Introducción
El desarrollo sostenible es una preocupación global de gran relevancia en la actualidad, es fundamental lograr un crecimiento económico sostenible que no solo impulse el desarrollo, sino que también promueva el bienestar en la sociedad, además debe garantizar el cuidado de las riquezas naturales; este panorama ha sido impulsado por entes como las Naciones Unidas, de igual forma por la Unión Europea durante más de tres (3) décadas, especialmente en la década de 1980. Abordar este desafío es crucial para las sociedades del siglo XXI (López, 2015).
La Comisión Mundial en Medio Ambiente y Desarrollo, conformada en 1983 incluyó investigaciones científicas, opiniones de expertos y consultas públicas a nivel mundial, la Comisión publicó en 1987 el informe "Nuestro Futuro Común", señalando que es "una forma de desarrollo que busca satisfacer las necesidades de la generación actual sin involucrar a las generaciones futuras satisfacer sus necesidades particulares" (UN, 1987, citado en Hernández et al., 2016, p. 167); esta definición resalta dos aspectos clave:
Las "necesidades", que incluyen las obligaciones básicas de las personas y la aspiración a una mejor calidad de vida, y las "limitaciones", sobre lo que nos ofrece la naturaleza para atender el requerimiento de las organizaciones sociales y el avance tecnológico (Hernández et al., 2016).
En la Cumbre Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se delineó tres (3) componentes interdependientes que son: el desarrollo bajo un panorama económico, centrado en nuevos puestos laborales y la reproducción de ingresos y el desarrollo social, que abarca la igualdad, la autonomía, la participación comunitaria; y la defensa del habitad (Hernández et al., Ob. Cit.). Durante más de treinta (30) años, el término "desarrollo sostenible" ha generado un gran interés entre expertos, organizaciones e instituciones gubernamentales, en gran parte debido al informe presentado por Brundtland en 1987.
Este interés se refleja en las dos (2) traducciones al español del término: "desarrollo sostenible" en España y "desarrollo sustentable" en México y otros países latinoamericanos. Según una investigación realizada por Gómez-Romero y Garduño-Román (2020), se ha observado que estos términos se utilizan de manera diferente, siendo "desarrollo sostenible" el término que es tomado en cuenta en las ciencias económicas y ambientales.
La sostenibilidad es un tema de gran relevancia para las naciones, si bien ha sido objeto de controversia debido a la falta de claridad en su concepto y su aplicación efectiva. A pesar de los esfuerzos iniciales, con el informe presentado por Brundtland en 1987, los problemas asociados con la contaminación, la destrucción ambiental, y la debilitación de recursos, la desigualdad y la pobreza extrema han persistido y se han agravado desde la revolución industrial. Estas demandas representan el mayor reto de los estados, para conservar el planeta. (Madroñero-Palacios y Guzmán-Hernández, 2018; Chuliá et al., 2022; Sóñora y García, 2020).
Con el propósito de preservar el medio ambiente y garantizar la existencia de la humanidad, la Amazonia es crucial, considerada el "pulmón del planeta" por su rica diversidad de recursos, incluyendo bosques, ecosistemas naturales, fuentes de agua, minerales y hábitats de comunidades indígenas. Para Barrantes y Glave (2014), esta región alberga una vasta biodiversidad y recursos aún por descubrir, como reservas petrolíferas. Además, Olaya (2021) destaca que pocos países tienen la fortuna de contar con una selva como la Amazonia, con su abundante flora, fauna y una red fluvial, especialmente los afluentes del río Amazonas, que nutren la biodiversidad de países como Perú. Zevallos (2022) añade que, el río Amazonas es una fuente vital de recursos hídricos para una extensa área de América Latina.
La Amazonia, como una fuente vital de recursos naturales y riquezas diversas, tiene un papel destacado en la economía y en el medio natural. De acuerdo a Duque-Rengel y Heredia-Rengifo (2022), la relación entre la economía y la perdurabilidad de la Amazonia es vital. Un proceso económico sostenible no solo promueve el aprovechamiento adecuado de la riqueza, sino que también garantiza la preservación del ecosistema y busca minimizar la indigencia en la zona de la región ecuatoriana. La educación, la comunicación y la innovación son pilares clave para alcanzar este objetivo.
