Serviços Personalizados
Journal
Artigo
Indicadores
-
Citado por SciELO
-
Acessos
Links relacionados
-
Similares em SciELO
Compartilhar
Núcleo
versão impressa ISSN 0798-9784
Núcleo v.20 n.25 Caracas dez. 2008
" UN TRIUNFO POLÍTICO EN MEDIO DE UN REVÉS ELECTORAL". ANÁLISIS ARGUMENTATIVO DE TEXTOS DE OPINIÓN DE LA OPOSICIÓN VENEZOLANA
Mariela Cisnero 1 y María José Gallucci 2
1 Es tesista de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela. Actualmente se desempeña como asistente del Área de Lingüística, en la Comisión de Estudios de Postgrado de la Universidad Central de Venezuela. Es asistente de investigación del Proyecto para el Estudio Sociolingüístico del Español de España y América (PRESEEA).
2 Es Licenciada en Letras de la Universidad Central de Venezuela y Magíster en Filología Hispánica por el Instituto de la Lengua Española del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid. En la actualidad es tesista de la Maestría en Lingüística (UCV) y se desempeña como docente en la Escuela de Letras de la misma universidad. En eventos nacionales e internacionales ha presentado varias ponencias sobre el discurso político venezolano. Sus investigaciones actuales se inscriben en la sociopragmática.
Facultad de Humanidades y Educación Universidad Central de Venezuela - EL-FHE-UCV Caracas 1051, Venezuela. Telf.: (58 212) 605 29 12 1 mariela.cisnero@gmail.com2 ; maria_gallucci@yahoo.es
ANÁLISIS DEL DISCURSO
RESUMEN
La presente investigación tiene como finalidad estudiar, bajo los lineamientos del Análisis Crítico del Discurso (Fairclough, 1989, 1992, 1995; van Dijk, 1999 y 2000; Wodak y Meyer, 2003), la argumentación y las estrategias discursivas presentes en una muestra del discurso político venezolano. El estudio de las diversas formas de persuasión que emplean los actores políticos de oposición se fundamenta en los postulados de la Nueva Retórica de Perelman y Olbrechts-Tyteca (1989) y en las funciones estratégicas propuestas por Chilton y Schäffner (2000). La muestra de la investigación está conformada por cuatro artículos de opinión, publicados durante la semana siguiente a la reelección de Hugo Chávez como Presidente de la República, en diciembre de 2006. El estudio, además de mostrar las estrategias discursivas y las técnicas argumentativas empleadas por los autores de los artículos de opinión, pone en evidencia, mediante el reiterado uso de argumentos basados en la estructura de lo real, la necesidad de establecer, haciendo uso de la argumentación, una solidaridad entre un juicio admitido (un hecho real, en este caso la derrota electoral) y uno que se intenta promover (el triunfo político).
Palabras clave: discurso político, Análisis Crítico del Discurso, argumentación, funciones estratégicas.
A Political Triumph amid an Electoral Defeat. An Argumentative Analysis of Opinion Texts by the Venezuelan Opposition
ABSTRACT
The main objective of this study is to describe, from the point of view of Critical Discourse Analysis (Fairclough, 1989, 1992, 1995; van Dijk, 1999, 2000; Wodak & Meyer, 2003), the argumentation techniques and discursive strategies present in a sample of the Venezuelan political discourse. The analysis of the different forms of persuasion used by Venezuelan opposition political actors is mainly based on the postulates of the New Rhetoric of Perelman and Olbrechts-Tyteca (1989) and on the strategic functions proposed by Chilton and Schäffner (2000). For this purpose, four opinion articles, published during the week following the reelection of Hugo Chávez, in December 2006, were analyzed. The study not only shows how the authors of these articles use discursive strategies and argumentative techniques but also, by means of repeatedly basing their arguments on the structure of what is real, their need to create, through argumentation, a connection between an admitted judgment (a real fact, in this case an electoral defeat) and one that tries to be promoted (a political triumph).
Key words: argumentation, Critical Discourse Analysis, strategic functions, political discourse.
« Une victoire politique lors dune défaite électorale ». Analyse argumentative de textes dopinion de lopposition vénézuélienne
RÉSUMÉ
Cette recherche vise à étudier largumentation et les stratégies discursives employées dans un échantillon du discours politique vénézuélien à laide des principes de lAnalyse critique du discours (Fairclough, 1989, 1992, 1995; van Dijk, 1999 et 2000; Wodak et Meyer, 2003). Létude de divers types de persuasion dont se servent les politiciens dopposition est fondée sur les postulats de la Nouvelle rhétorique de Perelman et Olbrechts-Tyteca (1989), ainsi que sur les fonctions stratégiques proposées par Chilton et Schäffner (2000). Léchantillon de la recherche correspond à quatre articles dopinion, parus la semaine suivant la réélection présidentielle dHugo Chávez, en décembre 2006. Létude montre non seulement les stratégies discursives et les techniques argumentatives employées par les auteurs de ces articles dopinion, mais leur besoin détablir -moyennant largumentation- un rapport entre un jugement admis (un fait réel, dans ce cas la défaite électorale) et un jugement en promotion (la victoire politique). Ceci à laide de lemploi réitératif darguments fondés sur la structure du fait réel.
Mots clés: discours politique, Analyse critique du discours, argumentation, fonctions stratégiques.
"Uma vitória política junto com uma derrota eleitoral". Análise argumentativa de textos de opinião da oposição venezuelana
RESUMO
A presente pesquisa tem por objetivo estudar, seguindo os lineamentos da Análise Crítica do Discurso (Fairclough, 1989, 1992, 1995; van Dijk, 1999 e 2000; Wodak e Meyer, 2003), a argumentação e as estratégias discursivas presentes numa amostra do discurso político venezuelano. O estudo das diversas formas de persuasão utilizadas pelos atores políticos de oposição se fundamentam nos postulados da Nova Retórica de Perelman e Olbrechts- Tyteca (1989), bem como nas funções estratégicas propostas por Chilton e Schäffner (2000). A amostra da pesquisa está constituída por quatro artigos de opinião, publicados durante a semana seguinte à reeleição de Hugo Chávez como Presidente da República, em dezembro de 2006. O estudo não só mostra as estratégias discursivas e as técnicas argumentativas utilizadas pelos autores dos artigos de opinião, mas também evidencia, mediante o constante uso de argumentos baseados na estrutura do real, a necessidade de estabelecer, através da argumentação, uma relação entre um juízo admitido (um fato real, neste caso, a derrota eleitoral) e um que tenta ser promovido (a vitória política).
