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Letras

versión impresa ISSN 0459-1283

Letras v.47 n.71 Caracas dic. 2005

 

Análisis de marcadores discursivos en ensayos escritos por estudiantes universitarios*

Marisol García Romero

(Universidad de Los Andes)

Resumen

En este trabajo nos proponemos mostrar, desde una perspectiva discursiva, cómo los estudiantes universitarios utilizan los marcadores discursivos, los cuales constituyen uno de los recursos empleados para establecer la interacción escritor – lector. El análisis fue realizado con una muestra de doce ensayos elaborados por alumnos del primer año de la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Los Andes-Táchira.  Para la clasificación de los marcadores hemos aplicado la presentada por Calsamiglia y Tusón (1999). Los datos analizados  revelan claramente que, en general, los marcadores se utilizan poco y, específicamente, los metatextuales son casi inexistentes.  Por esta razón, los textos son menos interactivos con el lector. Nos parece que este resultado debería ser tomado en cuenta por quienes enseñan composición escrita en la universidad, pues creemos que los estudiantes requieren ser entrenados sobre el uso de los marcadores discursivos; en caso contrario, no los adquirirán o lo harán de manera más lenta y tardía.

Palabras clave: Escritura académica, análisis discursivo, marcadores discursivos.

 Analysis of discoursive markers in essays written by university students

Abstract

The aim of this paper is to show, from a discoursive perspective, the use of discourse markers by university students in written essays. The corpus gathered twelve essays written by first-year students of Journalism (Social Communication Studies) of Los Andes University-Táchira. For the classification of the markers, we have applied the model used by Calsamiglia y Tusón (1999).The analyzed data clearly show that markers are rarely used, and in particular, that metatextual markers are virtually inexistent, which makes the texts less interactive for the reader. We think this result should be taken into account by lecturers and teachers of written composition in college, for students must be trained in the use of discoursive markers; otherwise, they will not acquire them, or will start using them later and and less effectively.

Key words:  Academic writing, discourse analysis, discoursive markers.

Analyses des marqueurs discursifs dans des essais écrits par des étudiants

Résumé

D’après une perspective discursive, dans cette dissertation on propose démontrer comment les étudiants utilisent les marqueurs discursifs qui constituent une des ressources employées pour établir l’interaction écrivain – lecteur. L’analyse a été faite avec un échantillon de douze essais réalisés par des élèves de la 1ère année de Journalisme (Études de Communication Sociale) de l’Université des Andes – Táchira. Pour la classification des marqueurs, on a utilisé celle de Calsamiglia et Tusón (1999). Les données analysées dévoilent que, en général, les marqueurs sont peu employés et, notamment, les métatextuels sont presque inexistants. C’est pourquoi les textes sont moins interactifs. Nous pensons que ce résultat devrait être étudié par ceux qui  enseignent à l’université la composition écrite, étant donné qu’on doit enseigner aux étudiants l’emploi des marqueurs discursifs ; dans le cas contraire, ils ne l’acquérront pas ou le feront plus lentement et tardivement.

Mots clé : écriture académique, analyses discursives, marqueurs discursifs.

Recepción: 21-01-2004    Evaluación: 10-12-04

Recepción de la versión definitiva: 15-01-2005

Los problemas que encuentran los alumnos

en la utilización de los medios de conexión son

de dos tipos: o no los emplean jamás (o demasiado poco)

o lo hacen con un criterio erróneo.

Bain y Schneuwly (1997:46) 

En esta investigación abordamos la escritura universitaria de los estudiantes desde una perspectiva discursiva, es decir, nos interesa conocer cómo se manifiestan en los ensayos las marcas referidas al contexto y a la interrelación con el lector.  Por ello, centramos el análisis en los marcadores discursivos, especialmente los metatextuales. Consideramos que este aspecto discursivo nos permite indagar sobre la conciencia de la audiencia que tienen los escritores novatos o inexpertos (como suelen ser los estudiantes que egresan de la educación secundaria).  La finalidad es orientar, en el futuro, la intervención pedagógica —partiendo de un diagnóstico lingüístico— hacia la construcción adecuada de la interacción escritor-lector, en textos ensayísticos producidos por estudiantes que ejercerán profesionalmente como comunicadores sociales.

En nuestro estudio, presentaremos un inventario de los marcadores y conectores empleados por los estudiantes con el fin de determinar, sobre todo, si se emplea una gran variedad de estos recursos.  Esto sería una demostración, por una parte, de que los estudiantes dominan prácticas discursivas elaboradas y formales de la lengua escrita, en las  que  “el foco de atención es predominantemente referencial y en las que se necesita precisar los elementos de enlace” (Calsamiglia y Tusón, 1999:249);  y por otra parte, de que tienen conciencia de la audiencia, pues en el caso de los marcadores metatextuales, éstos orientan al lector sobre cómo se realiza el procesamiento de la información en el discurso.

