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Gen
Print version ISSN 0016-3503On-line version ISSN 2477-975X
Gen vol.66 no.2 Caracas June 2012
Revisión de Revistas
Manejo de las varices en la cirrosis
Introducción
La hipertensión portal, que es comúnmente causada por la cirrosis hepática, resulta en la formación de colaterales venosos a través de los cuales la sangre portal alcanza el sistema venoso sistémico. Las colaterales clínicamente más significativas son las varices esofago-gástricas.1
Las varices esofágicas son muy frecuentes en los pacientes con cirrosis. La prevalencia de las varices varía entre 0 a 40% en pacientes con cirrosis compensada a 70 80% en pacientes con enfermedad descompensada, tales como los que presentan ascitis u otras complicaciones.4,5
1. Prevención del desarrollo y crecimiento de las varices
Esto es la prevención de la formación y progresión de las varices. Los beta-bloqueantes reducen la presión portal en un promedio de 15 20%. Esta disminución no es dependiente de la función hepática ni del grado de hipertensión portal inicial o de otros parámetros hemodinámicos sistémicos. En un estudio que aleatorizó 213 pacientes con hipertensión portal, sin varices esofágicas, al recibir timolol o placebo, los beta-bloqueantes no impidieron la formación de varices.
14 Los eventos adversos fueron más comunes entre los pacientes del grupo del timolol. Se ha recomendado que los pacientes con cirrosis deben ser examinados para el desarrollo de varices cada 2 3 años.152. Profilaxis primaria
La profilaxis primaria es la prevención de la primera hemorragia variceal. El tratamiento profiláctico óptimo debe ser fácil de administrar, tener relativamente pocos efectos adversos y ser razonablemente efectivo. El tratamiento farmacológico con beta-bloqueadores no selectivos es el que potencialmente cumple mejor estos criterios.
Hay nueve ensayos acerca de profilaxis primaria usando bloqueadores de los β-receptores en pacientes con cirrosis y varices grandes, que comprenden 966 pacientes; siete ensayos de propanolol;
17-23 y dos de nadolol.24,25 Hubo una disminución del riesgo de sangrado estadísticamente significativa con el tratamiento con beta-bloqueantes. La mortalidad se redujo con los beta-bloqueantes, pero no significativamente. Los beta-bloqueantes han demostrado ser efectivos independientemente de la causa y la gravedad de la cirrosis, presencia de ascitis, y tamaño de las varices en un análisis de datos individuales de los pacientes de cuatro de los ensayos anteriores.26 Sin embargo, el sangrado puede ocurrir después de suspender la terapia con beta-bloqueadores, lo que sugiere que la terapia debe mantenerse de por vida.27 Los efectos adversos de los beta-bloqueantes son usual-mente reversibles tras la suspensión de la droga, y no se han reportado complicaciones fatales.La terapia endoscópica es otro medio de profilaxis primaria. En los últimos años, la ligadura endoscópica de las varices ha reemplazado a la escleroterapia endoscópica. Hay 16 ensayos aleatorizados comparando la ligadura endoscópica con banda de las varices esofágicas y el propanolol.
39,44,46-59 La ligadura de las varices redujo significativamente el riesgo del primer sangrado comparado con el propanolol. Sin embargo, no hubo diferencias en términos de mortalidad. La mortalidad por sangrado iatrogénico debido a la ligadura ha sido reportada.43,45 Un promedio de tres sesiones endoscópicas se requieren para erradicar las varices, esto significa que, en promedio,33 procedimientos endoscópicos restando las endoscopias de seguimiento después de la erradicación son necesarios para prevenir un episodio de sangrado en comparación con los beta-bloqueantes, con ningún beneficio para la mortalidad y a un gasto mucho mayor.61 Los resultados contradictorios de estos estudios y el pequeño número de pacientes aleatorizados y los eventos observados, así como el costo de la ligadura endoscópica de las varices, no proporcionan suficiente evidencia para recomendar algún cambio en la práctica actual de prescribir propanolol como tratamiento de primera elección para la prevención primaria de la hemorragia por varices, y el uso de la ligadura con banda si hay contraindicaciones o intolerancia a los beta-bloqueantes.61 Recientemente, un estudio comparando carvedilol, un beta-bloqueante no selectivo con actividad antagonista alfa, encontró tasas menores de sangrado en comparación con la ligadura con banda.62En resumen, los datos de los ensayos profilácticos indican que la detección de las varices en los pacientes con cirrosis debe ser parte de la práctica clínica de rutina, y si esto se encuentra, el tratamiento profiláctico para prevenir la primera hemorragia por varices debe ser ofrecido.
