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Revista Técnica de la Facultad de Ingeniería Universidad del Zulia

versión impresa ISSN 0254-0770

Rev. Téc. Ing. Univ. Zulia v.31 n.Especial Maracaibo dic. 2008

 

Evaluation of the sub-products from the chlorination process at the “Lucio Baldó Soulés” Water Treatment Plant 

Auxilia Mallia, Luis Ríos, Jocelyn Carrillo, María Llobregat
y Celeste Fernández
 

Escuela de Ingeniería Química, Facultad de Ingeniería, Universidad de Carabobo,Línea de investigación Biotratamientos. Valencia Venezuela. amallia@uc.edu.ve ; admallia@yahoo.es

Abstract 

Every process used to make water potable involves the addition of chemical substances to improve the physicochemical and bacteriological properties of water. Chlorine is used in the disinfection process,step that guarantees the bacteriological quality of the water. When chlorine is added to water with a high content of organic matter, there are secondary reactions that generate “Organo-chlorinated” compounds, which in some cases have proven carcinogenic, specifically the brominated tri-halogenated methanes. This study determined the concentration of tri-halogenated methanes in the water from the “Lucio Baldó Soulé” water treatment plant. The pre-chlorination point was also modified, to evaluate if there was a relation between this point and the formation of tri-halogenated methanes (THM). A total of 8 samples collected during 4 sampling sessions carried out in a four-week period were analyzed. The THM concentration was determined by gas chromatography, using the liquid-liquid micro-extraction technique, and by capillary gas chromatography with an electron micro-capture detector (µecd). The concentrations of the following THM were determined: chloroform (CHCl3), bromoform (CHBr3), dibromochloromethane (CHBr2Cl) and dichlorobromomethane (CHCl2Br). Some results showed that modifying the point where the chlorine was injected decreased the concentration of THM from 79.9 ± 0.8 µg/L to 12.5 ± 0.5 µg/L, a value substantially lower than the maximum permissible concentration established by the Environmental Protection Agency in the United States 80 µg/L and by the MARN (Venezuelan Environmental Ministry) 460 µg/L for the total of the four THMs. 

Key words:  subproducts,chlorine demand, tri-halogentaed methanes. 


Evaluación de los subproductos de la cloración en el proceso de Potabilización de la Planta
“Lucio Baldó Soulés” 

Resumen 

Todo proceso de potabilización involucra la adición de sustancias químicas para mejorar las propiedades físico-químicas y bacteriológicas del agua. El cloro es usado en el proceso de desinfección, etapa que garantiza la calidad bacteriológica del agua. Cuando se adiciona cloro a un agua con alto contenido de materia orgánica, ocurren reacciones secundarias que generan compuestos “Organoclorados”, los cuales en algunos casos han resultado ser cancerígenos, específicamente los Trihalometanos bromados. En este estudio se determinó la concentración de trihalometanos en el agua de la planta de Potabilización “Lucio Baldó Soulé”. Adicionalmente se modificó el punto de pre-cloración, con la finalidad de evaluar si existía una relación entre éste y la formación de trihalometanos (THM). Se analizaron un total de 8 muestras recolectadas durante 4 muestreos que se realizaron durante cuatro semanas. La concentración de THM se determinó por cromatografía de gases, mediante la técnica de headspace. Se determinaron las concentraciones para los siguientes THM: cloroformo (CHCl3), bromoformo (CHBr3), dibromoclorometano (CHBr2Cl) y diclorobromometano (CHCl2Br). Entre los resultados se tiene que la concentración de trihalometanos al modificar el punto de inyección de cloro disminuyó de 79,9 ± 0,8 µg/L a 12,5 ± 0,5 µg/L valor que es sustancialmente menor con respecto a la concentración máxima permisible establecida por la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. 80 µg/L y por el MARN 460 µg/L para el total de los cuatro THM. 

Palabras clave:  Desinfección, subproductos, demanda de cloro, trihalometanos.

1. Introducción 

Todo proceso de potabilización involucra la adición de sustancias químicas con el objeto de mejorar las propiedades físico-químicas y bacteriológicas del agua. Una de las sustancias más importante es el cloro, quien se encarga del proceso de desinfección, etapa que garantiza la calidad bacteriológica del agua, y que depende de una serie de condiciones que determinan su comportamiento. Cuando la adición de cloro se hace a un agua con alto contenido de materia orgánica, se da lugar a una serie de reacciones secundarias que conllevan a la producción de moléculas químicas particulares denominadas “Organocloradas”, las cuales en algunos de los casos han resultado ser cancerígenas, como es el caso de los Trihalometanos bromados [1]. 