Marco conceptual

Conviene comenzar este artículo mostrando la dificultad que existe en la sistematización del tratamiento de los enlaces, conectores, conectivos, marcadores, operadores, reformuladores y estructuradores de la información. Con estos términos suele denominarse a los elementos que permiten establecer relaciones entre distintas unidades, oraciones, proposiciones, enunciados, entre otros elementos, de un texto. Cabe mencionar que cada término apela a una definición distinta, enfocada a un nivel de análisis particular; por ejemplo, conectivo (Van Dijk, 1984) se relaciona con la semántica, mientras que marcador, lo hace con la pragmática. Además, cada denominación está enmarcada dentro de una determinada corriente teórica; por ejemplo, en los estudios de composición y retórica se utiliza el término transiciones (Barton, 1995).

No sólo el tratamiento terminológico presenta variedad, sino que también son diversos tanto los elementos que se incluyen dentro de la categoría marcador, como la correspondencia entre el conectivo y la clase de conexión:

a) Martín Zorraquino  y Portolés (1999: 4056) reconocen que la categoría “marcador de discurso” no se corresponde con  una única categoría gramatical, es decir, podemos encontrar adverbios, locuciones adverbiales y ciertas interjecciones.

...los marcadores del discurso son muy difíciles de sistematizar. No estamos ante una clase uniforme de palabras (pretender establecer una relación biunívoca entre el concepto de ‘marcador del discurso’ y una categoría gramatical determinada es algo así como intentar ajustar el término ‘deíctico’ a una sola clase de palabras).

b) Van Dijk (1984:101) encuentra que no existe una única correspondencia entre un conectivo y una clase de conexión y viceversa.

Uno de los problemas de la semántica de los conectivos naturales es su posible ambigüedad: el mismo conectivo puede expresar diferentes clases de conexión, y una clase de conexión puede ser expresada por varios conectivos.

Hemos de aceptar, pues, la complejidad que engloba a este tipo de unidades de análisis. Debido a que no es nuestro objetivo profundizar en esta complejidad, nos limitaremos a aclarar que en nuestro análisis utilizaremos las denominaciones de conector y marcador por estar vinculadas con los aspectos discursivos. Según Calsamiglia y Tusón (1999: 245 y 246), los marcadores y los conectores tienen unos rasgos propios que los caracterizan:

Desde el punto de vista de su forma son muy variados: pueden ser piezas simples o compuestas, conjunciones, adverbios y locuciones, sintagmas nominales, verbales o preposicionales.

Su función es relacionar y poner en contacto dos enunciados o secuencias de enunciados; en otras palabras, su presencia enlaza un segmento textual previo con el siguiente, estableciendo una relación semántica.

Su finalidad discursiva se centra fundamentalmente en proporcionar cohesión y estructura, y en servir de guía o instrucción para la interpretación del sentido.

Los marcadores del discurso en el texto escrito

En el discurso escrito de tipo expositivo y/o argumentativo, como lo es un ensayo, los conectores sirven no sólo para organizar el flujo de información, sino también como pistas para orientar la interpretación del destinatario. Siguiendo a Calsamiglia y Tusón (1999: 245-247), hemos dividido el análisis de los marcadores discursivos según la función que cumplen en un espacio discursivo intratextual o extratextual de la siguiente manera:

Textuales: ponen en relación lógico-semántica segmentos textuales sean enunciados o conjunto de enunciados. Se pueden llamar más propiamente conectores.

Metatextuales: orientan sobre el desarrollo mismo de la enunciación. Ésta se desenvuelve a partir de un inicio, un desarrollo y una conclusión y además se despliega en el espacio y en el tiempo.

Conectores de operaciones discursivas: indican ya sea la posición  del enunciador en relación con su enunciado o el tipo concreto de tratamiento de la información. Se conocen como.

1. Conectores textuales

Como exponíamos anteriormente, estos conectores (ver Cuadro nº 1)  sirven para poner segmentos textuales en relación lógico-semántica.

Cuadro nº 1:

Conectores textuales (Calsamiglia y Tusón, 1999: 248) 

Aditivos o sumativos

Y, además, encima, después, incluso; asimismo, también, tal como, del mismo modo; ni tampoco.

Contrastivos o contraargumentativos

Pero, en cambio, sin embargo, ahora bien (oposición); sino, en lugar/ vez de, por el contrario, antes bien, contrariamente... (sustitución); excepto si, a no ser que ... (restricción); de todos modos, sea como sea, en cualquier caso, a pesar de, no obstante, con todo, aun así, después de todo, así y todo, con todo (y con eso)... (concesión). 

De base

causal

  • Causativos
  • Consecutivos
  • Condicionales
  • Finales

A causa de ello, por eso, porque, pues, puesto que, ya que, dado que, por el hecho de que, en virtud de, gracias a...

De ahí que, pues, luego, por eso, de modo que, de ello resulta que, así que, de donde se sigue, así pues, por (lo) tanto, de suerte que, por consiguiente, en consecuencia, en efecto, entonces...

Si, con tal que, cuando, en el caso de que, según, a menos que, siempre que, mientras, a no ser que, siempre y cuando, sólo que, con que...

Para que, a fin de que, con el propósito/ objeto de, de tal modo que...

Temporales

Cuando, de pronto, en ese momento, entonces, luego, más tarde, mientras tanto, una vez, un día, en aquel tiempo, de repente, enseguida...