Palavras-chave: discurso político, Análise Crítica do Discurso, argumentação, funções estratégicas.
Recibido: 06/09/08 Aceptado: 18/11/08
1. INTRODUCCIÓN
No han sido pocos los conflictos que han acompañado a los comicios electorales en Venezuela en los últimos años. Con excepción de las elecciones de 1998 y 1999, en las que fue elegido y posteriormente ratificado Hugo Chávez, el tema del sufragio se ha visto rodeado de polémicas interminables, protagonizadas por simpatizantes de oficialismo y oposición, los dos sectores que últimamente han manejado los hilos del acontecer político nacional.
Con el inminente final del período presidencial de Hugo Chávez, el tema electoral volvió a ser motivo de controversias, pues estaba claro que debía llevarse a cabo una nueva elección. Chávez se propuso como candidato a la reelección inmediata, mientras que la oposición enfrentó una serie de luchas internas que culminaron con la designación de Manuel Rosales como candidato único de una nueva alianza.
Una vez definidos los que serían los principales candidatos de la contienda electoral, la confrontación política se centró una vez más en la credibilidad del Consejo Nacional Electoral (CNE) como árbitro.1 Para intentar frenar el inevitable enfrentamiento entre oficialismo y oposición, se tomaron algunas medidas: se cambió en su totalidad la directiva del CNE; se aprobó la realización de auditorías presenciadas por representantes políticos de cada sector; se discutieron las condiciones, solicitadas por oficialismo y oposición, que regirían la realización del proceso electoral; y se invitó a participar, al igual que en comicios anteriores, a delegaciones de observadores internacionales que garantizarían la transparencia del proceso.
Con la victoria de Hugo Chávez y con el reconocimiento público de Manuel Rosales a propósito de los resultados de la contienda, la producción discursiva en cuanto a las elecciones tomó otro cariz. A raíz de esto el CNE pasó a legitimarse, en cierto modo, por parte de ambos sectores, y los discursos de los diferentes actores sociales cambiaron de rumbo. El oficialismo celebró su victoria haciendo énfasis en el evidente apoyo popular de su gestión, mientras que la oposición, por su parte, convirtió este revés electoral en una victoria política, haciéndose eco de la postura asumida por Manuel Rosales en su primera aparición pública, después de haber sido anunciados los resultados. Así las cosas, podemos decir que con la reelección de Hugo Chávez el acontecer político venezolano entra, pues, en una nueva fase.
Por lo antes expuesto, el objetivo principal de esta investigación consiste en estudiar, desde la perspectiva teórico-metodológica del Análisis Crítico del Discurso (Fairclough, 1989, 1992, 1995; van Dijk, 1999 y 2000; Wodak y Meyer, 2003), la construcción de las nociones de triunfo y derrota en cuatro artículos de opinión que tienen como tópico principal las elecciones presidenciales de diciembre de 2006.
Para el análisis argumentativo de los textos utilizamos como referencia el Tratado de la Argumentación de Perelman y Olbrechts-Tyteca (1989). De lo expuesto por estos autores privilegiamos como categoría de análisis las técnicas argumentativas:
i) de enlace o asociación (argumentos cuasilógicos, basados en la estructura de lo real y en el establecimiento de la estructura de la realidad), y ii) de disociación.
En cuanto a las estrategias discursivas, tomamos como base el artículo de Chilton y Schäffner (2000) titulado Discurso y política. En él, estos autores proponen una serie de funciones estratégicas que permiten a los investigadores concentrarse en aquellos elementos que contribuyen a los fenómenos que las personas consideran intuitivamente como políticos, y obviar otras funciones como la informativa, la lúdica, etcétera (2000: 305). Estas funciones estratégicas son: i) coerción; ii) resistencia, oposición y protesta; iii) encubrimiento; iv) legitima-ción/deslegitimación.
2. EL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO
El Análisis Crítico del Discurso (en adelante ACD) se preocupa por poner en evidencia la carga ideológica presente en los modos particulares de utilización del lenguaje, así como por las relaciones de poder y dominación que subyacen a la elección precisa de determinadas unidades discursivas en una situación específica.
Debido a la gran importancia social que tiene el discurso, este plantea innumerables cuestiones relativas a la ideología y al poder. El ACD, como señalan Fairclough y Wodak (2000), no solo se encarga de poner de manifiesto estas cuestiones, sino de plantear una postura crítica y comprometida tomando partido por los grupos oprimidos, sin que esto comprometa los resultados de las
investigaciones, dotadas siempre de normas de análisis sistemáticas, rigurosas y cuidadosas. Para el ACD, el lenguaje adquiere poder en la medida en que es utilizado por personas poderosas, pues puede utilizarse para desafiar, subvertir o alterar las relaciones de poder a corto y largo plazo. Según esta perspectiva, resulta de vital importancia poner atención a los modos en que se utilizan las formas lingüísticas en diversas expresiones y manipulaciones del poder (Wodak, 2003: 31); para esto los analistas críticos, lejos de centrar su visión en el texto hablado o escrito de forma aislada, amplían su perspectiva describiendo y teorizando sobre:
los procesos y las estructuras sociales que dan lugar a la producción de un texto [así como] las estructuras sociales y los procesos en los cuales los individuos o los grupos, en tanto que sujetos históricos, crean sentidos en su interacción con textos (Wodak, 2003: 19). El ACD resulta útil para promover la reflexión y la crítica social. La pretensión de los investigadores de esta área es operar como intelectuales orgánicos en una diversidad de luchas sociales [ ] con conciencia plena, al mismo tiempo, de que su trabajo corre permanentemente el riesgo de que el estado y el capital se apoderen de él (Fairclough y Wodak, 2000: 400).
3. LA ARGUMENTACIÓN Y EL SURGIMIENTO DE LA NUEVA RETÓRICA
Argumentar es proporcionar razones para sustentar una posición. Es tratar de persuadir a un receptor para que se adhiera a determinada forma de pensar. Tomando en cuenta esta definición, podríamos decir, citando a Domínguez (2007: 21-22), que la relación argumentativa sería un tipo de relación consistente en que el hablante proporciona una serie de argumentos que llevan a unas determinadas conclusiones a favor o en contra de una determinada opinión. El retorno a la concepción de la retórica como teoría del discurso persuasivo,cuyo eje es la argumentación, determinó el renacimiento de esta disciplina a mediados del siglo XX. Pieza fundamental de esta revaloración de la retórica fue la aparición, en 1958, del Tratado de la argumentación de Perelman y Olbrechts-Tyteca, pues esta publicación marca un retorno moderno y actual (bajo el signo de la derivación, pero también de una consciente y visible distancia) a las teorías clásicas y a su matriz aristotélica, con el fin de construir una teoría del discurso no demostrativo, y de organizar sistemáticamente los antiguos esquemas argumentativos (Mortara, 2000: 58).