Los THMs más predominantes son el clorofomo y el bromodicloroetano; con frecuencia tambien se encuentran el dibromoclorometano y el bromoformo. La concentración de los THMs depende de la presencia de los precursores, así como de la dosis de cloro y el tiempo de contacto, la temperatura del agua y el pH. En estudios efectuados en animales, se ha descubierto que el cloroformo en altas dosis es cancerígeno y que los otros THMs (pruebas en bacterias) son mutagénicos [2]. 

El Estado Carabobo se encuentra ubicado en la región central de Venezuela y tiene una población de 1.913.428 habitantes [3]. El suministro de agua en este Estado se realiza a través de dos sistemas de bombeo conocidos como Sistema Regional del Centro I (SRC-I) y Sistema Regional del Centro II (SRC-II). El SRC-II lo forman el embalse Pao-La Balsa y la planta de tratamiento Lucio Baldo Soules. La planta de Potabilización de agua “Lucio Baldó Soulés” ubicada en el sector Noguera del municipio Carlos Arvelo del Estado Carabobo, cuenta con una capacidad de producción instalada de 5500 L/s, y con la expectativa de incrementarla a corto plazo a 6300 L/s. 

La fuente de abastecimiento de agua de la planta “Lucio Baldó Soulés” es el embalse Pao-La Balsa, ubicado en las galeras del Pao en el estado Cojedes. La torre toma, de 4 m de diámetro y 25 m de altura permite obtener 5,5 m3 de agua cruda por segundo. El embalse Pao La Balsa se nutre de la cuenca principal del río Pao y sus afluentes. La capacidad de almacenamiento es de 450 MM de metros cúbicos. [4] 

La planta Lucio Baldó Soulés junto al embalse Pao-La Balsa abastecen el eje oriental del estado Carabobo y la mayoría de los municipios del estado Aragua hasta la ciudad de la Victoria, municipio Ribas [4] (Figura 1). 

Debido a la gran importancia que reviste la población servida se considero necesario evaluar la presencia de subproductos de la desinfección, para tomar medidas que permitan su disminución en el agua destinada para el consumo humano. Se requiere estudiar si se están generando en la planta en estudio, en qué concentraciones y si hay relación entre el punto donde se efectúa la pre-cloración y la formación de trihalometanos (THM). 

Se debe destacar que el estudio se efectuó a nivel de escala piloto (pruebas de Jarra), simulando los distintos procesos al cual es sometida el agua dentro de la planta de potabilización (coagulación, floculación, sedimentación así como la pre y post desinfección). Los puntos de muestreo incluyen salida de la etapa de coagulación, salida de la etapa de floculación, salida de la etapa de sedimentación y entrada al tanque de almacenamiento. En la planta se cuenta con una serie de bombas que son las responsables de enviar las muestras correspondientes a cada uno de los puntos antes mencionados, directamente al laboratorio para su posterior análisis. Adicionalmente el agua a la salida de la etapa de sedimentación fue utilizada para la realización de la curva de demanda de cloro, correspondiente al planteamiento de realizar la pre-cloración en dicho punto. Para la captación de tal muestra, se realizó una simulación del proceso (a escala piloto), reproduciendo las condiciones en planta, tanto el tiempo de retención como las dosificaciones de sulfato de aluminio y carbón activado, utilizando el equipo de ensayo de jarra. De esta simulación se tomaron muestras del agua a la salida de la etapa de coagulación y de la etapa de floculación. Las pruebas no se efectuaron directamente en la planta puesto que esto implicaba la modificación del patrón de operación de la misma así como inversión de recursos financieros, humano y tiempo. 

2. Parte Experimental 

Recolección de muestras 

La recolección de muestras se estableció de acuerdo a los métodos normalizados [5]. Las muestras de agua cruda se tomaron como muestra simple o puntual por ser constante sus características durante un período considerable de tiempo. Se tomaron muestras del agua a la salida de las etapas de coagulación, floculación y sedimentación, obtenidas del proceso simulado en el equipo de ensayo de jarra, se captaron con una inyectadora de 10 cc para pasarla luego a botellas de vidrio color ámbar, para su posterior análisis [5]. 

