Investigación Clínica
versión impresa ISSN 0535-5133
Invest. clín vol.57 no.2 Maracaibo jun. 2016
Consideraciones sobre el Manifiesto para una Ciencia Post-Materialista
Beauregard y col. (1) en su Manifiesto para una Ciencia Post-Materialista analizaron el impacto científico de la ideología materialista y la emergencia de un paradigma post-materialista de la ciencia, la espiritualidad y la sociedad. Según el materialismo científico, ideología dominante durante el siglo XX, la mente no es más que el producto de la actividad cerebral y nuestros pensamientos no tienen ningún efecto sobre el cerebro, nuestras acciones y el mundo físico. Es indudable que esta ideología materialista ha sido muy exitosa en la investigación de los fenómenos naturales y en el avance de la tecnología. Sin embargo, su mismo éxito ha obstaculizado el desarrollo del estudio científico de la mente y de los fenómenos religiosos, espirituales y místicos lo cual ha conducido a la poca comprensión de la vida y su rol en la sociedad y la naturaleza.
El surgimiento de la mecánica cuántica en las primeras décadas del siglo XX ha planteado un serio cuestionamiento de las bases materiales del mundo al demostrar que los átomos y las partículas subatómicas no son realmente objetos sólidos y no existen con certidumbre en localizaciones espaciales y temporales definidas. Adicionalmente, la mecánica cuántica introdujo a la mente en su estructura conceptual básica al demostrar que las partículas observadas y el observador están íntimamente relacionados. Es decir, la consciencia del observador es fundamental para la producción de los eventos físicos que estén siendo observados y las actividades mentales afectan al mundo físico, lo que nos lleva a la conclusión de que no podemos comprender la realidad si hacemos abstracción de las actividades de la mente.
La percepción extrasensoria (telepatía, clarividencia, precognición y presentimiento), la interacción mente-materia y los fenómenos sugestivos de la sobrevivencia después de la muerte corporal (las experiencias fuera del cuerpo, las experiencias cercanas a la muerte, las apariciones y comunicaciones después de la muerte, las curaciones espirituales o mediante entidades incorporadas por médiums, las tendencias y marcas de nacimiento observadas en niños que refieren una vida anterior a la actual y las personas que reciben consejos de entidades desencarnadas) han sido objeto de una gran atención por parte de ciertos círculos científicos porque se trata de eventos comunes que no pueden ser catalogados como anómalos o excepciones de las leyes naturales, sino como indicadores de la necesidad de un marco explicativo diferente al propuesto por el materialismo (2).
En el Manifiesto para una Ciencia Post-Materialista se afirma que la actividad mental consciente puede ser observada en las experiencias cercanas a la muerte, durante las cuales se producen eventos conscientes, a pesar de que los individuos están inconscientes o clínicamente muertos. Durante estos eventos la consciencia puede ser experimentada en una dimensión diferente a nuestro espacio-tiempo convencional, en la cual todos los sucesos pasados, presentes y futuros ocurren simultánea e instantáneamente (no-localidad cuántica). La persona puede estar conectada con sus memorias y los campos de consciencia propios y los de otros individuos, incluyendo a amigos y familiares fallecidos. Las experiencias cercanas a la muerte sugieren que el cerebro actúa como receptor y transmisor de la actividad mental; es decir, la mente puede actuar a través del cerebro pero no es producida por éste.
Según el paradigma post-materialista, la mente es un aspecto de la realidad tan importante como el mundo físico con el cual está profundamente interconectada. Los pensamientos y emociones pueden afectar la conducta y la actividad de los sistemas inmune, endocrino y cardiovascular, además de influenciar significativamente la actividad del cerebro. Igualmente, la mente puede modificar el mundo físico y no puede ser confinada a puntos específicos en el espacio (cerebro, cuerpo) o en el tiempo (pasado, presente y futuro). Por estas razones, las intenciones, las emociones y los deseos de un experimentador no pueden ser aislados de los resultados experimentales, aún en los experimentos controlados y doble ciego. Aparentemente, las mentes no tienen límites definidos y pueden unirse de tal forma que constituyen Una Mente Única que es la sumatoria de todas las mentes individuales (1).
