José Ernesto Becerra Golindano

El general Marcos Evangelista Pérez Jiménez nació en un pequeño pueblo, Michelena, enclavado entre montañas centrales del estado Táchira, en la segunda década del siglo XX. Las condiciones de vida y formación del lugar, y la época, son muy particulares y sensiblemente diferentes a las que se vivían en las principales ciudades de Venezuela, o las de tiempos mas recientes con mejores vías y nuevos medios de comunicación. El entorno de los primeros años del general Pérez Jiménez estaba muy influenciado por su familia, que había acompañado al fundador de Michelena en esa empresa, y que había tenido personajes que se habían destacado en diferentes campos, como lo harán algunos de sus contemporáneos. En estos "apuntes" se ha abordado una primera recopilación de los personajes, y sus relaciones familiares, genealógicas, que podrían haber influido en Pérez Jiménez, y los parientes que habrían compartido esa experiencia.

Gen. Marcos Perez Jimenez Evangelista was born in a small town, Michelena, nestled between the mountains of central Tachira state, in the second decade of the twentieth century. Living conditions and training of the place and time, are unique and significantly different to those living in major cities of Venezuela, or of more recent times with better ways and new media. The environment of the early years of General Pérez Jiménez was very influenced by his family, who had accompanied the founding of Michelena in that company, and had characters who were prominent in different fields, as will some of his contemporaries. In these "notes" has been dealt a first collection of characters, their relationships and family genealogy, which could have influenced Pérez Jiménez, and relatives who have shared this experience.

Keywords: Tachira, Michelena, family, Pérez Jiménez.

Marcos Evangelista Pérez Jiménez fue el decimosexto hijo de los diecisiete que tuvo en sus dos matrimonios Juan Severo Pérez Bustamante. En el primer matrimonio, Don Juan Severo casó el 1° de octubre de 1870 en La Grita con su prima hermana Bárbara Bustamante, él tenía 24 años y ella 19, era hija de Máximo Bustamante. La hermana de éste último, Ignacia Bustamante, era la madre de Don Juan Severo.

El matrimonio de Don Juan Severo y Doña Bárbara fue prolífico. Nacieron: Rufo (25/04/1872), Rosa (23/05/1873), María Basilisa de la Merced (9/1/1875), Rosa Nicolasa (3/2/1877), José Jesús (18/10/1878), Lupicina de Jesús (3/2/1881), Juan Bautista (5/2/1883), José Resurrección (13/4/1883), María Gliceria (13/5/1888), Dacio José (21/10/1890), Alejandro Lesnes (30/1/1893), María Lucrecia (xx/11/1894). Finalmente, el 4 de enero de 1899 murió Doña Bárbara a los 47 años, de los cuales estuvo casada 28. Dio a luz doce hijos, de los cuales la sobrevivieron ocho pues Rufo, Rosa, Rosa Nicolasa y María Basilisa de la Merced murieron antes.

El viudo Juan Severo esperó ocho años y diez meses para casarse de nuevo el 20 de noviembre de 1907, con la hija de Rafael María Jiménez y Venancia Cobos quien había venido de Colombia, la Maestra cucuteña Adela Jiménez Cobos de 33 años, el esposo tenía 62. El treceavo hijo de Don Juan Severo Pérez y primero de Doña Adela recibió el nombre de Juan Festo (21/12/1908), luego nació Eudocio Bertín (5/11/1910), seguido de Rosa María (2/1/1912). El Sábado 21 de Abril de 1914 nace Marcos Evangelista, quien el 3 de mayo siguiente será bautizado, siendo sus padrinos Vicente Olivares y Feliciana Quintero de Medina. Tres años después nace Francisco Benedicto (7/5/1917), último hijo de Don Juan Severo, que en ese momento tenía 71 años, y de Doña Adela que contaba casi 43 años. Las costumbres sociales y familiares en el Táchira hasta mediados del siglo XX daban como resultado muchas familias con mas de 15 hijos y verdaderos patriarcas engendrando después de los 70 años como en el caso que nos ocupa. Cuando nace Pérez Jiménez su hermano José Jesús, el mayor, tenía 35 años, y si Rufo hubiese sobrevivido estaría a solo 4 días de cumplir 42 y sería dos años mayor que la propia Doña Adela.

