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Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel

versión impresa ISSN 0798-0477

INHRR v.36 n.1 Caracas jun. 2005

 

Productos de la colmena secretados por las abejas: Cera de abejas, jalea real y veneno de abejas

Patricia Vit*

* Apiterapia y Bioactividad, Departamento Ciencia de los Alimentos, Facultad de Farmacia y Bioanálisis, Universidad de Los Andes, Mérida 5101. Tlf. 0274-2403565, Fax 0274-2403475, e-mail vit@ula.ve

RESUMEN

Las abejas producen secreciones para la construcción, nutrición y defensa de la colonia, las cuales también pueden ser recolectadas y utilizadas por los apicultores. En esta revisión se presentan las funciones de la cera de abejas, la jalea real y el veneno de abejas en la colonia de abejas, sus definiciones, composición, usos, forma de recolección por el apicultor, y los requisitos de calidad. Se considera la utilidad referencial de las normas brasileñas para cera, jalea real y veneno de abejas, resaltando la ausencia de normas venezolanas para estos productos apícolas. Finalmente, se consideran algunos aspectos sobre los residuos en estos productos de la colmena secretados por las abejas.

Palabras clave: cera de abejas, jalea real, veneno de abejas, requisitos de calidad.

ABSTRACT

Bees produce secretions useful for construction, nutrition and defense of the bee colony, which can be collected and used by beekeepers. In this review, are presented the functions of beeswax, royal jelly and bee venom in the bee colony, their definitions, composition, harvesting by beekeepers, and quality standards. The Brazilian regulations for beeswax, royal jelly and bee venom are considered as a useful reference, in contrast to the lack of Venezuelan regulations for such bee products. The residues of these products secreted by bees is considered.

Key words: bee venom, beeswax, royal jelly, quality standards.

INTRODUCCIÓN

Los productos de la colmena recolectados en la naturaleza y procesados por las abejas (1) anteceden esta revisión. Aquí se agrupan los productos de la colmena que son producidos por glándulas apícolas, y que por lo tanto son secretados por las abejas. Es importante recordar que si bien en una colonia de abejas existen tres castas sociales representadas por la reina, las obreras y los zánganos; la cera, la jalea real y el veneno son producidos por las abejas obreras. La jalea real es producida en las glándulas hipofaríngeas y mandibulares de la cabeza, la cera es producida en las glándulas ceríparas del abdomen y el veneno en las glándulas de veneno, cercanas al aguijón (Ver Figura 1).

Estas glándulas se activan en diferentes períodos de la vida de una abeja obrera, por lo tanto generan diferentes funciones dentro de la colmena. Cuando una obrera produce jalea real, participa en labores de nutrición; cuando produce cera, participa en labores de construcción, y cuando ataca con su veneno, participa en labores de defensa. El apicultor también se ha ingeniado para recolectar cera, jalea real y veneno, al igual que sus más conocidas funciones de cosechar miel, polen y propóleos.

La jalea real, la cera de abejas y el veneno apícola son muy conocidos en la farmacopea y gozan de gran popularidad en la medicina tradicional. Pero además de ser producidos por glándulas y de ser atractivos para el consumidor, estos productos de la colmena comparten otra realidad en Venezuela, y es la ausencia de normas para su control de calidad. Si bien la jalea real, la cera y el veneno producidos por las abejas se comercializan directamente o en preparados, el consumidor no está protegido. Se requieren métodos oficiales para medir el porcentaje de la composición indicada en la etiqueta y para evaluar la calidad con el paso del tiempo en las condiciones de obtención, procesamiento, almacenamiento, transporte y anaquel.

A continuación, se presenta la descripción, los usos, los principios activos y una referencia latinoamericana para el control de calidad de la jalea real, la cera de abejas y el veneno apícola, según las normas brasileñas (2).

CERA DE ABEJAS

Funciones de la cera de abejas

para la colonia de abejas

Las abejas tienen cuatro pares de glándulas ceríparas, ubicadas en los esternitos de los segmentos abdominales A4 a A7 (3). Cada glándula tiene una monocapa de células epiteliales secretoras muy activas durante las dos primeras semanas en la vida de una abeja adulta, la cual puede producir una cantidad de cera equivalente a la mitad del peso de su cuerpo (4). En la Figura 2 se ilustra una escama de cera recién secretada, la cual será transformada por las abejas para transformar esta secreción moldeable hasta convertirla en un panal, con un considerable cambio de color desde blanquecina hasta amarillenta. Para producir 1 kg de cera, las abejas consumen 8 kg de miel.