Espaciales

Enfrente, delante, detrás, arriba, abajo, al fondo, a la derecha, a la izquierda, a lo largo, a lo ancho, por encima...

2. Conectores  metatextuales

Los conectores metatextuales (ver Cuadro nº 2), como hemos mencionado anteriormente, son elementos lingüísticos orientados a la organización del discurso.   Focalizan la atención del lector hacia el desarrollo de la enunciación, es decir, dan pistas sobre cómo el escritor ha organizado el discurso, desde el punto de vista de la distribución de la información, en relación con la estructura textual y con las nociones de espacio y tiempo.

Cuadro nº 2:

Tipos de conectores metatextuales  (Calsamiglia y Tusón, 1999: 246 y 247)

Iniciadores

Distribuidores

Ordenadores

De transición

Continuativos

Aditivos

Digresivos

Para empezar, antes que nada, primero de todo…

Por un lado, por otro; por una parte, por otra; éstos, aquellos…

Primero, en primer lugar, en segundo lugar…

Por otro lado/ parte, en otro orden de cosas…

Pues bien, entonces, en este sentido, el caso es que, a todo esto…

Además, igualmente, asimismo…

Por cierto, a propósito…

Espacio-temporales

·       Anterioridad 

·       Simultaneidad

·       Posterioridad

Antes, hasta el momento, más arriba, hasta aqu텠

En este momento, aquí, ahora, al mismo tiempo, mientras, a la vez… 

 Después, luego, más abajo, seguidamente, más adelante…

Conclusivos

Finalizadores

En conclusión, en resumen, en suma, en resumidas cuentas, total…

En fin, por fin, por último, para terminar, en definitiva…

2.1 En lo que respecta a los conectores que introducen operaciones discursivas (ver Cuadro nº 3), suelen colocarse en el inicio de un enunciado o como preámbulo al segundo miembro de la relación. Estos conectores indican la posición del enunciador en relación con su enunciado o bien un tipo concreto de tratamiento de la información.

Cuadro nº 3:

Tipos de conectores que introducen operaciones discursivas (Calsamiglia y Tusón, 1999: 247)

Conectores

·        de expresión de un punto de vista 

·        de manifestación de certeza 

·        de confirmación 

·        de tematización 

·        de reformulación 

·        de ejemplificación

En mi opinión, a mi juicio, a nuestro entender, desde mi punto de vista, a mi parecer, tengo para mí, por lo que a mí respecta...
Es evidente que, es indudable, todo el mundo sabe, nadie puede ignorar, es incuestionable, de hecho, en realidad, está claro que...  
En efecto, por supuesto, desde luego, por descontado, efectivamente...
Respecto a, a propósito de, por lo que respecta a, en cuanto a, referente a, con referencia a, en lo que concierne, en/por lo que se refiere a...
Esto es, es decir, en otras palabras, quiero decir, o sea, a saber, bueno, mejor dicho, en particular, en concreto...
Por ejemplo, a saber, así, en concreto, pongamos por caso, sin ir más lejos...

Constitución del corpus

La muestra, constituida por veintitrés ensayos escolares[1], se recogió durante la primera semana de actividades académicas, en el aula de clase del Taller de Competencias Comunicativas 10.  La sesión tuvo una duración de una hora durante la cual los estudiantes debían seleccionar un tema libremente y elaborar un ensayo[2] con la extensión que quisieran. Con esta muestra realizamos un análisis siguiendo la propuesta de Russotto (1989) para elaborar un ensayo escolar, y seleccionamos doce escritos que presentaban una estructura completa (introducción, desarrollo y cierre),  y además se aproximaban a lo que, a nuestro juicio, debe ser un texto ensayístico, a saber, un texto en el que se trata un tema cualquiera desde una perspectiva personal.

Los ensayos que constituyen el corpus han sido codificados del siguiente modo: el primer número indica la ubicación en el corpus, y el segundo, el número de palabras por ensayo.  Así,  el ensayo codificado como 10/230 indica que es el texto nº 10 del corpus y posee 230 palabras.  En relación con el número de palabras, vale decir que 60% de los ensayos poseen menos de 300 palabras.

Es importante mencionar que en la transcripción del corpus seleccionado para el análisis sólo hemos regularizado la ortografía, es decir, se ha dejado intacta la gramática, la puntuación y otros signos convencionales. Consideramos que corregir las faltas ortográficas afectaba muy poco la construcción del significado de los textos originales y nos permitía concentrarnos exclusivamente en los aspectos discursivos más que en los formales.

Participantes

La muestra está compuesta por estudiantes de nuevo ingreso de la carrera de Comunicación Social durante el año lectivo febrero 2002 - noviembre 2002. Estos estudiantes cursan el primer año de la carrera, que tiene un régimen de anualidad y cuya duración es de cinco años. En el primer año de la carrera hay cuatro secciones de, aproximadamente, veinticinco alumnos cada una (en  total, hay unos setenta y cinco estudiantes cada año). La sección seleccionada está compuesta por veintiocho estudiantes, de los cuales veintitrés (un 82 % del total de alumnos del primer año) elaboraron ensayos (cinco estudiantes no asistieron el día de la recogida de la muestra, un 18%).