Es decisivo establecer una estrategia de comunicación que fomente la colaboración entre autoridades, organizaciones y comunidades locales en pro del desarrollo sostenible en la Amazonia. Además, Pimenta (2022) destaca la importancia de una economía que respete las jurisdicciones de la región, priorizando el progreso en la comunidad, sin comprometer la integridad de los ecosistemas naturales; esto implica diseñar un proceso económico que impulse la sostenibilidad de la biodiversidad.
Por otro lado, Cabral (2020) enfatiza la necesidad de una administración equilibrada del ecosistema amazónico, que considere tanto la explotación de la biodiversidad como la preservación del medio ambiente; por ello, el progreso económico debe promover una economía que satisfaga las demandas de los habitantes sin dañar el entorno; esto implica la adopción de técnicas productivas y consumo responsables, sumado la aplicación de tecnologías limpias y una política de precios adecuada para fomentar la sostenibilidad.
La Amazonia peruana abarca el 62% del territorio del país, siendo un punto importante desde una perspectiva geopolítica debido a su significativo impacto social, económico y político, que permite salvaguardar la región, el estado debe implementar políticas y programas eficaces; sin embargo, lamentablemente esto no se materializa, ya que se observa una gestión estatal deficiente que obstaculiza el desarrollo sostenible en la zona (Olaya, 2021).
Esta visión geopolítica de la Amazonia peruana conlleva una serie de desafíos, los cuales requieren esfuerzos dirigidos hacia la protección ambiental, el bienestar de la población, la extracción de recursos y la promoción del desarrollo comunitario bajo la tutela estatal (I. Investigaciones de la Amazonía Peruana, 2009). En este sentido, es esencial que el estado desempeñe un papel activo y firme para garantizar un desarrollo sostenible en la Amazonia, evitando así posibles daños ambientales en la búsqueda de un crecimiento económico.
Asimismo, el Estado peruano en la Constitución Política, promueve el desarrollo sostenible de la Amazonia bajo una legislación apropiada. En ese mismo contexto, a través de la Ley N.º 30997 (Promoción de la Amazonia Sostenible), fomenta un adecuado desarrollo bajo un enfoque sostenible en la Amazonia (El Peruano, 2019, p. 7). Con la finalidad de que se realice lo descrito anteriormente es necesario generar políticas, es por ello que, dentro de las treinta y cinco (35) políticas del Estado peruano, la política diecinueve (19), refiere sobre el “Desarrollo sostenible y la gestión ambiental”, que señala:
Tenemos el compromiso de integrar la política nacional ambiental en relación a las políticas económicas, sociales, culturales y de ordenamiento territorial, con el propósito de contribuir a superar la pobreza y de esta manera se logre el desarrollo sostenible del Perú. Asimismo, nos comprometemos a institucionalizar la gestión ambiental, pública y privada, en aras de dar protección a la diversidad biológica, facilitar el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, asegurar la protección ambiental y fomentar centros poblados y ciudades sostenibles; (…) (Acuerdo Nacional, 2002, p. 1).
La Amazonia peruana, debido a su ubicación geográfica, se considera una región remotamente apartada del resto del país, en parte debido a las limitadas vías de acceso. Para cumplir con el mandato constitucional de promover el desarrollo sostenible en esta región, se necesita una intervención multisectorial, dada la naturaleza de sus características; es imperativo abordar los delitos ambientales para lograr un desarrollo sostenible en la Amazonia, ya que estos delitos son una consecuencia directa de:
Los complejos requisitos legales y procedimientos administrativos fomentan la informalidad y propician la ilegalidad. Estos espacios son aprovechados por el crimen organizado. Es así que la extracción ilegal de madera, minería ilegal y el tráfico de vida silvestre se superponen con el narcotráfico, el tráfico de tierras, el blanqueo de dinero y la trata de personas. (…). En este contexto, es imposible pensar en un desarrollo de la Amazonía que no esté supeditado al accionar de redes criminales y de corrupción (USAID, 2021, p. 9).
