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Revista de la Facultad de Medicina
versión impresa ISSN 0798-0469
RFM v.27 n.2 Caracas jun. 2004
Envenenamiento por rayas de agua dulce
J Gutierrez¹, I Benítez-Guerra², G Benítez-Guerra³.
1Médico Rural. Ambulatorio Rural Tipo II, San Rafael de Atamaica, Estado Apure.-
²Licenciada en Biología. Facultad de Ciencias. UCV.
³Profesor Instructor. Escuela de Medicina "Luis Razetti". Facultad de Medicina. UCV.
E- mail: gbenitez@reacciun.ve
RESUMEN: El envenenamiento por rayas de agua dulce ocurre en forma accidental, cuando estas se defienden al ser pisadas o estimuladas; el veneno inoculado tiene acción histolítica y anafiláctica, en raras ocasiones es fatal. Se presenta un estudio descriptivo de 20 casos atendidos entre enero de 2000 y diciembre de 2003 en el ambulatorio rural tipo II de San Rafael de Atamaica, estado Apure, Venezuela. El 70% de los casos ocurrió entre febrero y abril (época de sequía), con un predominio de pacientes masculinos (90%) en la tercera y cuarta década de la vida durante la realización de actividades recreacionales. La herida más frecuente fue en el dorso del pie derecho (43%). La mitad de los pacientes acudió a control, presentando curación a las dos semanas.
Palabras Clave: Rayas de agua dulce, Potamotrygonidae sp, Envenenamiento, Veneno.
ABSTRACT: The poisoning by fresh water stingrays occurs in an accidental way, when they are stimulating or stepfoot; the venom has histolytic and anaphylactic action, a lethal action rarely occurs. We present a descriptive trial of 2O cases attended between january 2000 and december 2003 in the ambulatorio rural type II of San Rafael de Atamaica, Apure State, Venezuela. Seventy per cent of the cases occurred between february and april (dry station), many of them (90%) in male sex and 3040 years old, during recreational activities. The more frequent wound was on the right foot (43%). Half of the patients look for medical care and had a good scar tissue in two weeks.
Key Words: Fresh water stingray, Potamotrygonidae sp, Poisoning, Venom.
Fecha de Recepción: 25/03/2004 Fecha de Aprobación: 14/10/2004
INTRODUCCIÓN
Las rayas de agua dulce, son peces cartilaginosos de la familia Potamotrygonidae; tienen cuerpo aplanado, de forma redondeada o romboidal, con una cola de la cual sobresalen una o más espinas. Estas espinas son muy fuertes, de formas variadas, aserradas y tienen una vaina de tejido epitelial, denso y glandular que constituye el aparato secretor de veneno(1).
Existen en casi todo el territorio nacional, en el piso tropical (0-800 m sobre el nivel del mar), reposando en el fondo de las áreas ribereñas, prefieren las aguas poco profundas y se esconden en la arena o el fango(2,3).
El envenenamiento se produce en forma accidental, cuando el animal, al ser pisado o estimulado se defiende, realizando un movimiento reflejo de la cola en forma de latigazo(1,2,4)
La herida producida en el accidente puede ser desgarrada o puntiforme, generalmente se localiza en el dorso o planta de los pies(4,5). Se han descrito casos poco frecuentes de heridas en tórax o abdomen con resultados fatales(6).
En comparación con las rayas marinas, el veneno de las rayas de agua dulce parece ser poco tóxico; tiene una acción histolítica y anafiláctica(7,8); la laceración tisular favorece la absorción y distribución del veneno(4).
Una vez ocurrido el envenenamiento, las manifestaciones clínicas se presentan de inmediato:
- Manifestaciones locales: Herida punzo-penetrante, que interesa planos subcutáneo y muscular, dolor intenso, irradiado al resto del miembro afectado, edema, sangramiento profuso y paresia.
- Manifestaciones sistémicas: Nauseas, vómitos, diarrea, sudoración profusa, hiperventilación, agotamiento.
El propósito de este artículo es presentar la experiencia en la atención de 20 casos de envenenamiento por rayas de agua dulce y una revisión de la literatura sobre el tema.
MÉTODOS
Se realizó un estudio prospectivo, descriptivo de 20 casos de envenenamiento por rayas de agua dulce, atendidos entre enero de 2000 y diciembre de 2003 en el Ambulatorio Rural Tipo II de San Rafael de Atamaica, población ribereña ubicada en la margen norte del Río Atamaica, en el Estado Apure.
