INTRODUCCIÓN
Conocer el nivel de desarrollo de los estudiantes en el campo fonológico es necesario, pues con su llegada a las instituciones educativas se observan algunas carencias cuando se trata de familiarizarlos con los diferentes sonidos de grafemas y fonemas que permiten estimular el ejercicio del aprendizaje de la lectura en diferentes textos escritos, lo que reta a los docentes para que innoven metodológicamente en sus prácticas educativas. Esta investigación se fundamenta en la valoración de la conciencia fonológica en niños y niñas de 5 años, para lo cual surge de la necesidad de conocer el método que se puede implementar para estimular el aprendizaje inicial de la lectura y la escritura.
En opinión de Bauchmuller, Gortz y Rasmussen (2014), la primera infancia se considera un periodo sensible en cuanto al desarrollo del cerebro, pues es en los primeros años de vida cuando se configuran las relaciones de orden emocional, afectivo y por su puesto el desarrollo neurológico. Particularmente en el contexto colombiano, el Ministerio de Educación (2014) expresa que en esta etapa los niños y niñas adquieren de manera conjunta lo que se conoce como habilidades sociales y cognitivas, coadyuvantes de que se forje su autonomía como individuos.
Teniendo en cuenta los anterior es preciso apuntar a la importancia que tiene el desarrollo de la conciencia fonológica, considerada como un elemento predictor en la adquisición de la lectoescritura, ya que facilita su aprendizaje considerando que esta no emerge de manera innata, sino que supone un aprestamiento explícito y progresivo en cada uno de los procesos cognitivos que la estructuran (Gutierrez, 2020).
METODOLOGÍA
La búsqueda bibliográfica en la literatura realizada en los repositos virtuales y manuales se localizaron libros, artículos, ensayos e investigación que generan la contribución científica en torno al tema de estudio que genera una aproximación sobre los fundamentos desde los cuales sea posible alcanzar aproximaciones conclusivas. En este marco, se siguieron diversas fases como la identificación de fuentes para la toma de notas con información que viabilice el análisis de los hallazgos a obtener en la investigación respecto al objeto estudio.
La identificación de fuentes estuvo marcada por la búsqueda de bases documentales acerca de los Métodos de Enseñanza para la viabilización de la Conciencia Fonológica en los niños, utilizando como una de las herramientas Google Académico, Redalyc y Scielo para localizar las teorías de base y los trabajos con rapidez y facilidad, sin considerar la temporalidad de estos aportes como un criterio limitante en la búsqueda. Al indagar específicamente en materia de estudios e investigaciones se contempló como período de búsqueda de 2019 a 2024, sin que fuera un factor excluyente el idioma o el lugar.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Atendiendo la temática expuesta se recurre a la consideración principal de la Teoría Sociocultural de Vygotsky (1933) basada en el desarrollo humano como resultado de una construcción histórica, donde los procesos psicológicos superiores se forman principalmente en el plano social y pasan a un plano individual posterior a un proceso de interiorización, a la cual se denominó Teoría Constructivista.
Desde esta perspectiva se vislumbra que a través del juego el niño construye su propio aprendizaje, realidad social y cultural, considerando que Vygotsky (1933) analizó el desarrollo evolutivo del juego en la edad infantil, destacando una primera fase de 2-3 años donde los niños juegan con objetos a razón del significado que su entorno les otorga y una segunda fase de 3-6 años donde se da el juego socio dramático y se produce un intercambio lúdico de roles imitativo que permite averiguar el tipo de vivencias de su entorno próximo.
El juego socio dramático se desarrolla a partir de otro juego simbólico de carácter más individual que aparece cuando el niño es capaz de separar el objeto del significado, estableciendo que el juego es una actividad social donde los niños aprenden interactuando con otros de su misma edad, con más aprendizajes y con otros que poseen diferentes habilidades, logrando la representación de roles (Vygotsky, 1933), y donde es capaz de transformar algunos objetos convirtiéndolos en otros que para él tienen significado empleando su imaginación.
