INTRODUCCIÓN
Las habilidades sociales son conductas que se aprenden y permiten tener buenas relaciones sociales con las personas que nos rodean. En el caso de los niños, como bien señala Bandura (1987), las aprenden tomando como modelo a las personas que tienen un significado en su entorno. Los padres son los primeros ejemplos que los niños eligen seguir, llegando a imitar las conductas de estos. Lo fundamental y básico se repite y estas habilidades son las que promueven el desarrollo en diversas dimensiones. Por eso, numerosas naciones hacen esfuerzos por evaluar, analizar, desarrollar e implementar programas para favorecer el desarrollo adecuado de las mismas.
En ese sentido, al plantear la evaluación de estas habilidades en niños de 10 a 12 años de la comunidad Pampa Blanca, Pampas-Tayacaja-Huancavelica, nos permite un espacio que hasta la fecha no contaba con una revisión específica de este aspecto, aprovechando analizar las diferencias entre ambos géneros para poder determinar factores qure repecutan en las conductas futuras y donde se puedan implementar programas de desarrollo de las habilidades sociales en todos sus contextos.
La preocupación por plantear el estudio es la existencia de indicadores de riesgo psicosocial en el Perú, específicamente en la población adolescente. Según la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática-INEI (2015) y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (2011), se observó que 75 de cada 100 niños y niñas han sido víctimas de violencia física y psicológica por parte de sus compañeros. La muestra es el impacto que tienen la violencia y las adicciones, comprendidas como conductas carentes de habilidades sociales e impulsividad, presentes principalmente en los jóvenes. Por otro lado, señala que en lo que va del año la tasa de delincuencia juvenil ha ido en aumento.
Esta problemática también se percibe a nivel regional, donde 228 casos de violencia ocurridos en los colegios de la Región Junín y Huancavelica, fueron registrados en la plataforma del Sistema Especializado de Violencia Escolar- SISEVE (2017). Otro aspecto preocupante es la edad reproductiva de los jóvenes, ya que no existe la madurez ni física ni psicológica para enfrentar todo lo concerniente a la crianza, manutención y formación de un hijo. Cabe resaltar que, durante el año 2010, mujeres entre 15 a 19 años activas sexualmente, lo que representó un 77,5% de las jóvenes, confirmaron no haber utilizado método anticonceptivo alguno.
Asimismo, el Ministerio de Salud-MINSA (2018), encontró que el 97% de la población joven fue infectado por VHI, éstos con edades entre 15 y 25 años, a causa del sexo sin protección, resultando entre 1.100 a 1.200 muertes por año. (Pun, 2015). Igualmente, el Instituto Nacional de Estadística e Informática-INEI (ob. cit.), en una investigación respecto a la maternidad temprana, indicó que, en los últimos 14 años, creció en un 1% el número de adolescentes que ya son madres y 0,6% las que quedan embarazadas por primera vez. El embarazo precoz en jóvenes de 15 años subió de 1,0% a 1,9%, entre el 2000 y 2014.
Estos indicadores de riesgo psicosocial pueden asociarse a diversas variables, tales como la autorregulación emocional, el soporte social y la impulsividad. Sin embargo, una de las variables que más ha mostrado correlación con este riesgo es el nivel de desarrollo de las habilidades sociales. Las habilidades sociales responden a un conjunto de conductas que permiten al individuo desarrollarse en un contexto individual o interpersonal expresando sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a la situación.
Ahora bien, la época actual se ha caracterizado por un drástico cambio en la manera de relacionarnos, si bien la tecnología favorece que la comunicación a distancia sea fácil y frecuente, por otro lado, ha reducido las interacciones personales, lo que ha originado que niños y niñas presenten mayores dificultades para desarrollar la inteligencia social que conlleva el no saber manejar de manera adecuada las habilidades sociales.
Es de resaltar que en las habilidades sociales se manifiestan las conductas o destrezas sociales específicas, requeridas para ejecutar competentemente una tarea de índole interpersonal, con incidencia hacia los demás. Actualmente, la presencia de niños y niñas involucrados en problemas de violencia, drogadicción, pandillas y delincuencia, cada vez es mayor, presentando un déficit en su comportamiento social.
