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Revista Venezolana de Oncología

versión impresa ISSN 0798-0582

Rev. venez. oncol. v.18 n.4 Caracas dic. 2006

 

ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS DEL CÁNCER EN VENEZUELA

Luis G. Capote Negrin

CIRUJANO ONCÓLOGO Y EPIDEMIÓLOGO, DIVISIÓN DE ONCOLOGÍA DEL MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL, CARACAS, VENEZUELA

Correspondencia: Dr. Luis G. Capote Negrin División de Oncología Ministerio de Salud y Desarrollo Social, Caracas, Venezuela E-Mail: lgcapote@movistar.net.

Recibido: 30/10/2006   Revisado: 01/11/2006  Aprobado para Publicación: 02/11/2006

INTRODUCCIÓN

En el presente artículo se muestra un resumen del perfil descriptivo de la situación epidemiológica del cáncer en Venezuela.

Es conveniente recordar que bajo esta denominación genérica se incluye cerca de un centenar de localizaciones o variedades histológicas; que aunque con rasgos comunes, tienen características particulares con implicaciones de orden clínico-terapéutico y de pronóstico.

El cáncer constituye en Venezuela una de las primeras causas de morbilidad y mortalidad, hasta tanto, que una de cada cuatro personas si alcanza la edad de 74 años, puede padecer alguna de sus variedades y una de cada siete tiene el riesgo de morir por cáncer.

En el Cuadro 1 se presentan las primeras cinco causas de mortalidad en ambos géneros en el país para el año 2005, de acuerdo a lo publicado en el Anuario de Mortalidad del Ministerio de Sanidad (MS). Como puede observarse el cáncer ocupa el segundo lugar entre las diversas causas de muerte, posición, que ha mantenido en los últimos 25 años, siendo sólo superado por enfermedades del corazón y representando el 15 % de la mortalidad diagnosticada en el país.

En el Cuadro 2 se presentan las cinco primeras causas de mortalidad general en hombres y mujeres respectivamente, tal como puede apreciarse tanto en varones como en mujeres es superado solo por enfermedades del corazón; sin embargo, es de interés resaltar, que el porcentaje en mujeres alcanza al 19,4 % y sólo es el 12,7 % en varones.

En las figuras 1 y 2, se presentan las tendencias de la mortalidad para las localizaciones más frecuentes de cáncer en Venezuela desde 1960 al 2005, expresadas en las tasas promediales quinquenales por 100 000 varones o mujeres respectivamente. Tanto en varones como en mujeres la tasa de mortalidad por cáncer de estómago mostró una tendencia francamente decreciente hasta 1985, y desde este año hasta el 2000 se mantuvo en valores muy estables, sin embargo, en el último quinquenio parece retomar, aunque en forma menos acentuada, la tendencia al descenso.

El cáncer del pulmón presenta en contraposición un aumento continuo, que se ha potenciado en las últimas dos décadas y es un poco más marcado en mujeres.

El cáncer de próstata que mantenía desde 1960 hasta 1980 un ascenso moderado, ha mostrado un crecimiento extraordinariamente rápido a partir de 1990, lo que lo ha llevado a la primera posición como causa de muerte por cáncer en hombres, superando ampliamente a pulmón, en el último quinquenio.

En mujeres el cáncer de cuello uterino, venía presentando una situación de descenso importante hasta 1985, cuando la tendencia se revierte y se produce una curva en hamaca hasta1995, sin embargo, en las últimas dos décadas se ha mantenido estable.

En cáncer de glándula mamaria ha ocurrido algo parecido a lo que se observa en próstata, con un crecimiento acelerado a partir de 1990.

El Cuadro 3 presenta las diez primeras causas de mortalidad por localizaciones de cáncer en cifras absolutas, para varones, mujeres y ambos géneros. Tal como puede observarse es el cáncer de pulmón el que domina la mortalidad por su magnitud en ambos géneros; sin embargo, la causa líder en varones es próstata y en mujeres es el cuello uterino.

Los cuadros 4, 5 y 6, presentan, de manera más completa la mortalidad ocurrida en el año 2005, por las 10 primeras localizaciones de cáncer en varones, hembras y ambos géneros respectivamente, incluyendo las tasas crudas, estandarizadas y acumulativas, además del porcentaje correspondiente a cada localización.

