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Boletin de Linguistica

versão impressa ISSN 0798-9709

Boletin de Linguistica v.18 n.25 Caracas jun. 2006

 

Freites Barros, Francisco Y Francisco Javier Pérez (Comp.).  Las Disciplinas Lingüísticas En Venezuela. Situación Actual, Otras Miradas Y Nuevas Expectativas. Maracaibo: Universidad Católica Cecilio Acosta. 

Universidad Central de Venezuela aleromerog @ cantv.net

Reseñado por María Alejandra Romero

Las disciplinas lingüísticas en Venezuela es una compilación de artículos que tienen el objeto de presentar una revisión general y crítica del desarrollo de la lingüística y sus disciplinas en Venezuela. Los compiladores, Francisco Freites Barros y Francisco Javier Pérez, han invitado a distinguidos lingüistas para que den cuenta del recorrido de las disciplinas y niveles de análisis lingüístico en los cuales se han especializado.

El libro está compuesto por nueve artículos que dan cuenta del pasado, presente y futuro de las investigaciones en distintas áreas lingüísticas. En la presentación del libro, los compiladores apuntan con satisfacción que el desarrollo de la investigación lingüística en las últimas décadas ha sido extenso. En el caso de la lingüística en Venezuela, en los niveles descriptivos de la estructura lingüística, la preocupación fundamental ha sido el conocimiento del español venezolano y sus variedades dialectales. El primer artículo "Estado actual de los estudios de fonética del español en Venezuela", estuvo a cargo Thania Villamizar. En él la autora describe el estado actual de los estudios de fonética del español y hacia dónde apuntan las nuevas investigaciones. La autora realiza una retrospectiva y enfoca su escrito en tres aspectos: fonética segmental (vocales y consonantes), prosodia (entonación, acento, ritmo y pausa) y tecnologías del habla, es decir, el tratamiento (computacional, principalmente) del habla, orientado en este caso hacia la síntesis y reconocimiento de voz. En la retrospección, Villamizar señala que la investigación fonética del español en Venezuela se inaugura con los primeros estudios dialectales hechos en el país, los cuales se centraron en la realización de inventarios de rasgos lingüísticos de diferentes regiones. Destacan los trabajos de Ocampo Marín (1968), Mosonyi (1971) y Navarro (1972). En la década de los ochenta y noventa los estudios fonéticos toman otro enfoque: estudios del plano sonoro desde la perspectiva estructuralista. Se realizan trabajos integrales en los que se hacen descripciones completas del sistema fonético del español de Venezuela y se distinguen grupos de sonidos para determinar las particularidades de diferentes regiones. A principio de los noventa se inicia la investigación en el área de la fonética acústica. Los primeros estudios en esta área son desarrollados en la Universidad de los Andes por Elsa Mora (1992) y Enrique Obediente (Obediente et al 1994) quienes utilizan procesadores digitales de voz. Por esos años, Elsa Mora crea el grupo de investigación de la Universidad de Los Andes y en él se desarrollan actualmente los estudios de fonética experimental que se realizan en el país.

En cuanto a los estudios segmentales, la autora distingue dos grandes grupos: 1) estudios en los que se hace una descripción dialectal partiendo de una caracterización del nivel fonético-segmental de una o varias regiones; 2) investigaciones que se ocupan de hacer análisis acústico de algún conjunto de sonidos del español. En el primer grupo se han descrito los sistemas vocálicos y consonánticos. En el caso de las vocales, las investigaciones de Obediente muestran que no hay diferencias fonológicas entre el sistema vocálico del español de Venezuela y el español de la península. Sin embargo, Villamizar señala que no se han realizado suficientes trabajos descriptivos acerca de las vocales en los diferentes dialectos de Venezuela. No obstante, destaca los trabajos que proporcionan datos sobre el habla de Mérida y Puerto Cabello. Asimismo, se han adelantado descripciones acústicas de los segmentos vocálicos de diversas variedades como la caraqueña, la andina y la zuliana, sin embargo, la autora alerta sobre la necesidad de extender estas investigaciones a otras regiones del país.

