Acta Botánica Venezuelica
versión impresa ISSN 0084-5906
Acta Bot. Venez. v.29 n.2 Caracas 2006
Herbario Nacional de Venezuela (Ven): 85 Años de historia y representación de la flora venezolana
Herbario Nacional de Venezuela (VEN): 85 years of history and representation of Venezuelan flora
Leyda RODRÍGUEZ y Omaira HOKCHE
Fundación Instituto Botánico de Venezuela, Herbario Nacional de Venezuela (VEN), Apartado Postal 2156, Caracas, Venezuela. rodriguv@rect.ucv.ve, hokchede@rect.ucv.ve
En el corazón del Jardín Botánico de Caracas se encuentra el Herbario Nacional de Venezuela, poco conocido por el visitante común que llega atraído por las bellas flores y deslumbrantes ambientes del Jardín. Aunque a primera vista se muestra tímido, el Herbario Nacional guarda en sus instalaciones un gran acervo de conocimiento e historia de la flora del país, siendo el testigo mudo y a la vez dinámico de los inicios y desarrollo de la ciencia botánica en Venezuela.
ASPECTOS HISTÓRICOS
El Herbario Nacional de Venezuela debe su fundación al sabio naturalista suizo Henri Pittier, quien a comienzos de los años 20 tuvo la gran tarea de iniciar estudios sobre los recursos naturales del país, y fungió como el puente entre la tradición botánica europea y las nuevas corrientes provenientes de Estados Unidos. El Herbario comenzó como parte del Museo Comercial e Industrial de Venezuela, el cual empezó a funcionar en la parte posterior de la Casa Amarilla en 1921, dependiendo del Ministerio de Relaciones Exteriores y bajo la dirección de Henri Pittier (Tamayo 1987; Texera 1991).
En el Museo Comercial e Industrial se depositaron muestras provenientes de las numerosas exploraciones realizadas en el país, principalmente por H. Pittier. Así, se efectuaron importantes colecciones botánicas en varias localidades de los estados Anzoátegui, Aragua, Carabobo, Cojedes, Distrito Federal, Falcón, Lara, Mérida, Miranda, Guárico, Portuguesa, Trujillo, Yaracuy y Zulia, resultando cerca de 8.000 especímenes depositados (Pittier 1931).
En 1936 se creó el Servicio Botánico del Ministerio de Agricultura y Cría a partir de la Sección Botánica del Museo Comercial e Industrial permaneciendo a cargo de Pittier. En 1946 el Servicio Botánico se transfirió a la Dirección Forestal y de Conservación de Suelos y pasó a llamarse Departamento de Investigaciones Forestales del mismo Ministerio (Texera 1991, 1994).
En sus inicios el Herbario Nacional se mantuvo por la ardua dedicación de Pittier. A finales de los años 40 el Servicio contaba con personal especializado que seguía un programa de investigación y había contribuido a la formación botánica, dictando cursos de Botánica Sistemática para estudiantes. En esos tiempos Tobías Lasser, Zoraida Luces, Francisco Tamayo, Harry Corothie, Víctor Badillo y Esteban Delgado fueron discípulos de Pittier y contribuyeron a enriquecer el herbario así como también lo hicieron Ludwig Schnee, Leon Croizat, Llewelyn Williams y Félix Cardona. Este último efectuó numerosos viajes a la Guayana y fue el primero en colectar en varios tepuyes y en depositar muestras de esta región en el Herbario Nacional (Texera 1991).
En general, fueron numerosas las exploraciones realizadas por el Servicio Botánico a diversas zonas del país en los años de su funcionamiento, lo que resultó en gran acopio de muestras para el Herbario; así mismo, hubo una producción continua de publicaciones, la mayoría artículos en el Boletín de la Sociedad de Ciencias Naturales y varias monografías: Suplemento de Plantas Usuales de Venezuela (Pittier), Catálogo de la Flora venezolana (Pittier, Lasser, Schnee, Luces y Badillo), Exploraciones Botánicas en el Estado Mérida (Las-ser), Maderas de Venezuela (Corothie y Williams) y Exploraciones Botánicas en la Guayana Venezolana (Williams), entre otros (Texera 1991).