Definición de la cera de abejas

Es el producto de las glándulas ceríparas de las abejas, de color blanquecino cuando es recién secretada y se torna amarilla con el tiempo. Las ceras más viejas son más oscuras. Su consistencia plástica y su bajo punto de fusión, hace posible que sea moldeada en panales por las abejas.

Composición de la cera de abejas

La cera de abejas está compuesta por ésteres de alcoholes C24 – C33 y ácidos grasos C18 – C36, con puntos de fusión en el rango de 61-65ºC; contiene además lactonas, flavonoides, alcoholes y ácidos libres (6). Es liposoluble y se disuleve con los solventes orgánicos.

Recolección de la cera de abejas por el apicultor

Las abejas producen panales de cera o botijas de cerumen, el cual es una mezcla de cera con resinas, característica de las menos conocidas abejas sin aguijón. La cera de abejas se obtiene comercialmente de los panales construídos por Apis mellifera para almacenar la miel. Luego de ser desoperculados y centrifugados, la estructura vacía puede volverse a colocar en la colmena para que sea Figura 1. Ubicación de las glándulas productoras de cera (1), jalea real (2) y veneno (3) en un diagrama de cabeza, tórax y abdomen de abeja. llenada nuevamente con miel, o reciclarse para obtener cera de abejas. El apicultor necesita de un producto conocido como cera estampada, la cual es una lámina con un moldeado de hexaedros para ofrecer una guía en los marcos que se colocan en las alzas de miel. El excedente de cera se funde y se solidifica en bloques que suelen comercializarse con la industria cosmética y farmacéutica, o para artesanía y otros fines. La cera de las cámaras de cría también se puede fundir, pero con ella se obtiene un producto más oscuro y de menor calidad. En general, la cera de abejas es poco aprovechada comercialmente en los países sin apicultura racional, donde suele desperdiciarse o amasarse en bolas para usos domésticos, luego de masticar los panales con miel.

Usos de la cera de abejas

La cera de abejas es un producto muy versátil. El hombre la ha utilizado en actividades tan diveras como la orfebrería y la cosmetología, por sus propiedades galénicas como vehículo en supositorios, cápsulas y pomadas. La cera de abejas es un ingrediente tradicionalmente utilizado para la fabricación de velas, objetos de artesanía, creyones, pulimentos, y por supuesto por la misma industria apícola donde se requiere la cera estampada.

Requisitos recomendados para evaluar

la calidad de cera de abejas

En Venezuela no existen normas de calidad de la cera de abejas; sin embargo, son frecuentes las adulteraciones con otras ceras. En un estudio cualitativo con 30 ceras comerciales venezolanas, se detectó 10% de adulteración con grasa, 6,6% con estearina y 16,6% con parafina (7). Cuando la cera estampada está adulterada, se diluye con la cera nueva y por ello la adulteración se extiende en el tiempo.

Los parámetros físico-químicos utilizados para el control de calidad de la cera de abejas en la norma de Brasil, se presentan en la Tabla 1.

JALEA REAL

La cera y el veneno de abejas tienen nombres que significan lo que son, a diferencia de la jalea real, que ni es jalea ni pertenece a la realeza. Se conoce con este nombre a un producto que se ha asociado inclusive con la leche de los mamíferos, y por ello se ha antropomorfizado a las abejas productoras de jalea real con las nodrizas humanas. La jalea real es una secreción de las glándulas hipofaríngeas y mandibulares de las abejas obreras, a partir del polen y de la miel, y ha sido objeto de revisiones recientes sobre su composición, propiedades y conservación (8).

Funciones de la jalea real en la colonia de abejas

La reina se alimenta con una cantidad de jalea real superior en un 25% a la que reciben las abejas obreras (3). Luego de su secreción, la jalea real se deposita en las celdas reales donde es sellada y consumida por las larvas reales, o se mezcla con diferentes proporciones de miel y polen para alimentar a las obreras. Su actividad antibacteriana se atribuye a su elevado contenido ácido, el cual permite conservar la jalea real en las condiciones microambientales de la colmena. Las abejas obreras viven aproximadamente un mes, mientras que la abeja reina, cuya larva fue alimentada sólo con jalea real, puede vivir más de cinco años.

Definición de la jalea real

La jalea real es el producto de las glándulas hipofaríngeas de las abejas obreras jóvenes, de color blanco marfil, consistencia cremosa/gelatinosa, olor penetrante y sabor ácido.