La frecuencia de recolección de muestras fue de dos veces por semana por un período de 4 semanas para un total de 8 muestras. Esto debido a la disponibilidad de los analistas de laboratorio, equipos, materiales y reactivos, a fin de no interferir con los horarios de captación y análisis de parámetros que permiten controlar el proceso de la planta diariamente. Así, se precisó que los días de captación de muestras serian los días lunes y miércoles, además, estos días corresponden a los mismos en los que la planta envía muestras al Laboratorio Central de Hidrocentro para la realización de los análisis de trihalometanos. 

Parámetros de evaluación 

Los parámetros más importantes, que determinan el buen funcionamiento de este mecanismo son: el tiempo de residencia del desinfectante con el agua, dosis de desinfectante aplicada, las propiedades físico-químicas del agua a ser desinfectada, y las sustancias químicas presentes en el medio que puedan interferir en la acción desinfectante. El método de análisis correspondiente a la medición de los trihalometanos bromados, fue la micro extracción líquido-líquido y cromatografía de gas capilar con detector de micro captura de electrones (µECD) [5]. 

Cada muestra de agua es extraída con Pentano y el extracto es inyectado en un cromatógrafo de gases equipado con un detector de captura de electrones (µECD) de respuesta lineal para la separación y análisis de los cuatro THMs. El tiempo de extracción y análisis es entre 20 y 30 minutos por muestra. Las soluciones estándar y las muestras son extraídas y analizadas de igual manera, bajo las mismas condiciones. Dadas las regulaciones nacionales, las concentraciones de cada THM son reportadas por separado. 

agua1-f1

Análisis de muestra y estándares: Posteriormente los viales son transferidos a la torre de inyección HP 7673 para análisis. Los análisis son realizados en un GC serie HP 6890, la inyección automática sin división (splitless) es realizada con una torre de inyección HP 7673 con parámetros ajustados el cual permite inyectar a diferentes profundidades de succión en un vial. Columna 30m 0,53mm di × 2,65µm HP-1 (polidimetilsiloxano). Manejo de Datos ChemStation (serie DOS). Las condiciones analíticas usadas se muestran en la Tabla 1. 

Simulación del proceso de desinfección 

Para determinar la posible influencia de la ubicación del punto de dosificación de productos químicos en el proceso de desinfección y posterior formación de los trihalometanos, se realizó una simulación del proceso (a escala piloto), reproduciendo las condiciones de planta, tanto del tiempo de retención como las dosificaciones de sulfato de aluminio y carbón activado, utilizando el equipo de ensayo de jarra. 

En la práctica el control de la operación del proceso de coagulación se hace mediante pruebas de laboratorio. La prueba de jarra representa uno de los ensayos más usados. Por medio de éste se puede simular el proceso de coagulación evaluando y determinando parámetros como: dosis óptima de coagulante, tiempo de floculación, pH de coagulación, velocidad de sedimentación, entre otros [7, 8]. 

El objetivo de este ensayo es determinar la dosis de coagulante que produce la más rápida desestabilización de las partículas coloidales en planta y hace que se forme un flóculo pesado y compacto que quede fácilmente retenido en los sedimentadores, según sea el caso, con la finalidad de que este no se rompa al pasar por el filtro. Debe observarse que el flóculo que se busca, por tanto, es aquel que da el mayor rendimiento en el conjunto de procesos de clarificación [8]. 

El aparato de prueba de jarra consta de 6 vasos de precipitados o vasos de precipitado y con sus correspondientes agitadores de velocidad variable que permiten la mezcla de las muestras, durante un tiempo determinado, reproduciendo las condiciones de la etapa de coagulación- floculación de la planta de tratamiento (Figura 2). 

Cuando se habla del proceso actual (pre-cloración en los canales de sedimentación) se refiere a la ubicación del punto de pre-cloración en la planta de potabilización Lucio Baldó Soulés, tal y como operaba para el momento del estudio. Por el contrario, en el proceso propuesto (cloración después del sedimentador) lo que se sugiere es cambiar el punto de la pre-cloración, esto con la finalidad de aumentar la eficiencia del proceso de desinfección y disminuir la cantidad de subproductos formados. Para ello se efectuaron estudios a escala de laboratorio. 

Por otra parte, se tomaron muestras de agua a la salida de las etapas de coagulación, floculación y sedimentación obtenida del proceso simulado en el equipo de ensayo de jarra, a fin de evaluar la presencia de THM’s a lo largo de las etapas que conforman el proceso. 

