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Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica

versión impresa ISSN 0798-0264

AVFT v.23 n.1 Caracas  2004

 

Aspectos Psicológicos y Personales en el manejo de la Diabetes Mellitus

N Pineda1, V Bermúdez1, C Cano1, M Ambard1, E Mengual1, M Medina1, E Leal1, Y Martínez1 y R Cano1.

1 Centro de Investigaciones Endocrino - Metabólicas "Dr. Félix Gómez". Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela. E-mail: fago@hotmail.com

RESUMEN

El objetivo del presente estudio fue examinar los resultados obtenidos por diferentes investigaciones en el ámbito de la psicología de la salud, específicamente en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Se realizó una evaluación exhaustiva de las investigaciones recientes en esta área, determinándose que hoy en día los trastornos psiquiátricos y las alteraciones psicológicas constituyen un problema de salud pública que se incrementa con el paso del tiempo y que afecta tanto a poblaciones clínicas como a la población en general. Además, a pesar de la asociación entre las alteraciones psiquiátricas y los rasgos de personalidad con el padecimiento de complicaciones crónicas en pacientes con diabetes mellitus, y la evidente implicación de estos trastornos sobre la adhesión al tratamiento, la adaptación de los pacientes a nuevos estilos de vida son difíciles. Los estudios en el ámbito de la psiconeuroendocrinología son escasos y el tratamiento psicológico ha sido muy esporádico; por lo que se plantea la evidente necesidad de ampliar este campo de investigación para así poder brindarle a los pacientes la atención requerida desde el punto de vista de la multidisciplinariedad.

Palabras Clave: Psicología de la salud, Diabetes mellitus tipo 2.

ABSTRACT

The main objective of this study was to examine different results obtained from diverse researches about type 2 diabetes mellitus treatment in the psychology health area. An thorough evaluation of recent investigations in this area was developed, with results that show that as today psychiatric disorders and psychological alterations have become a public health problem that has increased with time and that affects symptomatic populations as well as the over all general population. Even though there’s an association between psychiatric disorders and personality types with chronic complications in patients with type 2 diabetes mellitus and the obvious implication of these disorders in the effects of treatment, the adapting process in these patients to new life styles is hard. There are few studies in the psyconeuroendocrinology area and psychological treatment has been rare, which is why there’s an evident need to expand this research area so we can be able to offer patients the care they need from a multidisciplinary point of view.

Key Words: Psychology health, Type 2 diabetic.

INTRODUCCIÓN

La diabetes mellitus es una condición crónica que afecta a millones de personas a nivel mundial. La diabetes no solo afecta la salud física del paciente que lo padece; ya que por constituir una condición que requiere cambios en el estilo de vida de las personas, influye notablemente en el funcionamiento psicológico y psicosocial de quienes la padecen(1,2). Además, el sistema nervioso y el endocrino no actúan de forma autónoma, sino que están estrechamente relacionados; ambos constituyen un sistema psiconeuroendocrino, capaz de integrar y coordinar las funciones metabólicas del organismo(3,4).

De hecho el impacto psicosocial es un fuerte predictor de mortalidad en diabetes en pacientes con muchas variables clínicas y fisiológicas(5). Afortunadamente cada vez existe más consciencia colectiva de que el abordaje "unidimensional" de la diabetes es prácticamente ineficaz, como de hecho lo demuestran las dificultades evidenciadas por los servicios de salud para mejorar las condiciones de sus pacientes, aunque dispongan de uno de los mejores servicios sanitarios del mundo (gratuidad de la asistencia médica primaria y hospitalaria, casi gratuidad de material de autoanálisis y de insulina, hipoglucemiantes orales a bajo coste para el paciente, etc.) A pesar de todos los avances en el tratamiento de la diabetes, la educación del paciente sobre su propia enfermedad sigue siendo la herramienta fundamental para el control de la diabetes. La gente que sufre de diabetes, a diferencia de aquellos con muchos otros problemas médicos, no puede simplemente tomarse unas pastillas o administrarse insulina por la mañana, y olvidarse de su condición el resto del día. Cualquier diferencia en la dieta, el ejercicio, el nivel de estrés emocional, u otros factores psicológicos o personales pueden afectar el nivel de glucosa en la sangre. Por lo tanto, cuanto mejor conozcan los pacientes los efectos de estos factores, mejor será el control que puedan ganar sobre su condición.