Es allí donde subyace el aporte de Piaget (1977) quien particularmente fundamentó lo relativo al desarrollo cognitivo de los niños para dar respuestas a sus interrogantes sobre las funciones mentales, considerando la inteligencia humana como una construcción y función adaptativa, lo que ocurre a partir de 4 etapas: sensoriomotor, correspondiente a los primeros dos años de vida, preoperacional, desde los dos a siete años, de las operaciones concretas, de siete a los doce años y de operaciones formales, desde los doce años hasta la adultez.
Por otro lado, al destacar el componente significativo en esta interacción se destaca la teorización de Ausubel (2002, citado por Torres, 2018) sobre la enseñanza vista como un proceso a través del cual se ayuda al estudiante a modo de que siga aumentando y perfeccionando el conocimiento que este ya tiene, en lugar de imponerle lo que debería memorizar, siendo importante conocer el área cognitiva que incluye los conocimientos, así como la forma de aplicarlos, junto con las experiencias y el contexto en el que se encuentra el que aprende.
Ausubel (2002) con el Aprendizaje Significativo destaca que en general se aprenden palabras, símbolos, conceptos y proposiciones, pues el aprendizaje representacional es el que lleva al aprendizaje de conceptos que constituyen un eje central y definitorio en el aprendizaje significativo, generando combinaciones entre las características de los conceptos coadyuvantes a las ideas de anclaje para dar nuevos significados a nuevos conceptos y proposiciones. en este quehacer el vehículo más importante es el lenguaje, considerando que el aprendizaje significativo se logra a través de la verbalización y recurre a la comunicación entre los individuos y con sí mismos también, lo que convoca a una labor educativa con el máximo aprovechamiento de lo que necesita aprender, como el caso de la lectura.
Al respecto, Aramburo y otros (2016) destacan que la lectura se trata de un proceso complejo que conlleva a la comprensión de cualquier información u opiniones que se plantean en un soporte para que luego sean transmitidas a través de códigos, pues se reconoce como una herramienta relevante en el aprendizaje en tanto estructura y orienta el pensamiento y viene a considerarse activa en la mente de los niños, permitiéndoles desarrollar su creatividad e imaginación.
Desde una concepción más actual Raffino (2020) destaca que la lectura es un proceso visual y mental que busca deducir el significado de un contenido y a su vez identificar el mensaje del mismo a través de cuestionamientos para deducirlo, de manera que va más allá del simple acto de emitir sonidos de un texto, sino que implica un proceso de organización de ideas para poder emitirlas a otros. Existen diversos métodos didácticos que se definen como estrategias elegidas por los docentes para la organización y estructuración de la enseñanza, de manera que puedan lograr este objetivo a través de una progresión a seguir en el proceso educativo.
En tal sentido, Molina (2011) particularmente hace referencia a los métodos que favorecen al docente en torno a las pautas para enseñar a leer y a escribir y para el abordaje de los aspectos del lenguaje en el momento inicial donde comienza a consolidarse su consolidación, se destacan el Sintético, Fonético, Silábico, Alfabético, Analítico o Global, e incluso el Lúdico Fonético, catalogados como metodologías que pueden contribuir a la enseñanza de la lectura en los niños, siendo relevantes en educación (Mendoza, Tijerino y Espinoza, 2018). Comenzando por el Método Sintético, de acuerdo con Molina (2011) se trata de un método pasivo o tradicional, con el cual es posible seguir una serie sintetizadora en la iniciación a la lectura y escritura, ya que tratan de varias estructuras lingüísticas estrictas como son los grafemas, fonemas y sílabas, para agruparlas en estructuras desarrolladas.