La mayoría de los alumnos tienen edades comprendidas entre 17 y 20 años, y provienen en su mayoría de centros de enseñanza públicos.  Para el ingreso a la universidad han presentado una o, incluso, dos pruebas de selección (la prueba de la OPSU-Ministerio de Educación y la prueba PINA-Universidad de Los Andes).

Análisis de los marcadores discursivos

En la Tabla nº 1, hemos clasificado los conectores textuales aparecidos en la muestra de ensayos.

Tabla nº 1:

Resultados de la distribución de los conectores textuales

Conec-

tores

Aditivos Contrasti

vos

Causativos Conse-

cutivos

Condi- cionales Finales Tempora

les

Espacia-

les

  21

y

5

también

1

además

 

 

 

11

pero

2

sino

1

mientras

1

mas

1

en cambio

1

aunque

1

otro

5

pues

4

ya que

3

debido a

3

entonces

2

dado que

2

por esto

1

porque

1

por tal motivo[1]

1

Así que

1

entonces

1

como conse-

cuencia

15

 si

2

en fin[2]

1

al fin y al cabo[3]

1

otro

9

hoy en día

4

cuando

3

ahora

1

por los momen

tos[4]

1

en todo momento

1

mientras

1

de pronto

19

otros no especi

ficados

[5] 

1

en este mundo

Total

128

27

21 %

18

14 %

21

16,4 %

3

2,3  %

15

11,7 %

4

 3,1 %

39

30,4 %

1

0,78 %

 

[1] Martín Zorraquino y Portolés (1999:4060) consideran que por este motivo no debe ser considerado marcador puesto que conserva su capacidad de flexión y de recibir especificadores y complementos, así como: por ello, por eso, por esto, por esta razón, por esta causa, a causa de esto. Nosotros hemos decidido incorporar como marcadores todas las piezas simples o complejas que cumplan la función de un marcador, por lo que hemos incluido por esto y por tal motivo.

[2]  Cabe mencionar que los dos casos del marcador en fin  en el corpus están asociados con un uso más oral que escrito.  En términos de Martín Zorraquino y Portolés (1999: 4136), se trata de “un uso frecuente en discursos pobremente planificados en los que después de una divagación o una exposición demasiado prolija, se utiliza este marcador para anunciar el término de una secuencia de discurso y presentar su conclusión”. 

[3] Martín Zorraquino y Portolés (1999:4078) afirman que al fin y al cabo es un reformulador que fortalece como argumento el miembro en el que se encuentra. Ello favorece que se utilice frecuentemente para justificar una conclusión anterior.

[4] La expresión temporal por el momento sólo se utiliza en singular, pero en el español hablado en  Venezuela puede aparecer tanto en singular como en plural, por los momentos. Se podría considerar como un ejemplo de una huella de oralidad en la escritura.

[5] Incluimos en este grupo todas las frases adverbiales, tales como desde el siglo pasado, entre los años 50 y 60, unos cien años atrás, en la actualidad, a mediados de los 70, entre otras.

Los resultados registrados en la Tabla nº 1 muestran poca variedad en el uso de los conectores, si se compara con los existentes en el Cuadro nº 1, y excesivo uso de algunos, como  y[8], pero y si, que suelen ser de uso frecuente en la lengua oral.  Ello nos permite afirmar que los estudiantes tienden a utilizar escasamente conectores más propios de la lengua escrita. En relación con la diferencia de distribución de los marcadores, según se trate de la lengua escrita o de la lengua oral, Portolés (1998: 126) afirma que unos pocos  se utilizan más al hablar que al escribir,   como por ejemplo,  bueno, claro, hombre, o sea, vamos o el pues comentador. Pero en la mayoría de las ocasiones sucede lo contrario: marcadores que se hallan en cualquier texto escrito son poco habituales en el coloquio (v. gr., ahora bien, por lo demás, por lo contrario, en consecuencia, en suma, etc.). Este investigador considera que esta diferencia de uso se debe a que el contexto de la conversación es infinitamente más rico que el de la lectura.

Los tipos de conectores más utilizados en el corpus, son los temporales (30,4 %), los aditivos (21%) y los causativos (16,4  %). Estos conectores nos parecen más propios de un texto narrativo que de uno expositivo-argumental. En este sentido, vale mencionar a Sánchez y Barrera (1992:55,56), quienes afirman que las conexiones, que siguen un orden temporo-espacial o causal, se encuentran básicamente en los discursos narrativos y descriptivos, y las que son de naturaleza funcional se encuentran frecuentemente en el discurso expositivo y en el argumentativo.  Estas relaciones funcionales permiten relacionar enunciados (o macroproposiciones), cada uno de los cuales cumple una función específica con respecto al que le precede o al que sucede. Según Sánchez (1993:77), los conectores difieren de un orden discursivo[9] a otro, de lo que podríamos inferir que éstos contribuyen a definir  el tipo de texto que se elabora.  Por tanto, su descripción podría darnos pistas para determinar si se trata, por ejemplo, de un texto con predominancia expositiva o argumentativa.