En los pacientes diabéticos con cierta frecuencia se presenta depresión de diversa gravedad, tanto en el período de duelo que acompaña al conocimiento del diagnóstico, como por los cambios de hábitos que implica el manejo de la enfermedad. Posteriormente se encuentra cuando se manifiestan complicaciones propias de los padecimientos de larga evolución y, sobre todo, si ha cursado con control irregular de cifras de glucemia(6,7,8,9).

La diabetes es una enfermedad compleja que se caracteriza fundamentalmente por una insuficiencia absoluta o relativa de la secreción de insulina y por una insensibilidad o resistencia de los tejidos a los efectos de la insulina. La hiperglicemia es la consecuencia directa de estas deficiencias de secreción y de acción de la insulina.

Hay dos formas básicas de diabetes: la diabetes mellitus insulino-dependiente (DMID o de tipo 1) y la diabetes mellitus no insulinodependiente (DMNID o de tipo 2). El tipo 1 se desarrolla con mayor frecuencia en niños y adolescentes, y representa entre el 10 y el 15% de todos los casos de diabetes. El tipo 2 se presenta principalmente en adultos y es con mucho la forma más habitual de diabetes, que representa entre el 85 y el 90% de todos los casos de diabetes. En este estudio consideraremos las investigaciones relacionadas con diabetes mellitus tipo 2(10).

Actualmente, hay aproximadamente 143 millones de personas con diabetes en todo el mundo.

Está previsto que esta cifra se eleve a 300 millones para el año 2025, debido sobre todo al aumento, envejecimiento y urbanización de la población. En los países en vías de desarrollo, estas cifras representan un aumento del 170% de casos y en los países desarrollados un aumento del 42%(10).

Alteraciones psicológicas

Los trastornos emocionales constituyen las alteraciones psíquicas más comunes en la población general. Según Golberg(1) el 14-18% de la población general padece depresión y/o ansiedad clínicamente significativas, aunque sólo el 7 al 9% acuden a consultar a los médicos de atención primaria, que constituyen sin duda los primeros interlocutores del paciente ansioso o deprimido. Desgraciadamente, sólo son identificados correctamente el 3 a 4% de los casos(11).

La experiencia clínica sugiere que muchos pacientes que acuden a recibir tratamiento en los servicios de medicina general o en las consultas psiquiátricas muestran una mezcla de síntomas ansiosos y depresivos de diversa intensidad(12).

Además, muchos estímulos psicosociales pueden generar estrés emocional, el cual a su vez puede afectar a los sistemas hormonales, autónomo, inmunológico y endocrino(13). Hormonas como las catecolaminas, neurotransmisores cerebrales que ayudan a regular la presión sanguínea, la frecuencia cardiaca y los niveles de glucosa en sangre son significativos en cuanto a la vinculación entre los aspectos psicológicos y la salud. Las conductas, los hábitos y estilos de vida también pueden afectar tanto la salud como la enfermedad. La participación de hábitos como tabaquismo, alcohólicos, o dieta inadecuada han sido asociados con algunas enfermedades. Esto generó la inquietud de crear una nuevo campo de estudio; la psicología de la salud y la medicina conductual; que como cualquier campo de estudio de surgimiento reciente tiene problemas para definir las funciones de sus participantes. La ambigüedad de la función y los conflictos de jerarquía principalmente con la profesión de medicina generan dificultades definitorias. Sin embargo en el momento actual la psicología de la salud constituye un campo consolidado. Sus éxitos tanto en el tratamiento como en la prevención son buen indicativo para el crecimiento continuo. Un grupo de profesionales entrenados en esta área aseguran esta posibilidad. Los esfuerzos de prevención se dirigirán no solo a los adultos sino que deben llegar a las escuelas y se dirigirá más hacia la prevención primaria que a la intervención secundaria o terciaria.

Cada vez es más frecuente encontrar en la literatura científica relaciones importantes entre la enfermedad física y respuestas emocionales solapadas en ellas, por ejemplo el cáncer.