Como es bien sabido, en el siglo XIX los ámbitos de la Retórica se vislumbraban de forma poco favorecedora: lo que en principio se entendió como el arte de la persuasión y puntal fundamental de la cultura helénica pasó a considerarse como un simple manual de estilo y, en el peor de los casos, como una extensa lista de figuras en pro de la consecución de un estilo florido y llamativo. Esta situación de desvarío o de saeculum horribile de la que habla López Eire (2000: 122) tiene su origen en la aplicación a la práctica de una concepción del arte de la elocuencia (la Retórica del discurso epidíctico y declamatorio, extemporáneo o de ocasión) que comenzó en la época postciceroniana y luego fue retomada entre los siglos XVII y XX.
El surgimiento de la Nouvelle Rhétorique, en medio de este caótico panorama caracterizado por el predominio de un paradigma de conocimiento dominado por los preceptos de la lógica formal, reacciona en contra de la supremacía de la lógica cartesiana que se centra en la utilización de los métodos de prueba empleados en las ciencias matemáticas, en donde las cosas simplemente son, sin tener en cuenta sus relaciones, sus contextos.
En el Tratado de la argumentación (1989), los autores construyen un marco filosófico capaz de dar una explicación lógica a los procesos de actuación humana.
Plantean la posibilidad de dar explicaciones racionales en ámbitos que quedarían excluidos de cualquier investigación científica. El centro de la validez de un discurso se traslada, tal como en la retórica aristotélica, hacia el auditorio, es decir, hacia las creencias y valores propios de las personas concretas a quienes se dirige la argumentación.
Para los defensores de la Nueva Retórica, la persuasión que se lleva a cabo en función de un auditorio es una empresa netamente política: siempre nos comunicamos con una finalidad, nuestro(s) discurso(s) persigue(n) una modificación del entorno (propio y/o ajeno); es decir, siempre buscamos, en cierto modo, que los demás actúen a partir de lo que decimos.
El asunto del auditorio está unido tanto a lo adecuado que pueda ser el discurso como a las opiniones y creencias de los oyentes, y a su nivel cultural. Esta consideración pragmática de las circunstancias del discurso y de los elementos y factores de la situación comunicativa es un buen motivo para asignar a los estudios perelmanianos un puesto relevante en las teorías contemporáneas del análisis del discurso (Mortara, 2000: 59).
4. TIPOLOGÍA ARGUMENTATIVA
Los esquemas argumentativos propuestos por Perelman y Olbrechts-Tyteca (1989) descansan sobre dos principios: la asociación y la disociación. A continuación presentamos, de manera general, la clasificación de los argumentos propuesta por estos autores.
4.1 Procedimientos de enlace o asociación
Perelman y Olbrechts-Tyteca (1989: 299) definen los mecanismos de enlace como aquellos esquemas que unen elementos distintos y permiten establecer entre estos elementos una solidaridad que pretenda, bien estructurarlos, bien valorarlos positiva o negativamente. Tienen que ver con la unión de las partes de un todo. Dentro de estos procedimientos podemos encontrar tres posibilidades: los argumentos cuasilógicos, los argumentos basados en la estructura de lo real y los argumentos que fundan la estructura de lo real.
Los argumentos cuasilógicos son aquellos que pretenden lograr cierta forma de convicción, en la medida en que se presentan como equiparables a razonamientos formales, lógicos o matemáticos. Se clasifican en dos tipos: a) aquellos que apelan a estructuras lógicas en sentido estricto (contradicción, identidad total o parcial, transitividad); y b) aquellos que recurren a relaciones matemáticas (de inclusión, de comparación, de frecuencia).
Los argumentos basados en la estructura de lo real son aquellos que se sirven de la realidad para establecer una solidaridad entre juicios admitidos y otros que se intentan promover (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989: 402). Muestran una estructura de pensamiento que es compartida por la audiencia en la medida en que se afianzan en la realidad. Se dividen en dos tipos: a) los enlaces de sucesión, que unen una situación con sus causas o consecuencias; y b) los enlaces de coexistencia, los cuales relacionan un individuo con sus actos, un grupo con las personas que lo conforman y una esencia con sus manifestaciones (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989: 404).
Finalmente, los argumentos que fundan la estructura de lo real son aquellos que, en cierta forma, parecen estar basados en la evidencia. Al contrario de los argumentos basados en la estructura de lo real, en esta clase de procedimiento la realidad es modificada o acomodada en relación con el argumento que el orador presenta. Se dividen en dos tipos: a) argumentación por el caso particular, mediante el uso del ejemplo, la ilustración y el modelo; y b) argumentación por analogía y metáfora.2
4.2 Procedimientos de disociación
Otros mecanismos argumentativos son los de disociación, definidos por Perelman y Olbrechts-Tyteca (1989: 299-300) como:
aquellas técnicas de ruptura cuyo objetivo es disociar, separar, desolidarizar elementos considerados componentes de un todo o, al menos, de un conjunto solidario en el seno de un mismo sistema de pensamiento; la disociación tendrá por resultado modificar semejante sistema variando ciertas nociones que constituyen sus piezas maestras.
Los elementos más importantes de los procedimientos de disociación son las parejas filosóficas y las definiciones disociativas. El objetivo de estas es llegar a separar conceptos que parecen irremediablemente unidos:
La oposición al establecimiento de una solidaridad [ ] se indicará mediante la negativa a reconocer la existencia de un enlace. Se mostrará, principalmente, que un enlace estimado como admitido, presumido o deseado no existe, porque nada permite constatar o justificar la influencia que ciertos fenómenos examinados tendrían sobre los que son motivo de discusión, y porque, por consiguiente, el tener en cuenta a los primeros es irrelevante (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989: 627).