En relación con la influencia de la lengua oral en los escritos de los estudiantes, Tusón (1991:17) opina que

La ausencia del uso –o el uso erróneo- de conectores es otra característica típica de los escritos de los estudiantes.  Las relaciones sintácticas o semánticas no se hacen explícitas a través del uso de elementos lingüísticos; las estructuras sintácticas que abundan más son la yuxtaposición y la coordinación (la negrita es nuestra).

Es evidente, también, que los datos de la Tabla nº 1 demuestran el poco uso de conectores para establecer las relaciones sintácticas o semánticas en los textos, lo que supone que éstas se realizan de manera implícita[10]. La estructura sintáctica más abundante es la coordinación, tal como lo apunta Tusón, seguida por la subordinación causativa (introducida, sobre todo,  por pues y ya que), la contrastiva (introducida, básicamente, por pero) y la condicional (introducida, únicamente, por si).

Es preciso mencionar la importancia que tiene la subordinación relativa en el establecimiento de las conexiones sintáctico-semánticas[11], pues creemos que el poco uso de conectores discursivos en el tejido textual se resuelve, aunque no adecuadamente, con el uso de este tipo de subordinación (véase, en la Tabla nº 2, los resultados de la presencia significativa (30,5%) de oraciones subordinadas relativas en los ensayos).

Tabla nº 2:

 Distribución de las oraciones

subordinadas relativas por ensayo

Nº de texto/

Nº de oraciones

Nº de oraciones relativas

%

1/30

10

33,3

2/27

11

40,7

3/23

9

39,1

4/25

8

32

5/25

8

32

6/35

12

34,2

7/61

12

19,6

8/14

9

64,2

9/25

7

28

10/20

6

30

11/46

11

23,9

12/69

19

27,5

      /400

122

30,5 %

 

En la Tabla nº 3, constatamos, por un lado, la poca variedad de conectores metatextuales empleados y, por el otro, el uso relativamente escaso de este tipo de marcador (sólo catorce casos) en toda la muestra analizada.  Este resultado pone en evidencia la dificultad o desconocimiento de los estudiantes en la utilización de este tipo de recurso lingüístico que contribuye a mejorar la organización de un discurso, en función de cooperar con el potencial lector.

Tabla nº 3:

Resultados de la distribución de los conectores metatextuales

Conectores  metatextuales

Cantidad de textos 

Total

Iniciadores

0

0

Distribuidores

0

0

Ordenadores[1]

1

3

De Transición

1

1

Continuativos

3

4

Aditivos

2

2

Digresivos

0

0

Espacio - Temporales

1

2

Conclusivos[2]

0

0

Finalizadores

2

2

 

14

[1] Vílchez et al. (2002) encontraron que, en algunos casos, los estudiantes utilizan formas verbales en gerundio y adverbios con el valor de un marcador ordenador: primero, en inicio, etc.; por ejemplo,   “Comenzando por el sentido físico produce daños a nivel...”.  Según estos investigadores, estos casos son una muestra de la interferencia de la lengua oral en la escritura. 

[2]Con  respecto a los conectores conclusivos, Sánchez (1993) afirma que este tipo de conector es bastante peculiar de la argumentación, "por cuanto la conclusión es una categoría inherente a la argumentación" (p.79). De manera que su ausencia es el corpus analizado podría interpretarse como un indicio de ausencia de argumentación.

A continuación veremos algunos ejemplos de los conectores metatextuales encontrados en los ensayos

Ordenadores

7. ...entonces es cuando se presentan dos inconvenientes básicos: primero, la guerra de intereses en los medios de comunicación, al éstos querer establecer una línea específica de opinión y segundo la pasividad y pereza mental del público al juzgar la información.

De transición

8. Para solucionar este problema debemos empezar por educar a los niños desde que están pequeños, tanto en las casas, como en el colegio, informándolos sobre el efecto que causa esta sustancia en el organismo humano. Siendo esta solución la más factible por los momentos para erradicar el consumo de droga, ya que por otra parte existe tanta corrupción en nuestro país, que hasta los mismos organismos competentes se encargan de distribuir estas sustancias.

Continuativos

12. Este preámbulo científico nos da pie a pensar que el origen de la materia no es nada, si dividimos más y más y más un átomo, la materia más pequeña del universo sería nada, entonces, la vida que gira a nuestro alrededor, los colores, las personas, las formas, todo es producto del pensamiento.

Aditivos

1. El otro estilo una música fuerte en acordes y en letras algo profundas sigue representando igualmente a una superficial pero con cierto grado de ira hacia nada.

11.  Es por tal motivo que todos debemos estar seguros de lo que vamos a decir, y procurar fijarnos una meta, además es muy importante que lo que expresemos sea verdad y que usted crea en lo que está diciendo.

Espacio-Temporales

Simultaneidad

7. Hagámonos algunas preguntas. ¿Damos por sentado que la información que recibimos es veraz? Si esto es así, la discusión acabaría aquí, pero si creemos que tal cosa es algo difícil de determinar, nos trasladamos al cuestionamiento de intereses hacia los medios.

7.  Dada la importancia que tiene hoy en día la información, se ha venido cuestionando, a las personas que tienen a cargo la emisión de noticias en los diferentes medios de comunicación. A este punto[14], sería plausible, hacernos algunos cuestionamientos serios acerca de este tema.

