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versão impressa ISSN 0798-9784
Núcleo v.19 n.24 Caracas 2007
Guachi-guachi: deconstrucción de cinco mitos sobre el idioma inglés1
Guachi-guachi: Deconstruction of five myths about English
Reygar Bernal
Escuela de Idiomas ModernosFacultad de Humanidades y Educación Universidad Central de Venezuela EIM-FHE-UCV Caracas 1051, Venezuela. Telefax: (58 212) 605 29 24 reygar@bernal@yahoo.com
Para comenzar, creo que será necesario definir guachi-guachi. Definitivamente no es inglés. ¿O lo es? Guachi-guachi es sólo uno de los tantos apodos dados al idioma inglés en nuestro país (hablar gringo y pikinglih son otros ejemplos). Guachi-guachi parece haberse originado a través de un proceso onomatopéyico inconsciente: para el venezolano promedio, todo el idioma inglés gira en torno al sonido de la consonante sorda /∫/. Por ejemplo:
She washes her hair with Head & Shoulders, a special shampoo she uses when she wants to experience a passionate shower.
¿Ven lo que digo? Guachi-guachi o, mejor dicho, guashi-guashi; sin embargo, como en nuestro español de Venezuela no pronunciamos el fonema fricativo postalveolar sordo /∫/ (ver Castelli & Mosonyi, 1986), la gente tiende a asimilarlo con el sonido africado palatal sordo /∫/, como en champú (de shampoo), chow (de show), chus (de shoes), Chell (de Shell), chopping (de shopping o compras en inglés, y no de "cortar en pedazos"), y chet (me refiero a shit y disculpen la palabrota); o también a pronunciarlo como el fricativo alveolar sordo /s/, tal es el caso de siorestó (de short stop) o Wasinton (obviamente, de Washington).
La creación del término guachi-guachi es, pues, un sinónimo de inglés nacido de la imitación onomatopéyica con las limitaciones inherentes del español del sonido fricativo postalveolar sordo /∫/, que es muy común en ese idioma.
Una vez aclarado este asunto, el objetivo principal de este trabajo es el de aplicar la de construcción a cinco mitos asociados con el idioma inglés para verificar el estatus de dichas creencias, tomadas como originales, naturales e ideales. El trabajo es necesariamente incompleto porque sería imposible recopilar todos los mitos que existen sobre el inglés y ponerlos en papel, además porque los idiomas cambian constantemente, y así ocurre también con los mitos que los acompañan.
Existen muchas creencias populares sobre los idiomas que no se basan en hechos. Esto ocurre porque, si bien somos buenos usuarios de la lengua, no siempre pensamos conscientemente sobre las cosas del idioma y nos rodeamos de clichés o mitos lingüísticos. El tema tiende a ser considerado sabiduría popular porque pocos expertos se ocupan de los mitos de los idiomas como área de estudio, pues no son considerados lo suficientemente serios como para hacer una investigación formal sobre ellos, especialmente debido a que no se les puede circunscribir fácilmente.
En tal sentido, este estudio se realizó sobre la base de la observación y la experiencia, sin tomar en cuenta una metodología o teoría específica. Los cinco mitos giran en torno a la gramática, la morfología, la pragmática, la didáctica, la ortografía, la pronunciación y la situación del idioma en la actualidad. Los he subdividido en tres grupos: primero están dos mitos que son completamente errados, aquellos que pueden ser reconocidos fácilmente y no requieren mayor explicación; luego presento dos mitos malinterpretados que merecen ser re-escritos; y finalmente ofrezco tan sólo un mito que llamaré por ahora correcto, lo cual significa que aún es considerado un hecho, al menos hasta el momento en que se terminó de escribir este trabajo. El último mito representará a su vez las conclusiones del análisis.