5. FUNCIONES ESTRATÉGICAS DEL DISCURSO POLÍTICO
Chilton y Schäffner (2000), al relacionar las situaciones y los procesos políticos con los distintos niveles de organización del discurso, establecen un sistema de análisis político sustentado en una categoría intermedia a la que denominan funciones estratégicas. Según el planteamiento de los autores (2000: 304-307), dentro de esta categoría se incluyen cuatro estrategias discursivas que engloban aquellos mecanismos y tácticas de orden retórico cuya finalidad es, en esencia, política: 1) coerción; 2) resistencia, oposición y protesta; 3) encubrimiento; 4) legitima-ción/deslegitimación.
1) Coerción: bajo esta estrategia se manifiestan aquellos actos de habla que implican sanciones legales y físicas: órdenes, leyes, edictos, etc. Otras formas de comportamiento coercitivo se manifiestan en quienes tienen la posibilidad de ejercer el poder controlando el uso que otros hacen del lenguaje, mediante la censura o el control de acceso a la información.
2) Resistencia, oposición y protesta: son formas de discurso características de aquellos que se oponen al poder y/o los que carecen de él.
3) Encubrimientos: suponen el control cualitativo o cuantitativo de la información. El encubrimiento puede ir desde la divulgación de una información incompleta o inadecuada hasta la franca censura.
4) Legitimación y deslegitimación: la legitimación consiste en autopresentarse de manera positiva haciendo alarde de los propios logros, con el fin de justificar determinadas acciones. Por el contrario, la deslegitimación presenta a los otros enfatizando sus aspectos negativos, con la finalidad de restar espacio a sus producciones discursivas en un contexto de interacción específico. También se usa, entre otras cosas, para dañar la imagen del otro.3
6. MUESTRA Y PROCEDIMIENTOS
Para el desarrollo de este estudio, que forma parte de una investigación de mayor alcance (cf. Cisnero, en preparación), hemos tomado como muestra de estudio cuatro artículos de opinión, de autores afectos a la oposición venezolana, y que tienen como tópico principal las elecciones presidenciales de diciembre de 2006. Estos artículos fueron publicados en los diarios Tal Cual, El Nacional y Últimas Noticias el 6 de diciembre de 2006, tres días después del anuncio de los resultados electorales.
A continuación presentamos de manera detallada los textos, sus respectivos autores, la fecha de publicación y el periódico donde fueron divulgados.
La muestra
Vale la pena destacar que, a pesar de que la muestra está constituida por artículos de prensa y la metodología utilizada es aplicable al discurso político, resulta pertinente la aplicación de estos criterios para el análisis pues, por un lado, son actores políticos los que escriben los textos y, por otro, el tema de tales artículos también es político.
La investigación que presentamos describe, desde la perspectiva teórico-metodológica del Análisis Crítico del Discurso (Fairclough, 1989, 1992, 1995; van Dijk, 1999 y 2000; Wodak y Meyer, 2003), las principales estrategias argumentativas y las funciones discursivas utilizadas por actores políticos de tendencia opositora para construir las nociones de triunfo y derrota. Estas estrategias y funciones discursivas están destinadas a la persuasión de los receptores con fines concretos, tales como la adhesión a una tendencia política, el logro o el mantenimiento del poder, entre otras.
Para el análisis de las estrategias argumentativas utilizamos como referencia la clasificación propuesta por Perelman y Olbrechts-Tyteca en el Tratado de la argumentación (1989) (ver § 4). En cuanto a las funciones discursivas, tomamos como punto de partida los planteamientos de Chilton y Shäffner (2000) ilustrados en §5.
Una vez seleccionada la muestra y siguiendo la metodología propuesta por Bolívar (1995), segmentamos los textos en unidades menores a fin de facilitar el análisis de los datos. Tomamos como unidad de análisis el párrafo tipográfico, es decir, aquellos identificados tradicionalmente mediante sangría y espacio. Como se trata de textos escritos e impresos, que ya tienen una disposición original, nuestra tarea consistió en enumerar los párrafos de los artículos objeto de estudio.
7. ANÁLISIS DE LOS TEXTOS
En esta sección presentamos la identificación, en los textos objeto de estudio, de los principales tipos de argumentos empleados por los actores políticos de oposición para referirse a las nociones de triunfo y derrota. Además, describimos, desde el Análisis Crítico del Discurso, la relación de los argumentos con las funciones estratégicas que se ponen de manifiesto en los textos escogidos para el análisis. Como podrá apreciarse en lo sucesivo, entre ambas categorías suele establecerse una importante conexión (Gallucci, 2005b).
Del conjunto de las estrategias argumentativas propuestas por Perelman y Olbrechts-Tyteca (1989), en los textos analizados predominan los argumentos basados en la estructura de lo real. Tal como su nombre lo indica, los argumentos de este tipo se sirven de la realidad para establecer una solidaridad entre juicios admitidos y otros que se intentan promover (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989: 402). Entre estos, el más importante es el que establece una relación medio-fin. Esta relación funciona como macroargumento, lo que significa que el discurso opositor se organiza a partir de esta estrategia argumentativa.
La relación medio-fin resulta eficaz si se desea aumentar la importancia de un efecto determinado. La transformación de un medio en un fin en sí mismo da la idea de control, pues permite suponer que este estaba previsto o es deseado por el emisor. Este tipo de argumento puede servir para alejarse de la relación hecho-consecuencia, pues esta indica cierto descontrol sobre lo que acarrea el hecho ocurrido, cualquiera que este sea.
En la argumentación, la transformación de un medio en un fin coincide con su valoración (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989). Entonces, si lo que en principio es considerado como un medio se transforma argumentativamente en un fin en sí mismo, este adquiere un valor en tanto se alegue que se tenía cierto control de las consecuencias y que, efectivamente, se logró lo que se esperaba.
En los textos analizados, el discurso opositor se orienta a la transformación de la candidatura de Rosales (acompañada de su legitimación como líder de una nueva alianza), que pasa de ser un medio para derrotar a Chávez a dibujarse como un fin en sí mismo, y que sirve para aglutinar y fortalecer el proyecto opositor que, como se sabe, no había logrado recuperarse de la derrota del referéndum revocatorio de 2004.4 Así las cosas, desaparece casi por completo la meta no lograda (derrotar a Chávez) y aparece un nuevo fin: la consecución de un líder unitario que reúna en un solo grupo a todos los sectores que se oponen a Chávez. El fragmento que sigue ilustra la utilización de este argumento en uno de los textos:
(1) Quienes optamos por Manuel Rosales esperábamos el milagro que, finalmente,se realizó: consolidar en torno a su proyecto civilizado, democrático, pacífico, a una oposición que, por lo pronto, arranca con más de cuatro millones de militantes [T1-2].5
Vale la pena destacar en este fragmento el uso complementario de un argumento sustentado en cifras. Esta estrategia de tipo cuasilógico funciona para dar, en apariencia, carácter empírico a ese milagro al que se refiere el autor en su artículo; hablar de la consolidación de un proyecto opositor tiene más peso argumentativo si viene acompañado de cifras que demuestren que dicha consolidación efectivamente se ha producido.