La autora señala que, con respecto al sistema consonántico, Obediente (1983) ofrece una panorámica completa del comportamiento de las consonantes del español venezolano. Analiza diversos aspectos como son el proceso de neutralización de las oclusivas en distensión silábica de las oclusivas que muestra que la tendencia general en Venezuela es la de realizar todos estos fonemas con una variante posterior velar o fricativa, o elidida. En este sentido, Villamizar hace una revisión bastante precisa de los trabajos realizados con relación al comportamiento de /s/ implosiva, las nasales y las vibrantes. Asimismo hace una revisión de los trabajos dedicados a la descripción acústica de los segmentos consonánticos. 

Acerca de los estudios suprasegmentales, Villamizar señala que, a pesar de que tradicionalmente se había concedido poca importancia a la prosodia, en los últimos años se observa una mayor preocupación en esta área y se han hecho estudios significativos. El uso de las nuevas tecnologías ha impulsado los estudios acústicos y es precisamente hacia las investigaciones en tecnologías del habla, orientadas al estudio de los sistemas de reconocimiento de voz, hacia donde apuntan las futuras investigaciones en fonética, y es la Universidad de Los Andes quien lleva la batuta en este tipo de investigaciones.

En el segundo artículo, "La gramática en Venezuela en la interfaz de dos siglos", Francisco Freites evalúa la producción de estudios gramaticales en Venezuela y explica que la interfaz a la que se refiere en su título es el paso de los trabajos con una impronta academicista y filológica a los de carácter científico propiamente dicho. El autor hace una revisión de los estudios fundacionales, en el cual remite al lector a los trabajos de los respetables maestros que iniciaron los estudios gramaticales en Venezuela. Entre estos destaca, sin duda alguna, la obra de Andrés Bello (1841, 1847) con la que los estudios del lenguaje en Venezuela entran en receso hasta la llegada de Ángel Rosenblat, quién dio el impulso inicial al desarrollo de la lingüística moderna en Venezuela. Las décadas de los setenta y ochenta constituyen un importante período en el desarrollo de los estudios lingüísticos. La llegada de nuevas tendencias, la formación de los lingüistas en el extranjero, el nacimiento de las primeras revistas especializadas y la fundación de grupos de trabajo, fortalecen los estudios en el país que se han puesto como tarea prioritaria el impulso del conocimiento del español venezolano. La labor lingüística en diversas instituciones ha sido un aspecto importante en el desarrollo de los estudios gramaticales, de ahí que el autor dedique un apartado especial en el cual describe los aportes de dichas instituciones dentro de las que destacan la Universidad Central de Venezuela, El Pedagógico de Caracas, La Universidad Pedagógica Experimental Libertador y la Universidad de Los Andes. El autor concluye su artículo con una reflexión sobre el presente y futuro de los estudios gramaticales. Freites señala que el panorama general es muy estimulante y son muchos los factores que contribuyen con ello, a saber: la formación de nuevos lingüistas en las Maestrías y Doctorados del país, la permanencia de las revistas especializadas y la realización de Congresos Nacionales que permiten la difusión del conocimiento lingüístico. Igualmente, el autor señala tres aspectos importantes que hay que solventar. En primer lugar, la descripción de diversas variedades del español venezolano para completar la tarea de la descripción del español de Venezuela. En segundo lugar, apunta que no sólo deben ser descripciones sino también formalizaciones abstractas de los fenómenos lingüísticos estudiados. Por último, recalca la necesidad de fijar líneas de investigación más nítidas de modo que puedan articularse en una visión de mayor alcance desde diversas instancias académicas.