1. MITOS COMPLETAMENTE ERRADOS
Mito 1: "El inglés no es tan rico como el español en cuanto a vocabulario"
Esto no es más que un estereotipo lingüístico basado en la forma retórica y burocrática que usamos para comunicarnos en español. Bajo este mito subyace una idea evidente: los idiomas de los Otros son siempre inferiores al nuestro.
Como cualquier otro idioma, tanto el inglés como el español han adoptado y adaptado palabras de otros idiomas para aplicarlos a nuevos conceptos. Sin embargo, en el español estándar sólo se registra un número reducido de préstamos lingüísticos por una razón obvia: la Real Academia Española de la Lengua. La voz prácticamente "oficial" del castellano intenta contener una marea de anglicismos que se está colando a través de sus limitaciones lexicográficas en áreas como la tecnología, la ciencia, la gerencia, las telecomunicaciones, la publicidad, los deportes, la música, etc. El inglés en cambio que no cuenta con una institución que dictamine qué palabras le pertenecen o no posee el vocabulario registrado más extenso de todos los idiomas conocidos, con un aproximado de 500.000 palabras, mientras más de 300.000 términos técnicos y científicos aún no han sido registrados.
Mientras el inglés aumenta su vocabulario día a día, la academia española trabaja duro para limitar o al menos reemplazar las palabras importadas del inglés con términos más "auténticos" y puros. No obstante, nuestro español no ha podido resistir la tentación de adoptar una serie de anglicismos o neologismos cool que hacen más placentera la vida de los venezolanos. No me refiero a los préstamos evidentes en los campos de la tecnología y la ciencia, sino a palabras que tienen que ver con nuestra propia cultura, palabras como "happy hour."
"Happy Hour" es una estrategia publicitaria que alude a un margen de tiempo en la tardecita cuando los bares o pubs venden bebidas alcohólicas aprecios más bajos y muchas personas toman tanto que no notan que, de repente, el licor sube a su precio real y terminan rascados y quebrados antes de la media noche.
Al igual que "happy hour", términos como ladies night, Halloween, allyou- can-eat, pay-per-view, VIP, Reality "Chow", Open Bar, son préstamos culturales que deben ser sumados a la necesaria lista de palabras técnicas, médicas y científicas que se emplean a diario en nuestro español.
En conclusión, mientras el español se resiste románticamente a la invasión del inglés, éste no para de tomar préstamos, aceptar y reinventar palabras extranjeras. Esto lo hace ser el idioma con el vocabulario más rico en la tierra.
Mito 2: "El inglés británico es mejor y más bonito que el inglés americano"
Normalmente, las personas que están aprendiendo inglés dicen que el mejor inglés hablado es el inglés británico. En cuanto a los nativos, por logeneral es el hablante inglés quien dice que los americanos no pronuncian las consonantes finales, o que su inglés es rubbish. Este mito es sólo un prejuicio sin fundamentos gramaticales, etimológicos, o incluso estéticos.
A fin de cuentas, ¿qué es lo que hace que un idioma sea estándar o no? Algunos piensan que los canales de TV de cobertura nacional como la BBC o CNN podrían ayudar a desarrollar un modelo, pues lo que se oye en la TVes transmitido a todo el país y la gente tiende a asimilarlo; pero, ¿qué se hace con acentos bien definidos como el cockney en Inglaterra o el sureño en EE.UU.? Ni siquiera el Reality Show más popular y más superficial podría modificarlos. No obstante, en Gran Bretaña tienen un modo muy particular de medir lo que se considera el inglés británico estándar real, o ¿debo decir Real estándar? Me refiero al inglés de la reina, ese es el modo de determinar cuán británico es el inglés de un hablante.
