SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.23 número2Receptores de glutamato: Implicaciones terapéuticas índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica

versión impresa ISSN 0798-0264

AVFT v.23 n.2 Caracas jul. 2004

 

EDITORIAL

Palabras del Dr. Guillermo Whittembury con motivo de la inauguración del Auditorio "Dr. Homero Augusto Campos" en la Escuela José María Vargas de la UCV el viernes 8 de abril de 2005

Con contribuciones de los doctores: Yaira Mathison (Caracas), Ramiro Castro de la Mata (Lima), Róger Guerra-García (Lima) y de la Sociedad Peruana de Farmacología y Terapéutica Experimental.

 

Distinguidas Autoridades,

Querido Augusto

Queridos Amigos.

Agradezco la deferencia de los organizadores que me da el gran placer de asociarme a este merecido homenaje a tan viejo amigo y paisano (los dos tenemos 75), tan querido y admirado, con el que me unen cuando menos 55 años de entrañable afecto y el común denominador de haber nacido en lo que en el Perú se denomina El sólido Norte, el tener sangre vasca por el lado materno: Iturrizaga él, Mendiola yo. La diferencia fundamental está en que la combinación de sangres inglesa y vasca en Trujillo y en Chepen (me refiero a Andrés Townsend Escurra) produce individuos de insufrible carácter y con poco pelo. En San Pedro de Lloc las cosas son felizmente distintas.

Por qué se honra al Dr. Campos? ¿Qué dones tiene Augusto para hacer descubrimientos que revolucionen el conocimiento científico y cambien el modo de pensar sobre un tema?

Sin orden de prioridades, Augusto tiene: preparación básica; capacidad de observación y asombro para reconocer lo importante; persistencia y tenacidad; cuenta con una mente abierta, preparada para ver todo; por oposición a quien enfoca la investigación con ideas tan preconcebidas que no mira a su alrededor. En otras palabras, Augusto posee una actitud mental que le permite ver y descubrir lo nuevo, sin distraerse de la meta final.

En este contexto, Pasteur manifestaba: "la oportunidad favorece a las mentes preparadas" y Szent-Györgyi, Premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1937, decía que no importaba repetir un experimento, aunque este hubiera sido hecho por otro; siempre y cuando se repitiera con los ojos más abiertos que cuando el experimento se hizo la vez anterior.

Otro don que tiene Augusto es la Serendipia, del Inglés Serendipity: que es la facultad de descubrir accidentalmente en forma feliz, agradable e inesperada, algo que no se esta buscando. Serendipia fue popularizada en ciencia, desde 1920, por el Profesor de Fisiología de Harvard, el doctor Cannon conocido por sus estudios sobre la homeostasis, término que creó. El notable patólogo y polimático mexicano Pérez Tamayo (1924- ) la traduce Serendipity como Serendipia.

Walpole había inventado la palabra Serendipity en 1754. Para Eco Serendipia es una brillante demostración de cómo de ideas falsas pueden salir verdades no anticipadas. Esto se acerca al hallazgo de la acción de los barbitúricos en la catatonia cocaínica, de Augusto, al que me referiré luego.

Homero Augusto Campos Iturrizaga nació en 1929 en San Pedro de Lloc, Costa Norte del Perú. San Pedro de Lloc, es capital de la provincia de Pacasmayo. A 43 metros sobre el nivel del mar, está cerca del río Jequetepeque y del Cupiznique. Fue asiento de notables culturas Preincaicas. Augusto y yo crecimos rodeados de ese particular ambiente, que seguramente contribuyó a desarrollar nuestra capacidad de asombro. San Pedro está en zona arrocera, muy cerca del Océano Pacífico. A la orilla del mar están Pacasmayo y Puémape.

San Pedro está en importante cruce de caminos: o se sigue al Norte a Chiclayo y Lambayeque, para saludar al Señor de Sipán; o se sube hacia el oriente por la cordillera Occidental de los Andes, pasando primero por Tembladeras y luego se trepa sin misericordia, atravesando el Abra del Gavilán a unos 3000 metros de altura, para llegar al amplio y fértil valle que rodea la ciudad incaica de Cajamarca donde Pizarro ejecutó al Inca Atahualpa en 1533; …o se va al sur a Trujillo y Lima.

En 1929 San Pedro tendría unos 5000 habitantes. Entre los que estaban la familia de Augusto, la de su padrino Carlos Gutiérrez Noriega, notable Farmacólogo, sobre quien volveré, y la de los Cajamarquinos Guerra-García. Augusto hizo la secundaria en Pacasmayo. En 1948 entró a estudiar Pre-médicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se graduó de Bachiller en Medicina y de Médico-Cirujano en la Escuela de Medicina de San Fernando en Lima el ‘58; y de Doctor en Medicina en 1973.