En opinión de Márques (2013), este método concibe el aprendizaje de la lectura como un proceso mecánico o técnico que parte del desciframiento del texto a modo de decodificar lo escrito y convertirlo en sonidos, lo que requiere un esfuerzo de síntesis, pues con él la lectura comienza por la identificación de los signos y sonidos más elementales o sin sentido, que seguidamente se tendrán que unir para ir estructurarlos y formar palabras o frases que tengan sentido para los lectores. Con relación al Método Fonético o Fónico viene a trabajar las consonantes y vocales usando ilustraciones con dibujos de personas y animales que producen sonidos onomatopéyicos. Se atribuye su origen a Juan Amós Comenio, pedagogo que en 1658 publicó el Orbis Pictus (El mundo visible en imágenes) como el primer libro ilustrado para niños, presentando un abecedario ilustrado con dibujos de personas y animales produciendo sonidos (Márques, 2013).
De tal manera que el método fonético prácticamente vino a contribuir a facilitar la pronunciación de las grafías consonantes, especialmente las que no poseen sonoridad, lo que permitió llegar al planteamiento o la aseveración de que enseñar a leer produciendo el sonido de las letras y no su nombre es sin duda posible como método de lectura. Con relación al Método Silábico, Molina (2011) señala que este parte de la enseñanza de las sílabas, por ser considerada la unidad mínima de aprendizaje esta y no la letra. A razón de Márques (2013), para la utilización de este método se recurre al conocimiento de las vocales y más tarde las consonantes, para que una vez conocido el alfabeto combinarlas entre sí.
A través de las sílabas resultantes se irán formando palabras con significado; un ejercicio importante a realizar en el transcurro de este método es el de hacer entender a los aprendices de lectores qué es una sílaba. Para ello se pueden utilizar actividades dinámicas, como por ejemplo dividir con palmadas las diferentes sílabas de una palabra, ir avanzando hasta dividir con palmadas frases. A decir del Método Alfabético o de Deletreo, Molina (2011) expresa que su enseñanza sigue precisamente el orden del alfabeto y se trata del abordaje de la lectoescritura basado en el abecedario o lo que son los sonidos de las vocales y consonantes de manera combinada.
Al respecto, para explicar este método Gelb (1987) hace referencia a la historia de la escritura, recurriendo al alfabeto como el primer sistema que presentó los sonidos individuales del habla y conllevó al avance de la escritura por la democratización de la cultura; los ejemplos más simples se destacan en el origen del alfabeto griego, el cual expresaba cada sonido consonántico y vocálico por signos diferentes, de tal modo que se considera el alfabeto como un sistema productivo con un número reducido de grafemas que permite leer cualquier palabra escrita
El Método Analítico o Global, por su parte, viene a ser una prioridad, pues se orienta a sobreponer la función visual sobre la auditiva y la motriz, caracterizado desde el primer momento porque presenta unidades con significados completos, entre ellas las frases y oraciones que serán reconocidas por el niño gracias a su memoria visual y en ellas la identificación de las palabras (Molina, 2011), a lo que Márques (2013) añade el proceso de lectura a través del método global parte de las unidades lingüísticas con significado, en tal sentido la enseñanza de la lectura no se centra en la decodificación grafema-fonema, sino en esas unidades complejas (frases, palabras) para que una vez terminado este proceso el niño pueda conocer y distinguir los elementos simples como la sílaba y las letras desde la descomposición de esas unidades significativas.
Finalmente, se precisa el Método Lúdico Fonético sobre el cual Gallardo-López & Gallardo (2018) expresan que se basa en el juego movilizado entre el énfasis de una capacidad inventiva y la preocupación por las relaciones sociales, privilegiando su carácter funcional en tanto lleva a interactuar con el contexto donde las circunstancias internas de los actores resultan placenteras, previo a los factores externos; por su parte, Yagüé-Hurtado (2018) subrayan que esta se constituye en un enfoque educativo con el fin de educar a través del juego disciplinado dentro del aula de clase, con lo cual se combina la diversión y las instrucciones que deben cumplirse para alcanzar el aprendizaje esperado haciéndolo de forma divertida.