Todo comenzó a finales del siglo XIX, durante el período de la Reina Victoria. Para ese entonces parecía obvio que el inglés de la reina era un referente bueno y lógico de inglés hablado al que podían aspirar las "clases más bajas". Sin embargo, ¿cuán británico puede ser el inglés de la reina? Un grupo de investigadores australianos se dedicó a escuchar los mensajes de navidad que durante tres décadas ha ofrecido la Reina Isabel II. La investigación arrojó que, con el pasar de los años, las vocales reales habían comenzado a descender en la escala social. El estudio de Jonathan Harrington y sus colegas (2001: 36) revela que "la manera en que la reina pronuncia algunas vocales ha sido influenciada por el acento británico sureño estándar [BSE] de los años ochenta, el cual se asocia más frecuentemente con los hablantes más jóvenes y de una jerarquía social más baja". En su opinión, la reina ya no habla el inglés real que se hablaba en la década de los cincuenta, aun cuando sus vocales todavía pueden distinguirse claramente del acento BSE.
Los investigadores creen que el cambio gradual del inglés aristocrático al acento cockney forma parte de una reducción de las distinciones de clase en Gran Bretaña. Sugieren además que algunos de estos cambios han sido impulsados por jóvenes que rechazan la pronunciación del sistema establecido.¿Acaso las generaciones más viejas pueden resistir la influencia de las más jóvenes?
Por ejemplo, la idea de que sólo en el inglés americano hablado se con- traen en una sola palabra los verbos seguidos de to, como es el caso de wanna, gonna, gotta, tryna, es otro mito que se debe considerar, pues hoy en día es común escuchar dichas contracciones también en el inglés británico, australiano y canadiense.
Luego tenemos el argumento de comerse las consonantes finales. Díganme, ¿quiénes son los que se comen la /r/ final todo el tiempo? Sólo escuchen esto: Teacher! Peter poured a bottle of water on my Harry Potter poster!
Como ven, no son los americanos solamente quienes se comen las consonantes finales. Puede que ellos tiendan a pronunciar /t/ o /d/ como una alveolar vibrante simple /∫/ cuando se encuentre detrás de una vocal (por la realización de la pausa apical intervocálica), pero no se comen las /r/ como sí lo hacen los británicos.
Hay una explicación para esto: según los expertos, el inglés americano estándar pronuncia /r/ en todas sus posiciones porque sus orígenes derivan del dialecto que se hablaba en el occidente de Inglaterra, que es rótico, es decir, que contiene sonidos consonánticos róticos, propios de las consonantes líquidas no laterales y similares al de la R. Un ejemplo bien conocido de consonante rótica en el mundo de habla inglesa es el de la [r] vibrante escocesa, un tanto estereotipada, pero realmente muy común. Por otra parte, el inglés británico estándar no pronuncia /r/ si se encuentra delante de una consonante o al final de una frase porque evolucionó del dialecto del sureste de Inglaterra, cuya característica principal era la de no ser rótico.
No obstante, es importante destacar que ambas formas "estándar" del idioma tienden a converger, pero por lo general, es el inglés británico el que se inclina hacia el inglés americano y no al contrario. Sin duda, la cultura globalizada del entretenimiento popular, la tecnología y el consumo de masas son anglo-americanos, así que ¿puede alguien decir que el británico es mejor que el americano? Honestamente, sería tan trivial como decir que el español de España es más rico en vocabulario y suena mejor que nuestro español venezolano.
2. MITOS MALINTERPRETADOS
Mito 1: "El inglés escrito es mejor que el inglés hablado"
En el mundo occidental es interesante ver cómo, a través de las historia, los idiomas y sus usuarios oscilan entre la preferencia por el idioma habladoo por el idioma escrito. Este movimiento pendular tiende a ser determinado por los cambios sociales, tecnológicos u organizacionales. Por ejemplo, Paul Dean (2001: 35) sostiene que "la introducción del servicio postal y el crecimiento del alfabetismo dieron paso a un gran incremento en la práctica de la escritura hacia finales del siglo XVIII en Gran Bretaña". Luego, durante buena parte del siglo XX, "la invención del teléfono significó un gran giro hacia la comunicación hablada".