A partir de lo expuesto, se concibe la siguiente pregunta ¿Existe un desarrollo sostenible en la Amazonia peruana?, para lo cual resulta necesario realizar una verificación documental sobre evaluaciones realizadas, a fin de poder conocer la realidad y sobre ello dar aportes sociales, en lo económico y en el contexto ambiental.
En el ámbito nacional, se examinaron diversos estudios relevantes sobre el impacto negativo en la Amazonia - Región de Ucayali. Según Fernández (2022), las principales causas de este impacto son la ganadería, la agricultura, la deforestación para fines energéticos y la apertura de vías, la tala desmedida de la madera, los incendios y la expansión sectores marginales. A pesar de estas preocupaciones, las autoridades regionales y locales han mostrado una falta de acción para detener, controlar o revertir estos daños.
Olaya (2021) señala la ausencia de políticas estatales sostenibles como una barrera en la Amazonia del Perú, lo que dificulta la armonización del uso de sus recursos naturales. Además, Barrantes y Glave (2014) resaltan la importancia estratégica de interés público y la necesidad de una planificación para hacer frente a los desafíos relacionados con la pobreza, la infraestructura y la conservación de la biodiversidad. Por último, Zevallos (2022) presenta un prototipo de emprendimiento con enfoque social para la Amazonia, que busca formar emprendedores sociales y promover alternativas para un desarrollo comunitario que promueva la sostenibilidad ambiental.
En el ámbito internacional, el estudio de Cabral (2020) destaca la estrategia a largo plazo del Estado Brasileño en la región de la Amazonía, con el objetivo de fomentar la integración regional desde una perspectiva geoestratégica. Esta estrategia busca impulsar el desarrollo y la protección como parte fundamental de la seguridad bajo la circunscripción regional, considerando la integración y cooperación. Becker (2019) argumenta que, al considerarse la Amazonia como una región ya ocupada, se necesita un cambio de política de ocupación hacia una política que busque consolidar el desarrollo. La nueva política debe ser transversal y debe integrar la protección natural que abarque en todas las políticas ministeriales.
El estudio de Otero-Durán y Piniero (2019) resalta la responsabilidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) en el control de la deforestación en la Amazonia colombiana; sin embargo, su eficacia se ve obstaculizada por contradicciones que se presentan en las políticas de envergadura sectorial y la problemática del orden público, lo que dificulta aplicar modelos para reducir la despoblación forestal en Colombia. Estos estudios internacionales resaltan la importancia estratégica de la Amazonia para los países que la poseen y subrayan la necesidad de una visión de desarrollo los cuales deben formar parte de los planes y proyectos para evitar que se perciba como una utopía.
El concepto de desarrollo sostenible, según Rodrigo (2015), surge como respuesta a las deficiencias sociales y medioambientales bajo modelos de crecimiento económico. Su evolución y adaptabilidad han llevado a que se convierta en un objetivo clave a nivel internacional. Por su parte, Bustos y Chacón (2009) señalan su surgimiento en los años ochenta, marcando un cambio de uso racional de los recursos naturales. En cuanto a su definición, López (2015)) destaca el Informe de Brundtland como un hito en el establecimiento del concepto, aunque su interpretación sigue siendo objeto de debate.
El enunciado efectuado por la Comisión Mundial en Medio Ambiente y Desarrollo (WCDE) de 1987, citada por Antequera et al. (2005), es ampliamente aceptada: "Es aquel que satisface las necesidades del presente sin irrumpir la atención de las necesidades de las generaciones futuras". Este enfoque se apoya en el informe de Brundtland (Miguel et al., 2022).
El desarrollo, según Aragonés et al. (2003), ha sido descrito de manera ambigua, ya que se enfoca principalmente en lo económico como solución a los problemas, lo que lleva a los países industrializados a minimizar los problemas ecológicos. Por otro lado, el autor antes mencionado argumenta que el verdadero desarrollo sostenible es un modelo equilibrado que no solo se basa en estimaciones cuantitativas, sino también en valoraciones cualitativas que reflejan cómo se utilizan los recursos en beneficio de toda la humanidad.
