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Gen
versión impresa ISSN 0016-3503versión On-line ISSN 2477-975X
Gen v.61 n.2 Caracas jun. 2007
La gastroenterología venezolana en sus inicios. Recuento de la historia de la revista gen sus diez primeros años (III parte)
Dr. José Ramón Poleo*.
* Gastroenterólogo del Hospital de Clínicas Caracas. Expresidente de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología 1982-1984. Venezuela.
El Volumen VII, Números 1 al 4, julio 1952 a julio de 1953 (29), fue dedicado íntegramente a los temas presentados en el marco de las Primeras Jornadas Venezolanas de GEN (*) con la Junta Directiva presidida por el Dr. Miguel Ron Pedrique para el período 1952-1953.
Primeras Jornadas de Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición, Pág. 21.
Concepto actual acerca de insuficiencia hepática, Dr. J. R. Zerpa Morales, Pág. 23.
Bromosulfaleína y su valor en el diagnóstico de las enfermedades hepáticas, Dres. Joel Valencia Parparcén y Manuel Kizer R., Pág. 39.
Valor de las pruebas funcionales hepáticas en patología Hepato-Biliar, Dres. Joel Valencia Parparcén y César E. Louis C, Pág., 83.
Las ictericias. Clasificación y Diagnóstico. Las hepatitis virales. Dr. Joel Valencia Parparcén, Pág. 97.
Ictero colostático, Dres. J. R. Zerpa Morales y M. Ron Pedrique, Pág. 167.
Tratamiento de las ictericias por litiasis, Dr. Eduardo Carbonell, Pág. 175.
Tratamiento de los tumores de la vesícula biliar y de las vías biliares, Dr. F. R. Coronil, Pág. 181.
Tratamiento quirúrgico de las ictericias hemolíticas, Dres. Ricardo Baquero y José Barnola, Pág. 201.
Diagnóstico de la ictericia hemolítica. Terapéutica. Dr. Miguel Layrisse, Pág. 217.
Cirrosis hepática. Concepto actual. Dr. Miguel Ron Pedrique, Pág. 225.
Hepatitis bilharziana. Concepto actual, Dr. M. Ron Pedrique, Pág. 235.
Estudio anatomo-clínico de la cirrosis hepática. Dr. Edmundo Henríquez, Pág. 245.
Sobre las dificultades del diagnóstico anatomo-patológico en las enfermedades hepáticas. Prof. Rudolf Jaffé, Pág. 269.
Frecuencia, importancia y tratamiento de las várices de esófago en la cirrosis hepato-esplénica, Dres. Joel Valencia Parparcén y Fuad Lechín C, Pág. 273.
Anotaciones:
(*) Era la primera ocasión en que se hacía una reunión científica anual de la SVG. La misma tuvo lugar en la sede del Colegio de Médicos del Distrito Federal. Para ese momento, la sede del Colegio de Médicos del Distrito Federal se había trasladado de la Avenida Los Pinos, en el Paraíso, a la Plaza de las Tres Gracias, Avenida Roosevelt, en Los Chaguaramos, donde permaneció hasta la mudanza la actual sede en la Urbanización Santa Fe.
En el Volumen VIII, Números 3 y 4, enero a junio de 1954, vinieron los siguientes trabajos:
Pólipo Rectal, por el Dr. Emilio Candia Candia y el Br. José Angel Ortega, Pág. 13 (*).
Clínica Psicosomática en enfermedades del aparato digestivo, por el Dr. E. H. Ibáñez Petersen, Pág. 21.
Bacteriología de la Colecistitis. Primera comunicación, por el Dr. R. E. Urrutia Loaiza, Pág. 27 (*).
Sintomatología de las colecistitis crónicas calculosas. Valor diagnóstico del colecistograma y de intubación duodenal, por el Dr. R. E. Urrutia Loaiza, Pág. 37.
Estudio de la acidez gástrica en sujetos normales y portadores de úlcera duodenal, por el Dr. Enrique Molina, Pág. 43.
El drenaje externo en Cirugía Biliar, por el Dr. R. E., Urrutia Loaiza, Pág. 51.
Cáncer del Recto, por el Dr. Ángel Fuenmayor Fonseca, Pág. 63 (*).
Acerca del Síndrome y de la enfermedad de Cruveilhier-Baumgarten (con presentación de un caso), por los Dres. Joel Valencia Parparcén, E. Candia, L. Castillo, César Louis, Fuad Lechín, Manuel Kizer, Víctor Benaim, Gustavo Machado R., Pág. 69.
Cuerpos extraños en el abdomen, por los Dres. Manuel Kizer y Simón Beker, Pág. 85.
Algunas consideraciones sobre Rectocolitis Ulcerosa, por el Dr. Lorenzo Castillo G., Pág. 101.
Colecistografía Endovenosa con la Biligrafina, por el Dr. Atilio Brillembourg, Pág. 103 (30).
Fístulas abdominales, por el Dr. César E. Louis C., Pág. 111.
Pólipos rectales Bilharzianos, por los Dres. Joel Valencia Parparcén, E. Candia-Candia, B. Bruni Celli, Pág. 131.
En este número se publicaron en la revista trabajos de los Dres. Urrutia Loaiza, Enrique Molina y ˘ngel Fuenmayor Fonseca, destacados médicos del Estado Zulia, el primero de ellos cirujano, Jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Chiquinquirá de Maracaibo, los otros dos gastroenterólogos. Ya el Dr. Fuenmayor, sin embargo, había publicado su trabajo sobre gastroscopia, realizado durante su permanencia en Caracas (15). El trabajo del Dr. Molina fue realizado en Caracas, con 20 sujetos normales provenientes de la Escuela Municipal de Enfermeras y de la Escuela de Enfermeras de la Cruz Roja Venezolana, ambas ubicadas en Caracas, y con 17 pacientes con úlcera duodenal de los Servicios de Gastroenterología del Hospital Vargas y del Hospital Carlos J. Bello de Caracas.
Aparece en éste número el trabajo del Dr. Brillembourg con la primera publicación venezolana sobre colecistocolangiografía endovenosa(30), técnica radiológica con la cual era posible la visualización no sólo de la vesícula, sino también de las vías biliares extrahepáticas, siempre que los niveles de bilirrubina sérica estuvieran por debajo de 2 mg/dl , ya que tanto la iopamida, método de contraste utilizado en este procedimiento, como la bilirrubina, compiten en su conjugación con proteínas séricas para su transporte sanguíneo y con las proteínas Y y Z en el hígado para su excreción previa conjugación con ácido glucurónico. Fue un recurso que tuvo mucha aplicación por los gastroenterólogos venezolanos, que sólo vino a ser sustituida cuando aparecieron la ecosonografía abdominal y la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica.
Este número contenía un anuncio sobre una nueva pinza de biopsia del esófago con óptica acoplada marca "Storz", de la casa Storz-Tuttingen, distribuidores J. R. Heymann K. Pasarían varios años antes que aparecieran los instrumentos de fibra óptica.
Anotaciones:
(*) El Br. José Angel Ortega fue posteriormente adjunto del Hospital Militar de Caracas y luego Jefe del Servicio de Gastroenterología del primer servicio de Gastroenterología del Hospital General del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Autor de diversos trabajos científicos, entre ellos uno sobre miotomía endoscópica para el tratamiento de la acalasia, publicado en cooperación con Víctor Madureri y Leopoldo Pérez en la revista de la American Society for Gastrointestinal Endoscopy (Gastrointestinal Endoscopy 1980; 26: 8-10), practicó la primera pancreatografía retrógrada que se conoce en Venezuela.
El Volumen IX, Números 1 y 2, julio-diciembre 1954(31) trajo el siguiente contenido:
Informe de dos casos de Carcinoma Gástrico, cuyo reconocimiento presentó dificultades durante la Laparotomía, Dres. Enrique Molina y Rudolf Schindler, Pág. 13.
Colangiografía y Colangiomanometría Per-Operatorias, Dr. Eduardo Carbonell, Pág. 21 (*)
Hemorragia del tubo digestivo superior, Dr. Ramón Zubillaga, Pág. 31.
