 |
Satisfacción | 20 | 19,4 | 83 | 80,6 |
Dolor | 77 | 74,8 | 26 | 25,2 |
IFSF | 1 | 1,0 | 102 | 99,0 |
No se encontró correlación entre la imagen corporal y el índice de función sexual femenina (p= 0,34; r = 0,09), pero al evaluar cada dimensión o dominio, se pudo observar que existió correlación inversa estadísticamente significativa entre: excitación y preocupación por la imagen corporal (p= 0,027; r = -0,220); excitación y preocupación por la imagen corporal y peso (p= 0,048; r = -0,197); excitación y pobre imagen corporal producida por el propio cuerpo (p= 0,019; r = -0,233). El orgasmo se asoció con la imagen corporal (p= 0,034; r = -0,212), pobre imagen corporal producida por el propio cuerpo (p= 0,026; r = -0,221), cogniciones y comportamientos inadecuados para controlar el peso (p= 0.046; r = -0,199) y pobre imagen corporal (p= 0,036; r = -0,209). Finalmente, evaluando las correlaciones entre la dimensión de dolor al momento de tener relaciones sexuales con algunas dimensiones del BSQ, se pudo observar que existe una correlación directa entre el dolor y la autodesvalorización por la apariencia física (p= 0,049; r = 0,196) y con la variable de cogniciones y comportamientos inadecuados para controlar el peso (p= 0,026; r = 0,196).
DISCUSIÓN
Se encontró que 72,3 % de las mujeres iniciaron su actividad sexual entre los 16-20 años. Un estudio publicado en 2019, en la Universidad de Concepción reportó que el promedio de edad para el primer coito es a los 17,33 ± 2,2 años 38 y otro estudio realizado por el Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en Santiago (CEMERA), durante el 2018, encontró que la primera relación sexual en mujeres tuvo una media de edad de 15,54 ± 0,07 años 39, mostrando que el inicio de la actividad sexual ocurrió a una edad más temprana; además, la edad mínima en este estudio fue de 16 años, y de 13 años en el estudio realizado en la Universidad de Concepción 38. Con relación a esto, el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile entre los años 2010 y 2019 reporta una disminución de la tasa de embarazo adolescente de 29,3 a 21,7 por cada mil mujeres de 15 a 19 años, lo que representa una reducción del 26 % 40.
El promedio de parejas sexuales de las participantes en los últimos seis meses fue de una sola pareja sexual en la mayoría de las participantes, dato que coincide con lo reportado en el "Estudio Nacional de Comportamiento Sexual" realizado en Chile en 2000 41. Otra investigación realizada en Chile por Villalobos 38 durante 2019, indicó que en los últimos doce meses el 71,4 % de las mujeres universitarias encuestadas reportaron haber tenido una o dos parejas sexuales, mientras que el 24,3 % informó haber tenido tres o más parejas sexuales. Esta diferencia se explica por el periodo de tiempo en el que se les preguntó a las participantes, siendo de 12 meses en el estudio de Villalobos, y de 6 meses en el presente estudio.
Al comparar los resultados obtenidos de la presente investigación con los de un estudio realizado por la Vera-Villarroel y cols. 42, en Bolivia, para el cual se utilizó el mismo instrumento para la obtención de datos, el BSQ, se encontró una diferencia en la pregunta relacionada con el miedo a engordar, estando ese miedo presente con más frecuencia en este estudio con relación al estudio de Vera-Villarroel y cols. 42. Esta diferencia pudiera deberse a diversos factores, como estilo de vida poco saludable en Chile y una alimentación con un aporte energético elevado. Además, los niveles de ansiedad elevados pueden aumentar el apetito y por ende el miedo a engordar, y según un estudio chileno, se encontró que el 30,2 % de la población reportó niveles moderados o altos de ansiedad 43.
La comparación de los resultados del presente estudio con los obtenidos en otros países como Ecuador 44, y Perú 45, revela una diferencia en cuanto a la preocupación por la imagen corporal y el peso; mientras que en la investigación de Salamea y cols. 44 se observó una preocupación moderada por la imagen corporal y el peso, en el trabajo de Silva-Ocas 45 se encontró que un gran porcentaje de mujeres no tiene preocupación por su imagen corporal. Estos hallazgos contrastan con los resultados obtenidos en la presente investigación, en donde la mayoría de las mujeres presentan preocupación por su apariencia física y peso. Esta diferencia puede ser el resultado de factores culturales y socioeconómicos que influyen en las expectativas y valores asociados con la imagen corporal en cada país. En el caso de Chile, según una investigación realizada por Portela y cols. 46, en 2012, se identificó que la genética, los cambios corporales en la pubertad, la vulnerabilidad de los adolescentes a los ideales de delgadez, la presión social por ser delgada, la insatisfacción con la imagen corporal, la dieta restrictiva, la depresión y la baja autoestima impactan en el miedo colectivo de las mujeres chilenas en cuanto a su peso e imagen corporal.
