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Revista de la Facultad de Ciencias Veterinarias
versión impresa ISSN 0258-6576
Rev. Fac. Cienc. Vet. vol.57 no.2 Maracay dic. 2016
Efecto de la Suplementación con Semilla de Canavalia ensiformis sobre Parámetros Sanguíneos de Ovinos Tropicales con Infecciones Parasitarias Gastrointestinales
Effect of Supplementation with Canavalia ensiformis Seeds on Blood Variables of Parasitised Tropical Lambs
Luisana Guerrero*, Mario Rossini**, Angélica Bethencourt***, Omar Colmenares****, Emma Rueda de Arvelo***** y Leyla Ríos de Álvarez******,1
* Cátedra de Microbiología e Inmunología, ** Cátedra de Patología y *** Cátedra de Parasitología, FCV, UCV. **** Universidad Rómulo Gallegos, San Juan de Los Morros. ***** Laboratorio de Enzimología y Toxicología, Cátedra de Bioquímica, FCV, UCV. ****** Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), Centro de Investigación Tibaitatá, Salud y Bienestar Animal
Correo-E: lriosdea@corpoica.org.co
1 A quien debe dirigirse la correspondencia (To whom correspondence should be addressed)
RESUMEN
Con el objetivo de evaluar el efecto de la suplementación con semilla molida de Canavalia ensiformis sobre la hematología y la química sanguínea, se distribuyeron al azar 21 corderas West African, balanceadas por peso y carga parasitaria gastrointestinal en tres grupos homogéneos (n=7). Los animales pastorearon 6 h/d, luego de la suplementación con uno de los tres tratamientos: T (sin canavalia), C (2,5g de canavalia/kg PV) y C+ (5g de canavalia/kg PV). Las variables sanguíneas se determinaron a través de muestreos bisemanales y se analizaron a través de un ANAVAR. Los resultados indicaron que C+ causó anemia debido a los valores menores de hematocrito (25,6%) en comparación con T (28,3%) y C (26,2%) (P=0,0003); y con valores de hemoglobina menores en C+ (8,8 g/dL), en comparación con T (9,8 g/dL) y C (9,15 g/dL) (P=0,0006). Los valores de alanina transaminasa, glucosa y colesterol, de todos los animales, se encontraron dentro de los rangos referenciales. En conclusión, la suplementación con 5 g/kg PV de semillas molidas de Canavalia ensiformis, puede provocar signos de anemia en corderas tropicales en crecimiento. En menor proporción (2,5 g/kg PV) no afecta la hematología ni la química sanguínea.
(Palabras clave: Corderas; hemoglobina; hematocrito; células blancas; ALT; AST; glucosa; colesterol)
ABSTRACT
The purpose of this investigation was to evaluate the effect of supplementation with Canavalia ensiformis ground seeds on hematology and blood chemistry of West African lambs. For that, a total of 21 lambs (grouped by similar weights and parasite load) were randomly divided into three homogeneous groups of seven animals each (n=7). The animals grazed 6 hours/day, after supplementation with one of the following three treatments: T (not supplemented with canavalia); C (supplemented with 2.5g canavalia/kg BW); and C+ (supplemented with canavalia 5g/kg BW). Blood variables were determined through sampling biweekly and analyzed through ANOVA. The results of the investigation showed that the C+ group caused anemia, as reflected by a lower hematocrit value (25.6%), when compared to T (28.3%) and C (26.2%); (P=0.0003). Furthermore, hemoglobin levels were also lower for C+ (8.8 g /dL), as compared to T (9.8 g /dL) and C (9.15 g / dL); (P=0.0006). Alanine transaminase, glucose and cholesterol values of all animals were within reference ranges for the species. In conclusion, supplementation with a higher amount of canavalia seeds (5g/kg BW), can cause signs of anemia in growing tropical lambs. In contrast, a lesser proportion of this substance (2.5g/Kg BW) did not affect hematology and blood chemistry.
(Key words: lambs: hemoglobin: hematocrit; white cells; ALT; AST; glucose; cholesterol)
Recibido: 16/01/16 - Aprobado: 00/00/16
Introducción
Uno de los principales problemas que afecta la productividad en rebaños de pequeños rumiantes, es la infección con parásitos gastrointestinales, debido a que ocasiona disminución de la fertilidad, muerte de animales jóvenes y efectos negativos sobre la tasa de crecimiento, la producción de leche y lana [1, 2]. Entre los principales causantes de las parasitosis, se encuentran los nematodos gastrointestinales [3, 4], que afectan la salud de los animales y ocasionan pérdidas económicas en todo el mundo [5].
