Revista Científica
versión impresa ISSN 0798-2259
Rev. Cient. (Maracaibo) v.16 n.3 Maracaibo mayo 2006
EDITORIAL
Prof. Mario Pérez Barrientos
Editor Jefe
Ante las dificultades que atraviesa el país, tanto de índole económico como social, motivado a los cambios que nuestra sociedad está experimentando, y por ende, las Universidades Nacionales, de ello no se escapan las Revistas Científicas Arbitradas y financiadas por entes dedicados a dicha función, sean de las mismas universidades, como de los organismos oficiales relacionados con la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología.
Es una realidad de la cual, nuestra Revista Científica se ve afectada en su desarrollo, dado que, su dependencia económica, de parte del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CONDES) de la Universidad del Zulia (LUZ), así la obliga. Las dificultades económicas, tanto del CONDES como de cada Facultad que esté relacionada a su Revista, inciden negativamente en su desarrollo y consolidación, trayendo dificultades para continuar con la labor emprendida desde su fundación, así como los tropiezos que cada vez se hacen presentes, gracias al quehacer diario de las mismas.
Muchas actividades de las Revistas, dependen de la buena marcha económica que sus entes financistas o directivos experimentan; de lo contrario, los Editores, deben dar saltos y brincos para buscar soluciones a las dificultades que usualmente acontecen, que en situaciones normales, suelen ser resueltas, más en momentos de crisis o dificultades, conllevan al surgimiento de otras dificultades anexas, que complican el desempeño de los Editores y sus Comités Editores.
En el caso de la REVISTA CIENTIFICA, estandarte científico de la Facultad de Ciencias Veterinarias de LUZ, que ostenta la posición de estar y permanecer en el máximo índice editorial mundial, el Science Citation Index Expanded (SCIE), ahora adscrito a Thomson Corporation de los Estados Unidos de Norteamérica, se le complica seriamente su desempeño, al presentarse las dificultades económicas que en los últimos años han venido experimentando al inicio de cada año, en lo relacionado a lo presupuestario.
La periodicidad es uno de los parámetros más preocupantes para seguir en nuestra publicación, dado que edita SEIS (06) números por año (por volumen), lo cual implica mantener una distribución sostenida, tanto para los índices nacionales e internacionales donde se encuentra registrada, así como el canje institucional o la distribución a los usuarios y pares científicos que la reciben constantemente.
De igual modo, la calidad, característica fundamental de toda publicación, la cual depende, de muchos factores, inclusive de la paz social que los investigadores tengan, para el momento de desarrollar sus investigaciones y producir las contribuciones que luego les son publicadas.
Para que ello ocurra, debe cumplirse una simbiosis natural en el mundo editorial como lo es, Autores vs. Árbitros. Toda contribución debe ser contrastada ante los pares científicos en cada área, y para ello, son utilizados los especialistas reconocidos en dichas áreas. Pero ¿qué sucede? Autores o Árbitros son a la vez investigadores, y por tanto, ambos deben poseer o experimentar toda clase de facilidades, que les permitan desarrollar su actividad como se espera.
Los autores responden a las obligaciones que sus proyectos de investigación establecen, mientras que los árbitros responden en base a su conocimiento y experiencia adquirida en su área de especialidad, unido a su discernimiento científico. Cuando dicha simbiosis no funciona adecuadamente, las publicaciones arbitradas transitan dificultades que atentan contra los parámetros que identifican cada publicación.
Los autores de artículos deben velar por el estricto cumplimiento de los requerimientos que cada Revista le exige a un autor, para que su trabajo le sea considerado para publicación. Los árbitros, deben responder con la celeridad y responsabilidad que la Revista espera de ellos, para que ese proceso de arbitraje se de definitivamente.
Actualmente, observo con preocupación que el área de los árbitros está manifestando dificultades para con nuestra publicación, dado que la respuesta ante la gran afluencia de trabajos que la Revista Científica considera, no está desarrollándose a un mismo nivel.
Reitero que todos son investigadores, autores y árbitros, lo cual es reconocido académico y financieramente por los entes evaluadores en este campo científico de las publicaciones; sin embargo, la correspondencia entre ambos no se está dando de igual manera. Y ello se aprecia con mayor claridez cuando se aproximan los periodos de convocatorias para los diferentes premios a los cuales los investigadores son llamados a participar.
En muchas oportunidades, la labor del árbitro es reconocida públicamente en nuestra publicación, ya que reconocemos que es un punto importante del proceso editorial que nos ocupa; sin embargo, repito, no dejamos de reconocer que el árbitro, como investigador al fin, también recorre todas las dificultades que experimentan los investigadores en general.
De allí mi reflexión en este sentido, como es, la de exhortar a los investigadores autores de artículos, como a los investigadores árbitros de dichos artículos, a cumplir con los requerimientos exigidos para sus funciones, a fin de que la Revista Científica pueda continuar desarrollando a cabalidad, todas las actividades tendentes a mantener a dicha publicación, en el lugar que ostenta actualmente, simplemente por méritos de sus investigadores autores e investigadores árbitros.
Es bueno recordar que este proceso es continuo, donde nuestra participación (personal adscrito a la dependencia, Editor y Comité Editor) es pasajera, pero la permanencia de nuestra Revista es la que prevalece en el tiempo y es la que da lugar a todos los frutos obtenidos a través del camino recorrido, desde su fundación hasta el día de hoy.
Ayúdennos a continuar trabajando por Uds., y por la Institución, el país y nuestra profesión.











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