En 1950, a raíz de la muerte de Henri Pittier, el Departamento de Investigaciones Forestales quedó a cargo de Tobías Lasser y fue nombrado Instituto Botánico (Texera 1991, 1994). En 1958 el Herbario Nacional de Venezuela fue trasladado desde el Museo Comercial a su sede actual en el Jardín Botánico de Caracas, en la Ciudad Universitaria de Caracas, integrándose así dos elementos muy importantes en la enseñanza de la Botánica. En 1964 se registró con las siglas VEN en el Index Herbariorum, directorio de herbarios públicos del mundo, a cargo de la Asociación Internacional de Taxonomía de las Plantas y el Jardín Botánico de Nueva York.
Durante los años 60 hasta inicios de los años 80 el Herbario Nacional de Venezuela se enriqueció notablemente con el aporte de Julian Steyermark, botánico eminente y estudioso de la flora venezolana, quien llegó a Venezuela en diciembre de 1959 por invitación de Tobías Lasser, Director del Instituto Botánico. Steyermark llevó a cabo numerosas exploraciones botánicas en el territorio nacional, entre las que destacan las realizadas a la Guayana venezolana en las que se exploraron tepuyes como el Roraima, Auyántepui, Cerro Autana y el Macizo de Jaua, y las efectuadas en la Sierra de San Luis en el estado Falcón y el Cerro Patao en la Península de Paria en el estado Sucre. Es difícil resumir la notoria contribución de Julian Steyermark al conocimiento de la flora nacional, pero se pueden nombrar como productos destacados la Flora del Ávila (Steyermark y Huber), los tratamientos sistemáticos de las Rubiaceae y Piperaceae y su obra botánica más insigne: Flora of Venezuelan Guayana.
Si bien los primeros 30 años del Herbario Nacional de Venezuela han sido documentados principalmente por autores interesados en la obra de Henri Pittier en el país (Tamayo 1987; Texera 1991, 1994, 1998), en la época posterior a 1950 y hasta la actualidad la información publicada es escasa. Por la consulta del archivo del Herbario Nacional se puede indicar que en el período posterior a 1950 varios profesionales han dado su contribución para mantenerlo y fortalecerlo, encargándose de actividades de dirección y/o curatoriales de la colección. Entre ellos cabe mencionar a Tobías Lasser, Julian Steyermark, Rafael Labiente, Beatriz Garófalo, Teresita Iturriaga, Gladys Rodríguez, Gilberto Morillo, Francisco Delascio-Chitty, Francisco Guánchez, Zoraida Luces, Otto Huber, Rodrigo Duno, Giovanna de Martino, Alexandría Jiménez y Silvia Llamozas, Ana Huérfano, y más recientemente, Aníbal Castillo y las autoras de este trabajo.
En 1991 se crea la Fundación Instituto Botánico de Venezuela a la cual queda adscrito el Herbario Nacional. Esta fundación está ubicada en la Ciudad Universitaria de Caracas, decretada patrimonio de la humanidad por la UNESCO (2000).
EL HERBARIO EN EL PRESENTE
El Herbario Nacional de Venezuela tiene como misión fundamental custodiar y preservar la mayor colección de muestras botánicas del país, facilitar su estudio científico, así como realizar investigación y divulgar información de los distintos componentes de la flora de nacional. Es la principal referencia de la flora de Venezuela, teniendo también un gran número de muestras de otros países, en particular del Neotrópico. Es un lugar de consulta en investigaciones y docencia en el campo de la Botánica, Ecología Vegetal, Fitogeografía, y otras disciplinas, particularmente en estudios taxonómicos y florísticos.
El Herbario Nacional de Venezuela ocupa una posición destacada en Latinoamérica manteniendo relaciones con otros herbarios, tanto nacionales como extranjeros. Tales relaciones se reflejan en la emisión y solicitud de préstamos, intercambios y donaciones de especímenes botánicos.
Actualmente el Herbario Nacional custodia aproximadamente 400.000 especímenes de todos los grupos vegetales, a saber: Algas (4.000), Hongos (25.000), Líquenes (8.800), Briófitas (9.000), Pteridófitos (21.000), Gimnospermas (400) y Angiospermas (330.800). Cuenta también con una importante colección de muestras Tipo (muestra de referencia cuando se describe por primera vez una especie para la ciencia), que contiene alrededor de 6.000 especímenes, y una colección de muestras históricas (520), llamadas así porque fueron realizadas en el siglo XIX por expedicionarios europeos y adquiridas mediante programas de intercambio con otros herbarios, principalmente con el Museo de París.
