SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.30 número1Aspectos de la biología y hábitat de un pez endémico de Chile en peligro de extinción (Diplomystes nahuelbutaensis ARRATIA, 1987) índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

Compartilhar


Interciencia

versão impressa ISSN 0378-1844

INCI v.30 n.1 Caracas jan. 2005

 

Editorial

Philip Hauge Abelson (1913-2004) un gran editor y amigo de Latinoamérica

Philip Abelson comenzó su brillante carrera como investigador tras obtener una licenciatura en química y una maestría en física en la Washington State University y, en 1939, el Ph.D. en física nuclear de la University of California at Berkeley. En 1940 se convirtió en uno de los escasos científicos que llegan a crear un nuevo elemento, el Neptunio (elemento Nº93) tras bombardear uranio con neutrones.

Más adelante participó en el Proyecto Manhattan y, en colaboración con Edwin McMillan, diseñó un sistema para separar y concentrar Uranio 235, un paso esencial en la producción del primer material, proveniente de las instalaciones de Oak Ridge, en Tennessee, para la bomba atómica. Abelson encabezó el grupo de trabajo que demostró la factibilidad de un submarino nuclear.

Aunque formado como físico, hizo una contribución mayor a las ciencias biológicas como autor de Studies of Biosynthesis in Eschericia coli (1963), donde demostró la gran utilidad del empleo de E. coli como modelo y herramienta de investigación.

Estos tres ejemplos ilustran la naturaleza inquisitiva de Phil Abelson y la versatilidad de su intelecto.

Muchos miembros de la AAAS y de la comunidad científica internacional han leído sus editoriales en la revista Science, los que tenían una característica constante: una presentación clara y fáctica de la data. En una oportunidad le señalé que, a menudo, no daba su interpretación y sus conclusiones personales. Su respuesta fue que "los lectores de Science son todos inteligentes y muchos lo son más que yo", así que podrían llegar a sus propias conclusiones una vez que contaban con los hechos correctamente. Su primer editorial como nuevo Editor Jefe de Science, fechado el 19 de octubre de 1962, mostró su modestia, que fue una de sus grandes virtudes: escribió que su papel como editor sería mantenerse como "el custodio de una propiedad particularmente valiosa". Era más que un custodio, era un erudito y, para científicos de todas las disciplinas, sus editoriales se convirtieron en una valiosa referencia y así se han mantenido. Él insistió en que Science se mantuviese como una revista multidisciplinaria que cubriese las investigaciones de frontera en todos los campos, sea astrofísica, zoología, biomedicina, antropología o sicología. Llamó la atención del mundo hacia las selvas húmedas de la Amazonía, hacia las nuevas fuentes de energía, farmacéuticos y las biotecnologías emergentes –un futuro para Latinoamérica. Le tocó jugar un papel principal en la elaboración de políticas científicas, a través de su participación en comités, sus publicaciones y muchas organizaciones, incluyendo la AAAS e Interciencia.

Nuestra Asociación Interciencia le debe mucho a Phil Abelson. Formó parte del grupo que conceptualizó la idea de la Asociación en Ciudad de México en 1973 y participó en su fundación en Recife, en 1974. Más aún, Phil Abelson, junto a Leonard Rieser y James Rowe, viajó a Caracas y logró convencer a Marcel Roche de crear la revista Interciencia.

Durante tres décadas Phil Abelson demostró su fe en Interciencia asistiendo a muchas reuniones de la Asociación, a pesar de sus obligaciones como Editor Jefe de Science. Siempre fue respetuoso de las opiniones de sus colegas de nuestro hemisferio y a menudo invocó la necesidad de ser pragmáticos. Solía preguntar "…Qué quedará de esto?" ante cualquier iniciativa del Directorio de Interciencia. Poca gente sabe que fue el más generoso donante al Fondo Leonard Rieser, el fondo de Interciencia iniciado por Rosemarie Rieser y sus hijos.

Poseo una copia de su libro Enough of Pessimism (publicación AAAS 85-5), una colección de unos 100 editoriales publicados en Science. El editorial que firmó en enero de 1976, en ocasión del bicentenario de los Estados Unidos de América, tiene una extraña resonancia con la situación actual en las Américas. Phil Abelson deploraba el pesimismo de los años 70. Comparó el liderazgo y la moral de los ciudadanos americanos iniciales y los actuales y recordó a sus coterráneos que "el optimismo estuvo en su máximo al comienzo, durante tiempos de gran pobreza, dificultades, y en medio de brotes inmisericordiosos de enfermedad." Continuó su editorial diciendo que "El pesimismo es un tipo de enfermedad que debilita el individuo y el país… No lleva sino a la parálisis y al deterioro." Phil Abelson era un verdadero optimista. Un optimista continuará siendo para la comunidad científica de las Américas, que debe seguir su ejemplo para adelantar la causa de la ciencia en la región.

