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Paradígma
versión impresa ISSN 1011-2251
Paradígma vol.37 no.1 Maracay jun. 2016
Redes Sociales y Educación Universitaria
Carlos Ruiz Bolívar
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Resumen
El propósito de este trabajo consistió en indagar sobre el impacto que pueden tener las redes sociales (RS) en la educación universitaria, utilizadas como un recurso tecno-pedagógico complementario del modelo educativo clásico, centrado en el docente. En tal sentido, se realizó una amplia revisión de la literatura, la cual se enfocó en cuatro aspectos, a saber: (a) definición y clasificación las RS; (b) hallazgos de investigación reportados en la literatura sobre el uso de las RS como un recurso educativo; (c) aportes de las RS al proceso de enseñanza-aprendizaje; y (d) utilización de las RS para apoyar el proceso formativo. Se concluye: primero, que la incorporación de las RS a la educación es un hecho incontrovertible que terminará por imponerse como un recurso tecnoeducativo en el diseño y desarrollo del currículo; segundo, las RS pueden contribuir con el proceso de enseñanza-aprendizaje en la universidad, convirtiéndose en un factor dinamizador, innovador y complementario del modelo clásico de educación centrado en el docente; tercero, la clave del éxito en este enfoque educativo está en la motivación y la competencia tecnológica del docente para promover e implementar el uso apropiado de este tipo de recursos para alcanzar determinados objetivos de aprendizaje; y cuarto, la investigación en este campo es todavía incipiente y se enfoca principalmente hacia los estudios descriptivos, en los que prevalece la opinión de docentes y estudiantes en relación con sus vivencias y percepciones acerca del uso de las RS en el contexto educativo.
Palabras Clave: Redes sociales, redes sociales educativas, educación universitaria, Facebook educativa.
Social Networking and Higher Education
Abstract
The purpose of this study was to investigate the potential impact of social networks (SN) in higher education, used as a supplementary resource of classic techno-pedagogical teaching model. In this regard, a comprehensive review of the literature was conducted, which focused on four aspects, namely: (a) definition and classification of SN; (b) research findings reported in the literature on the use of SN as an educational resource; (c) contributions from the SN to the teaching-learning; and (d) use of SN to support the learning process. We conclude first, that the incorporation of SN to education is an incontrovertible fact that sooner or later will eventually be imposed as a techno-educative resource in designing and curriculum development; secondly, the SN can contribute to the process of teaching and learning in college, becoming a dynamic and complementary factor of the classical model of teacher-centered education; third, the key to success in this educational approach is based on the motivation and technological competence of teachers to promote and implement the appropriate use of such technology to achieve specific learning objectives; and fourth, the research in this field is still incipient and mainly focuses on descriptive studies, based mainly on the view of teachers and students regarding their experiences and perceptions about the use of the SN in the educational context.
Key words: Social networks, educational social networks, university education, educational Facebook.
Recibido: 06 de enero de 2016 Aceptado: 10 de marzo de 2016
Introducción
El gran auge de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) así como su omnipresencia en la vida social contemporánea, por una parte, y el desarrollo de la Internet al pasar de la Web 1.0 (como repositorio de información en diferentes formatos), a la Web 2.0 (posibilitadora de interacción y creación de contenidos) por la otra, han dado origen a diferentes modelos tecno-pedagógicos que han evidenciado su utilidad como recursos para la innovación y el cambio cualitativo de la educación en general y, en particular, en la educación superior.
En este mismo sentido, es bien conocida la discusión actual sobre las posibilidades educativas de las redes sociales (RS), dado su extendido uso como medio de comunicación interpersonal-social y de entretenimiento, particularmente entre la población joven, llamados también nativos digitales. De hecho este segmento de la población ha pasado gran parte de su vida interaccionando en entornos digitalizados de información y comunicación, ya sea para buscar, crear o compartir contenidos en diferentes formatos, interaccionar socialmente con amigos y familiares, utilizar aplicaciones de diferentes juegos o simplemente con un propósito educativo. Esta característica de los jóvenes de hoy genera un perfil de competencia educativa que propicia una nueva manera de aprender. De allí que la acción educativa tradicional que favorece la transmisión pasiva de contenidos ya no sea aplicable en este contexto y deba ser sustituida o, al menos, complementada con los procesos de aprendizaje altamente interactivos (Jovanovic, Chiong y Weise (2012).
Este interés generalizado de la juventud por el uso de dispositivos electrónicos y, en particular, de las RS es uno de los argumentos que algunos educadores esgrimen para justificar su posible uso como un recurso educativo, ya que se parte de la hipótesis de que ello contribuiría a aumentar la motivación de los estudiantes por el estudio, al utilizar un recurso tecnológico que ya les es familiar y que favorece la comunicación entre los actores sociales involucrados, permitiendo también el trabajo colaborativo en grupo y compartir contenidos en diferentes formatos. Al respecto, Gómez, Roses y Farías (2012), han señalado que las redes favorecen la publicación de información, el aprendizaje autónomo, el trabajo en equipo, la comunicación, la realimentación, el acceso a otras redes afines y el contacto con otros expertos, entre otros elementos. Todo ello, tanto entre estudiantes en general, como entre el binomio estudiante-profesor; lo cual facilita el aprendizaje constructivista y el aprendizaje colaborativo (p. 132). También Pérez García (2013) ha señalado que:
El desarrollo de las redes sociales en internet, gracias a la web 2.0, pone a disposición de la escuela una potente herramienta de trabajo colaborativo que, además, permite, gracias a las miles de conexiones que se establecen a través de ellas, el acceso a una ingente cantidad de información. Del buen uso que se haga de ellas, dependerá el éxito o fracaso de su integración como herramienta didáctica y creativa en la escuela, y para ello es fundamental la formación tanto del alumnado y profesorado, como de las familias, en el uso crítico-didáctico de las redes (p. 1).
Este potencial uso positivo de las RS puede ser realizado desde tres perspectivas complementarias, a saber: (a) aprender con las redes sociales: tomando en cuenta la destacada presencia que la juventud ya tiene en ellas, se plantea la necesidad de aprovechar, desde la educación, los espacios de interacción y comunicación que se generan entre los jóvenes al formar parte de estas redes; (b) aprender a través de las redes sociales: consiste en el aprovechamiento de la RS como una oportunidad de aprendizaje informal en los que los usuarios pueden aprender de manera autónoma e independiente al formar parte de esta red; y (c) aprender a vivir en un mundo de redes sociales: plantea la necesidad de informar y concienciar a los nuevos usuarios acerca de la importancia que las RS tienen en la sociedad actual y sobre cómo utilizarlas de la manera más eficiente posible (Castañeda y Gutiérrez (2010).
