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Gaceta Médica de Caracas
Print version ISSN 0367-4762
Gac Méd Caracas vol.113 no.1 Caracas Jan. 2005
Baldo "El Humanista"*
Dr. Juan José Puigbó
Individuo de Número
*Presentado en la Academia Nacional de Medicina en la sesión el día 25 de marzo de 2004.
Antes de iniciar la consideración sobre esta importante faceta que lucía el Dr. J. I. Baldó en grado sumo, resulta conveniente plantear una disquisición muy general, sobre el significado asignado con mayor frecuencia a los términos de humanismo y de humanista.
En el sentido más frecuentemente utilizado el término humanismo sirve para referirse al movimiento que se caracterizó por el cultivo y el conocimiento de las letras y de las artes. Este movimiento cultural y literario se extendió por toda Europa tomando a Italia como punto de partida inicial, el cual fue un impulso de estirpe renacentista que tuvo su desarrollo en el transcurso de los siglos XIV, XV y XVI.
El movimiento se centraba en el estudio de los clásicos griegos y latinos, estudios que versaban sobre "lo humano" en contraposición con "lo teológico o sea todo lo considerado como de naturaleza divina". En el plano filosófico, además de esa vocación por lo cultural y literario el movimiento se plantea como asunto primordial, la atención que debe merecer la dignidad y el valor de la persona.
Desde el punto de vista pedagógico se ha insistido en que la educación humanista propende al uso de la razón como instrumento para el análisis tanto de la condición humana como del mundo social en el cual el ser humano se encuentra inmerso. Las personas son seres racionales que poseen la capacidad para hallar la verdad y practicar el bien. De esta manera, el humanista se identifica por su inclinación por la cultura, la literatura y el arte, por la aplicación de la racionalidad en la búsqueda de la verdad, por fomentar el espíritu crítico, por su aptitud para formar sujetos capaces de ocupar posiciones de liderazgo dentro de la sociedad y la cualidad de poseer un contenido muy elevado de valores éticos. El movimiento penetró dentro del ámbito de la educación y de la teología.
Tomando como punto de partida estas consideraciones de orden general, la presentación tiene como objeto plantear la proposición de que aquellos elementos que permiten definir a una personalidad como "humanista" se encontraban presentes en grado sumo en la Figura de J. I. Baldó.
I. Conversaciones con Baldó en torno a la Literatura
Nos referimos exclusivamente a aquellos autores y obras que el maestro juzgaba que habían ejercido una profunda influencia en su desarrollo personal y por consiguiente recomendaba con entusiasmo la lectura a sus discípulos.
Thomas Mann (1875-1955)
Efectivamente era uno de sus autores predilectos del maestro este titán de la literatura germana, un gran novelista y crítico en la primera mitad del siglo XX. Había nacido en Lübeck, Alemania Occidental, en 1875 en el seno de una familia poseedora de buenos recursos. Se trasladó a Munich en donde se impregnó de la vida cultural y artística que florecía en esa ciudad. Recibió la influencia del pensamiento filosófico germano y en particular de Friedrich Nietzsche y de Arthur Schopenhauer. Sobresalió en el campo de la novelística. Denunció en sus obras a la dictadura fascista y a la lamentable cobardía intelectual observada frente a este tipo de regímenes. Recomendaba el Dr. Baldó la lectura en particular de dos obras fundamentales de ese autor. Los Buddenbrook que había salido a la luz pública en 1901, y la cual pasó a convertirse en un clásico de la literatura universal. Es una historia sobre la burguesía del siglo XIX, la cual refleja la decadencia de una familia, en que se encuentran claramente dibujados algunos miembros de la propia familia de Mann. El autor manifiesta en ella su extraordinario poder descriptivo y su gusto por el detalle, al mismo tiempo que hace una magnífica descripción de toda una época, en la cual era evidente el conflicto existente entre el artista y el medio ambiente burgués en el cual éste se desenvolvía.
La segunda obra que el maestro comentaba con frecuencia y en forma exhaustiva era "La Montaña Mágica" (Der Zauberberg) la cual apareció publicada en 1924, (1,2) y que pasaría a constituir la obra cumbre del autor y una joya de la novelística del siglo XX. El maestro relataba que se encontraba en Davos, Suiza en el cantón de los Grisones en el "Wald-Sanatorium Platz" o "Sanatorio del Bosque" el cual había sido el escenario de la obra de Mann, cuando ésta se publicó. El maestro Baldó ya había alcanzado un nivel de conocimiento suficientemente elevado del idioma alemán y refería que pudo leer la obra en su versión original.
Thomas Mann para el año de 1911 se había establecido en Suiza, en Davos-Platz en ese mismo sanatorio, y había llevado a su esposa quién se encontraba afectada de los pulmones para recibir tratamiento. Allí empezó la gestación de esta pieza maestra de la literatura universal, proceso que fue lento y se extendió durante el lapso comprendido entre los años de 1911 hasta 1923. Una obra maestra, representativa de nuestra época y cuyo tema central lo constituye la enfermedad y la muerte, referidas tanto en el plano del individuo como en el de las culturas. Dos espíritus antagónicos, encarnaban dos visiones diferentes del mundo, el uno era Ludovico Settembrini, símbolo de la latinidad, el humanista y con una visión democrática, quien se enfrenta a su rival Naphta, al cual le toca exponer la concepción autoritaria en la política, es decir la dictadura. El conflicto representa un anticipo, del planteamiento bipolar del mundo en que se dividiría, años más tarde la humanidad.
La noción de la relatividad del tiempo, es otra de las importantes nociones que el autor desarrolla en forma interesante y habilidosa en el curso de la obra.
El ingrediente amoroso en la novela está representado por la inclinación que experimenta el héroe Hans Castorp y la seductora Madame Chauchat, siendo famoso el pronunciamiento hecho por la protagonista la cual utiliza una expresión que se volvió clásica "Tu es, en effet, un galant qui said solliciter d´une maniére profunde, a l´ allemand" (el texto está escrito en francés en el original). Es decir "Eres, en efecto un galante que sabe solicitar de una manera profunda, a la alemana".
Pero además del inmenso mérito literario de la obra también, tiene el valor de hacer, una descripción extraordinaria de uno de los mejores centros antituberculosos de aquella época y en donde analiza prolijamente los efectos del clima, de la alimentación, del reposo obligado (los enfermos constituyen según su exposición "un universo horizontal") y del tipo de asistencia médica que recibían los pacientes, en esa época.
Bildungsroman
"La montaña mágica" pertenece al género del "Bildungsroman", término derivado de la palabra alemana bildung, que significa educación. Es una novela en donde el protagonista experimenta un proceso de enriquecimiento intelectual y emocional durante su trayectoria vital. La montaña mágica se considera como un prototipo del Bildungsroman.
Entre las descripciones de los personajes del libro más apreciadas por el Dr. Baldó se encuentra la de Fridrich Jessen el distinguido cirujano de Hamburgo, "El Geheimrat" (Consejero áulico), de nombre Behrens, en la novela, y quién fuera el maestro que tanto apreció el Dr. Baldó y ejerció sobre el una profunda influencia.
Thomas Mann recibió en 1929 el galardón del premio nobel de literatura. Después de la llegada al poder de Hitler en 1933 se ve obligado a exilarse. Pasó a Suiza y luego a Estados Unidos en 1938, en donde después adquiere la ciudadanía americana en 1944.
Murió en Suiza el 12 de agosto de 1955.
La justificada admiración que experimentaba hacia el barón Alexander Von Humboldt (1769-1859)
"El Barón de Humboldt ha hecho más bienes a la América que todos sus conquistadores" Bolívar.
El Benefactor Científico de Latinoamérica. El maestro Baldó profesaba una profunda y justificada admiración por el barón Alexander Von Humboldt (1769-1859), por su condición de gran científico, explorador, naturalista y diplomático. Además de las extraordinarias contribuciones que hizo Humboldt en el campo de la geofísica, meteorología y oceanografía, destacaba Baldó con razón que Latinoamérica en general y Venezuela, en especial, tenían contraída una inmensa deuda de gratitud con este famoso científico, aporte que quedó consagrado en su obra, densa y monumental, denominada "Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente" publicada en treinta y cuatro volúmenes.
Baldó destacaba la importancia trascendental de la primera parte de este viaje a través del territorio venezolano. En efecto Humboldt, quién había nacido en Prusia el 16 de septiembre de 1769, había partido en el año de 1799 del puerto de La Coruña en España, a bordo de una corbeta que llevaba el nombre de "Pizarro". Su intención era dirigirse al Nuevo Mundo, para explorar ese universo todavía desconocido, en gran medida, en aquella época y en muchos aspectos. Esta proeza la va a realizar en compañía de Aimé Jacques Alexander Bonpland (1773-1858), que contaba con veinte cinco años, extraordinario naturalista, botánico y quién había estudiado medicina en París en la época de la revolución. Se convertiría en su amigo inseparable y colaborador valiosísimo en el campo de la botánica. Humboldt y Bonpland van a dedicar el primer año antes de su viaje (entre el 5 de junio de 1799 y agosto de 1800), para adquirir el arsenal de instrumentos necesarios: sextantes, cuadrantes, telescopios, microscopios, lupas, barómetros, higrómetros, termómetros, cronómetros, magnetómetros, botellas de Leyden, entre otros muchos.
Los objetivos
El viaje de Humboldt (3-10) estaba guiado por un plan maestro, cuyos objetivos primarios, eran el estudio de los suelos y sus minerales, el análisis de la atmósfera que comprendiese la presión, humedad, temperatura y carga eléctrica, así como la investigación de los océanos, el recolectar plantas, el estudio de especies de animales desconocidas y para coleccionar fósiles. Pero el objetivo supremo, expresado con sus propias palabras era "intentar descubrir como interaccionan entre si las fuerzas de la naturaleza y como influye el ambiente geográfico sobre la vida animal y vegetal. En otras palabras decía, he de buscar la unidad de la naturaleza".
Los célebres exploradores arribaron al puerto de Cumaná el 16 de julio de 1799, y se quedaron asombrados del maravilloso mundo que se les ofrecía a la vista, especialmente de aquella pródiga vegetación y fauna, pero sobre todo, por la posibilidad de conocer lo más importante o sea el personaje humano, que eran los auténticos indios.
Baldó con frecuencia se complacía en relatar las importantes contribuciones que se le debían a Humboldt en especial en el terreno de la geofísica:
En el oriente de Venezuela, su estancia inicial fue en la propia ciudad de Cumaná y luego en la zona montañosa donde se ubicaba la misión de Caripe, realizó la visita a "la cueva del Guacharo", la cual fue de capital importancia y sus descripciones de esa extraña ave llamada "pájaro del aceite" (Steatornis caripensis), las cuales eran en ese entonces, todavía desconocidas para la ciencia. También describió los cambios que experimentaban las plantas en la oscuridad.
Tuvieron la suerte de observar con precisión un eclipse de sol. También realizaron observaciones atmosféricas en el período pre-terremoto, ya que pudo medir la carga eléctrica de la atmósfera y descubrir que tenía la polaridad invertida de positiva a negativa, además también observó y realizó la descripción astronómica de una verdadera lluvia de meteoritos, la cual así como fue captada en ese momento y en ese lugar, también lo fue, en una vasta extensión del globo terráqueo.
En Caracas tuvo una estancia de más de dos meses, a principios de 1800 y tuvo conocimiento sobre el movimiento que entonces se encontraba en gestación, en la búsqueda de la independencia de Hispanoamérica.
Humboldt y Bonpland, van a protagonizar la primera ascensión registrada a la denominada "Silla de Caracas". Pero su máxima aspiración era atravesar los llanos de Venezuela y lograr el objetivo supremo de investigar el nacimiento o las cabeceras del Orinoco.
En los llanos de Venezuela prosiguieron las investigaciones sobre la temperatura del suelo que según sus mediciones alcanzaba hasta cifras de 50˚C. También dedicó su atención al estudio del famoso "temblador o anguila eléctrica sudamericana" Gymnotus o electrophorus electricus el cual está provisto de un aparato eléctrico compuesto por dos órganos, situados uno en cada lado del cuerpo, capaz de producir una descarga eléctrica hasta de 600 voltios mediante la cual puede paralizar o matar a un animal. Los indios colocaban algunos animales en los caños con la finalidad de descargarle las baterías y así poder capturarlos.
En el Alto Orinoco y el caño de Casiquiare. Los primeros exploradores científicos (9,10). Dejando atrás los llanos, y a partir de San Fernando de Apure, hacia finales de marzo, la expedición de Humboldt, se adentraba hacia el gran río, describiendo toda la sorprendente y variadísima fauna que se presentaba a sus ojos: flamencos, capibaras, tapires, pecarís, delfines de agua dulce, enormes caimanes, así como las no menos temibles pirañas, los jaguares, las diversas variedades de monos, las peligrosas serpientes y los mosquitos que los devoraban implacablemente. El 5 de abril entraron en el cauce principal del río Orinoco y se dirigieron hacia el sur. Describe la estación que hicieron en tres islas del Orinoco, en donde ponían los huevos, las gigantescas colonias de tortugas. Humboldt calculó que aproximadamente un millón de tortugas ponían sus huevos en el Orinoco y servían para extraer enormes cantidades de aceite de tortuga (Figura 1).
Insuflación y aspiración del niopo.
Figura 1. Guahiba del orinoco y Yanomanis del Casiquiari.
Atravesaron con grandes dificultades los famosos raudales de Atures y Maipures o región de las grandes cataratas. Más allá de los rápidos, se extendía la tierra desconocida, inexplorada, sólo habitada por indios salvajes. Corresponde a Humboldt y Bonpland la primicia de haber sido de los primeros científicos que exploraron esa tierra.
Bonpland continuó con la recolección de plantas las cuales alcanzaron a la cifra de 12 000 ejemplares, muchas de ellas especimenes raros o desconocidos para la ciencia. Humboldt, realizó mediciones de la temperatura del agua, del suelo y del aire, de la presión barométrica y la declinación magnética. Las observaciones permitieron precisar la existencia y posición geográfica del Caño Casiquiari y su confluencia con el río Negro, mediante observaciones astronómicas así como con la determinación de la latitud y longitud de más de cincuenta puntos y además recorrieron los trescientos veinte kilómetros del Caño Casiquiare.