73,74 El tratamiento de primera elección es la terapia profiláctica con beta-bloqueantes; es económica, fácil de administrar y efectiva para la prevención de la primera hemorragia por varices y del sangrado por la mucosa gástrica. La profilaxis primaria con ligadura de las varices parece ser segura y puede ser una alternativa razonable para: I) pacientes con contraindicaciones para los beta-bloqueadores; y II) pacientes que no pueden tolerar la terapia con fármacos. Sin embargo, es menos ventajosa como tratamiento profiláctico de rutina, por ser mucho más costosa y con una disponibilidad menor que los betabloqueantes y no evitará el sangrado de la mucosa gástrica.A pesar de que los datos disponibles son limitados, se considera que los beta-bloqueantes son una opción terapéutica razonable en la presencia de varices pequeñas, particularmente en pacientes con enfermedad hepática avanzada, o que viven lejos de las unidades endoscópicas.
3. Profilaxis secundaria
Los pacientes que sobreviven al primer episodio de hemorragia por varices están en un alto riesgo de hemorragia recurrente y muerte, y por lo tanto deben recibir profilaxis secundaria.73 Los principales tratamiento usados en la profilaxis secundaria son: farmacológicos, tratamiento endoscópico combinado con fármacos, o el uso de derivaciones porto-sistémicas, ya sean quirúrgicas o, más comúnmente, una derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS).
Según lo confirmado por un metaanálisis de 12 ensayos que incluyeron a 769 pacientes,75 el tratamiento con beta-bloqueantes no selectivos disminuyó significativamente el riesgo de resangrado. La sobrevida también fue mejorada significativamente. Efectos adversos ocurrieron en el 17% de los pacientes y fueron generalmente leves. Ninguna complicación fatal ha sido reportada con beta-bloqueantes. Los beta-bloqueantes en asociación con nitratos orales han demostrado que inducen una mayor caída en la presión portal que los beta-bloqueantes solos.88 En un estudio aleatorizado, la adición de ISMN mejoró significativamente la eficacia del propanolol solo en la prevención del resangrado por varices.92 Sin embargo, ninguna diferencia significativa se encontró en la tasa global de resangrado y supervivencia. Además, más pacientes en el grupo de tratamiento combinado tuvieron que descontinuar la terapia por los efectos adversos. En un metaanálisis recientemente publicado, no se encontró ningún beneficio adicional con el uso de ISMN.31
La ligadura de las varices fue desarrollada con el objetivo de proporcionar una terapia endoscópica al menos tan efectiva como la escleroterapia, pero con menos complicaciones. Hay 20 estudios (con un total de 1634 pacientes) comparando la escleroterapia con la ligadura de las varices para la prevención de la hemorragia recurrente. El metaanálisis mostró que el resangrado era significativamente menor con la ligadura de las varices
que con la escleroterapia.101 La ligadura de las varices también se asoció con una mortalidad significativamente menor y menos complicaciones. Además, el número de sesiones de tratamiento necesarias para lograr la obliteración varicosa fue menor con la ligadura de las varices en todos los estudios.En un estudio prospectivo, aleatorizado, un total de 122 pacientes con historia de hemorragia por varices esofágicas fueron asignados al azar para recibir solamente ligadura de las varices o triple terapia (ligadura más nadolol y sucralfato).
128 La hemorragia variceal se redujo en el grupo con triple terapia. En otro estudio multicéntrico, la ligadura de las varices más nadolol también redujo la tasa de recurrencia de hemorragia en comparación con el grupo tratado solamente con ligadura con banda.129 Curiosamente, un reciente estudio controlado y aleatorizado encontró que la adición de la ligadura con banda al tratamiento farmacológico con nadolol y mononitrato de isosorbida no redujo la hemorragia recurrente, la necesidad de terapia de rescate, o la mortalidad; y se asoció con más efectos adversos. Adicionalmente, la asociación de la ligadura con banda al tratamiento con fármacos no redujo el alto riesgo de resangrado de los HVPG no respondedores.130Trece ensayos, con 948 pacientes, compararon TIPS con el tratamiento endoscópico (con o sin la adición de propanolol): nueve con escleroterapia133-141 y cuatro con ligadura de las varices.142145 El resangrado fue significativamente menor en los pacientes asignados al azar a TIPS. No hubo diferencia estadísticamente significativa en la mortalidad. La encefalopatía hepática fue estadísticamente significativa más común en los pacientes asignados al azar a TIPS.