Noté por primera vez a Augusto el ‘48 en la Facultad de Medicina. Augusto estaba comenzando Pre-médicas, que en el Perú llevábamos por dos años en la Facultad de Ciencias. Yo ya estudiaba Anatomía en la Facultad de Medicina, y aunque llegaba a la Facultad, muy temprano a disecar mi muerto antes de la clase formal de las 8, ya Augusto estaba con su bata blanca, en la puerta del Instituto de Farmacología, esperando a su maestro el Dr. Carlos Gutiérrez Noriega, después haber experimentado la adicción a la cocaína de unos canes, que agradecían a Augusto las inyecciones que les propinaba, pues los hacía sentirse maravillosamente bien como lo mostraban con alegres gruñidos y batidos de cola. En 1951 se le unió Ramiro Castro de la Mata, el más alto estudiante de Medicina de la Historia Peruana, y luego el más alto Farmacólogo. Ramiro mide 2 metros.

Dejaré por el momento a Augusto, para presentarles al doctor Carlos Gutiérrez Noriega, paisano, padrino y tutor de Augusto. Nos daremos cuenta entonces que en muchos sitios se producen lo que yo llamo "mutaciones en relación al medio", como es el caso de Gutiérrez Noriega y el de Campos. Luego volveremos a Augusto.

Carlos Gutiérrez Noriega había nacido en San Pedro en 1906, hizo la Secundaria en mi Colegio, el Colegio Nacional «San Juan», de Trujillo; terminó en 1923.

Estudió Medicina en San Fernando, se graduó de Bachiller en Medicina y de Médico-Cirujano el ‘34-35 y de Doctor en Medicina el ‘40. Ya como estudiante, fue Jefe de Prácticas en Fisiología y al graduarse (Jefe de Prácticas) en Farmacología. Actuó como Profesor de Farmacología a los dos años de graduarse.

Se especializó en Farmacología y Neurología, en las Universidades de Chicago, Northwestern y Carolina del Norte en 1941 y 1942.

Al regresar a Lima, trabajó en el Instituto de Higiene y dirigió el Instituto de Farmacología de la Escuela de Medicina desde el ’47. Augusto llegó el ‘48.

Desgraciadamente su carrera se frustró en 1950, para consternación de todos: sus discípulos y colaboradores como Augusto, y Profesores como Zapata Ortiz, Vargas Machuca y otros. Yo estaba en tercero de Medicina y , literalmente, "se nos murió el Profesor Gutiérrez Noriega a los 43 años", cuando comenzaba una carrera científica que claramente se perfilaba como brillante. Había publicado, en ciencia dura, estudios notables sobre el Erythroxylon coca (coca y cocaína), y sobre las alteraciones mentales producidas por la flor del Tricocereus pachanoi de donde se prepara la huachuma o cimorra un brebaje alucinógeno.

Ahora volvamos al joven Campos.

Leeré lo que me escribe el Dr. Ramiro Castro de la Mata, ahora con un poco menos que 2 metros de altura, porque con la edad se nos está gibando.

"Guillermo: Me da mucho gusto que le vayan a hacer un homenaje a Augusto Campos. Paso a los recuerdos:

"Augusto tuvo como padrino de bautizo a don Carlos Gutiérrez Noriega amigo de su padre. Así, cuando Augusto vino a Lima para estudiar Medicina Gutiérrez lo contrató como ayudante o técnico del Instituto de Farmacología, situación que mantuvo durante toda su carrera.

"Augusto participó en las investigaciones de Gutiérrez aunque su nombre no figure en las publicaciones. Uno de los hallazgos se refiere al efecto de los barbitúricos de revertir la catatonía cocaínica en ciertos animales.

"Esto lo encontró Augusto que inyectaba cocaína a perros con adicción experimental. Uno de ellos hizo catatonía. Augusto se asustó y creyó que el perro se moría, por eso le puso el barbitúrico y el perro salió corriendo."

Añado aquí que en esta circunstancia Augusto mostró: su Serendipia: hizo un hallazgo inesperado y feliz de algo que no estaba buscando. Y esto aunque, la observación inicial fue falsa, pues Augusto creyó que el perro estaba muerto. Obviamente, Augusto tenía la mente preparada.

Vuelvo a la carta de Castro.

"Gutiérrez fue enterado del asunto y comenzó su trabajo sobre el tema. Lástima que a estos efectos no se les ha dado la importancia debida por que Gutiérrez murió al corto tiempo y nadie continuó esa línea de trabajo.

"Gutiérrez fue así el verdadero maestro de Augusto. Murió cuando Augusto recién comenzaba Medicina. Te reitero que Augusto colaboró con Gutiérrez Noriega en diferentes estudios, en particular, los dirigidos a establecer el negativo rol del cocaísmo en el Perú. Sus artículos fueron publicados en las revistas médicas de la época y tienen plena validez".