Las habilidades sociales han mostrado asociación estadística con diversos factores de bienestar, tales como satisfacción con la vida, procesos de comunicación, Psicopatología, Resiliencia, Funcionalidad familiar y agresividad (Malinauskas et al, 2014; Betancourth et al, 2017; Von Hohendorff et al, 2013; Mariuccia y Donayre, 2016; Esteves-Villanueva et al, 2020; Estrada, 2019).
De allí se desprende la necesidad de evaluar los niveles de habilidades sociales, sobre todo en comunidades que no acceden a servicios de salud mental, en correspondencia con los lineamientos de política sectorial en salud mental, que literalmente menciona el Ministerio de Salud-MINSA (ob. cit.):
La investigación es esencial para la implementación y evaluación de los presentes lineamientos de política. Son fundamentales los estudios sobre los problemas de salud mental, los procesos de implementación, los resultados y el impacto de las intervenciones. Asimismo, resulta necesario investigar desde la salud mental positiva para identificar factores salutíferos que deben ser promovidos (p.27).
Adicionalmente, se sugiere hacer una comparación, según sexo, ya que es una variable diferencial según diversas investigaciones (Betancourth et al, ob. cit.; Malinauskas et al, ob. cit., García-Terán et al, 2014). Es por ello que el propósito de esta investigación es determinar el desarrollo de las habilidades sociales en los niños y niñas de la comunidad Pampa Blanca, Pampas-Tayacaja-Huancavelica, 2020.
MARCO TEÓRICO
El concepto de habilidad proviene del término latino habilitas y hace referencia a la capacidad y disposición para algo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (2021), la habilidad se refiere a cada una de las cosas que una persona ejecuta con gracia y destreza, ingenio, disimulo y maña. En este sentido, puede ser una aptitud innata o desarrollada, lo que hace suponer que la práctica, el entrenamiento y la experiencia permiten que un sujeto logre mejorar dichas habilidades.
Por consiguiente, el término habilidad, de acuerdo con el modelo psicológico de la modificación de la conducta, se emplea para expresar que no es un rasgo de la personalidad, sino un conjunto de comportamientos aprendidos y adquiridos.
Es evidente que las habilidades sociales son un conjunto de conductas que permiten al individuo desarrollarse en un contexto individual e interpersonal, expresando sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a cada situación, lo que posibilitan su capacidad de resolución de problemas inmediatos y la disminución de problemas futuros, en la medida que el individuo respete las conductas de los otros.
En este sentido, las habilidades sociales responden a una serie de conductas de intercambio con resultados favorables, que dotan a la persona que las posee de una mayor capacidad para lograr los objetivos.
Al respecto Cásares-Monjas (1998) describen que las habilidades sociales en la infancia son “las conductas necesarias para interactuar y relacionarse con los iguales y con los adultos de forma efectiva y mutuamente satisfactoria” (p.18). De igual forma Pérez (2000), resalta que las habilidades sociales en la actualidad siguen abarcando diferentes instituciones y áreas laborales.
El primer estudio sistemático, de las habilidades sociales, considerado como el más importante, es el de Salter (1949),sobre la Terapia de los reflejos condicionados, el cual describe seis técnicas para aumentar la expresividad de las personas, mencionando: “La expresión verbal de las emociones, la expresión facial de las emociones, el empleo deliberado de la primera persona al hablar, el estar de acuerdo cuando se reciben cumplidos o alabanzas, el expresar desacuerdos, la improvisación y actuación espontáneas” (p.1).
En el mismo orden de ideas, Wolpe (1958) aportó en su obra Psicoterapia por inhibición recíproca, el término Conducta Asertiva, la cual pasaría a ser sinónimo de habilidades sociales; éste señalaba que el término asertivo refería a las conductas más o menos agresivas, pero también a la expresión externa de sentimientos de amistad, cariño y otros distintos de la ansiedad. No obstante, se centró en la expresión de sentimientos negativos como la expresión de molestia y enfado. En tanto, la Real Academia de la Lengua Española (ob. cit.), refiere como asertivo a la manera de expresar la opinión de manera firme.
