INTRODUCCIÓN
La deserción estudiantil en la educación superior es un fenómeno de relevancia en las últimas décadas, especialmente en el contexto del cambio de los modelos de la educación superior, la presión que ejerce la relación universidad-sociedad sobre las instituciones y el impacto de crisis globales como la pandemia de COVID-19 (Behr et al., 2020; Farcnik et al., 2022; Rodríguez, 2022). Este fenómeno no solo refleja el abandono de los estudios por los estudiantes, sino que también es un indicador de problemas más profundos en los sistemas educativos (Lorenzo Quiles et al., 2023).
Entre los factores asociados se encuentran: las desigualdades socioeconómicas, barreras tecnológicas y desafíos psicosociales para la satisfacción de necesidades estudiantiles, que demandan un acompañamiento a procesos de afrontamiento e incluso la propia planificación del futuro (Lorenzo Quiles et al., 2023; Perchinunno et al., 2021). La pandemia ha exacerbado estos problemas y ha revelado los insuficientes recursos psicosociales de grandes poblaciones de estudiantes ante los cambios bruscos en el entorno educativo, como la transición repentina al aprendizaje en línea, la incertidumbre económica, así como el incipiente uso de plataformas online para la ayuda psicológica y la atención psicopedagógica (Otu et al., 2023).
De esta forma, el estudio de la deserción estudiantil en la educación superior ha evolucionado a lo largo de los años, con un enfoque inicial en los factores académicos y económicos que influyen en este fenómeno (Acevedo, 2021). Sin embargo, en la era post-pandemia, la investigación ha comenzado a incorporar una visión más holística que considera también los aspectos emocionales, sociales y tecnológicos que afectan la retención estudiantil (Martínez Líbano & Yeomans Cabrera, 2023). Estas nuevas tendencias también reflejan las respuestas de académicos, desarrolladores de políticas y de la propia comunidad universitaria por participar activamente de la construcción de una nueva normalidad que trasciende lo puramente académico o financiero.
Investigaciones recientes destacan la necesidad de comprender cómo la combinación de estos factores ha cambiado en el nuevo contexto (Behr et al., 2020). la literatura señala la importancia de la integración social y académica como determinantes de la retención estudiantil, sin embargo, este es un enfoque que ha sido revisado y ampliado en estudios posteriores que exploran el impacto de la pandemia en estas dinámicas (Belando Montoro et al., 2022; Pedler et al., 2022; Schaeper, 2020). En la actualidad, los estudios buscan nuevas herramientas para comprender y predecir la deserción estudiantil, lo que apunta a la propia transformación digital que experimenta este nivel educativo impulsada por la pandemia de COVID-19 (Antonopoulou et al., 2023; Kabathova & Drlik, 2021).
En respuesta a la necesidad de comprender las tendencias, vacíos y potenciales transformaciones en la era post-pandemia en el estudio, se realizó una revisión de la literatura sobre este fenómeno en la educación superior. El objetivo fue analizar las principales causas, impactos y estrategias de mitigación relacionadas con la deserción en este contexto específico. La metodología utilizada fue de scoping review, un enfoque que permite mapear de manera amplia la literatura disponible, lo que proporciona una visión integral de los estudios relevantes (Peters et al., 2021; Pollock et al., 2022).
La novedad del presente estudio radica en su enfoque específico sobre la deserción estudiantil en la educación superior durante la era post-pandemia, un tema que ha cobrado relevancia debido a los cambios radicales en el entorno educativo provocados por la pandemia de COVID-19 (Abumalloh et al., 2021; Babbar & Gupta, 2022). A diferencia de estudios previos centrados principalmente en factores tradicionales como el rendimiento académico y las dificultades económicas, esta investigación incorpora nuevas dimensiones que han emergido en el contexto post-pandemia, tales como el impacto del aprendizaje en línea, la salud mental de los estudiantes y la desigualdad en el acceso a tecnologías educativas (Shuja et al., 2022). La exploración de estos aspectos representa un avance significativo en la comprensión de la deserción estudiantil, a la vez que ofrece una visión holística y contextualizada del fenómeno.