La preparación del curare. De regreso, en el sitio conocido como La Esmeralda, Humboldt fue el primer científico que pudo observar el método que usaban los indígenas para la preparación del famoso veneno, el curare, a partir de una liana, con el nombre de "bejuco de mavacure" (planta del género Strychnos que produce el veneno, el cual es de color negro y de consistencia viscosa).
También recogió esqueletos en la celebre "Caverna de Atauripa" perteneciente a la extinguida etnia de los Atures. Efectivamente, esta valiente tribu de los Atures, fueron perseguidos y aniquilados por los Caribes antropófagos, buscaron refugio en las rocas de las cataratas y así fue como desapareció esta raza y la lengua que hablaban. Dejaron para la posteridad como único legado este osario.
El niopo y el tabaco. También observó los efectos de una droga alucinógena denominada "niopo" que la usaban los indios Otomacos y les producía un estado de embriaguez cercano a la locura. Para ese efecto, preparaban con las cáscaras de una mimosácea que Humbolt denominó "Acacia niopo" y con estas semillas reblandecidas formaban una pasta, mezclada con harina de yuca y cal. La sometían a una cocción intensa hasta formar una pasta dura. Los Otomacos aspiraban el niopo mediante el uso de un hueso de pájaro (el tarso de una ave grande zancuda) o mediante la insuflación mediante el soplido mutuo con un compañero. Se trata de un poderoso narcótico que provoca estados de conciencia alterados.
También registraron la presencia del tabaco verdadero el cual era cultivado desde tiempo inmemorial por todos los pueblos indígenas del Orinoco y este hecho explica la gran difusión alcanzada por el hábito de fumar en el continente americano. El tabaco era envuelto en hojas de maíz como también hacían en México los habitantes de esa zona a la llegada de Cortés. Los españoles sustituyeron las hojas de maíz por el papel.
Los viajeros emprendieron el viaje de regreso y llegaron el 15 de junio al pueblo de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, y hacia los finales de agosto de 1800 habían llegado de nuevo a Cumaná. En cerca de un año de viaje habían completado un periplo de alrededor de 2 500 kilómetros, en lo que fue la primera expedición científica realizada al territorio de las cabeceras del Orinoco y del Caño de Casiquiare. Después de su estancia en Venezuela Humboldt, viajó a Cuba, Nueva Granada (la cuenca del río Magdalena), Ecuador (el ascenso al pico Chimborazo en la cordillera de los Andes), Perú, México, Cuba, Estados Unidos y llegó a Francia en 1804. Murió en Berlín el 6 de mayo de 1859.
II. Conversaciones con Baldó sobre una incursión en el arte oriental.
Egipto
Baldó perteneció a la categoría del intelectual y del humanista consagrado a conceder suma atención en escala universal, a las obras imperecederas del arte universal, las contenidas en los más famosos museos del mundo y de analizar exhaustivamente el tesoro artístico de los mismos. Era un verdadero artífice en la planificación meticulosa de sus propios viajes con la finalidad de derivar el máximo provecho de los mismos, pero de igual manera, dedicaba una gran atención a la preparación del itinerario de los viajes que proyectaban sus discípulos y amigos.
Como ejemplos, de esta devoción que experimentaba el maestro por el mundo de las artes nos permitimos citar los siguientes, que fueron extraídos de la realidad y que resultaron del fruto de conversaciones sostenidas con el insigne maestro y amigo.
Las recomendaciones de Baldó para abordar a Egipto
Para el maestro, el viaje a Egipto suministraba al viajero la oportunidad de introducirse en dos universos enteramente diferentes.
1. El Egipto de los faraones: el de la civilización milenaria del Nilo, desde los primeros faraones hasta su declinación, el de los constructores de pirámides, de templos colosales, de la momificación de los cuerpos hecha en un intento fallido de desafiar a la eternidad y el de sus maravillosos museos, así como el que nos suministró el legado helenístico y romano.
2. El Egipto musulmán: a partir de la conquista árabe (639-642 d. C.) y de su integración al imperio musulmán, que convertirían El Cairo, en el gran centro cultural del mundo musulmán.
El museo de El Cairo en Egipto. Acostumbraba a señalar que era indispensable una preparación cuidadosa con antelación a la visita, mediante una exhaustiva revisión bibliográfica y luego fomentar la disposición de dedicarse con acuciosidad durante el viaje a Egipto, para poder conocer a fondo la colección más famosa e importante de antigüedades de ese país, las cuales se encuentran cobijadas, en el famoso "museo de El Cairo" (11). Pero siempre acompañaba el maestro su profunda erudición en este campo, con una prudente nota de advertencia que consistía en no tratar de abarcar nunca demasiado y dividir el recorrido a este gran museo en dos circuitos: uno que revestía gran importancia y al cual era necesario dedicar un tiempo considerable de estudio. El otro, que consideraba como un recorrido secundario podía hacerse más rápido por considerar que aquellas áreas tienen menor importancia arqueológica o artística. En el primer circuito incluía las salas dedicadas al imperio antiguo, a saber la sala 42 del museo, en donde se puede admirar la estatua de diorita de Khéphren una obra maestra del arte egipcio, así como la también famosa estatua de madera de Cheik-el-Beled y luego recorrer la sala 32 en donde asimismo se encuentran algunas obras de máxima importancia dentro del campo de la escultura pertenecientes al imperio antiguo, entre ellas las de Rahotep y Nofrit y poder observar aquel famoso panel, en donde se encuentran pintadas las conocidas "Ocas de Meidoum" (finales de la II dinastía). La otra sala (salón septentrional 13), es la más impresionante del museo, ya que contiene las maravillas pertenecientes a la tumba de Tout-ankh-Amon y las cuales fueron descubiertas mediante investigaciones arqueológicas clásicas que fueron conducidas por los ingleses Lord Carnavon y H. Carter (Figura 2).
Es posible admirar las maravillas de este tesoro que comprende un universo variadísimo y que poseen un valor incalculable, entre los que se cuentan, los carros de guerra, los cuatro grandes catafalcos en madera con ornamentaciones en esmalte azul, el cofre de los canopes en alabastro, los vasos de alabastro, los cofres de marfil, el trono con incrustaciones de turquesas, cornalinas y lapis lázulis, las innumerables y magníficas joyas así como los famosísimos sarcófagos que incluyen la pieza maestra constituida por la máscara funeraria del faraón Tout-ankh-Amón. Ofrecen a la vista un conjunto fantástico y único en el mundo.
Figura 2. Busto de Nefertiti (Staatliche Museen, Berlín) Estatua de escriba (Museo del Louvre, París).
Las pirámides de Guizeh. Constituye una visita obligada la que se dispensa a las sobrecogedoras tres pirámides que son las tumbas reales más famosas, las cuales se encuentran en las cercanías del Cairo. La primera es la gran "pirámide de Kheops" denominada también "Akout Khoufou" término que significaba "Luminoso es Kheops", la segunda es la de "Khéphren o "Our Khafra", es decir "Grande es Khephren" y la tercera es la "Mykérinos" llamado "Neter Menkaoura" o sea "Divino es Mykérinos". Además, es de obligación detenerse para admirar la escultura gigante de la famosa Esfinge, representación granítica colosal de un león con cabeza humana tallada en la roca que representaba para algunos al dios Harmakhis y para otros corresponde a la imagen del faraón Képhren, siendo sobrecogedor el poder admirar en su conjunto a todo el vasto complejo funerario de Guizeh. Es conveniente mencionar que a lo largo de la ribera izquierda del Nilo sobre el borde del desierto, en una extensión de cerca de 70 Km se ubican cerca de 80 pirámides menores y centenares de sepulturas menores denominadas mastabas (12,13).
En este momento, en sus conversaciones el Dr. Baldó hacía varias sugerencias al viajero: Ud. debe complementar, con un paseo en camello la visita a las pirámides, lo cual constituye un paseo turístico de rigor, pero además, este paseo va a dejar en la memoria del viajero un recuerdo imborrable, el de recorrer cabalgando en camello el panorama infinito del desierto líbico, en el cual emergen como gigantes del remoto pasado, este grupo famoso de las pirámides de Egipto (en árabe, el haram) y que transporta al viajero, por breves momentos al mundo misterioso e inaccesible de los beduinos del desierto. La segunda recomendación era la de volver a ese sitio durante la noche para pasar una velada inolvidable con el espectáculo visual y auditivo de "Luz y Sonido" en el cual el asistente puede rememorar la historia fascinante del Egipto eterno, en las noches gélidas del desierto.
La pirámide de Sakkarah. A unos treinta kilómetros de El Cairo se perfilan las reliquias de la antigua ciudad de Menfis (el nombre egipcio era Mennofri) en cuyos alrededores se encuentra una gigantesca esfinge de alabastro (de 8 m de altura y 4,25 de ancho) y un famoso coloso (de 10 m de altura) que había sido ya mencionado por Herodoto y que corresponde a la imagen de Sesostris. Menfis había sido una de las grandes metrópolis de la antigüedad y había alcanzado su apogeo, bajo la IV dinastía. Pero el punto central de la visita lo constituye el recorrido por la necrópolis de Sakkarah, (cerca de 18 pirámides, mastabas y tumbas rudimentarias) y especialmente a la pirámide escalonada del rey Djoser (III dinastía), atribuida al arquitecto y médico Imhotep. Es la mejor conservada y representa el inicio del estilo piramidal, que constituye un legado egipcio fundamental al campo de la arquitectura (14).
Por supuesto, insistía el maestro Baldó que esta gira se complementase con una visita global a la ciudad de El Cairo, como una metrópolis representativa del mundo árabe de 17 millones de habitantes. Así, es obligada una visita a la "Ciudadela de Saladino" (15), que se encuentra situada en lo alto de El Cairo. Fue el Kurdo Saladino quien se apodero de Egipto en 1171 y construyó esta fortaleza sobre una elevada roca que domina a El Cairo. Las mezquitas, entre las cuales cabe destacar la "Mezquita madrasa (escuela religiosa) del Sultan Hassan" (1356-62 d. C.) la cual es una verdadera obra maestra de la arquitectura árabe, en la cual se destaca su bella y elevada cúpula y un altísimo minarete que alcanza 90 m el más alto de El Cairo. Esta mezquita se considera como el templo islámico más hermoso y es además famosa por su decoración a base de mármol y de piedras preciosas. El mausoleo del sultán Hassan está coronado por una bella cúpula hecha con láminas de oro. El arte islámico alcanzó un gran virtuosismo y desarrolló el denominado arabesco estilo original y famoso. La mezquita de Mehemet Alí o mezquita de Alabastro la cual alberga la tumba de Mehemet Alí y fue construida según el modelo de las mezquitas turcas de Constantinopla, encontrándose situada también en lo alto de la Ciudadela. Está dotada de una sala inmensa cubierta por una gran cúpula, sostenida por cuatro semicúpulas y cuatro cúpulas pequeñas y presenta alminares afilados a los lados. Mehemet Alí se desempeñó como bajá de Egipto (1805-1848) y es considerado como el impulsor del Egipto moderno. La mezquita universidad de al Azhar: constituye el centro de enseñanza superior e intelectual de la cultura musulmana en Egipto, que cumple a la vez funciones religiosas y políticas, y es el asiento de una famosa biblioteca. La mezquita de Ibn Tulum: en el año 639 los árabes conquistaron Egipto y El Cairo se convirtió en un centro del islamismo. En el año 868 Ahmed Ibn Tulum quien era hijo de un esclavo turco alcanzó el poder en el año 868 e hizo construir la mezquita más bella de El Cairo islámico llamada mezquita de Ibn Tulum que es famosa por la forma helicoidal de su alminar, el cual es semejante al de la mezquita de Samarra en Irak. Bajo el dominio árabe, Egipto se convirtió en una provincia de otro imperio con sede primero en el califato de Damasco y después de Bagdad.
El visitante continúa el camino al famoso Bazar, rico en encantos y tentaciones, el paseo de rigor por el río Nilo, la visita a los mercados repletos de atractivas legumbres las cuales son el testimonio fehaciente de los beneficios acarreados a la agricultura por las fértiles aguas del Nilo, puede mirar a las bicicletas repletas de atractivos panes apilonados y observar las calles de ciertos barrios aledaños de la ciudad por donde corren manadas de carneros, que interceptan el tráfico automotriz. El Zoco (o mercado) existe en cada barrio, pero el más importante y pintoresco de El Cairo, que suele atraer el interés del visitante es el Khan al Khalili, cuya tradición se remonta hasta la edad media y son muy llamativos los puestos de venta de especies, que ofrecen una variedad infinita de estos productos.
Los Templos de Louxor y Karnak. Sea que se utilice la vía aérea, para alcanzar el aeropuerto situado en pleno desierto o se aborde un barco de turismo que haga el recorrido por el Nilo desde El Cairo en dirección hacia Assouan, se arriba al pueblo de Louxor en el Alto Egipto. La ciudad de Tebas se encontraba en la antigüedad en esta zona y había sido la capital del imperio egipcio durante el período de su mayor esplendor. En los tiempos de Homero se la designaba con el apodo de "Tebas la ciudad de las cien puertas". El dominio de Tebas se ejercería durante 6 siglos hasta llegar a las dinastías XVIII y XIX. El recorrido más interesante a realizar y que es donde se encuentran los más preciados tesoros de la humanidad, (13-17), comprende:
1. El templo de Louxor: Este santuario representaba la capilla del año nuevo del templo de Karnak, y fue la obra de dos reyes tebanos, Aménophis III y Ramses II. Este templo se encuentra unido al de Karnak por una avenida bordeada de esfinges que ha conservado el nombre griego de dromos. El viajero se puede deleitar con la contemplación de la fachada principal en donde se levanta el pilón (del griego puerta) construido por Ramses II. Originalmente el templo poseía los dos obeliscos de Ramses II, los cuales fueron donados a Francia por Méhémet Alí en 1831. Pero sólo uno de ellos fue transportado a París en 1833 y colocado en 1836 en su sitio actual en la plaza de la Concordia. Sus paredes están recubiertas por textos de jeroglifos en donde se narran las hazañas de Ramses II. Son también admirables las seis estatuas colosales de Ramses II colocadas delante del pilón: dos están sentadas construidas en granito negro y cuatro de pie están hechas en granito rosado. Luego se recorre el primer patio provisto de columnas en donde se encuentra una capilla dedicada a la trilogía tebana (Amon, Mout y Khonsou) y después se pasa el segundo patio o patio de Aemnophis III con columnas papiriformes de capiteles cerrados y luego el visitante entra en la Sala Hipóstila con sus 32 columnas.
