Antecedentes:

La enfermedad de Alzheimer (EA) es de etiología múltiple producida por varios factores, tanto genéticos como ambientales. Entre sus factores de riesgo se encuentran la edad, el sexo femenino, el bajo nivel cultural y ocupacional, la depresión, el hábito de fumar y la condición de portador del alelo Epsilon 4 de la Apo E, así como los factores de riesgo vascular. Existen evidencias epidemiológicas de que la dieta saludable puede jugar un papel protector en la enfermedad .

Objetivo:

Caracterizar indicadores sociodemográficos, clínicos y la dieta en un grupo de adultos mayores cubanos según deterioro cognitivo.

Métodos:

Un estudio analítico transversal fue realizado en 424 adultos mayores: 43 con EA, 131 con Deterioro Cognitivo Leve (DCL) y 250 individuos sin deterioro cognitivo en La Habana. La demencia fue diagnosticada utilizando el criterio 10/66 y el DSM-IV y para el DCL el criterio de Petersen. Un cuestionario acerca de características sociodemográficas y factores de riesgo fue aplicado. La dieta fue evaluada a través de una encuesta de frecuencia semanal de consumo de alimentos. Frecuencias y la prueba de homogeneidad de Ji cuadrado fueron utilizadas para el análisis estadístico.

Resultados:

Los individuos con los trastornos cognitivos tenían mayor edad que los individuos sin deterioro cognitivo. El 68 % eran del sexo femenino y de piel blanca. El 60% de los adultos mayores de los tres grupos tenía un nivel educacional bajo. El 47 % eran fumadores ó exfumadores, mientras solo el 3 % ingería bebidas alcohólicas. El 73% tenía hipertensión, el 52% tenían alteraciones en la glicemia. La historia familiar de demencia, era más frecuente en los grupos de individuos con los trastornos cognitivos. Los individuos con EA tenían un consumo semanal de carnes significativamente mayor y menor consumo de cereales y viandas.

Conclusiones:

Las características sociodemográficas y clínicas fueron similares entre los grupos, excepto la historia familiar de demencia y la edad. El consumo de los diferentes grupos de alimentos entre los adultos mayores según deterioro cognitivo fue similar, excepto para las carnes y cereales y viandas.