Finalizadores

5.  A la conclusión que puedo llegar es que no hay límites para lograr las cosas, porque si realmente se quiere hacer algo, uno busca la forma para lograr llegar a la meta.

11.  Finalmente, creo, que un buen comunicador debe conocer y manejar estas técnicas a la perfección y combinarlas con su personalidad y estilo, acompañadas de una veracidad objetiva y enmarcada hacia un rumbo definido.

En la Tabla nº 4, comprobamos que, si bien se utilizan casi todos los conectores de esta clase, se hace en pocos textos, a excepción de los conectores de reformulación, cuyo uso destaca notablemente (35,2%).  Es posible que el predominio de este tipo de conector se deba a la necesidad del escritor de asegurar la comprensión de sus ideas, lo que podría demostrar el hecho de que quien escribe está pensando que su lector requiere información más precisa. Cabe mencionar que seis  de los diecisiete conectores (35, 2%), que aparecen en los ensayos, pertenecen a un mismo texto, el n° 7.  Este resultado nos remite nuevamente al desconocimiento o dificultad para utilizar recursos lingüísticos, como es el caso de este tipo de conector, que da indicaciones al lector sobre los movimientos, la puesta en escena, en el discurso del enunciador y su tratamiento de la información.

Tabla nº 4:

Resultados de la distribución de los conectores que introducen operaciones discursivas

Conectores de 

·  Expresión de punto de vista

·  Manifestación de certeza

·  De confirmación

·  De tematización

·  De reformulación...

·  De ejemplificación

Cantidad de textos

Total

1

1

2

3

0

0

2

3

3

6

4

4

 

17

A continuación ilustraremos con ejemplos los conectores que introducen operaciones discursivas encontrados en los ensayos:

De expresión de punto de vista

4. En fin existen muchas religiones; otras empiezan ha crearse. Y en mi opinión personal, las gentes del mundo están tan ocupados en estos asuntos de defender su religión que se matan mutuamente por una creencia que...

De manifestación de certeza

7. ...si así lo hiciéramos, estaríamos vulnerando uno de los derivados de la libertad de prensa que sería la libertad de opinión, pues está claro que cada quien tiene el derecho de pronunciarse como mejor le parezca, acerca de cualquier tema.

9. Venezuela está viviendo grandes cambios por el presidente; tanto buenos como malos, pero en todo esto no es sólo el presidente Hugo Rafael Chávez Frías el que tiene la culpa.  El venezolano como bien se sabe es muy perezoso e impuntual.

9.  Se está de acuerdo en que no hay las suficientes fuentes de trabajo y por esto hay tanta delincuencia en el país...

De tematización

7. En cuanto al inconveniente que se menciona primero, podemos decir que sería una labor titánica, tratar de descubrir qué intereses se mueven detrás de la maquinaria mediática de los grandes medios...

5.  A nivel del[15] transporte es muy grande y productivo lo que se ha obtenido, tal es el caso de los trenes, automóviles, metro bus, aviones, jets, submarinos, en fin, hay gran variedad, unos más rápidos que otros. En cuanto a nivel de telecomunicación también podemos citar algunos...

De reformulación, explicación o aclaración

11.  Una persona de carácter visual, entiende mejor las ideas desde el punto de vista óptico,  es decir, para manifestarle a esta persona una idea le diríamos -¿Cómo ves esto? de esta forma estamos activando una clave sensorial en su forma de comunicarse.

De ejemplificaciones

4. En otras religiones se hacen algunas prohibiciones sociales, por ejemplo, no se debe tomar café, fumar o beber; se rinde culto a los animales, éstos son sagrados; no se puede comer carne.

5.  A nivel del transporte es muy grande y productivo lo que se ha obtenido, tal es el caso de los trenes, automóviles, metro bus, aviones, jets, submarinos, en fin, hay gran variedad, unos más rápidos que otros.

12. ...generalmente sí, vivimos presa de una constante repetición de anhelos, circunstancias, emociones, reacciones y juicios que provienen de nuestro pasado, como una película a la cual se le da demasiada importancia.  Un ejemplo de esto es el siguiente: si a una película de terror le diéramos una importancia tal que cuando saliera la gente de la sala tendría el vivo pensamiento de que todo lo que vieron es absolutamente verdad, sería un total caos y desorden.

3.  Enfocadores de alteridad

Martín Zorraquino y Portolés (1999:4171) clasifican los enfocadores de alteridad[16] dentro de los marcadores conversacionales.  Para estos autores, se trata de un conjunto de unidades que coinciden en que apuntan fundamentalmente, en su origen, al oyente (por ejemplo, oye, mira, etc.), y en alguna ocasión, a ambos interlocutores (vamos). Portolés (1998) afirma que esta captación de la atención del interlocutor se produce por su origen vocativo (hombre, mujer) o imperativo (anda/ ande, mira/ miren, oye/ oigan, entre otros).

7. Creo, estimado lector, que nuestro papel como personas de libre pensamiento está siendo manchado, lo que quiero decir es que juegan con nosotros como marionetas de circo.  Nos han hecho pensar que el problema es de ellos y nosotros nos hemos sentado a esperar que lo solucionen, cuando, históricamente sabemos que la guerra gobierno-medios ha sido eterna.  Queda mucha tela por cortar, pero, por favor, juzgue usted.