Ascaridiosis de Vías Biliares, Dr. R. E. Urrutia Loaiza, Pág. 43.
ícteros prolongados, Dres. César E. Louis C. y Francisco Siger, Pág. 57.
La esponja, como material quirúrgico de absorción, Dr. Rodolfo Urrutia Loaiza, Pág. 63.
Litiasis vesicular en una niña de once años, Dres. Lorenzo Castillo y Francisco Siger, Pág. 67.
VI Congreso Brasileño de Gastroenterología, IV Congreso Panamericano de Gastroenterología.
Informe presentado por el Dr. Joel Valencia Parparcén, Pág. 71.
Criterio radiológico de la curación de la úlcera péptica, Dr. Joel Valencia Parparcén, Pág. 109.
El índice de anunciantes traía, entre otros, anuncios de aparatos de drenaje GOMCO, para "extracciones de sangre, drenaje duodenal, lavado de estómago, drenaje de una fístula" (distribuidores exclusivos Internacional General Electric S.A, Caracas, Avenida "Abraham Lincoln",Sábana Grande, Teléfono 59411), de un nuevo y superior antibiótico de amplio espectro, Acromicina para uso oral y endovenoso (Tetraciclina, de Laboratorios Lederle), de Streptoxidin, a base de dihidroestreptomicina, succinilsulfatiazol, caolín, pectina y agua destilada, indicado en disentería bacilar , colitis ulcerosa y crónica -sic-, diarreas no específicas y en el tratamiento de diarreas causadas por microorganismos sensibles a la Estreptomicina y al Succinilsulfatiazol (Laboratorios Quinac), de películas para uso radiográfico marca Ilford , fabricadas por Ilford Limited, Ilford, Londres, Inglaterra, en tamaños 5" x 7", "6 1/2" x 8 1/2", 8" x 10", 10" x 12", 14" x 17" , 24 cm x 30 cm y 30 cm x 40 cm (***), así como de reveladores y fijador (distribuidos por Promofar, C. A., subsidiaria de A. J. Haieck & Hermanos, teléfonos 83751, 97646, 87006, 92530, 85984, Miranda a Maderero 122, Caracas), de Combizym, preparado enzímico-digestivo multivalente, a base de proteasas, lipasa, amilasa, celulasa y hemi-celulasas (Lutpold- Werk Munich, distribuido por Cofasa), y de Prantal (****), tabletas de acción repetida , anticolinérgico indicado en la úlcera péptica (Schering Corporation).
El Dr. Enrique Molina presentó en este número de GEN dos casos de carcinoma gástrico estudiados junto con el Dr. Rudolf Schindler. El Dr. Schindler, junto con Georg Wolf, desarrolló el gastroscopio semi-flexible y dio origen a una era en la endoscopia digestiva que se puede fijar entre 1932 hasta 1957(32), cuando Basil Hirschowitz comenzó a desarrollar el gastroscopio de fibra óptica. Nacido en Berlín, fue forzado por su ascendiente judío a emigrar a los Estados Unidos de Norteamérica hacia el verano de 1934. Se estableció en Chicago y dio comienzo a una de las etapas mas productivas
de su vida, en la Unidad Gastrointestinal de la Universidad de Chicago, en compañía de Walter L. Palmer, Joseph B. Kirsner y Marie Ortmayer, responsable principal esta última de los arreglos para su traslado a Norteamérica. Schindler permaneció en Chicago hasta 1943 y se estableció luego en California, en el Collage of Medical Evangelistsm, actualmente Universidad Loma Linda, en los Angeles. En el trabajo de GEN, no hay referencias al sitio donde se estudiaron los casos que se presentan y se cita al Dr. Schindler como M. D .F .A .C .P., Clinical Professor of Medicine (USA) (33). Por la fecha del mismo, se presume que debe haber sido durante su estadía en California.
El Dr. Schindler murió por problemas coronarios el 6 de septiembre de 1968, en una época en que la endoscopia de fibra óptica iba en pleno desarrollo y se comenzaban a practicar las primeras colangiopancreaografías retrógradas endoscópicas (34).
En esa época las vías biliares sólo podían ser visualizadas por colangiografía operatoria (CO), o mediante la colangiografía post-operatoria, a través de un tubo de Kehr dejado en el colédoco, o la colecistocolangiografía endovenosa. Preconizada por Pablo Mirizzi, cirujano argentino en 1931(35), esta técnica consistía en introducir por el conducto cístico, durante la colecistectomía, o mediante punción directa de la vía biliar, durante el acto operatorio contraste iodado oleoso, entre ellos Lipiodol F, el más comúnmente usado. La CO, según palabras del Dr. Carbonell: "además de la innovación que representa, constituyendo una de las etapas históricas de la cirugía biliar, tiene el gran mérito de haber despertado el interés científico de los cirujanos para tratar por diversos medios de conocer y diagnosticar con mayor precisión los trastornos biliares". Hoy en día se hace manometría biliar mediante canulación de la papila con un catéter introducido por un duodenoscopio de visión lateral. En aquel entonces, la medición de presiones del árbol biliar sólo era posible mediante la colangiomanometría, técnica preconizada por los profesores franceses Mallet-Guy (36) y Caroli, que consistía en inyectar en las vías biliares, generalmente antes de la CO, una "determinada cantidad" de solución salina isotónica creando una "hiperpresión momentánea" que desaparecerá al producirse "la evacuación normal por la vía natural". El estudio de las distintas fases de esta evacuación, al conectar las vías biliares a un manómetro, señalaba el Dr. Carbonell: "Es lo que permite interpretar los diversos estados funcionales del árbol biliar extrahepático". En su trabajo, el Dr. Carbonell hace referencia a su estadística personal con un total de casos de 300 entre 1949 (no precisa mes) y agosto de 1953, con 43% de lesiones extrahepáticas (cálculos de colédoco 14%, odditis 21%, pancreatitis crónica 6%, tumores 2%). Llama la atención la alta prevalencia de odditis en su casuística, pero no hay otros datos en su trabajo que permitan analizar este hallazgo, producto probablemente de la metodología y valores establecidos al realizar dicho estudio. Pasarían muchos años antes de que este método, ampliamente divulgado y aceptado entre los cirujanos latinoamericanos, fuera aceptado por sus colegas del norte.
En 1954, el control del paciente con úlcera péptica se basaba sobre todo en la radiología y muy poco en la endoscopia, técnica de escasa popularización por instrumentos de difícil manejo, y poco accesible a la mayoría de los gastroenterólogos. Los criterios para diferenciar úlceras gástricas benignas y malignas a la radiología estaban bien establecidos y con frecuencia el aspecto de las úlceras gástricas, después de un tratamiento intensivo de seis semanas, con dieta, antiácidos y anticolinérgicos, terapéutica que se usaba en aquel entonces, eran a menudo definitivos para tomar en muchos casos una conducta quirúrgica, si la úlcera gástrica todavía persistía y si habían ciertos criterios como la persistencia misma del nicho ulceroso, irregularidades del mismo, alteraciones de las paredes gástricas sugestivas de infiltración, trastornos de la peristalsis o presencia de defectos de repleción entre otros. No siempre era necesario el control de las úlceras duodenales, el cual sólo se practicaba si habían razones clínicas que así lo justificaran (persistencia de la sintomatología, indicios de obstrucción píloroduodenal, sangramiento, entre otros). En el trabajo del Dr. Valencia , en el que se analizaban estos criterios, se presentan 76 excelentes radiografías de ejemplos de estómagos y duodenos normales y de úlceras gástricas y duodenales, la mayoría de ellas en primer diámetro como se decía en ese entonces (es decir, en posición oblicua anterior izquierda, con el hombro derecho del paciente apoyado sobre la mesa radiológica) y pocas en segundo diámetro (oblicua anterior derecha, con el hombro izquierdo apoyado sobre la mesa, generalmente empleada para ver las caras del bulbo duodenal, posición también usada generalmente para practicar la colecistografía oral o la colangiografía endovenosa), con pocas imágenes en decúbito prono o supino. El Dr. Valencia era un perfeccionista en lo que a calidad de la radiología se refería, con estudios radiológicos vueltos a indicar porque la calidad de los mismos no era la que él esperaba...