Las infestaciones parasitarias pueden ocasionar cambios en la concentración de algunos constituyentes sanguíneos [6], como en el caso de los estróngilos digestivos. En infecciones con Haemonchus contortus, Trichostrongylus axei y, en menor grado, Teladorsagia circumcincta, se han observado cuadros de anemia, en los cuales el porcentaje del volumen total de la sangre compuesto por los glóbulos rojos (hematocrito) (Hto) y los valores de hemoglobina (Hb) disminuyen, como consecuencia de la pérdida de sangre, insuficiencia de la hematopoyesis, carencia de hierro y perturbación de la absorción intestinal de nutrientes [7]. Se ha planteado que las referencias de valores hematológicos normales en ovinos reflejan la influencia del parasitismo gastrointestinal debido a que los ovinos sufren parasitosis con mucha frecuencia [8].
Se ha reportado pérdida de proteína por el animal, debido a la salida de plasma al tracto digestivo, al aumento en la producción de moco y a la proliferación de células caliciformes, como respuesta a la irritación causada por el parásito [9]. Adicionalmente, los parásitos hematófagos como Haemonchus contortus pueden producir pérdida de proteínas plasmáticas como consecuencia de sus hábitos hematófagos. La pérdida de proteína se equilibra con el incremento de la síntesis de albúmina, que posteriormente declina, provocando hipoproteinemia [10].
A nivel inmunológico, los linfocitos T, activados por los antígenos de los parásitos, elaboran factores que estimulan la producción y liberación de eosinófilos [11], provocando, en los corderos en crecimiento, pérdida de peso y de lana, anorexia, mucosas y conjuntivas pálidas, apatía, diarreas intermitentes, edema submandibular y, en algunos casos, incluso la muerte [12].
La severidad de la infección varía de acuerdo al número de parásitos presentes en el animal y su estado nutricional. Asimismo, diferencias de susceptibilidad a las infecciones parasitarias han sido señaladas tanto interraciales como entre individuos de una misma raza [1].
En algunas circunstancias, los parásitos tienen pequeños refugios, como ocurre en el sobrepastoreo, desarrollándose resistencia de éstos hacia los productos antihelmínticos utilizados con mayor frecuencia [12], lo que ha motivado al estudio de terapias alternativas para el tratamiento y control de las parasitosis. En este sentido, es conocido el uso de algunas especies de plantas en el control de las parasitosis gastrointestinales [13]. Al respecto, las semillas de Canavalia ensiformis contienen una lectina llamada Concanavalina A, cuya acción como antiparasitario ha sido reportado [14]. En el presente estudio, se plantea evaluar el efecto de la suplementación con semillas de Canavalia ensiformis, sobre parámetros sanguíneos de ovinos tropicales en crecimiento, como parte de una investigación de mayor amplitud que abarca su potencial uso como antihelmíntico en rumiantes.
Materiales y Métodos
Ubicación del Experimento
El presente experimento se desarrolló en las instalaciones del Laboratorio-Sección de Ovinos de la Facultad de Agronomía, Universidad Central de Venezuela, ubicada en la ciudad de Maracay, estado Aragua, en un área de Bosque Seco Tropical a 10° 16 20 N y 67° 36 35 O y una altura de 450 msnm. La precipitación media anual es de 1188 mm, con un período de lluvias comprendido entre mayo y octubre, de sequía entre noviembre y abril, con humedad relativa comprendida entre 67 y 78% [15].
Diseño Experimental
Se utilizaron 21 corderas de alto mestizaje West African, destetadas en crecimiento, de 5 meses de edad aproximadamente y con peso promedio inicial de 20 ± 4,9 kg. El diseño experimental utilizado fue completamente al azar, en el cual se consideró el factor dosis de C. ensiformis, en tres niveles 0; 2,5 y 5 g/kg de peso vivo (PV). Los animales fueron asignados a uno de los siguientes tratamientos:
- Grupo control testigo (T): corderas suplementadas con 60% de residuo industrial (nepe) seco de cervecería y 40% fibra de maíz o grupo testigo.
- Grupo C: corderas suplementadas con 52,5% de nepe seco de cervecería, 35% fibra de maíz y 12,5% de semilla molida de C. ensiformis (2,5 g/kgPV).
- Grupo C:+ corderas suplementadas con 45% de nepe seco de cervecería, 30% fibra de maíz y 25% de semilla molida de C. ensiformis (5 g/kg PV).