La relevancia del estudio se fundamenta en la necesidad urgente de adaptar las políticas y prácticas educativas a las realidades de la nueva normalidad. Esto se debe a que la pandemia no solo ha revelado las vulnerabilidades existentes en los sistemas educativos, sino que también ha generado nuevas dinámicas que afectan la retención estudiantil (Okagbue et al., 2023). En consecuencia, se busca proporcionar una revisión exhaustiva de la literatura reciente, lo que permite a los responsables de políticas, educadores e investigadores identificar las principales causas de la deserción y desarrollar estrategias más efectivas para mitigarlas. En un contexto donde la educación superior es crucial para el desarrollo socioeconómico, entender y abordar la deserción es esencial para garantizar el acceso equitativo y la calidad educativa.
Al integrar los hallazgos de múltiples estudios en un análisis coherente y actualizado, no solo se enriquece la comprensión teórica del fenómeno de la deserción, sino que también proporciona herramientas prácticas para la intervención educativa. Además, al enfocarse en un período crítico como la era post-pandemia, este estudio contribuye a la literatura emergente sobre cómo los sistemas educativos pueden adaptarse a crisis globales y, potencialmente, mejorar su resiliencia frente a futuros desafíos (Green et al., 2020). Por lo tanto, este trabajo no solo es relevante para el momento actual, sino que también tiene implicaciones a largo plazo para la investigación y la práctica en el campo de la educación.
MÉTODO
Para abordar el estudio sobre la deserción estudiantil en la educación superior durante la era post-pandemia, se adoptó un diseño de scoping review, por ser una metodología que permite mapear y examinar la literatura existente sobre un tema específico. Este enfoque es especialmente útil para explorar áreas de investigación emergentes o poco estudiadas, como lo es el impacto de la pandemia en la deserción estudiantil, de ahí que proporcione una visión integral de los estudios relevantes y las tendencias emergentes.
La selección de los artículos se limitó al período post-pandemia, abarcando publicaciones desde 2020 hasta 2023. Esta delimitación temporal fue fundamental para asegurar que los estudios revisados reflejaran los impactos recientes y las respuestas institucionales a la pandemia de COVID-19.
Debido a que la crisis sanitaria global trajo consigo una serie de desafíos únicos para la educación superior, esto justificó la necesidad de enfocar la revisión en este período para captar plenamente las nuevas dinámicas y tendencias. Este análisis se enfocó tanto en las previsiones realizadas por estudios proyectivos, como en el examen de las tendencias emergentes encontradas por investigaciones empíricas y de revisión.
En función de identificar las fuentes más relevantes y pertinentes, los artículos seleccionados debían cumplir con criterios de inclusión para ser considerados en la revisión. Como resultado, el protocolo de inclusión-exclusión quedó diseñado como se muestra en la tabla 1.
Tabla 1 Criterios de inclusión y exclusión.
| Criterios de inclusión | Criterios de exclusión |
|---|---|
| 1. Abordaran explícitamente la deserción estudiantil en el contexto de la educación superior durante y después de la pandemia. | 1. No ofrecieran datos o análisis específicos del contexto post-pandemia. |
| 2. Fueran revisados por pares y publicados en revistas académicas indexadas en Scopus y la Web of Science. | 2. Estuvieran exclusivamente en niveles educativos distintos de la educación superior. |
| 3. Estuvieran disponibles en acceso abierto, para asegurar la accesibilidad y transparencia de la información. | 3. No estuvieran disponibles en inglés o español, dado el enfoque internacional de la revisión. |
| 4. Utilizaran metodologías empíricas (cuantitativas o cualitativas) o revisiones sistemáticas que aportaran datos sobre las causas, efectos o estrategias de mitigación de la deserción. |
Elaboración: Los autores.
La revisión se centró en la pregunta: ¿Cuáles son las principales causas, impactos y estrategias de mitigación de la deserción estudiantil en la educación superior durante la era post-pandemia?