Michel Bergeron

Director, Medecine Sciences, Norteamérica

Ex Presidente, Asociación Interciencia

 

Philip Hauge Abelson (1913-2004) a great editor and friend of Latin America

Philip Abelson began his brilliant career as a research scientist, after obtaining a B.S. in chemistry and a M.S. in physics at the Washington State University and, in 1939, a Ph.D. in nuclear physics at the University of California at Berkeley. In 1940, he became one of the rare scientists to create a new element, Neptunium (element 93) after bombarding Uranium with neutrons.

Later on he participated in the Manhattan Project and, in collaboration with Edwin McMillan, he designed a system for separating and concentrating uranium 235, an essential step in producing the first bomb-grade material which came out of the Oak Ridge, Tennessee facility. He headed the task force which showed the feasibility of a nuclear submarine.

Though he was trained as a physicist, he made a major contribution in life sciences as the author of Studies of Biosynthesis in Eschericia Coli (1963) where he demonstrated the great usefulness of employing E. Coli as a research model and tool. These three topics illustrate the inquisitive nature of Phil Abelson and the versatility of his intellect.

His editorials in Science, read by many members of AAAS and of the international scientific community, had a constant characteristic: a clear and factual presentation of the data. I once remarked to him that, often, he was not giving his personal interpretation and conclusions. His response was that "the readers of Science are all intelligent and many are smarter than me", so they could draw their own conclusions once they have the facts right. His first editorial, dated October 19, 1962, as the new Head Editor of Science, reveals his modesty, which was one of his great virtues: he wrote that his role as Editor will be to remain "the custodian of a uniquely valuable property". He was more than a custodian, he was a scholar and, for scientists of all disciplines, his editorials became and have remained a valuable reference. He insisted that Science remain a multidisciplinary journal covering "frontier" research in all fields, be it astrophysics, zoology, biomedicine, anthropology or psychology. He drew the world attention to the rain forests of Amazonia, to the new sources of energy, pharmaceuticals and the emerging biotechnologies -a future for Latin America. He played a major role in scientific policy-making through his participation in committees, his publications and in many organizations including AAAS and Interciencia.

Our Interciencia Association is greatly indebted to Phil Abelson. He took part in the group which conceptualized the idea of the Association in Mexico City in 1973 and participated in its actual foundation in Recife in 1974. Moreover, Phil Abelson, along with Leonard Rieser and James Rowe, traveled to Caracas and successfully convinced Marcel Roche to create the Interciencia journal. During these three decades, Phil Abelson demonstrated his faith in Interciencia by attending many meetings of the Association, despite his huge task as Science Editor-in-Chief. He was always respectful of the opinion of his colleagues of our hemisphere and often recalled the necessity of being pragmatic. "What will be the residue?", he used to ask about any initiative taken by the Executive of Interciencia. Few people know that he was the most generous individual donator to the Leonard Rieser Endowment Fund, the Interciencia Association fund initiated by Rosemary Rieser and her children.

I have a copy of his book "Enough of Pessimism" (AAAS publication 85-5), a collection of some 100 editorials published in Science. The editorial that he signed on January 1976 for the bicentennial year of the United States of America, has a strange resonance with today’s situation in the Americas. Phil Abelson deplored the pessimism of the 70’s. He compared the leadership and morale of the early and contemporary US citizens and reminded his fellow countrymen that "optimism was at its peak early during times of great poverty, hardship, and amid unmerciful ravages of disease." He continued his editorial by stating that "Pessimism is a kind of sickness that debilitates the individual and the country… It leads nowhere but to paralysis and decay." An optimist Phil Abelson truly was. An optimist he will remain for the scientific community of the Americas, which needs to follow his example to further the cause of science in the Americas.

Michel Bergeron

Director, Medecine Sciences, North America

Past President, Interciencia Association

Philip Hauge Abelson (1913-2004) um grande editor e amigo de latino américa

Philip Abelson começou sua brilhante carreira como investigador depois de obter uma licenciatura em química e uma maestria em física na Washington State University e, em 1939, o Ph.D. em física nuclear da University of California at Berkeley. Em 1940 converteu-se em um dos escassos científicos que chegaram a criar um novo elemento, o Netúnio (elemento Nº93) depois de bombardear urânio com nêutrons.