Sin embargo, en este momento estamos experimentando nuevamente un gigantesco cambio hacia la escritura en la figura de los correos electrónicos o e-mails, pero especialmente a través de mensajitos de texto por celular, el medio de comunicación predilecto de la juventud de hoy. No obstante, esta nueva era de la comunicación escrita viene en cierto modo contaminada por la comunicación hablada: los mensajes son enviados a través de un aparato que originalmente fue diseñado para hablar con otras personas a cierta distancia, pero este tipo de comunicación se ha hecho costoso, especialmente en lo que respecta a llamadas de larga distancia. En cambio, los mensajes de texto son más económicos, con la ventaja adicional de que llegan a su destinatario más rápido que una carta o e-mail.
Los mensajes de texto ya son un elemento común dentro de nuestro mundo globalizado de hoy. Dean señala que, sólo en el año 2001, 70% de los usuarios de teléfonos celulares escribían mensajes de texto. Eso representa alrededor de ¡500.000.000 de personas! Sólo traten de pensar hasta donde asciende esa cifra hoy.
Lo más interesante de esta nueva tendencia de las telecomunicaciones es el hecho de que las restricciones en la escritura impuestas por los mensajitos han dado lugar a fascinantes mutaciones en el inglés informal empleado para escribirlos. El idioma que conocemos y usamos tradicionalmente tiene que ser comprimido; esto se logra a través del uso de abreviaturas y acrónimos, y eliminando los espacios entre palabras. El resultado es un conjunto de letras aparentemente anárquico que podría ser confuso e incomprensible para los principiantes, especialmente si su lengua materna no es el inglés. A continuación les mostraré algunas ¿reglas estándar? ¿Normas? ¿Cómo podremos llamar esto? Júzguenlo ustedes mismos (Dean, 2001):
1.- Omisión de vocales. El contexto y la combinación de consonantes sencillas y dobles hacen que un mensaje sin vocales sea inteligible: pls, snd rsrch txt nxt wknd!
2.- Uso de abreviaturas que ya existen en el idioma inglés y son reconocidas fácilmente por el hablante nativo (ad, bro, fab, mag, Fri, Dec, PS, ATM, ASAP).
3.- Uso de otros acrónimos provenientes de los grupos de chat e Internet (BTW, FYI, HAND, MYOB).
4.- Tendencia a omitir todo tipo de puntuación por ser considerada "decoración" innecesaria del idioma.
5.- Uso de mayúsculas al principio de cada palabra cuando se eliminan los espacios entre éstas para facilitar la identificación de los elementos escritos (UdontNeed2UseUReyes2Cppl.UcanAlsoDoItInURdreams).
6.- Uso de mayúsculas para indicar cuándo una letra se lee según su nombre en el alfabeto (Bcoz, EZ, redE, LO, NE1, U, Y).
7.- Uso de números para reemplazar homófonos y sílabas que tienen lamisma pronunciación (4eva, 2moRo, 8, l8ter).
8.- Uso del slang o jerga abreviada. Estas palabras son más cortas que las formas originales que remplazan: bout, cud, cum, da, giv, etc.
En conclusión, existe y siempre ha existido un debate sobre cuál será la expresión más popular del inglés en los años venideros, ¿la hablada o la escrita? Por los vientos que soplan, en el futuro inmediato la forma predilecta del inglés será escrita como se habla, en otras palabras, una especie de lengua escrita que no podrá negar la influencia que recibe del modo en que sus usuarios hablan. Una palabra fue rescatada para indicar este fin: chat. La nueva acepción de este viejo vocablo indica que estamos ante un idioma hablado que se transmite en forma escrita.
Mito 2: "Cuando uno aprende inglés, tiene que lograr niveles de pronunciación casi perfectos con un acento británico o americano, sino el inglés no será muy bueno"
La oposición binaria hablante nativo / no nativo de inglés siempre ha sido tema de discusión en la relación profesor-estudiante. Podríamos decir que una creciente demanda de profesores nativos del idioma inglés paradójicamente recibe una creciente oferta de profesores que no son hablantes nativos de dicho idioma.