Por otro lado, estos argumentos se relacionan claramente con la función estratégica de la legitimación, que se traduce en una valoración positiva del proyecto político liderado por Manuel Rosales. De esta forma, se hace alarde de los logros obtenidos destacando la consolidación de un movimiento que se califica como civilizado, democrático y pacífico.
La legitimación del triunfo opositor también se manifiesta mediante la presentación de Rosales como un líder carismático. Cuando se valora positivamente al líder, se hace, al mismo tiempo, una valoración positiva del proyecto al que representa:
(2) Manuel dijo, al reconocer con la hidalguía que lo caracteriza, que [ ] los resultados anunciados por la presidenta del ente electoral no daban margen a más nada [T1-2].
(3) Ayer, Manuel Rosales, en el modesto y sereno tono que seguramente usara para explicar a sus alumnos de bachillerato de tantos acontecimientos de la historia, nos habló de las elecciones en estos términos: Este es un triunfo político en medio de un revés electoral [T3-1].
En los fragmentos anteriores, podemos ver cómo se lleva a cabo la legitimación de Rosales como líder, al relacionar su figura con sustantivos tales como hidalguía, modestia y serenidad. Además, podemos observar que en T3 el autor del artículo de opinión pone de manifiesto el trabajo del ex candidato como maestro, figura culturalmente prestigiosa y guía por excelencia. De esta manera, se le da a Rosales la investidura de un modelo a seguir, que luego es utilizado por los autores como una figura de autoridad para respaldar sus afirmaciones. En T3 destaca, igualmente, el uso de la identidad como argumento:
(4) Ayer, Manuel Rosales [ ] nos habló de las elecciones en estos términos:
Este es un triunfo político en medio de un revés electoral [T3-1].
El argumento cuasilógico de identidad funciona también como complemento de la relación medio-fin (que, como ya dijimos, actúa como macroargumento). En estos casos se pretende presentar, mediante la identificación, como intercambiables los términos que son objeto de la argumentación. La efectividad de este tipo de estrategia reside en su aparente acercamiento a la definición que, dado su carácter evidente y arbitrario en las ciencias puras, no requiere argumentación para su aceptación por el auditorio.
En los fragmentos que siguen veremos que el objetivo de la argumentación de los articulistas de tendencia opositora es tratar de la misma manera dos situaciones no solo diferentes, sino también contradictorias: la derrota electoral y el triunfo político. El propósito no es otro que transformar el fracaso en victoria:
(5) [ ] detrás de la derrota electoral se esconde un importante triunfo político de la oposición venezolana. Obtener 38% de la votación en las condiciones actuales [ ] es un triunfo político [T2-1].
(6) Ayer, Manuel Rosales [
] nos habló de las elecciones en estos términos: Este es un triunfo político en medio de un revés electoral [T3-1].
Por su parte, en T3 nos encontramos con la frase que, quizá, constituye el eje central de la argumentación de la oposición venezolana en relación con los resultados de las pasadas elecciones presidenciales (al menos en los artículos de prensa analizados en esta investigación): Este es un triunfo político en medio de un revés electoral.6 Esta frase, que clasificamos como un argumento de identidad, también es un complemento de la relación medio-fin, pues contribuye, mediante la identificación de la derrota en las urnas y del llamado triunfo político, a convertir a la nueva alianza opositora y al naciente liderazgo de Rosales en un fin, esperado y logrado, y ya no en un medio para derrotar a Chávez. Estos argumentos, por supuesto, también se orientan a la legitimación del proyecto opositor, pues se hace énfasis en la victoria que, también, supone una valoración positiva.
Como puede observarse en el ejemplo (7), en T2 se utiliza nuevamente, como complemento, la argumentación sustentada en cifras. Esta estrategia, como ya dijimos, se usa para conferir a lo que se dice un carácter empírico y, en consecuencia, más cercano a la evidencia. Además, se emplea un argumento de superación, que sirve para dar importancia al logro obtenido haciendo énfasis en los obstáculos superados:
(7) Obtener 38% de la votación en las condiciones actuales [
] es un triunfo político [T2-1].
Otros tipos de argumentos basados en la estructura de lo real complementan el macroargumento de la relación medio-fin. Entre estos, los más utilizados son el argumento de la superación y el argumento del despilfarro. El argumento de la superación hace hincapié en la posibilidad de ir siempre más lejos en un sentido determinado, sin que se especifique un límite en torno a esto y siempre con un crecimiento continuo de valor (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989).
En estos casos lo más importante no es la consecución del objetivo, sino la superación de ciertos obstáculos. En los ejemplos que siguen, vemos que este argumento funciona para transformar las situaciones en contra en situaciones a favor. La derrota de Manuel Rosales en las elecciones queda relegada a un segundo plano porque, mediante el uso de esta estrategia, se focaliza la atención en las pequeñas metas que se han alcanzado y, sobre todo, en los obstáculos que se han superado en el camino:
(8) El triunfo [ ] [de Chávez] no opacará el [ ] de Manuel Rosales, que en sólo tres meses de campaña y ante una maquinaria mil y una nochesca y millares de obstáculos, consiguió aglutinar a más de cuatro millones de electores [T1-3].
(9) Obtener 38% de la votación en las condiciones actuales, enfrentándose a una maquinaria de poder, dinero y amenazas como la usada por el Gobierno, es un triunfo político [T2-1].
Como en los casos anteriores, la argumentación sustentada en cifras actúa como complemento de otro argumento, en esta ocasión del de superación. La utilización de números y porcentajes sirve, ya que se acercan en apariencia a lo empírico, para darle forma concreta a una meta intermedia que, a su vez, permite fortalecer el argumento de superación. La importancia de este argumento radica en que prueba, a través de la evidencia empírica, que se ha obtenido algo positivo después de sortear una cantidad importante de obstáculos.