2. El templo de Karnak: el santuario de Amón. El gran dromos unía en tiempos remotos a Louxor con Karnak. El templo de Karnak fue el más grandioso santuario que se construyó en Egipto, dedicado al culto de Amón-Re. Este conjunto vastísimo, comprende diez pilones, cuatro patios, un lago sagrado, 8 obeliscos. Pero la joya más bella y grandiosa del conjunto es la impresio-nante "Gran sala Hipóstila", una sala en donde se elevan ciento treinta y cuatro columnas colosales papiriformes de lotos abiertos o cerrados y con una altura que sobrepasa los 20 metros de altura. Ha recibido con justicia el nombre de "Bosque de las columnas" y al entrar en ese recinto experimenta el visitante una sensación de pequeñez que hizo decir, con razón, a Champollion que esta sala convierte al observador en un "liliputiense". También son notables las tres capillas del templo de Sethi II, que están dedicadas a la tríada tebana: el dios padre Amón, la diosa madre Mout y el dios hijo Khonsou, y los templos de Ramsés y de Thoutmosis III, así como el templo del Dios Khonsou, y los templos de Ramsés III y de Thutmosis III, así como el templo del Dios Khonsou (Figura 3).
La visión de estas extraordinarias esculturas, los bajo relieves y los jeroglifícos que se encuentran dentro de aquel imponente complejo arquitectónico, dejan en el observador una impresión imborrable, por su belleza y grandiosidad.
Figura 3. Templo de Karnak. Sala Hipóstila. Valle de las Reinas: Templo de Hatchepsout. Obeliscos de Louxor y de Tutmosis.
El Valle de los Reyes. Bibán el Molouk: los hipogeos. El tema de la muerte revestía una importancia capital para la antigua sociedad egipcia. De aquí la trascendencia que revestía el proceso de momificación, la celebración de los funerales y la dedicación concedida a la arqueología como disciplina, primero dedicada a la construcción de las pirámides durante el imperio antiguo y después a la edificación de los Hipogeos a partir del imperio medio (17-20).
La necrópolis Tebana. El viajero debe tomar, en el embarcadero situado frente al templo de Louxor, una barca para poder atravesar el río Nilo y de esta manera alcanzar la ribera izquierda para entrar en el mundo misterioso y fascinante de la necrópolis Tebana. La estructura de los hipogeos es relativamente simple: son tumbas excavadas en las colinas de la cadena líbica, en la zona de Tebas. Consisten básicamente en túneles o corredores subterráneos que se acompañan de salas laterales y que terminan en una cámara en donde se encontraba colocada la momia real, se cuentan en total alrededor de sesenta y dos hipogeos y cerca de cuatrocientas tumbas de diversos tipos. Lo más importante en estos hipogeos, desde el punto de vista artístico lo constituye la profusa decoración que revestía a las paredes y columnas, con jeroglíficos que están cuidadosamente diseñados. En esta decoración se describían textos funerarios en honor del dios Ré y que servían de guía al difunto en su viaje hacia el más allá (Figura 4).
Figura 4. El Vallle de los Reyes. Los Hipogeos. La Tumba de Seti I. La Tumba de Ramses I.
Es en la vertiente occidental de la montaña, en donde se encuentra la necrópolis conocida como Bibán el Molouk o tumba de los Reyes. Allí yacen enterrados en estos hipogeos los faraones del imperio nuevo desde Toutmosis I a Ramses XI, los cuales penetran casi siempre hasta más de 100 metros bajo la tierra. Desafortunadamente, la necrópolis fue violada en su casi totalidad ya desde la época faraónica. Sólo la tumba de Tout-ankh-Amón se salvó del pillaje. A pesar de que este fue un faraón de menor importancia histórica, sin embargo, el tesoro rescatado posee un valor incalculable, por lo que cabe imaginar, lo que podría haber sido el tesoro de un faraón de la talla histórica de un Ramses II. (Figura 5).
Figura 5. El Tesoro de Tout-anKh-Amon. La máscara de oro. Ataúd para las visceras (Museo Egipcio, El Cairo).
El Valle de Las Reinas: Deir-el-Bahari. El templo de la reina Hatchepsout (1471-1456). Se considera como una de las más grandiosas y notables expresiones de la arquitectura egipcia, el templo de la reina Hatchepsout en Deir-el-Bahari (Figura 3).
El templo de la XVIII dinastía se encuentra erigido en un sitio particularmente conveniente, ya que la montaña cortada verticalmente le sirve de fondo, sobre el cual destaca el mismo por su extraordinaria belleza. Llama la atención el trazado recto de sus líneas que junto con sus columnas le dan al conjunto un aire de indiscutible modernidad. Está constituido por dos terrazas inferiores unidas por una rampa y luego se accede a una tercera terraza superior. En el templo se encuentran narradas las expediciones guerreras y comerciales, que incluyen la expedición marítima al país de Pount (Somalía). En este complejo funerario se encuentran las capillas dedicadas a Thoutmosis I y la Reina Hatchepsout, y el templo dedicado a Amon, en donde se le rendía culto con "las celebraciones de la navegación de las barcas sagradas". La reina Hacthepsout era hija de Thoutmosis I y contrajo matrimonio con Thoutmosis II su medio hermano, y reinó durante un lapso de 15 años hasta ocurrir su muerte. Había adoptado todos los atributos del poder real con inclusión de los cetros y el uso de la barba postiza. Hatchepsout (1471-1456 a. C.) perteneció a la dinastía XVIII y fue una de las 4 mujeres que detentaron el título de faraón, en la historia del Egipto (17-20).
III. Conversaciones con Baldó a cerca de una visión sobre la India
Introducción. En el año 1963 se nos ofreció la oportunidad de asistir al congreso mundial de cardiología y participar en la reunión de la Sociedad Internacional de Cardiología, por lo cual nos aprestamos a viajar a la lejana "República de la India", un país ignoto y singular que alcanza una superficie 3 165 598 Km2. El lugar de reunión era la ciudad capital de Nueva Delhi, situada en un territorio que es un verdadero subcontinente. La población de la India según las estadísticas sobrepasa en la actualidad la cifra de 1 000 millones de habitantes. La mayor ciudad del país es Bombay con una población que se encuentra por encima de los 15 millones de habitantes (21-23) (Figura 6). La India logró la independencia del poder británico el 15 de agosto de 1947.
La India, país de contrastes. Dos Indias que coexisten. La tierra de Bharata. Al entrar en la India el observador se percata pronto de que la realidad que se le ofrece a la vista presenta situaciones polarmente opuestas.
Así por un lado se encuentra a la India de la sublime arquitectura, tal como la que nos ofrece el Taj Majal que se considera como una de las sietes maravillas del mundo y es sin duda una de las obras más excelsas de la humanidad, es también la de los famosos templos eróticos de Kajurao, (24-27) la de los fabulosos palacios de los Maharajas, que eran depositarios en su época de riquezas imponderables y a su lado se encuentra la India de la extrema pobreza, de la hambruna extrema, la cual afecta a sectores importantes de la población, con las personas que se encuentran convertidas en verdaderos esqueletos vivientes que deambulan por las calles.
Es la India de la dominación británica con los testimonios de los pecados del colonialismo, pero donde también se observan las semillas democráticas que lograron arraigarse en el seno del país, penetraron en profundidad y condujeron a la modernidad de la India y a su lado nos topamos con la India ancestral imperecedera. Es también la India del valor moral que supo inspirarnos con la figura de Ghandi, que cual pequeño Goliat se levantó contra el poderoso Sansón del imperio británico y dio una lección universal a la humanidad al utilizar como únicas armas el valor moral y la tesis de la resistencia no violenta ante la opresión. La India también ha sido la abanderada del neutralismo entre el mundo bipolar del este y el oeste.
Figura 6. Una rueda de piedra del carro del templo del sol (24 ruedas), Konarak (Orissa) Danza cósmica de Siva Nataraja. Ghandi el Padre de la India Moderna.
Pero también es la India el país del injusto y anacrónico "Sistema de Castas" que aunque constitucionalmente es ilegal sigue estando aun vigente en la práctica. Están prohibidos en teoría la "intocabilidad", el matrimonio entre niños y el denominado "Sati" o sea la incineración de las viudas, las cuales se arrojan a la pira funeraria en donde se crema el cuerpo yacente del marido.
Es en suma, esta India de los contrastes lo que la hace ser el país más singular y complejo del oriente, probablemente el que ofrece la diferencia más radical frente al mundo occidental.
El doctor Baldó hacía la siguiente recomendación: el observador al visitar la India debe despojarse de todos los prejuicios y formarse su propio criterio.
Los grandes retos del país.
1. El control de la natalidad: Para la fecha de nuestro viaje la tasa de mortalidad había descendido a la cifra de 2,1 % pero todavía se mantenía elevada la tasa de mortalidad infantil del orden de 145 por mil (22). El aumento de la natalidad era inmenso 2,5 % lo que era equivalente a un aumento de más de 12 millones de habitantes por año. Desafortunadamente, el crecimiento de la producción agrícola sólo alcanzaba al 4 por ciento anual con el agravamiento consecuente de la situación alimentaria de la población. Por otra parte la planificación familiar y las medidas anticonceptivas eran notoriamente insuficientes. Sin embargo, era posible observar anuncios gigantes visibles en las calles de Nueva Delhi y en otras ciudades importantes, de clínicas y centros dedicados a la esterilización (ligaduras de trompas en la mujer y de los canales deferentes en el hombre) mediante la retribución de una suma que aunque modesta era lo suficiente para ser atractiva para el cliente (en ese entonces era de 100 rupias). No obstante, estas medidas anticonceptivas habían encontrado una fuerte resistencia por parte del sector religioso (22).
2. El hambre una terrible desgracia. Representa uno de los aspectos más negativos que provoca un choque tremendo en el observador. El torrente humano que se desliza por las grandes ciudades corre de la mano con el hambre que se hace visible y se manifiesta a los ojos del visitante en la población de mendigos, de los niños harapientos y de las mujeres esqueléticas que intentan alimentar a sus recién nacidos, con un seno visiblemente marchitado y seco. Después del control de la natalidad, el hambre constituye el segundo gran reto que se plantea por resolver a la India. Para ser frente al problema del hambre se inicio en la India un movimiento de reforma agraria promovido por un discípulo de Ghandi, llamado Vinova Bhave que se denominó Bhoodan, el cual consiguió el reparto de las tierras en beneficio de los pobres.
3. El azote de las enfermedades. La situación sanitaria de la India para el momento de alcanzar su independencia era no menos que catastrófica, desde entonces mucho se ha progresado en el control de la viruela y de la malaria. El cólera que había adquirido en el país carácter endémico, también se han hecho grandes progresos en su control. La lepra y sus secuelas provoca un tremendo impacto en el occidental ya que se pueden observar numerosos leprosos, mutilados por la enfermedad, tanto en las ciudades importantes como en las aldeas. Han disminuido, pero todavía persisten males como, la desnutrición, la tuberculosis y las enfermedades venéreas.
Las actividades médicas que eventualmente se desarrollan en la India, también ofrecen al viajero la oportunidad de conocer y apreciar la cultura de uno de los países más extensos del mundo desde el punto de vista geográfico, un verdadero subcontinente. La población ocupa cuantitativamente el segundo lugar en la escala mundial después de la China, población ésta que representa el resultado de una enorme fusión étnica, lo cual se puede apreciar, por el predominio de la raza blanca que se localiza hacia el norte del país y de las razas oscuras que se ubican predominantemente hacia el sur.
La India es una verdadera Torre de Babel viviente. Si bien el indí, es la lengua más extendida, existen un total de 14 lenguas oficiales y cerca de mil dialectos regionales. El indí, es la lengua de la región norte central de la India, procede del sánscrito y es la lengua oficial, y el urdu es la lengua hablada por los musulmanes, es derivada del indí y tiene además influencia persa. Es dable observar con frecuencia que un hindú procedente de Nueva Delhi, al llegar a un aeropuerto del sur del país, tiene que apelar al idioma inglés para entenderse con sus compatriotas del sur, dada la radical diferencia lingüística que existe entre las diversas regiones.
La diversidad religiosa es otra de las características notables de la India. Los hindúes representan la mayoría religiosa (85 %), luego viene a distancia el componente integrado por los musulmanes, cristianos, sikhs, jainitas, budistas y zoroastros. A pesar de las apariencias engañosas, los hindúes son monoteístas, con una trinidad constituida por Brama, el creador, Vishnu el preservador y Siva el destructor. La diversidad surge de las diversas tareas que le son asignadas a las deidades menores (26).
El sistema de castas y los sadhus. El sistema de castas, es una característica "suigeneris" encontrada en la India que consiste en una estratificación de la sociedad basada en divisiones rígidas ligadas a la ocupación, al tipo de dieta, al matrimonio y a otras circunstancias la cual ha estado vigente en la India durante milenios.