Los grupos se balancearon por peso y carga parasitaria inicial, tomando como carga mínima 150 huevos por gramo de heces (HPG). La duración del experimento fue de 77 d.
Manejo de los Animales
Los animales fueron sometidos a una semana de pre-ensayo, para el acostumbramiento a la C. ensiformis. Diariamente, en horas de la mañana (7:00 h), los animales pasaban de un corral colectivo a puestos individuales, previamente identificados, durante el cual se les suministró agua a voluntad y los respectivos suplementos. Posteriormente, fueron llevados en un solo grupo a pastoreo, entre las 9:00 y las 15:00 h, en potreros con predominio del pasto estrella (Cynodon nlemfuensis), luego de lo cual regresaban al corral colectivo, donde permanecían estabulados con agua limpia y minerales ad libitum, hasta el día siguiente.
El suplemento fue ofrecido en función del 2% del PV, y el resto de la materia seca fue aportada por el pasto consumido durante las horas de pastoreo, basado en lo propuesto por la NRC [16]. El suplemento suministrado a los animales del grupo testigo (T), fue el usado de rutina en el Laboratorio-Sección de Ovinos-UCV, constituido por nepe seco de cervecería (aportado por Empresas Polar) y fibra de maíz (residuo del procesamiento de maíz, aportado por la Empresa Indelma). Para los tratamientos C y C+ se usó el mismo suplemento anteriormente descrito, sustituyendo parte de sus componentes (nepe seco de cervecería y fibra de maíz), por semilla molida de C. ensiformis cuidando de mantener los tres suplementos aproximadamente isoproteicos. Semanalmente, posterior al pesaje de los animales y durante todo el periodo experimental, se ajustó el suplemento a ofrecer de manera individual.
Los tres suplementos fueron similares entre sí, variando en el porcentaje de inclusión de C. ensiformis pero no en la composición bromatológica, lo que eliminaría cualquier posible efecto de diferencias de composición de los suplementos en los resultados (T: 25,09; C: 26,15 y C+: 26,83 %PC).
Los animales recibieron el tratamiento sanitario de rutina, propio de la Sección de Ovinos, que incluye desinfección del cordón umbilical con solución yodada, un tratamiento preventivo pre-destete con coccidiostato al 5% (Baycox®, Laboratorios Bayer) y las vacunaciones un mes después del destete con bacterina clostridial (Covexin®, Laboratorios Intervet), antirábica (Ravax, Laboratorios Cala) y aftosa (Aftovac, Laboratorio Laverlam).
Al inicio del experimento, la carga parasitaria, expresada como cantidad de HPG, fue de 1357±1232, con predominio de los géneros Bunostomum (61%), Haemonchus (20%) y Cooperia (10%). El contaje de ooquistes de Eimeria, expresado en ooquistes/g de heces (OPG) fue de 1929 ± 1652.
Pruebas Sanguíneas
Las muestras fueron tomadas entre las 8:00 y 10:00 h, cada dos semanas, a los animales en ayuno. Las muestras sanguíneas fueron extraídas por venopunción yugular, luego de la antisepsia de la zona de punción con alcohol isopropilico al 70% v/v.
1) Hematología: Para las evaluaciones hematológicas se utilizaron tubos Vacutainer® con anticoagulante (EDTA). Las muestras fueron procesadas en el laboratorio de Patología Clínica de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Central de Venezuela, en un lapso no mayor de 8 h después de su recolección. Se determinó: hematocrito (Hto) por el método de microhematocrito por centrifugación [17], hemoglobina (Hb) utilizando el método de cianometahemoglobina por espectrofotometría [18], proteínas totales (PT) por refractometría [8] y contaje diferencial de células blancas (neutrófilos, eosinófilos y linfocitos) en un frotis de sangre completa, teñido con hemacolor observado al microscopio con aumento de 40X [11]. Se determinó la concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM) [(Hb/Hto)x100].
2) Química sanguínea: Se realizó a partir de muestras de sangre obtenidas con tubos Vacutainer® sin anticoagulante. Estas muestras fueron centrifugadas a 1500 g por 10 min para obtener el suero, que fue dividido en dos alícuotas en viales de 1,5 mL y almacenadas a 4°C hasta su procesamiento, en un lapso no mayor de 4 h. Se leyó la absorbancia en un equipo de química sanguínea de tipo húmeda (Stat Fax 1904), que cuenta con un sistema de aspirado tipo mosquito, para evaluar las variables alanina aminotransferasa (ALT), aspartato aminotransferasa (AST), colesterol, urea, glucosa y bilirrubina total [17].