En los enunciados analizados hasta ahora, los obstáculos superados son impuestos por una figura de poder representada por el gobierno nacional. En el fragmento que sigue, en cambio, veremos que en la argumentación de los opositores la condición económica, social y educativa de lo seguidores de Hugo Chávez también se convierte en un impedimento:
(10) No podemos quedarnos culpando a una mayoría y tildarla de bruta. Tenemos que asumir un compromiso con esa mayoría que merece vivir mejor, pero aún no ha tenido las herramientas para vencer la miseria. [
] Tenemos que entender que la pobreza es una condición compleja y en espiral. En casi todos los casos no depende del propio individuo lograr vencer su condición. Hace falta brindar luz. Alimentar la esperanza para enrumbar a niños y niñas a romper ese ciclo vicioso [T4-4].
A primera vista, se podría pensar que el autor se solidariza con un sector de la población y con sus dificultades específicas; sin embargo, si observamos con atención, advertiremos que, en realidad, se describe una condición particular de una parte de los seguidores del oficialismo, que luego se trata como un obstáculo que debe superar la población opositora para, finalmente, llegar al objetivo final de vencer a Hugo Chávez. En este caso, el argumento de superación viene acompañado por un argumento cuasilógico, el de sacrificio, que nos invita a hacer esfuerzos para alcanzar una meta altamente valorada. Por supuesto, la utilización de esta clase de argumentos trae consigo el empleo de la legitimación del propio grupo y de la deslegitimación de los otros. En relación con la primera, el proceso legitimador se logra, como ya dijimos, creando una imagen del movimiento opositor que lo hace ver, en primer término, como un grupo lo suficientemente fuerte como para vencer en situación de desventaja; y, en segundo término, como ganador de un porcentaje importante de seguidores. Al mismo tiempo, se emplea la estrategia de deslegitimación cuando se pone de manifiesto que la gran cantidad de obstáculos sor teados por la oposición para conseguir el triunfo político fueron impuestos por la figura de poder que, como indicamos anteriormente, está representada por el gobierno nacional. Debemos tomar en cuenta que el grupo que se posiciona como víctima, además de valorarse positivamente, logra deslegitimar al contrario situándolo en la posición de victimario. En este sentido, vale la pena resaltar en T1 y T2 expresiones hiperbólicas tales como maquinaria mil y una nochesca y millares de obstáculos o bien maquinaria de poder, dinero y amenazas como la usada por el Gobierno, para hacer referencia al grupo antagónico, estimándolo negativamente como depositario del poder. Al mismo tiempo, mediante esta estrategia se logra una valoración positiva (legitimadora) del propio grupo; nótese que se resalta la magnitud de los obstáculos salvados para conseguir una victoria cuya importancia viene determinada, precisamente, por la dimensión de los impedimentos que la oposición dejó atrás.
La función estratégica de la deslegitimación no solo se concentra, como en el caso anterior, en la valoración negativa del grupo que está en el poder, sino también en la desestimación de sus seguidores. Tal es el caso de T4, donde, aunque no se ataca directamente al adversario (el Presidente o el gobierno como entidad), el autor pone en entredicho la validez del triunfo al manifestar su desconfianza respecto a la capacidad de discernimiento de los electores que votaron por Chávez. Está implícita, por tanto, la noción de error. En este artículo, además, el autor hace uso de la función estratégica de la coerción, que se pone de manifiesto en la utilización de enunciados de modalidad deóntica7 introducidos por verbos como tener y poder:
(11) No podemos quedarnos culpando a una mayoría y tildarla de bruta. Tenemos que asumir un compromiso con esa mayoría que merece vivir mejor, pero aún no ha tenido las herramientas para vencer la miseria [T4-4].
Por otro lado, destaca también el uso del argumento del despilfarro, que consiste en decir que, puesto que ya se ha comenzado una empresa, aceptando sacrificios que resultarían inútiles en caso de abandonarla, es preciso proseguir en la misma dirección (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989). Este argumento funciona para todas las ocasiones en las que se presenta una oportunidad que no hay que dejar escapar, un propósito que no se debe abandonar. En este caso, lo importante es el esfuerzo que se puede perder si se renuncia a la empresa comenzada, de modo que, mediante el uso de este argumento, se incita a continuar la acción emprendida hasta el triunfo final. En el discurso opositor, el argumento del despilfarro se usa para persuadir a los simpatizantes del propio grupo de que, una vez conseguido el fin deseado (en este caso, el resurgimiento de un movimiento contrario al gobierno y la consolidación de un líder político), vale la pena seguir luchando para conseguir la meta final (derrotar a Chávez en un proceso electoral). Esta estrategia funciona en relación con el macroargumento medio-fin (recordemos que el logro que se defiende con el argumento del despilfarro se elaboró argumentativamente mediante la utilización de esta estrategia). Como ya hemos visto en extractos anteriores, el argumento del despilfarro no es la excepción y se complementa con la sustentación en estadísticas:
(12) Ese alto porcentaje de los votantes venezolanos representa un capital político de gran valor, que no se debe despreciar y que sería un gran error malbaratar en depresión o dispersión, y, mucho menos, en aventurillas [T2-1].
(13) [Rosales] Nos está diciendo que ese empeño tenaz y valiente que más de cuatro millones de venezolanos hemos puesto para derrotar a Chávez en su ambición de perpetuarse como Presidente, lo pongamos ahora en impedir que nos imponga cuanto se le antoje [T3-2].
En estos casos, el uso de las cifras sirve, como en ocasiones anteriores, como un medio de prueba argumentativamente eficaz para persuadir a los seguidores de la oposición de que se ha logrado una alianza política que cuenta con gran número de simpatizantes.
La argumentación utilizada se dirige hacia la legitimación del grupo opositor, puesto que se hace una valoración positiva no solo del porcentaje de votos logrado en los comicios, sino de los esfuerzos hechos para la consecución de esa cantidad de seguidores (argumento de superación). Al mismo tiempo, podemos ver el empleo de la función estratégica de deslegitimación en T2, cuando el autor hace alusión al empeño de Chávez de perpetuarse en el poder, y a su tendencia de imponer lo que se le antoja. Además, los autores de los textos estudiados utilizan la coerción para indicar a sus partidarios cuáles son los pasos a seguir después de la consolidación de la nueva alianza. En T2, es el autor del artículo quien asume la responsabilidad del liderazgo y exhorta a los opositores a continuar con la lucha; en T3, en cambio, el autor utiliza a Rosales como figura de autoridad para convencer a sus lectores de seguir las instrucciones del nuevo líder político.