El interés en el desarrollo sostenible, aunque percibido como reciente, deviene de los noventa (90), cuando se empezó a reconocer la importancia crucial de ser abordado desde la educación y en la formación profesional en el ámbito del desarrollo social (Carvajal, 2021). Desde entonces, es una prioridad global, incorporada en las agendas de todos los países como un concepto fundamental para el progreso, que requiere una perspectiva global y contribuye a la unificación de criterios (Castillo, 2021). Chipantiza-Masabanda et al. (2021) argumentan que, dadas la globalización tecnológica y el aumento poblacional, es necesario promover alternativas que impulsen una transformación cognitiva y actitudinal en las personas.
En cuanto a la relación entre desarrollo sostenible y medio ambiente, Madroñero-Palacios y Guzmán-Hernández (2018) señalan que desde los años cuarenta (40) se comenzaron a explorar las complejas interacciones entre desarrollo y medio ambiente. Se han propuesto aproximaciones iniciales al concepto de producción sostenible, especialmente enfocadas en el uso de recursos naturales. Por otro lado, se entiende la sostenibilidad como un modelo económico que busca un crecimiento sostenible a medio y largo plazo, garantizando una economía en equilibrio con el entorno (Pataca y Flores, 2022).
Por otro lado, las teorías del desarrollo sostenible, Gutiérrez (2003, citado en Gutiérrez, 2007) señalan que han surgido como una especialización después de la Segunda Guerra Mundial, con el propósito de articular la economía, la equidad social y el cuidado del medio ambiente. Este contexto implica una tensión entre teoría e historia, dado que su evolución está estrechamente ligada a los contextos de los países. Además, se destacan teorías como la Social Cognitiva de Bandura, que explora la conducta humana en relación con el habitad, y la Teoría Ecológica de Bronfenbrenner, que analiza cómo los contextos influyen en el comportamiento humano, especialmente en niños (Campoverde y Soplapuco, 2022).
Este estudio se fundamenta en la comprensión de la relevancia del desarrollo sostenible. Por ende, su objetivo radica en analizar la relevancia del desarrollo sostenible y sus implicaciones en la Amazonía Peruana. Para lograrlo, se propone un marco conceptual que facilite su comprensión y permita abordar adecuadamente su impacto en la región. Esto se justifica en la necesidad imperante de alcanzar una armonía entre el medio ambiente, el crecimiento económico y el bien social, factores esenciales para el recupero e impulso de la Amazonía.
Metodología
En esta investigación se utilizó una orientación cualitativa para comprender la importancia del desarrollo sostenible y la relación con los aspectos sociales, económicos y ambientales, específicamente en la Amazonia peruana. Según Vargas (2011), la metodología cualitativa comprende métodos subjetivos que permiten observar aspectos de la realidad, donde la unidad de análisis es una característica o situación concreta.
Para recopilar información, se llevó a cabo una investigación documental sobre artículos relacionados con el tema. Según Vargas (2011), la investigación documental implica la recopilación de documentos escritos, digitales o iconográficos para su interpretación hermenéutica, con el fin de obtener información relevante. Se encontraron treinta y cuatro (34) artículos, los cuales fueron filtrados por palabras clave, acceso abierto, fecha de publicación e idioma, resultando en quince (15) artículos analizados en colaboración con el grupo de estudio (Ver Tabla 1 y 2).
Tipos de estudios | Abarcan estudios sobre el origen, implicancia e importancia del desarrollo sostenible y estudios sobre la amazonia peruana. |
Proceso de revisión | La revisión de los estudios se basó en los artículos encontrados relacionados a las palabras clave: desarrollo sostenible”, “desarrollo social”, “desarrollo económico”, “desarrollo ambiental”, “Amazonia peruana”. |
Proceso de selección | El proceso se efectuó en SCIELO, SCOPUS, PROQUEST y GOOGLE ACADÉMICO, utilizando criterios relacionados con el desarrollo sostenible y la Amazonia peruana. Inicialmente se encontraron cuarenta (40) artículos, de los cuales diez (10) fueron seleccionados tras un análisis detallado. Luego, se organizó la investigación según la fuente, base de datos, revista, país, metodología y resumen. Finalmente, se procedió a una lectura exhaustiva de los artículos seleccionados, realizando una revisión general en colaboración con el grupo de estudio. |
Fuente: Elaboración propia.