Composición de la jalea real

El componente principal de la jalea real es el agua, aproximadamente 70%, con 10% de proteínas y azúcares, y 6% de extracto etéreo representado mayormente por el ácido graso 10-hidroxi-2-decenoico, enzimas como la glucoxidas y la fosfatasa, minerales (K, Na, Mg, Ca, Zn, Fe, Cu, Mn) y vitaminas (ácido fólico, ácido pantoténico, biotina, niacina, riboflavina, tiamina), inositol y acetilcolina (3). La materia seca es principalmente nitrogenada, y está constituída por enzimas, péptidos y aminoácidos. Estudios recientes enfocan especial interés en la proteómica de la jalea real de Apis mellifera (9, 10) y diversas especies de Apis asiáticas, como la gigante Apis dorsata (11) y la pequeña Apis cerana (12).

Recolección de la jalea real por el apicultor

El apicultor utiliza un sistema artificial para estimular la producción de jalea real. Para ello ha diseñado un sistema que permita simular una colmena huérfana, de manera que la colonia de abejas alimente futuras reinas, las cuales son múltiples larvas de abejas obreras (Ver Figura 3a) injertadas en marcos especiales con múltiples copas celdas que serán tratadas como celdas reales y alimentadas con jalea real (Ver Figura 3b). En apenas 72 h, cada copa celda habrá sido estirada, alimentada con jalea real (150-200 mg) y sellada (Ver Figura 3c); lo cual indica el momento óptimo para la extracción de jalea real, antes que sea consumida por la futura reina (13).

La jalea real se extrae celda por celda con una manguera conectada a una bomba de vacío, es un arduo trabajo manual. Su filtración es requerida para retener los restos de las larvas. Este producto de la colmena es muy delicado y por ello debe ser manipulado con todas las precauciones para conservar sus propiedades, evitando el contacto con el aire, la luz y el calor, envasada preferiblemente en contenedores de vidrio color ámbar (15).

Usos de la jalea real

Este producto de la colmena es reconocido tradicionalmente por su actividad regeneradora. Su uso como estimulante del metabolismo ha sido concebido en terapias antienvejecimiento; sin embargo, esta actividad no está demostrada científicamente.

Requisitos recomendados para evaluar

la calidad de jalea real

El contenido de humedad de la jalea real, permite detectar si es vieja cuando presenta valores inferiores al 60%, o si está adulterada por aguado, con valores de humedad superiores al 70%. La jalea real es fotosensible y termolábil, por ello se torna viscosa y se oscurece por la reacción de Maillard que ocurre entre los grupos amino de sus proteínas hidrosolubles y los azúcares reductores en un medio ácido (16). Se recomienda conservarla congelada, a temperaturas entre -17 y - 40 ºC, para mantener sus propiedades durante un año (17).

El grado de frescura de la jalea real ha sido evaluado mediante la cuantificación de componentes de diferente naturaleza, como la lisina, la prolina (18) y los ácidos grasos libres (19); sin embargo, la furosina ha sido seleccionada porque al ser un indicador de la reacción de Maillard, aumenta con el envejecimiento y las temperaturas de almacenamiento (20, 21). La prolina es el aminoácido utilizado para evaluar las condiciones térmicas de almacenamiento, puesto que su concentración disminuye cuando la jalea real se expone a altas temperaturas. Por mucho tiempo se creyó que la liofilización sería el método ideal para conservar la jalea real, pero la furosina aumenta más en la jalea real liofilizada que en la jalea real fresca, conservadas en iguales condiciones de tiempo-temperatura (8).

Por ser el ácido 10-hidroxi-2-decenoico el más abundante, resulta el indicador por excelencia para medir el contenido de jalea real en preparados comerciales con este ingrediente, cuyo precio aumenta según su concentración.

Veneno de Abejas

El veneno de abejas es secretado por dos glándulas, una alcalina y otra ácida.

Funciones del veneno para la colonia de abejas

Las abejas utilizan el veneno para defenderse de sus enemigos. A las dos semanas de vida, una abeja obrera ha producido suficiente apitoxina para llenar su saco con 0.30 mg de veneno, el cual le alcanza para unas 30 picadas con su aguijón (3). En la Figura 4 se muestra una gota de veneno de abejas saliendo del aguijón.