Para finalizar, es importante resaltar que el empleo de argumentos respaldados por estadísticas solo se observa cuando estas favorecen al propio grupo, es decir, no se trata, en ningún caso, de hacer una comparación con los resultados del grupo contrario. Los seguidores de la oposición, como agrupación en desventaja numérica, evitan mencionar las cifras obtenidas por el sector oficialista, que resultó ganador. La argumentación sustentada en cifras, dados los resultados de la contienda política, es en sí misma muy susceptible de refutar, pues para ello solo bastaría sacar a relucir la cantidad de votos obtenidos por el otro sector. En cuanto al argumento de identidad, debemos tener en cuenta que, precisamente por su carácter cuasilógico (es decir, por ser solo aparente su acercamiento a las definiciones formales), es relativamente fácil de objetar. Así las cosas, los argumentos cuasilógicos, por ser muy propensos a suscitar argumentaciones en contra, sirven en este caso de complemento de los argumentos basados en la estructura de lo real.8
8. CONSIDERACIONES FINALES
Del análisis de los artículos de opinión de actores políticos de oposición pueden extraerse varias conclusiones. En primer lugar, podemos observar la carga ideológica presente en el discurso de algunos actores políticos de la oposición venezolana. Las estrategias discursivas, empleadas por personas poderosas, no solo por ser actores políticos reconocidos, sino también por su acceso a los medios de comunicación, se orientan a crear una matriz de opinión favorable a una determinada postura política.
Dicha postura, por supuesto, supone la legitimación del propio grupo, así como la deslegitimación del grupo contrario. En segundo lugar, enfocándonos en las estrategias argumentativas planteadas por Perelman y Olbrechts-Tyteca (1989), llama la atención el uso predominante de los argumentos basados en la estructura de lo real, es decir, aquellos que se sirven de la realidad para establecer una solidaridad entre juicios admitidos y otros que se intenta promover (1989: 402). Entre estos, encontramos que la relación medio-fin se utiliza como macroargumento, es decir, a partir de él se organiza y sustenta el discurso opositor.
El uso de la relación medio-fin como argumento guía resulta de vital importancia, pues permite que la candidatura de Rosales deje de ser un medio para derrotar a Chávez para convertirse en un fin en sí mismo. Esta estrategia le permite al sector opositor la posibilidad de establecer la tesis de la consecución de un triunfo político, a pesar de la derrota en las urnas electorales. Otros argumentos basados en la estructura de lo real, tales como el de superación y el de despilfarro, sirven de complemento, como se ha visto, del macroargumento. El primero hace énfasis en los obstáculos superados para la conquista del triunfo político (creado argumentativamente con la relación medio-fin), el segundo incita a los seguidores de la oposición a no dejar escapar el logro conseguido y a seguir en la lucha. Asimismo, el uso de argumentos cuasilógicos, como la sustentación en cifras y la identidad, contribuye a intensificar el efecto del argumento principal: la relación medio-fin. El uso de cifras sirve para dar apariencia empírica al triunfo opositor, ya que cuando se habla de números concretos se puede decir que se están dando pruebas de que, efectivamente, se cuenta con una porción significativa de la población para constituir un movimiento político respetable. El argumento de identidad, por su parte, funciona para presentar como intercambiables dos nociones contradictorias: el revés electoral y el triunfo político. Por otro lado, las funciones estratégicas propuestas por Chilton y Schäffner (2000) mantienen una interesante conexión con las estrategias argumentativas
utilizadas en los artículos analizados. Como era de esperarse, los actores políticos hacen un amplio uso de la legitimación del propio grupo y de la deslegitimación del grupo contrario. Con relación a la primera, los autores de los artículos emplean gran parte de su discurso para valorar de forma positiva el proyecto opositor, presentándolo como victorioso a pesar de la derrota electoral; además, el uso de argumentos como la superación y el despilfarro sirven de base para la legitimación, en el sentido de que contribuyen a presentar a los opositores a Chávez como una agrupación fuerte y capaz de sortear todos los obstáculos posibles (argumento de superación) y, al mismo tiempo, como depositarios de una victoria importante que no vale la pena dejar escapar (argumento del despilfarro).
Los argumentos utilizados en el discurso opositor también se emplean en pro de la deslegitimación del grupo contrario. Por ejemplo, manifestar que los contratiempos superados durante el camino al triunfo político fueron impuestos por el gobierno nacional implica una victimización del propio grupo que, inevitablemente, pone como victimario al sector gubernamental, valorándolo negativamente. Recordemos que la relación víctima-victimario genera dos posiciones encontradas: un juicio positivo en el caso de la víctima y una apreciación negativa que apunta directamente al victimario.
En la muestra estudiada también encontramos la función estratégica de la coerción. Esta se manifiesta en la utilización de enunciados de modalidad deóntica introducidos por los verbos tener y poder. Mediante esta forma de persuasión los actores de oposición pretenden comunicar a sus partidarios cuáles son los pasos a seguir después de la consolidación de la nueva alianza política. En los artículos considerados la estrategia de coerción se relaciona, en la mayor parte de los casos, con el argumento del despilfarro.
Volviendo a las estrategias argumentativas, no podemos pasar por alto la ausencia de argumentos de disociación en los textos estudiados. No obstante, no pretendemos que estos resultados constituyan una generalización en cuanto al empleo de este tipo de argumentos, pues para esto convendría llevar a cabo un estudio mucho más amplio en cuanto al número de textos considerados y que,adicionalmente, vaya más allá del discurso político.
Para finalizar, resulta de suma importancia destacar que, a pesar de que los artículos de opinión analizados en este estudio fueron escritos por diferentes autores, la argumentación presenta cierta unificación pues se dirige hacia una estrategia común, esto es, la transformación de la derrota electoral de la oposición venezolana en un triunfo político.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Bolívar, A. ( 1995). Una metodología interaccional para el análisis del texto escrito. Boletín de Lingüística, 9, 1-18.
2. Chilton, P. y Schäffner, C. ( 2000). Discurso y política. En T. van Dijk (Comp.), El discurso como interacción social. Estudios sobre el discurso: Una introducción multidisciplinaria (Vol. 2, pp. 297-329). Barcelona: Gedisa.
3. Chumaceiro, I. (2004). Las metáforas políticas en el discurso de dos líderes venezolanos: Hugo Chávez y Enrique Mendoza. Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso, 4, 91-113.
4. Cisnero, M. (En preparación). Elecciones presidenciales 2006: Construcción argumentativa de las nociones de triunfo y derrota en artículos de opinión de oficialismo y oposición. ( Trabajo de grado para optar al título de Licenciada en Letras).