Análisis Estadístico
Los resultados fueron analizados utilizando el programa estadístico Statistix 8 [19]. La normalidad fue evaluada por el test de Wilk Shapiro, se aplicó estadística descriptiva paramétrica de tendencia central (media aritmética) y de dispersión (desviación estándar), para todos los análisis se consideró un nivel de significación de 5% (a=0,05). Fueron analizados los supuestos del Anavar, aplicándose estadística paramétrica a las variables de hematología. En el caso de las variables de química sanguínea, se determinó que los datos de bilirrubina y urea no se distribuyen normalmente, por lo cual se eliminaron datos que estuvieran 3 desviaciones estándar por encima de la media; posteriormente, se le aplicó estadística paramétrica a todas las variables de química sanguínea. Cuando se encontró diferencia significativa, se aplicó la prueba de medias de Tukey. Se utilizó el siguiente modelo estadístico [20]:
yijk= µ+ ti +sj+ (ti x sj) + eijk
i= Niveles del factor dosis de C. ensiformis (1, 2, 3)
j= Niveles de semana (1,3,5,7,9,11)
k= Repeticiones (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7)
Donde:
yijk = Variable sanguínea de la cordera k sometida al tratamiento i medida en la semana j µ = media general
ti= efecto del i-ésimo dosis de C.ensiformis
sj= efecto de la j-ésima semana
(ti x sj)= efecto de la interacción de primer orden del i-ésimo nivel del factor dosis de C. ensiformis y el j-ésimo nivel del factor semana.
eijk= Efecto del error experimental normal e independientemente distribuido con media 0 y varianza s2.
Resultados y Discusión
Pruebas sanguíneas
Hematología
Hematocrito (Hto)
Se encontró un efecto significativo del tratamiento (P=0,0003), teniéndose que en las corderas que consumieron C. ensiformis los valores de Hto fueron menores (Figura 1). El tratamiento C+ fue el de menor valor con 25,57±1%, y el único que se encuentra por debajo del rango referencial según Schalm et al. [8], seguido de C con 26,23±2% y el tratamiento T, con el mayor valor de 28,28±1%. Posterior a la prueba de medias de Tukey, el promedio del tratamiento C+ resultó ser significativamente inferior al resto. Es importante resaltar que a pesar de las diferencias estadísticas, todas las medias obtenidas se encuentran dentro de los rangos referenciales citados por Medway et al. [21], aunque difieren de lo reportado por otros autores en un estudio realizado en el occidente venezolano, en ovinos de diferentes razas tropicales, entre las que se encuentra la West African, con valores de Hto de 30,12±5,75% [22].
Hemoglobina (Hb)
Se observó un efecto del tratamiento sobre los valores de Hb (P=0,0006). Los resultados obtenidos se presentan en la Figura 2. Los valores de Hb disminuyeron con el aumento de la dosis de C. ensiformis, resultando estadísticamente distintos los tratamientos T y C+ (P<0,0001). De estos resultados, se estima que el suplemento proporcionado a los animales tuvo efectos distintos entre los grupos, en este caso la media del tratamiento C+ es el menor valor (8,80 ± 0,3 g/dL) y el único que está por debajo del valor de referencia señalado por Medway et al. [21], y todos a su vez están dentro de los rangos referenciales [8]. En la investigación mencionada anteriormente, llevada a cabo en el occidente venezolano, los valores de Hb se encontraron entre 9,11 y 9,33 g/dL [20], de este modo, el tratamiento C+ estaría por debajo de este rango. Tanto los valores de Hto como los de Hb se vieron afectados por los tratamientos y tuvieron una correlación altamente significativa (valor?) y positiva, lo que se considera un resultado pertinente, pues en esencia toda la hemoglobina está presente dentro de los eritrocitos, por lo que el Hto y el contenido de Hb están correlacionados [11]. No se observó ningún efecto sobre el CHCM, con valores de 34,79 ± 0,6; 34,62±1,4 y 34,54±1,5 para T, C y C+, respectivamente.
En un estudio realizado anteriormente, en un lote de ovinos preseleccionado como reproductores de reemplazo, con la finalidad de relacionar los valores de Hto y Hb con los niveles de infestación por estróngilos digestivos, se reportó un efecto del nivel de infestación parasitaria sobre estos valores sanguíneos, que resultó, en general, inferior en las borregas con infestaciones altas, siendo la diferencia entre los tratamientos estadísticamente significativa [7].