Se ha comparado el "sistema de castas" a una estructura jerarquizada piramidal en cuyo vértice se encuentra la casta de los Brahamanes, que poseen el poder espiritual. La segunda casta es la de los militares, la tercera es la de los comerciantes y la cuarta la de los campesinos. Cada casta se subdivide a su vez en un número infinito de "subcastas". Después viene la casta de los domésticos y fuera del sistema se encuentran "los intocables o impuros" y la población de las tribus. El sistema es en esencia inmutable: se nace, se vive y se muere dentro de la casta correspondiente. Es la garantía del determinismo social. El sujeto de una casta debe contraer matrimonio dentro de su propia casta, la cual tiene reglas fijas. Es una estructura social muy antigua y se encuentra vigente pese a las disposiciones constitucionales en su contra. Como ejemplo me permito relatar que durante mi estancia solicité al cuarto del hotel un té con leche que fue llevado enseguida por un portador (el bearer). Al derramarse un poco de leche en la alfombra, le solicite por favor que le pasara un trapo para limpiarla. A esto respondió negativamente y con cortesía buscó al encargado de la limpieza (el sweeper) que era el de la casta a la cual le correspondía hacer la limpieza.
En la India moderna, este sistema cuya expresión más baja y desafortunada en la escala, es la de los "descastados" o "intocables", hace años que dejó de estar jurídicamente vigente. Otro grupo que se encuentra fuera del sistema de castas es el grupo de los ascéticos o Sadhus. Son ermitaños religiosos que siguen la orientación de un gurú o conductor espiritual. La voz Sadhus (o piadoso) viene del sánscrito, es el hombre santo que además se distingue por una bata de color azafrán y por vivir de la mendicidad.
Las recomendaciones iniciales. Entre las primeras recomendaciones de Baldó, para una aproximación del viajero para lograr una visión integral sobre la India, se contaban las siguientes:
1. Tomar como punto de partida a la ciudad de Nueva Delhi. Alojarse en un hotel que permitía disfrutar de la arquitectura típica del estilo mogol, del servicio típico y de las delicias de la gastronomía hindú, aun cuando es conveniente evitar incurrir en excesos.
2. Planificar cuidadosamente los viajes a realizar, dada la vastedad del país y lo apartado que se encuentran los sitios de interés. Escoger la época apropiada por razones climatológicas (octubre-noviembre). Sugirió los siguientes recorridos: - La ciudad de Nueva Delhi, el viaje de rigor a Agra y la visita al Taj Mahal y a Fatehpur Sikri. El Rajasthan, el peregrinaje a Benarés, los templos eróticos de Khajuraho, el viaje hacia el norte: a los estados de Punjab y Casimir Jammu, Bombay y sus alrededores. Las cuevas de Ajanta y Ellora.
La ciudad de Delhi: las siete ciudades de Delhi. En Nueva Delhi se asienta el poder del país, siendo una de las metrópolis más grandes de la India y heredera de una historia milenaria la cual se encuentra esculpida en gran medida en piedra. El maestro Baldó rememoraba con sus amigos y familiares la riqueza de ese legado histórico. Allí habían reinado las dinastías hindúes y las musulmanas, después habían hecho su aparición los mogoles, quienes habían gobernado al país hasta que se hicieron presentes los ingleses, quienes establecieron primero la capital en Calcuta y luego la trasladaron a Nueva Delhi a partir de 1911, aun cuando "la ciudad nueva o Nueva Delhi" fue inaugurada oficialmente sólo más tarde, en 1931. El gobierno británico tuvo su asiento en esta ciudad hasta la fecha de promulgación de la independencia del país lo cual aconteció en 1947 (27,28).
Nueva Delhi. La ciudad se estableció sobre los emplazamientos anteriores hindúes, musulmanes y cuyo surgimiento como metrópolis moderna se debe a la labor de los arquitectos británicos (Sir Edwin Lutyens y Sir Herbert Baker).
El sello distintivo del corazón de la ciudad lo constituye un conjunto de importantes edificios designados anteriormente como el Palacio del Virrey, hoy Palacio Presidencial conocido como Rashtrapati Bhavan (residencia oficial del presidente de la república), otros dos lo constituyen "el secretario del virrey" que hoy en día ocupan los importantes ministerios y servicios de la administración pública y por último una bella edificación circular rodeada por una columnata, la cual es el asiento del poder legislativo. Este conjunto constituye la sede del gobierno independiente de la India. Es notable la avenida principal, conocida con el nombre de Rajpath y el centro comercial de la ciudad, el cual se levanta alrededor de una enorme plaza circular provista de una columnata alineada, conocida como "Connaught Circus" o "Connaught Place", la cual ha sido homologada con la célebre "Plaza de la Estrella" parisina o con el "Picadilly Circus" londinense. Esa plaza constituye el verdadero corazón de la ciudad de la cual surgen las avenidas, a partir de las cuales se expanden los hermosos parques de una ciudad jardín dotada de amplios bulevares en donde se acobijan frondosos árboles. Se percibe en la ciudad el surgimiento de la nueva India independiente, el cual se encuentra íntimamente entremezclado con el legado siempre presente de la Inglaterra imperial. Otro de los símbolos característicos de la ciudad lo constituye "La Puerta de la India" (Indian gate) la cual es un arco de triunfo, inspirado en el Menin gate de Bélgica, de 42 metros de altura, en el cual se hallan impresos los nombres de los soldados británicos e hindúes que perecieron en la primera guerra mundial. Fue construido en el año de 1931. El fuego que flamea, es un recordatorio a la memoria del "soldado desconocido" aquellos que perdieran la vida en la guerra contra Paquistán en 1971.
Al visitante se le ofrecen un millar de monumentos históricos de la ciudad por lo cual se ve obligado a hacer una selección de esos ilustres representantes de los diferentes períodos históricos, ligados a los sucesivos conquistadores de la India y de la ciudad.
El maestro Baldó insistía en que era necesaria una visita a los lugares más característicos y a los monumentos más representativos de las diferentes épocas históricas. Efectivamente, la ciudad se encuentra repleta de monumentos, palacios, tumbas y mausoleos de los cuales citamos algunos a continuación.
1. El Qutb Minar, perteneciente al período turco afgano (del siglo XI al XVI), es una famosa columna o torre la cual está considerada como una de las más bellas del mundo. Su altura alcanza a 78 metros y su diámetro a 15,4 metros. Es un símbolo de la coexistencia del arte hindú con el islámico y para algunos eruditos es un espécimen único de la arquitectura de las torres por su belleza y estabilidad. Comenzó a construirse en 1199 por Qutb ud Din, el primer sultán musulmán de Delhi.
2. La tumba del emperador Humayun, construida en piedra de greda roja y de mármol blanco, representa una de las obras maestras de la arquitectura mogol junto a las encontradas en Agra y Fatehpur Sikri.
3. El templo Lakshmi Narayan o templo Birla: es un templo hinduista el cual es accesible a los visitantes occidentales.
4. El Museo Nacional: permite apreciar las reliquias del antiguo "Valle de la Civilización Hindú" el cual alberga las colecciones de más de 5000 años procedentes de Mohenjo daro y Harappa. Se pueden contemplar en este museo esculturas de diversos períodos históricos, así como las pinturas y miniaturas procedentes de diversas escuelas. Pero sobre todo, es posible admirar los viejos manuscritos del Gita Govinda, del Mahabharata, bellamente ilustrados y el Bhagavad Gita que se encuentra escrito e iluminado con tinta dorada. El museo tiene además importantes colecciones de textiles, saríes y trajes de diversas regiones, armas bellamente labradas, piedras preciosas y diversas cerámicas.
Una visita a la memoria de Gandhi: el Gandhi Rajghat. Es el sitio situado al norte de la ciudad en donde fue cremado el gran líder Mahatma Gandhi, considerado como el padre de la India moderna y quien condujo el movimiento libertario mediante un programa basado en una forma abierta de no cooperación con el gobierno y en la aplicación de una acción política basada en la no violencia. Preconizaba la abolición de la intocabilidad y el desarrollo de la economía basándose en el estímulo a la artesanía. Gandhi fue asesinado un día viernes y en cada viernes se recuerda en este sitio, la memoria del padre de la moderna India.
"La Vieja Delhi". El esplendor de los mogoles. Dejando atrás la puerta de Delhi se dirige el viajero hacia la vieja Delhi en donde se encuentran grandes obras de arte debidas a la herencia mogólica (27) de las cuales citamos las siguientes:
1. La mezquita de Jama Masjid. Es la más grande de las mezquitas de la India, construida en greda roja y en mármol blanco, fue edificada por el Shahjahan en el siglo XVII, ofrece el conjunto característico de cúpulas y minaretes, que provocan en el espectador una mezcla de serena tranquilidad y de impresionante belleza. El segundo lugar encontrado de gran hermosura es el siguiente.
2. El Fuerte Rojo. Es sin lugar a dudas el exponente más maravilloso de la ciudad y símbolo del poder y de la arquitectura mogólica. Sus murallas son de piedra de greda roja y tiene numerosos pabellones de mármol blanco, entre los que sobresale el "Diwan-i-Khas" que era el salón en donde se celebraban las audiencias privadas, el cual fue construido en mármol con incrustaciones de piedras preciosas. También fue obra del Shahjahan a quién nos lo podemos imaginar sentado en el mundialmente famoso "Trono del Pavo Real", vaciado en oro con incrustaciones de esmeraldas. En las paredes hay versos persas inscritos en letras doradas que traducidas expresaban la admiración que el espectador experimentaba en este lugar: "Si hay un paraíso en la tierra, es aquí, es aquí, es aquí".
3. El otro sitio de gran valor estético, es una de las mezquitas del Fuerte Rojo, denominada Moti Masjid: La Perla de las Mezquitas construida también a base de greda roja y de mármol blanco. Al dejar el Fuerte Rojo el visitante se adentra en La vieja Delhi. Se penetra en un verdadero laberinto de callejuelas atiborradas de bazares, en donde se respira una atmósfera repleta de religión y cargada de historia.
Chandni Chauk, "la calle de la plata", es la gran vía que atraviesa esta enorme muchedumbre humana, verdadera Babel viviente. En sus calles impregnadas con el aroma de las especies, se pueden observar como se practican, al aire libre, los más diversos oficios, tales como los de, zapateros, barberos, ocupados en rasurar las barbas de su cliente. Las vacas deambulan o se echan apaciblemente mientras miran con indiferencia el abigarrado espectáculo. Se observa el polimorfismo étnico y la infinita variedad de la indumentaria: turbantes de vivos colores, los dhoti o pantalones pijamas, los diferentes tipos de gorras, los saris, el lunar rojo que las damas lucen en la frente, los anillos colocados con un adorno en el ala de la nariz y numerosas marcas faciales, en relación con la casta o la etnia, las profusas joyas, las pulseras de brazos o de piernas. En la calle se pueden ver los diferentes vehículos como los taxi-bicicletas, los conocidos rick shaw tirados por seres humanos o velomotos que hacen el transporte por una suma irrisoria.
Pero esta avenida es también célebre por alojar las mejores joyerías y orfebres que han dado una gran celebridad a la India.
La gastronomía de la India. También el visitante puede disfrutar en restaurantes como el Moti Mahal en la vieja Delhi, algunas especialidades gastro-nómicas en que se siente la influencia mogólica y que son conocidas como mughlai, tales como el famoso "pollo tandoori", una exquisitez que consiste en un pollo cocido en hornos especiales, bien condimentado con especies y que adquiere un llamativo color rojizo, y consumir los famosos "chapatti" una de las variedades de pan más populares que recuerda la tortilla mejicana o también probar las preparaciones a base de arroz como "el pulao" y "el biriani", plato preparado con pollo o cordero, especies, arroz y sazonado con naranjas, uvas, piñas y ciruelas, así como también todas las preparaciones a base de "curry" (27,33).
La danza clásica de la India. Durante la celebración del Congreso, los participantes recibimos la gentil invitación que nos hiciera el profesor de patología V. Ramalingaswami del All India Institute de Nueva Delhi, para asistir a una velada de danza clásica en su casa. Estas danzas de la India tienen una raigambre religiosa ya que han surgido de los templos hindúes y estas danzas como las flores que se le ofrecen a Dios, son una de las expresiones más nobles y bellas del espíritu humano. De hecho en la India nace el concepto del Dios ligado al baile que crea el ritmo del universo y Siva Nataraja, es "El rey de los danzarines". La expresión se trasmite por la postura del cuerpo y de los gestos, de los cuales los ejecutados por las manos, tienen diferentes significados. La danza se acompaña por cantos especiales adecuados para cada tipo de danza. Otro tipo de expresión es dado por la vestimenta que varía también según el tipo de danza. En ciertas variedades de danzas, como la que tuvimos la oportunidad de presenciar, se termina la danza con un "Slaka", que es un verso que se recita en lengua sánscrita en el cual se expresa un elogio hacia algunas de las manifestaciones de Dios.
El yoga. Otras de las áreas de interés del occidental en la India es el campo del yoga, tema que desborda las posibilidades de análisis de esta presentación. Sólo mencionaremos que al yoga se lo considera en la India como una forma de progreso espiritual, que mediante la disciplina del cuerpo se puede influir sobre la conciencia y con la concentración de la mente, se llega a un dominio sobre la materia. Mediante el Hatha yoga o de las posturas del cuerpo (asanas) se busca la purificación del cuerpo. Mediante el ascetismo, el autocontrol y la meditación se logra la disciplina de la mente y del cuerpo. El Pranayana (control de la respiración) constituye la técnica más básica del yoga, la cual permite controlar tanto el cuerpo como la mente. No deja de producir asombro al observador occidental, independientemente del fundamento teorético del yoguismo, los sorprendente resultados que permite alcanzar. Sirvan de ejemplos el control logrado sobre diversas funciones corporales, el caso asombroso de la levitación y los prodigios alcanzados con el entrenamiento mental como es el caso de los llamados "los hombres de memoria de Madrás" quienes logran una inmensa concentración mental y pueden realizar hasta sietes operaciones matemáticas simultáneas (34-36).
El viaje a Agra: el Taj Mahal. Se trata de un monumento donde se plasma la suprema expresión del arte mogólico. En Agra, una ciudad sitiada a unas 120 millas de Delhi y en sus alrededores, se encuentran las maravillas del arte mogol.