Cabe señalar que en Europa, se plantearon emplear el Entrenamiento en Habilidades Sociales, es decir en conductas no verbales y en el desarrollo de una amplia gama de habilidades sociales. El interés de estos últimos por el contexto tanto situacional como social y cultural es evidente.
En el nivel educativo, también se ha estudiado la práctica de las habilidades sociales en niños y su relación con la autoestima, el rendimiento académico y el auto concepto, en el caso de padres y profesores o adolescentes (Goldstein et al, 1989).
Importancia del desarrollo de las funciones de las habilidades sociales
Según el estudio de Cásares-Monjas (ob. cit.), este reafirma la importancia de las funciones de las habilidades sociales en las interrelaciones entre sujetos. En este sentido, es relevante conocerse a sí mismo y a los demás, para tener definida su identidad, al compararse con otros, según el contexto o relación social.
Igualmente, es importante el conocimiento social que debe poner en práctica al relacionarse con los otros, es decir, la reciprocidad entre lo que se da y lo que se recibe, bien sean sentimientos, conocimientos, empatía, cooperación, negociaciones y acuerdos.
Las habilidades sociales expresan el autocontrol y la autorregulación, como agentes de control reforzando o castigando determinadas conductas. Asimismo, manifiesta apoyo emocional entre iguales, porque contienen afectos positivos, otorgando sentimientos de bienestar.
Otro aspecto importante es el aprendizaje del rol sexual y de valores, debido a que encontramos niños/as con problemas y dificultades de habilidades sociales, entre ellos los pasivos y no asertivos, los rechazados, o agresivos, los cuales presentan un autoconcepto negativo y baja autoestima, lo que genera sentimientos de soledad e insatisfacción social, con niveles más altos de ansiedad social y conductas depresivas, por lo general renuncian a reivindicar sus derechos o los hacen valer por medio de conductas agresivas.
METODOLOGÍA
El estudio empleó una metodología basada en el enfoque cuantitativo ubicado en el paradigma positivista, siendo un proyecto factible con un nivel descriptivo no experimental, que pretende describir el nivel de desarrollo de las habilidades sociales de los niños y niñas de la comunidad Pampa Blanca-Pampas-Tayacaja.
La muestra estuvo integrada por 48 infantes, con una distribución demográfica de 22 niños (46%) y 26 niñas (54%) entre 10 y 12 años, de una población de 126 aproximadamente. La técnica de recolección de datos fue la encuesta y su instrumento el cuestionario.
RESULTADOS
En cuanto al nivel de Habilidades Sociales fueron seleccionadas, tres de ellas: las avanzadas, las relacionadas con los sentimientos y las alternativas a la agresión en los niños y niñas de la comunidad Pampa Blanca, Pampas-Tayacaja-Huancavelica, planteándose las siguientes interrogantes:
En la Tabla 1, se observa la distribución de las habilidades sociales avanzadas en niñas, donde se aprecia que las habilidades: Pedir ayuda y Disculparse, tienen el mayor porcentaje o nivel alto, con respecto a las demás; y convencer a los demás, el mayor porcentaje bajo.
Tabla 1 Datos descriptivos H.S Avanzadas.
Nivel de Habilidades Sociales Avanzadas | Bajo | Moderado | Alto | |||
---|---|---|---|---|---|---|
f | % | F | % | f | % | |
Pedir ayuda | 10 | 20,9 | 19 | 39,6 | 19 | 39,6 |
Participar | 14 | 29,2 | 16 | 33,3 | 18 | 37,5 |
Dar instrucciones | 16 | 33,4 | 18 | 37,5 | 14 | 29,2 |
Seguir instrucciones | 21 | 10,4 | 15 | 31,3 | 12 | 25 |
Disculparse | 10 | 6,3 | 17 | 35,4 | 21 | 43,8 |
Convencer a los demás | 19 | 39,6 | 15 | 31,3 | 14 | 29,2 |
Sub escala Total | 14 | 29,2 | 22 | 45,8 | 12 | 25 |
En la Tabla 2, los niveles en los niños evaluados de las medias de habilidades sociales avanzadas, tienden a ser similares, observándose en las habilidades: Pedir ayuda y Disculparse, los mayores niveles; así como Seguir instrucciones y Convencer a los demás, los menores niveles.