En el tercer artículo, "Diccionarios venezolanos para el siglo XXI. Nuevos caminos o tareas pendientes", Francisco Javier Pérez se propone determinar cuáles son las tareas que han quedado pendientes en la investigación lexicográfica venezolana. Para ello describe y evalúa el saldo de las investigaciones en esta área con una visión amplia, considerando el valor de las producciones. Esta evaluación le permite al autor afirmar que son dos los autores que han dejado obras de relevancia en el ámbito de la lexicografía: Lisandro Alvarado y Ángel Rosenblat. El primero nos dejó una obra que se convertiría en paradigma de lo que en Venezuela significa hacer lexicografía moderna (Glosario de voces indígenas de Venezuela 1929), y el segundo creó la imagen del investigador moderno (Rosenblat 1956a, 1956b, entre muchas otras). Después de estos dos maestros, el salto de los saldos se asienta hasta el principio del final del siglo XX, con dos grandes obras: el Diccionario de Venezolanismos dirigido por María Josefina Tejera (1983) y el Diccionario del habla actual de Venezuela de Rocío Núñez y Francisco Javier Pérez (1994). En esta revisión el autor señala que a pesar de lo hecho queda mucho por hacer y son por lo menos tres las tareas inaplazables: 1) reforzar y sofisticar las técnicas de elaboración sobre la base de que cada obra debe cumplir metas concretas: el fracaso de muchas obras de ambición desmedida son un reflejo de esta necesidad. 2) Profesionalización de la labor lexicográfica, es decir, la formación de lingüistas que quieran investigar en el área, y 3) Desarrollar y concretar lo que el autor ha llamado "pequeños dominios lexicográficos" (p.105) refiriéndose a los vocabularios y glosarios colocados como apéndice en diferentes obras y el dominio de los diccionarios regionales, históricos y técnicos. Asimismo, señala la necesidad de elaborar diccionarios escolares y desarrollar publicaciones periódicas dedicadas a difundir la labor lexicográfica. Por último, el autor señala que la tarea más importante de la lexicografía es la de entender el diccionario como un objeto cultural: instrumento de comprensión de la cultura y del hombre por medio del léxico de una lengua (p.108).

El cuarto artículo, "La sociolingüística en Venezuela. Examen especular de una sociedad a través de su arquitectura lingüística", estuvo a cargo de Francisco Freites, quien da cuenta del desarrollo y aplicación de la disciplina lingüística que mayor preferencia ha tenido para la descripción del español venezolano: La sociolingüística. Freites señala que los estudios sociolingüísticos en Venezuela se han dirigido fundamentalmente a la consideración de la variación de elementos de carácter formal, que, si bien es una de las tareas de la sociolingüística, no es la única. En esta descripción, el autor repasa los antecedentes de la descripción sociolingüística que se inicia en la dialectología y sus métodos, los cuales se interesan fundamentalmente por la variabilidad que se debe al aislamiento geográfico de los hablantes. De ahí que el autor comenta los trabajos y proyectos, entre cuyos objetivos últimos resalta el establecimiento de las áreas dialectales del país. Estos trabajos son los antecedentes de las próximas investigaciones propiamente sociolingüísticas. Freites señala que estos estudios se ven impulsados por la incorporación de Venezuela a la ambiciosa investigación lingüística panhispánica: El proyecto de estudio coordinado de la norma lingüística culta de las principales ciudades de España y América, propuesto y coordinado por Lope Blanch (1964), impulsó la recolección de corpus y la investigación en muchas regiones del país. En el marco de este proyecto se inicia la recolección de materiales lingüísticos en el Instituto de Filología "Andrés Bello", labor que aún hoy perdura (Rosenblat 1979, Bentivoglio y Sedano 1993). El autor revisa la constitución de los corpus y los estudios específicamente sociolingüísticos que se han realizado a partir de ellos, en los que predominan los estudios morfosintácticos. Freites destaca que la intensa actividad de reunión de materiales con una misma metodología y una perspectiva más o menos común posibilitó la puesta en marcha del más emblemático proyecto sociociolingúistico propuesto por Paola Bentivoglio: la confección de una Gramática del Español hablado en Venezuela (GREHV), que constituye el más ambicioso trabajo de investigación lingüística en la historia del país, tanto por sus propósitos como por la envergadura de la propuesta. Si bien los resultados del proyecto no han quedado plasmados en un único texto recopilatorio, la constelación de artículos y ponencias que resulta de las investigaciones relacionadas con el corpus de la GREHV es innumerable. El proyecto tiene el mérito de haber dado un significativo impulso a los trabajos destinados al conocimiento científico del español hablado en Venezuela "merced al uso de las depuradas técnicas de las que la sociolingüística hace gala" (p.127).

El autor también revisa las investigaciones sociolingüísticas no variacionistas, como los estudios sobre actitudes lingüísticas, lenguas en contacto, sociolingüística aplicada, entre otros. Lo interesante de este artículo reside en que el autor no sólo describe el desarrollo de los estudios lingüísticos sino que dedica un apartado a la reflexión en torno a la experiencia acumulada en la que reseña los trabajos que hacen revisión de la adecuación del aparato teórico sobre el que se soportan las investigaciones sociolingüísticas. Freites concluye su revisión apuntando que el desarrollo de la sociolingüística en el país ha sido intenso, con trabajos de excelente calidad. Recalca la contribución de esta disciplina en la consideración verdaderamente científica del lenguaje en Venezuela.