El Taj Mahal, es el monumento más bello dedicado al amor. Es desde luego una de las maravillas de la humanidad y conlleva una experiencia estética en el observador, similar a la que se experimenta en la contemplación del Partenón de Atenas, de las Pirámides de Egipto, o del "Templo del Cielo" de Pekín entre otras grandes maravillas de la civilización. Pero nunca es posible mediante la observación de la imagen, experimentar la sensación única que ocasiona la visión por primera vez de este monumento, sin duda el monumento de la India más célebre en el mundo. La historia de amor que encierra su recuerdo es también conmovedora. Arjuman Banu fue la segunda esposa del emperador Shah Jahan, y tomó el nombre de Muntaz Mahal (la elegida del palacio), o Muntazul Zamani (la diadema del palacio). Le dio 14 hijos y murió de parto en 1630. El emperador Shah Jahn juró construir en su memoria el monumento más bello del mundo. Las proporciones perfectas, la armonía y el equilibrio, la fineza de sus minaretes y la grandiosidad de su cúpula, hacen de esa maravilla en mármol blanco con incrustaciones de piedras preciosas, con sus criptas y su espejo de agua logran, formar un conjunto que merece con justicia la denominación de obra maestra de la arquitectura mogólica. En bello verso, el gran poeta Rabindranath Tagore expresa su percepción sobre este monumento como "una lágrima en la mejilla del tiempo". Es el monumento en piedra más bello que haya un hombre construido y dedicado a su amada (31,34,35) (Figura 7).
Figura 7. Agra. El Taj Mahal.
El fuerte de Agra. Constituye una construcción que fue inicialmente de carácter militar y que representa el registro en piedra de la historia del imperio mogólico. En su interior se albergan palacios en mármol blanco que fueron construidos por el Shah Jahan. Es un contraste el que experimenta el visitante entre la sutil belleza del Taj Mahal y la solidez de la fortaleza de Agra.
Fatehpur Sikri. La ciudad fantasma. A unas 24 millas de Agra se encuentra la ciudad fortificada de Fatehpur Sikri, la cual fue construida por el emperador mogol Akbar, en agradecimiento al santo musulmán Shaikh Salim Chisti. Efectivamente, desesperado porque carecía de heredero, Akbar solicitó la bendición del santo y así logró tres hijos. Decidió para complacer al santo construir una nueva capital y así nació Fatehpur Sikri, una maravilla en piedra roja. Dentro de la ciudad se encuentre la tumba del santo, un magnífico mausoleo elaborado con un fino encaje de mármol y con incrustaciones de madre perla. Otro monumento sobresaliente es el Diwan-i-Khas o sala para las audiencias privadas y en donde a partir de una bella columna, se asentaba el trono de Akbar. La historia de la ciudad viviente terminaría a los quince años, cuando Akbar dejó la ciudad por carencia de agua, dejando tras de si sólo al santo, en su mausoleo y en un reposo que se prolonga hasta la eternidad. Este palacio oriental es en la actualidad "Patrimonio de la Humanidad" (Figura 8).
Figura 8. Jaipur. Hawa Majal o Palacio de los vientos. Fatehpur Sikri: Mausoleo de Shaikh Salim Chisti.
Hacia el Rajasthan. La tierra de los Maharajas: el esplendor de la India. Literalmente el Rajasthan significa "tierra de los reyes". Los Rajput eran famosos jinetes guerreros, descendientes de los Scythes y consagrados a la defensa del hinduismo frente al invasor musulmán. A partir del siglo XVIII, la arquitectura se desarrolla en esta región y surge la construcción de grandes palacios, hoy transformados casi todos en hoteles de lujo, para uso turístico.
La ciudad de Jaipur. El Hawa Mahal. Es el denominado "Palacio de los Vientos" que es el sello distintivo de la ciudad. Construido en piedra rosada, ofrece un aspecto de delicado panal de abejas. Las mujeres que habitan este palacio se sentaban detrás de las 953 ventanas para contemplar la vida que transcurría en el exterior del palacio (Figura 8).
El palacio de la ciudad de Jaipur. Situado en el centro de la ciudad, se encuentra hoy en día convertido en un museo en donde se conservan colecciones de manuscritos especialmente valiosos.
El palacio de Ambar. Está construido sobre una colina rocosa. El visitante utiliza una rampa de acceso y puede aprovechar también la ocasión para subir en elefante hasta el palacio. "El Salón de la Victoria" presenta un bello trabajo de alabastro debido a la notable artesanía propia que floreció en Jaipur. También son dignos de mención "la Cámara de los Espejos" y el "Templo de Kali".
El peregrinaje a Benares: la ciudad santa de la luz y de la muerte. Existen en la India dos ríos sagrados, el Yamuna (o Jumma) y el Ganges (o Ganga), considerado como "la Reina de los Ríos". El Ganges tiene su nacimiento en los Himalayas, atraviesa el corazón de la India, se une con el río Yamuna, hasta llegar a la bahía de Bengala. La ciudad de Benarés, Varanasi o Kasi como se la llamaba en la antigüedad (siglo VII a. C.) constituye la capital religiosa del hinduismo. Es también con toda probabilidad la ciudad viviente más antigua ya que es contemporánea de antiguas urbes como Babilonia, Ninive y Tebas. Kasi significa "resplandeciente con luz divina". Según la antigua leyenda, Shiva había llegado a Benarés, en un rayo de luz que unía el cielo con la tierra. Los que mueren en Benarés tienen asegurado una entrada directa al paraíso. Si esto no es posible, es el deseo de que las cenizas sean inmersas en el río sagrado Ganges. Por eso la ciudad de Benarés, en las riberas del Ganges, es para cualquier hindú, un sitio obligado de peregrinaje es la "meca del hinduismo" y el tiene la aspiración de visitarla y de cumplir con el rito religioso de bañarse, al menos una vez en su vida y de ser posible colmar la aspiración de morir en el sitio sagrado.
La multitud desciende por los ghats o sea las escaleras de piedra que penetran en la margen del río, para poder cumplir con el rito del baño purificador y salvador. También las viudas y los huérfanos, llevan las cenizas de sus seres queridos para cumplir con la ceremonia funeraria. En las terrazas de los ghats se encuentran erectos los lingams, pilares de piedras los cuales son símbolos de la energía creadora de Shiva. Una abigarrada multitud se observa en los ghats: Hombres santos, mujeres inmersas con saríes de bellos colores, los portadores de vasijas de metal relucientes, las cuales sirven para realizar las abluciones y para recoger el agua sagrada, los hombres de tez morena que se sumergen, todos mostrando una actitud piadosa. En la entrada de los ghats se ven filas de enfermos (incluso leprosos), pordioseros y en el otro lado se encuentran los brahmanes que están dispuestos a impartirles la bendición. Se observan, jóvenes que practican ejercicios físicos "Hatha yoga" y ancianos que practican el "Raja yoga", la meditación, la concentración de la mente, el control de la respiración y de otras funciones corporales.
El viajero puede tomar una barca que permite acercarse al principal centro de cremación en Benarés (Manikarnika) en donde es dable observar los cuerpos de los difuntos, envueltos en seda o lino blanco, colocados en soportes de bambú, esperando el turno, para ser incinerados. Puede observarse una columna de humo gris que se eleva al cielo proveniente del cuerpo que se encuentra en proceso de cremación.
El recorrido por la ciudad permite visitar el "Templo Dorado Viswanatha", que a quienes no pertenecen a la religión hindú, sólo se les permite ver de lejos y el singular "Templo de los monos" (31).
Son estos, sólo algunos ejemplos de una mínima parte del contenido de aquella ciudad en la cual una antigua religión se expresa mediante un universo de dioses y deidades, y que en realidad vienen a ser símbolos primitivos de las manifestaciones de la naturaleza.
Las siete ciudades sagradas. Junto con Benares, son siete las ciudades sagradas de los hindúes ubicadas en la India y que constituyen los principales centros de peregrinación. Cada 12 años se realiza el festival Kumbh Mela en donde se reúne una de las mayores concentraciones humanas que se producen en el mundo entero.
Khajuraho: la tierra de los templos del amor. Khajuraho, hoy en día, es sólo una pequeña aldea situada en la región norte-central de la India. Pero tenía un pasado glorioso que se inició en el 900 d. C. y se extendió en el lapso que abarca desde los siglos IX al XIII. Aquí se construyó un conjunto de templos cubiertos de esculturas de una belleza extraordinaria, dedicados en su mayoría a plasmar en piedra la unión sexual entre el hombre y la mujer y en un orden más general a expresar la fusión de lo humano con lo divino (29-32).
Los templos alcanzan a un número de 85 construidos por los reyes Chandella o Chandelas. El templo es el equivalente al cielo, al olimpo, es el albergue de los dioses. Pertenecen al tipo Indo-Ario y constituyen una de las expresiones más sublimes del arte hindú.
Los templos están construidos sobre una plataforma de sustentación. Sus torres, espiras o "sikharas" se eleva hacia el cielo. El plano arquitectural básico comprende un pórtico, una nave central y la "cella" o santuario. Cabe destacar la originalidad de la arquitectura y de la riqueza de la estatuaria que hacen de estos templos la máxima expresión del arte medieval Hindú (Figura 9).
Las esculturas: cubren con miles de figuras dispuestas a título de frisos, siendo las más famosas "las parejas mithuna", esculturas que representan el acto amoroso, plenas de vida, de gracia y de sensualidad que parecen la encarnación en piedra del Kama Sutra o sea del "arte de amar hindú".
Figura 9. Los Templos del amor de Khajurao.
Es particularmente famosos "el Kandariya Mahadeva" el más grande y el mejor de toda la India, que posee cerca de 900 esculturas, y constituye el tipo más representativo del templo hindú en su máximo esplendor. Otro de los más famosos es el "Lakashmana" dedicado a Vishnu el cual es también un templo típico de la arquitectura de Khajuraho.
En el Estado de Punjab. Los Sikhs. El viaje hacia el norte de la India le ofrece al viajero numerosos sitios de interés, atravesando el estado del Punjab territorio de los Sikhs, sus habitantes se caracterizan por portar una poblada barba que se la dejan crecer desde la adolescencia (a veces la sostienen con una pequeña malla) y el uso de un imponente turbante característico que cobija al cabello, el cual debido a la prohibición religiosa no debe ser cortado, por lo cual se lo teje en forma de crineja y se lo acomodan cuidadosamente debajo del turbante. Las mujeres del Punjab no usan el tradicional sari de la India, sino un traje típico llamado salvar kamiz que consiste en una vestimenta hecha con pantalones amplios atados en los tobillos y una blusa coloreada, ajustada en la cintura hendida lateralmente y que alcanza hasta la rodilla. El atuendo lo completa una bufanda larga de muselina y unas sandalias ornamentadas.
Los sikhs forman una secta religiosa monoteísta integrada por sujetos responsables, emprendedores, inteligentes, industriosos, granjeros y hombres de negocios progresistas (27).
El templo dorado de Amritsar. Constituye el gran centro religioso por excelencia para los sikhs, equivalente a Benares para los hindúes. Se encuentra rodeado por un estanque, el templo fue construido en mármol blanco y se lo alcanza a través de una calzada de mármol. Su cúpula está recubierta de hojas de oro puro que pesan 400 kilos y a lo cual se le debe su nombre.
La ciudad de Chandigarh. Se trata de una de las pocas ciudades de la India que fueron objeto de una cuidadosa planificación. Fue la obra del gran arquitecto Le Curbusier quién logra plasmar una ciudad moderna dotado de una bella arquitectura ajustada a las situaciones climatológicas propias del país.
Simla. El camino hacia el norte de Chandigarh conduce a este lugar sobre la falda de las montañas del Himalaya. Era el sitio de veraneo preferido en los viejos tiempos del virreinato, en si buscaba el anhelado fresco, en la época en que se padece de un calor asfixiante en la India.
Cachemira (Kashmir): tierra de ensueño para los mogoles. La capital Srinagar. Los emprendedores mogoles consideraban a Cachemira, esta especie de Suiza oriental, como uno de los sitios más encantadores del universo constituido por un valle encerrado por montañas gigantescas e imponentes.
La capital es Srinagar que se encuentra enclavada en un valle, y está rodeada de lagos, algunos con bellos jardines flotantes de lotos, siendo los más visitados los lagos Dal y Nagin, que ofrecen la oportunidad de paseos en botes que dejan recuerdos inolvidables y permiten observar los pintorescos "Botes-casas". Los jardines mogoles en forma de terrazas constituyen un espectáculo verdaderamente sublime.
En los alrededores de Bombay. La ciudad de Bombay se encuentra ubicada en el perfil de la costa occidental de la India, el cual se asoma hacia el Mar de Arabia. Es una metrópolis industrial y uno de los puertos más grandes de Asia así como una de las ciudades de carácter más occidental de la India. Dentro de las industrias, sobresale en el campo de la fabricación de textiles. Es una ciudad donde se ha realizado una fusión de gentes procedentes de otras regiones de la India. También se instaló en Bombay una pequeña comunidad de Parsis (pueblo persa), discípulos de Zoroastro y descendientes de las antiguas comunidades que emigraron a la India, después de la conquista de su país por los musulmanes en el siglo VIII. Son notables por su capacidad de adaptación, de progreso, y han sobresalido en el mundo industrial. Son famosas "las Torres Parsis del Silencio" en Bombay en donde son colocados los cuerpos de los difuntos para ser devorados por los buitres. Forma parte de la disposición religiosa zoroastra y sólo después de varios días el esqueleto es cremado, para evitar de acuerdo con esta secta religiosa la polución ambiental provocada por los cadáveres.
Las cuevas de Elefanta. El viajero debe cruzar el puerto de Bombay para recorrer unas seis millas para alcanzar la pequeña "Isla Elefanta", así llamada por los portugueses que encontraron en el lugar, un elefante de piedra.
La cueva principal ofrece una columnata flanqueada por elefantes esculpidos. En la sala central se encuentra la soberbia escultura de Mahesamurti o gran Señor con las tres caras que representan la "Trinidad Hindu" o "Trimurti": Brama, el creador colocado a la derecha, Siva, el destructor a la izquierda y en el centro Vishnu, el conservador. La reunión de los tres elementos es indicador de la tendencia monoteísta del Hinduismo (27,31).