Resultados
Tras revisar y analizar diversos artículos sobre el desarrollo sostenible, se identificó que este concepto se relaciona con tres (3) dimensiones clave: ambiental, económica y social. Estos hallazgos proporcionan una base sólida para analizar la implicancia del desarrollo sostenible en la Amazonia peruana (Ver Tabla 3).
Palabras claves | Autor | Aporte | Comentario |
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Desarrollo Ambiental | Canaza (2019) | El cambio climático trajo consigo una emergencia de proporciones multidimensionales, suscitando preocupación en sociedades globales. Por ende, es crucial fomentar una conciencia ecológica entre los ciudadanos de todas las naciones y reconfigurar los estereotipos de consumo y desarrollo económico. Se debe buscar un equilibrio entre la naturaleza y la humanidad, priorizando la reconexión de la armonía entre ambos. | El cambio climático generó una emergencia de proporciones multidimensionales, generando gran preocupación a nivel mundial. Para abordarlo, es crucial adoptar un enfoque preventivo e integral en línea con los ODS "Acción por el Clima" y "Ciudades y Comunidades Sostenibles". Los entes públicos como las privadas asumen el compromiso de realizar sus operaciones con un enfoque primordial en el cuidado del medio ambiente. Los desafíos ambientales actuales representan el mayor reto que enfrenta el mundo, especialmente en lo que respecta a la naturaleza, cuya conservación es fundamental para preservar el planeta Tierra. |
Calderón et al. (2019) | Para detener la destrucción ambiental a nivel territorial, es imprescindible abordar la problemática desde un enfoque preventivo e integral, alineado con los objetivos de desarrollo sostenible "Acción por el Clima" y "Ciudades y Comunidades Sostenibles". | ||
Cunya y Barbarán (2021) | Todas las empresas deben comprometerse a proteger el medio ambiente, priorizando la eliminación de actividades riesgosas que puedan amenazarlo. | ||
Desarrollo Económico | Medina et al., (2020) | El desarrollo económico profundiza la explicación de los resultados relacionados con la copiosidad de los recursos, se enfoca cada vez más en los efectos institucionales. Este enfoque se ha destacado como uno de los estudios más influyentes, demostrando empíricamente las disparidades entre países ricos en recursos están estrechamente ligadas a la calidad de sus instituciones. Este hallazgo ha servido como base fundamental para numerosos análisis posteriores sobre el rol de los responsables en el impacto de los recursos naturales en el proceso de desarrollo. | La relación entre la abundancia de los recursos existentes y su uso adecuado es fundamental para la sostenibilidad económica. Esta busca un crecimiento económico que asegure el bienestar futuro. Para lograrlo, es necesario implementar políticas y acciones que fomenten un desarrollo económico equitativo, reduciendo las brechas sociales, pero siempre con un enfoque cuidadoso en la protección del medio ambiente. |
Fernández (2013) | La sostenibilidad económica tiene como objetivo promover el crecimiento económico para garantizar que las futuras generaciones disfruten de un mayor desarrollo y recursos. Esto se traduce en un aumento del ingreso per cápita y una mejora en el nivel de calidad de vida para las generaciones venideras. | ||
Sierra et al., (2020) | Es imperativo implementar políticas y acciones que fomenten un desarrollo económico progresivo para reducir las brechas sociales de desigualdad e inequidad. Sin embargo, estas medidas deben ser ejecutadas con cautela y respeto hacia la protección del medio ambiente. | ||
Vivas et al., (2021) | La sustentabilidad económica va más allá de simplemente mantener el proceso económico; su objetivo es incrementar los ingresos, lo que constituye su finalidad principal. | ||
Santos y Fraga (2020) | La corrupción muestra una situación alarmante que preocupa a los líderes mundiales, representando aproximadamente el 5% del producto mundial. Esta situación tiene un impacto significativo en el desarrollo socioeconómico de los países. | ||