El trabajo del Dr. Zubillaga, sobre hemorragia del tubo digestivo superior, se refería a algunos aspectos que consideraba de gran importancia en la actitud que un médico debe tener ante un paciente con una hemorragia...Hacía hincapié en conceptos fundamentales y citaba además algunos detalles de aplicación reciente para la época, además de ciertas estadísticas que consideraba demostrativas, tomadas principalmente de textos y revistas de los Estados Unidos de Norteamérica, por lo que a ese país se referían dichas cifras.
Posteriormente, el Dr. Jorge Quintero Atencio presentaría un estudio de 70 casos de hemorragia digestiva superior observados durante un lapso de tres años en el Jefferson Medical College Hospital de Filadelfia (37), con 71% de las hemorragias debidas a úlceras pépticas, 13% a várices esofágicas 6% de hernias diafragmáticas y 3% a cáncer gástrico. El tratamiento que se indicaba para los casos no quirúrgicos consistía en: "1) reposo completo en cama; 2) sedación con fenobarbital si el paciente estaba inquieto; 3) restitución de sangre con transfusiones adecuadas; 4) después de pocas horas, se empieza un régimen de Sippy (**) modificado si el paciente no está en shock y es capaz de ingerir comida; 5) observación estrecha y cuidadosa por métodos clínicos y de laboratorio para determinar si hay persistencia o recurrencia de hemorragia...", para recomendar la intervención si había evidencia de persistencia o recurrencia del sangramiento. Sería posteriormente cuando aparecerían en GEN trabajos con casuísticas autóctonas de hemorragia digestiva.
Anotaciones:
(*) El Dr. Eduardo Carbonell fue un excelente cirujano, especialmente destacado en el campo de la cirugía biliar. Fue Presidente del Colegio de Médicos del Distrito Federal, en una época en la que estos cargos eran desempeñados por sobresalientes clínicos, cirujanos o sanitaristas. Fue Jefe del Servicio de Cirugía 2 en el Hospital Vargas de Caracas y de una cátedra de esa especialidad en la Escuela de Medicina José M. Vargas de Caracas.
(**) La llamada "dieta de Sippy" (del verbo inglés to sip, "sorber"): era una rígida dieta para el tratamiento de la úlcera péptica. Durante los primeros días, al paciente se le administraba leche cada hora, alternada con polvos alcalinos; después se incluían huevos hervidos y cereales cocinados, y si la condición mejoraba, se adicionaban sopas en forma de cremas y purés, y así se le permitía diversificar los alimentos gradualmente hasta que su alimentación se tornaba en una dieta blanda, que el paciente mantenía hasta que el médico le anunciaba estar curado.
(***) Las películas radiográficas de 8 x 10 (como generalmente se llamaban a las placas radiográficas de 8" x 10") se usaban generalmente para practicar colecistografías orales, las 10 x 12 para radiología de estómago y duodeno o colecistocolangiografías endovenosas, las 30 x 40 para estudios de esófago y de tránsito intestinal, y las 14 x 17 para estudios de colon por enema o rayos X de abdomen simple. En el Servicio de Gastroenterología de la Cruz Roja Venezolana, para la época en que trabajábamos allí, los estudios radiológicos eran practicados por los estudiantes de Medicina de 5° y 6° año, Internos del Hospital Carlos J. Bello, que asistían al Servicio durante esos dos años para comenzar un entrenamiento precoz en la especialidad, realizando historias clínicas, seguimiento de pacientes en consultas de control, practicando rectosigmoidoscopias, tubajes gastroduodenales y dilataciones esofágicas o anorectales, todo bajo la supervisión de los Adjuntos del Servicio, dividido en 4 agrupaciones, con Jefe de agrupamiento, adjuntos adscritos y estudiantes de Medicina adscritos al mismo, todos coordinados por el Jefe de Servicio.
(****) El Prantal era uno de los anticolinérgicos que con mayor frecuencia se usó en el tratamiento de la úlcera péptica, junto con el Banthine y el sulfato neutro de atropina en solución al 1 por mil, administrado en gotas (por lo general, antes de cada comida). El Volumen IX de la revista, en sus números 3 y 4, (38) contenía los siguientes artículos:
Reporte de un caso de Diverticulitis del Sigmoides simulando carcinoma, Dr. Enrique Molina, Pág. 13.
Diverticulosis gástrica. Presentación de un caso situado en gran curva del canal pilórico, Dr. Alfredo Bozo, Pág. 19.
La enteritis superficial. Imágenes radiológicas, Dr. Fuad Lechín C., Pág. 33.
Cirugía esofágica en el Zulia, Dr. R. E. Urrutia Loaiza, Pág. 45.
Valor de la biopsia rectal múltiple escalonada en el diagnóstico de la Bilharziosis Mansoni -sic-, Joel Valencia Parparcén, Francisco Siger y Simón Becker -sic- (*), Pág. 47.
Trastornos funcionales del intestino delgado. Imágenes radiológicas, Doctor Fuad Lechín C. Carcinoma gástrico en el Servicio de Gastroenterología del Hospital Quirúrgico de Maracaibo, Dres. Enrique Molina, Jesús Romero Fernández y Julio Añez Bermúdez, Pág. 71.
Bacteriología de las Colecistitis, Segunda comunicación, Dres. R. E. Urrutia Loaiza y Manuel Fernández A., Pág. 81.
Relación entre hormonas esteroideas sexuales e hígado en el hombre, Dr. P. Pérez Castrillo, Pág. 89.
La evaluación de setenta casos de hemorragia gastro-intestinal, Dr. Jorge Quintero Atencio, Pág. 95.
El cáncer del aparato digestivo, Dr. A. Fuenmayor Fonseca, Pág. 107.
La colecistografía como prueba de función hepática, Dr. Fuad Lechín C., Pág. 111.
Bilharziosis en Naiquatá, Dres. Acosta Silva y Román Prypchan, Pág. 129.
La Bromosulfa y el Timol. Valoración clínica, Dr. Fuad Lechín C., Pág. 135 (**).
Respuestas a un cuestionario, Pág. 141 (***).
Impresiones sobre mi estada en la Clínica Lahey, Dr. Feliciano Acevedo Gallegos, Pág. 165.
El indice de anunciantes de ese número informaba, entre otros anuncios, sobre el Departamento Comercial de Aparatos Médicos de la C.A. Philips Venezolana, Colinas de Bello Monte, Edificio Philips, teléfonos 27145-46-47-48, con aparatos de rayos X para diagnóstico, así como Accesorios para laboratorios de rayos X: placas, chasis, pantallas, ganchos, tanques, delantales, guantes, etc.; uno sobre libros de medicina (The University Society Venezolana, C.A., edificio San Francisco, San Francisco a Pajaritos, 19, con una sucursal en Maracaibo, Avenida 11, N° 765-34, teléfono 3990), entre los cuales se encontraban clásicos tales como Gastroenterología de Walter Alvarez (Bs. 60,00), Gastroenterology (H. L. Bockus, Bs. 130,00), The Digestive Tract in Roentgenology (2) ( Buckstein, Bs. 120,00); otro de Rages Libros (Avenida Roosevelt, Edif. Araguaney "A" (frente a la Ciudad Universitaria, teléfono 612636) que anunciaba el diagnóstico precoz del abdomen agudo, de Zacarías Cope) (****). Para ese número de la Revista, continuaba como Director el Dr. Joel Valencia Parparcén, y como redactores, aparecían los Dres. Mario Cortés Lladó, Eduardo Rivas Sarralde y César E. Louis. La Junta Directiva para el período 1955-56 estaba integrada de la siguiente manera: Presidente, Dr. Emilio Candia, Vice-Presidente Dr.Ángel Fuenmayor Fonseca, Secretario Dr. César E. Louis, Tesorero, Dr. E. Ibáñez Petersen, Bibliotecario Dr. Ciro Caraballo.
Hasta entonces, los Ex-Presidentes de la SVGEN habían sido los siguientes: Dr. Joel Valencia Parparcén 1945-47.
Dr. J. R. Zerpa Morales 1947-48.