El santuario de la Elefanta. Está esculpido por completo en la roca, presenta en su centro una sala hipóstila que tiene veinte columna o pilares. Es una muestra excelsa del clasicismo hindú que se remonta al siglo VIII. El sitio más santo de este santuario es una capilla en que se encuentra el lingam, símbolo del falo creador y el cual es objeto de culto por parte de los fieles.
Las esculturas maravillosamente logradas, las columnas y los diferentes paneles son verdaderas obras maestras de la escultura sobre temas religiosos. Entre las más notables se encuentra la de Siva multibrazos, entregada a su violenta danza cósmica. En otro panel se encuentra Siva mostrando sus aspectos masculino y femenino, que constituyen los padres del universo, siendo notables el contraste entre el encanto femenino y lo imponente del elemento masculino. En otro de los paneles se expone la lucha de Siva en contra del demonio de la oscuridad.
Las cuevas de Ajanta y Ellora. Generalmente se hace el viaje de Bombay hasta el pueblo de Aurangabad así nombrado en honor al emperador Aurangzeb, el cual se encuentra en las cercanías de estos maravillosos lugares. En el siglo II a. C. monjes budistas escogieron este sitio como el más apropiado para celebrar sus ritos y decidieron tallar la piedra para lograrlo. El origen de estas cuevas coincide con el auge y la declinación del budismo en la India (64 475 d. C. Siglos XI XII).
Ellora: la arquitectura plasmada en piedra. Ellora es el sitio en donde se encuentran una serie de templos que fueron cortados a pico en la roca de la montaña y se extiende a lo largo de más de una milla. Comprende tres grupos de cuevas, el primero es Budista (doce) el segundo es Hindú (diecisiete) y el tercero es Jainista (cinco) (27,31).
La ejecución de estas cuevas involucró la remoción de miles de toneladas de piedras y su construcción data hacia los alrededores del siglo VII. En las cuevas budistas se destacan las imágenes de Buda, y los pilares bellamente esculpidos, los hermosos motivos de las pilastras con imágenes de lotos, danzarinas, serpientes, elefantes. En las cuevas 11 y 12 se ubican monasterios de tres pisos.
En las cuevas hinduistas se muestra el cambio de la idea contemplativa budista al mundo dinámico de la religión hindú. Las esculturas parecen emerger de la piedra con inusitado vigor. Las esculturas más impresionantes representan a Siva, en variadas actividades.
El templo de Kailasa: es una maravilla tallada en la roca. La cueva N˚ 16 es una de las obras maestras de la arquitectura de la India. Fue construido durante los siglos VIII y IX y deriva su nombre de Kailasa, la montaña que sirve de morada a Siva. Está esculpido y labrado en una sola roca y representa una enciclopedia en piedra de la religión hindú, centrada sobre Siva y sus múltiples apariencias. La maciza estructura de este templo priva de aliento al espectador que aprecia tanto la grandeza de su volumen como la belleza de sus ornamentos que implica un verdadero trabajo de filigrana. Son notables la fachada de Kailasa con sus guardianes, los "obeliscos de Ellora" alcanzan a 16 metros de altura y están decorados con delicados relieves y la amplia sala hipóstila con 16 pilares que sostienen el techo monolítico. Otros elementos son el elefante monolítico, los paneles en miniatura donde se relatan las escenas del Ramayama y sobre todo la obra maestra que describe en piedra la famosa escena de "Ravana sacudiendo a Kailasa". Ravana, en el poema épico del Ramayama es un demonio, que está decidido a levantar a Kailasa sobre su cabeza para demostrar su poderío, mientras Siva permanece imperturbable. Esta cueva representa la joya de Ellora, pero resulta instructivo terminar el recorrido con la visita a las restantes cuevas hindúes y jainistas. Dentro de las jainistas, cabe destacar la llamada Indra Saba (N˚ 32) con su sala hipóstila y sus columnas muy llamativas.
Las pinturas de Ajanta: un museo pictórico budista. Si Ellora representa un trabajo maestro y sublime realizado en la roca, Ajanta es el complemento ejecutado en el campo de la pintura. Las cuevas fueron reconocidas por primera vez por un cuerpo expedicionario británico en 1819 y constituyen un total de 29. El tema central desarrollado en las pinturas es la vida de Buda así como sus historias y fábulas. Entre los ejemplos más notables de la maestría pictórica alcanzada, se encuentra la pintura del rey Sibi, relativa a la leyenda del halcón y la paloma, la cual busca amparo en los predios del rey. El rey le entrega al halcón en compensación por el pichón refugiado, un peso equivalente de su propia carne. Otra obra maestra en la historia del arte, es la pintura de la "Princesa moribunda" notable por la bien lograda expresión emocional. La galería mayor de todas se encuentra en la cueva N˚ 17 la cual posee las pinturas que se encuentran mejor conservadas. Las pinturas de Ajanta constituyen unas verdaderas obras maestras del arte hindú (27,31).
IV. Conversaciones con Baldó sobre una aproximación al arte clásico. Grecia
La visita a Grecia. Es conveniente iniciar el recorrido por Grecia a partir de la ciudad de Atenas, su capital y cuna de la civilización occidental, tierra de grandes pensadores y origen de insignes artistas. Se encuentra plena de obras maestras en el campo de la arquitectura, de la escultura y de la cerámica y posee excelentes museos que permiten estudiar las etapas que caracterizan la evolución del arte griego (Figura 10).
Efectivamente entre las numerosas civilizaciones, la griega, contribuyó en forma preponderante a lograr un arte tan perfecto que pasó a convertirse en el patrón de oro del arte occidental.
Figura 10. Escultura de Escopas. La Menade danzante, copia Romana.
La acrópolis de Atenas. Entre los años del 447 al 438 a. C. Pericles lleva a cabo la tarea de construir una de las más grandes maravillas de la arquitectura de todos los tiempos que haya logrado realizar el genio de la humanidad. El proyecto grandioso de Pericles era construir un gran templo para Atenas, para la gloria de la diosa Atenea Polias (Atenea de la ciudad), patrona y protectora de la ciudad y de Partenos, la virgen venerable que había salvado los griegos y en está forma surgió la idea de un plan para la acrópolis con sus santuarios y áreas sagradas. El equipo de artistas encargado de realizar el templo dedicado a la diosa Athena Partenos, estaba integrado por Fidias escultor, ingeniero y arquitecto acompañado por los arquitectos Ictino y Calícrates (37-39) (Figura 11).
La escultura en Grecia
A) Período Clásico (480-323 a. C.).
La escultura había llegado en la segunda mitad del siglo V a. C. a su apogeo que coincide con la hegemonía cultural de Atenas en el mundo griego. Los artífices de este movimiento dentro del ámbito de la escultura fueron quienes describimos a continuación.
Figura 11. Atenas. Vista general de la Acrópolis. El Partenón.
Fidias (c 490- c 430 a. C). La Serenidad. Se lo considera como el primer escultor del período clásico griego. A él se le deben tres estatuas de la diosa de la ciudad, destinadas a la Acrópolis, de las cuales la más famosa fue la de Atenea Partenos (criselefantina). La estatua de Zeus en Olimpia fue una obra de grandes proporciones en la cual, el dios estaba sentado, la escultura alcanzaba 18 metros de altura, el trono era de oro ébano y marfil y las sandalias eran de oro macizo. Se las consideró como una de las siete maravillas del mundo. El arte de la escultura gracias a Fidias alcanzó un extraordinario grado de perfección y dio contenido al denominado estilo clásico: la alianza del vigor con la belleza, del sentimiento con el control, del movimiento con el reposo, del soma con el espíritu. Fidias logró la famosa "serenidad" atributo de la Grecia clásica y había logrado el acercamiento de los hombres a los dioses. Calicrates (Siglo V a d C) junto con Ictino (Siglo V a. d C.) fueron los arquitectos más célebres del período clásico. Durante esa época se erigían templos en todas las regiones del mundo griego, y se le daba preferencia al orden dórico con solo dos excepciones en estilo jónico en la Acrópolis: el Erecteion y el templo de la Niké Aptera.
Como ejemplos, de la serenidad y grandiosidad del arte de Fidias que sin lugar a dudas fue el abanderado del período clásico, cabe citar dentro de las obras del Partenón a las siguientes: "Las Tres Diosas" que adornaban el frontón del Partenón, y en donde se muestra la composición piramidal y la naturalidad del ropaje. El Río de Atica que exhibe un espléndido cuerpo, en donde se plasma la perfección ideal de la belleza absoluta que aproxima el hombre a Dios, como última realidad del Universo (Figura 12).
Figura 12. Las esculturas del Partenón. Niké desatándose una sandalia (Museo de la Acrópolis). Las tres parcas de Fidias (Museo Británico).
La escultura suprema de Fidias pasó a integrarse con el máximo ejemplo de arquitectura que nos legó Grecia: "El Partenón".
Policleto (c. 450-420 a. C.). El Canon. Escultor que se considera junto con Praxiteles entre los más famosos después de Fidias. Nació probablemente en Argos y fue el creador de un canon de la belleza masculina, ideal apoyado en proporciones matemáticas. Así por ejemplo, según Policleto la cabeza debe medir la séptima parte de la altura total, el pie tres veces la longitud de la palma de la mano. Son ejemplos de la escultura y del canon, el Doríforo de Policleto, es decir "el portador de la danza", que conocemos tan solo, a través de las copias de la época romana (Museo Nacional de Nápoles). Otra obra fascinante del mismo autor es la de Diadumeno de Delos (Museo Nacional de Atenas) que corresponde a la figura de un joven atleta en el momento en que se ciñe en la cabeza el galardón del vencedor y la estatua de la Amazona (Museo Metropolitano, Nueva York) (Figura 13).
Praxiteles (c. 390-330 a. C.). La Gracia. Otra de las grandes figuras de la escultura va a ser Praxiteles quien es el primer escultor griego que representó a la divinidad femenina desnuda. Es el escultor que se caracteriza por la gracia y la naturalidad. Son famosas entre sus obras el Hermes con Dionisio Niño (Museo de Olimpia) y la Afrodita de Cnido (Museo Pio Clementino, Vaticano) (Figura 13).
Figura 13. Período clásico. Afrodita en el baño y Venus de Arles de Praxiteles. El Doríforo y el Diadúmeno de Delos, de Policleto (Museo Nacional de Atenas). El Hermes de Praxiteles.
Escopas. (c. 420-350 a. C.). El Pathos. Escultor y arquitecto nacido en la isla de Paros, busca plasmar la emoción y apela en ese sentido a la torsión del cuerpo y a la expresión del rostro. Participó en la obra maestra de la escultura El Mausoleo de Halicarnaso, que está considerado como una de "Las Siete Maravillas del Mundo" y fue dedicado al rey Mausolo de Halicarnaso. Entre sus obras cabe citar el Demeter de Cnido (Londres, Museo Británico) y el Apolo (Villa Borghese de Roma).
Lisipo (c. 380 318 a. C.). La verosimilitud. Fue el último de los escultores clásicos, modificó el canon de Policleto y fue el artista predilecto de Alejandro Magno. Busca plasmar con realismo a sus personajes y captar el estado de agitación (tensión de cada elemento). Su obra más célebre es el "Apoxyomenos" que se conoce por las copias romanas (Museo del Vaticano, Roma). Representa al atleta en el momento de limpiarse del polvo y de los ungüentos.
B) El arte helenístico. Helenismo. (323 a. C. 31 a. C.)
Designa al período comprendido entre la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y la conquista romana de Egipto (31 a. C). Es el período del expansionismo macedónico y de la influencia de la cultura helenística sobre el arte romano. A este período pertenecen: 1. La Venus de Milo o Afrodita de Melos (Siglo II a. C.), famosa escultura en mármol hallada en la isla griega de Melos en 1820 (Museo del Louvre, París), realizada por un gran artista de la Grecia continental, cuya firma se encuentra en la base de una columna: Agesandro de Antioquia, 2. La Niké o Victoria de Samotracia (Pythókritos de Rodas): que fue encontrada en este lugar y en la actualidad es otra de las joyas escultóricas del Museo del Louvre. Muestra a la diosa de la Victoria, sobre la proa del navío el cual avanza a toda velocidad, impulsada por sus grandes alas, 3. La Venus acuclillada del Museo de Rodas, que muestra a la hermosa afrodita secándose los cabellos con sus manos, 4. Los relieves del gran altar de Zeus de Pérgamo. (Museo de Berlín) y 5. El Apolo de Belvedere (340 a. C.), Museo Vaticano de Roma, de Leocares (Figura 14).
La acrópolis toma su asiento sobre una elevada plataforma rocosa. Aun cuando alberga construcciones de varios períodos anteriores (período micénico), los edificios principales, los Propileos, el Templo de Atenea Niké, el Erecteion y el Partenón pertenecen al período de Pericles y fueron construidos en mármol blanco del monte Pentélico, el cual estaba situado cerca de Atenas y poseía un elevado contenido en hierro que al oxidarse con el tiempo producía unas vetas de color dorado (39).
Los Propileos. Constituyen la puerta de entrada de la Acrópolis y fue obra del arquitecto Mnesicles que la empezó en el año 437 a. C. En el ala norte, se encontraba la Pinacoteca en donde se exhibían las obras pictóricas griegas.
Al atravesar los Propileos se encuentra a la derecha el Partenón y a la izquierda el Erecteion y el observador se introduce por medio de la Vía Sacra al interior de la Acrópolis (40,41).
Figura 14. Período Helenístico. Venus de Milo o Afrodita de Melos (Agesandro de Antioquia) La Victoria de Samotracia (Museo del Louvre).
El templo griego. El Partenón. Es la encarnación perfecta del templo dórico que fue el más bello y de mayores proporciones dedicado a Atenea y en cuyo interior se encontraba la famosa estatua construida en oro y mármol debida al genial Fidias. El templo es el edificio fundamental de la arquitectura griega el cual está circundado por columnas. (Figuras 11 y 13).