También, en revisiones bibliográficas recientes, se encuentran relaciones importantes entre respuestas emocionales y parámetros biológicos, como el colesterol, citoquinas, etc(14). La búsqueda de marcadores biológicos específicos en Psicología y Psiquiatría ha contribuido de modo notable al desarrollo de un nuevo campo interdisciplinario: la psiconeuroinmunulogía; esta área del conocimiento se inició de forma aislada en el año 1919, desde entonces ha experimentado un gran desarrollo y ha sido un fuerte estimulo en el desarrollo de estudios sobre los correlatos entre patologías médicas y psicológicas(15).

Además, los pacientes con enfermedades orgánicas según la literatura, presentan una mayor prevalencia de trastornos depresivos que la observada en la población general. Sin embargo, los trastornos depresivos en sus diferentes variedades ofrecen una serie de síntomas afectivos, cognitivos y somáticos que en la practica clínica en ocasiones es difícil de diferenciar. Mas aún, muchos pacientes sin un trastorno depresivo definido presentan tanto síntomas depresivos como ansiosos. Recientes investigaciones indican que la sintomatología más común en pacientes con patologías médicas y depresión afecta las funciones ocupacionales y de relación social, a diferencia de los trastornos afectivos sin asociación con enfermedades médicas(16).

Psicología y diabetes

En el inicio de la mayoría de las enfermedades endocrinas pueden encontrarse síntomas que hacen pensar en enfermedades psiquiátricas; de igual forma, algunos pacientes con enfermedades depresivas o anorexia nerviosa pueden presentar determinadas anomalías que hacen pensar en una enfermedad endocrino-metabólica. Los trastornos psiquiátricos en estas enfermedades se han relacionado con anormalidades en el metabolismo de los neurotransmisores (noradrenalina, dopamina y serotonina) en el cerebro y se considera que desempeñan un papel fundamental en la síntesis y liberación de las hormonas hipotalámicas e hipofisarias(17).

Se ha determinado que las características de la personalidad influyen en el control de la glicemia en diabéticos tipo 2(18). La tendencia de los pacientes a experimentar menos emociones negativas y el enfocar las necesidades de los demás ante de las de ellos mismos demostró ser un factor de riesgo para el inadecuado control de la glicemia. Existen evidencias preliminares, que características comunes de personalidad pueden explicar las variaciones en el control de la glicemia en pacientes con diabetes tipo 2, bajo las mismas condiciones de tratamiento. Los peores controles de la glicemia se han asociado con ansiedad, depresión, rabia, hostilidad, autoconciencia y vulnerabilidad. Así mismo, se ha observado una mayor propensión a experimentar emociones negativas, gran tendencia a las preocupaciones, experiencias de enojo y frustración; culpa, tristeza, desesperación y un inadecuado manejo del estrés. Sin embargo, las fuertes tendencias a la frustración y a experimentar emociones negativas puede proveer el incremento de la motivación de los pacientes con diabetes a cumplir los regímenes de autocuidado(18).

Algunos estudios han determinado que expresiones clínicas y subclínicas de depresión están presentes en más del 25% de los pacientes con diabetes tipo 1 y 2; lo cual tiene efectos adversos en el funcionamiento y la calidad de vida de los pacientes. La existencia de literatura no es consistente ni clara entre la depresión y un peor control de la glicemia. Sin embargo los términos mente-cuerpo o aspectos psicosomáticos ha sido muy difundido, por lo que muchos problemas médicos han sido atribuidos a causas psicológicas pero esto no se ha sometido a investigaciones rigurosas. A pesar de esto, algunas investigaciones han logrado confirmar la asociación entre depresión y mal control de la glicemia lo que sugiere que el tratamiento de la depresión puede ser beneficioso en el control de la hiperglicemia, causa primaria en la aparición de complicaciones en pacientes con diabetes(6). Además se ha demostrado la persistencia de síntomas depresivos esta presente en un sustancial número de personas con diabetes. La presencia de complicaciones y otros factores biológicos pueden estar asociados tanto con la persistencia como con el inicio de sintomatología depresiva(19).

Algunas investigaciones han determinado que existe una relación entre eventos estresantes de la vida y el control de la glicemia en adultos diabéticos. Es así como eventos estresantes severos están asociados con un peor control de la glicemia; mientras que eventos positivos en la vida se asocian con un mejor control(15).