La psicolingüística ha sido otra de las disciplinas lingüísticas evaluadas en esta compilación. Es Manuel Díaz Campos, quien se propone mostrar los aciertos y avances que se han logrado en este campo de estudio en su artículo "Hacia una perspectiva de los estudios psicolingüísticos en Venezuela". Díaz Campos no sólo destaca las áreas que se han desarrollado hasta ahora, sino que menciona aquellos temas de estudio que no han sido explorados y podrían constituir fuertes líneas de investigación. El autor presenta un breve panorama histórico de la disciplina con el objeto de ubicar a los lectores en un contexto general que permita una mejor comprensión de la evaluación presentada. Díaz Campos señala que, en Venezuela, la investigación en el área de la psicolingüística se concentra en dos sub áreas: 1) adquisición de la lengua materna y 2) la compresión y producción del discurso. En cuanto a los enfoques teóricos adoptados, el autor señala que estos han cambiado según las épocas y los modelos de investigación que han sido elaborados en los centros de estudios norteamericanos y europeos. Los primeros estudios se enmarcan dentro de la tendencia conductista (Barrera Linares 1992). Luego se introducen nuevas tendencias y se comienzan a considerar los planteamientos teóricos de investigadores como Chomsky y Piaget, para luego dar paso a la tendencia que Barrera Linares (1992) denomina "enfoque evolucionista amplio".

Días Campos también realiza una revisión de los estudios dedicados a la adquisición de la lengua materna en los distintos niveles de análisis: fonética, morfología, sintaxis, y discurso para culminar su artículo con una reflexión sobre diversos aspectos que podrían desarrollarse en futuras investigaciones en el área de la psicolingüística. Al respecto, el autor señala que podrían realizarse estudios sobre la producción y comprensión discursiva y su vinculación con la generación computarizada de habla (p.197). Asimismo señala que hace falta proponer nuevos modelos que expliquen las razones de ciertos procesos psicolingüísticos. Advierte que es importante la elaboración de bases de datos que reúnan muestras de habla de niños de diversas edades que permitan hacer observaciones basadas en los datos provenientes de muestras lingüísticamente significativas.

En este libro se compila también el artículo "El estudio de la lengua de señas venezolana" de Alejandro Oviedo, Henry Rumbos y Yolanda Pérez. Este trabajo es un intento de reunir por primera vez las referencias disponibles sobre la Lengua de Señas Venezolana (LSV). Los autores dividen su artículo en dos partes: en la primera, hacen una reflexión general sobre las lenguas de señas y en particular la LSV. En la segunda parte, reseñan los estudios realizados, agrupándolos en científicos y no científicos. Resulta realmente interesante la revisión que realizan los autores de los postulados teóricos y los cambios de paradigma que han intentado definir el lenguaje de señas, repasando los modelos que permiten clasificar el lenguaje de señas como una lengua natural.