Castro de la Mata dice: "vuelvo a las anécdotas":

"En 1951, cuando Augusto y yo estábamos en segundo de Medicina nos pusimos a conversar sobre las ligaduras de Stannius que nos habían enseñado en las prácticas de Fisiología. Augusto me llevó al laboratorio de Farmacología, donde trabajaba, repetimos el experimento y así fue como ingresé al laboratorio y acabé siendo Farmacólogo.

"Con Augusto compartimos nuestra primera publicación: un trabajo sobre el «Escape Vagal». "Después seguimos trabajando en el equipo de Zapata Ortiz, participando en varias publicaciones.

"Durante la carrera con Augusto compartimos muchas experiencias, mucha cerveza y una entrañable amistad. No fue excepcional que en la noche abandonáramos la Facultad trepando la reja que la cercaba porque ya todo estaba cerrado y nadie podía abrirla.

"También en más de una oportunidad salimos de noche con una jaula para cazar gatos con los sustos y carreras correspondientes.

"Después de graduarnos el ’58, Augusto se fue a Wisconsin por tres años, a Minesota por uno, a El salvador por tres, donde tuvo como discípulo al ahora notable experto en el óxido nitroso, don Salvador Moncada.

"Regresó a Lima a trabajar en San Fernando del 1966 al 69 y de allí fue a Venezuela, a la Escuela de Medicina José María Vargas, donde ancló.

"Un abrazo, Castro."

Ahora sigo yo: aquí en Venezuela, entre muchas otras cosas, Augusto ha sido Presidente de la Sociedad Venezolana de Farmacología, Jefe de la Cátedra de Farmacología, asesor de la Organización Panamericana de la Salud. Ha recibido los Premios Pi-Sunyer, De Venanzi, y José María Vargas; las Órdenes José María Vargas, Universidad Central de Venezuela y Francisco De Venanzi.

Ha dirigido unos 20 trabajos de Grado y de Ascenso, formando profesores que ahora ocupan posiciones muy distinguidas.

Tiene numerosas publicaciones en revistas de la más alta calidad, exigencia y prestigio internacional.

Uno de sus hallazgos más significativos es el descubrimiento del reflejo periférico que modula en forma inhibitoria la actividad simpática periférica y la presión arterial.

El Dr. Róger Guerra-García Cueva, distinguido investigador de renombre internacional dedicado a la Fisiología de los habitantes de los Andes; como dije, amigo de la infancia de Augusto, me escribe: "Dale mis saludos a Augusto, pues pasé mi niñez en San Pedro de Lloc y nuestras familias fueron amigas".

El Dr. Benjamin Castañeda me pide desde Lima que lea la siguiente: "Adhesión al homenaje al Dr. Campos.

"Lima, 28 de Febrero de 2005.

"Estimado Dr. Whittembury:

"En primer lugar quiero trasmitirle el saludo de la Sociedad Peruana de Farmacología y Terapéutica Experimental (SOPFARTEX).

"Hemos sido informados que se le está organizando un homenaje al Dr. Augusto Campos Iturrizaga.

"La noticia nos llena de alegría, pues se trata de un profesional a carta cabal. Un investigador que prestigia no sólo a la Farmacología Peruana, sino al país entero y, por supuesto a la Farmacología Mundial.

"El Doctor Augusto Campos es, con toda seguridad, el farmacólogo peruano de mayor prestigio dentro y fuera del país.

"Tengo el encargo del Presidente de SOPFARTEX y de sus miembros de hacerle llegar nuestra adhesión al homenaje que tan merecidamente se rendirá a tan ilustre peruano.

"La Sociedad se enorgullece de contar con colaboradores tan distinguidos, como el Dr. Augusto Campos, en casi todos los Congresos de Farmacología organizados por nuestra Institución.

"Le solicitamos encarecidamente, se lea esta comunicación en la Ceremonia de Reconocimiento que se le hará a nuestro compatriota, excelente profesional, caballero y mejor amigo, el Dr. Augusto Campos

"Dr. Benjamín Castañeda C

"Presidente saliente de SOPFARTEX

La Dra. Yaira Mathison me dice: "Tengo pésima memoria para las anécdotas. Pero hay dos hechos que para mi resumen el interés por el conocimiento integral que ha caracterizado al Dr. Campos:

"Primero, él siempre se ha considerado «fisiólogo» y no farmacólogo puro.

"El otro que resulta más gracioso es que cuando comenzó el avance de la biología molecular de las últimas décadas, el Dr. Campos manifestó su inquietud por la posibilidad que pudieran ser desplazadas la fisiología y la farmacología. Se compró el libro Molecular Biology of The Cell y creo lo tenía como libro de cabecera. Luego de un tiempo dijo más tranquilo «si no entienden como funciona el organismo no importa qué técnicas nuevas utilicen, pues no sabrán interpretar lo que encuentren. Ahora es que tiene más vigencia el conocimiento de la fisiología".

Porque, querido Augusto, estamos completamente de acuerdo: la ciencia es una, y es universal, y se hace en LIBERTAD.

Amigos, muchas gracias.