Como se observa en el gráfico 1, a nivel general, en los niños evaluados, es el nivel moderado el de mayor porcentaje.
Tabla 2 Medidas tendencia central Habilidades S. Avanzadas.
Habilidades Sociales avanzadas | M | D.E |
---|---|---|
Pedir ayuda | 3,12 | 0,89 |
Participar | 2,97 | 0,99 |
Dar instrucciones | 2,91 | 0,87 |
Seguir instrucciones | 2,70 | 0,96 |
Disculparse | 3,16 | 0,90 |
Convencer a los demás | 2,70 | 1,09 |
General | 70,91 | 12,62 |
A nivel específico, por género, como se observa en el gráfico 2, en los niños, no se registra un nivel alto con respecto a las habilidades avanzadas, en tanto que, como se observa, las niñas sí se registra un nivel alto, siendo este el de mayor porcentaje entre ellas. La distribución de las habilidades sociales avanzadas, como se ha observado en las estadísticas previas, en los niños y niñas de la comunidad Pampa Blanca, Pampas- Tayacaja-Huancavelica; tiene una tendencia alta, todas las habilidades tienen un promedio mayor a 2.5%. Sin embargo, al observarse esta distribución por separado, entre niños y niñas, se observa que las niñas tienden a tener un porcentaje total más alto, en estas habilidades, que los niños.
En la Tabla 3, se observa la distribución de las habilidades relacionadas con los sentimientos, donde se aprecia que la habilidad: Comprender los sentimientos de los demás, tiene el mayor porcentaje, es decir, en nivel alto con respecto a las demás. Por otro lado, la habilidad: Expresar sentimientos, posee el mayor nivel bajo.
Tabla 3 Datos descriptivos H.S relacionadas con los sentimientos
Nivel de Habilidades relacionadas con los sentimientos | Bajo | Moderado | Alto | |||
---|---|---|---|---|---|---|
f | % | f | % | f | % | |
Conocer los propios sentimientos | 10 | 20,9 | 23 | 47,9 | 15 | 31,3 |
Expresar sentimientos | 23 | 47,9 | 11 | 22,9 | 14 | 29,2 |
Comprender los sentimientos de los demás | 10 | 20,9 | 18 | 37,5 | 20 | 41,7 |
Enfrentarse con el enfado de otro | 14 | 29,2 | 16 | 33,3 | 18 | 37,5 |
Expresar afecto | 13 | 27,1 | 17 | 35,4 | 18 | 37,5 |
Resolver el miedo | 21 | 43,8 | 9 | 18,8 | 18 | 37,5 |
Auto compensarse | 16 | 33,3 | 16 | 33,3 | 16 | 33,3 |
Sub escala Total | 16 | 33,3 | 23 | 47,9 | 9 | 18,8 |
En Tabla 4, los niveles, en los niños evaluados, de habilidades relacionadas con los sentimientos tienden a ser similares observándose en las habilidades: Comprender los sentimientos de los demás el nivel alto; así como en: Expresar sentimientos, se observa el nivel bajo. En el gráfico 4, a nivel general, en los niños evaluados, es el nivel moderado, el de mayor porcentaje.
Tabla 4 Medidas tendencia central H.S relacionadas con los sentimientos
Habilidades relacionadas con los sentimientos | M | D.E |
---|---|---|
Conocer los propios sentimientos | 3,06 | 0,80 |
Expresar sentimientos | 2,58 | 1,14 |
Comprender los sentimientos de los demás | 3,16 | 0,85 |
Enfrentarse con el enfado de otro | 2,93 | 1,06 |
Expresar afecto | 2,97 | 1,02 |
Resolver el miedo | 2,77 | 1,13 |
Auto compensarse | 2,91 | 0,96 |
General | 70,27 | 11,12 |
A nivel específico, por género, como se observa en el gráfico 5, en los niños, se registra un nivel bajo de 45,45% y un nivel alto de 9,09%, en el gráfico 6, en las niñas se registra un nivel alto de 26,92%, en relación a las habilidades de los sentimientos. En la Tabla 5 se observa la distribución de las habilidades alternativas a la agresión, donde se aprecia que la habilidad: Pedir permiso, tiene el mayor porcentaje en el nivel alto, con respecto a las demás. Por otro lado, la habilidad: Empezar el autocontrol, obtuvo el mayor nivel bajo.