El papá de Pérez Jiménez muere a la una de la tarde del 18 de mayo de 1925, a los 80 años edad, su hijo Marcos tiene 11 años, la viuda casi 51. Sobre los hermanos Pérez Jiménez hay que acotar que Eudocio Bertín vivió tan solo seis meses. El primero fue militar, Juan, quien alcanza el grado de Teniente Coronel, Rosa María será Educadora y Francisco obtendrá el título de Abogado. Pérez Jiménez estudió en el Colegio Gremios Unidos de Cúcuta, su nombre se debe a que había sido fundado por la Sociedad de Artesanos Gremios Unidos, creada en Cúcuta el 29 de diciembre de 1909, está institución fue establecida por zapateros, albañiles, joyeros, sastres, talabarteros y otros artesanos. Una de sus principales acciones fue establecer un Colegio principalmente para los hijos de los integrantes de la sociedad donde entre las actividades previstas estaban las Normas de Urbanidad del manual del venezolano Carreño. La casa donde a lo largo de varios lustros funcionó el Colegio aún se encuentra en la avenida 4 entre calles 13 y 14 de Cúcuta, con el número 13-50, aunque en deplorables condiciones. El Colegio funciona en nuevas instalaciones después de varias reorientaciones bajo el nombre de Colegio Municipal Gremios Unidos.

Juan Severo Pérez Bustamante nació a las 6 de la mañana del jueves 6 de noviembre de 1845 en la población de Lobatera, Michelena no existía, será creada cuatro años mas tarde. Su padre fue José Narciso Pérez Arellano quien nació en Monte Grande, aldea de Lobatera, el 29 de octubre de 1813, se casa el 2 de octubre de 1837 con Ignacia Bustamante Pérez (La Grita 4/2/1814-Michelena 16/12/1895), hija de Romualdo Bustamante y María Merced Pérez de Lima. El niño Juan Severo tenía poco mas de tres años cuando a las 5 de la mañana del 26 de febrero de 1849 hubo un violento terremoto y Lobatera quedó prácticamente destruida. Don Narciso tuvo 10 hijos, antes del terremoto nacieron Rosa Floriana (17/7/1838-18/5/1862) quien casó con José Dolores Contreras, María Concepción (18/12/1839-24/6/1898), Juan Bautista (8/7/1841-murió en la infancia), Marta Virginia (23/2/1843-17/11/1918) quien casó con David Vivas, Felicita (23/2/1844 – murió en la infancia), Juan Severo (6/11/1845-18/5/1925) quien casó dos veces y es el padre del general Pérez Jiménez, y Francisco de los Dolores (1848-16/12/1916). Después del terremoto: Rita Bonifacia (5/6/1852-3/4/1917), Leoncio (11/4/1854-19/11/1881) y José Ulises (26/10/1856-22/4/1888). Los hermanos de Ignacia Bustamante Pérez de Lima, esposa de Don José Narciso y madre de Don Juan Severo, fueron José María (Nace en 1804), Máximo (Nace en 1812), padre de la primera esposa de Juan Severo, Catalina, Carmen, Mercedes y Ramona, de quienes no se tienen mayores datos, y todos hijos del matrimonio formado por Doña María Mercedes Pérez de Lima con Romualdo Bustamante, quien murió en 1835 cercano a los 60 años por lo que su fecha de nacimiento debió ser posterior a 1775.

Don Juan Severo, su madre y sus hermanas, una vez ocurrido el terremoto y casi de inmediato fueron trasladados a "El Uvito". La mayoría de las casas de Lobatera había sido destruida y los pobladores estaban en la plaza en condiciones muy precarias. "El Uvito" es actualmente una aldea a un costado de la carretera panamericana entre Lobatera y Michelena, casi equidistante entre las dos localidades, en donde seguramente había alguna pequeña finca en cuya casa se alojarían Doña Ignacia y sus cinco hijos, la mayor de unos 11 años. Don José Narciso era un gran colaborador del hermano mayor, José Amando, además tuvo habilidades y cargos políticos, así que se dedicó a apoyar a los necesitados y a discutir el futuro de la comunidad que se debatía entre tres alternativas: reconstruir Lobatera, abandonarla y radicarse en San Cristóbal u otras ciudades, o mudarla a la zona de "La Sabana", "Las Sabanas" o "Sabana Grande", denominaciones todas del actual Michelena y propuesta que impulsaba el Párroco José Amando Pérez con el entusiasta apoyo del abuelo de Pérez Jiménez. La solución de "El Uvito" duró aproximadamente un mes, a finales de marzo la familia de Don José Narciso fue trasladada a La Grita, donde estaban residenciados parientes de ambos conyugues, Pérez y Bustamante. La Grita también fue un destino temporal, el 4 de marzo el Padre José Amando, su hermano José Narciso, el General Francisco de Paula Omaña, entre otros líderes, con sus familias y relacionados abandonaron Lobatera y el 5 de marzo ya estaban trazando calles y asignando solares en lo que sería Michelena. Así que unos dos meses después de haber llegado a La Grita Doña Ignacia e hijos se fueron a la nueva población donde Don José Narciso ya había logrado levantar una modestísima vivienda.