Eosinófilos
Luego de 11 semanas de experimentación, el contaje de eosinófilos también fue afectado por los suplementos ofrecidos (P=0,0086) (Figura 3). El tratamiento C resultó ser estadísticamente diferente y el más bajo con 6,19±2%, y siendo el único dentro de los rangos referenciales, es estadísticamente distinto a T y C+, los cuales se ubican por encima de los valores referenciales [17], siendo el grupo testigo el que evidenció un mayor contaje de estas células. De todos los animales experimentales, los tratamientos T y C+ presentaron eosinofilia, la cual pudo deberse a la parasitosis que padecían, ya que esta condición se presenta en animales infestados, especialmente por trematodos y nematodos [23]. Esta eosinofilia aparece con mayor frecuencia cuando los parásitos están migrando en el intestino, más que cuando se encuentran dentro de él [11]. Se ha señalado que los eosinófilos se incrementan en sangre como reflejo de hipersensibilidad en infestaciones parasitarias en las cuales los parásitos penetran el tejido del animal y producen daño por migración, produciéndose esta respuesta inmune cuando hay una sensibilización a las proteínas parasitarias que son liberadas al organismo [8, 17]. En una investigación con ovejas mestizas West African en el estado Yaracuy, se estudió la influencia de la infestación parasitaria por nematodos digestivos sobre el comportamiento leucocitario de los animales y se determinó que el elevado contaje de eosinófilos fue producto de una estimulación inmunológica por parte de los antígenos de los parásitos, viéndose reflejado en el mayor valor de estas células en los grupos de animales con niveles negativos o moderados de HPG [24].
Linfocitos
El nivel de linfocitos no fue afectado por los suplementos ofrecidos (P=0,1918); pero los valores en las diferentes semanas fueron estadísticamente diferentes (P=0,0265), con un comportamiento variable a lo largo del período experimental (Figura 4). Los muestreos de las semanas 9 y 11 resultaron estadísticamente diferentes entre sí. Con respecto a las demás semanas, las medias se mantuvieron entre 57,61 y 68 %, todas dentro de los rangos normales [17].
Neutrófilos
Las medias de neutrófilos, luego de 11 semanas de experimentación, se vieron afectadas por los suplementos suministrados a los animales (P=0,0087), así como también los promedios semanales (P=0,0029) (Figura 5), manteniéndose durante el ensayo las medias de los tratamientos, dentro de los rangos referenciales [17]. Las semanas 3 y 9 resultaron estadísticamente diferentes.
Los valores de linfocitos y neutrófilos en la investigación llevada a cabo por Sandoval [25], no presentaron mayores variaciones durante el período de observación, lo cual coincide con nuestros resultados, en los cuales, según se puede ver en las Figuras 4 y 5, los valores se mantienen dentro del rango referencial, con un comportamiento variable debido a que la función primaria de estas células, no está directamente relacionada con el proceso parasitario.
Proteínas Totales (PT)
Los valores de PT se comportaron diferente a través de las semanas del muestreo (Figura 6), siendo diferentes estadísticamente (P=0,0353), sin efecto de los tratamientos sobre los valores de PT (P=0,3283), los cuales aumentaron durante las 11 semanas de duración del experimento, en todos los tratamientos, lo que pudo estar relacionado con la edad de los animales.
Los valores referenciales de PT van de 5,9 a 7,8 g/dL [26], de esta manera se consideran dentro del rango todos los valores de este experimento, por lo que se estima que ninguno de los animales presentó hipoproteinemia, lo que difiere de otros resultados en estudios con animales altamente parasitados.
La hipoproteinemia puede ocurrir por la pérdida de sangre que ocasionan ciertos parásitos hematófagos, o por una condición nutricional, debida a la disminución del consumo de agua y alimento [8, 25], asociada también a animales con problemas hepáticos que se refleja en hipoalbuminemia [8, 17]. La disminución de las PT a causa de las parasitosis fue reportada en corderas West African, en las cuales las PT se incrementaron después de recibir un tratamiento simultáneo con antianémico y antihelmíntico [25].
Al estudiar la influencia de la nutrición proteica sobre la patogenicidad de una infestación de H. contortus alimentando a los animales con dos niveles proteína, bajo y alto, y, posteriormente infectando a 4 corderos de cada grupo a los 4 meses de edad, con 350 larvas/kg PV, y un grupo control sin infectar, se observó que, los animales infectados presentaron anemia e hipoproteinemia, con mayor severidad en el grupo con bajo nivel de proteína [27]. Sin embargo, ambos grupos infectados respondieron bien ante la pérdida sanguínea gástrica, aumentando la tasa de producción de eritrocitos. Los niveles normales de PT en las corderas de todos los tratamientos, en el presente estudio, pueden ser consecuencia del contenido de proteína suministrado en la dieta.