La tasa estandarizada se obtiene haciendo la sumatoria de las tasas específicas por grupos de edad ajustadas por una población patrón, lo cual las hace más útiles para comparaciones entre países o entre años muy distantes de una misma región, ya que corrige las diferencias en estructura poblacional.

La tasa acumulativa presenta el riesgo porcentual de morir por alguna de las localizaciones de cáncer si se alcanzan los 74 años de edad, de mantenerse las condiciones de riesgo actual.

En varones, el cáncer de próstata se encuentra en primera posición, con un total de 1 766 defunciones, representando casi el 20 % de la mortalidad por cáncer en este género, seguido de pulmón, estómago, colón y recto.

En mujeres, el cáncer de cuello uterino, al cual se adicionan las muertes por útero no especificado (se ha demostrado por estudios de muestreo de historias de pacientes con diagnóstico de defunción señalado como útero no especificado, que más del 90 % corresponden a cuello uterino), se encuentra en primer lugar con 1 612 defunciones, representando el 18 % de las muertes por cáncer en mujeres; en segundo puesto se observa glándula mamaria que alcanzó en el 2005 a 1 425 defunciones y ha mostrado un aumento notable en los últimos años. Pulmón, estómago, colón y recto se presentan en las siguientes posiciones.

En ambos géneros se muestra que es el cáncer de pulmón con 2 668 defunciones, la neoplasia maligna que lidera la mortalidad en el país ya que es una patología correspondiente a un órgano común a ambos géneros, sin embargo, próstata y cuello uterino están en segunda y cuarta posición a pesar de estar en órganos específicos a uno de los géneros respectivamente, mientras que glándula mamaria que en un 99 % corresponde a mujeres está en quinta posición. Estas cifras marcan con claridad las patologías en las que se deben reforzar las actividades preventivas y de diagnóstico precoz, ya que representan el 41 % de la mortalidad por cáncer en Venezuela.

Los cuadros 7, 8 y 9, muestran la situación en los tres grupos anteriores de acuerdo a la incidencia estimada, la cual, se obtiene a través de un procedimiento estadístico que, tomando como base la mortalidad y apoyado en un muestreo de casos obtenido del Registro Central de Cáncer, hace una estimación de casos para cada localización de cáncer. En estos cuadros se excluyen los carcinomas basocelulares y espinocelulares de piel, que aunque son los tumores malignos más frecuentes no permiten hacer estimaciones confiables y además no representan en su gran mayoría un problema oncológico importante.

En varones se repiten en el mismo orden que para la mortalidad, las primeras cuatro localizaciones; mientras en mujeres las dos primeras localizaciones son similares, pero colón y recto pasa a ocupar el tercer puesto superando a pulmón. En el Cuadro 9 de incidencia para ambos géneros, puede apreciarse que próstata, cuello uterino y glándula mamaria se encuentra en los tres primeros lugares representando las neoplasias malignas (después de cáncer de piel) que más se diagnosticaron en Venezuela en el año 2005. Es de hacer notar que, estas localizaciones son específicas de género las dos primeras y un 99 % de mujeres la tercera.

Los cuadros 10 y 11, presentan la incidencia estimada de cáncer en niños y adolescentes para hembras y varones respectivamente. Las leucemias, las neoplasias malignas del sistema nervioso central y los linfomas representan más del 50 % de la patología neoplásica infantil.

Las figuras mostradas a continuación dejan ver las variaciones de las tasas de incidencia que se presentan entre las localizaciones de cáncer más frecuentes vistas en cada Entidad Federal del país; se usan las tasas de incidencia en lugar de las de mortalidad, ya que demuestran mejor la magnitud del problema y son un reflejo bastante fiel de lo que ocurre con las tasas de mortalidad. Esto puede observarse en la Figura 4, en la cual se presenta las variaciones de tasas de mortalidad por cáncer de próstata por Entidades Federales, donde puede verse que las variaciones en las posiciones, son muy parecidas a las observadas en la Figura 3, en la cual están comparados por tasas de incidencia.

