INTRODUCCIÓN
El ejercicio docente hace uso de una diversidad de herramientas para proporcionar conocimientos y gran cantidad de información que debe adquirir el estudiante, la cual puede darse de diferentes maneras. Dentro de la rutina del aula, el docente puede valerse de varias tácticas de aprendizaje significativos para lograr su cometido, entre las que se destacan las relacionadas con el aprendizaje visual. Estas herramientas, o conceptos de comunicación visual/gráfica, es lo que se conoce hoy como organizadores gráficos, los cuales son de gran utilidad para el docente porque fundamentalmente muestran las relaciones que existen entre los conceptos (Terán y Apolo, 2015).
Flood y Lapp (1988), citado por Munayco (2018), señalan que un organizador gráfico “es una representación visual de conocimientos, que presenta información rescatando aspectos importantes de un concepto o materia, y que pueden ser de variadas formas, como: mapa semántico, mapa conceptual, organizador visual, mapa mental, etc.” (p.7). De allí que, estos instrumentos brindan la posibilidad de tener visualmente acceso a gran cantidad de información de manera organizada y práctica, facilitando el aprendizaje de los estudiantes.
Los organizadores gráficos se han convertido en un aliado para la labor docente, además resultan atractivos ya que muchos implican imágenes y figuras en diferentes formas como: fechas, líneas cuadros, esquemas, globos, entre otros. Estos permiten, organizar y resaltar la información de mayor importancia a fin de que el estudiante pueda fijarla fácilmente en su memoria (Mancuso, 2022).
Partiendo de estas premisas se puede percibir que dentro de las funciones que cumple este instrumento en el proceso de aula, aparte de facilitar el aprendizaje, es la de llevar una mayor cantidad de información de una manera concreta, resumida y sencilla de entender, lo que le permitirá al estudiante adquirir y/o mejorar su vocabulario, tener mejor comprensión lectora y poder contrastar la información de conceptos. Esto denota la importancia de abordar la cuestión de los organizadores grafico como tema objeto de estudio, siendo estos una herramienta didáctica y de aprendizajes fundamental hoy día, y, según plantea los expertos, muy eficientes para la transferencia de información, conocimientos y el desarrollo de habilidades psicológicas superiores como la metacognición y el pensamiento crítico, como parte de la gestión del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Ahora bien, a partir de estos contextos planteado, surge una interrogante a dilucidar: ¿Qué organizares gráficos desarrollar el pensamiento crítico y la metacognición?, A razón de este cuestionamiento se desarrolla el presente estudio con el propósito de describir los organizadores gráficos que coadyuvan al desarrollo del pensamiento crítico y la metacognición.
MÉTODO
En este apartado se hace referencia a la metodología usada para describir los aspectos relacionados a los procedimientos metodológicos que permitieron el desarrollo del estudio. En tal sentido, la producción del artículo deviene de una investigación de tipo documental bibliográfica a nivel descriptiva.
Cabe destacar que la investigación se desarrolló a nivel descriptiva, ya que se busco especificar las propiedades y características de los organizadores gráficos que coadyuvan al desarrollo del pensamiento crítico y la metacognición como fenómeno objeto de estudio (Hernández, Fernández y Batista, 2014). Asimismo, es de tipo documental, pues se dispuso esencialmente de documentos relacionados al objeto de estudio, que esencialmente son el resultado de otras investigaciones, para la construcción de nuevos conocimientos, implicando los procesos de lectura, análisis, reflexión e interpretación de los datos e informaciones, contenidos allí (Morales, 2003).
Para cerrar este apartado, se declara que la lógica de acción desarrollada para el abordaje documental se configuró mediante una combinación de los diseños de procedimientos planteado por Arias (2012) y el propio Morales (2003), tal como se describe a continuación:
Selección y delimitación del tema
Recolección y acopio de información (impresas y electrónicas)
Organización de los datos y elaboración de esquema conceptual
Análisis e interpretación de los datos en función del esquema y organización del articulo
Redacción final del reporte (articulo), con su respectiva introducción, conclusiones y referencias bibliográfica.
Revisión y presentación del articulo
RESULTADOS
Organizadores gráficos
El proceso de enseñanza y aprendizaje se da bajo parámetros de planificación de estrategias y métodos para transmitir la información, la cual que se convierte en conocimientos. De ahí que los docentes deben hacerse de la diversidad de estrategias para lograr mostrar y transmitir infinidad de conocimientos mediante las estrategias e instrumentos, entre las que se encuentran los organizadores gráficos, definidos como “una representación visual de conocimientos que presenta información rescatando aspectos importantes de un concepto o materia dentro de un armazón usando etiquetas” (Preciado, s/f).