Método de ejecución de la prueba de jarra [8] 

Se tomaron seis (6) muestras del agua a utilizar en 6 vasos de precipitados (jarras) de 1000 mL. Se colocaron las jarras en el aparato, se bajan los seis agitadores de paleta. Se enciende el equipo para comenzar la mezcla, ajustando la velocidad a 80 rpm. 

Se agregó en el primer minuto a cada jarra las soluciones de sustancias químicas que se dosifican en planta: cloro, carbón activado y sulfato de aluminio, en el orden de adición en planta y la cantidad de sustancia establecida para cada jarra. Se observó en cada jarra la formación del flóculo, y se anotó el tiempo de aparición. 

Se disminuyó la velocidad de agitación a 20 rpm durante 15 minutos. 

Durante la mezcla lenta se observaron y anotaron el tiempo en que aparece el primer flóculo visible y se dejó crecer. Se observó a cual dosis correspondió el flóculo más grande. Se tomó nota del tamaño del flóculo según el índice de Willcomb (Tabla 2) y el comparador según WRA [9]. 

Se detuvo la mezcla, esta operación duró 30 min. Se observó la sedimentación en cada jarra, mirando como se desplaza el flóculo hacia el fondo para ver si la sedimentación es rápida o lenta. 

Una vez que finalizó la sedimentación, se tomó el sobrenadante de cada uno de las jarras, transfiriendo a un matraz para posteriores análisis de color, turbidez, pH a fin de evaluar la sedimentación. 

Finalmente, una vez realizada la simulación del proceso modificado (a escala piloto) mediante el uso del equipo del ensayo de jarra, se realizaron análisis de trihalometanos al agua para verificar su calidad. 

 

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3. Resultados y Discusión 

En el análisis del proceso actual de potabilización, se estudió la presencia de los subproductos de cloración, a lo largo de todas las etapas del proceso, para evaluar su concentración y causas de origen. 

En la Tabla 3 se observa la variación de la concentración de estos subproductos, a lo largo de todas las etapas del proceso actual de potabilización y el propuesto. En la Tabla 4 se presentan las concentraciones promedio de THMs en ambos procesos, así como los establecidos en la Gaceta Oficial N° 36395. 

Entre los trihalometanos encontrados se tienen el cloroformo, el bromodiclorometano, dibromoclorometano y el bromoformo, la suma de las concentraciones se toma como la representación de la concentración de los trihalometanos totales. Cabe destacar que para el dibromoclorometano y el bromoformo se obtuvieron concentraciones despreciables o no cuantificables (NQ) a lo largo de todas las etapas y en todas las muestras analizadas del proceso. 

El CHCl3 fue el THM encontrado en mayor concentración en la zona de estudio, al igual que se ha observado en estudios similares realizados en otras zonas [10-14]. Se sabe que la presencia en la materia orgánica de una fracción húmica y otra fúlvica, que contienen gran cantidad de compuestos con enlaces insaturados, son los responsables de la formación del CHCl3, siendo la fracción húmica (que contiene grupos funcionales: acetilos, carboxilos, fenólicos, alcoholes, corbonilos y metoxi), la que reacciona en una mayor extensión con el cloro a través de reacciones de oxidación y sustitución [15, 16]. 

En relación con la ausencia de CHBr3, hallazgo que coincide con el estudio de Chang et al. [17], ésta puede ser debida a que las fuentes que abastecen a los embalses estudiados provienen principalmente de aguas de ríos y aguas superficiales en las que, según estudios realizados, el contenido de bromo es generalmente bajo [11]. 

Existen algunos trabajos venezolanos donde se han realizado determinaciones de THM en acueductos nacionales. En un trabajo efectuado por el Ministerio de Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables [18] se estudió la presencia de THM en las aguas del Acueducto Regional del Centro (Estado Carabobo) y del Acueducto Metropolitano (Distrito Federal). En este trabajo se encontró que, en ambos casos, los valores de THM totales fueron menores a 52 µg/L. Igualmente, Saavedra y Breto [19], que evaluaron muestras de agua de la Planta de tratamiento Alejo Zuloaga del Estado Carabobo, observaron una concentración promedio de THM de 80 µg/L. 

En 1993, Prieto y Herrera [19] realizaron una determinación de THM en la Planta de tratamiento Alonso de Ojeda de la ciudad de Maracaibo, obteniéndose una concentración media de THM de 56,6 µg/L, siendo el cloroformo el principal constituyente con una media de 39,1 µg/L [20]. 