Química Sanguínea
Bilirrubina total
La interacción entre el efecto tratamiento y semana fue significativa (P=0,0519). La bilirrubina total fue variable en todos los tratamientos en el tiempo de muestreo. En la primera semana, se observaron diferencias con valores más altos en los animales del tratamiento C+ (Figura 7). Los rangos de referencia van de 0,1 a 0,5 mg/dL [26]. En el presente experimento, en la semana 1, todos los animales estaban por encima de este rango, y los animales de los tratamientos que consumieron C. ensiformis presentaron los mayores valores. En el siguiente muestreo, todos los tratamientos experimentaron un descenso abrupto para entrar dentro de los valores citados como normales, y, en líneas generales, los animales presentaron esta tendencia hacia la normalidad a medida que avanzaba el ensayo y se mantuvieron así hasta el final del mismo.
Estos resultados demuestran el efecto hepático que podrían tener los suplementos suministrados en los animales, ya que según estos resultados hubo una reacción del hígado, aumentando los niveles de bilirrubina en la primera semana de muestreo. Se estima que la inclusión de C. ensiformis pudo causar esta reacción ya que a medida que se incrementó la dosis, el valor sérico de bilirrubina total fue mayor.
Se ha reportado que el consumo de taninos en ovinos puede provocar aumento de la bilirrubina total, inclusive a medida que transcurre el tiempo, con moderada degeneración vacuolar de los hepatocitos [28], lo que indica que ante el daño hepático, la bilirrubina total aumenta de manera continua.
Por ser la bilirrubina un producto del catabolismo del grupo hemo presente en la hemoglobina, estos resultados concuerdan con los obtenidos en las mediciones de Hb y Hto. Los menores valores de Hb y Hto pueden estar asociados a una mayor degradación de hemoglobina y, por ende, mayor bilirrubina sérica, tal como se observó en los animales que recibieron el tratamiento C+.
Alanina aminotransferasa (ALT)
Se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los tratamientos (P=0,0277), así como también sus medias semanales (P=0,0039) (Figura 8). El rango normal de ALT reportado para ovinos se ubica entre 14,8 y 43,8 U/L [26]. En el presente estudio, se obtuvieron valores de 22,37 ± 3,9 U/L para los animales del grupo testigo (T), seguido del grupo C con 19,02 ± 3,1 U/L y por último, el grupo C+ con 18,40 ± 2,9 U/L, aunque todos los promedios se encuentran dentro de los rangos normales para esta especie, hay una diferencia estadística entre los tratamientos que puede ser explicada por los componentes de las semillas de C. ensiformis que se suministró a los animales de los tratamientos C y C+, en los cuales disminuyó significativamente la actividad de la enzima ALT en el suero, lo que puede estar relacionado con el efecto antiparasitario de la concanavalina A, una lectina contenida en esta leguminosa, que a su vez repercute en la reducción del daño hepático causado por algunos géneros de parásitos [14].
Colesterol
Se encontró un efecto significativo del tratamiento (P<0,0001) y de la semana (P<0,0001) sobre esta variable, lo que indica que el colesterol sérico en ovinos puede verse modificado por el consumo de diferentes niveles de C. ensiformis. Los valores encontrados se encuentran dentro de los rangos señalados como normales para ovinos, que van desde 44,1 hasta 90,1 mg/dL [26]. Los resultados obtenidos en el presente estudio se presentan en la Figura 9. El tratamiento C+ resultó ser estadísticamente inferior a los otros dos tratamientos.
Se ha señalado que la presencia de Bunostomum en el íleon y yeyuno de rumiantes produce anemia, hipoproteinemia e hipocolesterolemia [29], y, tanto el tratamiento T como C+ presentaron elevados contajes de este género parasitario, no obstante, ninguno de los animales fue calificado en condición de hipocolesterolemia. Este parámetro también es considerado un indicador de la integridad celular y necrosis hepática, aporta detalles del estatus energético del animal por ser un componente de los indicadores lipídicos [30] y de alguna manera del balance energético del animal [31], por estas razones el hecho de que todos los valores se encuentren dentro de los rangos referenciales, sugiere que en ninguno de los tratamientos del experimento ocurrió daño hepático.