Dr. Pedro González Rincones 1948-49
Dr. Héctor Landaeta Payarés 1949-50
Dr. E. Delgado Madriz 1950-51
Dr. Miguel Ruiz 1951-52
Dr. Miguel Ron Pedrique 1952-53
Dr. Amílcar Plaza D. 1953-54
Se seguían publicando las siguientes listas: Miembros Activos
Dr. Víctor Estaba Dr. Lorenzo Castillo
Dr. Angel Francisco Fuenmayor Dr. Samuel Bronfermagen -sic-
Dr. Humberto García Arocha Dr. R. Pérez Castrillo
Dr. Héctor García Cárdenas Dr. Natalio Szotlender
Dr. Hugo Domínguez Dr. Isaac Almosny
Dr. Enrique Molina Dr. Marcel Roche
Dr. Julio ˘ñez Petit Dr. Luis Anderson
Dr. Manuel Kizer Dr. Santiago Ibarguen
Dr. Fuad Lechín Dr. ˘lvaro Badell Urdaneta
Dr. Esteban Ibáñez Petersen Dr. Arnaldo Piñango Briceño
Dr. Alfonso Ramírez Castillo Dr. José Ángel Ortega
Dr. Ramón Zubillaga Dr. Ricardo Salomón
Dr. Ciro Caraballo Dr. Simón Beker
Dr. Feliciano Acevedo Gallegos Dr. Jesús Roberto Pellín
Dr. Clemente Mizrahi Dr. Otto Hernández Pieretti
Dr. E. Rivas Larralde Dr. Alí Rivas Gómez
Dr. César Louis
Miembros Correspondientes Nacionales
Dr. Albano Adriani Dr. Miguel Pérez Carreño
Dr. Alfredo Borjas Dr. Hermógenes Rivero
Dr. Ricardo Baquero González Dr. M. Ruiz Rodríguez
Dr. Eduardo Carbonell Dr. Francisco Samaniego
Dr. F. R. Coronil Dr. Eduardo Quintero Muro
Dr. M. V. Méndez Gimón Dr. Alfredo González Navas
Dr. Gabriel Trompiz Dr. Armando González Puccini (+)
Dr. Hernán Quintero
Dr. José Antonio O´Daly
Miembros Honorarios
Dr. H. L.Bockus Dr. José Oviedo Bustos
Prof. Rudolf Jaffé Dr. Teófilo Hernández
Miembros Correspondientes Extranjeros
Dr. Abraham Ayala González Dr. Norberto Treviño
Dr. Fernando Milanés Dr. Laureano Falla
Dr. Edmundo Vasconcelos Dr. J. Fernández Pontes
Dr. B. Varela Fuentes Dr. Juan Nasio
Dr. Carlos Bonorino Udaondo Dr. Marcelo Royer
Dr. Luis Tavares Dr. Quirno Codas Thompson
Dr. B. Crohn Dr. Walter C. Álvarez
Dra. Sara Jordan Dr. Everet D. Kiefer
Dr. S. Allen Wilkinson Dr. Heliodoro Mogena
Dr. ED. Oliver Pascual Dr, E. Arias Vallejo
Dr. F. Gallart Monés Dr. Seymour Gray
Dr. Cándido M. Monteavaro Dr. Charles Flood
Dr. Hernán Alessandri Dr. Bernardo Sepúlveda
Dr. Benedito Montenegro Dr. Alfredo Calderón
Prof. Eurico Branco Ribeiro Dr. Carlos A. Seguin
Dr. Plinio Bove Dr. Jorge Díaz Caseco
Dr. Norberto Stapler Dr. Gerardo Siffert de Paula e Silva
Dr. Héctor Ducci Dr. Feliciano Cintra do Prado
Dr. Carlos A. Estapé
El trabajo de los Dres. Parparcén, Siger y Beker evaluaba la biopsia rectal para el diagnóstico de la Schistosomiasis mansoni, técnica introducida por Carlos Ottolina y Humberto Atencio M. en 1943. Para aquella época los métodos rutinarios de diagnóstico eran los exámenes de heces y la intradermoreacción. Constituye una de las aportaciones realmente originales de la Gastroenterología venezolana. Este método fue desarrollado luego por Hernández Morales y Maldonado en Puerto Rico, y por Rodríguez Da Silva y Arantes Pereira en Brasil. Consistía en tomar una biopsia de la mucosa rectal y colocar el fragmento obtenido entre dos laminillas para luego observarlo, sin coloración alguna, al microscopio de luz convencional. El hallazgo de los huevos del parásito con su cubierta refringente, y especialmente aquellos con espícula, era sumamente demostrativo.
Todos los agentes de contraste usados para los estudios radiológicos de vesícula y vías biliares (colecistografía oral y colangiografía endovenosa) contenían yodo, asociado a un grupo alifático lipofílico y dependían en la absorción de los rayos X por las moléculas de este elemento (39). La substancia radioopaca utilizada en la colecistografía oral (una de las más frecuentes el ácido iopanoico, o Telepaque., como se le conocía comercialmente) era administrada en tabletas (6 generalmente, para un total de 3 g) después de una cena ligera baja en grasas para ser absorbida desde el intestino, ya que estos medios de contraste eran moderadamente liposolubles y podían ser absorbidos a través de la barrera intestinal para ser excretados por el hígado mediante un proceso activo de conjugación, excreción y concentración posterior en la vesícula biliar. En pacientes con una pobre función hepática, aún sin ictericia (condición esta que contraindicaba dicho examen, especialmente sobre 2 mg/dl de bilirrubina sérica), era posible observar un colecistograma negativo, es decir, una ausencia de visualización de la vesícula. No sólo la insuficiencia hepática y la ictericia eran causa de no poder visualizar el órgano, ya que otros factores que dificultaban su absorción, como haber vomitado el contraste o los problemas de vaciamiento gástrico, también podían resultar en una colecistografía oral negativa.
En ocasiones se repetía el estudio con otra dosis de 3 g de ácido iopanoico, era la colecistografía con doble dosis, como se llamaba entonces. Cuando la vesícula era visualizada con este método, se administraban luego agentes que favorecieran la contracción vesicular (usualmente un ponche con mantequilla, leche, huevos y azúcar) y se tomaban placas de vaciamiento, en las cuales se estimaba la capacidad contráctil de órgano y con frecuencia se podían ver el cístico y el colédoco. Era la llamada prueba de Boyden. Hasta la aparición del ultrasonido abdominal, fue la exploración básica para la detección de cálculos que no tuvieran un contenido alto de calcio, susceptible de ser visualizados en una placa simple de abdomen. Junto con la colangiografía endovenosa, era la herramienta básica para el diagnóstico de los problemas vesiculares (40).
Anotaciones:
(*) El Dr. Simón Beker, fallecido trágicamente el 16 de agosto de 1997 en un accidente de tránsito, cuando todavía tenía mucho que aportar a la gastroenterología nacional, fue un distinguido gastroenterólogo y hepatólogo, a quien se puede considerar el padre de la Hepatología venezolana. Presidente de la SVG en el período 1964-1966, Jefe fundador del Servicio de Gastroenterología del Hospital General José Gregorio Hernández de los Magallanes en Caracas, profundizó sus conocimientos en enfermedades hepáticas con Dra. Sheila Sherlock en el Royal Free Hospital de Londres y fue miembro fundador de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado, de la cual fue su 7mo Presidente.
(**) La prueba de turbidez de timol era una de las llamadas pruebas de floculación (así como la prueba con sulfato de zinc y la floculación de cefa- lina colesterol), la cual se alteraba en diversas hepatopatías. Dependía de la presencia de concentraciones aumentadas de gamma-globulinas séricas y en menor grado de incrementos en las fracciones de lipoproteínas. Otras condiciones que provocaban alteraciones séricas similares tales como la malaria, mononucleosis infecciosa, kala-azar, mieloma múltiple y enfermedades del colágeno daban resultados similares. La prueba de la bromosulfaleína, colorante que rápidamente era removido de la circulación por el hígado como anión orgánico y excretado en la bilis, con un 67-100% recuperable dos horas después de la inyección endovenosa, era una de las pruebas de función hepática mas usadas y mas confiables para aquella época, considerándose alterada cuando 45 minutos después de la inyección persistían en sangre valores por encima del 5% de la dosis administrada. Problemas con reacciones anafilácticas a su administración por vía venosa, así como la aparición de otros exámenes de laboratorio para evaluar el hígado hicieron que perdiera popularidad progresivamente y terminara por ser eliminada de las pruebas ofrecidas por los laboratorios.
