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Argos

versión impresa ISSN 0254-1637

Argos vol.32 no.63 Caracas dic. 2015

 

El temor a la delincuencia y la percepción de inseguridad en el entorno urbano*

Mohammad Paydar

Pontificia Universidad Católica de Chile

mp.paydar@gmail.com

Asal Kamani-Fard

asal_kamani@yahoo.com

Resumen: La percepción de inseguridad es uno de los principales fac­tores que reducen la proporción de tiempo que los residentes dedican a caminar, especialmente en las ciudades con bajas tasas de criminalidad. Este documento revisa distintos aspectos de la percepción de inseguridad y del temor a la delincuencia desde el punto de vista de factores y teorías relacionadas en el entorno urbano. Considerando la configuración urba­na como un aspecto determinado del entorno edificado, se analizarán las principales teorías sobre la relación entre la configuración urbana y el sen­tido de inseguridad y finalmente, se tratará una hipótesis que surge sobre la base de una de estas teorías, denominada teoría de la comunidad virtual.

Palabras clave: percepción de inseguridad, gente que camina, entorno edificado, configuración urbana, teoría de la comunidad virtual.

Fear of crime and perceived insecurity in the urban setting

Abstract: Perceived insecurity is one of the main factors that reduce the walking rate of the residents, especially in the cities with low crime rates. This paper reviews different aspects of perceived insecurity and fear of crime in terms of the related factors and theories in the urban setting. Considering urban configuration as a certain aspect of built environment, the main theories on the relationship between urban configuration and the sense of insecurity are discussed, and finally, a hypothesis is raised on the basis of one of these theories, the theory of virtual community.

Keywords: perceived insecurity, walking, built environment, urban confi­guration, theory of virtual community.

Peur du crime et perception de l’insécurité en milieu urbain

Résumé: Le sentiment d’insécurité est l’un des principaux facteurs qui réduisent le temps que les résidents dédient à la marche, en particulier dans les villes où le taux de criminalité est faible. Cet article_ passe en revue les différents aspects de l’insécurité perçue et la peur du crime en termes de facteurs et théories liés à l’environnement urbain. Considérant la configuration urbaine comme un certain aspect de l’environnement bâti, les principales théories sur la relation entre la configuration urbaine et le sentiment d’insécurité sont discutées et, sur la base de l’une de ces théo­ries, celle de la communauté virtuelle, une hypothèse est soulevée.

Mots-clés: insécurité perçue, marcher, environnement bâti, configuration urbaine, théorie de la communauté virtuelle.

Introducción

Las facilidades para caminar son unos de los principales componentes para mantener un entorno urbano sostenible. La percepción de inseguridad contribuye en gran medida a reducir el tiempo que los peatones dedican a caminar, especialmente en las ciudades con bajas tasas de criminalidad (Li et al, 2005 y Weinstein et al, 1996). Además, la percepción de inseguridad que tiene el público se ha convertido en uno de los principales problemas de nuestras ciudades (Amerio 1999). Por ejemplo, esta percepción conduce a una peor calidad de vida (Stafford et al. 2007).

La relación entre el temor a la delincuencia y la tasa de criminalidad no está bien fundamentada (Cossman y Rader, 2011). Por ejemplo, tal como Valera y Guàrdia (2014) explicaron, en la ciudad de Barcelona, a pesar de que pocos individuos declaran ser víctimas de la actividad criminal, muchas personas admiten sentir temor en las áreas públicas urbanas en distintos lugares. Greene y Greene (2003), que estudiaron la seguridad urbana en las áreas residenciales de Santiago de Chile, descubrieron que las áreas identificadas como inseguras según los encuestados, prácticamente no tienen relación con los lugares donde se concentra un mayor nivel de delincuencia. Por lo tanto, el estudio del temor a la delincuencia y de la percepción de inseguridad parece cobrar más importancia que considerar la inseguridad urbana real y sus aspectos, especialmente en las ciudades con bajas tasas de criminalidad, como Barcelona y Santiago de Chile.

No hay ninguna investigación univariada ni unidimensional sobre la percepción de la seguridad (Vilalta, 2011). En un esfuerzo por tener una visión más completa, la mayoría de los autores usan diferentes correlatos a nivel comunitario e individual. De hecho, se encontraron factores individuales, sociales y ambientales que influían en la percepción de inseguridad y el temor a la delincuencia en el entorno urbano. En este documento, se exploran estos aspectos y teorías relevantes.

