Interciencia
versión impresa ISSN 0378-1844
INCI v.27 n.1 Caracas ene. 2002
0378-1844/02/01/005-01
Recibido: 14/11/2001
SOBRE LAS ACUSACIONES A JACQUES LIZOT
Los abajo firmantes, profesionales de distintas áreas, frente a las acusaciones de las que ha sido objeto el Dr. Jacques Lizot en el libro del periodista estadounidense Patrick Tierney, Darkness in el Dorado. How Scientists and Journalists Devastated the Amazon (2000. W.W. Norton, New York, London. 417 pp.), fijamos nuestra posición en los siguientes puntos:
Conocemos desde hace muchos años el trabajo del Dr. Jacques Lizot, caracterizado por una dedicación sostenida y profunda al conocimiento de la cultura yanomami y en defensa de su pueblo frente a diversas agresiones y amenazas.
Hemos sido testigos presenciales del tratamiento respetuoso, considerado y solidario del Dr. Lizot a la gente con la cual ha trabajado, así como de su dedicación durante los más de treinta años de su permanencia en el alto Orinoco. Hemos sido testigos también del consecuente respeto profesado hacia él por los indígenas de las comunidades con las cuales convivió.
Rechazamos la superficialidad metodológica utilizada en el libro de Tierney en el capítulo sobre Jacques Lizot, pues toda la argumentación está basada en la manipulación de chismes e informaciones de segunda mano. Los yanomami informantes que aparecen citados en el libro no pertenecen a las comunidades entre las cuales trabajó el Dr. Lizot. Los que conocemos el sistema de relaciones políticas de los yanomami con los no-yanomami sabemos que es muy importante aclarar el significado de esos chismes y recordar que esos yanomami pertenecen a comunidades donde trabaja la familia Dawson, grupo evangélico estadounidense separado de la Misión Nuevas Tribus, y abierta enemiga del Dr. Lizot por haberse éste opuesto a la acción de ese grupo religioso en la desintegración, corrupción y manipulación de las comunidades yanomami.
Limitándonos a las acusaciones formuladas por P. Tierney sobre el Dr. Lizot otras apreciaciones podrían hacerse sobre los otros capítulos del libro pensamos que sobre la actuación científica y personal del Dr. Jacques Lizot entre los Yanomami, hay que tener en cuenta que nadie podría haber vivido tantos años en comunidades indígenas yanomami con un comportamiento tan agresivo contra su gente como el referido por el autor, sin tener que enfrentar una reacción punitiva. Pensar lo contrario, sería menospreciar la capacidad de los yanomami para resolver sus problemas y los conflictos con sus "enemigos": la etnografía de este pueblo sugiere precisamente lo contrario. Lo mismo debe decirse de la participación responsable de la comunidad en el proceso de socialización de sus jóvenes, en un contexto donde todo es de conocimiento público y objeto de comentarios para su aprobación, crítica, reprensión etc. Una buena pregunta que deberían hacerse los lectores del libro de Tierney es la siguiente: ¿Por qué las comunidades yanomami no reaccionaron a lo largo de tantos años?
En todo caso, una investigación seria sobre la actuación del Dr. Lizot entre los Yanomami debía hacerse en las mismas comunidades donde él trabajó, y no le hubiera sido difícil al Sr. Tierney realizarla, pues estuvo en contacto tanto con el Dr. Lizot como con los yanomami con los cuales él vivía. El no haberlo hecho pone en duda la seriedad de su trabajo.
Queremos destacar una vez más el gran aporte del Dr. Lizot a favor de los Yanomami, no sólo con sus contribuciones sobre ellos, sino con sus trabajos para ellos en el campo de la salud, la educación intercultural bilingüe, la definición del territorio yanomami y de los derechos constitucionales de ese pueblo. Son elementos que deben tenerse en cuenta a la hora de querer formarse una opinión equilibrada sobre la real actuación profesional del Dr. Lizot entre los yanomami.
Caracas, Octubre de 2001
María Gloria Basáñez, biólogo
José Bórtoli, sacerdote
Carlos Botto, médico
Javier Carrera, antropólogo
Andy Jillings, cineasta
Magda Magris, médico
Alejandro Reig*, museólogo
Gregorio Sánchez, médico
* Dirección: Av. Principal, La Castellana, Quinta Bemaica, Caracas 1060, Venezuela. e-mail: areig@telcel.net.ve
NOTA DEL DIRECTOR: Al recibirse esta Carta al Director, el texto fue remitido a Jacques Lizot, Patrick Tierney y a la familia Dawson, quienes mes y medio después no han enviado ningún comentario o respuesta a Interciencia.