Asimismo, son técnicas activas de aprendizaje por las que se representan los conceptos en esquemas visuales. Estos, son representativitos de las estructuras de significados y su elaboración implica el despliegue de habilidades de ordenamiento, comparación y clasificación y estructuración de la información para crear representaciones de conceptos y procesos. Con los organizadores gráficos se exponen los conceptos básicos y sus relaciones sobre un tema de manera fácil y rápida, al mismo tiempo que da cuenta del nivel de comprensión que se tiene de dichos conceptos o datos involucrados (Román, s/f)
Existen diversos tipos de organizadores gráficos, algunos permiten el desarrollo de aptitudes, entre ellas las habilidades cognitivas y sobre todo las de orden superior como el pensamiento. Además, dentro de sus diversas opciones, muestra algunos nexos particulares, como, por ejemplo: los que se utilizan para la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación (Guerrero, 2020). También, hay otros que permiten desarrollar habilidades de pensamiento, donde el estudiante puede de manera sencilla exponer las ideas que le ayudan a entender si un problema puede resolverse de manera clara, de manera práctica y cuál es el aporte o beneficio que se pueda dar.
El diseño de organizadores gráficos concede al docente plantearse de qué manera puede transmitir la información y el conocimiento que en algunos casos es aburrido, largo y poco llamativo, pudiéndose generar en ellos un nivel de atracción, entre lo que se hace en el aula y lo que el estudiante pueda asimilar para la construcción de su propio conocimiento. Estos, permiten procesar y organizar información, priorizarla, clasificarla, identificar ideas erróneas, visualizar patrones, interrelacionar diferentes conceptos mediante comparación, lluvia de ideas, entre otros. Es por ello que, se convierten en una herramienta muy importante para el desempeño del docente y para que el estudiante pueda adquirir el conocimiento de una manera práctica sencilla resumida sintetizada.
Entre los tipos de organizadores más básico están: los mapas metales, conceptuales o semánticos, y los organizadores visuales. Los mapas mentales, según Tony Buzan, son una analogía del pensamiento humano que se representa mediante “imágenes y palabras con base en una estructura irradiante que surge de un tema principal desde donde emanan las ideas asociadas con ese tema, de la misma forma que sucede cuando pensamos acerca de un determinado concepto, tema o evento” (Buzan Latin America, 2020). Este tipo de organizador visual muestran una manera simple de formalizar y proyectar toda la información del cerebro: las palabras, ideas, números, lecturas, dibujos, para referirse entre ellos, a partir de una idea central, por lo que es una técnica eficiente para la organización de ideas (Thomen, 2019)
Los mapas conceptuales, según Pinzón (2020), son componentes visuales que permiten la estructuración grafica del conocimiento. Estos, son capaces de inducir y ocasionar el pensamiento en la connaturalidad de los procesos cognitivos del individuo humano, como: comparar, cotejar, diferenciar, precisar, detallar, especificar, categorizar, seriar, buscar, entre otros.
En cuanto a los mapas semánticos, refiere González (2017), que son una herramienta útil para estructurar una información en categorías. A estos, se les denomina tambien redes conceptuales o semánticas, ya que se utilizan flechas y conectores para relacionar conceptos materializándose en forma de red, los cuales tiene como alfabeto nodos etiquetados y arcos dirigidos etiquetados. Los nodos se presentan de dos tipos: unos representan objetos, o clases de objetos, y otros representan valores de propiedades o atributos de esos objetos o clases. Entre estos últimos hay dos subtipos: los normales y los que corresponden a un valor excepcional de la propiedad.
Considerando los tres ejemplos conceptualizados se puede constatar, las diversas opciones existentes de organizadores gráficos, siendo estos los más comunes, aunque con características específicas para el desarrollo y habilidades cognitivas particulares que implican la comprensión, el análisis y el pensamiento, siendo este último uno de las más importantes, en sus formas de crítico y de metacognitivo.
Pensamiento Critico
La educación a lo largo de la historia ha tenido como objetivo desarrollar un sinnúmero de habilidades en los niños y jóvenes, entre las cuales, las más importantes son las denominadas habilidades superiores, las cuales surgen a partir de las habilidades básicas. Forma Infancia Europea School (2022), menciona que las habilidades cognitivas superiores se encuentran: lenguaje, pensamiento e inteligencia. Habilidades que marcan diferencia entre el ser humano y los animales, el poder comunicarnos a través del lenguaje, desarrollar el pensamiento y ejecutar acciones desde la inteligencia.