La colección del Herbario Nacional está distribuida en cuatro salas, una destinada a las plantas no vasculares y Pteridofitas, y una sala principal más dos salas contiguas que albergan las Angiospermas, clasificadas en Dicotiledóneas y Monocotiledóneas (Fig. 1).
A lo largo de la historia del Herbario Nacional de Venezuela son muchos los colectores de instituciones nacionales y extranjeras que han dejado importantes contribuciones en el Herbario producto de sus expediciones a diferentes regiones del país; por sus colecciones principalmente de plantas vasculares, merecen especial mención Bassett Maguire, John Wurdack, Richard Cowan, George S. Bunting, Félix Cardona, Ronald Liesner, Alfredo Jahn, Alwyn H. Gentry, Tobías Lasser, Francisco Tamayo, Volkmar Vareschi, Mauricio Ramia, Leandro Aristeguieta, Getulio Agostini, Stephen Tillett, Otto Huber, Paul E. Berry, Gerrit Davidse, Gilberto Morillo, Gustavo Romero, Luis Marcano-Berti, y más recientemente Gerardo Aymard, Basil Stergios, Francisco Delascio-Chitty, Aníbal Castillo, Francisco Guánchez, Winfried Meier, Wilmer Díaz, Judith Rosales, Claudia Knab-Vispo y Laurence J. Dorr. Cabe destacar la especial contribución de Manuel López-Figueiras, Edgar Rutkis, Ángel González, Nora de Ríos, Ernesto Foldats, Beatriz Vera, Santiago Gómez, Mayra García, Teresita Iturriaga, Mario Guariglia, quienes han enriquecido la colección de plantas no vasculares.
Las actividades que se han venido realizando en el Herbario, en general, son las mismas desde sus inicios, entre éstas se pueden mencionar como primordiales el montaje de muestras botánicas, el intercalado en los estantes de las salas de la colección, la identificación y actualización taxonómica de especímenes y el catalogado de muestras botánicas, entre otras. No obstante, cabe señalar que en los años más recientes se ha avanzado hacia la modernización con la digitalización de la información de los especímenes botánicos en base de datos. Este es un aspecto que está en vías de fortalecerse y permitirá realizar consultas de la colección de manera más rápida y eficiente, para estar a la par de otros herbarios del mundo.
Desde su fundación el Herbario Nacional ha sido un centro de referencia y promotor de innumerables exploraciones e investigaciones en el campo de la Botánica del país. Los 85 años del Herbario Nacional no han transcurrido sin dejar huellas; éstas se manifiestan en cada uno de los estudios realizados de la flora y vegetación del país y del Neotrópico en general. Durante este tiempo, el Herbario ha estado sorteando vicisitudes, muchas de las cuales han sido reiterativas a lo largo de los años, sin embargo su fortaleza se ha mantenido gracias al empuje y dedicación del personal que ha laborado en sus instalaciones, así como por el inmenso valor del conocimiento que éste alberga.
Hoy en día el Herbario Nacional de Venezuela se ve fortalecido con un recurso humano, joven en su mayoría, que tiene por delante el reto de conservar y enriquecer el gran valor de su patrimonio y de estar a la vanguardia de la tecnología de los tiempos modernos, procurando así mantener su posición destacada como herbario de referencia de la flora nacional y continuar contribuyendo con los estudios botánicos en Venezuela.
ARCHIVOS CONSULTADOS
Archivos del Herbario Nacional de Venezuela. Caracas.
BIBLIOGRAFÍA
1. Pittier, H. 1931. Estado actual de nuestros conocimientos acerca de la flora de Venezuela. Bol. Soc. Venez. Ci. Nat. 4: 133-152. [ Links ]
2. Tamayo, F. 1987. Imagen y huella de Henri Pittier. Ediciones INTEVEP, Caracas. [ Links ]
3. Texera, Y. 1991. La exploración botánica en Venezuela: 1754-1950. Fondo Editorial Acta Científica Venezolana, Caracas. [ Links ]
4. Texera, Y. 1994. Henri Pittier en Venezuela. Historia para todos 10: 1-24. [ Links ]
5. Texera, Y. 1998. La modernización difícil. Henri Pittier en Venezuela 1920-1950. Fundación Polar, Caracas. [ Links ]