Mas adelante, a mediados de 1855, el infante Juan Severo, de apenas diez años, fue enviado a la población de El Cobre que se encontraba a mediados de camino hacia La Grita, por el Páramo de Angaraveca, y donde era Párroco su tío el Bachiller Juan Isidro Pérez Arellano (1823 -8/1/1904), el menor de los hermanos del fundador de Michelena. Antes de finalizar 1855 se mudó a La Grita, allí fue inscrito en la Escuela Municipal a la que asistió durante unos 8 meses y regresó a la casa paterna. Sobre los quince años, exactamente el 3 de octubre de 1860 dejó la casa paterna apoyado por Doña Ignacia y sin la aprobación de Don José Narciso, llegó a Táriba donde trabajó como aprendiz de joyero, platero se decía en el entonces, oficio en que estuvo casi año y medio y del que se retiró debido a lo que él mismo denominó "inestabilidad política", regresando a la casa paterna en Michelena. Durante la mayor parte de 1862 trabajó en la venta de sal, cacao y otros productos, casi sin éxito y con la tristeza de perder en mayo a su hermana mayor, Rosa, a quien quería como una segunda madre. La poca productividad de su actividad comercial en el mercado de Michelena trajo como consecuencia que el joven Juan Severo insistiera en la actividad de platería en los años 1863 y 1864 en Táriba, hasta octubre de este último año en que se sintió listo para regresar a Michelena. A principio de 1865 estableció, con los ahorros de Táriba, una modesta pulpería. Para esos tiempos contaba solo con dos mudas de ropa, la que llevaba puesta y la que alguna lavandera azotaba contra las piedras de alguna quebrada, a falta de jabón.

Para 1870 pudo comprar una casa y casarse con su prima hermana Bárbara Bustamante Pérez de Lima y desde 1872, con el nacimiento de Rufo, comenzó la construcción de la familia. El 1° de septiembre de 1875 muere su tío y guía familiar, el Pbro. Dr. José Amando Pérez, diez años mas tarde, el 16 de abril de 1885 muere su padre José Narciso Pérez, descrito como hombre benévolo, tranquilo que conocía de asuntos jurídicos y políticos, llegando incluso a la Legislatura del Táchira. Estos dos hombres fueron fundamentales para consolidar la existencia de Michelena, liderizaron a su familia y a otros que los aceptaban como guías, y al mismo tiempo que organizaban calles, aceras, agua fresca y todo lo necesario en servicios e instituciones que convertían el proyecto iniciado en marzo de 1849 en una comunidad civilizada, redactaban y presentaban documentos a las jerarquías civiles y eclesiásticas para darle vida legal a la nueva población, a pesar de la férrea oposición de los habitantes de Lobatera que sentían perder importancia.

Los hermanos del Padre José Amando y de Don José Narciso fueron tres, ya se ha mencionado al Bachiller Pbro. Juan Isidro y completan la lista Ambrosia Pérez Arellano y José Antonio Pérez Arellano. Ambrosia casó con Francisco Escalante y nació Ramona Escalante Pérez, desconociéndose más datos. José Antonio casó con Gregoria Rosales y es el cabeza de una dilatada estirpe con destacados personajes. Allí encontramos a su nieto Antonio Pérez Vivas, hijo de Don Elio Pérez Rosales y Marta Vivas Pérez, eminente abogado y digno caballero que ejerció la Gobernación del estado Táchira entre 1950 y 1957. Otro nieto, el coronel José Eulogio Becerra Pérez, hijo de María Micaela Pérez Rosales y Antonio Becerra, quien ejerció dos veces la dirección de la Escuela Militar de Venezuela durante el Gobierno de Juan Vicente Gómez, y quien llevó a Marcos Evangelista Pérez Jiménez a su carrera militar, además fue Senador de la República entre 1952 y 1958. Los padres de Don José Narciso y sus hermanos, bisabuelos de Pérez Jiménez fueron Juan Evangelista Pérez Mora y María Gregoria Arellano Ramírez.