Definiciones del veneno de abejas

El veneno de abejas también se conoce como apitoxina (del latín Apis que significa abeja, y del griego toxikon que significa veneno), y a diferencia de otros venenos, se trata de un veneno medicinal (23).

Composición del veneno de abejas

El veneno secretado por las abejas es un líquido acuoso, con aproximadamente 88% de agua (3), transparente, de sabor amargo y ácido, con densidad mayor a la del agua. El veneno deshidratado es color crema y puede oscurecerse hasta tonalidades pardas debido a la oxidación de algunas proteínas (24). Contiene ácido fórmico, clorhídrico y ortofosfórico, volátiles; y enzimas como la fosfolipasa A, la hialuronidasa, la lisofosfolipasa y la a-glucoxidasa. Otras proteínas y péptidos incluyen la melitina, la apamina, el péptido de degranulación de los mastocitos, la secapina, la procamina y un inhibidor de proteasas; también contiene aminoácidos. Entre sus aminas activas contiene histamina, dopamina y noradrenalina. Sus cenizas son ricas en fosfato de magnesio. También contiene glucosa y fructosa, fosfolípidos y aceites volátiles, los cuales causan dolor cuando se evaporan en el lugar de la picada con el aguijón.

Recolección del veneno de abejas por el apicultor

En la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), se diseñó y construyó un equipo automatizado para extraer veneno de abejas (25). Este equipo funciona con impulsos eléctricos controlados por un ordenador y permite obtener veneno libre de impurezas, sin sacrificar abejas por el electroshock aplicado.

Usos del veneno de abejas

La aplicación del veneno de abejas puede ser por apipuntura directamente con la abeja, o inclusive api-acupuntura si se tratan los resonadores de la Medicina Tradicional China, inyecciones intradérmicas, pomadas, pastillas, tabletas e inhalaciones. En la Figura 5 se muestra una abeja colocada sobre piel humana para practicar la apipuntura con la apitoxina liberada por su aguijón, luego de la picada con el consecuente desprendimiento del aguijón y vísceras, que ocasiona la muerte de la abeja. Por las dimensiones del aguijón, la aplicación resulta subcutánea.

Por un lado, la apitoxina causa alergias, pero al mismo tiempo es un antibiótico muy activo. Tanto la dosis como la sensibilidad de la persona que recibe la picada, marcan la diferencia entre la acción terapéutica o intoxicante del veneno de abejas, pudiendo causar inclusive la muerte por disnea, cianosis, pulso acelerado, convulsiones y parálisis. La dosis letal LD50 en un adulto es de 2.8 mg apitoxina/ kg corporal (26), y conociendo que cada abeja produce un estimado de 0.30 mg apitoxina (3), es necesario que numerosas abejas piquen simultáneamente para alcanzar la dosis letal. Las terapias se realizan con 1 hasta 10 picadas, pero en personas hipersensibles, apenas una picada puede causar un shock anafiláctico con cefalea, urticaria, vómitos y diarrea (23).

En general, las terapias con veneno de abejas son curativas y profilácticas, porque además de aliviar diversas enfermedades (artritis, asma, bocio, bursitis, epilepsia, esclerosis múltiple, hipercolesterolemia, malaria, mialgia intercostal, neuritis y neuralgias, reumatismo, síndrome premenstrual, úlceras, etc.) actúan sobre todo el organismo y aumentan la inmunidad. Su actividad se atribuye a sus diferentes componentes; por ejemplo, la melitina es hipotensora, hemolítica y causa contracción de músculos lisos y estriados, y junto con la apamina, aumenta el cortisol. La hialuronidasa aumenta la permeabilidad de los vasos sanguíneos (8). Más recientemente, en experimentos con ratas se ha demostrado que la apamina activa ARNm del hipocampo y bloquea selectivamente canales de Ca2+ activados por K+, con lo cual mejoran procesos memoria y aprendizaje (27); a diferencia del péptido de degranulación de mastocitos aislado del veneno, el cual produce una estimulación de las neuronas del hipocampo por canales dependientes del voltaje (28). Los estudios en humanos de bioactividad de alergenos como la apitoxina, tienen implicaciones éticas y prácticas, pero son necesarios para el control de calidad para comprobar las unidades de actividad declaradas en las etiquetas, por ello se sugieren ensayos animales in vitro e in vivo (29).