Los resultado del presente estudio demuestran el aumento de la concentración de los trihalometanos, a medida que avanza el agua a través de las diferentes etapas de tratamiento, lo cual se explica por el hecho de que a medida que transcurren las etapas, mayor es el tiempo de residencia del cloro en el agua, siendo por ende mayor el tiempo de contacto del cloro con la materia orgánica presente, dando paulatinamente mayor posibilidad para la formación de estos compuestos [21]. 

Sin embargo, al establecer el punto de pre-cloración en los canales de agua sedimentada, se logra que en etapas anteriores en donde el agua posee cierta cantidad de materia orgánica, no exista cloro en contacto con la misma, evitando en gran medida la formación de los subproductos ya mencionados tal y como se evidencia en las tablas anteriores, donde únicamente se tiene presente al cloroformo, generando concentraciones no cuantificables para el resto de los THMs analizados, y además en la etapa de sedimentación solamente, debido a que en etapas anteriores no hay presencia de cloro en el agua. 

Se observa como la concentración de los THMs correspondiente al agua a la salida de la etapa de sedimentación para el proceso propuesto es menor a la homóloga en el proceso actual, lo cual es totalmente lógico debido a que en el proceso propuesto, la pre-cloración está ubicada en los canales de agua sedimentada, lo cual trae como consecuencia que en etapas anteriores a la sedimentación no exista un residual de cloro, descartando la posibilidad de que pueda reaccionar con la materia orgánica presente en el agua. Lo mismo se espera para la concentración de THMs en el agua tratada correspondiente al sistema planteado, en donde a pesar de no poseer resultados al respecto, se espera un aumento ligero de la concentración de los mismos, generando esto que se mantenga el comportamiento evidenciado para la etapa estudiada. 

 

En el proceso propuesto, se tiene la primera adición de cloro en los canales de sedimentación, correspondiente al punto de pre-cloración, etapa en la cual la carga orgánica presente es baja, gracias a los procesos anteriores de coagulación, floculación y sedimentación. Esta disminución considerable de la cantidad de materia orgánica, origina que la posibilidad de reacción del cloro con la misma sea mínima, disminuyendo la formación y concentración de los THMs en el agua [22, 23]. 

Adicional a este hecho, cabe destacar que el punto de dosificación de cloro, correspondiente a la pre-cloración se encontrará ubicado justo al final del canal del agua sedimentada, punto en el cual concurre el agua proveniente de los cuatro sedimentadores que operan en el proceso, haciendo que la mezcla genere una turbulencia de tal magnitud que aumente la cantidad de oxígeno disuelto en el agua, lo cual refuerza aún más el beneficio del planteamiento realizado, ya que dicha cantidad de oxígeno disuelto acelera la oxidación de la materia orgánica y otros compuestos, disminuyendo todavía más la posibilidad de que aumente la concentración de los THMs [24]. 

Por otra parte, el punto planteado de pre-cloración, aleja la posibilidad de que el carbón activado interfiera en la acción desinfectante del cloro, transformándolo en iones cloruro [25], debido que los puntos estarán lo suficientemente distanciados como para evitar que eso ocurra, ya que este último es el encargado de remover compuestos que le dan color y sabor al agua, adsorbiéndolos en su superficie y dentro de los poros. Adicional a estos compuestos se encuentran los oxidantes como el cloro y el ozono, y los derivados cancerígenos (trihalometanos) originados en tratamientos de agua, los cuales también son removidos por el carbón, el cual los transforma en formas reducidas inofensivas. 

Es importante destacar el efecto catalítico del área de superficie del carbón activado, reduciendo la molécula de cloro (Cl2) a iones cloruro (Cl-). [26] Una propiedad muy utilizada de los carbones activos -de interés en muchos casos- es su acción catalítica y, más concretamente, la que ejercen sobre la reacción de oxidación del agua con cloro libre [1, 27]: 

Cl2 + H2O ® 2 HCl + ½ O2 

Se realiza así la eliminación de cloro de un agua que haya sufrido un tratamiento de cloración en exceso. Esta acción eliminadora de cloro se caracteriza por la longitud de semi-decloración, que es la altura de lecho filtrante que, a una velocidad dada, provoca una reducción a la mitad de la dosis de cloro en el agua. El pH tiene una gran influencia en esta longitud. En la práctica, se utilizan, según la temperatura, el contenido de cloro libre y la tolerancia admitida sobre el cloro residual, cargas volúmicas que van de 5 a 15 volúmenes de agua por volumen de carbón activo y hora [28]. 