(***) Hepatología.- Respuestas a un cuestionario-se refiere a un cuestionario remitido por intermedio del Dr. Joel Valencia Parparcén al Dr. E. Candia Candia, Presidente de la SVGEN, por el Comité de Estandardización -sicde Conceptos, Terminología y Clasificación de las Cirrosis del Hígado del V Congreso Panamericano de Gastroenterología.
(****) La obra del Dr. H.L.Bockus constituyó desde su primera edición una referencia obligada de consulta para los gastroenterólogos, así como el texto de Buckstein sobre radiología digestiva. La primera edición del texto de Bockus fue en 1946, por W.B Saunders Co. y su primera traducción al castellano en 1948; la segunda en 1963, con 3 volúmenes y la tercera en 1974, con 4 volúmenes. El Dr. Valencia Parparcén citaba con frecuencia al Dr. Walter Álvarez, en lo que a trastornos funcionales del tubo digestivo se refería. El libro del Dr. Cope sobre abdomen agudo es una joya que contiene los mismos aspectos y criterios clínicos que han permanecido invariables para el diagnóstico de estos severos trastornos, cuyos diagnósticos requieren indicación quirúrgica. Su lectura es todavía altamente recomendable para cualquier interesado en los problemas diagnósticos del abdomenagudo.
El Volumen X, Números 3 y 4, enero- junio de 1956(41) tenía el siguiente contenido:
A los 10 años de GEN, Pág. 1.
Estatutos de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, Pág. 3.
Las Hepatitis en Venezuela. J. R. Zerpa Morales y M. Ron Pêdrique, Pág. 7.
Esofagitis Cáustica, Pág. 21.
Ulcera Gastroduodenal en el Servicio de Gastroenterología del Hospital Quirúrgico de Maracaibo.
J. Áñez Bermúdez, J. Romero Fernández y Enrique Molina, Pág. 47.
Cirugía Biliar sin Drenaje. R. E. Urrutia Loaiza, Pág. 53.
El Sondeo Duodenal. Alí Rivas Gómez, Pág. 59 (*).
Síndrome Post-gastrectomía, Pág. 63.
Poliposis Múltiple del Colon. Enrique Molina, Carlos Araujo H. y José Lamberti, Pág. 67.
Terapéutica Quirúrgica de la Ðlcera Gastroduodenal. H. Atencio Morillo, Pág. 77 (*).
Sobre el Problema de las Esofagitis Cáusticas. Feliciano Acevedo Gallegos, Pág. 87.
Instrumento que facilita y simplifica el uso de las suturas diferidas. R. E. Urrutia Loaiza, Pág. 91.
El Problema del diagnóstico de las Apendicopatías Crónicas. Joel Valencia Parparcén, Pág. 95.
Recepción en la Academia de Medicina de Barcelona, España, Pág. 119.
VI Congreso Panamericano de Gastroenterología y III Jornadas Venezolanas, Mayo de 1958, Pág. 124.
Índice desde el Volumen I al Volumen X inclusive, Pág. 129.
El índice de anunciantes traía anuncios de Acromicina (Laboratorios Lederle, distribuida por Laboratorios Biogen S. A.), tetraciclina para uso intramuscular, Avacan (Asta-Werke A.-G, Chemische Fabril, Alemania, distribuida por H. Kern & Co., S.A.), Ecuanil (Laboratorios Wyeth), dicarbamato 2-metil-2- n-propil-1,3-propandiol, en tabletas de 400 mg indicado en estados de ansiedad y tensión, estados neurológicos en los que interviene el espasmo muscular, espasmo muscular por condiciones reumáticas y ciertos trastornos convulsivos, Vi Etal, grageas de 100 mg (Dr. A. Wander, S. A., Berna- Suiza, distribuido por G. & C. Muskus), Vanilona en grageas y granulado (Laboratorios Leti) , anunciado como colagogo, lipotrópico, colerético, antialérgico, ureolísico, estimulante y regenerador de la célula hepática, Teragran y Minerales, polivitamínico (Laboratorios Squibb), Bario Pectina, suspensión de bario para estudios radiológicos, Atroparina en gotas, comprimidos y ampollas, antiespasmódico (Laboratorios Physia, distribuida por J. Pauly, sus hijos & Cia., S.A.), Ultracarbón en granulado y tabletas (E. Merck, Alemania, distribuido por C. A. Tonalite), indicado en afecciones tóxicas e infecciosas del aparato digestivo, Piptal y Dactil con Fenobarbital , antiespasmódicos (Distribuidores Palenzona & Cía., C.A.), Mediatric cápsulas, tratamiento estrógeno androgénico, con estrógenos conjugados equinos "Premarin, Ayerogen", Metiltestosterona, Vitamina C, clorhidrato de tiamina, vitamina B12, ácido fólico, sulfato ferroso anhidro y levadura de cerveza (Ayerst Laboratorios Inc., distribuido por Farma, AlfredoKuster y Cia.), Taka-Combex, cápsulas y líquido, con Taka-Diastasa, enzima amilolítica vegetal para la digestión de alimentos amiláceos (Parke, Davis & Compañía), Melanzina, a base de extracto fluido de solanum melongena con cloruro de colina, d-1metionina, inositol y nicotinamida, indicada para bajar las cifras de colesterol en sangre y proteger la célula hepática (Laboratorios Klinos, C.A.), Antrenyl, para el tratamiento de la úlcera gástrica, antiespasmódico y antisecretor (Productos Ciba, y Terramicina, en forma oral, intravenosa y tópica, indicada para amibiasis, salmonelosis y shigelosis (Pfizer Interamerican , S. A.). Traía además ese número una invitación de la Fundación "Ciba" para el año 1957: "para seguir estimulando las investigaciones acerca de los problemas del envejecimiento, la CIBA Foundation, de Londres (institución independiente para favorecer la colaboración internacional en el terreno de la investigación médica y química), ha organizado también un nuevo concurso para el año 1957. El tema vuelve a ser el de la investigación experimental de los problemas de envejecimiento, con cinco premios de 300 libras esterlinas cada uno para los trabajos, los cuales podían estar escritos en la lengua del autor, pero sin sobrepasar la extensión de 7.000 palabras, con un resumen en inglés que no podía ocupar como máximo mas del 3% de la extensión de todo el trabajo".
El trabajo del Dr. Alí Rivas Gómez, para ese entonces Asistente del Servicio de Gastroenterología del Hospital Carlos J. Bello, era una revisión sobre el sondeo duodenal, técnica que se usaba: 1° para estudiar el estado de las vías biliares; 2° para estudiar la secreción hepática, pancreática o duodenal, y 3° en el tratamiento de algunas afecciones. Consistía en la introducción de un tubo de goma cuya terminación en forma de un catéter uretral, como la sonda de Levin, con olivas de vidrio (Carnot, Mauban) o de metal (Rehfuss, Einhorn, Lyon y otras), era colocada en el duodeno. De estas, posiblemente la más usada en Venezuela fue la de Rehfus. Señalaba el Dr. Rivas que la técnica se basaba en las observaciones iniciales de Oddi, quien en 1887 describió el mecanismo esfinteriano de la ampolla de Vater, en las observaciones de Doyon (1893) y de Meltzer (1902) sobre el funcionamiento de las vías biliares, las de Meltzer, quien en 1917 demostró el efecto farmacológico que sobre la secreción biliar ejercía el sulfato de magnesio en contacto con la mucosa duodenal y las de Lyon, quien en 1919, valiéndose de las sondas flexibles ya experimentadas ampliamente por Einhorn en 1909, reglamentó el sondeo duodenal con el empleo de soluciones de sulfato de magnesio y de otros estimulantes como el aceite de oliva tibio en lo que posteriormente se llamó prueba de Meltzer-Lyon.