Pero, al lado de quienes tienen esta visión positiva acerca del uso potencial de las RS como un recurso educativo, están sus detractores; son quienes se enfocan en su posible aspecto negativo al ser consideradas fundamentalmente como un medio para la socialización y la diversión entre las personas, convirtiéndose en una pérdida de tiempo y, en definitiva, en un obstáculo para el logro de los fines educativos. En este sentido, Peña Acuña (2011), considera que una de las limitaciones consiste en la pérdida de contacto personal, que supone una seria amenaza para la capacidad de los jóvenes para relacionarse con los demás, pues no fomenta que ellos aprendan de la interacción y lleva a que las relaciones sean superficiales. Además, argumenta que algunos psicólogos alertan sobre las consecuencias del uso abusivo, compulsivo o adictivo de Internet.
En realidad, el optimismo existente sobre el uso de las RS en educación todavía no tiene suficiente soporte empírico en la literatura que respalden esta expectativa positiva, como han señalado Hew (2011) y Junco, Heiberger y Loken (2010), aunque si existe abundante literatura que indica que el uso excesivo de las redes sociales en actividades de ocio no son beneficiosas para el aprendizaje. El Instituto de Investigación en Educación Superior (HERI, 2007) reportó, a partir de evidencias obtenidas en varios estudios realizados, que el uso de más de seis horas diarias de socialización en línea tienen un impacto negativo en el tiempo y en los hábitos de estudio de los estudiantes. Estos resultados han sido respaldados también por estudios posteriores en esta misma línea como los realizados por Junco (2012a, 2012b).
En este trabajo no nos enfocamos en las consecuencias negativas que pudiera tener sobre el proceso de aprendizaje, la mayor o menor inmersión de los estudiantes en el uso generalizado de las RS; más bien nos interesa indagar sobre el impacto que éstas pueden tener cuando son integradas deliberadamente al currículo por el docente como un recurso educativo. En este sentido, nos interesa reflexionar sobre las cuestiones siguientes: (a) ¿Cómo se definen y clasifican las RS?; (b) ¿Cuáles son los hallazgos de investigación reportados por la literatura sobre el uso de las RS como un recurso educativo? (c) ¿Qué aportan las RS al proceso de enseñanza-aprendizaje?; y (d) ¿Cómo pueden ser utilizadas las RS para apoyar el proceso formativo?
Definición y Clasificación de las Redes Sociales en Internet
Definición
La palabra red, en su sentido etimológico, proviene del latín rete, que significa: trabado en forma de malla, conjunto de elementos organizados, cadena de objetos o conjunto de personas relacionadas. Es un término polisémico y, como tal, puede ser utilizado de diferentes maneras en distintos contextos, por ejemplo, una red de pescar, una red de farmacias, una red eléctrica, una red ferroviaria, una red de narcotraficantes, una red telefónica o una red de dispositivos electrónicos, entre otros. No obstante ello, estas diferentes connotaciones tienen algunos elementos que le son comunes, como por ejemplo la idea de conjunto de elementos, conexión entre esos elementos, forma de estructura organizada, e intercambio de información en forma multilateral. De allí que una red social pudiera ser definida como un conjunto de personas de diferentes edades y sexo, que pueden estar vinculadas entre sí por lazos afectivos, laborales, comerciales, políticos, académicos o de otra naturaleza, que interactúan verbalmente a nivel nacional o mundial y comparten contenidos en diferentes formatos, mediante dispositivos electrónicos conectados a internet.
Obsérvese que en la definición anterior destacamos, en primer lugar, los actores, sus características e intenciones y en segundo término, el medio que hace posible la conexión entre las personas. Esta concepción de red social se diferencia de otra muy generalizada en la web como es la noción de red social como sinónimo de plataforma tecnológica, como ocurre en caso de Facebook, Twitter, Ning o Elgg, entre muchas otras. Esta última concepción se encuentra representada, por ejemplo, en definiciones como la siguiente: Las redes sociales son sitios web diseñados de forma tal que los usuarios interesados puedan registrarse y compartir con los otros miembros (Blog NorfiPC, 2015). En realidad, lo que proporcionan las llamadas redes sociales, hoy en día, son los medios para comunicarse a grandes distancias, así como un sinfín de herramientas que acompañan la convivencia entre las personas. Sin embargo, en la práctica diaria en el contexto de la Internet, la noción de RS se entiende tanto como conjunto de personas relacionadas como al sistema que las aloja y les brinda los servicios necesarios.
Por otra parte, tenemos interés en distinguir entre las expresiones redes sociales y comunidad virtual, las cuales son a veces tratadas, por algunos autores, como equivalentes aun cuando no son exactamente lo mismo; en una red social tipo Facebook, por ejemplo, se pueden encontrar muchas personas, participando alrededor de distintos temas, pero no hay un interés común, no existe un administrador de las relaciones entre los usuarios, no hay una jerarquía, la información fluye por tendencias, actualidad, eventos y no hay temas previamente definidos; mientras que una comunidad virtual se caracteriza precisamente porque entre sus miembros hay un interés común, el tipo de información que se comparte está basada en un tema predefinido, existe un moderador o líder del grupo, hay un sentido de pertenencia entre sus miembros y, en muchos casos, éstos requieren de una invitación y/o aceptación previa. En resumen se podría decir que mientras toda comunidad virtual conforma una red social, lo contrario no es necesariamente cierto.
Sin embargo, en tiempos recientes, dado el interés que cada vez más suscita el uso de las redes sociales como un recurso educativo, algunas redes sociales, como Facebook, han creado espacio para la formación de grupos cerrados donde estudiantes y profesores pueden participar, interaccionar y compartir información en diferentes formatos, formando una verdadera comunidad de aprendizaje virtual. Una tendencia similar se observa en el caso de la herramienta Google+ y su opción Comunidades.
Tipos de Redes Sociales
Existe la tendencia a identificar como RS a cualquier servicio de Internet que permita la interacción entre las personas; no obstante algunos autores establecen la distinción entre lo que son las redes sociales en sentido estricto y los servicios 2.0 con características de redes sociales (De Haro, 2010). De acuerdo con este autor, las redes sociales en sentido estricto son aquellas cuyo foco de atención son las relaciones entre las personas, sin otro propósito añadido; su función la acaba determinando el usuario y son, por lo tanto, totalmente inespecíficas; mientras que los servicios 2.0 con características de redes sociales su centro de atención suele ser un objeto más que las relaciones entre las personas, prácticamente corresponden a todos los que forman lo que se denomina la Web 2.0.