Desarrollo Social | López, et al., (2018) | La dimensión social aún enfrenta carencias tanto teóricas como empíricas. Es crucial considerar esta dimensión como punto de partida para interpretar el desarrollo económico y ambiental. | El desarrollo social no solo es crucial en sí mismo, sino que también sirve como punto de partida para el desarrollo económico y ambiental. En este contexto, la dimensión social abarca la evolución demográfica de la población, la tasa de crecimiento, el acceso a esenciales, así como indicadores relacionados con la reducción de la pobreza. Según Hernández et al. (2016), el desarrollo social implica cuestiones de equidad, empoderamiento y participación de la sociedad civil. |
Sierra et al., (2020) | El ámbito social implica el análisis de diversos indicadores relacionados con la evolución demográfica de la población, como su tasa de crecimiento, acceso a servicios básicos como educación y salud, y medidas para reducir la pobreza. | ||
Aliaga-Pacora y Luna-Menecio (2020) | En el marco de un desarrollo social sostenible, es fundamental una educación orientada a formar ciudadanos con habilidades y competencias que promuevan la construcción de una sociedad basada en la sostenibilidad necesaria para su desarrollo. | ||
Amazonia peruana | Torres (2008) | A pesar de que el Perú existe una mayor biodiversidad, no siempre se considera como una opción viable en términos de cuidado del medio ambiente. Por ejemplo, la construcción de la carretera interoceánica entre Perú y Brasil buscaba incrementar el comercio, pero terminó siendo perjudicial para el ecosistema, especialmente en la Amazonia. Esta vía separó ecosistemas, creando barreras artificiales y no generó el crecimiento económico esperado, lo que no se reflejó en el bienestar social. | La Amazonia peruana es de suma importancia tanto para el Perú como para el mundo debido a sus extensos bosques. Sin embargo, la creciente deforestación y los problemas asociados como el narcotráfico, la minería ilegal, la tala ilegal y los conflictos socio ecológicos con las comunidades nativas están impidiendo un desarrollo sostenible equilibrado en la región. Estas comunidades no reciben beneficios significativos en términos de desarrollo económico y social a pesar de la explotación de los recursos naturales en su territorio. Es evidente que se necesitan acciones urgentes para abordar estos desafíos y trabajar hacia un desarrollo sostenible que beneficie a todas las partes involucradas. |
Rojas, et al., (2019) | El Perú, al formar parte de la cuenca amazónica, alberga aproximadamente 740,000 km² de bosques, lo que lo convierte en el segundo país con mayor extensión boscosa en Sudamérica. Esta región reviste una importancia crucial debido a su biodiversidad y funciones ecológicas. Sin embargo, existen evidencias de la pérdida de bosques cercanos a la infraestructura vial y hídrica, causada principalmente por la actividad ganadera y la expansión agrícola migratoria, caracterizada por pequeñas explotaciones. | ||
Samamé (2023) | Desde el inicio del siglo XXI, la Amazonia peruana ha experimentado un alarmante aumento del 86.28% en la deforestación. Esta tendencia se vio exacerbada por la pandemia de Covid-19, que resultó en un confinamiento social y una disminución en la supervisión ambiental. Como resultado, se observó un aprovechamiento descontrolado de los recursos naturales, la ejecución de grandes proyectos viales, un aumento en la tala indiscriminada, la expansión de la agricultura migratoria, la proliferación de la minería informal, el narcotráfico que alteran el equilibrio ambiental en las comunidades indígenas. | ||
Larrea (2023) | En la Amazonia peruana se estableció el primer Gobierno Territorial este está situado en el nororiente del país. A través de una democracia participativa, su objetivo es establecer modelos económicos que sean compatible con su visión del mundo. Sin embargo, los conflictos socio ecológicos presentes en la región obstaculizan este desarrollo. Se requiere crear espacios de diálogo político donde exista una igualdad epistémica, con carácter negociables para ellos. |
Discusión
Los resultados obtenidos sobre el desarrollo ambiental resaltan el cambio climático como una emergencia de proporción multidimensional, generando una gran preocupación global. Abordar esta problemática requiere un enfoque preventivo e integral en línea con los ODS "Acción por el Clima" y "Ciudades y Comunidades Sostenibles". Es crucial que tanto empresas públicas como privadas asuman el compromiso de realizar sus operaciones con un enfoque primordial en el cuidado del medio ambiente. Estos desafíos ambientales son esenciales para la conservación del planeta Tierra.