Se diseñó una estrategia de búsqueda que permitiese abarcar las principales palabras clave, sin limitar el rango a la deserción estudiantil debido a la diversidad de conceptos asociados. El análisis se limitó a los idiomas español e inglés para facilitar el procesamiento y se empleó el operador “AND”. Las búsquedas se realizaron en las bases de datos académicas Scopus, Web of Science y se empleó el Google Scholar para la conformación de la biblioteca.
Tabla 2 Términos clave empleados en la búsqueda.
| Palabras clave | Keywords |
|---|---|
| "deserción estudiantil", "educación superior", "post-pandemia", "COVID-19", "retención estudiantil”. | “student desertion”, student dropout”, “Higher Education”, “student retention” |
Elaboración: Los autores.
Los estudios identificados en la búsqueda inicial fueron sometidos a un proceso de selección en dos etapas. Primero, se revisaron los títulos y resúmenes para identificar los artículos que cumplían con los criterios de inclusión. Luego, se realizó una lectura completa de los artículos seleccionados para asegurar que fueran relevantes para la pregunta de investigación. Posteriormente, se siguió el proceso recomendado por Peters et al. (2020) y Westphaln et al. (2021) que se sintetiza a continuación:
Extracción y síntesis de datos: de los artículos seleccionados, se extrajeron datos clave sobre los métodos utilizados, los principales hallazgos y las recomendaciones propuestas. Estos datos fueron organizados en una matriz que facilitó la síntesis de la información y la identificación de patrones y tendencias en la literatura.
Análisis de resultados: se realizó un análisis temático de los datos extraídos, identificando las principales causas de la deserción estudiantil, los impactos de la pandemia en la retención y las estrategias propuestas para mitigar la deserción. Se prestó especial atención a la interrelación entre estos elementos y cómo fueron abordados en diferentes contextos geográficos y educativos.
Validación y reflexión crítica: los hallazgos fueron comparados y contrastados con estudios previos para validar la consistencia y relevancia de los resultados. También se discutieron las limitaciones de los estudios revisados y se propusieron áreas para futuras investigaciones.
RESULTADOS
Mediante la aplicación del protocolo de investigación se identificaron artículos de acceso abierto evaluados como relevantes y pertinentes para el cumplimiento del objetivo de la investigación. Los mismos fueron organizados en una matriz que incluyó la temática, la metodología, los principales resultados y la referencia.
El análisis de estos artículos proporcionó una visión integral de los desafíos y oportunidades relacionados con la deserción estudiantil en la educación superior en la era post-pandemia. El énfasis se ubicó en la exploración tanto de los factores que contribuyen a este fenómeno como las posibles estrategias para mitigarlo.
El análisis de los artículos seleccionados reveló varias facetas críticas y diversas metodologías utilizadas para abordar este complejo fenómeno. Los estudios revisados abarcaron un espectro de enfoques, desde revisiones sistemáticas hasta análisis cualitativos y cuantitativos, lo que permitió una comprensión integral de los factores que influyeron en la deserción estudiantil durante y después de la pandemia de COVID-19.
Las fuentes analizadas enfatizaron que la deserción estudiantil no es un fenómeno monolítico, sino que está influenciado por una combinación de factores económicos, psicosociales, académicos y tecnológicos. Varios estudios, especialmente los análisis cualitativos realizados en diversas regiones, identificaron que la ansiedad y la depresión, exacerbadas por el aislamiento social y la incertidumbre económica, jugaron un papel crucial en el aumento de las tasas de deserción.
Sin embargo, también se pudo comprobar que, aunque exacerbados por la pandemia, este sistema de causas estaba presente en la educación superior mundial, principalmente en los países del Sur Global. Otros contextos afectados incluyeron los entornos rurales, la educación de posgrado y los programas de educación para adultos. De forma general, las fuentes apuntaron a la creciente importancia del comportamiento resiliente y los sistemas de ayuda integral, destacando la necesidad de que las instituciones inviertan en programas y estructuras organizacionales encargadas del bienestar humano.