Las llamadas redes sociales en sentido estricto pueden ser de dos tipos: (a) las que se descargan de Internet y se ejecutan en los servidores propios, tales como: Elgg, BuddyPress, StatusNet y OpenAtrium; y (b) aquellas que están alojadas en servidores de terceros en manos de empresas especializadas; estas pueden ser clasificadas en dos grupos: horizontales y verticales. Las primeras son aquellas donde el usuario se incorpora a una gran red que normalmente tiene ya miles de usuarios como sería el caso de Facebook, Gnoss o Tuenti. Las segundas, son redes creadas por los propios participantes que se pueden cerrar al exterior y donde sus usuarios están unidos por un interés común; se caracterizan porque ofrecen la posibilidad de controlar la privacidad y el contenido que circula en las mismas, como es el caso de Edmodo, Ning y Twiducate. Por otra parte, entre los servicios 2.0 con características de redes sociales están: LinkedIn, Xing, Slideshare, Flickr y Youtube.
Existen también las redes sociales basadas en el llamado microblogging, las cuales se basan en mensajes cortos de texto, al estilo de Twitter. El problema más importante que tienen de cara a la educación es la limitación en la creación de objetos digitales, ya que se basan principalmente en el texto y, aunque muchos servicios permiten la inserción de vídeos, imágenes, archivos y otro tipo de elementos, no tienen las posibilidades de las otras redes sociales (De Haro, 2010). En el grafico 1 se presenta un mapa de concepto que sintetiza la clasificación de las principales redes sociales identificadas en la literatura.
Revisión de la Literatura
El marcado interés mostrado recientemente por muchos educadores en el contexto internacional a favor de la utilización de las RS como un recurso educativo ha ido acompañado de una pujante, pero todavía incipiente, línea de investigación en este campo. Con el propósito de indagar sobre qué se está investigando, cómo se está haciendo, en qué contexto y cuáles son los hallazgos reportados, hemos decidido hacer una revisión de la literatura sobre el tema utilizando para ello diferentes fuentes especializadas en internet. A continuación se presenta un análisis descriptivo de los artículos revisados y una síntesis integradora de las principales tendencias observadas.
Haeger, Wang y BrckaLorenz (2014), realizaron una investigación con el propósito de explorar hasta dónde el cambio en las funciones de comunicación en la universidad, basado en el uso de las redes sociales, funciona para crear más conexiones o si más bien constituye otra vía para la reproducción social de privilegios para los estudiantes universitarios de la clase alta. El estudio se basó en los datos de la Encuesta Nacional de Participación Estudiantil (NSSE, 2012, citada por Haeger y cols, op. cit.), la cual utilizó una muestra de 19,000 estudiantes provenientes de 42 Colegios y Universidades de Estados Unidos. Los investigadores concluyeron que aun cuando esta tecnología crea un nuevo medio para el desarrollo del capital social en la universidad, este estudio puso de manifiesto que estos nuevos medios están sujetos a los mismos sistemas de privilegio que tradicionalmente han favorecidos a los estudiantes de la clase alta.
Thuseethan y Kuhanesan (2014), realizaron un estudio en el que relacionaron las variables: uso de Facebook (frecuencia y número de horas semanales) y desempeño académico. Se administró un cuestionario digitalizado en una muestra de 250 estudiantes de cinco universidades de la Republica Socialista Democrática Sir Lankan (Isla al Norte del Océano Indico). Los resultados indican que en la medida que los estudiantes dedicaron más tiempo en el uso de Facebook se produjo un decremento significativo de las puntuaciones en su desempeño académico.
Muñoz, Pellegrini y Cramer (2014). Utilizaron la RS Twitter con dos secciones de clase: presencial y virtual, de un programa de formación docente inicial en una universidad urbana de la Florida (USA). Su propósito era fomentar las interacciones alumno-alumno y alumno-docente, mejorando así la presencia social y la disminución de la sensación de aislamiento de las clases virtuales. Durante seis semanas se emplearon dos grupos de estudio: uno presencial y otro virtual, ambos con el uso de Twitter. Los resultados indican que: (a) los miembros del grupo de micro-blog en línea, que tendían a limitar su participación a responder las indicaciones de los profesores, sintió un mayor sentido de comunidad que el grupo de Twitter en línea; (b) el grupo de micro-blog en línea estuvo también más satisfechos con la manera como fueron atendidas sus necesidades como estudiantes; (c) en general, los estudiantes que mostraron la mayor satisfacción fueron los del grupo Twitter cara a cara, sobre todo con las oportunidades que tuvieron que aprender.
Seaman y Tinti-Kane (2013), directivos de las empresas Babson (Babson Survey Research Group) y Pearson (Pearson Learning Solutions and Higher Education), coordinaron una encuesta nacional sobre los medios sociales digitales y la educación superior en USA. Se utilizó una muestra aleatoria estratificada de n = 8.016 que representa el 15 % de la población estudiada. Algunos resultados de dicho estudio son los siguientes: (a) el 78,9% de los profesores considera que ha habido un aumento en el impacto que los medios sociales digitales tienen en la comunicación docente-alumno; (b) el 56 % de los docentes considera que los medios sociales digitales y dispositivos móviles son más desfavorables que útiles para el trabajo académico de los estudiantes; y (f) las barreras que los docentes encuentran para el uso de esta tecnología en la enseñanza son: integridad de los envidos de los estudiantes (72%), preocupación por la privacidad (63%), separación del curso de las cuentas personales (58%), calificación y evaluación (57%), incapacidad para medir la efectividad (53%), falta de integración con los sistema de gestión de aprendizajes o plataformas (45%), exceso de tiempo para el uso de la tecnología o para aprender con ella (42%), falta de apoyo institucional (38%).