Estas habilidades superiores deben estar estimuladas para aprovechar todo el potencial, es así como son aspectos inherentes a la educación y la formación. La inteligencia y el lenguaje vienen a ser parte fundamental del desarrollo del pensamiento, por lo que en este apartado se indicará teóricamente la conceptualización de pensamiento y sus tipos. Según Arboleda (2013), el pensamiento es una función psíquica en virtud de la cual un individuo usa representaciones, estrategias y operaciones frente a situaciones o eventos de orden real, ideal o imaginario” (p.6). Es decir, implica la capacidad que tiene el ser humano de formar ideas y representaciones a nivel mental, surgiendo así las representaciones mentales.
Desde la psicología se discriminan varios tipos de pensamiento entre ellos resaltan tres modelos o formas, como son: el pensamiento reflexivo, pensamiento analítico y el pensamiento crítico. Este último se considera una de las variables del presente estudio, por consiguiente, se precisan algunos elementos teóricos que lo definen. En este sentido, para Sternberg (1986), referenciado por Bezanilla, et al., (2018), son “todos procesos, estrategias y representaciones que la gente utiliza para resolver problemas, tomar decisiones y aprender nuevos conceptos” (p.92). En este misma línea, Saiz y Rivas (2008), citador por Díaz-Larenas, et al. (2019), enuncia que es un proceso de búsqueda de conocimiento, atendiendo a las habilidades de razonamiento, solución de problemas y toma de decisiones, para lograr los resultados deseados.
Atendiendo a todas las capacidades que se han de mostrar con el pensamiento crítico, que va desde buscar información y conocimientos hasta la resolución de problemas, es importante traer a colación lo expresado por Glover (2020), cuando refiere que:
[…] lo que hace el pensamiento crítico es enfrentarnos a la realidad en todas sus dimensiones (la realidad como queramos que sea, la realidad que vemos todos, la realidad en la actualidad y en el pasado). Por lo que este tipo de pensamiento, aunque no nos puede permitir afirmar cual es la realidad, nos permite afirmar que se encuentra en algún punto entre los que se entrelazan todas las realidades (s/p).
Entonces, los pensamientos se pueden considerar como los diversos ámbitos o esfera donde se construye el razonamiento. El poder de la mente y las funciones cerebrales llevan a comprender desde el pensamiento cómo funciona el mundo, es por ello que desde la educación se debe reforzar las herramientas para generar y producir en el individuo su capacidad para el pensamiento crítico. Poniendo esto en contexto, cabe destacar que dentro de los programas de educación formal en Colombia se establecen objetivos para desarrollar el pensamiento crítico, con el objeto de promover las competencias, como identificación, comprensión, análisis, argumentación y evaluación.
La metacognición
El pensamiento metacognitivo, según Lacón y Ortega (2008), citados por Espinoza (2021), implica la capacidad de explorar y pesquisar las propias actividades mentales, reconociendo en ellas las operaciones secuenciadas que se ejecutan; en sí, es tener conciencia y control del procesamiento mental, o como expresa Flavell (1985) citado por Jaramillo y Simbaña (2014; 301), es la “cognición acerca de la cognición”.
De allí que se pude decir que es la capacidad que desarrollan las personas para apropiarse responsablemente de su de su pensamiento, y con ello su aprendizaje. A tenor de esto, el Centro Virtual Cervantes (s/f), expone que la metacognición se refiere a la “capacidad de las personas para reflexionar sobre sus procesos de pensamiento y la forma en que aprenden. A través de la metacognición, las personas pueden conocer y regular los propios procesos mentales básicos que intervienen en su conocimiento”.
Concretando, la metacognición se caracteriza por ser uno de los elementos más relevantes a la hora de desarrollar el proceso de enseñanza y aprendizaje ya que brinda tanto al docente como al estudiante la capacidad de discernir de ¿qué manera se aprende? y de ¿qué manera se enseña?, por ende, entonces es un elemento de interés para los educadores, ya que el uso de instrumentos académicos para su consolidación permite que el docente planee mejor su dinámica en el aula, brindándole también al estudiante orden y síntesis de la información a estudiar y aprender.
Organizadores gráficos dirigidos al desarrollo, metacognición y el pensamiento crítico
En este apartado se presentan cuatro modelos de organizadores gráficos que coadyuvan al desarrollo del pensamiento crítico y la metacognición, ya que representan ser habilidades necesarias tanto para potenciar tanto la creatividad y el aprendizaje para el éxito académico, como para el fomento de la autonomía, la autoeficacia y la productividad a nivel personal.
Cartografía conceptual.
Ideada por Sergio Tobón es un organizador grafico que permite la estructuración y comunicación de conceptos con base al pensamiento complejo. Busca apoyar la construcción del saber conocer, a través de representaciones gráficas cumpliendo las características generales de la formación de competencias cognitivas y críticas. Es un método preciso para construir conceptos académicos y comunicarlos de manera clara facilitando su comprensión (Tobón, 2004).