A todos los pacientes se les realizó:
1. Infiltración de lidocaina al 1% en los bordes y fondo de la herida.
2. Limpieza rigurosa de la herida con agua y jabón Povidine y colocación de apósito.
3. Inmunización con Toxoide tetánico.
4. Prescripción de antibióticos (Ampicilina 500 mg VO c/ 6 h + Clindamicina 300 mg VO c/ 6 h) y analgésicos.
En una ficha se registró la edad, sexo, sitio de la lesión, actividad durante la cual ocurrió el accidente, tiempo de latencia, el tratamiento y la evolución.
Se indicaron controles semanales.
RESULTADOS
El número de casos por año osciló entre 4 y 6, encontrando una distribución homogénea; 20% en 2000, 25% en 2001, 30% en 2002 y 25% en 2003, (Tabla 1).
Al evaluar la distribución por mes, se encontró que el 70% de los casos ocurrió entre febrero y abril, el 30% restante entre mayo y agosto, (Gráfico 1).
Gráfico 1
DISTRIBUCIÓN DE CASOS POR MES
La edad de los pacientes varió entre 15 y 50 años, con un promedio de 32,25 años. El 15% de los casos tenía entre 15 y l9 años, l0% entre 20 y 24, 15% entre 25 y 29, l0% entre 30 y 34, 5% entre 35 y 39 años e igual porcentaje tenía 40 años o años, (Tabla 2).
Con relación al sexo, 90% de los pacientes eran masculinos y 10% femeninos, (Gráfico 2).
La herida afectó las extremidades inferiores en el 95% de los casos. De estos, la mayoría ocurrió en el dorso del pie (43%), el resto en la planta del pie (36%) y las piernas (21%).
En un caso (5%), la herida ocurrió en el antebrazo, (Gráfico 3).
La extremidad derecha fue afectada en el 65% de los casos y la izquierda en el 35%.
El emponzoñamiento ocurrió durante actividades de recreación en el 80% de los casos y en el 20% restante, durante actividades de pesca.
El tiempo transcurrido entre el accidente y la atención en el Ambulatorio (tiempo de latencia) fue de 30 minutos en 30% de los casos, 1 hora en 40%, 2 horas en 10% y 4 horas en 20%, (Tabla 3).
El control para evaluación de la cicatrización de la herida, solo se efectuó en 10 casos (50%), evidenciando evolución satisfactoria en 9 de ellos. Un caso presentó evolución tórpida con celulitis y necrosis acentuadas de los bordes, fue referido al Hospital General de San Femando de Apure.
DISCUSIÓN
El envenenamiento por rayas de agua dulce ocurre con poca frecuencia; en el presente estudio, el mayor número de casos atendidos fue de 6 en el año 2002.
Sin embargo, la mayoría de los casos ocurrieron en los meses de febrero a abril, que corresponden a la época de sequía, pocos casos ocurrieron en los meses del año que corresponden ala época de lluvia (mayo-agosto). Resultados similares fueron reportados por Piola(4). Esto podría explicarse por el hecho de que durante la estación seca, se facilita el acceso a los lugares donde habitan estos animales, al formarse playas que se emplean como balnearios temporales; de esta forma aumentan las probabilidades de que las rayas sean pisadas por las personas al entrar o salir del agua o las compriman con el cuerpo al fondear en las orillas.
Es menos probable que esto ocurra durante la época de lluvias, cuando aumenta el caudal de los ríos, debido a la forma de taludes que estos presentan, lo cual impide caminar dentro del agua en las márgenes. Además, muchos ríos se desbordan y gran parte de los peces migran hacia las zonas inundadas donde abundan los nutrientes.
La mayoría de los accidentes ocurrieron en adultos del sexo masculino, en la tercera y cuarta década de la vida. Pocos casos ocurrieron en adolescentes y no ocurrieron casos en niños ni ancianos. Estos resultados contrastan con los reportados por Piola(4) en Rosario, Argentina.
La herida se observó con mayor frecuencia en el dorso del pie derecho, estos resultados son similares a los reportados por otros autores(1,2,3). No se registraron casos de lesiones en tórax o abdomen.
La mayor proporción de accidentes se produjo durante la realización de actividades recreacionales (asistencia a balnearios temporales), esto podría obedecer a desconocimiento y falta de precaución de las personas afectadas. Pocos casos ocurrieron durante actividades de pesca, debido probablemente a que las personas dedicadas a este oficio tienen más experiencia e información sobre la presencia de estos animales y la forma de evitar los accidentes.