Brown (2013) realizó una experiencia educativa con la incorporación de la rede social Twitter para apoyar el desarrollo de un curso de Maestría en Educación Superior en el Boston College (USA). La experiencia consistió en un curso práctico fuera del aula con el apoyo de los contenidos de la asignatura que inducían la práctica reflexiva y la discusión en torno a temas comunes que se encuentran en el lugar de trabajo. Una de las motivaciones para utilizar esta red social fue posibilitar la comunicación y la cooperación entre los estudiantes habida cuenta la naturaleza práctica y fuera del aula del curso, el cual apenas contemplaba cinco reuniones de los estudiantes durante el semestre. Algunos de los hallazgos reportados fueron los siguientes: (a) los estudiantes que no habían utilizado previamente Twitter informaron que les resultó útil y novedosa como herramienta de aprendizaje; (b) algunos estudiantes mostraron preocupación acerca de la falta de privacidad en los mensajes que circulaban entre los miembros del grupo de clase; (d) los estudiantes apreciaron la oportunidad de tener una experiencia educativa diferente; y (e) el profesor sintió que aprendía con sus estudiantes, mantuvo una comunicación más horizontal con ellos y se sintió personalmente más comprometido con su proceso de aprendizaje.
Lovecchio (2013) realizó una investigación con el propósito de explorar cuáles son los procedimientos que utilizan los líderes educacionales para implementar las redes sociales en sus respectivas instituciones. Utilizo el método de casos múltiples en el contexto de un estudio de naturaleza cualitativa y la estrategia e triangulación de fuentes. La información fue recolectada entre el otoño del 2012 y el invierno del 2013 y se utilizaron las fuentes siguientes: entrevistas a los participantes, observaciones de campo y análisis de documentos. Los resultados de la investigación revelan que: (a) el personal directivo debe ser conocedor y apasionado por el uso de las redes sociales y estar dispuesto a modelar el uso de estas herramientas para el personal; (b) Los directivos también debe estar dispuestos a capacitar a los docentes para ser socios activos en el proceso de implementación y proporcionar oportunidades relevantes para el crecimiento de los miembros del personal en relación con el uso de la tecnología; y (c) el personal directivo debe tener la previsión para hacer frente a los posibles obstáculos potenciales antes de que ocurran.
Garrigós, Mazón, Saquete, Puchol y Moreda (2012), realizaron un estudio con el propósito de precisar la influencia de las redes sociales en el aprendizaje colaborativo de estudiantes universitarios. Concretamente propusieron a los alumnos utilizar la plataforma de Facebook para realizar un proyecto colaborativo en la asignatura Base de Datos Avanzada. Las tareas propuestas suponían necesariamente la interacción entre los miembros del grupo, como entre los estudiantes y los profesores. Al final del proyecto, los estudiantes tomaron un test sobre el uso del Facebook en el contexto académico. Los resultados permitieron concluir que: (a) la mejora en la comunicación se produce más significativamente entre profesor- alumno, ya que la relación entre alumnos ya existía previamente, (b) entre los alumnos preocupa el tema de usar una herramienta de ocio en un ámbito educativo, puesto que ven mermada su privacidad y (c) las redes sociales actuales carecen de determinadas herramientas que son básicas para la docencia (como el repositorio de documentos).
Petrovic, Petrovic, Jeremic, Milencovic y Cirovic (2012), realizaron una experiencia con el uso educativo de Facebook en el curso: Sistema de Calidad Ambiental en la Facultad de Ciencias Organizacionales de la Universidad de Belgrado. El propósito fue ensayar la idea de cómo implementar esta red social como una herramienta de educación contemporánea. Parte de la experiencia consistió en solicitar a los estudiantes organizarse en eco grupos en Facebook a objeto de interaccionar durante el desarrollo del curso. Participaron 68 estudiantes de ambos sexo, quienes respondieron un cuestionario de 29 preguntas cerradas, un mes después de haber finalizado el curso. Los resultados más importante fueron los siguientes: (a) el 97,7% de los estudiantes consideró que el uso de eco grupos de Facebook contribuyó a aumentar significativamente sus conocimientos del medio ambiente; (b) el 90.9% de los estudiantes se animó a cambiar sus patrones de comportamiento ambiental y participar en el futuro en actividades medio-ambientales; y (c) el 94.7% de los estudiantes se sintieron motivados por su participación en el proceso de aprendizaje y por los conocimientos adquiridos exitosamente en el curso.
Ogedebe, Emmanuel y Musa (2012), realizaron un estudio en el que analizaron la relación ente el uso de Facebook y el rendimiento académico de estudiantes universitarios en la Republica de Nigeria. Se administró un cuestionario digitalizado de 20 preguntas a 150 estudiantes de diferentes universidades públicas y privadas de Nigeria. Las variables independientes medidas fueron: (a) participación activa de los estudiantes en Facebook, cantidad de tiempo que pasan en esta RS, la frecuencia con que actualizan su estado, mensajes escritos en el muro de amigos, comentarios que hacen en las páginas de los otros, el nivel de configuración de su privacidad, y la cantidad de amigos y álbumes de fotos que tienen. La variable rendimiento académico se medió a través de un autoinforme de la participación del estudiante en clase, la asistencia, así como el promedio de calificaciones. Los resultados indican que: (a) cuanto más tiempo un estudiante pasa en Facebook, el promedio de calificación fue más baja; (b) a mayor privacidad de los estudiantes en Facebook el promedio de notas fue mayor; (c) a mayor actualización de estado de los estudiantes en Facebook fue menor la probabilidad de tener una buena asistencia a clase; (d) a medida que los estudiantes pasan más tiempo en Facebook menor es la probabilidad de participar en clase; (e) a mayor cantidad de amigos en Facebook mayor es el tiempo que pasan en la red; y (f) a mayor cantidad de mensajes que los estudiantes escriben en Facebook menor es la probabilidad de que ellos participen en clase.
Junco, Heiberger, y Loken (2011) realizaron un experimento de un semestre académico a nivel de pregrado universitario con el propósito de determinar si el uso de Twitter, pueden impactar la participación de los estudiantes y sus calificaciones en la universidad.
La muestra estuvo constituida por 125 estudiantes, de ambos sexos, inscritos en el primer seminario anual para ingresar al programa profesional de salud de una universidad. La misma estaba organizada en dos grupos: Experimental (n1 = 70) y Control (n2 = 55). El primer grupo fue expuesto al trabajo con Twitter en diversos tipos de discusiones académicas y co-curriculares; mientras que el segundo participó en las actividades tradicionales de un seminario basado en lecturas y discusiones presenciales, bajo la orientación del profesor. El nivel de participación fue medido con base en una escala de 19 ítemes seleccionados de la Encuesta Nacional de Participación Estudiantil. Los datos fueron analizados mediante el análisis de la varianza de una vía (ANOVA). Los resultados indican que el grupo experimental evidencio una diferencia significativa con respecto al grupo control en cuanto al nivel de compromiso en la tarea y con respecto al desempeño académico promedio. Los análisis de las comunicaciones de Twitter mostraron que tanto los estudiantes como los profesores estuvieron muy comprometidos en el proceso de aprendizaje de manera que trascendían las tradicionales actividades desarrolladas en el aula.