El orden Dórico. Se hace necesario recordar brevemente sus elementos constitutivos básicos: 1. Sobre el basamento escalonado (generalmente con tres escalones) se apoyan las columnas acanaladas (entre 16 y 20 acanaladuras o estrías), 2. El capitel que está integrado por tres partes, sostiene a un bloque de piedra lisa denominado arquitrabe. 3. Sobre el arquitrabe se encuentra el friso, que es la parte más decorada y está compuesto de bloques de mármol que presentan tres incisiones (triglifos) y unas lozas cuadradas que son las metopas. 4. Sobre el friso se extiende la cornisa saliente (para desviar el agua) y encima de ellas se encuentra dos triángulos que son los frontones y por encima viene el techo a dos vertientes.
Además se utilizaron curvaturas, destinadas a lograr correcciones a la ilusión óptica, las cuales revelan los excelentes conocimientos matemáticos que poseían y representan una síntesis de la ciencia y del arte.
Las metopas: En los altos relieves de las 92 metopas se plasman la lucha de la civilización versus la barbarie.
Lo extraordinariamente hermoso del conjunto proviene de la fusión de una arquitectura plena de equilibrio y de armonía a la cual se le integran en los frontones, en los frisos y las metopas, obras escultóricas debidas a Fidias y las cuales se encontraban en ese tiempo, pintadas de colores vivos. Este conjunto admirable ha despertado con razón una admiración universal.
Desgraciadamente la explosión de un polvorín en el interior del Partenón en el año 1687 causó destrozos y derribó numerosas esculturas. Lord Elgin quién era el Embajador de Inglaterra en Constatinopla, obtuvo el permiso del gobierno turco, para retirar las esculturas, debido a que Atenas se encontraba en esa época bajo ese dominio y las cuales hoy en día se encuentran en el Museo Británico (Colección Elgin).
El grupo escultural del Partenón. El conjunto de esculturas más importantes de las esculturas clásicas griegas se encontraban en el Partenón. La mayor parte de esta colección se encuentra conservada en el Museo Británico. Era la escultura incorporada a la arquitectura.
Así, en el frontón este del Partenón, está ubicada y se puede apreciar la escultura de Dionisio, que muestra la figura del dios (diónisos) en una postura relajada, con sus músculos admirablemente delineados. También pertenecían al frontón este, el maravilloso grupo escultórico de "las tres deidades", con el maravilloso diseño de los ropajes que muestran los magníficos pliegues los cuales dejan entrever las bellas formas subyacentes e inspiraron la denominada olímpica serenidad (Figura 12).
El friso de las Panateneas en el Partenón, estaba constituido por una banda continua de 160 metros de largo que mostraba una procesión en honor de la diosa Atenea y contenía 400 figuras humanas y 200 animales. El elemento ornamental y la pieza central del cortejo lo constituía la representación de la caballería, integrada por elementos jóvenes de la aristocracia ateniense. Aquí se vuelve a manifestar en todo su esplendor el prodigioso arte escultórico de Fidias. Son notables el "Grupo de los caballeros" del friso norte (Museo Británico).
El Erecteion. Es un pequeño templo dórico y iónico cuyo elemento decorativo más famoso lo constituye el Pórtico de los Cariátides", integrado por figuras femeninas que sustituyen a las columnas en la condición de soportes, son seis estatuas de más de 2 metros de altura que reflejan calma y cuyas ropas caen en forma vertical que de esta manera evocan a las acanaladuras de las columnas, a las cuales reemplazan (Figura 13).
El Orden Jónico. Presenta como elementos característicos el capitel adornados con dos volutas, la basa de la columna (el dórico carece de basa), el friso de la columna está completamente esculpido y el arquitrabe presenta tres fajas ligeramente salientes. En el orden corintio, el capitel se caracteriza por las hojas de acantos y cuatros volutas simétricas.
El Templo de Atenea Niké. Se trata de un pequeño pero hermoso templo del orden jónico, el cual contenía una estatua de Atenea Niké. Son famosas las figuras esculpidas en la balaustrada, que como en el caso del friso del Partenón también muestra una alegre procesión integrada por figuras aladas o Niké (eran personificaciones de la victoria más que de ciudadanos atenienses). Una de estas famosas Niké, es una estatua en mármol (c. 410-407 a. C.) que se puede admirar en el museo de la Acrópolis (Niké desatándose una sandalia). Efectivamente, la Niké se está quitando sus sandalias, que de acuerdo con una antigua tradición indica que está a punto de entrar en tierra santa. Muestra sus alas, una abierta y la otra cerrada para contribuir a la impresión de equilibrio, al realizar con elegancia, un acto incómodo. Su ropaje muestra pliegues que caen con naturalidad y al parecer dan la impresión de humedad (Figura 12).
La grandiosidad y el estilo de Fidias. De acuerdo con los antiguos autores, Fidias quien fuera el gran artífice de las esculturas de Pericles, había ganado en esa época una extraordinaria reputación por tres obras monumentales, además de haber sido el autor de los grupos escultóricos ya mencionados. Como ya se mencionó estas fueron: 1. La estatua crisoelefantina de Atenea Partenos de más de 12 metros de altura la cual se encontraba en la cella del Partenón. 2. La estatua colosal de Zeus, para el templo de este dios en Olimpia y 3. La estatua de bronce de Atenea que se levantaba en la Acrópolis frente a los Propileos.
La maestría de este escultor, hizo que su estilo se designase con la denominación de "estilo de Fidias" y su influencia fuese dominante en la escultura ateniense por mucho tiempo, aun cuando lamentablemente la empresa escultórica decayó progresivamente a causa de la guerra del Peloponeso.
El museo de la Acrópolis. El museo de la Acrópolis nos permite además tener una primera visión sobre el denominado período arcaico de la escultura (700-500 a. C.) la cual consistía en estatuas de sujetos jóvenes corpulentos, desnudos a los que se les daba el término de Koúroi, plural (o Kouros) con la característica de presentar la pierna izquierda hacia delante los brazos adosados a los costados, los puños cerrados, los ojos saltones y los labios gruesos. El equivalente femenino son las Kórai, plural (o Koré) jóvenes vestidas que dejaban traslucir los elementos de la feminidad a través del ropaje, y en ocasiones mostraban una sonrisa maliciosa. En las salas del museo se observan numerosos ejemplos de este tipo de esculturas. Un ejemplo es la Kórai o Koré que viste "el peplo dórico" (c 530 a. C.) en mármol, conserva algo de la rigidez arcaica el cabello rojizo cae en largos bucles sobre el manto que no exhibe pliegues (Atenas Museo de la Acrópolis). También es notable la llamada Koré de Eutídico, la cual es más reciente (490 a. C) y fue descubierta en la Acrópolis de Atenas en el año 1862 (40,41). Los rasgos generales de estas esculturas permanecieron estables durante mucho tiempo. De significado incierto, se conoce que estaban asociados a ofertas votivas o se colocaban sobre las tumbas, estas figuras las cuales no representaban ni a dioses ni a hombres, y se encontraban como los héroes de los poemas homéricos, ubicados en los confines entre la historia y la mitología.
Hacia el año 500 a. C. desaparecen los Koúri y las Kórai. Algunos ejemplos de los remanentes se pueden observar en el museo como el Efebo Rubio y la Kore de Eutídico en las cuales es dable observar el comienzo de una tendencia a abandonar la rigidez arcaica. Otra de las obras maestras es la del "Moscóforo o "Portador de ternero" (c. 570 a. C.) una figura votiva, portadora de barba y de clónide (especie de manto) que permiten identificarlo como adulto, y en donde el cuerpo persigue el ideal de la perfección física, en sus labios se esboza una sonrisa y se percibe la captación del movimiento. Es uno de los ejemplos más interesantes de la estatuaria ática. Otra obra del arte arcaico es la llamada el Jinete Rampin que muestra los cabellos estilizados, así como también la barba, los ojos salientes y labios gruesos (c. 575-550 a. C., París, Louvre).
El teatro Griego
El teatro de Dionisos
Si bien en el terreno de la arquitectura el primer gran aporte del arte griego fue la concepción del templo, cuyo ejemplo más excelso fue el Partenón, no cabe duda que la segunda gran contribución fue el invento de la planta física del teatro. Una estructura diseñada con los siguientes elementos:
1. el escenario para el desempeño de los actores,
2. la orquesta dispuesta en forma circular o semicírculo (antes dispuesta para el coro, después para los músicos y
3. las gradas (cávea) en forma de una escalinata de disposición semicircular para uso de los espectadores.
El teatro griego de la época clásica se desarrolló en Atenas. La primera construcción de un teatro en piedra se realizó en la ciudad siciliana de Siracusa, y después en el teatro Diónisos. Anteriormente las terrazas habían sido de madera, pero aún así se habían hecho la presentación de los grandes dramas: los "Persas" de Esquilo, el "Edipo Rey" de Sófocles, la "Medea" de Eurípides y las "Avispas" de Aristófanes. El repertorio básico de la arquitectura griega fue incrementado con el desarrollo del teatro al aire libre con un patrón establecido y va a alcanzar su máximo esplendor con el Teatro de Epidauro (40-42).
El teatro de Epidauro. Constituye una de las maravillas de Grecia, se encuentra ubicado en el Peloponeso (Argolis), es el más bello del mundo antiguo, está muy bien conservado y fue obra del arquitecto Polikletos el Joven. Está situado en el valle del santuario de Asclepios. El teatro tiene una capacidad para 14 000 espectadores y está dotado de una acústica extraordinaria, que permite percibir el frote de un pedazo de papel o el cuchicheo emitido en el centro de la orquesta hasta en las zonas más altas de la gradería. Con su diámetro de 120 m el teatro de Epidauros es una de las obras sublimes de la antigüedad, se basó en una serie de principios y proporciones matemáticas (la llamada "secuencia de Fibonacci") y su armonía es el resultado de la simetría.
El santuario de Asklepios. Para los médicos es de rigor una visita exhaustiva a las ruinas del famoso "Santuario de Asklepios" (en latín Esculapios) donde se aplicaban tratamientos que llegaron a tener una gran fama en esa época. Los enfermos después de rendir un sacrificio a los dioses cumplían con una purificación ritual y debían pasar la noche en el dormitorio sagrado (abatón). Durante el sueño se podía alcanzar la curación y los sacerdotes eran los encargados de explicarles el tratamiento a base de ejercicios, curas de relajación, baños, etc. Era igualmente importante la actividad dedicada por el paciente al teatro, al estadio o al gimnasio.
Delfos. El ombligo del mundo griego. El famoso "Tolos". En las laderas del Monte Parnaso se encuentra el "Santuario de Delfos" que gozaba de gran renombre en la antigüedad y era famoso por sus olivares que se cuentan en cerca de 400 000 mil. Era uno de los más venerados en toda Grecia. Según la leyenda Delfos había sido fundada por Zeus y constituía "el onfalos" u ombligo del mundo. En su origen (2000 a. C.) Delfos era llamada Pito y era el lugar dedicado al culto de la diosa Gaya, la cual trasmitía los oráculos por la boca de su hijo, que era la serpiente Pitón y constituía un azote para hombres y animales. Un día, el hijo de Zeus, Apolo mató de un flechazo al terrible monstruo. Simboliza este mito, la sempiterna lucha entre la luz (Apolo) y las tinieblas (Pitón). Apolo había adoptado la forma de un Delfín (en griego Delfis) del cual derivó el nombre del santuario. "Los juegos piticos" conmemoraban la victoria de Apolo sobre Pitón.
El oráculo de Apolo. La Pitia o pitonisa. El centro de la adivinación. Delfos era la cede del oráculo de Apolo, en donde los peregrinos consultaban al dios por intermedio de las sacerdotisas o pitonisas y el santuario recibía las donaciones de los consultantes.
El viajero continua por la Vía Sacra que conduce al templo de Apolo. Es notable en el trayecto el pequeño templo Dórico conocido con el nombre de: El Tesoro de los Ateniences (482 a. C.), el cual fue construido como agradecimiento a los dioses por la victoria de Maratón obtenida sobre los persas. Otra de las maravillas, es el famosísimo: El Tolos de Teodorus: que es un templo redondo dedicado a Atenea Pronia el cual fue realizado por el arquitecto Teodorus de Focacea y construido (c. d. 370 a. C) con mármol pentélico. En este templo se utilizan 20 columnas de orden dórico colocadas en el exterior que se combinan con 10 columnas de orden corintio situadas en el interior. El teatro está ubicado frente a una panorámica de extraordinaria belleza, era usado para fines de culto o de cultura y tenía cabida para unos 5 000 mil espectadores. El estadium data del (siglo III a. C.) y tenía cabida para cerca de 6 500 personas. El Museo. En el se exponen las obras de artes descubiertas en el lugar. Son notables: el Auriga de Delfos, que es una de las estatuas griegas más bellas del fin del período arcaico (478 ó 474 a. C). Esta estatua fue ofrecida para celebrar la victoria de las carreras de carros en los Juegos Piticos. Es de tamaño natural (1,80 m, la banda de la victoria en la frente, los ojos hechos en esmalte, las manos agarran las riendas de los caballos, los pliegues de las túnicas en forma de acanaladuras de una columna, la cabeza es de una gran belleza plástica y la captación de la inmovilidad a la vez que del movimiento hacen que esta obra represente el punto culminante del período arcaico. El Onfalos, es una piedra esculpida en forma de ombligo, que hace referencia a Delfos el ombligo del mundo.
