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Acta Odontológica Venezolana

versión impresa ISSN 0001-6365

Acta odontol. venez v.38 n.2 Caracas jun. 2000

 

Reflexiones Pedagógicas, Psicológicas y Filosóficas Acerca del Quehacer Odontológico en el Área Clínica

 

 

OMAIRA GEDLER H.  PROFESOR AGREGADO JEFE DE LA CÁTEDRA DE PSICOLOGÍA APLICADA A LA ODONTOLOGÍA.

 

ALVAREZ MARY LUZ, BRITO FEDERICO, GUDIÑO JOSÉ C, LEÓN MARITZA, SALAZAR,  JOSÉ RAFAEL.

 

 

RESUMEN

 

Las reflexiones pedagógicas, filosóficas y psicológicas contenidas en éste artículo, se fundamentan en los supuestos teóricos del texto “Educación y Plenitud Humana”, escrito  por Juan Mantovani en (1972).  Uno de los principales objetivos del seminario, fue  que a partir de la concreción clínica, el docente concientizara la trascendencia del hecho educativo, científico y humano en función de la salud del paciente.

 

ABSTRACT

 

Pedagogical, philosophical and phychologicla reflections content  in this article are  found in theoric supposed on the text: Education and Human Plenitude written by Juan Mantovani in (1972).   One of the main objetives of this seminary was that begining with the clinic  concretion, the teacher will introspect the consequence or educative, scientific and human fact in function of the patient health.

 

PALABRAS CLAVE:. Educación. Plenitud Humana. Ejercicio Clínico

 

METODO. El método utilizado para realizar el seminario, fue la discusión entre los profesores asistentes al seminario, previa lectura del material y el conocimiento  de su quehacer docente en las salas clínicas de la Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela.

 

Recibido12/11/1999 Aceptado para publicación: 19/01/2000

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Este seminario no pretende cubrir todos los aspectos teóricos de las disciplinas científicas y humanísticas  citadas en el título, sólo  hacer  un alto en nuestra labor diaria, para concientizarla, aprender de cada uno, escucharnos, y en la medida de lo posible, corregir algunas deficiencias, si las hubiere.  Uno de los principales objetivos de este seminario, es motivar a los docentes del área clínica a continuar con su labor, que sientan la trascendencia de lo que calladamente realizan día a día, ya que la trayectoria de su trabajo es  la sumatoria de su esfuerzo, y la  trascendencia no es propia de la disciplina científica  sino de él mismo,  su actividad sintetiza lo que es como persona, científico, humanista,   y docente, su diario transitar por el conocimiento lleva implícita una concepción filosófica, y pedagógica,  aunque el docente esté o no consciente de ello, por lo tanto,  en su tarea docente, quedará explícita la  concepción de hombre,  sociedad,  cultura, de la propia ciencia y de sí mismo.

 

El fundamento teórico para estas reflexiones, ha sido seleccionado a partir de los grandes pensadores, que de una u otra forma se refirieron a la Pedagogía, a la Academia o al hombre.  Se realizó, una lectura sobre los pensamientos más significativos de Aristóteles, Platón, Sócrates, y como pensador contemporáneo, Juan Mantovani, en su obra Educación y Plenitud Humana, esta última lectura reforzó en gran medida lo que leerán  en las siguientes páginas.

 

¿A quienes van dirigidas estas reflexiones?  

A todos aquellos profesores que en algún momento, de su ejercicio docente, se han preguntado:  ¿Hacia dónde voy ? ¿Estoy completamente convencido de que es esto lo que quiero hacer?  ¿Cuál es el sentido de mi trabajo?  ¿Es importante lo que hago? ¿Se satisface mi  ego solamente?

En el transcurso de éste seminario trataremos de aproximarnos a posibles respuestas a éstas interrogantes.

 

REFLEXIONES.

          

El creador de la Academia fue Platón, el nombre de Academia lo asigna en honor al héroe Academo, a Platón  debemos las bases fundamentales del pensamiento científico y humanísta, tal como decía el filósofo, el pensamiento y el recuerdo es el universo de las ideas, y centradas en él, el cosmos, la belleza, las sensaciones, el alma, la ciencia, la verdad, la razón, la realidad y la pasión.    

          

Platón fue maestro de Aristóteles a éste último, Felipo de Macedonia le encarga la educación de su hijo Alejandro Magno y funda en Atenas el Liceo o Escuela Paripatética, en la cual maestro y alumnos discutían caminando por el jardín.

 

El conocimiento es el centro del trabajo universitario, nuestra prioridad y esfuerzo deberá estar concentrado en ello, Aristóteles señalaba que el conocimiento es adquirido, no es propiedad de la institución sino de los hombres que la conforman y dan brillo con su sapiencia.  