Familiares de Pérez Jiménez estuvieron en importantes cargos en Michelena en los primeros decenios de existencia. En la Prefectura estuvieron su tío Francisco Pérez en 1877, ese mismo año también lo fue su tío político David Vivas, y el esposo de su prima segunda Carmela Pérez, Don Narciso Arellano en 1878, repitió David Vivas, 1878-1879, luego su abuelo Narciso Pérez en 1879, y su tío Leoncio Pérez en 1879, un primo segundo en 1892: Vicente Pérez, el primo tercero José Fermín Becerra Pérez en 1893, de nuevo el primo segundo Vicente Pérez en 1898, luego otro primo tercero Vicente Becerra Pérez en 1899, una vez mas Vicente Pérez,19011902, otro primo tercero, Pánfilo Becerra Pérez, 1925-1926. En la Presidencia de la Junta Comunal encontramos a su primo segundo José Asunción Pérez en 1904, el primo tercero Vicente Becerra Pérez entre 1910 y 1913, un tío político: Régulo Pacheco en 1925, y otro primo tercero Elio Pérez entre 1926 y 1927. En la Parroquia Eclesiástica estuvo desde la fundación en 1849 el Pbro. Dr. José Amando Pérez Arellano quien era su tío abuelo, hasta su muerte en 1875. Desde ese mismo año ocupó la Casa Parroquial un hermano del anterior, el Pbro. Bachiller Juan Isidro Pérez Arellano quien fallece en 1904. Después vendrá un primo tercero entre 1917 y 1947, el Pbro. José Lucio Becerra Pérez. Además de esta particular situación, es interesante anotar que la mayoría de estos personajes vivían en el mismo sector, a menos de una cuadra de la esquina noroeste de la Plaza Bolívar. Asimismo prácticamente todos ellos son recordados con cariño y respeto, no se trató de una hegemonía u oligarquía impuesta, eran hombres gregarios, caritativos, trabajadores, respetuosos y educados.

Su primo hermano el Dr. Eliseo Vivas Pérez, cuya biografía sería un documento muy interesante, era hijo de su tía Martha Pérez Bustamante y Don Daniel Vivas, fue hombre cercano a Cipriano Castro. Uno de sus hijos, Enrique Vivas Salas, (1908-1967), fue uno de los primeros en usar en Venezuela la Radiología Cardiovascular y la Electrocardiografía, y cofundador de la Sociedad Venezolana de Cardiología (www.svcardiologia.org/svc/svcifundadores34.php).

Don Juan Evangelista Pérez Mora, quien como ya se ha dicho es el bisabuelo del general Pérez Jiménez, era de La Grita (1775-Michelena 26/7/1853), al parecer se dedicaba a una doble actividad de trasporte y comercio. Tenía algunas mulas que alquilaba para transportar cargas de diferentes comerciantes o productores y tal vez se familiarizó con las transacciones a tal grado que algunos de sus viajes las compras y ventas eran para su propio beneficio. Los abuelos paternos de Don Juan Evangelista fueron Juan Antonio Pérez de Salas y Felipa Escalante, y su esposa, Doña María Gregoria Arellano Ramírez, nació en Lobatera (1781-Michelena 24/1/1859).

Las familias de aquella época, sin medios de comunicación electrónicos, dependientes del lento correo y luego el telégrafo, eran muy unidas. Se conocían nombres, relaciones familiares y trayectorias. Eran "cumplidos", asistían a velorios y entierros, matrimonios, bautizos y otras visitas desde lugares muy distantes, a pié, mula o caballo. En este sentido, hasta que Marcos Pérez Jiménez se proyecta en el Golpe de 1945, era un individuo mas de esta gran familia, que tenía muchos nombres destacados y respetados, y seguramente algunos cuyas acciones, de alguna manera reprobables, se disimulan u "olvidan", buscando siempre las referencias que motivaran positivamente las nuevas generaciones.