En esta prueba, continuaba el Dr. Rivas, "se obtienen tres tipos de bilis: la bilis A, que es de color amarillo oro en cantidad de alrededor de 20 cc; 15 a 20 minutos después se observa la salida de una bilis más oscura color castaño, en cantidad de 30 a 40 ccm que es la bilis vesicular. Posteriormente se obtiene una bilis color amarillo limón, proveniente de las vías biliares intrahepáticas, que es la bilis C, Generalmente se aprovecha la bilis extraída para practicar análisis químicos y examen microscópico y bacteriológico de la misma".
Mas adelante el Dr. Rivas se refería a: "el llamado sondeo minutado, que es la misma prueba de Meltzer-Lyon controlada cronométricamente y subdividida en cinco tiempos fundamentales: 1°) tiempo coledociano; 2°) tiempo del Oddi cerrado; 3°) tiempo de escurrimiento de bilis A, 4°) tiempo vesicular de escurrimiento de bilis B; 5°) tiempo del hepático o de escurrimiento de bilis C.". Añadía luego que "En el sondeo minutado se le presta mucha importancia al tiempo del Oddi cerrado, que normalmente debe ser de cinco minutos y nunca mayor de diez minutos, ya que el caso denotaría una hipertonía del esfínter de Oddi, la cual sería susceptible de ser tratada según la escuela del sondeo minutado, con instilaciones de novocaína que harían desaparecer dicha disquiinesia".
Finalizaba el Dr. Rivas su trabajo al expresar que: "Actualmente el sondeo duodenal ha cedido en importancia ante las nuevas técnicas radiológicas para explorar la vesícula y vías biliares, quedando solamente como una exploración complementaria". Se refería el autor a la colangiografía operatoria de Mirizzi, a la post-operatoria a través del tubo de Kehr, a la colecistografía oral y a la colecistocolangiografía endovenosa, las cuales, virtualmente, como se desprende del comentario final del Dr. Rivas, decretaron la desaparición o muerte clínica de la prueba de Meltzer-Lyon, y con ella, la de uno de los tratamientos de consultorio utilizados, con una base empírica, frecuentemente en la década de los 30 y de los 40 sobretodo, los drenajes biliares terapéuticos. (*) (**)
Otro trabajo de interés para nuestra relación histórica fue el que trataba sobre la terapéutica quirúrgica de la úlcera gastroduodenal, por el Dr. Humberto Atencio Morillo. En esa revisión, señalaba el Dr. Atencio que antes de Billroth, en 1881, el tratamiento fue siempre médico, pero que desde 1900, después que Moynihan puso de relieve la prevalencia de la úlcera gastroduodenal y desarrolló su diagnóstico, se operó un alto porcentaje de pacientes que, o bien no respondían de inmediato al tratamiento médico, o experimentaban alguna recidiva. Agregaba luego el Dr. Atencio que: "desde 1925, mejor conocida la patogenia y evolución de la úlcera y en presencia de trastornos post-operatorios varios, úlcera péptica, dumping síndrome, etc., el número de pacientes derivados a la cirugía es mucho menor. De las úlceras duodenales se operan alrededor de un 6 a 14% y de las gástricas de un 19,3 a un 65". Esta última cifra corresponde a la Mayo Clinic". Se consideraban para entonces cinco principales indicaciones quirúrgicas: perforación, obstrucción, hemorragia, sospecha de malignidad e intratabilidad médica. Las perforaciones se trataban quirúrgicamente con el cierre simple de la úlcera, sólo o combinado con gastroenteroanastomosis o gastrectomía subtotal. En lo que a la obstrucción respecta, Atencio diferenciaba la retracción cicatricial irreversible de la úlcera hasta el punto que impide el libre paso de los alimentos del estómago al intestino, de la obstrucción pasajera que acompaña a veces a la úlcera duodenal aguda, pilórica o antral, producida por edema inflamatorio y espasmo local, pero que responde a un tratamiento médico intensivo, basado en aspiración gástrica continua, antiácidos, antiespasmódicos y dieta blanda y fraccionada. Para las úlceras sangrantes recomendaba Atencio hospitalización, reposo en cama, alimentación blanda fraccionada, alcalino, antiespasmódicos y adecuada utilización de transfusiones, con cirugía, fundamentalmente gastrectomía subtotal, para aquellos que no respondían al tratamiento médico y continuaban sangrando. Decía el Dr. Atencio que: "Todas las indicaciones y argumentos de la terapéutica quirúrgica de la úlcera sangrante están basadas en la presunción de que la operación será realizada por un cirujano competente. Se ha sugerido que un cirujano cuya mortalidad en cirugía gástrica electiva excede del 5r% no debe ser escogido para realizar operaciones en pacientes con úlceras sangrantes. Es preferible tal vez continuar con el tratamiento médico".
Para la sospecha de malignidad Atencio citaba a W. L. Palmer con elementos clínicos, examen físico, estudios de acidez gástrica, citología (mediante aspiración o cepillado gástrico) (***), signos radiológicos, entre éstos, la rápida disminución del tamaño del cráter ulceroso en pocas semanas de lo que se consideraba en aquel entonces como una terapéutica adecuada.
En lo que a intratabilidad de las úlceras se refiere, expresaba Atencio que: "Existe un 20% de pacientes ulcerosos en los que el tratamiento médico no da el resultado apetecido... Existe un grupo, y no pequeño, en nuestros pacientes de hospital en los que materialmente no puede hacerse un tratamiento médico cuidadoso, que tarde o temprano termina por aceptar la intervención quirúrgica... En general se ven libres de molestias para siempre y el riesgo quirúrgico es solamente un poco mayor que el del tratamiento médico, 5% de mortalidad quirúrgica contra 2% de mortalidad por tratamiento médico".
Concluía el Dr. Atencio su revisión citando al profesor A. C. Ivy: "Todos nosotros, sin embargo, esperamos que llegue el día en que las operaciones mutilantes no sean ya necesarias. Los conocimientos actuales cimentan la base de una esperanza para que la investigación del futuro nos proporcione una droga innocua -sic- oralmente activa, capaz de evitar específicamente que la célula parietal segregue ácido o de hacer que las mucosas gástrica y duodenal sean menos susceptibles a su acción". Proféticas palabras que hoy en día se ven cumplidas con la aparición de los inhibidores de bomba de protones, precedidos por los bloqueadores de los receptores H2 histamina (42), medicamentos que hoy en día usamos rutinariamente en nuestra práctica profesional (****).
En la página 124 de ese número, en la sección de Noticias, se informaba que: " La Sociedad Venezolana de Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición, fundada en julio de 1945, resolvió, en sesión extraordinaria del mes de febrero próximo pasado, transformarse en Sociedad Venezolana de Gastroenterología, conservando sus mismos miembros fundadores, activos, correspondientes y honorarios; modificó sus Estatutos y nombró una Junta Directiva por dos años,... " y que:" Por resolución de la Sociedad, la Junta Directiva ejercerá las funciones de Comité Ejecutivo de la Comisión Organizadora del Congreso y de las Jornadas, actuando el Dr. Candia Candia como Secretario General, y como secretarios los Dres. César E. Louis, Feliciano Acevedo Gallegos, Aparicio Gómez Paoli y Luis Carbonell " (*****).
Contenía ese número los estatutos de la nueva Sociedad Venezolana de Gastroenterología, originada a partir de la separación de las tres especialidades que inicialmente integraban la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición (******) (*******). Con sede en la ciudad de Caracas, era definida como una asociación médica privada de carácter científico, cuyo objeto es propender al estudio y adelanto de la Gastroenterología, al desarrollo de los servicios hospitalarios de dicha especialidad y al fomento de las relaciones e intercambio científico con corporaciones nacionales y extranjeras similares. Los estatutos, aprobados en Caracas en febrero de 1956, contenían 34 artículos distribuidos en 9 secciones: Definición, Objeto y fines de la Sociedad; Personalidad Legal y Domicilio; de los Miembros; De las Seccionales; De las Reuniones; De la Junta Directiva; De la Revista; De Los Fondos de la Sociedad y Disposiciones finales.