La influencia de la mente sobre el cuerpo se manifiesta claramente en el efecto placebo, definido como la respuesta fisiológica o psicológica a un medicamento o a una intervención quirúrgica que no puede ser atribuido a las propiedades del tratamiento suministrado sino a la creencia del paciente en la efectividad del mismo (3). La hipnosis, la biorretroalimentación, la meditación, las visualizaciones, el manejo de las emociones y la oración están siendo utilizados por millones de personas para canalizar el potencial de la actividad mental para tratar numerosas condiciones patológicas (dolor, psoriasis, asma y otras alergias, herpes, ictiodermia, gastritis, hipertensión arterial y migraña) (3). Estos procedimientos demuestran que los pensamientos, sentimientos, creencias, deseos e intenciones producen descargas de mensajeros químicos que se difunden en todas las células del cuerpo y actúan sobre el sistema nervioso autónomo, debilitan o fortalecen el sistema inmune y originan cambios hormonales. Por otra parte, la mente de una persona puede producir efectos repetibles y medibles en el cuerpo de otra. Tales efectos son conocidos como tele somáticos. Una modalidad de ellos es la curación a distancia durante la cual el sanador y el paciente pueden estar en contacto cercano o separados por grandes distancias (4).
La propuesta post-materialista de Beauregard y col. (1) nos induce a cambiar el paradigma que afirma que los fenómenos psíquicos representan epifenómenos de la actividad cerebral. Los hallazgos científicos reportados en la segunda mitad del siglo XX y en el XXI demuestran que los fenómenos psíquicos y la actividad cerebral están correlacionados pero no existe una relación causa-efecto entre ellos porque esos fenómenos parecen tener un origen extracerebral (5). En consecuencia, la consciencia no es un epifenómeno sino la base del ser, la realidad última, en la cual todas las posibilidades materiales, incluyendo el cerebro, están incluidas. Además, la consciencia individual no se desvanece cuando cesan las funciones del cerebro, sino que persiste y puede ser contactada a través de médiums. Es capaz de recibir información y responder al mundo manifestado aun cuando ya no está asociada a un cerebro.
El post-materialismo no excluye a la materia, la cual es percibida como un constituyente básico del universo. El paradigma post-materialista promueve los valores positivos tales como el respeto por los seres sensibles y el medio ambiente, el amor, la compasión y la paz. Es de esperar que futuros estudios se centren en la comprensión de los mecanismos mediante los cuales se producen los fenómenos psíquicos y se confirmen los postulados de la propuesta post-materialista, lo cual sería un paso trascendental en la escala evolutiva del ser humano.
Ernesto Bonilla
Considerations on the Manifesto for a Post-Materialist Science
Beauregard et al., in 2014, visualized the emergence of a post-materialist paradigm for science, spirituality, and society and signed the Manifesto for a Post-Materialist Science. According to this new paradigm, mind is an aspect of reality as fundamental as the physical world and can influence it non-locally. Therefore, the intentions and desires of an observer can not be separated from the physical events that are being observed. Phenomena like telepathy, precognition, presentiment, psychokinesis, psychic healing, out of the body and near-death experiences, after death communications and reincarnation would be explained by the post-materialist paradigm that fundamentally alters the vision of ourselves and emphasizes the deep connection between our minds and nature and promotes the values of love, compassion, respect, peace and environmental awareness.
1. Beauregard M, Schwartz GE, Miller L, Dossey L, Moreira-Almeida A, Schlitz M, Sheldrake R, Tart C. Manifesto for a Post-Materialist Science. Explore 2014; 10: 272-274. [ Links ]
2. Bonilla E. Experiencias cercanas a la muerte. Invest Clin 2011; 52: 70-100. [ Links ]
3. Bonilla E. Conexión mente-cuerpo, fenómenos parapsicológicos y curación espiritual. Invest Clin 2010; 51: 209-238. [ Links ]
4. Dossey l. Era III Medicine. The New Frontier. ReVisión 1992; 3: 14. [ Links ]
5. Bonilla E. ¿Es el cerebro el creador de los fenómenos psíquicos o es ineludible un cambio de paradigma? Invest Clin 2014; 55: 103-106. [ Links ]