En este punto, el tema debatible es si los profesores de habla nativa automáticamente son los profesionales mejor calificados para enseñar el idioma. ¿El hecho de que una persona hable un idioma de forma natural significa que pueda enseñarlo? ¿Acaso el proceso de aprendizaje de un idioma hasta un alto nivel de fluidez no prepara mejor a los profesores no nativos para enseñar dicho idioma? Antes de intentar responder estas preguntas, revisemos una encuesta virtual auspiciada por la BBC y el British Council en la página www.teachingenglish.org.uk sobre la premisa de que los profesores nativos son mejores enseñantes del idioma:
Como pueden observar, las posiciones radicales como "I totally agree" (totalmente de acuerdo) o "I totally disagree" (totalmente en desacuerdo) muestran los porcentajes más bajos, además de la opción "I dont know" (no sé), mientras que las respuestas que "de algún modo" se inclinan hacia un lado o el otro suman una mayoría relativa con 57% de los votos.
Según algunas de las personas que participaron en la encuesta, la ventaja principal de los profesores nativos es que ellos son modelos perfectos de pronunciación. Los profesores nativos no tienen un acento fuerte (¿o sí?), y normalmente no dudan sobre la manera en que se dice algo, el uso correcto de los sonidos vocálicos, la acentuación, el ritmo y la entonación. También señalan que a veces nuestro inglés es excelente en muchos aspectos, excepto en lo que respecta a y cito "pronunciación, vocabulario o referencias cul- turales". No obstante, el argumento de los encuestados que más me llama la atención es el que tiene que ver con la pureza: "los estudiantes necesitan aprender estos componentes del inglés de las fuentes más puras y naturales", es decir, una mujer o un hombre nativo.
Por otro lado, otros encuestados también señalaron algunas ventajas en los profesores no nativos, a pesar de su impureza y su fuerte acento. Ser profesor de inglés como idioma extranjero nos permite explicar con mayor facilidad al hispanohablante por qué algo se dice de una forma y no de otra, ya que hemos incorporado concientemente las normas formales de muchos de los aspectos que un nativo podría saber sólo de manera inconciente. En vista de que también hemos tenido que aprender inglés como idioma extranjero, se nos hace mucho más fácil explicar las reglas y ver los problemas.
Irónicamente, la principal ventaja que tenemos al enseñar inglés como lengua extranjera es nuestra lengua nativa, que puede ser empleada como un puente entre la lengua nativa de nuestros estudiantes y el inglés. No obstante, nuestra desventaja principal sigue siendo el hecho de que no somos nativos, especialmente en lo que respecta al acento, pues tener un acento extranjero marcado revela más de nuestra identidad que la misma cédula o el email.Nuestro acento es ADN fonético que revela quiénes somos y quiénes no somos. Sí, el idioma es un rasgo de identidad, especialmente cuando hablamos uno que no nos pertenece.
No importa cuánto se esmeren en adquirir un acento casi perfecto en su nivel de inglés, el tipo de comentario que muy probablemente recibirán al hablar con un nativo será: "For a non-native speaker, the quality of yourEnglish is sensational." Las personas que hablan inglés como un idioma extranjero es decir nosotros son juzgadas según preceptos subjetivos, pues son una especie de amenaza para el idioma inglés estándar, especialmente en lo que respecta al idioma hablado. Esto, por supuesto, nos somete a mucha presión al tratar de cumplir con dichos aspectos normativos del inglés estándar, y hacemos todo lo humanamente posible y llegamos a creer que finalmente lo hemos logrado, hasta que chocamos con la frase: "For a non-native speaker, the quality of your English is sensational."