Glucosa
En este caso las medias semanales fueron estadísticamente diferentes (P<0,0001) (Figura 10), mientras que los tratamientos presentaron valores similares (P=0,0572), por lo que se plantea que los suplementos no influyeron a través de las semanas de muestreo. El promedio de este valor fue de 59,30±16,11 mg/dL, el cual se considera dentro de los valores normales reportados en ovinos, que van desde 44,0 hasta 81,2 mg/dL [26].
La concentración de glucosa sérica se usa en perfiles metabólicos como un estimador nutricional para indicar el balance proteico y energético del animal, al igual que los cuerpos cetónicos y los ácidos grasos no esterificados, esta afirmación es apoyada por los resultados de autores [32], que obtuvieron mayores valores de glucosa sérica en animales de los grupos que consumieron más proteína. Se ha reportado que, en animales sanos, la disminución de la concentración de glucosa en sangre sólo se presenta cuando existe un marcado déficit energético [33]. En el presente experimento, los resultados indican que los animales de todos los tratamientos consumieron dietas adecuadas, con un buen balance nutricional, durante el tiempo de muestreo.
Urea
Los valores de urea no resultaron estadísticamente diferentes para los distintos tratamientos (P=0,9866), ni semanas (P=0,0723). El rango referencial es de 10,3 a 26,0 mg/dL [26] y en el caso del presente experimento todos los valores estuvieron fuera del rango y por encima de los valores referenciales anteriormente mencionados. Los niveles de urea en sangre están influenciados por factores como el consumo de proteínas, el nitrógeno no proteico en la dieta, el catabolismo tisular (aumentado en el ayuno prolongado) y los niveles de energía en la dieta, este último por la estrecha relación que existe entre ambos metabolismos [34].
El contenido de urea en sangre, es reflejo del consumo de proteína. Se plantea que, en animales que consumen niveles adecuados de proteínas, se mantienen dentro de los rangos referenciales [35]. El daño renal, toxemias y dietas hiperproteicas aumentan los valores de urea sanguínea [36]. Este aumento en la uremia se debe a una mayor absorción de amoniaco en el rumen y por consiguiente aumento de la síntesis de urea en el hígado [34], lo que podría explicar por qué en el presente experimento la uremia de todos los animales se mantuvo por encima de los valores referenciales, ya que todos los grupos consumieron dietas consideradas altas en proteína.
La presencia de taninos en la dieta puede, también, modificar la concentración de urea sérica, tal como fue reportado en una investigación [28] en la cual las ovejas que recibieron dietas con mayores contenidos de taninos presentaron menores concentraciones de urea sanguínea, pudiendo estar relacionado con la disminución de la degradación de proteína consumida producida por efecto de los taninos a nivel ruminal.
En los rumiantes, la urea no es solo un producto final del catabolismo de las proteínas y los aminoácidos, sino también un producto de la detoxificación del amoníaco resultante del direccionamiento de aminoácidos hacia la gluconeogénesis, la cual se encuentra permanentemente activa, aún en estado de buena nutrición, por lo que los animales con alta capacidad de detoxificar grandes cantidades de amoníaco son capaces de generar altos niveles de urea en sangre. Un efecto aditivo se produce cuando los rumiantes reciben suplementación con nitrógeno no proteico, provocando concentraciones de urea sanguínea que pueden ubicarse por encima del rango referencial [31].
Se ha planteado que la administración, en exceso, de proteína, en vacas próximas al servicio, podría alterar el ambiente ruminal, generando un aumento de amoníaco a este nivel, con posterior aumento del nitrógeno ureico sanguíneo una vez realizado el ciclo de la urea en el hígado [37], y en cabras en lactancia, la uremia aumentó en el pico de lactancia posiblemente como consecuencia de un excesivo aporte de proteína en el alimento concentrado, sumado al catabolismo de las proteínas corporales para satisfacer los requerimientos de los animales durante este período [33]. En otro orden de ideas, a diferencia de lo reportado por otros autores [38], en el presente trabajo no se encontró una correlación positiva significativa entre las concentraciones séricas de urea y colesterol.
Aspartato aminotranferasa (AST)
La actividad de la enzima AST fue estadísticamente diferente en el trascurso de las semanas de muestreo (P<0,0001) (Figura 11). Los distintos tratamientos no afectaron significativamente los valores de AST (P=0,0738) y hubo una correlación significativa (P=0,0097) y positiva (0,2423) con los valores de urea.
En el caso de la estadística descriptiva aplicada, se observa que el promedio de casi todas las semanas para todos los tratamientos se alejan de los valores referenciales, que van desde 49,0 hasta 123,3 U/L [26], la semana 5 está por debajo y el resto por encima, solo la semana 7 está dentro del rango con 64,91 U/L.