 

Aristóteles, sostenía que la discusión es el método por excelencia para producir conocimiento, lo que se evidencia cuando podemos escuchar a los estudiantes, cuando permitimos que se comuniquen, siempre que estén bien fundamentados sus argumentos,   si el educando no presentará argumentos firmes, nuestro papel sería aclararle las posibles fallas, pero, no cortar el diálogo, porque fragmentaríamos los principios de éste pensador de todos los tiempos.     

En la Facultad de Odontología, se aprende con la convivencia de las acciones en el aquí y el ahora del quehacer clínico,  se despierta la sensibilidad, el conocimiento, la razón y la verdad de las disciplinas que se imparten,  la tríada profesor-alumno-paciente, conducen al  desarrollo de una disciplina científico-técnica básica para la salud y la belleza del ser humano.       

 

Cuando el estudiante ingresa en la clínica debe poseer los conocimientos teóricos necesarios que  permitan demostrar dominio de lo aprendido   por medio de la destreza en el área clínica, además de desarrollar el debido trato con el paciente, deberá estar implícita la sensibilidad humana que debe caracterizar  todo acto médico en el área de la salud.

 

En la tríada pedagógica de la odontología no hay quien no enseñe y no hay quien no aprenda.  Por lo tanto es oportuno señalar que todos responden a una dialéctica fundamental del conocimiento, basada en los principios socráticos, que sostiene: el ser humano es cambiante y deberá mantenerse alerta a dichos cambios para poder responder a  los tiempos que le corresponda vivir.

 

Quien asume la responsabilidad del acto clínico con una concepción pedagógica clara, entiende que éste es el momento de la transmisión de su conocimiento, de su experiencia, de su sapiencia, al igual que al impartir una clase teórica,  puede responder asertivamente al sentido que tiene su labor, pero si no comprende la importancia de  lo que realiza, mucho menos va a sentir  la plenitud que puede dejarle el buen cumplimiento de su papel pedagógico y odontológico.

 

Aclarar al educando y enunciar su verdad de manera clara, aunque no sea la última y que exista una cierta humildad por parte del docente, puesto que hasta la ciencia puede tener grados de  falibilidad y éste principio, también tiene su espacio en el conocimiento.

 

Por otra parte en la tríada clínica a la hora de un posible error, ¿Sobre quién recae la mayor responsabilidad? Si bien es cierto que el estudiante es altamente responsable, también lo es en mayor medida el docente, y en ocasiones el paciente puede tener parte de responsabilidad, pero en el acto clínico-académico, también existe una dosis de bondad y bienestar hacia el paciente a quien  se le brinda el servicio, ser el medio para otorgar salud sigue siendo una conducta llena de belleza y bondad como bien lo señalaba Platón. “Todo lo sano es hermoso”.

 

La otra pregunta sería ¿Cómo y quién ejerce el liderazgo en la clínica?  Sin temor a equivocarnos es el docente, en todo momento, ¿El cómo? deberá ser democrático, escuchar al estudiante, realizar un análisis de cada caso con una actitud objetiva y serena, no perder de vista en ningún momento que él también está siendo observado, escuchar al paciente y abrirse a las informaciones bien fundamentadas. El profesor como líder, tendrá la última palabra, asumida con seriedad y compenetración en el  escenario académico que comparte.

 

        

El respeto y la confianza bien administrada, deberán permanecer en equilibrio, actuar y dejar actuar  añadiendo un principio psicológico moderno. Deberá aprender el arte de serenarse, para así también modelar la conducta de su educando, el cual  podrá tener una actitud crítica, pero ser respetuoso, aportar soluciones, porque la crítica en sí misma si no aporta, se pierde. 

 

Enseñar a su pupilo, que si el fundamento teórico para su defensa no es suficiente, no tendrá peso y explicar  siempre donde estuvo la falla,  para que la   formación del estudiante  no se deteriore.  Es inquietante el desconocimiento teórico que pueda tener un estudiante cuando  realiza un ejercicio clínico, por lo tanto es vital la presencia del experto en el momento de  aplicar los conocimientos, el profesor, deberá moldear su propia conducta, así como también contribuir a modelar la del educando, que si bien es cierto, los docentes de la Facultad de Odontología en su mayoría no son egresados en ciencias pedagógicas, su papel dentro del recinto educativo, es totalmente pedagógico, en ningún momento ni circunstancia por mas difícil que ésta sea, deberá olvidarlo.