En lo que a GEN concernía, el Art. 30° señalaba que: "La Sociedad editará en su Sede una publicación, que será su órgano oficial y se denominará G-E-N (Revista de Gastroenterología Venezolana). En él -sic- se publicará la nómina completa de los Miembros, ExPresidentes, Junta Directiva vigente y los trabajos presentados en las reuniones científicas, conferencias, Jornadas y Congresos". El Art.31° establecía que: "Dicha publicación tendrá un Director y un Comité de Redacción elegidos en Asamblea Nacional, que ejercerán sus funciones durante dos años", y el Art.32° que: "La revista de gastroenterología Venezolana tendrá sus Reglamentos, que deberán ser aprobados por la Asamblea Nacional".
Para ese número, el Director de la revista continuaba siendo el Dr. Joel Valencia Parparcén, y sus Redactores los doctores Feliciano Acevedo G., César E. Louis y Fuad Lechín. La Junta Directiva de la Sociedad para el perío- do 1956-1958 estaba integrada por los siguientes doctores: Presidente Joel Valencia Parparcén, Vice-Presidente J. R. Zerpa Morales, Secretario Emilio Candia Candia, Tesorero Ciro Caraballo y Vocal Miguel Ron Pedrique.
En la misma página 124, bajo la sección de Noticias, se informaba igualmente sobre el VI Congreso Panamericano de Gastroenterología y las III Jornadas Venezolanas de Gastroenterología, auspiciados por la Asociación Interamericana de Gastroenterología y la Sociedad Venezolana de Gastroenterología.
"Por resolución de la Asociación Interamericana de Gastroenterología se decidió celebrar, en la primera quincena de mayo de 1958, el VI Congreso Panamericano de Gastroenterología, escogiéndose a Caracas como sede y como Presidente del evento al Dr. Joel Valencia Parparcén, Director de GEN y ex-Presidente fundador de la Sociedad venezolana de Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición. La Asociación, reunida en La Habana con motivo del V Congreso, recomendó que el VI debía llevarse a cabo días antes del Congreso Mundial que se instalará en Washington en la segunda quincena del mismo mes de mayo de 1958, y que se tuviera sumo cuidado en la escogencia de los temas, a fin de que no hubiera paralelismo". (********).
Finalizaba ese número, que mantenía el mismo tipo de portada con la que se inició la revista (*********), con el índice de Volúmenes, el primero que publicaba la revista en sus 10 años, en los cuales se presentaron 156 trabajos médicos, algunos de ellos con reportes iniciales de nuevas técnicas en la especialidad que luego serían ampliamente aplicadas en los años siguientes, otros de revisión de experiencia nacional acumulada, y algunos de revisión de problemas gastroenterológicos de interés.
- Volumen I, con 9 artículos médicos, un editorial, Asamblea Constitutiva de la Sociedad e Información General, N° 1 julio-septiembre 1946, N° 2 octubre- diciembre 1946, N° 3 enero-marzo 1947, N° 4 abril. junio 1947).
- Volumen II, con 6 artículos médicos, y otro sobre estructura y función de un Servicio de Gastroenterología (N°1 julio-septiembre 1947, N° 2 octubrediciembre 1947, N° 3 enero-marzo 1948, N° 4 abril- junio 1948).
- Volumen III, con 4 artículos médicos y otro sobre la Gastroenterología en el Servicio de Gastroenterología del Hospital Vargas (N° 1 y 2, julio- diciembre 1948, N° 3 y 4, enero- junio 1949).
- Volumen IV, con 7 artículos (N° 1 y 2 julio- diciembre 1949, N° 3 eneromarzo 1950, N° 4 abril-junio 1950).
- Volumen V, con 12 artículos médicos y una información sobre la Tercera Jornada Panamericana de Gastroenterología y Primer Congreso nacional de Gastroenterología (México) (N° 1 y 2 julio- diciembre 1950, N° 3 eneromarzo 1951, N° 4 abril-junio 1951).
- Volumen VI, con 14 artículos médicos, una página informativa y el Programa de las Primeras Jornadas Venezolanas de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición (N° 1 julio- septiembre 1951, N° 2 octubre-diciembre 1951, N° 3 enero- marzo 1952, N° 4 abriljunio 1952).
- Volumen VII, con 14 artículos, dedicado a las Primeras Jornadas Venezolanas de Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición (N° 1 a 4 julio 1952-junio 1953).
- Volumen VIII, con 22 artículos, informe de un Comité de Expertos en Hepatitis, y Noticias Médicas (N° 1 y 2 julio-diciembre 1953, N° 3 y 4 enero-junio 1954).
- Volumen IX, con 22 artículos médicos, impresiones de una visita a la Clínica Lahey, informe sobre el VI Congreso Brasileño de Gastroenterología y IV Congreso Panamericano de Gastroenterología (Sao Paulo, junio 1954) y Respuestas a un Cuestionario sobre Hepatología.
- Volumen X, con 36 artículos médicos, Programa de las Segundas Jornadas de GEN, Discurso del Presidente de la Sociedad, Discurso del Rector de la Universidad Central de Venezuela, Decreto de Inauguración de la Cátedra de Clínica Gastroenterológica de la Universidad Central de Venezuela, Historia de la Schistosomiasis Mansoni, editorial sobre los 10 años de GEN, Estatutos de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, Recepción en la Academia de Medicina de Barcelona, España, Noticias del VI Congreso Panamericano de Gastroenterología y III Jornadas Venezolanas de Gastroenterología (Número Extraordinario julio 1955-junio 1956 dedicado a las
Segundas Jornadas Venezolanas de Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición, N° 3 y 4 enero-junio 1956). Uno de los procedimientos quirúrgicos propuestos para el tratamiento de la úlcera péptica era la vagotomía troncular, con resección de los nervios vagos y de sus ramas a la altura del esófago inferior, cuyos fundamentos teóricos habían sido precisados por el Dr. L. R. Dragstedt y colaboradores. En el volumen II, N° 2 (octubre-noviembre y diciembre de 1947) aparece un artículo de los doctores Julián M. Ruffin, Keith M. Grimson y Cathcart Smith sobre: "Los Efectos de la Vagotomía Transtorácica en la Evolución Clínica de la Úlcera Gastro-duodenal". Se señalaba que: "El presente artículo es un resumen del aparecido en la revista Gastroenterology y se publica en esta oportunidad en vista del interés que el asunto ha despertado en nuestro gremio médico". En el artículo, cuyo resumen se publicó sin referencias, se reportaban 30 pacientes operados con esta técnica. Entre las conclusiones de dicho trabajo se señalaba, entre otras, que:"los 30 pacientes operados de vagotomía transtorácica por úlcera gastro-duodenal han sentido un perfecto restablecimiento de los síntomas ulcerosos" y que: "el efecto más constante de la vagotomía es la reducción de la motilidad gástrica. La dilatación y retención gástrica fueron también hallazgos constantes, excepción hecha de los casos operados previamente de gastroenterostomía o gastrectomía parcial". Fue esta última observación la que llevó a descartar la técnica, a pesar de acompañarla luego con gastroenteroanastomosis o piloroplastia, y a buscar alternativas más fisiológicas que aparecieron luego como la vagotomía selectiva o supraselectiva.
Anotaciones:
(*) Uno de los métodos para hacer el cepillado gástrico era el cepillo de Ayre, instrumento dotado de 3 aspas con puntas de cepillo que se pasaba al estómago y se hacía rotar dentro del mismo mediante una manivela que hacía girar las aspas para luego retirarlo y hacer extendidos para estudio citológico frotando las mismas sobre laminillas que luego se fijaban con clara de huevo.
(**) El sondaje duodenal fue utilizado, posteriormente, sólo en forma esporádica para recolectar bilis vesicular y analizar en ella la presencia de cristales de colesterol indicativos de litiasis vesicular aunque, como expresaba el mismo Dr. Rivas, "el hallazgo de cristales de colesterol o de pigmentos de bilirrubinato cálcico no autorizan para hacer el diagnóstico de colelitiasis"
(***) El Dr. Alí Rivas Gómez fue el primer gastroenterólogo que ha sido Presidente de la Federación Médica Venezolana. Posteriormente el Dr. Francisco Ramírez, gastroenterólogo formado en el servicio de Gastroenterología del Hospital Carlos J. Bello, llegó a desempeñar también ese alto cargo gremial.