Tabla 5 Datos descriptivos H.S alternativas a la agresión.
Nivel de Habilidades alternativas a la agresión | Bajo | Moderado | Alto | |||
---|---|---|---|---|---|---|
f | % | f | % | f | % | |
Pedir permiso | 12 | 25,0 | 15 | 31,3 | 21 | 43,8 |
Compartir algo | 10 | 20,9 | 18 | 37,5 | 20 | 41,7 |
Ayudar a los demás | 6 | 12,5 | 28 | 58,3 | 14 | 29,2 |
Negociar | 21 | 43,8 | 14 | 29,2 | 13 | 27,1 |
Empezar el autocontrol | 25 | 52,1 | 15 | 31,3 | 8 | 16,7 |
Defender los propios derechos | 12 | 25,1 | 18 | 37,5 | 18 | 37,5 |
Responder a las bromas | 20 | 41,7 | 15 | 31,3 | 13 | 27,1 |
Evitar problemas con los demás | 15 | 31,3 | 18 | 37,5 | 15 | 31,3 |
No entrar en peleas | 18 | 37,6 | 14 | 29,2 | 16 | 33,3 |
Sub escala Total | 22 | 45,8 | 22 | 45,8 | 4 | 8,3 |
En la tabla 6, se observan los niveles, en los niños evaluados, de habilidades alternativas a la agresión y tienden a ser similares, mostrando el mayor nivel en las habilidades: Compartir algo y ayudar a los demás; en contraste, con la habilidad: Empezar el autocontrol, en la que se observa el menor nivel. Adicionalmente, se nota en el gráfico 7, a nivel general, en los niños evaluados, el nivel alto es de bajo porcentaje (8,33%).
Tabla 6 Medidas tendencia central H.S alternativas a la agresión
Habilidades relacionadas con los sentimientos | M | D.E |
---|---|---|
Pedir Permiso | 3,08 | 1,00 |
Compartir Algo | 3,16 | 0,85 |
Ayudar a los demás | 3,12 | 0,73 |
Negociar | 2,79 | 0,89 |
Empezar el autocontrol | 2,47 | 0,96 |
Defender los propios derechos | 3,06 | 0,90 |
Responder a las bromas | 2,75 | 0,97 |
Evitar problemas con los demás | 2,85 | 1,03 |
No entrar en peleas | 2,89 | 0,95 |
General | 70,27 | 11,12 |
A nivel específico, por género, como se observa en el gráfico 8, en los niños, no se registran niveles altos, mientras que en el gráfico 9, en las niñas sí se registra un nivel alto de 15,38%
Comparativos por género
Como se observa en la tabla 7, solo a nivel total de habilidades sociales avanzadas se registra una diferencia estadísticamente significativa según género; registrando las niñas un mayor nivel (Media: 74,88) que los niños (Media: 66,00). Específicamente, en la habilidad: Convencer a los demás se nota una diferencia, pero no llega a ser estadísticamente significativa (<,05)
Tabla 7 Comparación de habilidades sociales avanzadas de género.
Variables | Medias | F | Sig. |
---|---|---|---|
Pedir Ayuda | M: 3,00 F: 3,23 | 0,797 | 0,377 |
Participar | M: 3,00 F: 2,96 | 0,017 | 0,896 |
Dar Instrucciones | M: 2,86 F: 2,96 | 0,148 | 0,702 |
Seguir Instrucciones | M: 2,95 F: 2,50 | 2,732 | 0,105 |
Disculparse | M: 2,95 F: 3,34 | 2,282 | 0,138 |
Convencer a los demás | M: 2,40 F: 2,96 | 3,200 | 0,080 |
Total | M: 66,00 F: 74,88 | 6,232 | 0,016 |
Como se observa en la tabla 8, no se registran diferencias estadísticamente significativas (<,05) entre los ítems y la medida total relacionada a las habilidades relacionadas con los sentimientos.
Tabla 8 Comparación de habilidades sociales relacionadas con los sentimientos.