Además, la transición abrupta al aprendizaje en línea y la falta de acceso adecuado a tecnologías digitales fueron identificadas como barreras significativas para la retención estudiantil. Al respecto, los estudios identificaron “nuevas variables” relacionadas con la intención de abandono, la deserción y la retención. Sin embargo, la triangulación permitió observar que estas nuevas variables en realidad respondían a la limitada preparación para la transformación digital de la educación superior. Adicionalmente, se identificó que estudios precedentes en el campo de la educación a distancia habían diagnosticado estas falencias, hecho que remarca las considerables limitaciones que afrontaron las instituciones para apoyar a sus estudiantes y claustro en el tránsito a los modelos digitales y mixtos (blended learning).
En cuanto al uso de las tecnologías para estudiar el fenómeno de la deserción, el uso de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el big data, también fue destacado como un enfoque emergente para predecir y mitigar el abandono. Estos modelos de predicción, como se describió en varios artículos, lograron identificar con un alto grado de precisión a los estudiantes en riesgo, lo que permitió la implementación de intervenciones tempranas.
Sin embargo, aunque estos avances tecnológicos parecen prometedores, los estudios también señalaron que la eficacia de estas intervenciones depende de su capacidad para ser integradas en un marco formativo que también considere los factores sociales y emocionales que afectan a los estudiantes. Esto se debió principalmente a que los datos obtenidos para el entrenamiento de los algoritmos suelen provenir de plataformas o informes que no siempre logran “capturar” el proceso y progreso real del estudiante, así como no pueden predecir las dinámicas de la vida cotidiana con la sensibilidad que agentes educativos humanos, como tutores y mentores pares, han demostrado poseer para la detección del riesgo y la intención de abandono.
Otro punto crucial identificado en los artículos fue el impacto económico de la deserción en las instituciones de educación superior, particularmente en las universidades públicas. Los estudios de caso analizados demostraron que la deserción estudiantil no solo afecta a los estudiantes individualmente, sino que también tiene repercusiones significativas en las finanzas de las universidades.
En los regímenes de educación financiada por el Estado puede afectar la calidad de la educación ofrecida y la capacidad de estas instituciones para cumplir con su misión formativa. Además, este impacto económico debe ser entendido en términos acumulativos, pues no solo implica el gasto de recursos, sino que puede desequilibrar la relación universidad-sociedad-gobernanza-industria. Es por ello que, en el contexto de la masificación de la educación superior, la atención a la deserción estudiantil constituye una línea clave en los años futuros, pues los estudios también demuestran que el cofinanciamiento y los programas de acceso para sectores vulnerables facilitan la movilidad social y el desarrollo territorial.
Para finalizar este acápite, se presentan las tendencias actuales en la investigación sobre la deserción estudiantil en la educación superior en la era post-pandemia. En total, emergieron cinco tendencias principales, las cuales sintetizan las líneas de estudio a desarrollar en futuras aproximaciones al fenómeno:
Incremento en la investigación sobre factores psicosociales: existe un enfoque creciente en entender cómo la salud mental, la ansiedad y el estrés influyen en la deserción estudiantil, especialmente en el contexto de la pandemia.
Adopción de tecnologías emergentes para predecir y reducir la deserción: el uso de IA y aprendizaje automático para identificar estudiantes en riesgo y diseñar intervenciones personalizadas ha ganado visibilidad, lo que destaca la importancia de la transformación digital y la integración de la tecnología en la educación superior.
Impacto de la transición al aprendizaje en línea: la pandemia aceleró la adopción del aprendizaje en línea y la investigación ha comenzado a centrarse en cómo esta modalidad afecta la retención de estudiantes y qué estrategias pueden mejorar la experiencia de aprendizaje digital.