Afortunadamente, algo muy curioso sucede en tales circunstancias. Los hablantes no nativos del inglés se defienden convirtiendo su despreciada forma de hablar el idioma en un símbolo de identidad que le otorga especificidad propia. Así como el término americano no se refiere solamente a las personas que nacieron en Estados Unidos sino a un gran número de países y grupos étnicos ubicados de este lado del Río Grande, igualmente el término inglés no debe remitir únicamente al idioma del opresor que vino desde Inglaterra durante el período de la colonización o el adoptado por sus antiguascolonias; es también el idioma de la globalización y facilita la comunicación entre los pueblos que hablan distintos idiomas.
En la actualidad, los hablantes no nativos del idioma inglés ya superan en número a los hablantes nativos a razón de 3-1, según Carla Power y David Cristal. Ellos complementan este argumento diciendo que los nuevos hablantes del inglés "arent just passively absorbing the language they are shaping it"2 (2005: 42). Por lo tanto, es cuestionable la discriminación en función de cualquiera de las cuatro habilidades básicas en el buen manejo de un idioma, peor aún cuando el argumento es el menos preciso y normativo de ellos: el habla y la pronunciación.
En su libro Borderlands/La Frontera (1987), Anzaldúa confiesa lo que su madre solía decirle cuando era niña:
"I want you to speak English. Pa hallar buen trabajo tienes que saber hablar el inglés bien. Qué vale toda tu educación si todavía hablas inglés con un accent," my mother would say, mortified that I spoke English like a Mexican. (p. 36)
Deshacerse del acento es una meta excelente que uno puede fijarse cuando estudia idiomas, pero no debería convertirse en un argumento para discriminar a quienes no lo logran. Es un número muy reducido, debo decir, el que desarrolla la sensibilidad fonética hasta el punto de poder imitar un acento casi perfectamente, pero eso no los hace ser perfectos, los hace ser extraños o especiales, si así lo prefieren; su idioma suena nativo, pero nuevamente, no importa cuánto lo intenten, nunca se convertirán en lo que imitan, siempre serán sólo una aproximación y como tal deberían ser respetados, al igual que las personas que no pueden o simplemente no quieren hacer dicha aproximación también deberían ser respetadas.
De tal manera que, como lo indica Devi Sarinjeive en su ensayo Dialects, Standards, Myths, "if we want to preserve the language, or the culture, or the humour, or the idiom, or the sensibility, the only way is to share, to help, and to teach."3 De esa manera el idioma, aunque lógicamente modificado por influencias externas, también se verá enriquecido y complementado por las contribuciones traídas a él por los hablantes no nativos de ese idioma. El punto es que si el inglés desea mantener su estatus de idioma mundial, tiene que evitar las posiciones puristas y continuar aceptando como dijimos anteriormente las enriquecedoras contribuciones de otros idiomas. Esdecir, el mismo Shakespeare lo hizo cuando escribió sus grandes obras clásicas, entonces ¿por qué no permitir que siga fluyendo libremente, sin construir diques conservadores y restrictivos?
3. MITO CORRECTO HASTA AHORA
"El inglés es el idioma de la globalización"
Una vez realizado mi intento de de construcción de los citados mitos, imagino que el significado de este último que fungirá como conclusión no los confundirá: cuando digo que el inglés es el idioma de la globalización no me refiero a ninguno de los aspectos que ya dejamos atrás; no sugiero un inglés que sea americano o británico, hablado o escrito, mejor o peor, más bonito o más feo, nativo o como lengua extranjera. En realidad me refiero a algo que va más allá.
El inglés se ha convertido en un idioma mundial debido a su condición de lengua madre fuera de Inglaterra y su presencia en todos los continentes del mundo. Esta exportación del inglés comenzó en el siglo XVII, cuando se instalaron las primeras colonias en Norte América y no se ha detenido desde entonces, aunque obviamente ha sufrido muchos cambios. Un hablante del inglés moderno tendría dificultades para entender el inglés arcaico que ha sido preservado en libros.