Variables | Medias | F | Sig. |
---|---|---|---|
Conocer los propios sentimientos | M: 2,95 / F: 3,15 | 0,718 | 0,401 |
Expresar sentimientos | M: 2,72 / F: 2,46 | 0,636 | 0,439 |
Comprender los sentimientos de los demás | M: 3,09 / F: 3,23 | 0,311 | 0,580 |
Enfrentarse con el enfado de otro | M: 2,77 / F: 3,07 | 0,981 | 0,327 |
Expresar afecto | M: 2,81 / F: 3,11 | 1,010 | 0,320 |
Resolver el miedo | M: 2,81 / F: 2,73 | 0,069 | 0,793 |
Auto compensarse | M: 2,77 / F: 3,07 | 0,904 | 0,347 |
Total | M: 68,04 / F: 72,15 | 1,647 | 0,206 |
En la tabla 9, se observan diferencias con respecto a la habilidad: Responder a las bromas, así como en las variables restantes de las habilidades alternativas a la agresión. Sin embargo, estas no son los suficientemente distantes, como para considerarse significativas (<,05)
Tabla 9 Habilidades alternativas a la agresión.
Variables | Medias | F | Sig. |
---|---|---|---|
Pedir permiso | M: 3,04 / F: 3,11 | 0,056 | 0,813 |
Compartir algo | M: 3,27 / F: 3,07 | 0,614 | 0,437 |
Ayudar a los demás | M: 3,09 / F: 3,15 | 0,086 | 0,770 |
Negociar | M: 2,95 / F: 2,63 | 1,345 | 0,252 |
Empezar el autocontrol | M: 2,54 / F: 2,42 | 0,187 | 0,667 |
Defender los propios derechos | M: 3,00 / F: 3,11 | 0,189 | 0,666 |
Responder a las bromas | M: 2,45 / F: 3,00 | 3,934 | 0,050 |
Evitar problemas con los demás | M: 2,81 / F: 2,88 | 0,048 | 0,827 |
No entrar en peleas | M: 2,68 / F: 3,07 | 2,107 | 0,153 |
Total | M: 65,54 / F: 70,50 | 3,076 | 0,086 |
DISCUSIÓN
De acuerdo a los resultados, con respecto a las habilidades sociales avanzadas, se registró el mayor porcentaje en el nivel moderado; con respecto a las habilidades relacionadas con los sentimientos, igualmente se percibe el mayor porcentaje en el nivel moderado; finalmente, en las habilidades alternativas a la agresión se registró tanto en el nivel moderado como bajo los mayores niveles.
En general, se registra un nivel moderado de las habilidades avanzadas en los niños y niñas de la comunidad Pampa Blanca, Tayacaja. Esto contrasta con resultados obtenidos por Betancourth et al, (ob. cit.) los cuales encontraron niveles por encima de la media en adolescentes del Sur Occidente Colombiano, pero son coherentes con investigaciones como las de Von Hohendorff et al, (ob. cit.) donde las habilidades alternativas a la agresión, como el autocontrol, son las de menor frecuencia.
Esto nos deja una posibilidad para determinar que, las diferencias en el desarrollo de las habilidades, pueden tener una constante, siendo las habilidades alternativas a la agresión, las que menos desarrollo tengan transversalmente en los adolescentes, esto por la ya comentada impulsividad, según Roweton (ob. cit.) ; sin embargo en la distribución final y comparación de los niveles generales, éstos pueden variar según el contexto, como se ha observado en estudios en jóvenes institucionalizados, tal como lo sostiene Monzón (ob. cit.), donde un amplio rango se muestra deficiente en habilidades asociadas a la expresión de emociones. Efectivamente, el contexto puede permitir predecir los resultados, ya que si comparamos el presente estudio con resultados encontrados en Perú y escuelas secundarias. Encontramos que los estudiantes, de forma similar se ubican en el nivel medio (Mariuccia y Donayre, ob. cit.; Esteves-Villanueva, ob. cit.; Estrada, ob. cit.).