En resumen, la revisión de la literatura nos permite hace las precisiones siguientes: (a) los estudios fueron realizados en países, tales como: USA (7), Nigeria (1), Serbia (1) y Sir Lankan (1); (b) las redes sociales participantes fueron: facebook (4), twitter (3) y otros medios digitales (3); (c) el tipo de estudio más frecuente fue: el descriptivo (5), seguido por los cualitativos (2), cuasi-experimentales (2), exploratorios (1); (d) los resultados más importantes incluyen:
La proliferación de las RS en los campus universitarios ha creado nuevas vías para que los estudiantes construyan y mantengan conexiones con sus compañeros, con los profesores, y con el personal directivo (Haeger, Wang y BrckaLorenz, 2014).
Los autores antes citados consideran que aun cuando esta tecnología crea un nuevo medio para el desarrollo del capital social en la universidad, este estudio puso de manifiesto que estos nuevos medios están sujetos a los mismos sistemas de privilegios que tradicionalmente han favorecidos a los estudiantes de la clase alta (Haeger, Wang y BrckaLorenz, 2014).
Los investigadores que han utilizado Facebook en el contexto de la educación superior, consideran que: (a) los estudiantes deberían utilizar esta herramienta como un medio apropiado no sólo para la comunicación, sino para lograr una participación más amplia en el proceso de aprendizaje (Petrovic, Petrovic, Jeremic, Milencovic y Cirovic, 2012; Garrigós, Mazón, Saquete, Puchol y Moreda (2012); (b) no obstante lo anterior, en otros estudios que relacionan el uso de esta esta RS con el desempeño académico de los estudiantes, por lo general, encuentran una relación inversa entre estas dos variables (Thuseethan y Kuhanesan, 2014; Ogedebe, Emmanuel y Musa, 2012); y (c) en la implementación de las RS (Facebook) en las instituciones educativas, el personal directivo debe ser conocedor y apasionado por el uso de las redes sociales, estar dispuesto a capacitar a los docentes y tener la previsión para hacer frente a los posibles obstáculos potenciales antes de que ocurran (Lovecchio, 2013).
Algunos investigadores que han utilizado Twitter en educación concluyen que: (a) el uso de esta herramienta en el aula impacta la participación de los estudiantes y sus calificaciones en la universidad (Junco, Heiberger y Loken, 2011); (b) cuando se compara el uso de Twitter entre grupos de educación presencial y virtual los estudiantes que muestran la mayor satisfacción son los del grupo Twitter cara a cara, sobre todo con las oportunidades que tuvieron de aprender (Muñoz, Pellegrini y Cramer, 2014); y (c) los estudiantes que no han utilizado previamente Twitter en el contexto educativo y lo usan por primera vez consideran que se trata de una experiencia útil y satisfactoria (Brown (2013).
Estudios nacionales de tipo descriptivos, realizados en USA, indican que: (a) los profesores creen que ha habido un aumento en el impacto que los medios sociales digitales tienen en la comunicación docente-alumno; (b) los docentes consideran que los medios sociales digitales y dispositivos móviles son más desfavorables que útiles para el trabajo académico de los estudiantes; y (c) las barreras que los docentes encuentran para el uso de esta tecnología en la enseñanza son: integridad de los mensajes enviados por los estudiantes, preocupación por la privacidad, separación del curso de las cuentas personales, calificación y evaluación, incapacidad para medir la efectividad, falta de integración con los sistema de gestión de aprendizajes o plataformas, exceso de tiempo para el uso de la tecnología o para aprender con ella, falta de apoyo institucional (Seaman y Tinti-Kane, 2013).
¿Qué Aportan las RS al Proceso de Enseñanza-Aprendizaje?
Las redes sociales constituyen un recurso tecnológico derivado de la filosofía de la Web 2.0 y, como tales, favorecen la interacción social, la creación de contenido y el intercambio de información entre usuarios en diferentes formatos. De allí que el principal aporte de las RS a la educación se presente en el plano del aprendizaje tanto informal como formal. En el primer caso, como una forma de aprendizaje alternativo, los sujetos aprenden de dos maneras: (a) mediante un proceso de autoaprendizaje como consecuencia de su exposición frecuente a diferentes fuentes información presentes en las interacciones socio-personales que se encuentran en la red; y (b) a través de un proceso de formación virtual obtenida en cursos no académicos administrados por instructores especializados en determinadas áreas de contenido. En este contexto es importante señalar el rol del modelo educativo Entorno Personal de Aprendizaje (PLE, por sus siglas en inglés), el cual consiste en un espacio de aprendizaje personal mediado por artefactos tecnológicos que exteriorizan y relacionan conocimiento con otros pares conectados en el mismo espacio Web 2.0 (Rodrigues y Lobato, 2013). Sus principales ventajas son: (a) permiten a los estudiantes fijar sus propios objetivos de aprendizaje; (b) facilitan la gestión de sus aprendizajes, tanto en lo referente a los contenidos como a los procesos involucrados; y (c) generan instancias de comunicación con otros en el proceso de aprendizaje (Adell, 2013).
En el contexto de la educación formal, las redes sociales pueden contribuir con el proceso de enseñanza-aprendizaje tanto presencial como virtual. En el primer caso, las RS pueden constituirse en un factor de dinamizador y complementario del modelo clásico de educación centrado en el docente, al ofrecer la posibilidad de insertar este tipo de recurso tecnológico en el curriculum lo que favorecería la interacción grupal en línea, compartir contenidos, realizar proyectos colaborativos, ofrecer nuevas opciones de evaluación, entre otros. En este mismo sentido, Koper (2009), ha señalado que los estudiantes que participan en una red de aprendizaje pueden: intercambiar experiencias y conocimiento con otros, trabajar en proyectos colaborativos (p. ej., de innovación, investigación, trabajos); crear grupos de trabajo, comunidades, debates y congresos; ofrecer y recibir apoyo a/de otros usuarios de la red de aprendizaje (como dudas, observaciones, etc.); evaluarse a sí mismos y a otros; buscar recursos de aprendizaje, crear y elaborar sus perfiles de competencias. Este tipo de acciones podrían contribuir, a través de su desarrollo en el tiempo, a cambiar las prácticas pedagógicas del modelo educativo tradicional, mejorando así su calidad y pertinencia.