En relación a la insatisfacción por la apariencia física, los resultados obtenidos en la presente investigación difieren de los reportados en un estudio realizado en la Universidad Privada del Norte, Perú, en donde la mayoría de la población presenta una moderada insatisfacción corporal, a diferencia de este estudio, en donde se visualiza un mayor porcentaje relacionado a una extrema insatisfacción corporal 44. En Chile, diversos estudios han documentado asociación entre la insatisfacción corporal y diversas problemáticas, como son: ansiedad social, extrema vergüenza por el propio cuerpo, intimidad sexual reducida y depresión 46,47.
Las participantes en el presente estudio refirieron que no les fue difícil alcanzar el orgasmo, esto fue similar con una investigación realizada en Chillán en 2020, en la que el 46,8 % señaló que les era poco difícil alcanzar el orgasmo 48. Estas semejanzas en ambos estudios indicarían que el conocimiento en sexualidad ha enseñado a las mujeres sobre sus cuerpos y su sexualidad, lo que ha permitido que ellas logren alcanzar el orgasmo con mayor facilidad 49-51.
No se encontró una asociación estadísticamente significativa, entre edad y pobre imagen corporal, esto se asemeja al estudio realizado en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en la cual tampoco se encontró una relación significativa (p = 0,06) 52. Tampoco hubo asociación entre la orientación sexual y la insatisfacción corporal. Al comparar este resultado con el obtenido en un estudio en la Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia, entre las mismas variables, tampoco se encontró relación significativa (p= 0,312) 43.
El IFSF arrojó que la mayoría de las encuestadas presentan una disfunción sexual, principalmente en dimensiones de excitación, orgasmo y satisfacción. A diferencia de los resultados obtenidos por Espitia 53 en un estudio que se llevó a cabo en la consulta externa ginecológica de instituciones hospitalarias privadas en 12 ciudades de Colombia, entre 2009 al 2016, donde se obtuvo que el deseo sexual se destacó como la disfunción más comúnmente reportada. Este mismo autor describió que los trastornos de la sexualidad afectan al 50 % de las mujeres de edad media, comprometiendo principalmente el deseo y la excitación 53.
La imagen corporal y el IFSF no presentaron una correlación estadísticamente significativa, en comparación con un estudio que se realizó en estudiantes de la Universidad Católica de Bolivia, sobre imagen corporal y su relación con la satisfacción sexual, el cual indicó que, si una mujer no se siente a gusto con su cuerpo, no lo conoce y no lo disfruta, le resultará difícil disfrutar al máximo su sexualidad 14. Por otra parte, un estudio realizado por Zubiri en el año 2014 54, indicó que no hay significación estadística sobre la influencia de la percepción de la imagen corporal en el deseo sexual de las mujeres, su trabajo fue realizado con 70 mujeres, resultado que se asemeja al obtenido por el presente trabajo. También se observó que el alcanzar el orgasmo puede verse alterado por la percepción de cómo se sienten con su propio cuerpo las encuestadas, sobre todo cuando no existen hábitos o comportamientos adecuado con el fin de cuidar su cuerpo y peso, lo que creará una imagen corporal negativa produciendo una insatisfacción corporal.
Al evaluar las dimensiones de dolor al momento de tener relaciones sexuales con algunas dimensiones del BSQ, se observó una correlación entre el dolor y la autodesvalorización por la apariencia física y con la variable de cogniciones y comportamientos inadecuados para controlar el peso. Datos similares se encontraron en un estudio realizado por la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” señalando que, si una mujer no vive plenamente su cuerpo, no le satisface y no tiene una buena percepción de su imagen corporal, la experiencia de sexualidad personal se verá́ deteriorada y en casos graves podría privarse de experiencias sexuales 55. Los datos recolectados tienen concordancia con información obtenida en la Universidad Mayor De San Andrés, donde se describe que existe una relación inversa y con alto grado de significación entre la insatisfacción con la imagen corporal y la satisfacción sexual con una misma, esto quiere decir que, a mayor satisfacción con el cuerpo, más se disfruta la sexualidad con una misma 46.
Los datos obtenidos permiten concluir que el cómo se ve la mujer a sí misma tendrá repercusiones en su goce sexual. Esto responde al objetivo planteado en este trabajo, pudiendo señalar como la autopercepción influye ya sea de manera positiva o negativa en la satisfacción orgásmica.
En cuanto a las limitaciones, es importante destacar que este estudio se realizó en época cuando la pandemia por COVID-19 estaba en su auge, por lo que el estudio fue vía online y no de manera presencial, pudiera sesgar los resultados en cierto modo por la selección muestral. Otra limitación a considerar, que ciertamente este tema aún sigue siendo tabú y controversial, por lo que genera algo de duda y deseabilidad social.
Los autores recomiendan seguir realizando investigaciones y estudios referentes a estos temas de imagen corporal, satisfacción sexual y especialmente sobre orgasmos, porque, aun estando en siglo 21, hay pocos estudios sobre estas áreas.
Para un próximo estudio sería recomendable abordar a hombres jóvenes y adultos, así como mujeres de mayores edades, siendo muy interesante conocer los resultados en hombres y mujeres de mayor edad referente a su percepción de imagen corporal, sexualidad y orgasmo con el objetivo de poder comprender la dinámica y comprobar si existe relación.