Además se ha establecido que los modelos de autoregularización en el manejo de la diabetes sugieren que el desarrollo de representaciones cognitivas sobre la diabetes son predictores del incremento de específicos comportamientos saludables relevantes en el manejo de esta enfermedad y en la calidad de vida de quien la padece(20). En modelos estructurales de autorregulación de la diabetes ciertos constructos, específicamente los asociados al conocimientos y el pensar ser capaz de controlar la diabetes fueron significativos predictores de conductas apropiadas asociadas al control de la diabetes y percepciones positivas de la calidad de vida(21,22).

Se ha establecido que un gran número de investigaciones en el ámbito psicosocial coinciden en que los factores psicosociales juegan un papel fundamental en el manejo de la diabetes en niños y adultos. De hecho la terapia psicosocial puede mejorar la adhesión al tratamiento, el control de la glicemia, el funcionamiento psicosocial y la calidad de vida de estos pacientes(15).

La atención psiquiátrica de la diabetes ha sido muy esporádica y existen muy pocos estudios sistemáticos de sus complicaciones mentales y emocionales. En general las alteraciones psiquiátricas pueden dividirse en las derivadas de la adaptación de la enfermedad, a su curso crónico y a sus complicaciones, y a las secundarias a la enfermedad. Los síntomas prodrómicos de la diabetes en una instauración progresiva, pueden ser tan inespecíficos que orienten a la presencia de sintomatología denominada neurótica, o casi inexistentes en una instauración brusca con delirium, cetoacidósis o coma hiperosmolar. La presencia de un trastorno mental, con predominio de alteraciones de tipo cognitivo en pacientes con diabetes, plantea la duda de si estas alteraciones pueden atribuirse de forma directa al proceso de la diabetes o a sus complicaciones. Algunos autores atribuyen a los episodios hipoglícemicos subclínicos nocturnos a la aparición matutina de letargia, fatiga, humor depresivo y dificultades en la concentración. Además los episodios hipoglicémicos pueden manifestarse clínicamente con un incremento del grado de ansiedad, crisis de angustia, perdida del control y trastornos graves del comportamiento. El grado de implicación del estrés psicosocial ha sido otro aspecto ampliamente discutido en el ámbito psiquíatrico. Las investigaciones iniciales estaban dirigidas al efecto de este sobre la etiología de la diabetes. Hoy se acepta su influencia en el curso de la enfermedad ya establecida. Esta influencia es mediatizada por el control de la glicemia(23,24,25). En adolescentes y adultos jóvenes los factores vitales estresantes pueden desencadenar episodios de rebelión con abandono del control personal. En el adulto además se ha determinado que la frecuencia de alteraciones sexuales pueden afectar las relaciones de pareja(9).

CONCLUSIONES

Todavía hoy en el siglo 21 las investigaciones en el campo de la psicología de la salud no son tan extensas como en otros campos de conocimientos, aunque la relación mente-cuerpo ha sido polémicamente tratado desde hace varios siglos. Los trastornos psicológicos han estado siempre presentes en la historia del mundo y se consideran hoy como causas de mortalidad en un elevado número de la población. Algunas investigaciones incluso consideran que la depresión será el peor mal de este siglo. Además, cada día más en el ambiente clínico se evidencia como las patologías médicas guardan una estrecha relación con afecciones psicológicas y el estilo de vida. La efectividad del tratamiento médico de las patologías crónicas esta medida por la adhesión al tratamiento por parte del paciente. Dicha adhesión esta notablemente influenciada por el funcionamiento cognitivo, emocional, conductual y social del individuo; por lo que hay que considerar a los aspectos psicológicos como factores intervinientes en la salud en general. Estudios preliminares sugieren que existe una estrecha relación entre características de personalidad, manejo de conocimientos y autocontrol en el manejo eficiente de la glicemia y la calidad de vida de los pacientes. Además, se ha establecido que un porcentaje significativo de los pacientes con diabetes padecen de depresión y que estos síntomas persisten en un número significativo de lo mismos. Aunado a lo anterior algunos investigadores han concluido que la educación es la herramienta fundamental en el control de la diabetes. Consideramos entonces que estos resultados deben convertirse en el preámbulo de líneas de investigación amplias en el campo de la evaluación y tratamiento psicológico de pacientes con diabetes que promuevan la instauración de la multidisciplinariedad en el ámbito de la salud venezolana.

AGRADECIMIENTO

Este trabajo ha sido posible gracias al financiamiento otorgado por el Consejo de Desarrollo Humanístico (CONDES) de la Universidad del Zulia. Programa 0261-01.

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