La partícula por favor es un enfocador de alteridad que se ajusta a las condiciones establecidas para un marcador del discurso, entre ellas, que no desempeña una función oracional, sino que se mantiene en el ámbito extrapredicativo. En el caso del ejemplo antes citado, se usa para significar una petición o propuesta para el lector (juzgue usted), de modo que con este recurso se apela a la participación del destinatario.

En la Tabla nº 5 presentamos el uso de los marcadores en cada uno de los ensayos analizados.  Nos parece evidente el predominio del uso de los marcadores textuales sobre el resto de marcadores (80,5 % versus 8,8% y 10,6%). En términos generales, todos los ensayos tienen marcadores textuales, pero sólo la mitad de los textos tienen marcadores metatextuales o de operaciones discursivas.  Es  decir, los autores parecen centrarse más en establecer relaciones textuales que metatextuales. Sería conveniente abordar la importancia de la introducción de los marcadores metatextuales o de operaciones discursivas para establecer la relación con los destinatarios o posibles lectores, si se desea hacer una intervención pedagógica que tenga entre sus fines el concienciar al estudiante sobre la importancia de integrar al lector en el texto.  Esto es especialmente importante en el caso de los textos argumentativos, en los cuales el interés por convencer sobre la tesis que plantean insta a que utilicen recursos persuasivos, entre los que se encuentra el incorporar al lector dentro del argumento (Hyland, 2001).

Tabla nº 5:

Distribución de los tipos de marcadores por ensayo

Nº texto/

Tipos de marcadores

A)Textuales B) Metatextuales B.1) De operaciones discursivas

1

19

1

0

2

7

0

0

3

8

1

0

4

8

0

2

5

11

1

3

6

7

0

0

7

19

5

6

8

6

2

0

9

9

0

0

10

9

0

2

11

10

2

2

12

15

2

2

Total de marcadores

%

128

14

17

159

 80,5

 8,8

 10,6

CONCLUSIONES

En suma, el uso de los marcadores discursivos en el corpus analizado de ensayos escolares pone en evidencia:

1.  El uso excesivo de determinados marcadores textuales (cf. Cuadro nº 1), por ejemplo, y, también, pero, pues y si.  Esto demuestra el predominio de la utilización de marcadores frecuentes en la lengua oral; es decir, no suelen utilizarse marcadores más propios de la modalidad  escrita, sino los mismos que ya se usan en la modalidad oral. Cabe añadir que también se encuentra poca variedad en el empleo de los marcadores; por ejemplo: y  se emplea veintiuna  veces; pero, once; si, quince; hoy en día, nueve y el resto se usa muy poco (menos de cinco veces).  Esta debilidad en la conexión informativa trae como consecuencia, en algunos casos, la frustración del escritor-estudiante al ser consciente de que su composición resulta poco atractiva.  Así mismo, tal debilidad puede causar el aburrimiento del lector-profesor al enfrentarse a la tarea de evaluar estos textos (Martínez, 1997:57).

2. El uso escaso de conectores metatextuales (incluidos los operadores discursivos) que favorecen la interrelación escritor -texto- lector.

Nos parece que este resultado puede tener implicaciones para intentar mejorar, sobre una base más sólida, aquella didáctica del texto escrito en la que, por una parte, el docente es el único destinatario del texto que se produce y, por otra, el estudiante desconoce qué conectores son más adecuados según el tipo de texto que se elabora.  Bain y Schneuwly (1997:46) afirman que:

El trabajo con estas unidades es a la vez tipológico (comparación de los tipos de texto y de sus organizadores), clasificador (inventariar los organizadores en los diferentes textos) y funcional (análisis de las funciones asumidas por los organizadores en los diferentes lugares del texto).

Es indudable que hay una tarea pendiente si se emprende la enseñanza de los textos escritos tomando en cuenta unidades textuales, como los conectores (en nuestro caso).  Hemos de presentar un inventario de estas unidades según cada tipo de texto y también mostrar cómo funcionan para señalar el “camino” al lector.

En lo concerniente al inventario, Martín Zorraquino y Portolés (1999: 4079) afirman que “los marcadores son un medio de la lengua para facilitar la articulación entre lo dicho y el contexto”. Es decir que a un contexto distinto le corresponde un diferente uso de estas unidades. Por ejemplo, existen marcadores más frecuentes en la lengua oral que en la escrita; tal es el caso de bueno, claro, hombre o vamos;  y viceversa, como  así las cosas, por lo demás, por el contrario o en consecuencia. Esta distinción de marcadores según la modalidad y el registro reafirma la  necesidad del inventario con miras a una enseñanza de los textos escritos más acorde con los aspectos textuales. En esta dirección, Ventola (1995) afirma que es posible enseñar a los estudiantes a utilizar los conectores para estructurar sus textos haciéndoles conscientes de que, cuando usan conectores metatextuales, están guiando al lector a través del texto; mientras que si no los usan o los usan poco, están dejando al lector la responsabilidad de descubrir la organización lógica del texto.