Considerando entonces los métodos expuestos, se destaca que bien han podido emplearse en el desarrollo de la Conciencia Fonológica, la cual deviene de las habilidades Metalingüísticas con énfasis en las ideas de los niños, sobre el lenguaje escrito, de modo que, a partir de su conocimiento sobre los sonidos de las letras y palabras lograrían obtener una lectura comprensible y además subraya la importancia del conocimiento fonológico de los niños en el desarrollo de la lectura, lo que les permitirá realizar las actividades que se le presenten de forma significativa. reconociendo e identificando el sonido de cada grafema, para así manipular y reflexionar de forma consciente los segmentos del lenguaje oral (Vilela, 2020).
A tales efectos, Inga (2019) sostiene que la Conciencia Fonológica permite desenvolverse antes de obtener lo que se lee y las capacidades de metodología en los más pequeños, antes de leer, define el desarrollo de lo que se lee y escribe, por lo cual las conexiones entre la conciencia de fonemas y lo que se lee y escribe se afianzan a partir del pensamiento de componentes o diversos factores de la conciencia de fonemas. Según Carbajal (2013, citado por Cayetano, 2018), la Conciencia Fonológica viene a considerarse como una capacidad de reflexión que ayuda al estudiante a reconocer que las palabras organizadas por fonemas que pueden ser graficados, logrando la identificación de cada palabra por su sonido, al igual que la forma de escribirlas, por lo cual precisa que los niños comienzan el estudio de la lectura de un modo propio a partir de la identificación ocular de los vocablos para llegar a su fonema, lo que es un acto consciente pues al combinar estas grafías logran formar las palabras y así a medida que puedan reconocer fracciones orales se acercan a los signos escritos.
Hasta este punto, se destaca la Conciencia Fonológica como un fin que a su vez es el inicio de un proceso de comprensión subyacente a la cognición del individuo, en este caso de los niños, de manera que es meritorio profundizar sobre los niveles que a partir de ella se reconocen y deben ser asumidos en la puesta en marcha del Método Lúdico Fonético. En tal sentido, al hacer referencia a investigaciones actuales sobre la temática se expresa por ejemplo el aporte Cruz (2022) desde Bogotá, quien destaca que dentro de las clases de lectura se utiliza de manera constante la parte teórica y se deje a un lado lo experimental, vivencial, lúdica y práctico, a lo que se suma la revisión sistemática Flores et al (2021) donde se determinó la existencia de evidencias de la conciencia fonológica con el aprendizaje inicial de la lectura.
En este marco, Gutiérrez y Diez (2018) destacó también en una revisión documental las relaciones existentes entre los niveles de conciencia fonológica y el proceso evolutivo del niño en el aprendizaje de la escritura en estas edades, así como el hecho de que la edad de 4 años es un momento propicio para el inicio de la enseñanza de la escritura y a los 5 años es el periodo en el que el aprendiz se encuentra más capacitado para la adquisición de esta habilidad lingüística, a lo que Medina (2020) apuntó que existe influencia directa y significativa con respecto a la conciencia fonológica en la lectura en estudiantes de edad escolar en los años 2013 al 2020.
Otra investigación en este marco expresada por Parra y Bojorque (2021) destacó como conclusión que la conciencia fonológica implica un conjunto de habilidades lingüísticas que debido a su importancia para el aprendizaje de la lectura y escritura formal debe ser estimulada en edades tempranas, mientras que Sanabria, Colina y Albites (2019) precisaron que existen diferencias significativas en las habilidades metalingüísticas: segmentación silábica y detección de rimas en los niños de diferentes estructuras familiares, y en cuanto al género, las niñas obtuvieron una diferencia favorable frente a los niños varones, mostrando diferencias a favor de los niños provenientes de instituciones privadas y diferencias significativas favorables en niños cinco y seis años de edad.
