Introducción:

La malnutrición es la principal causa de retraso en crecimiento y enfermedades crónicas en niños, esta se relaciona con la inseguridad alimentaria (IA) en que viven el 55.5% de los hogares mexicanos. El problema de desnutrición continúa en México además de cifras elevadas de obesidad (ENSANUT, 2018). El confinamiento por la pandemia tuvo repercusiones en la salud, principalmente de las comunidades más vulnerables socialmente, sin embargo, hacen falta estudios para conocer de manera localizada la situación nutricional y encaminar estrategias hacia su atención.

Objetivo:

Evaluar los cambios en el estado nutricional de los niños atendidos en el CEMADE a dos años del confinamiento por COVID-19 y su estado actual de seguridad alimentaria para proponer estrategias de intervención adecuadas.

Métodos:

Estudio observacional, longitudinal analítico. Se registraron las características sociodemográficas y evaluaciones antropométricas al mismo grupo, conformado por 47 participantes entre 4 a 21 años atendidos en el CEMADE en el año 2018 y 2022. La seguridad alimentaria se evaluó mediante la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria.

Resultados:

De los 17 casos (36%) con posible riesgo de sobrepeso disminuyeron a 13 (28%), y de 10 casos de sobrepeso (21%) a siete (15%). Hubo un sólo caso de obesidad en 2018 que pasó a sobrepeso. De no haber casos de emaciación en 2018, se encontró uno (2%) en 2022. Se identificó el 74% de la población en IA, de la cual, 38% fue leve, 32% moderada y 4% severa.

Conclusiones:

Existen diferencias en el estado nutricional de los participantes que puede asociarse a un menor acceso a alimentos. Se encontró elevada prevalencia de IA (74%), mayor a la media nacional de 69.4%. Se propone realizar estrategias de educación nutricional y de mejora de acceso a alimentos saludables que involucren a los diferentes sectores: salud, educación, administración pública.