La llegada de TIPS ha tenido un gran impacto en la necesidad de las derivaciones quirúrgicas. Hoy en día, una indicación posible para una derivación quirúrgica es en pacientes que han tenido TIPS, sin encefalopatía grave, pero que han tenido disfunción recurrente sintomática de TIPS. El injerto-H portocava de pequeño diámetro (PCHGS) o las derivaciones distales esplenorrenales son probablemente la opción quirúrgica favorita, cuando la vena porta aún está disponible en caso de que un trasplante hepático sea requerido.
4. Manejo de la hemorragia varicosa aguda
El manejo de la hemorragia por varices se basa en intervenciones no específicas, como la adecuada reanimación con líquidos y la protección de las vías aéreas, y en intervenciones específicas, como antibióticos profilácticos de rutina, drogas vasoactivas, tratamiento endoscópico, colocación de una sonda Sengstaken-Blakemore y derivaciones quirúrgicas o radiológicas.
Dos metaanálisis han demostrado que la profilaxis antibiótica previene infecciones en pacientes cirróticos con hemorragia gastrointestinal y aumenta significativamente la tasa de supervivencia a corto plazo.153,154
El tratamiento vasoactivo tiene por objeto controlar el episodio hemorrágico disminuyendo la presión portal. La terlipresina es un análogo sintético de la vasopresina con una vida media prolongada. La eficacia clínica de la terlipresina se ha evaluado en seis estudios aleatorizados controlados con placebo,163-168 incluyendo 388 pacientes. Hubo una reducción estadísticamente significativa del sangrado con terlipresina comparada con respecto a placebo. Más importante aún, la terlipresina es el único vasoconstrictor que reduce la mortalidad significativamente comparado con el placebo. Burroughs y col. demostrarón un beneficio estadísticamente significativo con el uso de la somatostatina para controlar la hemorragia por varices en un período de 5 días de tratamiento.169 Moitinho y col. demostraron que una infusión con una dosis de 500 μg/h logróuna tasa mayor de control de la hemorragia y una mejor supervivencia que una infusió de 250 μg/h.172
Doce ensayos compararon la escleroterapia frente a la ligadura con banda de las varices,
104,105,107-110,113,115,117-119,121 La eficacia para la hemostasia inicial fue similar con ambos tratamientos. Hubo una disminución de la incidencia de la falla del control de la hemorragia con la ligadura con banda. No hubo diferencia significativa en la mortalidad. La cirugía de emergencia (como la transección esofágica o la cirugía de derivación), aunque extensamente usada décadas atrás, es ahora raramente realizada en esta situación.TIPS detiene la hemorragia en un porcentaje significativo de los pacientes.186 Monescillo y col. evaluaron las varices sangrantes con una HVPG ≥ 20 mmHg en pacientes asignados al azar para recibir TIPS o terapia endoscópica estándar y terapia farmacológica dentro de las primeras 24 horas después de la admisión.187
El grupo TIPS tuvo menos fallas terapéuticas y, más importante, tuvo una menor mortalidad intrahospitalaria y a 1 año. En otro estudio multicéntrico reciente, una decisión temprana para PTFETIPS en pacientes con alto riesgo de falla de tratamiento (clase Child-Pugh C, o clase Child-Pugh B con hemorragia activa en la endoscopia) mejoró significativamente la supervivencia en los pacientes de alto riesgo con cirrosis admitidos con hemorragia variceal aguda.188 Finalmente, vale la pena recordar que la transfusión de sangre en el contexto de una hemorragia varicosa aguda debe ser realizada de manera conservadora, debido a que una excesiva restitución del volumen sanguíneo puede aumentar la presión portal.191 Un nivel de hemoglobina entre 7 y 8 mg/dl ha sido recomendado.152
En conclusión, los datos disponibles indican que el tratamiento endoscópico de emergencia con ligadura con banda o escleroterapia, en el momento del diagnóstico endoscópico inicial, debe ser el estándar de oro para el manejo del episodio hemorrágico varicoso agudo. Los fármacos de elección en el contexto de una hemorragia varicosa aguda, que deben iniciarse antes de la endoscopia si el paciente es conocido con cirrosis, son terlipresina (debido a que la mortalidad es reducida, aunque en pequeños estudios controlados por placebo) y somatostatina (que tiene menos efectos secundarios y ha sido exitosamente probada por más de 5 días). La profilaxis antibiótica es una parte integral de la terapia para pacientes con cirrosis que presentan hemorragia gastrointestinal superior y deben ser indicados desde la admisión.152
El papel de TIPS de emergencia como una "terapia de rescate" para la hemorragia no controlada por varices esofágicas o gástricas actualmente es una práctica común, pero sólo algunos centros pueden ofrecer un servicio de emergencia. Los ensayos aleatorizados con otras terapias tales como los stents esofágicos deben ser realizados.