Se localiza además el estudio de León et al (2021) quienes apuntaron en una revisión sistemática que el juego aparece como un contexto privilegiado para la autonomía en edad preescolar, pues los artículos revisados señalan una influencia positiva del juego y el desarrollo de la autonomía, haciendo hincapié en la conveniencia de cambiar los paradigmas clásicos con la comunicación de opiniones y habilidades para un futuro control, mientras que Herrera (2021) subrayaron que las estrategias lúdicas pueden ser empleadas con fines de promover la motivación de una lectura crítica en los estudiantes, por cuanto contribuye a expandir la mente con la intención de incentivar la creatividad e innovación como aspectos importantes para generar amor hacia el texto
CONCLUSIONES
Considerando las revisiones se tiene que los teóricos relacionados con los Métodos de Enseñanza utilizados en el área de lenguaje, específicamente orientado a la educación en la primera infancia se establecen diversos aportes en la década de los 90 especialmente, cuando se erigen las nociones educativas sobre los niños y niñas, las cuales describen y explican lo relativo al desarrollo humano, los procesos psicológicos, biológicos e incluso los de orden social, dentro de los cuales subyace por ejemplo las concepciones sobre el desarrollo cognitivo que incluyen las funciones mentales e incluso las funciones adaptativas al respecto, a través de las exposiciones de Vygotsky (1933) y Piaget (1977).
En estas teorías se entretejen las religaciones del desarrollo en la primera infancia con la educación y sus figuraciones, tomando en cuenta en este quehacer el juego desde un carácter individual principalmente, pero también social donde aparece la necesidad de interacción que valida y profundiza los aprendizajes a partir de las diferentes habilidades del individuo, en este caso de los niños. Se localiza además una revisión conceptual hacia el año 2000 específicamente, cuando comienzan a surgir teorizaciones en torno al aprendizaje profundizando sobre la apropiación que hacen los niños de los nuevos conceptos a través del lenguaje y haciendo referencia a la labor educativa que en este sentido debe emprenderse desde las nociones generadas por Ausubel (2002).
Ya en este punto, al hacer la búsqueda sobre las concepciones que hacen referencia a la lectura y a los métodos de enseñanza en torno a esta, se localizan teorías en diversas temporalidades, tanto en los 90 como propias del sigo XXI, que enmarcan los métodos y formas con los cuales se expresan a los niños la enseñanza de la lectura en los primeros años de educación formal, los cuales manifiestan una tendencia e influencia de las épocas y el abordaje de la iniciación a la lectura y la escritura sobre los grafemas, fonemas y sílabas, trabajo con los sonidos, conocimiento de vocales y consonantes que integran el alfabeto, así como el interés por la función visual para captar las unidades lingüísticas, a lo cual se adicionó el uso del juego dándole valor en el proceso de aprendizaje de la lectura incluso a las relaciones sociales, destacando con ello que no solo los factores internos intervienen en la capacidad de lectura, sino también los externos.
La temática muestra entonces una evolución al respecto de los aspectos conceptuales, donde también entra a la palestra en la producción literaria localizada la definición de la Conciencia Fonológica definida durante el siglo XX y XXI desde la reflexión metalingüística de que los estudiantes pueden ser capaces de convertir fonemas en grafemas desde la identificación ocular, lo cual amerita de una acción activadora a partir de la enseñanza para su desarrollo. Finalmente, en atención a las investigaciones localizadas y seleccionadas se expresa que la búsqueda en los últimos cinco años, entre 2019 y 2024, generó aportes orientados a revisiones documentales acerca de la temática en países de la región latinoamericana especialmente, obteniendo en su mayoría trabajos de revisión sistemática sobre la Conciencia Fonológica, pero pocos sobre los Métodos de Enseñanza para lograrla.
Al dar cuenta de las conclusiones derivadas de la revisión teórica acerca de los Métodos de Enseñanza para el desarrollo de la Conciencia Fonológica en los niños en la primera infancia, a partir de la literatura localizada es posible entender que estas metodologías para enseñar lectoescritura favorecen el proceso en torno a las pautas para que los niños aprendan a leer, escribir, así como otros aspectos del lenguaje. De modo que la conceptualización de la Conciencia Fonológica hace referencia a una habilidad metalinguistica que permite desenvolverse antes de la leer, entendiendo las conexiones entre la conciencia de fonemas, lectura y escritura que se afianzan a partir del pensamiento, siendo este aspecto por demás resaltado en los distintos referentes bibliográficos ya abordados.