En el septimo artículo, "La lingüística aplicada a la enseñanza de las lenguas extranjeras en Venezuela", Carolina Iribarren presenta un recuento analítico del proceso de desarrollo de la lingüística aplicada, de la enseñanza de las lenguas extranjeras que, en Venezuela, es básicamente la enseñanza del inglés. En primer lugar, la autora relata la historia grosso modo (p.236) de la lingüística aplicada en el país. Iribarren especifica que fue la incorporación de la enseñanza de lenguas extranjeras como materia obligatoria y la necesidad de formar docentes para este fin lo que impulsó el desarrollo de la lingüística aplicada en Venezuela. En segundo lugar, menciona los aciertos y las dificultades en el desarrollo de esta disciplina. Entre los aciertos, resalta la consolidación de los programas de lingüística aplicada en la enseñanza de lenguas extranjeras en el sistema educativo venezolano y la formación cada vez mayor de nuevos profesionales; y entre las dificultades menciona el hecho de que no existe una licenciatura en lingüística aplicada que estimularía la investigación en el área. A propósito de la investigación, la autora hace una revisión de los trabajos realizados y apunta que en su mayoría se refieren a los aspectos metodológicos de la enseñanza de las lenguas extranjeras, la lecto-escritura de una lengua extranjera, el diseño curricular, evaluación de programas y políticas lingüísticas, entre otros. En esta revisión, la autora también evalúa las dificultades teóricas y metodológicas de algunos de estos trabajos; en la mayoría, el objetivo de la investigación no está claramente definido y las bases teóricas en las cuales se fundamenta no están bien desarrolladas (p.243). En tercer lugar, la autora reseña los eventos, asociaciones y publicaciones que han contribuido al desarrollo de la disciplina en cuestión, para luego dar paso a la descripción de los problemas que enfrenta la enseñanza de segundas lenguas, como lo son el nivel de competencia de la lengua a enseñar por parte de los profesores y la poca discusión de los fundamentos teóricos sobre los que se cimienta la enseñanza de otra lengua, entre otros aspectos. La autora concluye este recuento haciendo algunas recomendaciones y situando el desarrollo de la lingüística aplicada en un nivel intermedio en comparación con el desarrollo de esta disciplina en otras latitudes.

El capitulo siguiente corresponde al artículo "Lenguas en penumbra. Idiomas indígenas y multilingüísmo en Venezuela", de Horacio Biord. El autor describe, desde una perspectiva lingüística y antropológica, la situación de las lenguas indígenas y otras lenguas en Venezuela; también plantea los retos y perspectivas inmediatas de la investigación y la planificación lingüística. En su análisis, el autor concede prioridad a la comprensión del macro componente social de los idiomas considerados en virtud de que éste determina los particulares contextos de uso y permite delimitar las acciones de planificación lingüística; es por esta razón que el autor dedica un apartado especial al macro-componente social de la lengua, es decir la formación social en la que se hallan inmersas las lenguas indígenas de lo cual se deriva no sólo los espacios reservados para el empleo de esta variedades sino también la ideología y la representación social sobre ellas. Además de las lenguas indígenas, el autor remite a la situación de otras lenguas producto de situaciones de contacto, como son el alemán de la Colonia Tovar, el Jarillo de Aragua, Miranda y Vargas, el Patois de Güiria y el Loango de Barlovento. El autor también hace referencia al escenario de las lenguas coterritoriales, es decir, de los idiomas distintos al español hablado por la población de los países vecinos (inglés, portugués, papiamento). De igual manera describe la situación de las lenguas de reciente introducción como italiano, chino y árabe. Biord concluye su artículo haciendo hincapié en la necesidad de un diagnóstico actualizado y completo de la situación lingüística del país, información imprescindible para diseñar políticas que permitan la conservación y promoción del rico patrimonio lingüístico venezolano.

Cierra esta compilación sobre las disciplinas lingüística en Venezuela el artículo "Tradición, actualidad y futuro de la historiografía lingüística venezolana" de Francisco Javier Pérez. Allí el autor presenta una revisión sobre el pasado, presente y futuro de la producción que da cuenta del quehacer lingüístico venezolano de la cual esta compilación ahora forma parte.

Es importante señalar que las áreas reportadas en este libro no son las únicas en las que se ha hecho investigación en Venezuela. Esta compilación intentó dar cuenta de las áreas de la enseñanza del español como lengua materna, de la semiótica, semiología y pragmática y estudios del discurso, entre otras, pero por razones de tiempo no pudieron presentarse en esta compilación.

El libro en su conjunto pretende una mirada retrospectiva que mira el pasado y sigue su curso hacia el futuro; es decir, visualiza cuáles son los caminos que ha transitado la lingüística venezolana y cuáles las direcciones hacia las que se enfilan sus próximos pasos. Es allí donde radica la importancia de este compendio pues, como dicen sus compiladores, es una visión con perspectiva no sólo hacia atrás sino también hacia el porvenir; una visión que recoge, sistematiza, compara, evalúa y sopesa lo hecho y lo que falta por hacer, lo que es producto y lo que es aún promesa (p.6). La revisión presentada ha permitido hacer un balance positivo de la actividad científica del país, que satisface a los pioneros "con los que la lingüística nacional está en deuda" (p.6) y alienta a los jóvenes lingüistas a continuar con la labor de describir y reflexionar sobre el lenguaje.

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