Énfasis en la equidad y acceso: se identificó una tendencia creciente a examinar cómo las desigualdades en el acceso a la tecnología y otros recursos afectan la deserción, especialmente entre los estudiantes de entornos desfavorecidos.
Exploración del impacto económico de la deserción: se ha intensificado la investigación sobre cómo la deserción estudiantil afecta financieramente a las instituciones educativas y a la sociedad, lo que a su vez puede impactar en la calidad y sostenibilidad de la educación superior en sus relaciones de hélice.
Al contrastar estas tendencias con el análisis profundo de los artículos, se observó una coherencia en los hallazgos y las direcciones de la investigación. Ambos enfoques subrayan la importancia de abordar los factores psicosociales y tecnológicos en la lucha contra la deserción. Además, tanto el análisis como las tendencias actuales reconocen la necesidad de integrar enfoques tecnológicos avanzados con un marco más amplio que considere la salud mental y la equidad en el acceso. Esto supone reconocer que los servicios de orientación e información deben también ser integrados a la vida digital de las instituciones y ofrecer los soportes necesarios para disminuir el impacto de los factores que influyen en la deserción.
Como resultado, la investigación reciente parece estar avanzando hacia una mayor comprensión de las complejas interacciones entre estos factores, sugiriendo que un enfoque holístico será esencial para abordar eficazmente la deserción estudiantil en la era post-pandemia. No obstante, también se pudo comprobar que este mencionado enfoque no es de fácil alcance, pues implica una transformación cultural considerable, así como el trabajo mancomunado de las distintas estructuras universitarias para garantizar una gestión eficiente de los recursos.
La educación superior enfrentó importantes desafíos para mitigar el fenómeno de la deserción estudiantil, especialmente en el contexto de la era post-pandemia (Bernardo et al., 2022). La crisis sanitaria global exacerbó factores preexistentes que influían en la deserción, como las afecciones de salud mental, las dificultades económicas y la falta de acceso a tecnologías adecuadas para el aprendizaje en línea (Brown et al., 2023; Quintiliani et al., 2022).
Estos desafíos se profundizaron a medida que las instituciones educativas lucharon por adaptarse a un entorno cambiante, marcado por la transición abrupta a la educación digital y la necesidad de mantener la calidad educativa a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia (Neuwirth et al., 2021). Además, aunque el análisis suele centrarse en los estudiantes, un abordaje crítico debe reconocer que tanto el contexto de pandemia como el paso a las nuevas normalidades afectaron al claustro y a la dirección de las universidades, hecho que disminuyó el impacto de su liderazgo, el cual debió también enfocarse en problemáticas que durante el periodo parecían más acuciantes (Ashour et al., 2021; Rapanta et al., 2021).
Uno de los principales desafíos fue la integración de programas de ayuda y acompañamiento que pudieran ofrecer un soporte efectivo y personalizado a los estudiantes en riesgo de deserción (Andrade, 2023; Schiff et al., 2024). La investigación mostró que estos programas jugaron un papel crucial en la retención estudiantil, especialmente cuando se enfocaron en ofrecer apoyo psicológico, tutorías académicas y asesoramiento financiero (Daniel, 2020; Rudnik et al., 2021). Sin embargo, la implementación de estos programas enfrentó dificultades relacionadas con la identificación temprana de los estudiantes en riesgo y la asignación de recursos suficientes para garantizar su efectividad (Gupta et al., 2022).
Además, la literatura señala que la estigmatización asociada a la búsqueda de ayuda, particularmente en temas de salud mental, limitó el alcance de estos programas y, en numerosos casos, impidió que los estudiantes recibieran el apoyo necesario (Yonemoto & Kawashima, 2023). Si bien fueron múltiples las iniciativas, las mismas estuvieron inicialmente basadas en la digitalización de los programas de ayuda, se iniciaron sin diagnósticos precisos y, de manera similar a los procesos sustantivos, avanzaron de manera remedial y reactiva.