Asimismo, se enfatiza el valor de la cultura y el contexto para predecir los niveles de desarrollo de las habilidades blandas, lo que nos permitirá sugerir que, si se desea a futuro implementar un programa de desarrollo en la comunidad de Pampa Blanca, para el desarrollo de las habilidades sociales en los adolescentes, se ha de realizar previamente un estudio contextual que contemple modelos, reforzadores y contingencias para el este mencionado desarrollo. Las habilidades blandas son el resultado de una combinación de habilidades sociales, de comunicación, de forma de ser, de acercamiento a los demás, entre otras; que forjan a una persona capaz de relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros. Con respecto a la diferencia según género se registró diferencia en el total de las habilidades sociales avanzadas (Sig.=0,016).
No tanto así en las habilidades relacionadas con los sentimientos (Sig.=0,206) y alternativas a la agresión (Sig.=0,086). Esto contrasta en parte, con resultados previos donde se observa una diferencia categórica de todas las habilidades sociales (Esteves-Villanueva, ob. cit.; García-Terán ob. cit.; Betancourth ob. cit.), siendo mayor en las mujeres.
Lo que permite señalar que, específicamente en la comunidad de Pampa Blanca, existe un desarrollo similar en las habilidades relaciones a los sentimientos, pudiendo poner énfasis en abordajes diferenciales en las habilidades sociales avanzadas y las alternativas a la agresión. Finalmente, los datos obtenidos permitirán la intervención a través de un programa de desarrollo de habilidades sociales, en la comunidad, permitiendo especificar acciones desde la evidencia para el beneficio de los niños, niñas y adolescentes de la comunidad.
CONCLUSIONES
Dentro del ámbito socio-familiar las habilidades sociales están en conexión con el desarrollo cognitivo y los aprendizajes de los niños y niñas. Los padres de familia tienen que hacer frente a las conductas de sus hijos, esto va encaminado a un desarrollo integral de la persona fortaleciendo sus relaciones interpersonales. La carencia de Habilidades Sociales que aparecen en los primeros años de vida se agrava con el tiempo si no se interviene.
Por lo que Ambrosio & Lescano (2003), sostienen que las habilidades sociales son un conjunto de destrezas conductuales que aumentan las probabilidades de relaciones sociales satisfactorias y productivas, sustentan el asertividad y mejoran la estima y concepto personal. Asimismo, disminuyen el riesgo de consumir drogas y verse involucrado en situaciones peligrosas y violentas.
Se concluyó que, a través del estudio en las habilidades sociales avanzadas, el 45,8% de la población en estudio alcanzó un nivel Moderado, en su clasificación por género encontramos que las niñas evidencian un nivel Alto en comparación con los niños, en cierto modo conlleva a pensar que las niñas tienen una conducta más tranquila y apacible para resolver conflictos y en su desempeño, en relación a los niños. En la dimensión habilidades relacionadas a los sentimientos, el 47.9 % de la población demuestran un nivel moderado, y en su clasificación por género tanto niños y niñas mantienen ese mismo nivel, demostrando que la afectividad y las demostraciones de emociones no determinan una inclinación específica, hacia un género. Por otro lado, se evidencia de forma general que en el 48,8% de los niños y niñas las habilidades sociales alternativas a la agresión están en un nivel Moderado, en proceso o aun no desarrolladas, sin embargo, en su clasificación por genero los niños registran un nivel Bajo y las niñas un nivel Moderado, lo que requiere de una revisión en cuanto a conductas aprendidas en la resolución de conflictos dentro y fuera del hogar y la escuela.
En conclusión, se encontró que la población en estudio presenta habilidades sociales con nivel Moderado, sin embargo, un porcentaje considerable está aún en proceso de desarrollar de manera adecuada las Habilidades sociales estudiadas. Tal situación demanda ser mejoradas a través de programas de intervención familiar y comunitaria en habilidades sociales, para favorecer las buenas relaciones sociales y resolución de conflictos en su quehacer cotidiano. Fomentar actividades familiares y escolares que repercutan en el moldeamiento de comportamientos en pro de desarrollar actitudes positivas y cooperativas en niños y niñas de la comunidad de Pampa Blanca, Pampas-Tayacaja-Huancavelica. De este modo, el desarrollo de las habilidades sociales ayuda a una persona a controlar su conducta frente a los demás sin ansiedad ni agresividad para que los problemas no sean más grandes y haya soluciones.