En relación con la educación virtual, las redes sociales también podrían contribuir a introducir elementos dinamizadores en el proceso formativo, particularmente en los casos de programas de e-learning de autoinstrucción, donde el proceso de aprendizaje esta fundamentalmente basado en la interacción estudiante-contenido. En este caso, al igual en que en el de la modalidad presencial, las RS pueden aportar opciones de interacción personal-social sincrónicas y asincrónicas, crear contenidos colaborativamente y compartir información que diversificarían y enriquecerían el proceso formativo.
En síntesis, y en forma más concreta, las RS aplicadas a la educación permiten: formar comunidades de aprendizaje en áreas específicas (asignaturas, cursos, proyectos, estudio de casos, análisis de problemas), integrar blogs, calendario de eventos, utilización de los foros como canales de debate y compartir contenidos en diferentes formatos. Al respecto, De Haro (2010) ha señalado los beneficios que pueden aportar las redes sociales en el trabajo con los alumnos, en los términos siguientes: (a) permiten centralizar en un único sitio todas las actividades docentes, profesores y alumnos de un centro educativo; (b) aumento del sentimiento de comunidad educativa para alumnos y profesores debido al efecto de cercanía que producen las redes sociales; (c) mejora del ambiente de trabajo al permitir al alumno crear sus propios objetos de interés así como los propios del trabajo que requiere la educación; (d) aumento de la fluidez y sencillez en la comunicación ente profesores y alumnos; (e) incremento de la eficacia del uso práctico de las TIC, al actuar la red como un medio de aglutinación de personas, recursos y actividades, sobre todo cuando se utilizan las TIC de forma generalizada y masiva en el centro educativo; (f) facilita la coordinación y el trabajo de diversos grupos de aprendizaje (clase, asignatura, grupos de alumnos de una asignatura), mediante la creación de los grupos apropiados; (g) aprendizaje del comportamiento social básico por parte de los alumnos, al reflexionar acerca de: qué puedo decir?, qué puedo hacer?, hasta dónde puedo llegar?.
A pesar de todo el potencial que podemos visualizar en los aportes que pueden hacer las RS a la educación, es importante señalar que la tecnología en sí misma no es garantía del mejoramiento de la calidad y pertinencia en la formación curricular. La transformación educativa, en este contexto, dependerá entre otros factores, del cambio de modelo mental del docente que le lleve a desaprender las prácticas pedagógicas tradicionales y a reaprender nuevas metodologías y estrategias instruccionales centras en el estudiante con la mediación de las tecnologías de la información y la comunicación. Es decir, para que las tecnologías, incluyendo las redes sociales, tengan un impacto transformador en la educación se requiere de una visión clara de cuáles son sus posibilidades reales, así como de sus ventajas y desventajas, todo lo cual implica que haya conocimiento, direccionalidad y liderazgo.
¿Cómo Pueden Ser Utilizadas las Redes Sociales para Apoyar el Proceso Formativo?
La manera como las redes sociales pueden apoyar el proceso educativo tiene algunas variantes, dependiendo del tipo y naturaleza de la plataforma utilizada, pero en cualquier caso la clave del éxito está en la motivación y en la competencia tecnológica del profesor para promover e implementar el uso apropiado de este tipo de recursos tecnológicos para alcanzar determinados objetivos de aprendizaje. Con el propósito de orientar a los docentes sobre este aspecto hemos seleccionados tres ejemplos de posibles aplicaciones de las RS a la educación superior, mediante el uso de las plataformas de Facebook, Twitter y Google+.
Es una red social que nos conecta con gente, marcas y organizaciones; fue creada en febrero de 2004 por Mak Zuckerberg conjuntmente con Eduardo Saverin, Chris Hughes y Dustin Moskovitz, como un sitio de interacción para estudiantes de la Universidad de Harvard, pero progresivamente se fue abriendo a estudiantes de otras universidades y finalmente a cualquier persona del planeta tierra con una cuenta de correo electrónico. Se ha convertido en una de las plataformas más usadas y visitadas por gente de todas las edades para comunicarse y conectarse con amigos y otras personas con quienes trabajan, estudian o comparten diferentes ideales. Para el mes de julio de 2015, esta red contaba con 1.490 millones de usuarios activos y había sido traducida a 110 idiomas (Moreno, 2015a).
De la fase original de Facebook concebida fundamentalmente como una herramienta para la interacción social, recientemente se está explorando en diferentes países la posibilidad de utilizar también el potencial interactivo y comunicacional de esta red con un propósito de educativo, particularmente en la educación superior. Esta red se utiliza a menudo en la Universidad Norteamericana para: promocionar ofertas de estudios, compartir contenidos a nivel departamental, crear redes de conocimiento, publicar noticias académicas, formular preguntas a los estudiantes, solicitar información sobre oferta académica y procesos de admisión, promocionar eventos académicos, culturales o deportivos y promover la interacción entre grupos de egresados, entre otros usos.
Para utilizar esta red en el contexto educativo, se requiere primero que todo, crear una cuenta a partir de la URL: https://www.facebook.com. Una vez creada la cuenta y el perfil individual se pueden utilizar las dos herramientas básicas que tiene facebook para la interaccion educativa, ella son las opciones Páginas y Grupos.
Cómo crear una página en Facebook. Para tal fin, debes entrar a la a la sección Páginas (menú de la izquierda, ubicado al final), luego hacer clic en la opción: Crear página [abrirá una nueva página]. Hacer clic en: Lugar o Negocio Local y elegir la categoría Educación. Coloque el nombre de la Asignatura o Proyecto académico y complete los demás datos de la encuesta. Para finalizar el llenado de los datos hacer clic en Empezar. A continuación debe iniciar la configuración del curso, colocando los datos correspondientes incluyendo una foto en el perfil personal como coordinador responsable de la página. Para finalizar debe hacer clic en Guardar Información.
Una vez creada la Página, los profesores y/o estudiantes pueden compartir enlaces, videos en línea o fuentes RSS o sindicación desde un blog del aula o el sitio web del centro educativo. Pueden compartir contenidos (noticias, comentarios, fotos, videos, comentarios, concursos, y la información pertinente a su página). En el centro de la Página aparecerá un registro de todas las actividades desarrolladas durante los últimos días, meses y años (línea de tiempo).