A medida que las experiencias comenzaron a ser publicadas y sus resultados discutidos, los especialistas movieron sus esfuerzos hacia la inclusión de los estudiantes en las dinámicas, así como se comenzó la prestación de capacitación docente para identificar estas necesidades de ayuda y establecer una correcta derivación (Raaper et al., 2022). De estas experiencias se extrajeron posteriormente los datos para crear comités de retención, guías educativas y psicosociales, así como grupos de apoyo, entre otras alternativas.
Otro importante hallazgo en la literatura estuvo relacionado con el significativo impacto de la deserción en el proyecto de vida de los estudiantes (Pérez, 2022; Pérez Gamboa et al., 2022). Según las fuentes, abandonar los estudios no solo implica una interrupción en la formación académica, sino que también afecta las perspectivas laborales y el desarrollo personal (Behr et al., 2020). La deserción, como hecho ya concretado, llevó a muchos estudiantes a enfrentarse a incertidumbres económicas y a la necesidad de reconfigurar sus metas y aspiraciones (Sandoval-Palis et al., 2020). Esta perspectiva subrayó la importancia de un enfoque integral en las políticas educativas, que no solo considerara la retención a corto plazo, sino también el bienestar y el éxito a largo plazo de los estudiantes, así como la necesidad de implementar estrategias para acompañar al estudiantado en estas transiciones.
En cuanto a las principales tendencias para abordar la deserción estudiantil en la nueva normalidad, los estudios incluyeron un enfoque basado en la equidad y el acceso. Al respecto, se observó un esfuerzo renovado por cerrar las brechas digitales que se ampliaron durante la pandemia. La investigación indicó que proporcionar acceso equitativo a la tecnología y los recursos educativos fue fundamental para mejorar la retención, especialmente entre los estudiantes de entornos desfavorecidos (Addison & Williams, 2023). Además, se promovió un mayor uso de la inteligencia artificial y el análisis de datos para predecir y prevenir la deserción, lo que permitió a las instituciones identificar a los estudiantes en riesgo con mayor precisión y desplegar intervenciones más efectivas.
Otra tendencia emergente fue la incorporación de enfoques híbridos en la educación, con el fin de combinar las fortalezas del aprendizaje en línea con la enseñanza presencial (Singh et al., 2021). Este modelo flexible no solo mejoró la accesibilidad, sino que también ofreció una solución adaptable a las diversas necesidades de los estudiantes, lo que podría reducir la deserción en el futuro (Baker & Spencely, 2023). Propuestas como los cursos masivos, el uso de cursos alternativos y las insignias digitales para el desarrollo de la carrera favorecieron la motivación de los estudiantes, fortaleciendo sus intenciones de permanencia y mitigando los pensamientos de abandono.
Sin embargo, estos enfoques también plantearon nuevos desafíos en términos de capacitación del profesorado y el diseño de currículos que pudieran aprovechar plenamente las ventajas de la educación híbrida sin comprometer la calidad.
En resumen, la educación superior en la era post-pandemia enfrentó desafíos multifacéticos en su esfuerzo por mitigar la deserción estudiantil. La efectividad de los programas de ayuda y acompañamiento, el impacto profundo de la deserción en el proyecto de vida de los estudiantes y las tendencias emergentes para abordar esta problemática subrayaron la necesidad de enfoques más integrados y personalizados (Rodríguez Torres et al., 2024). La nueva normalidad exigió a las instituciones educativas una mayor adaptabilidad y un compromiso renovado con la equidad y la inclusión, asegurando que todos los estudiantes tuvieran la oportunidad de alcanzar sus metas académicas y personales.
El estudio, a pesar de su enfoque exhaustivo y metodológicamente riguroso, presentó varias limitaciones que deben ser consideradas al interpretar sus hallazgos. En primer lugar, la delimitación temporal al periodo post-pandemia (2020-2023) restringió la revisión a estudios recientes; si bien esto fue necesario para captar los efectos inmediatos de la pandemia, también implicó una exclusión de investigaciones previas que podrían haber proporcionado un contexto histórico o comparativo más amplio. Esta limitación temporal podría haber resultado en una visión sesgada o incompleta de las dinámicas de deserción, especialmente en relación con tendencias a largo plazo.