Olimpia. El santuario de la paz y del deporte. El origen mítico de los juegos olímpicos se atribuye según una de las versiones a Heraclés hijo de Zeus (Hércules entre los romanos) y estos juegos representaban un símbolo de la unidad de la Grecia antigua. Estos eventos se remontaban al siglo VIII a. C. y se realizaron por más de un milenio (del 776 a. C. a 383 d. C.). Se celebraban cada cuatro años, duraban siete días (5 destinados a prueba atléticas) y durante su realización había un período de tregua sagrada de un mes de duración. Consistían en carreras a pie, saltos, lucha, pugilato, lanzamiento de disco o jabalina, hipódromo (carreras de caballos y de carros). Al vencedor se le ceñía la corona de olivo con el agregado de una hoz de oro. Las visitas a la ruina nos permite entrar a la palestra que era el sitio de entrenamiento de los atletas. El templo de Hera (Heraión) en donde era, la esposa de Zeus, era el principal objeto de culto era una de los templos dóricos más antiguos de Grecia y albergaba numerosas estatuas entre ellas el célebre Hermes del escultor Praxiteles (siglo IV a. C.) que se encuentra en el museo. En este templo las columnas de madera fueron progresivamente sustituidas por columnas de piedra, proceso este que se denominó de "petrificación".
El templo de Zeus. Era el más amplio y rico después del Partenón fue construido en el siglo V a. C., y era un templo dórico clásico. En la cella de este templo se alojaba la famosa "estatua criselefantina de Zeus" (Khrusos, "de oro" y elephas, "de marfil"), obra de Fidias (430-420 a. C.) y considerada como una de las "Siete Maravillas del Mundo", tenía 13 m de altura y representaba a Zeus que sostenía una "Victoria" en la mano derecha y un cetro con un águila en la izquierda. El dios estaba sentado en un trono de ébano y marfil. Esta estatua fue robada por un emperador Teodosio I y la destruyó un incendio en Constantinopla en el año 475.
Los Monasterios colgantes de los Meteoros. Meteora. Es un fenómeno singular, que según la opinión del Dr. Baldó, además del inmenso aporte cultural de los griegos que la visita a Grecia ofrecía al viajero, era también de interés visitar este lugar.
Se encuentran en la vecindad de la pequeña población de Kalambaka donde existen unas formaciones rocosas de arenisca, de paredes cortadas a pico, donde "penden" en sus vértices los célebres monasterios de los meteoros, habitados por monjes cenobita. Empezó este singular caso con anacoretas, que a partir del siglo XI se instalaron en las cavernas. Luego a partir del siglo XIV se construyeron los monasterios, siendo el llamado "Gran Meteoro" el que fuera fundado por San Anastasio. Había cerca de 24 monasterios, de los cuales sólo quedan en pie seis. El acceso, al comienzo, solo era posible mediante escaleras de cuerdas, o de cestas suspendidas y elevadas mediante un torno accionado manualmente. Hacia 1920 se construyó una escalera tallada en la roca para facilitar el acceso. Los monasterios fueron decorados por frescos y albergan iconos pintados por artistas de renombre como Teofano el Cretense (40,44).
Otros recuerdos de Grecia. Los olivares. Como país mediterráneo, Grecia es un país de olivares los cuales se cultivan desde hace más de tres mil años y se adaptan bien a los suelos áridos del país. La gastronomía griega. La ensalada griega es obligada a base de tomates, pepinos, cebolla, aceitunas y con el aderezo del famoso queso feta (queso de oveja muy salado) y el típico plato la musaká a base de berenjenas, papas, carne picada y bechamel. Las bebidas especialmente la retsina, que produce extrañeza en los extranjeros, es un vino muy popular que posee un sabor muy especial debido a la resina de pino de Alepo con que se recubren los barriles durante el proceso de fermentación y el Ouzo que es una variedad de anisado de gran consumo popular (44).
La Grecia micénica. En las llanuras de la Argólida se levanta la ciudad de Micenas cuyas ruinas datan de segundo milenio antes de Cristo y desde los tiempos homéricos ya era conocida por su opulencia como la "Aurea Micenas".
Lo más importante que nos ha legado este pueblo de guerreros, con una historia cargada de tragedias, son los vestigios de las construcciones arquitectónicas y los tesoros que hoy en día pueden admirarse en el Museo de Atenas (40-43) (Figuras 13 y 14).
La Acrópolis de Micenas. La arquitectura militar. La atención del observador es atraída en primer lugar por las murallas ciclópeas que rodean una zona amplia (de cerca de 350 metros) y que están construidas a base de piedras poligonales, grandes, de variables espesor (3 a 8 m). De acuerdo con la leyenda fueron construidas, así como las de la ciudad de Tirinto, con la ayuda de los cíclopes, gigantes, forzudos y constructores que tenían un solo ojo en el medio de la frente.
La puerta de los leones. Constituye la entrada principal a la Acrópolis y consta de cuatro bloques marmolíticos: uno para el umbral, dos laterales y uno superior horizontal de un peso de cerca de 20 toneladas. Sobre éste se apoya la piedra donde se encuentran esculpidas las figuras de dos animales, probablemente leonesas que se encuentran enfrentadas, las cuales perdieron sus cabezas en el curso de los tiempos, o por el efecto de los enemigos ávidos de destruir este emblema del poder micénico. Representa esta "puerta de los leones", el símbolo del poder micénico y el primer ejemplo de arquitectura monumental que surge en Grecia (Figura 15).
El círculo de las tumbas reales micénicas. Una vez atravesada "la puerta de los leones" se encuentra el cementerio denominado "el primer círculo de las tumbas reales" o sea el círculo que Schlieman descubrió en 1876, y consideró que había descubierto las tumbas de Agamemnon y de su séquito, el rey de Micenas quien fuera asesinado por su esposa Clytemnestra y su amante de Egipto. En realidad estas tumbas pertenecían a una época anterior (aproximadamente del siglo XVI a. C.). El contorno circular está definido por una doble fila de piedras y las tumbas pertenecían al tipo denominado "de fosas", o sea, como pozos verticales, groseramente rectangulares. El material que contenían estas tumbas se encuentra en el Museo de Atenas, y el peso de los artículos de oro encontrados alcanzó a 14 kg.
El tesoro de Atreus. Lo más notable de este tesoro es que está constituido por las máscaras, entre ellas la llamada Máscara de Agamemnon (Siglo XVI a. C.), las armas, siendo especialmente notables los puñales damasquinados, mostrando escenas de caza, las joyas, destacándose las diademas, los alfileres, los zarcillos y los vasos de metal. Luego se prosigue por la denominada "vía real" hasta alcanzar el Palacio que corona el promontorio de Micenas, a través de una escalinata, y de los propileos por los cuales se llega hasta el megaron o cámara real. Las paredes estaban pintadas con motivos de estilo cretense (Figura 15).
Figura 15. Micenas. Tumbas Reales. Puerta de los Leones. Máscara de Oro.
La tumba de Clytemnestra. Es una tumba real cubierta por una cúpula y su vía de entrada, así como la puerta están hechas de enormes bloques de piedra.
El segundo círculo de tumbas reales. Fue descubierto en 1951, siendo más antiguo (Siglo XVII a. C.) que el descubierto por Schlieman y el material arqueológico recogido se encuentra también en el Museo de Atenas.
La civilización micénica aportó dos formas arquitecturales en el orden funerario, la tumba de cúpula y la fortaleza-palacio.
La civilización cretomicénica. El recorrido por las islas del archipiélago griego es de rigor, pero indudablemente la isla de Creta, la más grande de "la isla de los dioses", como la designaba Homero constituye un punto clave, ya que representa en la cuenca del Mediterráneo, el centro donde brilló la civilización minoica, la cual se debería extenderse a otros lugares en el Mediterráneo. Esta gran civilización cretense había precedido a la griega. De acuerdo con Homero y Hesiodo, Zeus había nacido en Creta en el monte Ida y raptó a la ninfa Europa con quién tuvo tres hijos, Minos, Rhadamanthos y Sarpedon. Minos se convirtió en un rey poderoso y sabio y fundó la dinastía que desarrolló la civilización Minoica. Minos mantenía encerrado al monstruo Minotauro (cuerpo de hombre y cabeza de toro) en el laberinto construido por Dédalo el arquitecto mítico.
El palacio-laberinto de Cnosos. Las joyas de esta civilización la constituyen los suntuosos palacios construidos en diversos sitios de la isla. La construcción del palacio de Cnosos se inició hacia el año 2000 a. C. Los trabajos arqueológicos iniciales de Heinrich Schliemann a finales del siglo XIX, habían puesto de manifiesto la relevancia histórica de la civilización micénica. La excavación que sacó a la luz la civilización minoica fue conducida por el arqueólogo inglés Sir Arthur John Evans (1851-1941), a quién debemos la empresa de haber rescatado este maravilloso tesoro de la antigüedad. Está situado en una planicie a unos 5 km al sur de Heraklion, la capital de la isla de Creta (41-43).
La imponente mole del palacio, comprendía cerca de 1 300 habitaciones. En la época del legendario rey Minos era el centro de la vida cretense. La estructura comprendía un gran número de ambientes, salones de recepción, habitaciones, terrazas, depósitos y escaleras. El palacio era no sólo la vivienda real sino también el lugar de audiencias y de reuniones. Estaba desprovisto de fortificaciones (Figura 16).
A partir de la entrada se tiene acceso al "Corredor de la Procesión" cuyas paredes mostraban frescos que representan la "Procesión de los ofrendantes" (que se encuentran en el museo Heraklion). Constituyen un ejemplo de la pintura mural la cual es uno de los elementos decorativos que se encuentran en diferentes sitios del palacio. Se continúa por los propileos y se asciende al "piso superior" donde se puede admirar otra de las pinturas famosas que es conocida con el nombre de la "Parisienne", la cual representa a una bella joven cretense que despierta en el observador una sensación de fascinación al mostrar un contraste entre la cabellera negra y la piel blanca así como por el llamativo dibujo de un ojo grande que nos mira de frente, a pesar de tratarse de un perfil (museo arqueológico Heraklión).
Figura 16. Creta. Palacio de Cnossos. Exterior del Palacio. Pozo de Luz. Vasijas de terracota. Príncipe de los lirios.
Alrededor del patio central se dispone el santuario y los apartamentos reales. En el área del santuario se encuentra el "Salón del Trono" con un banco de alabastro destinado a la sacerdotisa. También se encuentra la famosa "Deidad de la serpiente".
El fresco del príncipe de los lirios. Es la pintura del príncipe sacerdote que muestra su cabeza ceñida con una corona de lirios la cual es probablemente la pintura mural más notable del arte cretense. Es una figura de una belleza excepcional que da la impresión de ligereza y movilidad. Está pintado sobre una base de estuco que la destaca del fondo, sus hombros están vistos de frente y la hermosa cabeza se presenta de perfil. El original se exhibe en el museo Heraklion (Figura 16).
Los apartamentos reales. El primer salón se lo conoce como "La sala de las dobles hachas" de Cnossos, luego se encuentra la Sala del Trono del Rey y después se pasa a la "Cámara de la Reina" donde se encuentra dispuesta una sala de baño y es dable observar el sistema del servicio de agua de que se disponía en esa época.
La pintura mural cretense toma su inspiración en la naturaleza, en motivos vegetales y animales, a veces marinos, e ilustran diferentes aspectos de la vida minoica. Un tema bastante común era el de los juegos realizados con los toros, y el ejemplar más representativo de este género es el famoso: fresco de la tauromaquia. Proveniente del palacio, hoy se encuentra en el museo de Heraklion. Se trata de un panel que representa a tres acróbatas (2 jóvenes pintados en pintura clara) y (1 joven en pintura oscura), que juegan con un enorme toro, por encima del cual, un joven ejecuta un peligroso salto por encima del lomo del toro.
Los depósitos albergaban numerosos jarrones de terracota "pithoi" en donde almacenaban vino, aceite, granos, miel, etc., y los llamados "Ritón" o vasijas hechas para beber, en forma de cabeza de toro encontrados en Cnosos tenían los ojos de cristal de roca, el hocico de nacar y los cuernos de madera (1550-1500 a. C., Museo de Heraclion)
Las islas griegas. La visita a Grecia se complementa con el viaje a las islas egeas, ionicas, así como también a la ya descrita Creta que era el centro de la civilización minoica, a Rodas o isla de las rocas y a la costa de Asia Menor en donde se encuentra Efesos. Para los médicos resulta de interés histórico el conocer a Cos, la cuna del "Padre de la Medicina" Hipócrates. Se trata de una isla situada en el Dodecaneso, de la cual la ciudad de Cos es la capital, y en cuyo centro se encuentra la "Plaza del Plátano" (Platia tou Platanou), denominación que es debida a un inmenso árbol de una variedad botánica de plátano. Según la leyenda debajo de este frondoso plátano enseñaba el maestro Hipócrates (40).
Comentarios finales
1. Baldó fue un distinguido humanista venezolano. Su obra médica ofreció siempre un elevado contenido social y se consagró inicialmente al control de la tuberculosis pulmonar en el país, hecho que bastaría, sobradamente para respaldar la importancia humanitaria de su obra.
2. Desempeñó además una acción muy valiosa en otros campos de la salud en el país, realizó una inmensa labor pedagógica, que incluyó la formación del personal consagrado a las labores de salud pública, así como a la instalación de la enseñanza de posgrado en el país y por consiguiente contribuyó en forma notable al progreso de la sociedad venezolana.
3. A estos inmensos méritos aunó una vocación por la cultura, el arte y las letras inclinación que supo inculcar a sus discípulos como elemento inseparable de la medicina, al mismo tiempo que supo mantener en elevada estima, los valores éticos, como ingrediente fundamental e inseparable de la praxis médica.
En esta presentación se destacan los temas favoritos que eran objeto de consideración y análisis por el Dr. José Ignacio Baldó. Se exponen dos temas de su preferencia en literatura como eran las obras de Thomas Mann y de Alexander Von Humboldt. Los motivos de su reflexión giraban en torno a diferentes civilizaciones como la griega, la egipcia y la hindú. Este análisis nos permite obtener una visión amplia y hacer un estudio comparativo entre las obras maestras de estas civilizaciones, especialmente en el campo de la arquitectura y de la escultura. Entre las culturas egipcia y griega es posible trazar claros lazos evolutivos. En cambio en el caso del arte indio, que presenta también algunas raíces helénicas, sin embargo este ofrece un contrate y una originalidad que discrepa de los modelos occidentales. Este estudio comparativo de los temas favoritos resulta extraordinariamente provechosa desde el punto de vista de la formación humanística, en que insistía el maestro Baldó.
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