5. Domínguez, M. (2007). Conectores discursivos en textos argumentativos breves. Madrid: Arco/Libros.
6. Fairclough, N. (1989). Language and power. Londres: Longman.
7. Fairclough, N. (1992). Discourse and social change. Cambridge: Polity Press.
8. Fairclough, N. (1995). Critical discourse analysis. Londres: Longman.
9. Fairclough, N. y Wodak, R. ( 2000). Análisis crítico del discurso. En T. van Dijk (Comp.), El discurso como interacción social. Estudios sobre el discurso: Una introducción multidisciplinaria (Vol. 2, pp. 367-404). Barcelona: Gedisa.
10. Gallucci, M. (2005a). Argumentación y funciones estratégicas en el discurso político venezolano: El cierre de campaña del referéndum revocatorio presidencial. Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso, 5, 49-75.
11. Gallucci, M. (2005b). Discurso político y argumentación. Teoría y praxis en la realidad venezolana. Trabajo de grado de maestría no publicado, Instituto de la Lengua Española, Madrid.
12. García Negroni, M. y Tordesillas, M. (2001). La enunciación en la lengua. De la deixis a la polifonía. Madrid: Gredos.
13. Grande, F. (2002). Aproximación a las modalidades enunciativas. León: Universidad de León.
14. López Eire, A. ( 2000). Retórica y política. En J. Hernández Guerrero (Comp.), Emilio Castelar y su época. Actas del I Seminario Emilio Castelar y su época. Ideología, retórica y poética (pp. 89-143). Cádiz: Universidad de Cádiz.
15. Mortara, B. (2000). Manual de retórica. Madrid: Cátedra.
16. Perelman, C. (1997). El imperio retórico. Retórica y argumentación. Bogotá: Norma.
17. Perelman, C. y Olbrechts-Tyteca, L. (1989). Tratado de la argumentación. La nueva retórica (5ª. ed.). Madrid: Gredos.
18. Shiro, M. (1996). Un estudio de las expresiones de modalidad en hablantes de dos culturas. Boletín de Lingüística, 10, 43-60.
19. Van Dijk, T. (1999). Ideología. Una aproximación multidisciplinaria. Barcelona: Gedisa.
20. Van Dijk, T. (Comp.). (2000). El discurso como interacción social. Estudios sobre el discurso II. Una introducción multidisciplinaria. Barcelona: Gedisa.
21. Wodak, R. ( 2003). De qué trata el análisis crítico del discurso (ACD). Resumen de su historia, sus conceptos fundamentales y sus desarrollos. En R. Wodak y M. Meyer (Comps.), Métodos de análisis crítico del discurso (pp. 17-34). Barcelona: Gedisa.
22. Wodak, R. y Meyer, M. (Comps.). (2003). Métodos de análisis crítico del discurso. Barcelona: Gedisa.
Notas:
1 Después de anunciados los resultados del referéndum revocatorio de agosto de 2004, el CNE perdió credibilidad ante una parte del país. En ese momento los sectores de oposición, ante la ratificación de Hugo Chávez en el poder, acusaron al ente comicial de fraude electoral, lo que suscitó una intensa confrontación que aún persistía en vísperas de las elecciones presidenciales de diciembre de 2006.
2 Se considera la analogía como una similitud de estructuras, cuya fórmula más general sería A es a B lo que C es a D. Entre la pareja A-B (denominada tema) y la pareja C-D (denominada foro) no se afirma una igualdad simétrica por definición, sino una asimilación que tiene por fin aclarar, estructurar y evaluar el tema gracias a lo que se sabe del foro, lo que implica que el foro proviene de un dominio heterogéneo, puesto que es mejor conocido que el tema (Perelman, 1997: 154). Por otra parte, la metáfora se concibe, al menos en lo que concierne a la argumentación, como una analogía condensada, resultante de la fusión de un elemento del foro con un elemento del tema (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989: 611). Para más información sobre el uso de las metáforas en el discurso político, véase Chumaceiro (2004).
3 Según Chilton y Schäffner (2000: 306-307), se pueden considerar estas cuatro funciones de varias maneras: por un lado, se les puede considerar como estrategias de interpretación política porque pueden ser empleadas de ese modo por un investigador o porque se pueden atribuir esas funciones, hipotéticamente, a las formas de interpretación inconscientes de los receptores de un determinado discurso. Por otro lado, estas funciones pueden ser consideradas como productivas, ya que pueden ser atribuidas por el investigador a las estrategias utilizadas por los hablantes de una sociedad dada en la producción de discursos coherentes.
4 Para más información sobre el referéndum revocatorio, consúltese Gallucci, 2005a y 2005b.
5 De aquí en adelante, utilizaremos la nomenclatura entre corchetes para indicar la referencia del texto y del párrafo tipográfico al que hace alusión. Por ejemplo, la indicación [T1-2] remite al texto T1 (Omar Pérez, La proeza de Rosales) y al párrafo 2 de ese discurso. A partir de este ejemplo, las cursivas corresponden a las autoras y se utilizan con la finalidad de resaltar aquellos fragmentos
6 El día 5 de diciembre de 2006 el Consejo Nacional Electoral proclamó a Hugo Chávez como Presidente de la República. El día 6 de diciembre el ex candidato Manuel Rosales, en una alocución pública desde un reconocido hotel capitalino, reconoció nuevamente los resultados anunciados por el organismo electoral (ya lo había hecho la madrugada del 3 de diciembre), y declaró que la oposición venezolana había conseguido un triunfo político en medio de un revés electoral. Esta frase, con la que titulamos nuestra investigación, se convirtió después en una especie de bandera política enarbolada por los sectores que se oponen a Hugo Chávez.
7 La modalidad deóntica está relacionada con los conceptos de obligación, permiso y prohibición. Por ejemplo, si al reservar en un restaurante le decimos al encargado La cena debe estar preparada a las diez, el auxiliar deber está indicando la necesidad deóntica (obligación), puesto que lo que queremos decir es que quien sea responsable tiene la obligación de hacer que el evento ocurra (cf. García Negroni y Tordesillas, 2001; Grande, 2002; Shiro, 1996).
8 Con respecto a este tema, Perelman (1997: 112) nos dice que: A causa de los inconvenientes de la reducción a lo formal y a lo cuantitativo, es raro que los argumentos cuasilógicos puedan por sí solos producir la convicción: ellos deberán ser completados por argumentos basados sobre la estructura de lo real.