Mais adiante participou no Projeto Manhattan e, em colaboração com Edwin McMillan, desenhou um sistema para separar e concentrar Urânio 235, um passo essencial na produção do primeiro material, proveniente das instalações de Oak Ridge, em Tennessee, para a bomba atômica. Abelson encabeçou o grupo de trabalho que demonstrou a factibilidade de um submarino nuclear.

Ainda que formado como físico, fez uma maior contribuição para as ciências biológicas como autor de Studies of Biosynthesis in Eschericia coli (1963), onde demonstrou a grande utilidade do emprego de E. coli como modelo e ferramenta de investigação.

Estes três exemplos ilustram a natureza inquisitiva de Phil Abelson e a versatilidade de seu intelecto.

Muitos membros da AAAS e da comunidade científica internacional tem lido seus editoriais na revista Science, os que tinham uma característica constante: uma apresentação clara e fáctica dos dados. Em uma oportunidade lhe indiquei que, freqüentemente, não dava sua interpretação e suas conclusões pessoais. Sua resposta foi que "os leitores de Science são todos inteligentes e muitos são mais que eu", assim que poderiam chegar a suas próprias conclusões uma vez que contavam com os fatos corretamente. Seu primeiro editorial como novo Editor Chefe de Science, datado em 19 de outubro de 1962, mostrou sua modéstia, que foi uma de suas grandes virtudes: escreveu que seu papel como editor seria manter-se como "o custódio de uma propriedade particularmente valiosa". Era mais que um custódio, era um erudito e, para científicos de todas as disciplinas, seus editoriais se converteram em uma valiosa referência e assim tem se mantido. Ele insistiu em que Science se mantivesse como uma revista multi-disciplinaria que cobrisse as investigações de fronteira em todos os campos, seja astrofísica, zoologia, biomedicina, antropologia ou psicologia. Chamou a atenção do mundo para as selvas úmidas da Amazônia, para as novas fontes de energia, farmacêuticas e as biotecnologias emergentes –um futuro para Latino América. Teve a responsabilidade de desenvolver um papel principal na elaboração de políticas científicas, através de sua participação em comitês, suas publicações e muitas organizações, incluindo a AAAS e Interciência.

Nossa Associação Interciência lhe deve muito a Phil Abelson. Formou parte do grupo que conceitualizou a idéia da Associação na Cidade do México em 1973 e participou na sua fundação no Recife, em 1974. Também, Phil Abelson, junto a Leonard Rieser e James Rowe, viajou a Caracas e conseguiu convencer a Marcel Roche de criar a revista Interciência.

Durante três décadas Phil Abelson demonstrou sua fé em Interciência assistindo a muitas reuniões da Associação, a pesar de suas obrigações como Editor Chefe de Science. Sempre foi respeitoso das opiniões de seus colegas de nosso hemisfério e a seguidamente invocou a necessidade de ser pragmáticos. Costumava perguntar "…Que ficará disto?" ante qualquer iniciativa do Diretório de Interciência. Pouca gente sabe que foi ele mais generoso doador ao Fundo Leonard Rieser, o fundo de Interciência iniciado por Rosemarie Rieser e seus filhos.

Possuo uma cópia de seu livro Enough of Pessimism (publicação AAAS 85-5), uma coleção de uns 100 editoriais publicados em Science. O editorial que firmou em janeiro de 1976, na ocasião do bicentenário dos Estados Unidos de América, tem uma estranha ressonância com a situação atual nas Américas. Phil Abelson deplorava o pessimismo dos anos 70. Comparou a liderança e a moral dos cidadãos americanos iniciais e os atuais e recordou a seus conterrâneos que "o otimismo esteve no seu máximo a começo, durante tempos de grande pobreza, dificuldades, e no meio de brotes, sem misericórdia, de enfermidades." Continuou seu editorial dizendo que "O pessimismo é um tipo de enfermidade que debilita o individuo e o país…Não leva senão à paralisia e ao deterioro." Phil Abelson era um verdadeiro otimista. Um otimista continuará sendo para a comunidade científica das Américas, que deve seguir seu exemplo para adiantar a causa da ciência na região.

Michel Bergeron

Editor, Medecine Sciences, Norteamerica

Ex Presidente, Associação Interciência