Sin embargo, uno de los objetivos de la creación lingüística debería ser lograr que un idioma sea apto para todo público, y con el pasar del tiempo el inglés está logrando esto con mucho éxito. A través de los siglos sus palabras se han simplificado. Los verbos que se usan hoy tienen muy pocas inflexiones y los adjetivos no cambian según el sustantivo. El inglés es un idioma maleable por no tener inflexiones, admitir con libertad los préstamos de otros idiomas y por su facilidad para crear palabras compuestas y derivadas, por nombrar sólo algunas de sus ventajas lingüísticas. En palabras de Justin Ratcliffe:
Its hard to imagine why the English language should need publicizing still further. Mandarin may have the largest number of native speakers at 800 million, but with 1.9 billion speakers (including some 350 million native speakers) English is easily the worlds lingua franca. The next language on the list, Spanish, has 450 million competent speakers around the globe, whereas French is spoken by a measly 130 million. (2003: 24)1
Creo que nadie puede objetar el hecho de que si hoy vivimos en lo que Marshall McLuhan llamó la Aldea global, y si existen los llamados ciudadanos del mundo, es obvio que el inglés es su idioma. De nuevo, insisto, no estoy hablando del inglés de la reina, el inglés de Boston o el inglés estándar; me refiero a esa especie de inglés periférico que está surgiendo en los países que no son de habla inglesa o en las antiguas colonias. El English with a twist, inglés étnico o inglés postmoderno como quiera que lo llamen es sin duda el idioma de la globalización, el idioma del cambio, el idioma de la tecnología, de los negocios, de los deportes y de la aviación, en fin, el idioma de la renovación.
Como idioma oficial de la aldea global, el inglés tiene una característica indiscutible: es el único que construye puentes entre culturas. ¿Acaso alguien puede negarle esta característica?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Anzaldúa, G. (1987). Borderlands/La Frontera: The new Mestiza. San Francisco: Aunt Luke Books. [ Links ]
2. BBC and the British Council (2006). Vote: Native speakers make the best teachers [Encuesta en línea]. Disponible: http://www.teachingenglish.org.uk/talk/vote/vote.shtml [Consulta: 2006, mayo 11] [ Links ]
3. Castelli, M. y Mosonyi, E. (1986). Curso de fonética del español de Venezuela. Caracas: Editorial Greco. [ Links ]
4. Dean, P. (2001, noviembre). TXT MSGS IN ENGLISH. Think in English, 34, 35-37. [ Links ]
5. Harrington, J. (2001, septiembre). Mind your language Liz!. Speak Up, 193, 36-37. [ Links ]
6. Power, C. y Cristal, D. (2005, marzo 7). Not the Queens English. Newsweek, 40-45. [ Links ]
7. Ratcliffe, J. (2003, junio). English speakers unite!. Speak Up, 214, 24-26. [ Links ]
8. Sarinjeive, D. (1995). Dialects, standards, myths [Documento en línea].Disponible: http://www.und.ac.za/und/ling/archive/sari-01.html [Consulta: 2006, enero 25] [ Links ]
Nota
1 Texto originalmente presentado en inglés durante la Semana de inmersión cultural, Escuela de Idiomas Modernos, Universidad Central de Venezuela, el 17 de mayo de 2006. Traducción realizada por el autor
2 "No sólo están absorbiendo pasivamente el idioma, también lo están adaptando". (Mi traducción)
3 "Si queremos preservar el idioma, o la cultura, o el humor, o las expresiones idiomáticas, o la sensibilidad, la única forma de hacerlo es compartiendo, ayudando y enseñando". (Mi traducción)
4 "Es difícil imaginar una razón por la que el idioma inglés necesitaría más publicidad. El chino mandarín podrá tener el mayor número de hablantes nativos con 800 millones pero el inglés, con 1,9 millardos de hablantes (incluyendo unos 350 millones de hablantes nativos), es sin duda la lengua franca del mundo. El idioma que lo sigue en la lista, el español, tiene unos 450 millones de hablantes competentes en todo el planeta, mientras que el francés apenas es hablado por 130 millones de personas". (Mi traducción)