Las teorías y hallazgos empíricos sobre el temor a la delincuencia y la percepción de inseguridad

La teoría de la victimización es una de las teorías importantes relacionadas con la percepción de la seguridad y el temor a la delincuencia. Esta teoría estima que las víctimas experimentarán mayores niveles de temor a la delincuencia que aquellos que no se vean afectados por alguna actividad criminal (Hale, 1996; Skogan, 1987). Esto crea una diferencia evidente entre la victimización directa e indirecta. La victimización directa se produce cuando la víctima sufre en forma individual la actividad criminal, mientras que la victimización indirecta es experimentada por aquellos que conocen a la víctima o han escuchado sobre ese crimen en particular (Hale, 1996). La principal suposición de esta teoría es que la experiencia de ser víctima de un crimen puede tener efectos a largo plazo, causados por el cambio en sus percepciones y comportamientos (Rader et al., 2007). Los hallazgos empíricos que apoyan esta teoría se pueden encontrar en las investigaciones clásicas realizadas en Estados Unidos (Friedman et al., 1982). Sin embargo, esta teoría no ha estado exenta de debates, debido a que algunos estudios anteriores no han encontrado ninguna relación entre la victimización y el temor a la delincuencia (Carcach et al. 1995; Skogan y Maxfield 1981). Además, algunos han indicado que las víctimas de crímenes violentos y no violentos deben estudiarse en forma separada (Miethe y Lee 1984; Dull y Wint 1997).

La teoría de la vulnerabilidad física estima que el temor a la delincuencia será mayor en aquellas personas con incapacidades físicas, debido a la dificultad para protegerse contra los crímenes o para recuperarse luego de un ataque criminal (Bissler, 2003; Pantazis, 2000). De hecho, esos factores suponen una capacidad personal para comportarse cuando se enfrenta una situación amenazadora (Jackson, 2009). Por lo tanto, las personas que se consideran más vulnerables físicamente tienen más probabilidades de presentar un mayor nivel de temor a la delincuencia, y de tener más sentimientos de inseguridad (Cossman y Rader, 2011). Hay dos factores relacionados con la edad y el sexo que han sido correlatos regulares empíricos de esta teoría. Se han encontrado mayores niveles de temor a la delincuencia entre la gente mayor y las mujeres (Chadee y Ditton 2003; Gilchrist et al. 1998; Rader et al. 2007; Scott, 2003)

Normalmente, la vulnerabilidad también está relacionada con un recurso social. El concepto de vulnerabilidad social estima que los individuos que pertenecen a un estrato social especial, tal como vecindarios con bajos ingresos, tendrán una menor percepción de la seguridad en comparación con las personas de otros grupos. La razón es que la gente que pertenece a esos vecindarios no puede evitar el acecho de la delincuencia ni se puede recuperar de sus impactos destructivos (Bissler 2003). Los factores relacionados con niveles educacionales, ingresos, ocupación y desempleo fueron determinados como evidencia de esta teoría (Covington y Taylor 1991; McGarrell et al. 1997; Will y McGrath 1995).

La teoría sobre la red social se concentra en los flujos de información entre los individuos. Esta teoría estima que las comunidades con altos niveles de comunicación mediante las redes sociales también tendrán mayores niveles de cohesión social. Por lo tanto, podrán enfrentar en forma conjunta y eficiente la delincuencia y el temor a ella. Por otro lado, las comunidades con bajos niveles de comunicación mediante las redes sociales pueden sufrir mayores niveles de actividad criminal y presentar un mayor temor a la delincuencia (Bursik y Grasmick 1993). Por esto, las redes sociales pueden reducir de manera teórica el temor a la delincuencia mediante el fortalecimiento de los controles sociales informales (Bissler 2003; Hale 1996). Un hallazgo regular que muestra el poder de las redes sociales son las interacciones de la comunidad con las organizaciones locales de administración de la ley (Bissler, 2003; Rodrigues, 2006). Es probable que el temor a la delincuencia sea mayor si existen niveles más altos de desconfianza en la policía.

La teoría de las ventanas rotas (Wilson y Kelling, 1982) ha ofrecido una de las teorías más exitosasen relación con el aspecto ambiental de la percepción de inseguridad. Esta teoría afirma que mientras más grandes sean los trastornos que las personas perciban en su vecindario, más preocupados estarán por su seguridad. El mecanismo causal es que los signos de maltrato de la comunidad, junto a la falta de control e interacción social, contribuyen al aumento del nivel de temor a la delincuencia (Doran y Lees 2005; Miceli et al. 2004; Moore y Shepherd 2007). También se incluyen ciertos aspectos sociales. De hecho, el trastorno puede ser físico, como el relacionado con el mantenimiento de las áreas urbanas, los grafitti, los daños al mobiliario, la proporción de casas desocupadas, etc.; o puede ser social, como el que se relaciona con los comportamientos desorganizados o intimidatorios, la falta de civilidad social, la presencia de individuos merodeando, los posibles agresores en el espacio público y las oportunidades para el apoyo social a nivel comunitario (Boyd, 2006; Fyfe et al, 2006; O’Brien, 2002; Phillips y Smith, 2006; Sandercock, 2000). Estos factores físicos y sociales se midieron de forma objetiva mediante la observación, y de forma subjetiva mediante una encuesta.