5. Varices gástricas
Los pacientes con hemorragia por varices gástricas sangran más profusamente y requieren más transfusiones que los pacientes con hemorragia por varices esofágicas.
192 Además, estos pacientes tienen un riesgo de resangrado mayor y una tasa de supervivencia disminuida comprada con los pacientes con hemorragia por varices esofágicas. El tratamiento óptimo de la hemorragia por varices gástricas no es conocido. Hay poca información disponible sobre el papel de la drogas vasoactivas en el control de la hemorragia del fundus gástrico, y el taponamiento con balón ha sido usado con poco éxito. El uso estándar de esclerosantes está asociado con un resangrado inaceptable, particularmente por ulceración necrótica, debido a que la mucosa gástrica parece ser mucho más sensible a estos que el esófago. Debido a esto, agentes esclerosantes alternativos han sido evaluados. El isobutil-2-cianoacrilato ha demostrado que es superior a la etanolamina, en un estudio no aleatorizado.194 En un estudio aleatorizado, la ligadura endoscópica con banda y la inyección de n-butil-2-cianoacrilato fueron igualmente exitosas para controlar el sangrado activo, pero más pacientes que se sometieron a la ligadura con banda tuvieron resangrado.195 No hubo diferencia en la supervivencia. En otro estudio aleatorizado, la inyección de cianoacrilato logró la hemostasia más frecuentemente que la ligadura con banda, con menor resangrado y mortalidad reducida.196 Sin embargo, reportes de embolismo cerebral, con adhesivos tisulares identificados postmortem así como la embolización esplénica y el desarrollo de abscesos retrogástricos. El interés por lo tanto se ha concentrado en la trombina. Esta es mucho más fácil de administrar y se ha demostrado que proporciona una buena hemostasia temprana.197 Sin embargo, en todos estos estudios, las tasas de resangrado se han mantenido altas. Por lo tanto, en pacientes con resangrado o hemorragia no controlada por varices gástricas, la cirugía de desvascularización o la derivación portosistémica ha sido propuesta. El TIPS es muy efectivo en esta situación, con una tasa de éxito > 95% para la hemostasia inicial y una tasa de resangrado temprano < 20%.198 TIPS parece ser tan eficaz para las varices gástricas como para las varices esofágicas. El TIPS, la cirugía de derivación y, por supuesto, el trasplante hepático son las únicas otras opciones terapéuticas para la hemorragia recurrente por varices gástricas.Nuevos enfoques
La simvastatina se ha encontrado que disminuye la hipertensión portal, tanto por su propia cuenta y en combinación con betabloqueantes no selectivos.
202 Este es un hallazgo muy prometedor, pero los ensayos para evaluar sus efectos en los extremos clínicos son necesarios.El potencial de las drogas que actúan sobre el sistema reninaangiotensina-aldosterona también merece más investigación. A pesar de la preocupación acerca de la hipotensión y la insu
ficiencia renal, un metaanálisis reciente encontró que los inhibidores ACE/ARB eran seguros en pacientes con cirrosis bien compensada (Child clase A).203 Sin embargo, no deben ser usados en pacientes con enfermedad más severa debido a que ellos reducen la tasa de filtración glomerular.204En modelos animales, dosis muy bajas del agente antiangiogénico sorafenib han demostrado que disminuyen la presión portal y el tamaño de los colaterales portosistémicos,
205 pero los estudios en humanos todavía no se han realizado.6. Conclusión
La base del manejo de las varices en la cirrosis consiste en el uso de tratamiento farmacológico y endoscópico. En la prevención
del primer episodio hemorrágico, la profilaxis farmacológica con beta-bloqueantes parece ser más razonable en aquellos pacientes que puedan tolerarlos, mientras que una combinación del tratamiento endoscópico y farmacológico puede ser superior en la prevención del resangrado. La hemorragia aguda por varices es una emergencia médica que requiere tratamiento con antibióticos sistémicos, drogas vasoactivas y endoscopia, y una red para referir a estos pacientes para la realización de TIPS si estos fallan.
Destacados del artículo
La hemorragia aguda por varices se maneja con una combinación de tratamiento endoscópico y farmacológico (drogas vasoactivas y antibióticos).
La profilaxis primaria del sangrado por varices es preferentemente hecha con beta-bloqueantes no selectivos.
La profilaxis secundaria debe ser realizada con una combinación de beta-bloqueantes no selectivos y la erradicación endoscópica de las varices por ligadura.
La referencia temprana de los pacientes de alto riesgo para
la consideración de una derivación portosistémica intrahepática transyugular es importante.Este cuadro resume los puntos clave contenidos en el artículo.
Cita(s):
Expert Opin. Pharmacother. (2011)12(5):721-735.
Respuestas Autoevaluación
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