Además, el enfoque geográfico del estudio estuvo limitado por la disponibilidad de estudios en inglés y español, lo que excluyó investigaciones relevantes en otros idiomas. Esto pudo haber afectado la diversidad de perspectivas y enfoques incluidos en la revisión, particularmente en regiones donde la deserción estudiantil puede manifestarse de maneras distintas debido a factores culturales, económicos o educativos específicos.
Otra limitación significativa fue la dependencia de bases de datos académicas específicas como Scopus y Web of Science. Aunque estas bases de datos son ampliamente reconocidas por su calidad y alcance, excluyen valiosas fuentes de información, como informes técnicos, documentos de políticas, tesis publicadas en repositorios, entre otros. Esta limitación podría haber reducido la variedad de enfoques y resultados considerados en la revisión. Esto es especialmente relevante en el contexto estudiado, donde las respuestas y adaptaciones rápidas pueden haber sido documentadas en fuentes no tradicionales.
El enfoque metodológico basado en una scoping review también presenta limitaciones inherentes. Si bien este enfoque es útil para mapear la literatura e identificar brechas en la investigación, no permite un análisis en profundidad de los datos o una evaluación crítica del rigor metodológico de los estudios incluidos. Como resultado, algunos hallazgos pueden carecer de la profundidad analítica necesaria para informar políticas o prácticas concretas en el ámbito educativo.
Por último, la selección de estudios estuvo limitada por la disponibilidad de artículos en acceso abierto, lo que pudo haber excluido investigaciones importantes publicadas en formato de acceso restringido. Esta limitación de acceso puede haber afectado la exhaustividad de la revisión y la representación de ciertos enfoques o resultados. En definitiva, aunque el estudio ofrece una valiosa visión de las tendencias y desafíos relacionados con la deserción estudiantil en la era post-pandemia, sus limitaciones metodológicas, geográficas y de acceso deben ser tenidas en cuenta al interpretar sus conclusiones y al considerar su aplicación en diferentes contextos educativos.
CONCLUSIONES
Las conclusiones de este estudio subrayan la importancia crítica de abordar la deserción estudiantil en la educación superior desde una perspectiva holística, especialmente en el contexto de la era post-pandemia. El análisis realizado muestra que la crisis sanitaria mundial no solo exacerbó los factores tradicionales que contribuyen a la deserción, como las dificultades económicas y académicas, sino que también introdujo nuevos desafíos relacionados con la salud mental y el acceso a la tecnología. Estos elementos han sido fundamentales para comprender las dinámicas de la deserción en la actualidad, y es evidente que cualquier estrategia para mitigar este fenómeno debe considerar estas dimensiones emergentes.
A lo largo de la revisión, se han identificado tanto coincidencias como discrepancias en la literatura existente. Por un lado, la mayoría de los estudios coinciden en señalar que la transición al aprendizaje en línea, si bien necesaria, ha sido un factor significativo en el aumento de la deserción, especialmente entre los estudiantes de entornos socioeconómicos desfavorecidos. Sin embargo, también se observan discrepancias en cuanto a la efectividad de las estrategias implementadas para contrarrestar este efecto, lo que sugiere la necesidad de adaptar las intervenciones a las realidades específicas de cada contexto educativo.
En este sentido, los autores sostienen que, para avanzar hacia un sistema educativo más resiliente y equitativo, es fundamental integrar soluciones tecnológicas con un enfoque sólido en la salud mental y el bienestar de los estudiantes. Las políticas educativas deben ser revisadas y adaptadas a las nuevas realidades, asegurando que todos los estudiantes tengan las oportunidades necesarias para completar su educación superior. En definitiva, este estudio contribuye a un entendimiento más profundo de la deserción estudiantil y ofrece una base para la implementación de estrategias más efectivas y contextualizadas en la nueva normalidad educativa.











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