Tomando en cuenta que en la mayoría de las semanas el valor de AST estuvo más elevado del valor normal en todos los animales, se podría pensar que en todos los grupos hubo un factor común que logró modificar el valor de la AST, que no sería el contenido de C. ensiformis en la dieta, pues el grupo T también se mostró afectado a medida que transcurría el ensayo, como se observa en la Figura 11, que expresa el comportamiento de los tres grupos a través de las semanas de muestreo. Además, se observa que no hubo tendencia definida en los valores en el transcurso del tiempo.
La AST es considerada la enzima hepática más sensible para expresar lesiones hepatocelulares en grandes especies, también es producida en el intestino y en el músculo estriado tanto esquelético como cardíaco [36], por lo que un aumento de su actividad en el suero sanguíneo puede también indicar degradación muscular, intoxicaciones, hipovitaminosis E y ciertas afecciones intestinales [36]. Se han reportado parámetros referenciales entre 47,63 y 122,13 U/L, en ovejas adultas tropicales semi-estabuladas [30].
Los autores que han asociado la AST con la salud y funcionalidad hepática, consideran que es de esperar que animales que tengan la capacidad de detoxificar grandes cantidades de amoníaco y, por ende, de generar altos niveles de urea en sangre, tengan una buena funcionalidad hepática y presenten valores más bajos de AST [31]. En nuestros resultados no se reflejó esta afirmación, pues todos los grupos experimentales presentaron elevada, tanto la uremia, como la actividad de la enzima AST sérica, con una correlación positiva y significativa entre sí, sugiriendo que el factor que está modificando estos indicadores metabólicos es común para todos los grupos, descartando así que puedan ser afectados por los suplementos del experimento.
Contrario a los autores anteriormente mencionados, otros investigadores [30] plantean que, además de ser un indicador de daño hepático, altas concentraciones séricas de la enzima AST pueden ser indicativas de excesos de proteína en la dieta y déficit energético, es decir, circunstancias en las cuales existe poca disponibilidad energética para metabolizar el exceso de proteína, provocando un desequilibrio energético- proteico. Esto es apoyado por investigadores [39] que plantean que, en las dietas de los rumiantes con elevado contenido de proteína rápidamente degradable en el rumen, aumenta la producción de amonio ruminal, el cual se absorbe y es metabolizado en el hígado a urea, lo que aumentaría los niveles de urea sérica, como ya se mencionó anteriormente. La síntesis de urea está controlada por enzimas ureogénicas y la AST es una de las enzimas auxiliares en este proceso, por lo que la detoxificación del amoníaco aumenta por el incremento de la actividad enzimática ureogénica, debido al incremento de metabolitos para la síntesis de urea, o ambos y, cabe recordar, que la AST es considerada una enzima de este proceso, por lo que se estima que, si se aumenta la detoxificación de urea, esta enzima aumentaría en sangre como en el caso de nuestros resultados [38-40].
Conclusiones
La suplementación de corderas tropicales en crecimiento, con semillas molidas de Canavalia ensiformis, en dosis de 2,5 g/kg PV, no afectó parámetros sanguíneos como la proteína total y no provocó daño hepático, demostrado por la disminución del valor de bilirrubina en el transcurso del tiempo. El suministro de 5 g/kg PV disminuyó el hematocrito y la hemoglobina en animales sin desparasitar.
Agradecimientos
Al Laboratorio-Sección de Ovinos, Instituto de Producción Animal, Facultad de Agronomía, Universidad Central de Venezuela (UCV). Laboratorio de Patología Clínica, Facultad de Ciencias Veterinarias-UCV. Laboratorio de Nutrición Animal INIA-CENIAP. Cátedra de Parasitología, Facultad de Ciencias Veterinarias, UCV. La presente investigación fue financiada por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV (CDCH, PG 01-7584-2009).
Conflictos de Intereses
Los autores mencionan no tener conflictos de intereses.
Aporte de los Autores al Trabajo
LG: Mediciones realizadas con los animales, suplementación, pesajes de animales y alimento y coprológicos semanales. Escritura de la tesis. MR: Análisis de labortatorio de hematología y química sanguínea. AB: Mediciones parasitológicas. OC: Análisis estadísticos. ER de A: Redacción y revisión de los artículos. LR de A: Colaboración diaria a la tesista con las mediciones realizadas durante el experimento, revisión de la tesis y redacción y revisión de los artículos.
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