Los docentes universitarios utilizan las Páginas de Facebook para mantener comunidades de estudiantes y promover el debate en sus clases, mientras que los administradores las usan para incrementar la presencia social de la universidad en la Web (Meeder, citada por Sangra-Morer (2014). Además, considero que uno de los principales atractivos de esta iniciativa es que los estudiantes pueden trabajar formalmente en una actividad académica en forma amena, en interacción permanente con los diferentes actores del proceso de aprendizaje. Sin embargo, utilizar la opción Página en Facebook, como recurso tecnológico de aprendizaje en grupo o curso, tiene sus limitaciones, una de ellas es que se trata de un recurso público, donde eventualmente pueden intervenir personas ajenas al grupo de aprendizaje; es decir, no tiene privacidad. Por lo tanto, serán más interesantes para proyectos abiertos donde cualquiera pueda ver el contenido y comentarlo.
Cómo crear un grupo en Facebook . Para ello, una vez que el docente ha creado su perfil individual en Facebook, se dirige al menú del lado izquierdo y selecciona la opción Grupos y luego hace clic en Crear grupo. Aparecerá una ventana donde se deben colocar los datos de creación del grupo, ello incluye: nombre del grupo (por ejemplo, Asignatura Estadística) identificar los miembros (llenar en el espacio correspondiente los nombres o correos electrónicos de los integrantes del grupo (por ejemplo, profesores y estudiantes), seleccionar el tipo de privacidad deseada (grupo: publico, cerrado o secreto); finalmente, hacer clic en Crear. Una vez creado el grupo, el docente puede agregar información para personalizarlo, incluyendo una imagen (por ejemplo, una fotografía) representativa de la actividad que se desarrollara en el mismo.
La opción grupos permite trabajar con un público más pequeño limitado a las personas previamente seleccionadas; en este caso el profesor escoge los miembros para formar los diferentes grupos o toda la clase, lo cual permite tener control sobre el tipo de usuarios que participan. Los estudiantes podrán trabajar en grupos colaborativos para realizar proyectos, estudio de casos, resolver problemas de manera conjunta y en cualquier otra iniciativa que amerite el trabajo grupal en línea. Una de las ventajas principales que tiene esta opción es que los usuarios no requieren ser amigos en Facebook para interactuar en el grupo, manteniendo así la privacidad de los estudiantes y consiguiendo que se involucren en el trabajo grupal; también puede servir como un aula virtual para una asignatura determinada. Esta opción grupo de Facebook constituye una oportunidad que se brinda al estudiante para complementar el contenido del aula de clase con otras actividades en línea.
Twitter. Es una de las redes sociales más populares que existen actualmente a nivel mundial. Fue creada en marzo de 2006 por Jack Dorsey, Noah Glass, Biz Stone y Evan Williams. Algunas estadísticas del año 2015 indican que esta RS tenía más de 288 millones de usuarios activos al mes (Moreno, 2015b). Está traducido a varios idiomas, tales como: inglés, japonés, español, francés, italiano y alemán. Es una nueva forma de comunicarse en línea que permite al usuario crear comunidades virtuales, probar nuevas ideas, compartir recursos, mantenerse actualizado y socializar (Kroski, 2008).
Twitter es una red social con formato microblogging (servicio de mensajes cortos) que permite a un usuario registrado enviar y recibir mensajes cortos en texto plano de hasta 140 caracteres, llamados tweets (trinos). Los usuarios siguen los tweets de otros, suscribiéndose como seguidores de ellos. Cualquier usuario puede tanto reenviar (retwittear) los mensajes que recibe y que encuentra de interés para sus propios seguidores, como contestarle directamente a sus autores. Utiliza una variada simbología, por ejemplo, la letra d para escribir un mensaje directamente a una persona, y los símbolos @ para responder un tweet y # para escribirle a un grupo. Entre las ventajas de esta red social están, que permite: (a) estar al día y actualizado; (b) conocer personas con intereses similares, que trabajan en nuestro propio campo y generar vínculos; (c) difundir nuestros proyectos y eventos; (d) ser fuente de tráfico, comunidad para tu blog y más enlaces; (e) respuestas a preguntas, dudas y conocimiento compartido; y (f) oportunidades laborales.
Para utilizar la RS Twitter en educación, lo primero que se requiere es registrarse (http://twitter.com/) y crear una cuenta con tu nombre de usuario y contraseña; luego debes configurar tu perfil: subir una imagen que te identifique como usuario y escribir una microbiografía. Los mensajes tratan de responder a las preguntas: ¿Que estoy haciendo?, ¿Qué está pasando?, o ¿Qué quiero compartir?. Previo a la utilización de esta herramienta con un propósito educativo es recomendable que el profesor comparta con los estudiantes información básica sobre su funcionamiento; definir cuáles son los temas a tratar, cuáles se excluyen y establecer las normas de participación. También es recomendable hacer una evaluación al final de la experiencia a objeto de conocer los puntos fuertes que se deben mantener en futuros proyectos y cuáles son aquellos que debe ser mejorado o excluidos en futuras ediciones.
Una manera de utilizar Twitter en la educación superior podría consistir en la creación, por parte del profesor, de una cuenta de Twitter para cada curso, programa o asignatura; esta cuenta tiene que ser diferente a la que usa el profesor en su perfil personal. Paso seguido se debe elegir un nombre de usuario que identifique a la clase o el código del curso (por ejemplo, @estadistica, @econ505); también puede utilizar hashtag (por ejemplo, #estadinferencial).
El profesor como moderador del grupo puede utilizar el twitter de la clase para orientar a los estudiantes, en forma amena, sobre las actividades de la semana, para dar alguna noticia importante, para reconocer a los estudiantes por su buen desempeño en tareas específicas. Asimismo, se podría usar esta herramienta para formular o responder preguntas a los estudiantes en seminarios o clases y para estimular la búsqueda de respuestas adicionales o literatura adicionales complementaria. Para ello es importante que el profesor pueda lograr que todos los estudiantes de la clase se puedan convertir en seguidores unos de otros.