La configuración urbana es uno de los principales aspectos del entorno edificado relacionado con la percepción de inseguridad. Hay dos teorías clásicas, la “teoría del espacio defendible¨ y la “teoría de la comunidad virtual¨ relacionadas con el vínculo entre la configuración urbana y la percepción de la seguridad. De hecho, estas teorías analizan la jerarquía de los espacios adyacentes en un área urbana con el fin de maximizar el sentido de seguridad en esos espacios.

La teoría del espacio defendible es la primera respecto a la relación entre la configuración urbana y el temor a la delincuencia. Como lo describió Newman (1976), el espacio defendible es un entorno residencial cuyas características físicas consisten en un diseño edificado y un plano del sitio, función que permite que los habitantes sean agentes clave para garantizar su seguridad. La teoría indica que un área es más segura cuando la gente tiene un sentido de posesión y responsabilidad en esa parte de la comunidad. Newman asegura que no se puede producir ningún tipo de actividad criminal si cada espacio de un área es cuidado y controlado por una serie de residentes. Por eso, uno de los principios de esta teoría es la definición territorial de los espacios, donde se muestra la zona de influencia de residentes específicos. Los entornos residenciales deberían ser subdivididos en zonas, donde los residentes cercanos puedan adoptar fácilmente actitudes como propietarios (Figura 1). Dicho diseño jerárquico de espacios adyacentes permitiría una vigilancia visual natural de los residentes, y aumentaría su habilidad para ver lo que ocurre en sus espacios adyacentes.

La idea de las comunidades con acceso controlado se creó basándose en la teoría del espacio defendible. Estas comunidades están aumentando en casi todas las áreas urbanas importantes de América Latina (Atkinson y Blandy, 2005; Borsdorf y Hidalgo, 2008; Giglia, 2008; Mertins, 2009; Sheinbaum, 2008 y Vilalta, 2011). Es probable que estas comunidades también minimicen las tasas de victimización y el nivel de temor a la delincuencia (Romig, 2005). Sin embargo, existen varios debates acerca de si las comunidades con acceso controlado son realmente efectivas para disminuir el temor a la delincuencia y la tasa real de criminalidad (Wilson y Doenges, 2000). Vilalta (2011), que estudió el rol de estas comunidades en la disminución del temor a la delincuencia en Ciudad de México, encontró que dichas comunidades no proporcionan niveles menores de temor en distintas zonas de las áreas residenciales. La teoría de la comunidad virtual de Hillier (1999) se basa en el movimiento natural y en las distribuciones físicas de las personas en el espacio. La configuración espacial produciría un cierto patrón de coexistencia y conciencia conjunta entre gente de diferentes grupos, y de uso del espacio para distintos propósitos; por ejemplo, residentes y no residentes, hombres y mujeres, adultos y niños, etc. Y ese movimiento peatonal natural proveniente de una mezcla de distintos grupos de personas, contribuiría a mejorar la percepción de seguridad en los espacios urbanos. Esta es la razón fundamental por la que las áreas de la calle en general parecen ser relativamente más seguras que la mayoría de los complejos residenciales.

Por lo tanto, según esta teoría, el sentido de seguridad en los espacios urbanos depende de la presencia de residentes y no residentes, en lugar de depender de espacios territoriales controlados solo por la vigilancia de residentes, como se indica en la teoría del espacio defendible. De hecho, según esta teoría, una concepción estática del espacio debería ser reemplazada por una basada en el movimiento. En la Tabla 1, se presentan las teorías revisadas y sus factores relacionados, que se vinculan con la percepción de inseguridad y el temor a la delincuencia en el entorno urbano.

Además de las teorías mencionadas y sus factores inclusivos, existen ciertos factores que se relacionan con el temor a la delincuencia y la percepción de inseguridad y no tienen la base teórica (Tabla 1). Estos factores son los siguientes:

Las variables, denominadas colectivamente como “vida urbana” por Skogan y Maxfield (1981), incluyen aspectos tales como el hacinamiento (Thomé y Torrente, 2003), las dificultades de integración social, la diversidad étnica (Brunton-Smith y Sturgis, 2011; Lane y Meeker, 2004; Skogan, 1995), el conflicto social (Di Masso, Dixon, y Pol, 2011), el tamaño del edificio (Newman y Franck, 1982) y los grados de vegetación urbana (Kuo y Sullivan, 2001).