  

Tener presente que el papel docente encierra: primero dominio del contenido, nadie puede impartir lo que no sabe, segundo ser disciplinado porque él es un modelo de conducta a imitar, tercero  ser respetuoso consigo mismo y con los demás, (colegas, estudiantes,  pacientes), y  por último enunciar su verdad de forma clara, sin agresiones.

 

Aquí más que en otras disciplinas, deberá prevalecer la serenidad de la conducta del líder, la seguridad en sus convicciones y la apertura a los cambios, porque cualquier error es irreversible y puede transgredir al paciente.

 

Un pensador moderno en el campo de la pedagogía y la filosofía, señala que:   “Aparentemente la educación se reduce a hechos y procesos visibles. Pero detrás de ellos hay circunstancias y relaciones invisibles que influyen poderosamente en su exteriorización, cuyo fondo y naturaleza es necesario analizar e interpretar.  Existe escondido en las intimidades de los hechos pedagógicos un cúmulo de numerosos e inquietantes problemas de naturaleza teórica previos a toda actitud práctica... Para las mentes dogmáticas que son las más comunes, casi no existen problemas pedagógicos, todo está resuelto o es susceptible de resolverse.  Sólo los espíritus críticos encuentran interrogantes en esta materia.  Para ellos poco se sabe, casi todo debe resolverse y mucho no es ni siquiera susceptible de solución práctica sin una fundamentación teórica previa”

 

                                                                                    (Mantovani, 1972, p.2)     

 

Tomando en consideración lo expuesto acerca del conocimiento teórico práctico del quehacer docente en el área clínica, en la Facultad de Odontología de la  UCV, debemos aclarar que:   Toda práctica involucra un conocimiento teórico previo o paralelo, cuando un educando en su labor clínica no responde a los principios teóricos  propios de la disciplina que se le plantean, el profesor deberá de conducirlo a la revisión teórica antes de proseguir con su formación sólo así garantizará que no se realice una repetición mecánica del  acto clínico.

Somos conscientes que todo no está resuelto,  ya que la pedagogía es una ciencia humana sujeta a una búsqueda y a cambios permanentes, tratar de hacer de ella  una verdad absoluta en el tiempo,  la reduciría,  estas reflexiones acerca de nuestra labor en este diario trajinar por la Facultad de Odontología, plantea precisamente esa eterna búsqueda  del hombre, de su dimensión, de lo que representa para sí mismo y para los demás, es su propia autocrítica, de lo visible y de lo invisible de nuestros actos, de nuestras virtudes,  flaquezas y como señala Mantovani es la trascendencia de lo que somos o de lo que pensamos que somos.

 

Creer que todo está resuelto o se   resolverá completamente es un pensamiento ingenuo que no conduce a ninguna parte, si bien es cierto que hemos logrado grandes adelantos, también es cierto que la grandeza de lo humano está en ser capaz de hacer cosas, tratar de hacerlas bien y tratar de mejorarlas, esto otorga el significado a la existencia humana, y nos hace crecer.

 

“Una actitud mental previa, ilumina el camino de las actividades prácticas.            Arbitrarias serían éstas sin el juego de razones y fundamentos teóricos...No sólo corresponde practicar la educación, sino también pensarla.  Porque el pensar puede modificar, afirmar o negar una acción”   (Mantovani, 1972, p. 4)

 

Pensar involucra a la institución, la comunidad, sus limitaciones, su cultura, cada época diseña una imagen especial de hombre en el campo académico, lo que hace que fluya un sistema pedagógico derivado. 

 

 “Los más grandes pedagogos son, prácticamente aquellos que no han intentado construir una pedagogía con validez universal, la educación es un problema humano que alude a la existencia de los hombres, no sólo como individuos, sino también como seres de comunidad”  ( Mantovani, 1972, p. 3)

 

CONCLUSIONES.

 

Entre las conclusiones relevantes del seminario tenemos las siguientes:  El docente deberá reflexionar acerca de la trascendencia de su labor educativa.

El ejercicio docente, supone una constante búsqueda del perfeccionamiento tanto en el conocimiento como en el crecimiento humano.

La filosofía implícita del quehacer clínico va mucho más allá de satisfacer el ego.

Apreciar que cada día de trabajo docente, supone una expectativa cognitiva para el estudiante, un beneficio para el paciente y una proyección científica y humana para el docente.

 

BIBLIOGRAFÍA.

 

PROTAGONISTAS DEL MUNDO(1991) Terranova Editores Bogotá Colombia.Pp. 40-43 

MANTOVANI, Juan 1972.Educación y Plenitud Humana, Editorial Ateneo.Buenos Aires, P. 2-4.