La mayoría de los pacientes acudió al Ambulatorio poco tiempo después del accidente, el retraso en la atención y la permanencia del epitelio del dardo en la herida retarda la cicatrización y puede favorecer un cuadro de infección sobre agregada(2). La infección es poco común, pero si ocurre, resulta en mayor morbilidad.
Los agentes infecciosos se encuentran en el agua, Staphylococus y Streptococus son los más comunes y no deben ser ignorados. Otros patógenos especialmente relacionados con el envenenamiento son especies de Vibrio (en agua salada) y Aeromonas (en agua dulce)(9).
En algunos casos se encontró que la herida fue cubierta con arena, chimó o fluido para frenos.
Aparentemente, al retirar el pie del agua el dolor se hace más intenso y al cubrir la herida con esos elementos disminuye la intensidad. No obstante, esto solo puede incrementar los riesgos infección bacteriana sobre agregada.
Una forma de tratamiento, en el lugar del accidente, consiste en colocar el pie en un recipiente con agua caliente, lo más que pueda tolerar el paciente, para inactivar la toxina y así aliviar los síntomas mientras el paciente es trasladado al centro médico más cercano(1,4).
La cobertura antibiótica debe incluir Staphylococus, Streptococus y gérmenes del agua. Los antibióticos indicados en el presente estudio incluyen en su espectro a los agentes infecciosos involucrados; sin embargo otros antibióticos recomendados son quinolonas (ciprofloxacina, levofloxacina), doxiciclina, trimetoprin- sulfametoxazol, cefuroxime y aminoglicosidos(1).
La mayoría de los médicos selecciona para el tratamiento antibiótico profiláctico un ciclo corto de 5 a 7 días por vía oral(9).
Solo la mitad de los casos acudió a control semanal, estos pacientes eran habitantes de San Rafael de Atamaica o caseríos vecinos, El resto de los pacientes provenía de poblaciones distantes y se encontraban de paso cuando ocurrió el envenenamiento.
Con excepción de un caso, todos los que acudieron a control presentaron heridas limpias con buen tejido de granulación, la curación ocurrió en un periodo promedio de 2 semanas; estos resultados son similares a los publicados por Machado - Allison y Rodríguez Acosta(2).
La principal recomendación para evitar el envenenamiento por rayas de agua dulce consiste en ser cuidadoso al caminar en las orillas de ríos y lagunas y al penetrar en ellos arrastrar los pies en vez de pisar(1,2,4,5).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Machado-Allison A, Rodríguez-Acosta A. Animales venenosos y ponzoñosos de Venezuela. Primera Edición. Caracas: Ediciones del CDCH Universidad Central de Venezuela. 1997; p 31-34. [ Links ]
2. Rodríguez-Acosta A. Análisis clínico y epidemiológico de accidentes por rayas de río (Potamotrygonidae). Arch Venez Med Tropical 1997; 1:64-66. [ Links ]
3. Muntz WR, Church E, Dartnall HJ. Visual pigment of the fresh water stingray Paratrygon motoro. Nature 1973; 246: 517. [ Links ]
4. Piola JC. Accidentes por rayas en Rosario 1990-1999. Servicio de Toxicología del Sanatorio de niños (serial online) 2000 Jun (cited 2004 Mar 5). Available from: http://www.sertox.com.ar/es/info/folletos-prevencion/2000/l0_rayas.htm. [ Links ]
5. Dao L. Lesions produced by Potamotrygonidae in venezuelan rivers. Dermatol mt 1965; 4: 219-224. [ Links ]
6. Fenner P, Willamson JA, Skinner R. A fatal and non fatal stingray envenomation. Mcd J Aust 1989; 151: 621-625. [ Links ]
7. Babaro KC, Cardoso JL, Haddad JR. Comparative studies among the ftesh water and marine stingray venoms. J Venom Amin Toxin Incl Trop Dis. [serial online] 2003 (cited 2004 feb24);9(2)L 1 screen). Available from: http://www.jvat.org.br/full/jvat_including_tropical diseases.htm
8.DuBois D. Stingray injuries (serial online) 2002jun (cited 2004 feb24). Available from: http:/www.emedicine.com/aaem/topic 421.htm. [ Links ]
9. Meade JL. Stingray envenomations. e. medicine instant access lo the minds of medicine. (cited 2004 oct 20); (1 screen). Available from:http://www.emedicine.com/emergJtopic/556.htm [ Links ]