Los factores, que consisten en la satisfacción residencial (Amérigo y Aragonés, 1990; Fried, 1982; Galster y Hesser, 1981), la identidad social urbana y el apego a los lugares (identidad del lugar) (DiMasso et al, 2011; Valera y. Guàrdia, 2012; Valera y Pol, 1994; Valera et al, 1998). Por ejemplo, Taylor y Hale (1986) descubrieron que los ciudadanos indicaron tener más temor cuando piensan que su vecindario es menos satisfactorio. Estos factores pueden formar la nueva categoría relacionada con el temor a la delincuencia y la percepción de inseguridad.

La relación entre la configuración y el sentido de seguridad

La teoría de la comunidad virtual es, de hecho, opuesta a la teoría del espacio defendible, en términos del diseño de espacios adyacentes en un área urbana. La principal idea detrás del espacio defendible es que los residentes que permanecen en sus viviendas deberían posicionarse mediante el diseño de los espacios, con el fin de tener una vigilancia natural de los espacios públicos adyacentes para ver y controlar cualquier actividad criminal que pudieran perpetrar los no residentes que merodean por los alrededores. Sin embargo, la teoría de la comunidad virtual sugiere que lo que realmente ocurre es que el movimiento natural de los no residentes mantiene la vigilancia natural en el espacio, mientras que los residentes estáticos mantienen la vigilancia natural de los no residentes que merodean solo mediante las entradas y ventanas de sus casas. Por lo tanto, el sentido de seguridad depende fuertemente de la configuración espacial, lo que genera una gran posibilidad de interfaz entre los residentes y no residentes, en lugar de solo la vigilancia de residentes en espacios públicos adyacentes.

En Santiago de Chile, como en otras ciudades de América Latina, ha aumentado el número de comunidades con acceso controlado en la última década. Y tal como se indicó anteriormente, no solo hay muchos investigadores que criticaron el rol de estas comunidades en el mejoramiento del sentido de seguridad de los residentes, sino que también dichas comunidades ayudan a aumentar el sentido de inseguridad de los residentes, al evitar el movimiento natural de los peatones. De hecho, como se explicó, el movimiento natural de todo tipo de personas, ya sea residentes o no residentes, permitiría la vigilancia natural de los espacios y fomentaría el sentido de la seguridad. Greene y Greene (2003), que analizaron el sentido de inseguridad en Santiago de Chile, encontraron que el aumento del movimiento natural de los peatones ayudaría a aumentar el sentido de seguridad de los habitantes en las áreas residenciales de Santiago.

Por lo tanto, la configuración espacial que se crea al proporcionar el patrón especial de coexistencia de diferentes grupos de peatones, ya sea residentes o no residentes, contribuye al movimiento natural de peatones en áreas urbanas y residenciales. Y dicho movimiento natural de peatones en áreas residenciales ayudaría a aumentar el sentido de seguridad de los residentes. Por lo tanto, surge la siguiente hipótesis: la configuración urbana mediante el aumento del movimiento natural de peatones en diferentes espacios de áreas residenciales, contribuye a la percepción de seguridad de los residentes (Figura 2).

Conclusión

Hemos presentado las diversas teorías y hallazgos empíricos sobre la percepción de inseguridad y temor a la delincuencia en el entorno urbano. Estas teorías y sus hallazgos empíricos relacionados resaltan la contribución de varios factores individuales, sociales y ambientales a la percepción de inseguridad y temor a la delincuencia, como se presenta en la Tabla 1.

Se destaca la configuración espacial urbana como uno de los principales aspectos del entorno edificado. Con respecto a esto, se discutieron las teorías del espacio defendible y la comunidad virtual. Se gestó la idea de la comunidad con acceso controlado sobre la base de la teoría del espacio defendible. Muchas de estas comunidades se pueden observar en las grandes ciudades de América Latina, como Santiago de Chile. Estas comunidades tienden a aumentar la vigilancia de los residentes con respecto al movimiento de los no residentes dentro de las áreas residenciales, mediante la prevención y el control de sus entradas con rejas o paredes ciegas. Sin embargo, según la teoría de la comunidad virtual, el movimiento natural de los peatones, incluyendo diferentes grupos de personas, ya sean residentes o no residentes, proporciona una vigilancia natural en el espacio y conduce al aumento del sentido de seguridad de los residentes. Por lo tanto, se sugiere que se examine la hipótesis que surge en este documento en las áreas residenciales de Santiago y ciudades de América Latina. Esta hipótesis considera los efectos de configuración urbana en el sentido de la seguridad de los residentes sobre la base de la teoría de la comunidad virtual.

Notas

* Este trabajo es apoyado por la financiación postdoctoral del Centro para el Desarrollo Urbano Sostenible (CEDEUS, Conicyt/Fondap 15110020).

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