La cartografía conceptual se da mediante la estructuración de siete ejes para construir de una forma estandarizada los conceptos, los cuales son definidos por Tobón (2004):
Eje nocional. Implica hacer una aproximación al concepto desde su definición corriente y la etimología de la palabra o palabras de las cuales se compone.
Eje categorial. Se describe en cual concepto general o más abarcativo se inscribe el concepto en cuestión.
Eje de diferenciación. Alude a establecer una o varias proposiciones diferenciadoras del concepto en referencia a otros conceptos similares.
Eje de ejemplificación. Se detallan proposiciones casos específicos que ejemplifiquen el concepto.
Eje de caracterización. Implica detallar las características esenciales del concepto
Eje de subdivisión. Se definen las divisiones o subconceptos que componen el concepto en cuestión.
Eje de vinculación. Alude a establecer una o varias proposiciones que relacionan el concepto con otros conceptos que son importantes desde lo semántico o contextual.
Pienso, me interesa, investigo.
Este organizador trabaja una destreza de pensamiento que consiste en hacerse preguntas sobre el tema que se está desarrolla. De esta forma, el estudiante puede expresar lo que piensa. Conectar con el conocimiento previo y el mundo interno de los alumnos. Es útil para el abordaje previo de un tema en el desarrollo de una investigación. Se expone el tema a tratar y se deja a los estudiantes un tiempo para reflexionar sobre ello, esto le permite conectar con el conocimiento previo y su mundo interno.
Organizador Gráfico para la resolución de problemas
Este tipo de organizador gráfico permite asumir críticamente un problema de la realidad y a identificar y valorar en posibles soluciones, lo que coadyuva a potenciar las habilidades de resolución de problemas en los estudiantes. Se despliega sistemáticas con la siguiente lógica de acción:
Identificación del problema.
Descripción de por qué creen que es un problema en primer lugar
Generación de posibles soluciones junto con los pros y los contras relacionados con ellas, mediante la realización de lluvia de ideas.
Selección de la mejor solución y descripción de todas sus posibles consecuencias.
Elaboración de sugerencias para mejorar aún más la solución seleccionada
Escalera de la metacognición
Este organizador grafico permite hacer consciente el propio aprendizaje, identificando las habilidades, las limitaciones, las herramientas, los conocimientos previos y los conocimientos nuevos y su aplicación práctica para hacer frente a las distintas situaciones que se presentan en la vida.
Es importante considerar que existen un sinfín de organizadores gráficos como: cuadro sinóptico, mapa de ideas, telaraña, cadena de secuencias, línea de tiempo, análisis de relación partes-todo, autovaloración, entre otros. Los cuales son adaptables a cualquier contexto de aprendizaje coadyuvando a potenciar el pensamiento crítico y la metacognición, puesto que, esclarecen el pensamiento, mejoran la comprensión, integran conocimientos previos y nuevos, ayudan a retener y recordar información nueva, permiten identificar las falencias de conocimientos y facilitan la autoevaluación. Para cerrar, es importante saber que hoy día con el auge de las tecnologías en el aula de clase existen muchas herramientas online como Canva, Visme, Adobe Express, Creately, entre otros, que ofrecen formatos que facilitan su elaboración y favorecen el trabajo colaborativo y a distancia (Mancuso, 2022).
CONCLUSIONES
A partir del proceso de documentación realizado en torno a los organizadores gráficos para el pensamiento crítico y la metacognición, se puede enunciar que, la importancia del uso de estos no es solo para facilitar la dinámica de aula, sino también para consolidar los hábitos de estudio y, en consecuencia, desarrollar un pensamiento crítico y brindar un efecto metacognitivo, al permitir que los estudiantes puedan percibir las formas que tienen de aprender. Además, de ofrecer la posibilidad de minimizar el aburrimiento mostrando gran cantidad de información de manera atractiva, a través del uso sostenido de los organizadores gráficos.
Finalmente se concluye que los organizadores gráficos son de gran utilidad práctica para el desarrollo efectivo de los procesos de aula, ya que dinamizan las actividades, sintetizan grandes contenidos en el desarrollo de una determinada materia o asignatura; son muy atractivos por su estructura, y como herramienta práctica despliegan versatilidad, tanto al presentarlos durante la dinámica del aula, consolidándose al momento de usarlos como material pedagógico, así como despertar la imaginación si se usa para la instrucción de tareas o deberes, generando así la creatividad y la metacognición. Claro está, entendiendo que hay gran variedad de modelos que tienen su intencionalidad bien definidos, por lo que el docente puede planificar cual usar y para que efecto u objetivo pedagógico.