Requisitos recomendados para evaluar

la calidad de veneno de abejas

El veneno de abejas es quizás el producto de la colmena menos estudiado para su control de calidad, si se compara con la miel, el polen, el propóleos, la cera y la jalea real. Su comercialización y la de sus derivados, también es más restringida. Por un lado, se emplea directamente con picadas de abejas, con lo cual la tradición garantiza que es veneno de abejas genuino y fresco. Por otro lado, los preparados medicinales a base de veneno de abejas se limitan a ungüentos y fluídos inyectables (24), lo cual no se compara con la gran diversidad de productos y aplicaciones del resto de los productos de la colmena. Quizás el momento comercial del veneno de abejas aún ha de llegar. Por lo pronto, se dispone de las normas brasileñas para control de calidad de la apitoxina, con lo cual queda demostrada la vanguardia de este gran país apícola, no sólo en las dimensiones de su apicultura sino también en el desarrollo de los estándares de calidad. La apitoxina se compone de agua y sustancias activas como apamina, melitina, fosfolipasa, hialuronidasa y aminoácidos. No se autoriza el uso de aditivos ni se permite la presencia de materias extrañas de cualquier naturaleza. Se recomienda conservar la apitoxina refrigerada y en envases color ámabr, amenos que esté estabilizada en preparados farmacéuticos. Los requisitos físico-químicos que debe cumplir la apitoxina se presentan en la Tabla 3, donde puede observarse la utilización de la enzima fosfolipasa A como indicador de actividad.

Residuos en cera de abejas, jalea real

y veneno de abejas

La presencia de residuos es un tema de interés para garantizar la inocuidad de los productos de la colmena. Los ácaros de las abejas se tratan con acaricidas, por ello pueden encontrarse como residuos en los productos de la colmena. Los acaricidas utilizados en la apicultura pueden ser aceites naturales (timol, eucaliptol, mentol), ácidos orgánicos (fórmico, láctico, oxálico) o sintéticos (Amitraz, Fluvalinato, Coumaphos). Los acaricidas sintéticos se acumulan en tratamientos repetidos porque son compuestos liposolubles que no se evaporan y se acumulan en las fracciones lipídicas de la colmena, como la cera de abejas. Algunas comprobaciones experimentales no han logrado eliminar estos compuestos sin alterar las características físico-químicas de la cera de abejas; al contrario, su gran estabilidad permite la trazabilidad de los tratamientos realizados en la colmena (30). La presencia de estos residuos ha orientado estudios sobre su posible ruta de disposición. En la jalea real también se han encontrado residuos veterinarios como los acaricidas coumaphos, fluvalinato (31) y bromfenvinphos (32), y los antibióticos ampicilina (33) y oxitetraciclina (34). Por un lado es necesario cuidar la salud de las abejas, y ello puede requerir de medicamentos, cuya moderación y momento de aplicación deben adecuarse a los estándares de control de residuos, a fin de garantizar la inocuidad del producto, bien sea como insumo de la industria apícola, o para su consumo directo. Los residuos presentes en el veneno de abejas han sido menos estudiados, quizás porque este producto es el menos consumido y comercializado si se compara con la miel, el polen, el propóleos, la cera y la jalea real. Sin embargo, la estandarización de la apitoxina con la aplicación de las buenas prácticas de fabricación (BPF) y su caracterización (35), podría complementarse con el análisis de residuos.

Realmente, existen escasos estudios nacionales, y se espera que esta revisión sea un estímulo para ofrecer una Agenda Apícola que reúna a los más jóvenes y a los más experimentados, en una investigación común para llenar este vacío de productos ampliamente conocidos en la farmacopea, a fin de impulsar los estudios sobre la cera, la jalea real y el veneno de abejas en Venezuela.

AGRADECIMIENTOS

A la memoria del Padre Santiago López-Palacios, apidólogo que estudió las plantas visitadas por las abejas en Venezuela, y nos dejó su intención de progresar en las observaciones de campo y los estudios de bioactividad de los productos de la colmena.

A la Prof. Ligia Bicudo de Almeida-Muradian del Departamento de Alimentos y Nutrición Experimental, Facultad de Ciencias Farmacéuticas, Universidad de São Paulo, por facilitar las valiosas normas brasileñas de control de calidad de cera de abejas, jalea real y veneno de abejas.

A las generaciones de futuros investigadores de productos de la colmena secretados por las abejas en Venezuela, a quienes va dirigida esta revisión para alimentar su conocimiento y curiosidad científica.

A la Sra. Giovanna Olivier de Vit por su apoyo para elaborar el manuscrito.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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