En cuanto al desarrollo económico, este está estrechamente relacionado con la abundancia de los recursos existentes donde se debe garantizar el uso adecuado. La sostenibilidad económica busca el crecimiento económico con el fin de asegurar el bienestar de las futuras generaciones. Para lograrlo, es necesario implementar políticas y acciones que promuevan un desarrollo económico adecuado, reduciendo las brechas sociales de desigualdad e inequidad, pero siempre con un enfoque de cuidado ambiental.
El desarrollo social es un pilar fundamental y es el inicio para promover el desarrollo económico y ambiental. Esta dimensión abarca aspectos como la evolución demográfica, el acceso a servicios esenciales, y la reducción de la pobreza. Según Hernández et al. (2016), el desarrollo social implica la equidad en todos los ámbitos y son aspectos esenciales para garantizar la sostenibilidad en todas las dimensiones.
En el caso específico de la Amazonia peruana, esta región es de suma importancia tanto para el Perú como para el mundo debido a su vasta extensión de bosques, que abarca aproximadamente 740,000 km², siendo el segundo en Sudamérica en este aspecto. Sin embargo, la deforestación en la región ha mostrado una tendencia creciente del 86.28% desde el inicio del siglo XXI. Esta deforestación se atribuye a proyectos viales de gran envergadura, así como a la tala ilegal indiscriminada, el narcotráfico, la minería informal y otros factores. La explotación ilegal de la madera, así como la minería ilegal de oro y dentro de lo relevante el tráfico de vida silvestre, el narcotráfico, el tráfico de tierras, el lavado de dinero entre otros, según USAID (2021). Estos problemas generan conflictos socio ecológicos con las comunidades nativas, como los Wampis, que buscan crear espacios de diálogo político donde se reconozca su igualdad epistémica y se consideren sus cosmovisiones en las negociaciones.
La falta de una concepción y cultura geopolítica en la Amazonia peruana por parte de los gobernantes han impedido el desarrollo sostenible por lo que refleja niveles bajos en desarrollo humano en las comunidades nativas y en las diversas amenazas que enfrenta la región, lo que contribuye a la conflictividad social, según Olaya (2021). Es crucial que el Estado asuma un rol de planificación y orientación mediante políticas públicas enfocadas en la reducción de la indigencia, la infraestructura para el desarrollo económico y, sobre todo, la conservación de la biodiversidad en la Amazonia peruana, como sugieren Barrantes y Glave (2014).
Conclusiones
El concepto de desarrollo sostenible ha estado estrechamente ligado, en las últimas décadas, a la economía, al ámbito social y ambiental. Su objetivo primordial es establecer una armonía entre la economía y el respeto al medio ambiente, orientado hacia el bienestar social.
Sin embargo, en el caso de la Amazonia peruana, este equilibrio no se ha alcanzado. No obstante, de poseer la riqueza de sus recursos naturales, el desarrollo económico no evidencia mejoras sociales. La persistencia de la población con escasos recursos y la disparidad social son indicadores claros de esta brecha. Además, la región enfrenta amenazas ambientales significativas, como la deforestación, la tala ilegal y una gestión deficiente de los bosques, lo que genera una problemática ambiental grave. Estos desafíos son exacerbados por la falta de políticas claras y sostenibles en la jurisdicción amazónica. Esta falta de desarrollo sostenible ha creado un entorno propicio para la actividad del crimen organizado, que aumenta la vulnerabilidad de la región.