La Figura 3, presenta la situación de la incidencia por cáncer de próstata para el año 2003, según las tasas por Entidades Federales en el país. El cáncer de próstata es el que más se diagnostica en Venezuela, después del cáncer de piel (que no es presentado, porque para los carcinomas basocelulares y espinocelulares de piel no existen estadísticas confiables). El Estado Trujillo ocupa la primera posición con una tasa de 44,9 casos por 100 000 varones, seguido por el Estado Monagas con 42,1 y Guárico con 41,9. El promedio nacional es de 31,0 y los estados con tasas menores son: Portuguesa, Delta Amacuro y Amazonas, con tasas de 18,4; 20,2 y 22,1, respectivamente, las cuales están casi a la mitad de las tasas de las Entidades Federales de mayor riesgo.

La Figura 4 presenta la situación comparativa de cáncer de próstata visto a través de las tasas de mortalidad, de manera de demostrar que las variaciones son bastante similares al gráfico anterior, aunque las magnitudes son menores.

La Figura 5 compara las tasas de incidencia para cáncer de cuello uterino, el cual sigue a próstata entre las localizaciones de neoplasias malignas más diagnosticadas. Los estados con más riesgo para esta patología son: Amazonas, Monagas y Guárico con tasas de 46,8; 42,2 y 40,2 casos por 100 000 mujeres, respectivamente. El promedio nacional es de 28,6 y los estados con tasas menores son: Nueva Esparta, Delta Amacuro y Anzoátegui, con tasas de 17,8; 22,8 y 23,3, respectivamente.

La Figura 6 presenta la distribución de las tasas de incidencia de cáncer de glándula mamaria por Entidades Federales, el promedio nacional es de 24,8 casos por 100 000 mujeres; los estados con tasas mayores son: Distrito Capital, Vargas y Miranda con tasas de 38,5; 35,8 y 33,2, respectivamente. Los estados Amazonas, Delta Amacuro y Apure tienen tasas de 8,1, 9,4 y 10,9, respectivamente, que resultan considerablemente bajas y que pueden estar afectadas con cierto grado de subregistro, pero esto no parece suficiente para explicar la magnitud de las diferencias.

La Figura 7 muestra la distribución de las tasas de incidencia por entidades federales para cáncer del pulmón en ambos géneros. El promedio nacional se ubica en 11,25 casos por 100 000 habitantes, mientras los estados con tasas más altas son: Vargas, Distrito Capital y Miranda, cuyas tasas alcanzan a 17,4; 17,1 y 14,4, respectivamente. Las tasas más bajas corresponden a los Estados Portuguesa, Apure y Delta Amacuro, con 4,8; 6,1 y 6,5, respectivamente. De nuevo se nota una gran diferencia que no puede ser explicada por algún tipo de subregistro.

La Figura 8 corresponde a las variaciones por entidades federales en cáncer de estómago para ambos géneros, la tasa promedio nacional es de 8,6; los estados con tasas más altas corresponden, como ha sido tradicional desde que se conocen estadísticas de cáncer, a la región Andina, Táchira, Mérida y Trujillo, con tasas de 22,7; 18,4 y 17,4, respectivamente; cifras bastante distantes del resto de las entidades federales del país.

En la Figura 9 se presenta la situación para cáncer de colón, igualmente para ambos géneros, donde el Distrito Capital encabeza las entidades federales, seguido de Vargas y Miranda, con tasas de incidencia por 100 000 hab. de 14,3, 11,6 y 11,0, respectivamente. Las tasas más bajas están en: Amazonas, Apure y Delta Amacuro, con 3,9; 4,2 y 4,5, respectivamente.

La Figura 10 presenta las variaciones por entidades federales en lo referente a las leucemias; los estados más afectados son el Distrito Capital, Trujillo y Aragua, que tienen tasas muy parecidas de 6,9; 6,9 y 6,7 respectivamente con un promedio Nacional de 5,5.

La revisión cuidadosa de los gráficos y cuadros presentados, hechos con particular esmero para superar las dificultades de recopilar datos con un grado satisfactorio de validez; ofrece al lector desde el punto de vista de la epidemiología descriptiva, la posibilidad de obtener información valiosa sobre el cáncer en Venezuela.