(****) En 1972, Black caracterizó un nuevo grupo de receptores de histamina, los receptores H2 y subsecuentemente desarrolló el primer antagonista de los receptores H2 histamina de utilidad clínica: la cimetidina. Un nuevo principio en el tratamiento de la úlcera péptica había sido instituido.
El picoprazol, sintetizado en 1976, fue el primer benzoimidazol sustituido estudiado entre los inhibidores de bomba de protoines. Estudios clínicos limitados demostraron que esta nueva clase de inhibidores de la secreción ácida, poseían promisorias propiedades terapéuticas. El omeprazol fue sintetizado en 1979 y abrió una nueva alternativa para el tratamiento de la enfermedad ulceropéptica y de la enfermedad de reflujo gastroesofágica. Desde el advenimiento primero de los bloqueadores de los receptores H2 histamina (42), posteriormente de los inhibidores de bomba de protones (43), y con el descubrimiento por Warren y Marshall del Helicobacter pylori y su relación con la gastritis y la úlcera gastroduodenal (44), la historia natural de la úlcera péptica ha cambiado de una manera radical. De allí que el premio Nobel de medicina haya sido conferido, en 1988, a Sir James Black y este año a los Dres. Warren y Marshall, en un reconocimiento del impacto que sus descubrimientos han tenido en el conocimiento de la patogenia y en el tratamiento de la úlcera gastroduodenal. La aspiración del Dr. Ivy, citada por el Dr. Atencio hace 60 años en su revisión sobre tratamiento quirúrgico de la úlcera, es hoy en día una realidad, y las indicaciones de cirugía por intratabilidad de la úlcera un recuerdo del pasado.
(*****) Quedaba en este número constancia de la separación de las tres especialidades que originalmente integraron la Sociedad Venezolana de Gastroenterología y Nutrición y del surgimiento de una nueva Sociedad, la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, con sus nuevos Estatutos.
(******) Durante ese período, un solo endocrinólogo llegó a presidir los destinos de la Sociedad, el Dr. Miguel Ruiz Guía, insigne especialista que dejó una profunda huella en la Endocrinología Venezolana.
(*******) Diversos factores contribuyeron a la escisión de las tres especialidades antes mencionadas. Por una parte, el crecimiento de las mismas, lo que implicaba programas y actividades diferentes, no necesariamente relacionadas, y por otra, tal y como se señalaba en el editorial de GEN, a propósito de los primeros diez años de la revista, la exigencia de jornadas y congresos médicos dedicados exclusivamente a la especialidad de Gastroenterología.
(********) El VI Congreso Panamericano de Gastroenterología fue quizás la razón principal de la reelección del Dr. Valencia Parparcén como Presidente de la Sociedad, nombrado como había sido Presidente de dicho evento durante el V Congreso Panamericano de Gastroenterología, celebrado en La Habana.
(*********) Ese diseño de portada de la revista se mantuvo invariable hasta el volumen XXVII, enero-junio de 1973, N° 3 y 4, cuando la revista adoptó un tamaño de 18 x 26 cm, con una portada en fondo azul, las siglas GEN (en formato grande, pero en minúsculas, en color blanco), y el escudo de la sociedad en la parte inferior de la portada, hacia el centro, inmediatamente por encima de la identificación de volumen, mes y número de la revista. Pasó algo curioso entonces: el siguiente número de la revista, correspondiente al volumen XXVIII, julio-septiembre de 1973, N° 1, vino con un diseño completamente diferente, de nuevo en un tamaño de 16 x 23 cm, pero con un fondo completamente diferente, con una franja blanca superior que representaba aproximadamente una quinta parte de la página, en la que se distinguían las siglas GEN (también en formato grande, pero en minúsculas, de color azul) con un texto en letras rojas que decía: "Auspiciada por la Asociación Interamericana de Gastroenterología y la Sociedad Venezolana de Gastroenterología" y en letras negras, la identificación de volumen, mes y número. En el resto de la portada, en fondo verde, se veía un dibujo de una úlcera en un corte transversal de la pared gástrica, otro de una úlcera bajo visión endoscópica y otro de una úlcera duodenal en corte de la pared duodenal, y en otra proyección anatómica. A diferencia de los números anteriores, en papel satinado, éste número tenía un papel diferente. Fue un solo número de la revista bajo este formato, ya que el siguiente número, correspondiente al volumen XXVIII, octubre 1973- julio 1974, Nos. 2-3-4, volvió a la portada en fondo azul y letras blancas, y a páginas de papel satinado, pero con el tamaño original de la revista, de 16 x 23 cm, y bajo la dirección del Dr. Vicente Lecuna Torres. No hay constancia en la revista de la razón de dichos cambios. Hasta entonces, y durante 28 años, había sido el Dr. Valencia Parparcén el Director de la misma, ejemplo valioso de dedicación, empeño y constancia para con la revista y la SVG que ella representaba. Ese nuevo formato se mantendría hasta el volumen 39, octubre-diciembre 1985, N° 4, ya que para el volumen 40, enero-marzo 1986, N° 1, la revista, siempre con el mismo diseño de portada, vendría en un tamaño de 21 x 228 cms, para adaptarse a requerimientos internacionales, durante la celebración del cuadragésimo aniversario de la revista, con la Dra. Marta Rodríguez de González como editora principal de la misma, desde 1982. Vendrían luego otros cambios, tanto de la revista como de sus editores, pero ellos representan parte de una historia que debe ser contada en otro momento, para completar la iniciada para los primeros diez años de la revista.
El editorial: "A los 10 años de GEN", no firmado, pero presumiblemente de la autoría del director de la revista para ese momento, el Dr. Valencia Parparcén, y escrito a propósito de los primeros diez años de GEN (45), expresaba lo siguiente: "Con esta entrega, GEN cumple sus diez años de vida, cerrando una etapa e iniciando otra. La revista, que fuera órgano de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición, continuará con su mismo nombre sirviendo de medio de expresión oficial a la recién creada Sociedad Venezolana de Gastroenterología (Gastroenterología Nacional) y recogiendo en sus páginas los artículos originales, las notas divulgativas y los casos clínicos de los especialistas, internistas y cirujanos, compatriotas o extranjeros, preocupados por el progreso permanente de la medicina abdominal. La determinación de desintegración no fue algo inmaduro. Hace once años fue una necesidad que especialistas que transitan tres vías muy conexas (Gastroenterología, Endocrinología y Nutrición) se agruparan para estructurar una sola Sociedad. Pero todas las ramas crecieron tanto que convino a los grupos una escisión, aunque fuera de forma. Siempre estarán los problemas de patología abdominal unidos no sólo con las glándulas endocrinas e influenciados o condicionados por los trastornos metabólicos, sino con toda la medicina, médica y quirúrgica, por ser uno el organismo y cobrar todos los días mayor importancia la persona donde se realiza la enfermedad o permanece la salud. Separados los gastroenterólogos de aquellos con quienes trabajaron en compañía, andarán juntos dentro de las Sociedades de Medicina Interna. Por otra parte, los Congresos regionales o internacionales de gastroenterología requerían la existencia de una Sociedad Nacional íntegramente dedicada a su servicio. Al frente de esta nueva etapa, GEN estará presente, sirviendo siempre a los intereses científicos de la Medicina".
Se cerraba así un ciclo que culminaba, en los diez primeros años de la revista, con la separación de las tres especialidades que habían dado origen a la SVGEN, y comenzaba otro en el que la Sociedad Venezolana de Gastroenterología continuaría por sí sola un camino que inició en compañía de endocrinólogos y nutrólogos, que se ha prolongado hasta ahora, sesenta y un años después, y que se extiende hacia un futuro promisor, en el que han aparecido avances de la especialidad como la videocápsula y la endoscopia confocal, que, en sus inicios, sólo un visionario al estilo de Julio Verne hubiera podido imaginar.
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