 

Se produce una acción catalítica del mismo tipo frente a las cloraminas, que se descomponen en nitrógeno y ácido clorhídrico. Sin embargo, su cinética es más lenta que en el caso del cloro libre (longitud de se mide cloración mucho más elevada); por lo tanto, si se desea obtener resultados comparables, es preciso disminuir notablemente las cargas volúmicas [28]. 

El poder de eliminación de cloro de un carbón se ve afectado por todo lo que se opone al contacto entre el carbón y el agua a tratar: sedimentos de carbonato cálcico, saturación de la superficie por adsorción de contaminantes diversos, entre otros [28]. 

La remoción de cloro y de cloraminas, es una reacción rápida y no constituye un proceso de adsorción, sino más bien un proceso de reacción catalítica de superficie, en donde, como ya se dijo, la molécula de cloro es catalizada en dos iones cloruros, al hacer reacción con la superficie del carbón [29]. 

Todo lo anterior explica el por qué la adición de cloro debe hacerse en un punto lejano al punto de dosificación de carbón activado, con la finalidad de que este último atrape toda la materia orgánica posible y sature su superficie adsorbedora, eliminando o disminuyendo la posibilidad de que reaccione catalíticamente con el cloro e inhiba su acción desinfectante. 

Inicialmente se debe hablar del punto de pre-cloración. Este punto de dosificación se encuentra ubicado en el canal del agua de entrada a la planta, en donde el agua posee una cantidad de materia orgánica capaz de reaccionar con el mismo y generar subproductos [17]. 

Adicionalmente, se tiene el hecho de que, muy seguidamente a la adición del cloro en la pre-cloración, se encuentra el punto de dosificación de carbón activado, lo cual hace que este último tenga la posibilidad de inhibir la acción desinfectante del cloro, aun cuando este no ha tenido tiempo suficiente para realizar su trabajo oxidante y desinfectante [22]. Por todo lo antes explicado, se considera que el punto de pre-cloración no es óptimo tal y como se encuentra en la actualidad, sino más bien en el canal de agua sedimentada, tal y como ha sido evidenciado por los resultados obtenidos. 

Sin embargo, el hecho de tener un residual de cloro a lo largo de todas las etapas, por una parte garantiza la desinfección bacteriana del agua y por la otra evita el crecimiento de algas que pueden darle color al agua con el tiempo, lo cual no ocurriría si el punto de pre-cloración se coloca en el canal de agua sedimentada. 

Por otra parte, cuando el cloro se añade por primera vez al agua en el canal de entrada a la planta, se le da a este un tiempo de residencia considerable para que pueda llevar a cabo su acción oxidante y desinfectante, siendo este de aproximadamente dos horas y treinta minutos, desde que el agua entra en contacto con el cloro hasta que llega al tanque de almacenamiento; sin embargo para el punto propuesto este tiempo no se obtendría durante el recorrido del agua en la planta, sino mas bien se manejaría directamente con el tiempo de residencia del agua en el tanque de almacenamiento, subsanando así tal hecho. 

En general se puede decir, que tomando y analizando variables como: dosis de cloro a emplear, costos asociados al consumo de cloro, concentración de THMs, cloro residual en las etapas del proceso e interferencias de sustancias químicas dosificadas, se puede determinar que el punto actual de pre-cloración, correspondiente al sistema actual de desinfección, no es óptimo, en comparación con los resultados arrojados por el planteamiento hecho de mover dicho punto hasta los canales de sedimentación. 

Finalmente, el punto de post-cloración, es el encargado de dosificar el remanente de solución clorada, y de generar el residual de cloro requerido para garantizar la calidad sanitaria del agua a través de todo el sistema de distribución y redes de tuberías, por lo cual su ubicación debe ser al final de dicho proceso, coincidiendo con el punto de dosificación actual empleado en el proceso de potabilización. 

4. Conclusiones 

Entre las conclusiones más importantes se encuentran que la implantación del proceso de potabilización planteado para la planta Lucio Baldó Soulés mejora la calidad del agua en cuanto a presencia de subproductos de cloración (TMHs totales) reduciendo su concentración de 79,9 ± 0,8 µg/L a 12,5 ± 0,5 µg/L Además se evidencia que el carbón activado ejerce una interferencia de la acción desinfectante y oxidante del cloro por su acción catalítica reduciéndolo a ión cloruro. 

El consumo de cloro se reduce en 29 kg/h, cuando se establece el proceso planteado de tratamiento de agua para la planta Lucio Baldó Soulés, lo que es de suma importancia puesto que el cloro es tóxico para el ser humano. 

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