Introducción:

La pandemia de COVID-19 reveló desigualdades sociales y económicas en comunidades vulnerables, afectando la salud de las mujeres y recién nacidos al no contar con adecuada atención prenatal y de atención al parto, lo que afectó el derecho a una experiencia positiva.

Objetivo:

Conocer las percepciones del contacto piel con piel y la lactancia materna inmediata de mujeres que experimentaron el parto en los servicios públicos de salud durante la primera ola de COVID-19.

Métodos:

El método fue un grupo focal que utilizó círculos de educación de adultos, con reuniones de 60 minutos donde las mujeres hablaron con una facilitadora comunitario y la investigadora principal El muestreo fue intencional. Las participantes fueron 26 mujeres residentes en Conocoto, Ecuador, que dieron a luz a sus recién nacidos en centros de servicios públicos de salud entre el 15 de marzo y el 15 de julio de 2020. Los datos fueron analizados a partir de un proceso inductivo utilizando análisis de contenido y temático. El análisis de comparación constante se utilizó para crear códigos, categorías y temas, pasando de los datos a las proposiciones.

Resultados:

La mayoría de las participantes tuvieron una experiencia de parto desafiante, experimentaron inequidad y opresión. La falta de recursos en los establecimientos de salud pública afectó su derecho a una atención médica de calidad, limitando su capacidad de tener una experiencia positiva en el parto. Además, informaron consecuencias adversas para la salud mental y sentimientos de aislamiento. Debido a la pandemia y las medidas de distanciamiento social, no tuvieron acceso a asesoramiento sobre lactancia materna, educación prenatal y alfabetización en contacto piel con piel.

Conclusiones:

Las mujeres vivieron relaciones de poder inequitativas que violaron sus derechos constitucionales. Experienciaron inequidad e interseccionalidad en salud, debido a su condición fisiológica como gestantes y como usuarias del sistema público de salud en crisis. Los resultados son valiosos para informar a los responsables de la toma de decisiones de políticas públicas sobre las medidas apropiadas para proteger los servicios de salud materno infantil en situaciones de emergencia.