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Interciencia

versão impressa ISSN 0378-1844

INCI v.29 n.4 Caracas abr. 2004

 

A propósito de la orimulsión

 

Manuel Pulido M.

 

 

 La reaparición de nuestra sección de Cabildo Abierto en enero pasado, con contribuciones acerca del papel de la innovación y la controversia planteada en Venezuela alrededor de la Orimulsión, ha resultado en nuevos aportes que ayudan a tener una visión más clara del problema y justifican la continuación de este Cabildo.

 

Miguel Laufer, Director

 

 

Declaraciones públicas sobre la interrupción de la producción de Orimulsión® que han creado incertidumbre sobre el futuro de este negocio, así como el Cabildo Abierto iniciado por Interciencia en enero, nos llevan a hacer algunas reflexiones que consideramos pertinentes.

 

La emulsión estabilizada de hidrocarburos y agua conocida como Orimulsión, ha sido una de las vías para manejar los hidrocarburos de la Faja Petrolífera del Orinoco. Dada la magnitud de los recursos en la Faja, es obvio que éste no es sino uno de los caminos para su explotación.

 

La Faja está considerada como el yacimiento continuo de hidrocarburos extrapesados más importante del mundo, con gravedades específicas entre 4 y 11ºAPI. Algunas segregaciones pueden considerarse bitúmenes por su alta viscosidad, según definiciones adoptadas principalmente por el World Petroleum Congress.

 

En los 54000km2 que ocupa el yacimiento, los más de 1000 pozos exploratorios perforados a comienzos de los años 80 cuantificaron reservas in situ del orden de 1200 miles de millones de barriles, que con un factor de recuperación de 22%, darían unos 270 mil millones recuperables con la presente tecnología.

 

Si bien la Faja ha sido explotada en forma somera desde hace 40 años, por ejemplo en Campo Morichal, los hidrocarburos de la Faja son difíciles de manejar y comercializar por su alta viscosidad y contenido de azufre y metales. Afortunadamente el yacimiento en el subsuelo posee una temperatura de unos 140ºF y cierto porcentaje de gas, lo cual facilita la extracción con la ayuda de disolventes, que son recuperados en el proceso y reciclados al yacimiento. Las técnicas de perforación de pozos horizontales y agrupación en grupo de cabezales, han ayudado al aumento de la producción por pozo y consecuentemente han disminuido costos. En la actualidad la producción no representa problema alguno, y las técnicas modernas son utilizadas tanto por PDVSA como por las asociaciones estratégicas con terceros.

 

Los hidrocarburos de la Faja en estado natural no son fácilmente comercializables, por lo que deben “mejorarse” empleando métodos como coquización retardada, hidrogenación, mezclas y emulsiones. Las dos primeras convierten químicamente al crudo, por lo que su producto se denomina “crudo sintético”.

 

INTEVEP, reconocido brazo de investigación de la industria petrolera venezolana, ha invertido muchos años en la búsqueda de soluciones específicas, competitivas y amigables para el manejo de estos crudos, y ha desarrollado procesos innovadores aplicables en la Faja. Algunos como el HDH, Acquaconversión y Orimulsión, son ejemplos de logros concretos que han permitido que los crudos de la Faja sean aceptados para mercados ad-hoc.

 

Los dos primeros procesos corresponden a hidrogenación, mientras que la Orimulsión es una emulsión con 70% de hidrocarburo y 30% de agua, estabilizada mediante aditivos incorporados durante la manufactura para que el producto pueda ser transportado y almacenado durante tiempo suficiente hasta su utilización. Su empleo más recomendable es como carga básica en plantas termoeléctricas, y las restricciones ambientales requieren de tecnologías adicionales a la combustión su uso amigable.

 

Un primer módulo de producción de Orimulsión opera en el campo Morichal desde los años 90, con capacidad de 100000b/d (3% de la producción nacional de hidrocarburos líquidos). La planta está conectada por tubería al terminal de embarque en Jose, Estado Anzoátegui. Actualmente Sinovensa, una empresa mixta chino-venezolana, construye un nuevo módulo dentro del complejo de Jose.

 

Los precios de venta de Orimulsión han estado indexados al precio del carbón, con el cual compite, teniendo poderes caloríficos semejantes. Al ser el precio del carbón menos volátil, se consideró que esto representaba un incentivo comercial y podría facilitar la obtención de financiamiento para inversión en plantas, infraestructura y tanqueros.

 

Venezuela, a través de su representación diplomática en la Comunidad Económica Europea, logró la inclusión de la sión como producto de exportación bajo la denominación de non oil hydrocarbon, sin pago de impuesto, en aduanas europeas.

 

Se estima que la indexación de precio con el carbón permitió la firma de contratos de largo plazo, con precios predecibles y menos volátiles que los referidos al valor de la cesta de exportación venezolana, que en los últimos años ha fluctuado entre US$10,6 (1998) y US$30 (comienzos de 2004) por barril. Es obvio que ante tal comportamiento de los mercados, las partes contractuales han debido introducir modificaciones, para ajustar los contratos a condiciones más acordes con la realidad vigente.

 

Otra forma de explotar en gran escala los crudos pesados de la Faja ha sido mediante la constitución, desde 1996, de cuatro asociaciones estratégicas con empresas extranjeras, con el objeto de producir y colocar 600 a 800Mb/ d de crudo “mejorado”. Todas utilizan procesos de coquización retardada con plantas y terminales en Jose, y representan inversiones de unos US$15000 millones. Si bien este proceso tiene la desventaja de producir diariamente miles de toneladas de carbón, esta fue la ruta técnica seleccionada, ante la duda en la disponibilidad de gas natural suficiente si se escogía la ruta de la hidrogenación.

 

La posibilidad de usar mezclas para el mercadeo de los crudos de la Faja, sin duda que existe en escala reducida. Se ha señalado que 62bb de extrapesado (8,5ºAPI), mezclado con 38bb de crudo Mesa (30ºAPI), equivaldrían a 100bb de crudo equivalente al crudo Merey (16ºAPI), con un precio en los mercados mayor a la Orimulsión. Esto es cierto hoy, en un escenario de precios altos del crudo, pero habría que preguntarse cuán factible en el tiempo serían operaciones de cientos de miles de bb/d, tanto por la disponibilidad de crudo Mesa para este fin o por los beneficios de oportunidad que éste tendría para venderse por si mismo. Los mercados son cambiantes y es mejor no aventurar una respuesta en este sentido.

 

Una de las debilidades para la venta de la Orimulsión, como de la mayoría de las tecnologías venezolanas, ha sido ¿por qué si es tan buena no se utiliza en Venezuela? La respuesta hasta ahora ha sido: porque el gas natural es un combustible alterno más económico, que por su disponibilidad, calidad y precio en el país, es preferido en las plantas termoeléctricas. En una época el bajo precio del gas puso en peligro la construcción de la represa de Caruachi, al considerar los organismos internacionales de financiamiento que la generación de hidroelectricidad de esta presa no podría competir con la generada con gas supuestamente subsidiado.

 

La anterior consideración lleva a la tantas veces planteada necesidad de que el país disponga de una política energética integral, que establezca criterios racionales en la producción y uso de las principales fuentes de energía disponibles, orientando su utilización de la mejor manera posible, en beneficio de la industria y los habitantes del país.

 

La Orimulsión puede ser incorporada en esa ecuación.