En relación con la evaluación didáctica del uso de los conectores en el ensayo, Lintermann-Rygh (1985: 349) nos dice que la diversidad en el empleo de los conectores, especialmente de algunos tipos refinados como por lo tanto, es un indicador claro de la calidad del texto.  Por ello, sugerimos que en la didáctica y evaluación de los textos escritos se tome en consideración el uso de conectores propios de la lengua escrita.

Por último, consideramos que los resultados de esta investigación ratifican los resultados de otras investigaciones realizadas anteriormente (Paéz Urdaneta, 1990  y Vílchez et al., 2002) y nos conducen a insistir en la necesidad de atender este problema en las aulas universitarias[17].  En este sentido, vale retomar los aportes de Sánchez y Barrera (1992),  y de Vásquez y Pérez (1998), quienes proponen  enseñar al estudiante, de una manera simplificada, los aspectos más relevantes de la lingüística del texto en relación con el fenómeno de la coherencia, es decir, enseñar la lengua a partir de un modelo discursivo y textual.

REFERENCIAS

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2. Álvarez, L. y Russotto, R. (1996). Cómo mejorar la redacción del ensayo escolar. Clave, 5, 11-37.        [ Links ]

3. Arnáez, P. (1996). El discurso expositivo. Algunas propuestas metodológicas. Clave, 5, 39-53.        [ Links ]

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Notas

*Este artículo es una versión ampliada de un capítulo del trabajo de investigación “El ensayo escolar. Análisis de aspectos discursivos” (cf. García Romero, 2002). Quiero agradecer al Dr. César Villegas y al Prof. Francisco Morales las observaciones que realizaron a la versión preliminar de este artículo, así como también los señalamientos de los árbitros.

1. Vale aclarar qué entendemos por ensayo escolar en esta investigación y para ello citaremos a Sánchez (1990), quien lo define como “un tipo de discurso que se emplea en el ámbito académico con la finalidad de evaluar el aprendizaje y consiste en el desarrollo por extenso de un tema a objeto de demostrar conocimiento acerca del mismo” (p. 90)

2. Reconocemos que el estudiante puede demostrar mejor sus habilidades lingüísticas si se le ofrecen las condiciones de producción de textos cercanas a las naturales, y si tiene plena conciencia del objetivo comunicacional de los mismos (Barrera, 1996:56).  Por tanto, escribir para el profesor sin disponer de un marco de conocimiento específico podría considerarse una situación desventajosa para los estudiantes de nuestra investigación, que debían mostrar sus habilidades en la producción de textos expositivo-argumentativos.

8. Vílchez et al. (2002) encontraron, también, en su corpus de textos expositivos que el conector “y” fue el conector más utilizado por los estudiantes universitarios. 

9. La denominación órdenes discursivos se refiere a las distintas materias de que se componen los textos: narración, exposición, descripción y otras. Este término se inspira en una proposición del lingüística francés Patrick Charaudeau quien sostiene que la materia discursiva va cobrando forma en el momento del acto comunicativo a partir de ciertos ordenamientos que ejecutan los participantes (Sánchez, 1993:62) 

10. En relación con la falta de explicitud, queremos traer a colación dos trabajos realizados por Rinaudo et al. (2001:38) y Albano et al. (2001) sobre elaboración de resúmenes por parte de estudiantes universitarios, en los que ponen de manifiesto que el escaso uso de conectores entre párrafos así como la escasa presencia de proposiciones que expresen relaciones causales, comparaciones o discriminaciones relativamente elaboradas, confiere a los resúmenes las características de una simple enumeración de hechos, objetos, situaciones, cuyas vinculaciones se expresan pero no se explicitan acabadamente. Es decir, parece que las dificultades de los estudiantes universitarios con el uso de los conectores se evidencian, en general,  en textos expositivos y argumentativos.

11. Creemos pertinente mencionar que Páez Urdaneta (1990) considera “el problema de la baja capacidad para la transformción de las relaciones utilizadas (como es puesto de manifiesto por el grado de analiticidad estructural que emerge en oraciones de baja eficacia gramatical –de donde la preferencia del período yuxtapuesto o conjuntivo sobre el subordinativo-)” (p.17), como uno de los cinco grandes problemas encontrados en su investigación en relación con la producción escrita de los estudiantes universitarios de la Universidad Simón Bolívar.

14. Consideramos que en el marcador, a este punto, existe un uso incorrecto de la preposición a, pues en el uso canónico se utiliza la preposición en.

15. La locución prepositiva a nivel de significa propiamente ‘a la altura de’, pero se usa más en sentido figurado.   Entre los sentidos traslaticios de esta locución están  ‘en el ámbito de’, ‘en el aspecto de’, que son los que se emplean de modo abusivo con más frecuencia hoy en día. (Seco, 2000: 307).

16. Briz (1998) los denomina marcadores de control de contacto que entre otras funciones tienen la de apelar o exhortar al interlocutor a que se implique activamente. Consideramos que el marcador por favor cumple esta función.

17. Cf.  las propuestas metodológicas sobre la enseñanza de la composición escrita de Arnáez (1996), Álvarez y Russotto (1996) y, en particular, la de Martínez (1997)  que está centrada en la enseñanza de los conectores.