En el caso de los estudios de postgrado, el Twitter puede ser una herramienta muy útil, ya que permitirá, a través de hashtags específicos (por ejemplo, #ticyeducacion) tener acceso a información especializada reciente, lo cual facilitará el poner al día rápidamente el estado del arte del objeto de estudio, además permitirá compartir contenidos e información con otros interesados (estudiantes, profesores, especialistas) así también el material del usuarionserá más visible. En general, el Twitter ofrece la oportunidad de disponer de un espacio para el debate continuo entre diferentes grupos de interés profesional y académico. Los estudiantes de postgrado pueden utilizar Twitter para referirse a proyectos de otros centros de investigación relacionados, retweeteando el nuevo material interesante que produzcan. La creación de una red de Twitter de proyectos de investigación recíprocos puede ayudar a todos a mantenerse al día con mayor facilidad, mejorar el nivel y el ritmo del debate, y así atraer más la atención (y al financiamiento) en el área de investigación (Mollet, Moran y Dunleavy, 2011).
Google+. Es una red social que, al igual que cualquier otra, permite interactuar con personas y empresas, las cuales pueden ser clasificadas en círculos de diferentes tipos de acuerdo con su afinidad o tipo de relación que mantenga con cada uno. Cada usuario puede crear tantos círculos como quiera, con los nombres y significados que desee. Por ejemplo, puede tener círculos tales como de: Colegas, Amigos, Familia, Música, entre otros muchos. Esta red fue creada en Junio de 2011 y cuenta actualmente con más de 400 millones de usuarios y más de un millón de páginas de empresas y marcas creadas. Para utilizar esta red se requiere tener una cuenta Google, ya sea en Gmail o en algún otro producto de la empresa (por ejemplo, Blogger, YouTube, Google Drive), los cuales ahora están todos integrados en una sola cuenta en Google+, independientemente de en cuál de ellos se encuentre, su identidad es la misma.
Desde el punto de vista educativo, Google+ ofrece un excelente recurso, a través de la herramienta Comunidades, la cual ha sido creada para la gestión de grupos y para compartir novedades en forma de texto, fotos, enlaces, videos, eventos y encuesta. Para tener acceso a ella, es necesario abrir la página Web de Google+ (https://plus.google.com/u/0/), entrar al menú principal (del lado izquierdo) y hacer clic en la opción Comunidades y, luego seleccionar Crear una Comunidad (arriba a la derecha). En la nueva página que aparecerá seleccione la opción Privada y, finalmente, hacer clic en Crear Comunidad (abajo a la derecha). Ahora se debe llenar los datos que la identifican, tales como: Nombre, descripción y propósito, editar el perfil, subir una imagen representativa e invitar a las personas a unirse a tu comunidad. Paso seguido, la página web solicitará que se invite a participar a los futuros miembros de la comunidad (aparecerá la frase: Invita a personas a esta comunidad). Es recomendable que la comunidad sea creada y gestionada por el profesor del curso y esté integrada por el docente y los estudiantes. Para tal fin, sería conveniente crear un círculo con el nombre de la asignatura o curso, e incluir en el mismo a todos los miembros de la comunidad, luego el circulo, como un todo podría ser insertado dentro de la comunidad; la otra manera de formar el grupo es haciendo las invitaciones mediante el uso del correo electrónico.
La herramienta Comunidades permite al docente formar y gestionar grupos de clase para el trabajo colaborativo asociado al desarrollo de un proyecto, interaccionar en un foro y compartir recursos a lo interior de la comunidad. Además, es posible tener servicio de video conferencia para la interacción grupal sincrónica mediante el Google hangout que es una herramienta asociada. El resultado de la interacción genera un video, el cual automáticamente quedará grabado en YouTube, desde donde puede ser compartido con más personas.
Conclusión
En este trabajo nos propusimos indagar sobre el impacto que pueden tener las redes sociales en la educación universitaria, utilizadas como un recurso tecno-pedagógico complementario en las modalidades de educación presencial y/o virtual. El análisis reflexivo realizado sobre la literatura revisada, nos permite arribar a las conclusiones siguientes:
1. La incorporación de las RS a la educación es un hecho incontrovertible que más temprano que tarde terminará por imponerse como un recurso tecnoeducativo en el diseño y desarrollo del currículo, tanto a nivel general, como en la educación universitaria en particular, en las modalidades presencial y virtual. Este fenómeno irreversible, es el resultado de la expansión de las tecnologías de la información y la comunicación y en particular de la Web 2.0.
En el contexto de la educación superior, las redes sociales pueden contribuir con el proceso de enseñanza-aprendizaje, convirtiéndose en un factor dinamizador y complementario del modelo clásico de educación centrado en la transmisión de contenidos del docente, al ofrecer la posibilidad de insertar este tipo de recurso tecnológico en el curriculum, lo que favorecería la interacción grupal en línea, compartir contenidos, realizar proyectos colaborativos y ofrecer nuevas opciones de evaluación, entre otros.
2. La clave del éxito para la incorporación de as RS a la educación está en la capacidad del docente, como líder y animador de este tipo de innovación tecno-educativa, para promover e implementar el uso apropiado de estos recursos tecnológicos para alcanzar determinados objetivos de aprendizaje.
Asimismo, es muy importante el apoyo del personal directivo de las instituciones educativas; en este sentido, es necesario dicho personal deba ser un conocedor y apasionado por el uso de las redes sociales; (b) Los directivos también debe estar dispuestos a promover la capacitación de los docentes; y (c) el personal directivo debe tener la previsión para hacer frente a los posibles obstáculos potenciales antes de que ocurran. En este sentido, es muy importante tomar en cuenta las barreras que han sido identificadas como factores que amenazan este tipo de proceso de aprendizaje, ellos son: falta de integridad de los mensajes enviados por los estudiantes, preocupación por la privacidad, separación del curso de las cuentas personales, calificación y evaluación, incapacidad para medir la efectividad, falta de integración con los sistema de gestión de aprendizajes o plataformas, exceso de tiempo para el uso de la tecnología o para aprender con ella, falta de apoyo institucional (Seaman y Tinti-Kane, 2013).
3. La investigación en este campo es todavía incipiente y se enfoca principalmente hacia los estudios descriptivos, tipo encuesta, en los que prevalece la opinión de docentes y estudiantes en relación con sus vivencias y percepciones acerca del uso de las RS en el contexto educativo. En consecuencia, los hallazgos encontrados deben ser tomados como provisorios ya que la literatura luce en algunos casos contradictoria, particularmente en lo que respecta al impacto del uso de las RS en el aprendizaje. Por ello, es ampliamente recomendable fortalecer la investigación en este campo, no solo en cantidad sino, muy particularmente, en lo referente a la calidad de la investigación, enfatizando la obtención de resultados basados en y orientados hacia la teorización que nos permitan profundizar en el conocimiento de este novísimo fenómeno tecno-educativo.
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